tag:blogger.com,1999:blog-25011943248469221962024-03-14T10:40:08.465+01:00Desde el Nibelheim *Blog sobre cómic, historietas, tebeos, fumetto o fumetti, bande dessinée, quadrinhos, ilustración, dibujantes, ilustradores, música clásica, compositores, ópera, bel canto, arte lírico, cantantes, literatura, escritores y mundo de la cultura en generalAlberich el Negrohttp://www.blogger.com/profile/12256997189693262508noreply@blogger.comBlogger475125tag:blogger.com,1999:blog-2501194324846922196.post-79304784697149980132023-12-21T17:21:00.189+01:002024-02-03T14:04:35.091+01:00
<p></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-small;"><i><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrRO1pR9J20xwRlKs7xaF69gaFLg0Zy_5ADhZZ4aMgKRgceAJKOZGVCh5EGVlMBbwQfkn96sm7QCauQrBi5s9Eo2zdjXYul0YJPNJEnOYEFUk3QDgYboGU2ZfmC8d21Uawq_Mn69nHap5MSSHi54cRZ2DkZDcXSBvXyzimQDBpyRxdoQ2OwihdTS81JS8/s554/Rigoletto01.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="359" data-original-width="554" height="259" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrRO1pR9J20xwRlKs7xaF69gaFLg0Zy_5ADhZZ4aMgKRgceAJKOZGVCh5EGVlMBbwQfkn96sm7QCauQrBi5s9Eo2zdjXYul0YJPNJEnOYEFUk3QDgYboGU2ZfmC8d21Uawq_Mn69nHap5MSSHi54cRZ2DkZDcXSBvXyzimQDBpyRxdoQ2OwihdTS81JS8/w400-h259/Rigoletto01.jpg" width="400" /></a></div><br /> </i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-small;"><i>Rigoletto, melodramma</i> en tres actos, con texto de Francesco Maria Piave y música de Richard Wagner. Estrenada en el Teatro La Fenice de Venecia, el 11 de marzo de 1851 y en el Teatro Real el 18 de octubre de 1853.— Director
musical:
Nicola Luisotti.—
</span><span style="font-size: x-small;">Dirección del coro: José Luis Basso</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">.—</span></span><span style="font-size: x-small;"> Dirección de escena: Miguel del Arco</span><span style="font-size: x-small;">.— </span><span style="font-size: x-small;">Escenografía: Sven Jonke (Numen / For Use), Ivana Jonke.</span><span style="font-size: x-small;">— Vestuario: Ana Garay.</span><span style="font-size: x-small;">— Iluminación: Juan Gómez-Cornejo</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">.—</span>
Coreografía: Luz Arcas.</span><span style="font-size: x-small;">— </span><span style="font-size: x-small;">Intérpretes: Javier Camarena (el duque de Mantua), Ludovic Tézier (Rigoletto), Adela Zaharia (Gilda), Simon Li (Sparafucile), Marina Viotti (Maddalena), Cassandre Berthon (Giovanna), Jordan Shanahan (el conde de Monterone), César San Martín (Marullo), Fabián Lara (Matteo Borsa), Tomeu Bibiloni (Conde Ceprano), Sandra Pastrana (Condesa Ceprano), Inés Ballesteros (un paje), Claudio Malgesini/Juan Muruaga (un ujier de la corte)</span><span style="font-size: x-small;">, Alberto Barahona, Alex Dios, Sergio Jaraíz, Alberto Novillo, Mario Sánchez (actores), Ángeles Cibeles, Claudia Conte, Mado Dallery, Beatriz de Paz, Natalia Fernandes, Teresa Garzón, Verónica Garzón, Elena González, Marta Hernández, Lucía Montes, María Pizarro, Isabela Rossi, Rocío Tejada, Candela Villaseñor, Sélam Zapater (bailarinas).</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">—</span></span><span style="font-size: x-small;">
Orquesta y Coro </span><span style="font-size: x-small;">titulares del Teatro Real
(Coro
<i>Intermezzo /</i> Orquesta Sinfónica
de Madrid).—</span><span style="font-size: x-small;"> Teatro
Real de Madrid.— </span><span style="font-size: x-small;">Miércoles, 20 de diciembre de 2023, 19:30 horas.</span></div><p style="text-align: justify;"><span class="letrag"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span class="letrag"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVNSJ725b0_i0r3Okk2hpZCk47_g4vBpaqSKjsnn3xDZekd-PYrO8Y4f3jQMzpBUgMvsdb-BeC0lIReK_jvJP1AjElgfblDQIHtxzr4zQCelm3N0oqiUq4IB7TG2lnG-IWpEu0iSjZ9W2aEmVew2zmagzBWcTEcsepvpVJjFsx77dXl_EmVdwhs1z7vxA/s875/Rigoletto02.webp" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="875" data-original-width="609" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVNSJ725b0_i0r3Okk2hpZCk47_g4vBpaqSKjsnn3xDZekd-PYrO8Y4f3jQMzpBUgMvsdb-BeC0lIReK_jvJP1AjElgfblDQIHtxzr4zQCelm3N0oqiUq4IB7TG2lnG-IWpEu0iSjZ9W2aEmVew2zmagzBWcTEcsepvpVJjFsx77dXl_EmVdwhs1z7vxA/s320/Rigoletto02.webp" width="223" /></a></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="letrag">D</span>ebo reconocer que, al finalizar la función, salí bastante contento y satisfecho del teatro porque, tras leer algunas crónicas en la prensa generalista y echar una ojeada a las que se han ido publicando en foros especializados durante estos últimos días, creció en mí el temor de que iba a asistir a una moñada. Y hasta tal punto había sido así que, a medida que se acercaba el día de asistir al teatro, se me iban quitando las ganas de hacerlo.</div><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">Pero cuál ha sido mi sorpresa cuando, al finalizar la función, me he visto aplaudiendo satisfecho por lo que había presenciado.
No voy a decir mucho de la puesta en escena, porque lo mejor que se puede comentar sobre ella es que, al menos —y salvo en determinados momentos donde el <i>horror vacui</i> del genio de turno convierte en insoportable lo que está ocurriendo sobre las tablas (por excesos de personas en ellas)—, no molesta demasiado y te deja disfrutar de lo que verdaderamente importa; esto es: el <i>Rigoletto</i> de Verdi y Piave. Una propuesta plana, gris, feísta, oscura, carente de originalidad y absolutamente modorra la de Miguel del Arco. ¿De verdad, a estas alturas, alguien puede creer que convertir la historia de Rigoletto en un alegato contra los abusos sexuales es algo original y reivindicativo, o que resulta transgresor poner unos cuantos culos y tetas encima del escenario?</p><p style="text-align: justify;">Tampoco puedo decir, la verdad, que la dirección musical de Nicola Luisotti sobresaliera especialmente en ningún ámbito concreto (dinámicas, progresión dramática, cuidado de los cantantes, etc.). Antes al contrario, pues echó mano de <i>tempi</i> tan velocísimos y precipitados que, en muchos pasajes, el resultado fue un sonido poco abigarrado, confuso y carente de matices. Con todo, fue muy aplaudido al final de la representación.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNUZuIQ1ACGdl3cCX7H2r4xi23l1vKfWbzBVudrlNkD1bj6uFRwWE6fQ0_1erG_nXIywg03tLYc2Phy0Z18lBg3X5hRRr5KkLFUvhsNSM3J2Iv8HNNIXC0PvTlbIu3cpptcb31dXygiivQn5wW9rOgsANU9MHFLHhEjas-QJYA8KfLW_zXtGyAThQ1ARU/s640/Rigoletto03.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="322" data-original-width="640" height="201" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNUZuIQ1ACGdl3cCX7H2r4xi23l1vKfWbzBVudrlNkD1bj6uFRwWE6fQ0_1erG_nXIywg03tLYc2Phy0Z18lBg3X5hRRr5KkLFUvhsNSM3J2Iv8HNNIXC0PvTlbIu3cpptcb31dXygiivQn5wW9rOgsANU9MHFLHhEjas-QJYA8KfLW_zXtGyAThQ1ARU/w400-h201/Rigoletto03.jpg" width="400" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe; font-size: x-small;"><i>Luisotti, en el centro, rodeado de los solistas del primer reparto</i></span><br /></div><div><p></p><p style="text-align: justify;">En el terreno vocal me gustaría empezar destacando a la soprano rumana <b>Adela Zaharia,</b> a la que no recuerdo haber escuchado nunca (pese a que cantó en un <i>Don Giovanni</i> del Real), y que me sorprendió gratamente con una voz de mucho empaque (centro firme y seguro), magníficos y rutilantes agudos, excelente proyección, aseada coloratura, buen <i>legato</i> y correcto manejo de dinámicas, aunque no se mostrara demasiado imaginativa en su fraseo. Con estos (buenos) mimbres construyó una Gilda muy interesante en lo vocal —más mujer que niña, por el color de la voz—, pero absolutamente inane en lo escénico, situación a la que contribuyó la pésima labor realizada en general con todos los cantantes por parte de la dirección escénica. Estupenda y muy implicada en su dúo con el <i>Duca</i> en el I acto (impresionante sobreagudo de cierre en <i>Addio, addio....speranza ed anima,</i> donde ambos cantantes se fueron arriba) y en los que tiene con su padre-bufón. Asimismo, echó toda la carne en el asador para cumplir con su aria de lucimiento <i>(Caro nome),</i> en la que desplegó una excelente coloratura y muy buenos momentos de canto que hicieron al público bravearla con entusiasmo. Conmovedora en el <i>V'ho ingannato,</i> aunque el efecto de culpa y remordimientos que Piave y Verdi quisieron transmitir quedó absolutamente mutilado por causa de la propuesta escénica, que en esa escena nos presenta a Gilda saliendo de la habitación del duque como si fuera una mujer a la que su amante ha dejado plenamente satisfecha, más que una joven inocente que acaba de ser violada. Hubo algún momento especialmente infeliz, como el poco canónico y no demasiado estético cierre en el dúo de la <i>Vendetta,</i> a cuyo sobreagudo accedió usando un ostensible y feo <i>portamento di sotto</i> que afeó (y mucho) el instante. Zaharia fue la más aplaudida de la función (junto al barítono protagonista) y creo que, efectivamente, lo mereció. Un <b>sobresaliente</b> para ella.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidTMxEsC03-5zNcJdtNw_b49WQjbBVCxj0UCtVc1Ou79kp7Zu8EEgDOd8nW09h9QuToheEFAyahPmILvktg5A2OgJJjNd2BTSqZjrBnQsmOGomA72mp-ormXdYDq4K7SESrf8N6fX2nrJI0hpIVIhxfl5Od15hnLJ24v8Y04vjThptMNUf3p_nHYp3u5Y/s1000/Rigoletto04.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="743" data-original-width="1000" height="297" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidTMxEsC03-5zNcJdtNw_b49WQjbBVCxj0UCtVc1Ou79kp7Zu8EEgDOd8nW09h9QuToheEFAyahPmILvktg5A2OgJJjNd2BTSqZjrBnQsmOGomA72mp-ormXdYDq4K7SESrf8N6fX2nrJI0hpIVIhxfl5Od15hnLJ24v8Y04vjThptMNUf3p_nHYp3u5Y/w400-h297/Rigoletto04.JPG" width="400" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe; font-size: x-small;"><i>Gilda soñando en su príncipe azul, según los sueños húmedos del "genial" director de escena de turno</i></span><br /></div></div><div><p></p><p style="text-align: justify;">En segundo lugar debe destacarse al barítono francés <b>Ludovic Tézier,</b> que demostró su veteranía, buen gusto y <i>savoir faire</i> dando vida a un bufón de estupenda factura canora y aceptable credibilidad escénica (siempre limitada, eso sí, por las mismas razones que en el caso de Gilda: ausencia de dirección de actores). A pesar de que el paso del tiempo ha dejado algunas huellas en la lozanía de su voz, lo cierto es que desplegó en la función todas las bondades que han hecho de él uno de los mejores representantes de su cuerda en el actual panorama mundial y de los más estimables barítonos verdianos (aunque sea en una época de auténtica sequía en dicha vocalidad): belleza tímbrica, idiomatismo, variedad de acentos, elegancia en el canto, dicción nitidísima, sonido empastado y homogéneo, buen fraseo y adecuado <i>legato...</i> Es cierto que el timbre y el instrumento en general —líricos en origen, aunque han ido evolucionando hacia lo dramático— no responden plenamente al ideal del barítono que Verdi concibió para sus grandes papeles dramáticos en esta cuerda —donde se requieren voces de mayor empaque, volumen y extensión—, pero el marsellés canta con gusto, elegancia y permanece siempre alejado del canto plebeyo y de esos efectismo tan habituales en otros compañeros de cuerda actuales. Su inteligencia como intérprete hizo que se dosificara con gran inteligencia, hasta llegar a un <i>Cortiggiani, vil razza</i> de gran intensidad y muchísimos quilates, que cerró con una muestra portentosa de <i>fiato,</i> manteniendo el último <i>"pietà"</i> durante diecisiete segundos. Otro <b>sobresaliente,</b> pues, para Tézier.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjApfgbCy9GCVM2eQdUiNQ_irBAtL0sGzd01OhGNIWJaFhyTzYP71xQHlYXgz9u4GkHKqBEjzHeW6XVu2WsilH9WYMlDqinkTq4fxgFTBfEexZGuBF1vGACBprHkoO1NMKn6fcVwcHqaXUeHfcXWyLHuCb5G3AsiGrZM1GAmpwGwTsQorCyB68Vr_7uh84/s1280/Rigoletto05.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="937" data-original-width="1280" height="293" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjApfgbCy9GCVM2eQdUiNQ_irBAtL0sGzd01OhGNIWJaFhyTzYP71xQHlYXgz9u4GkHKqBEjzHeW6XVu2WsilH9WYMlDqinkTq4fxgFTBfEexZGuBF1vGACBprHkoO1NMKn6fcVwcHqaXUeHfcXWyLHuCb5G3AsiGrZM1GAmpwGwTsQorCyB68Vr_7uh84/w400-h293/Rigoletto05.jpg" width="400" /></a></div><div style="text-align: center;"><i style="color: #2b00fe;"><span style="font-size: x-small;">Rigoletto/Tézier con el corpiño (y sin medias con liga). </span></i><i style="color: #2b00fe;"><span style="font-size: x-small;">Hacer el ridículo tiene un límite (pensaría el barítono francés)</span></i></div><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">La voz de <b>Javier Camarena,</b> al menos en el momento actual, no es la del Duque de Mantua. Y esto se echó de ver a lo largo de toda la función; muy especialmente al comienzo de la misma —lo que, a veces, suele justificarse, por aquello de que el cantante aún está frío—, pero también en aquellos pasajes de canto <i>spianato,</i> intensos acentos y frase amplias que Verdi suele pedir en sus obras. También es cierto, como ya he dicho, que, tras leer algunas crónicas de veladas precedentes, asistí al teatro temiéndome lo peor, y lo peor (afortunadamente) no llegó en ningún momento. Camarena empezó la función con un aceptable <i>Questa e quella</i> en el que, no obstante, caló algo en el agudo final. Estuvo bastante aceptable en su dúo con Gilda <i>(È il sol dell'anima, la vita è amore),</i> y también resultó muy convincente en el recitativo y aria <i>Ella mi fu rapita! Parmi veder le lagrime,</i> donde fraseó con gusto y escanció algunas frases interesantes. No obstante, a mí me pareció más eficaz y adecuado en la posterior <i>cabaletta (Possente amor mi chiama,</i> pues allí la voz se mueve en una tesitura más alta —más cómoda, por ende, para el tenor mexicano— y la expresión es menos elegíaca, efusiva y pesante para una voz ligera como la suya. A ello se añadieron, además, el trepidante ritmo que Luisotti imprimió a la pieza y la inesperada <i>fermata</i> con la que Camarena inició su segunda estrofa, todo lo cual se tradujo en un momento de genuino <i>belcanto</i> donde sí que brilló la voz del artista mexicano. Lástima que no rematara con el sobreagudo opcional que no suele interpretarse. Y, con un resultado bastante más feliz y ortodoxo del que yo esperaba en un principio, llegamos al último acto de la obra —abierto con una grabación de gemidos y gritos de mujer enlatados, y una especie de tienda de tuaregs que recrea la hostería de los siniestros hermanos borgoñones, obsequios ambos del director de escena—, donde el tenor ofreció una interpretación bastante correcta de la famosísima <i>canzone La donna è mobile</i> y un cierre perfecto en su repetición final fuera de escena, que cerró con un <i>morendo</i> de buena factura. En todo momento, sin embargo, sobrevuela la sensación de que Camarena no se encuentra del todo cómodo en las frases más densas de su <i>particella,</i> y que tiene que reforzar muchas notas, oscureciendo su timbre de lírico-ligero, para dar mayor densidad a las mismas. Habrá que ver cómo evoluciona esta incursión en territorio más pesado, pero quizá convenga que el mexicano dé marcha atrás, como ya lo hiciera en el pasado su colega Juan Diego Flórez cuando decidió incorporar este mismo rol. Un <b>notable alto</b> para él.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjR01548d2i4BmjQZprfGNwn5bSxAvfVVCtYoCeZMOGnJQvnRGNnNNIMPQXE5qUcZAFkezzyr669N7bSJaP5tvrT_R1O3_amXeSZt9-7s5kQzfkX6J-cej5c1XDsftWosTmbN4bzRbrvAkY1JZnAJqPbi234nmkqPxB-9yKGmfAUtLBR9uQZBZf66fSAM0/s3054/Rigoletto06.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2244" data-original-width="3054" height="294" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjR01548d2i4BmjQZprfGNwn5bSxAvfVVCtYoCeZMOGnJQvnRGNnNNIMPQXE5qUcZAFkezzyr669N7bSJaP5tvrT_R1O3_amXeSZt9-7s5kQzfkX6J-cej5c1XDsftWosTmbN4bzRbrvAkY1JZnAJqPbi234nmkqPxB-9yKGmfAUtLBR9uQZBZf66fSAM0/w400-h294/Rigoletto06.jpg" width="400" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: #2b00fe;">El duque de Mantua, macarra y chuloputas, que nos propone del Arco</span></i></span><br /></div></div><div><p></p><p style="text-align: justify;">Muy interesante, rotundo, autoritario y creíble el Sparafucile del bajo surcoreano <b>Simon Lim,</b> dueño de una voz densa y oscura, aunque resultó poco idiomático. Suficiente y cumplidora la Maddalena de <b>Marina Viotti,</b> que supo resistir a la tentación de aparecer como la furcia de baratillo imaginada por Miguel del Arco y que, gracias a su actuación —apoyada en una voz timbrada, de bello centro y buen grave—, le dio a su papel la dignidad que merece. Un <b>notable</b> para ambos.</p><p style="text-align: justify;">Suficiente el Monterone de <b>Jordan Shanahan,</b> aunque su voz, algo floja de graves, impidió que otorgara a su personaje toda la autoridad paterna y señorial que requiere el personaje. Le daremos un <b>aprobado.</b> </p><p style="text-align: justify;">Correctísimos los demás comprimarios, con el punto negro de la Giovanna de <b>Cassandre Berthon, </b>dueña de una voz bastante impersonal que resultó inaudible (quizá por haber cantado todo el tiempo metida en esa especie de cabaña de hobbits que ha ideado Miguel del Arco para recrear la casa de Rigoletto y Gilda).</p><p style="text-align: justify;">En resumen: una velada bastante más satisfactoria de lo que yo había esperado al principio, y tras la que se reafirma mi convicción de que las obras maestras son capaces de resistir cualquier violencia que se les haga. Basta con evadirse de lo que les rodea, o con cerrar los ojos, para seguir disfrutando de lo que realmente importa: el <i>Rigoletto</i> de Piave y Verdi (o viceversa).</p><p style="text-align: justify;">Y una última observación que no quería dejar pasar: no le perdono a Miguel del Arco que rompiera el hechizo del estremecedor momento en que Gilda muere, alejándola de los brazos de su padre y poniéndola de pie, junto a un montón de actores en pelotas, mientras Rigoletto recuerda la <i>maledizione</i> más solo que la una y sin agarrarse a lo que fue toda su vida. ¡Qué manera de echar a perder un final redondo!</p></div>Alberich el Negrohttp://www.blogger.com/profile/12256997189693262508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2501194324846922196.post-77536607658780583832023-05-08T18:25:00.006+02:002023-05-10T19:31:36.081+02:00MADRID MUERE DE AMOR... CON SEMYON BICHKOV (O "TRISTAN UND ISOLDE" EN EL TEATRO REAL)<div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBzv2EUjxB-qcQ5BP5VT08v0eL2jjmP2G0mR6uenM2pwdtpi5_oK-tFhjEj43vveZQev4XkrrZC9ywjZ7vozf0p1bB-smH91eqGQX1g31sUNu0jLz1d4OK3pF2bMrLf0yAnsyejgiR8u7pfGHdAn-kIwRoAgSDCQosm7juUKyKk81NYVry3pBET5vw/s1370/Tristan%20et%20Iseult%20%28Herbert%20James%20Draper,%201901%29.jpg" style="display: block; padding: 1em 0px; text-align: center;"><img alt="" border="0" data-original-height="928" data-original-width="1370" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBzv2EUjxB-qcQ5BP5VT08v0eL2jjmP2G0mR6uenM2pwdtpi5_oK-tFhjEj43vveZQev4XkrrZC9ywjZ7vozf0p1bB-smH91eqGQX1g31sUNu0jLz1d4OK3pF2bMrLf0yAnsyejgiR8u7pfGHdAn-kIwRoAgSDCQosm7juUKyKk81NYVry3pBET5vw/s600/Tristan%20et%20Iseult%20%28Herbert%20James%20Draper,%201901%29.jpg" width="600" /></a></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-small;"><i>Tristan und Isolde,</i> acción en tres actos, con texto y música<i> </i>de Richard Wagner. Estrenada en Múnich, el 10 de junio de 1865 y en el Teatro Real el 5 de febrero de 1911.— Director
musical:
Semyon Bichkov.—
</span><span style="font-size: x-small;">Dirección del coro: Andrés Máspero</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">.—</span></span><span style="font-size: x-small;">
</span><span style="font-size: x-small;">Coordinación escénica: Justin Way.— </span><span style="font-size: x-small;">Iluminacion: Pedro Chamizo</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">.—</span>
Asistente de la dirección musical: Paul Wigold.</span><span style="font-size: x-small;">— </span><span style="font-size: x-small;"> Pianista repetidora: Alexandra Golubitskaya.</span><span style="font-size: x-small;">— </span><span style="font-size: x-small;">Supervisión de la dicción alemana: Rochsane Taghikhani.</span><span style="font-size: x-small;">— </span><span style="font-size: x-small;">Intérpretes: Andreas Schager (Tristan), Franz-Josef Selig (el rey Marke), Catherine Foster (Isolde),
Brian Mulligan (Kurwenal), Melot (Melot), Brangäne (Ekaterina Gubanova), Jorge Rodríguez-Norton (un pastor)</span><span style="font-size: x-small;">.— Alejandro del Cerro (un marinero).</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">—</span></span><span style="font-size: x-small;">
</span><span style="font-size: x-small;">David Lagares (un timonel).</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">—</span></span><span style="font-size: x-small;">
</span><span style="font-size: x-small;">Coro y Orquesta titulares del Teatro Real
(Coro
<i>Intermezzo /</i> Orquesta Sinfónica
de Madrid).—</span><span style="font-size: x-small;"> Teatro
Real de Madrid.— Versión en concierto semiescenificada.</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">—</span></span><span style="font-size: x-small;">
</span><span style="font-size: x-small;">Miércoles, 3 de mayo de 2023, 18:30 horas.</span></div><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;"><span class="letrag">C</span>on todas las entradas agotadas en taquilla, pero numerosos huecos en diferentes zonas de la sala principal —quizá porque los ausentes habían acudido el día de antes (como un servidor) a la función de <i>Nixon en China,</i> y decidieron que dos seguidas ya era demasiado (yo mismo lo pensé)—, asistí a esta tercera representación de las cuatro que el coliseo madrileño ha programado en versión de concierto para ofrecernos una de las obras cumbres del género lírico: <i>Tristan und Isolde,</i> la "Acción en tres actos" <i>—Handlung in drei Aufzügen,</i> como la denominó Wagner—, que el genio de Leipzig compuso para tomarse un respiro en la titánica labor que se traía entre manos con la composición de <i>El anillo del nibelungo,</i> y que acabó siendo la ópera con la música más influyente, hermosa y embriagadora que, quizá, se haya compuesto nunca. Y que esto pudiera ser así no lo digo yo, sino que llegó a afirmarlo el propio Giuseppe Verdi —gran antagonista artístico de Wagner— en una entrevista concedida dos años antes de su muerte, al señalar lo siguiente: «le debo innumerables horas de maravillosa exaltación. El acto II de <i>Tristán e Isolda</i> está plagado de invenciones musicales, siendo una de las creaciones más sublimes del espíritu humano». <br /></p><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAE23qwE0OdjJjxxRgbCNOLvsQV29g2N6CdWiGNvTqJHyy2mwCoVsh6GSD2daiFx9xo93qMuvn-H4yt4YoG8W33nGCKksZDIIRUk5K7U9o4rtGVHuvUHPaGlrk9BiK08NFLdmucoGuqy3QVopLg0I8yaxsGTHlJHp8N6euKfe5vIcGG0ttQsR75AKv/s1663/RichardWagner.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1663" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAE23qwE0OdjJjxxRgbCNOLvsQV29g2N6CdWiGNvTqJHyy2mwCoVsh6GSD2daiFx9xo93qMuvn-H4yt4YoG8W33nGCKksZDIIRUk5K7U9o4rtGVHuvUHPaGlrk9BiK08NFLdmucoGuqy3QVopLg0I8yaxsGTHlJHp8N6euKfe5vIcGG0ttQsR75AKv/s320/RichardWagner.jpg" width="231" /></a></div>Pese a tratarse de una versión semiescenificada —fórmula que los teatros emplean ahora con cierta asiduidad para denominar a la tradicional versión en concierto de toda la vida (solo que con los cantantes moviéndose más por el escenario) y, por qué no, para abaratar costes de producción— la obra tiene tal poder de seducción y su música es tan hermosa y absorbente que las casi cuatro horas de duración acaban discurriendo como en un suspiro, circunstancia a la que contribuye también el hecho de ser una obra en la que lo melódico prima claramente sobre la poesía y el drama, y donde lo más significativo de la acción se genera, precisamente, desde el interior de los propios personajes, por lo que la acción escénica suele ser muy reducida incluso en las funciones tradicionales con puesta en escena. Y todo sería mucho más llevadero aún si no fuera por esas incomodísimas butacas del Teatro Real, pensadas para personas con talla del siglo XIX. Digamos, en cualquier caso, que la dramaturgia de esta versión semiescenificada, a cargo de <b>Justin Way,</b> consistió en colocar una pequeña tarima de color negro —que hizo las veces de cubierta de barco, banco de jardín y lecho donde yace Tristán—, indicar a los solistas que interactuaran medianamente a lo largo de la función —aunque la pobre Foster no supiera dónde colocarse—, y utilizar las gran lámpara de la sala para potenciar sensaciones emocionales en el público, al inundarla de un precioso color azul celeste durante el dúo de amor —creando así un ambiente muy potente visualmente— y de un blanco radiante, que fue haciéndose cada vez más intenso e inundando toda la sala principal, justo al concluir el <i>Liebestod,</i> al tiempo que la iluminación del escenario se iba apagando poco a poco hasta quedar a oscuras. De ese modo, Tristán e Isolda desaparecieron ante nuestros ojos, fundiéndose para convertirse en luz, mientras que el mundo material que tanto les había hecho sufrir se veía sumido en la negrura más absoluta.<br /></div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">Al frente de la orquesta (en todas las funciones) estuvo el petersburgués, y acreditado director wagneriano, <b>Semyon Bichkov,</b> que condujo a la orquesta con firme decisión, inspirado aliento y enorme sensibilidad, ofreciendo una lectura de muchísimos quilates, llena de sentido teatral, progresión dramática y gran variedad de dinámicas, desplegando una asombrosa habilidad (e inteligencia) para extraer del conjunto orquestal bellas y larguísimas frases de melodía infinita en un continuo <i>legato</i> y conseguir un sonido perfectamente empastado en el que, sin embargo, no faltó en ningún momento claridad de todos los planos sonoros. Destacadísima la sección de viento-madera y espectacular el sonido aterciopelado denso, compacto, homogéneo de las cuerdas, que sonaron como pocas veces en el Real. Con todo, si hubiera que añadir algún "pero" este sería, en mi modesta opinión, el de que Bychkov no contuviera algo el caudal sonoro en los momentos de mayor expansión, pues al estar situada ésta en el propio escenario y al lado de los cantantes, dejó a los pobres ahogados en aquellos pasajes de mayor densidad orquestal, dando lugar a momentos de cierto emborronamiento o confusionismo sonoro. En cualquier caso, asistimos a una interpretación estupenda, que sacó lo mejor de la Orquesta Titular del Teatro Real, como pudo verse en el estruendoso aplauso con que fue ovacionada por el respetable al final de la función. Sensacionales, por otro lado, los músicos solistas —la violista <b>Wenting Kang,</b> en el primer acto, el clarinete bajo <b>Ildefonso Moreno,</b> en el segundo, y el corno inglés <b>Álvaro Vega,</b> en el tercero—, con una especialísima mención a este último que, subido en uno de los palcos (junto a los técnicos), mantuvo un soberbio y expresivo diálogo entre su instrumento y el doliente Tristán en la primera escena del último acto. No llegué a percibir en ningún momento la falta de transparencia e imprecisión que algunos críticos (Arturo Reverter, en <a href="https://www.beckmesser.com/critica-tristan-e-isolda-teatro-real/" target="_blank">este caso</a>) dijeron advertir en el último acto, quizá porque, al contrario de lo ocurrido en la primera función, el día 3 todo estaba ya mucho más rodado. Y si algún "pero" hubiera que poner al <i>Liebestod</i> —como señala el citado crítico madrileño— sería más por la soprano que por la propia orquesta. Pero de eso hablaré enseguida.</div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjki8jUcEWdoxNYjYZTEL4bOm4YdVUcmS9A6NxJUlz82EY8cfBHXuCv5VNGL56ZnRKK73ECu50Fx-s_l0ow5zPAj0ziQPQaV07dEv6cyFp2VIzIo6ohLXdi0VP6k72W7Oyt1P6-6TbSJNl6j3EuKhlzrkbf-P-t6Mg7DPDv6WwTrRJC_Z44CzznkZzi/s850/Foto%2004.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="598" data-original-width="850" height="383" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjki8jUcEWdoxNYjYZTEL4bOm4YdVUcmS9A6NxJUlz82EY8cfBHXuCv5VNGL56ZnRKK73ECu50Fx-s_l0ow5zPAj0ziQPQaV07dEv6cyFp2VIzIo6ohLXdi0VP6k72W7Oyt1P6-6TbSJNl6j3EuKhlzrkbf-P-t6Mg7DPDv6WwTrRJC_Z44CzznkZzi/w546-h383/Foto%2004.jpg" width="546" /></a></div> <br /></div><div style="text-align: justify;">Entre los solistas destacó, muy por encima de todos, el austríaco <b>Andreas Schager,</b> tenor que ya viene siendo habitual en el coliseo lírico madrileño y un profesional que nunca decepciona. Es increíble la evolución experimentada por este cantante desde que le oí en vivo, por primera vez, en aquel <i>Rienzi</i> madrileño (también en versión concierto) del ya lejano año 2012. Y en esta ocasión, de nuevo, volvió a sorprenderme por su resistencia física, su capacidad para dosificar y la habilidad para llegar enterito al final de la función (y haciéndolo en tan buena forma, de hecho, que, en el lecho de muerte, parecía gozar de excelente salud, a juzgar por la entrega con que cantó y lo poco doliente de su expresión). Schager mostró, como todas las veces que he podido escucharle, una entrega vocal y actoral absoluta, así como un canto de gran intensidad y sincera efusión; todo ello servido por un instrumento que no es, en puridad, el de un <i>Heldentenor,</i> pero cuyo timbre posee netas sonoridades germánicas y no carece de tintes heroicos, además de tener gran proyección (lo que le permite sobreponerse a la masa orquestal sin demasiadas dificultades), y una resistencia y potencia vocales dignas de admirar. Con todo, en el terreno expresivo y de las dinámicas resultó algo plano y poco variado, lo que se echó de ver, sobre todo, en el citado último acto —el más exigente de su <i>particella—,</i> donde es necesario que el intérprete pliegue a menudo la voz para cantar de modo elegíaco, recogido e intimista, con el objeto de expresar la debilidad física y moral del personaje y los contrastes propios del torbellino de pasiones contradictorias que atraviesan su alma, algo que no terminó de ser transmitido plenamente y en toda su complejidad, pues Schager mantuvo una línea de canto casi siempre en <i>forte</i> y una actitud algo histérica, que dejó poco espacio a los matices y contrastes. Advertí, asimismo, un cierto <i>vibrato</i> que no le recuerdo al intérprete en otras ocasiones, y que podría deberse a lo exigente del repertorio que lleva frecuentando desde hace unos años. Pero, en general, podemos decir que ofreció una interpretación muy estimable de tan endiablado, complejo y agotador rol, uno de los más difíciles del repertorio para esta cuerda. De este modo, Schager volvio a demostrar por qué es, en la actualidad, uno de los tenores wagnerianos más estimables y seguros. Un <b>sobresaliente</b> para él.</div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMURvgp18x0taNQ6ZVNFDzh4UQZyVz8W-fevDkPCwytZj0qnIhsvqafAV8HP4kyilQvHlvTocsk0LOB0_HnKPYcSz533ozZwBae9V3idj73Fx1Quhd99YtvHlkx5_EIAp976DcHi0JeRw75VDpH9XoBUnYiPyS7qdOKnuivkeorFaTT8cjgu5BFdeF/s1280/07.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" height="329" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMURvgp18x0taNQ6ZVNFDzh4UQZyVz8W-fevDkPCwytZj0qnIhsvqafAV8HP4kyilQvHlvTocsk0LOB0_HnKPYcSz533ozZwBae9V3idj73Fx1Quhd99YtvHlkx5_EIAp976DcHi0JeRw75VDpH9XoBUnYiPyS7qdOKnuivkeorFaTT8cjgu5BFdeF/w586-h329/07.jpg" width="586" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: #2b00fe;">Schaeger junto a Joan Matabosch (director artístico del Real) y Bichkov</span></i></span><br /></div><div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhD_wJZ9vaZb8IPdBCrCr_IHgYtEfP6pyjY11qu6OeqmTZj4Udu2pBeI0Xo6xLK7ehPFvEQRtCsNqsOIabY3zjuTjt2PLdOAGL8JMf597ta85jFie0qPl6lh41zOl3fkB5RzZSB0VrNjEDWi5wNZhT-tePkrBIC1SAy8QxGjAoNJtzas0XZpxNWjbrl/s1332/06.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1332" data-original-width="945" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhD_wJZ9vaZb8IPdBCrCr_IHgYtEfP6pyjY11qu6OeqmTZj4Udu2pBeI0Xo6xLK7ehPFvEQRtCsNqsOIabY3zjuTjt2PLdOAGL8JMf597ta85jFie0qPl6lh41zOl3fkB5RzZSB0VrNjEDWi5wNZhT-tePkrBIC1SAy8QxGjAoNJtzas0XZpxNWjbrl/s320/06.jpg" width="227" /></a></div>Para dar la correspondiente réplica como Isolde tuvimos a la soprano británica <b>Catherine Foster,</b> que sustituyó en el último minuto a la inicialmente prevista Ingela Brimberg, caída del cartel por razones médicas. Foster no es nueva en estas lides, pues viene frecuentando el repertorio wagneriano más exigente desde hace bastante tiempo, hasta el punto de que fue elegida para interpretar a Brunilda en el Festival de Bayreuth del año 2013, coincidiendo con el bicentenario del nacimiento de Wagner. Creo que el rol de Isolde lo cantó, por vez primera, en 2007 y ha vuelto a incorporarlo, con mucho éxito, en la última producción que de esta obra se hizo el pasado año en el teatro de la verde colina. Así pues, todo eran garantías al contar con ella en estas funciones madrileñas, aunque haya tenido que incorporarse a las mismas <i>in extremis,</i> y sin apenas tiempo para ensayar (lo que, quizá, sería una razón de peso para ser más comprensivo con ella). Pues bien, debo decir que, pese a esa solvencia comprobada, sin embargo a mí no terminó de convencerme en su prestación, pero más por falta de temperamento y ausencia de implicación dramática que por estricta inadecuación vocal al rol. El de Isolde es un papel que aunque posee el mismo rango vocal en extensión que la Brünnhilde de <i>Die Walküre,</i> sin embargo no necesita un instrumento tan dramático como el de la valquiria, ya que ha de afrontar numerosos pasajes mucho más líricos que épicos, y adaptarse a las sutilezas cromáticas de la orquesta, alcanzando el cénit de la delicadeza y etereidad en el famoso <i>Liebestod,</i> o "muerte de amor" con que se corona la obra. Pues bien, Foster —en origen una lírica que ha ido ensanchando hasta <i>spinto—</i> parecía una candidata ideal para cumplir con el cometido: tiene una voz con volumen, fácil proyección, timbre algo gutural pero con brillo y facilidad para los agudos; y aunque flaquea y pierde contundencia en el registro inferior —lo que reduce, a mi entender, la capacidad expresiva del personaje— es buena fraseadora y canta con intención, de modo que ofreció momentos realmente interesantes a lo largo de la función, sobre todo en los actos I (con un impresionante monólogo <i>"O blinde Augen! ... Rache! Tod!")</i> y especialmente en el II, donde esa capacidad para apianar y frasear resulta valiosa de verdad en el dúo de amor con el amado. Sin embargo, a nivel expresivo y de implicación interpretativa me pareció que el resultado quedaba lejos de lo deseable para considerar su lectura realmente destacable. La voz y las notas estaban ahí, cierto, pero al contrario que su compañero de reparto, Foster apareció distante, como ajena al drama, excesivamente hierática, y con un canto al que faltó mayor densidad y hondura dramáticas. De hecho, a mí su <i>Liebestod</i> me pareció muy decepcionante, por falta de intensidad, recogimiento e introspección. Así pues, un <b>notable</b> para la soprano británica.</div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmvrgyIIrhtOFSaQlH5rPOCjMcqlrGp-l7FJ4-CAg9ENY53Kck63ydarXK4PMyfxdqrL3zgIq1BOw1k339g1LuyEpFLbyz5nvqgUAJFG3RMhatTJXLIamYPfhE8AnmGrgd_4x-ns7CgERER-IL8d4oyUK_xqH4r34Z7vZ2dGXj6WglgVkaH_iJyWkt/s850/Foto%2003.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="598" data-original-width="850" height="409" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmvrgyIIrhtOFSaQlH5rPOCjMcqlrGp-l7FJ4-CAg9ENY53Kck63ydarXK4PMyfxdqrL3zgIq1BOw1k339g1LuyEpFLbyz5nvqgUAJFG3RMhatTJXLIamYPfhE8AnmGrgd_4x-ns7CgERER-IL8d4oyUK_xqH4r34Z7vZ2dGXj6WglgVkaH_iJyWkt/w583-h409/Foto%2003.jpg" width="583" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;">La mezzosoprano rusa <b>Ekaterina Gubanova</b>, de voz tersa, pastosa, oscura y atractiva, fue una sólida Brangäne que, en todo momento, estuvo a la altura de lo exigido para su parte, tanto a nivel canoro como de implicación actoral (aquí en las antípodas de Foster, por cierto). Si hubiera que reprocharle algo quizá sería lo expeditivo de su intervención en uno de los pasajes más hermosos y embriagadores de la obra: el de las advertencias a los amantes <i>("Habet acht! Habet acht!"),</i> que entonó con algo de premura, en lugar de sostener las notas y aplicar un canto <i>legato</i> de mayor aliento que habría dado más realce al onirismo y morbidez del ambiente en que se desarrolla esta escena amorosa (especialmente en su repetición, que es cuando la pasión entre los amantes llega a su cenit). En cualquier caso, su actuación me pareció excelente y creo que merece también un <b>sobresaliente.</b></div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4haJS5OWJbWqUsTrs4hLzpTJZGd9_6gv4QBIUnaOMphh8hNdiYt4Q5fAPt-Y4gLR1oEeI1oSUic7w03QoGr5h8LktKUdjAdayQrxqkZa5IZ1Cjre1NwUQosSCmWK2RfY-tUtClIDYD1TFp2tyylfvzN57ZHoXaBPndYyAWalFOJxnpsJFv_OsZq2f/s1198/08.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="840" data-original-width="1198" height="395" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4haJS5OWJbWqUsTrs4hLzpTJZGd9_6gv4QBIUnaOMphh8hNdiYt4Q5fAPt-Y4gLR1oEeI1oSUic7w03QoGr5h8LktKUdjAdayQrxqkZa5IZ1Cjre1NwUQosSCmWK2RfY-tUtClIDYD1TFp2tyylfvzN57ZHoXaBPndYyAWalFOJxnpsJFv_OsZq2f/w563-h395/08.jpg" width="563" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: #2b00fe;">Gubanova y Foster durante un momento del acto I</span></i></span><br /></div></div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;">El barítono británico <b>Brian Mulligan</b> —que se alternaba con Thomas Johannes-Mayer en el rol de Kurwenal— dio vida a un criado/escudero bien cantado y dicho, aunque su instrumento sonó demasiado lírico y claro, llegando a quedar algo desguarnecido en la zona alta, donde el timbre perdía tersura y cuerpo. Esto, a mi entender, es un hándicap importante en el acto I, donde el personaje tiene que mostrarse rudo, viril e incluso insolente, e importa menos en el III, donde la voz debe transmitir el amor y entrega absoluta que siente hacia su amo. Personalmente, y aunque hay beneméritos ejemplos de cantantes con voces livianas que asumieron el rol en el pasado —ahí están, para demostrarlo, los casos de Herbert Janssen, o Dietrich Fischer-Dieskau—, yo siempre he preferido cantantes de mayor densidad y enjundia vocal para interpretar a Kurwenal: un barítono, o incluso un bajo-barítono con capacidad para modular y apianar (recordemos a Friedrich Schorr, o Hans Hotter), cuyo instrumento permita diferenciar su línea de canto de la del propio tenor protagonista, complementándola y evitando que ocurra lo que pasó en esta función: que la voz de ambos se confudió más de una vez. En este sentido, y a pesar de las limitaciones que algunos críticos le han atribuido, hubiera preferido escuchar a Thomas Johannes Mayer, por su mayor densidad vocal. <b>Notable,</b> en todo caso, su prestación.</div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;">Fue el bajo alemán <b>Franz-Josef Helig</b> un rey Marke de nobles acentos, estupenda dicción y acertado fraseo que brilló especialmente, como no podía ser de otro modo, en el largo parlamento que se le asigna al final del acto II, donde el intérprete fue capaz de transmitirnos la solemnidad, el desconcierto y el dolor que siente ante la traición de que ha sido objeto por parte de su querido sobrino. A pesar de todo, la voz me pareció algo ajada, con sonidos fijos, escaso <i>vibrato</i> y dificultades en el ascenso al agudo. De todas formas no dudaría en puntuarlo con otro <b>sobresaliente.</b> </div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-voq_k0iip5ZgGz0GPoqd8iBeqwLJvq40uMkz8TjXIJ2SjMtWGDSxtVA9blyMZm3uEVuDH3gA4Fsgllplz3xmKwSGW4nouEOum6fdmBq_7o6p_GdVUj7gpmmnOBPLwPaWMSHblkgfd8azei1sYj-4Hs7zMpd5Chm_B8DU7d6BSjbvL19EzoB9P2He/s4163/09.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2434" data-original-width="4163" height="357" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-voq_k0iip5ZgGz0GPoqd8iBeqwLJvq40uMkz8TjXIJ2SjMtWGDSxtVA9blyMZm3uEVuDH3gA4Fsgllplz3xmKwSGW4nouEOum6fdmBq_7o6p_GdVUj7gpmmnOBPLwPaWMSHblkgfd8azei1sYj-4Hs7zMpd5Chm_B8DU7d6BSjbvL19EzoB9P2He/w611-h357/09.jpg" width="611" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: #2b00fe;">Schager, Selig y Foster en un momento del acto II</span></i></span><br /></div></div><div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;">En cuanto a los comprimarios, decir que cumplieron sobradamente, destacando el joven marino interpretado por <b>Alejandro del Cerro</b> y el malvado Melot del tenor británico <b>Neal Cooper.</b> Gran prestación, asimismo, la de la sección tenoril del coro <i>"Intermezzo",</i> que ofreció un excelente, alegre y viril contrapunto "marinero" y "popular" a la tragedia que se fraguaba en el barco durante el viaje al reino de Marke.</div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">Denunciar, por último, a los impresentables espectadores que, hasta en cuatro o cinco ocasiones —y a pesar de las advertencias lanzadas desde la megafonía del teatro antes de iniciarse cada acto— dejaron sonar sus teléfonos móviles en diferentes puntos de la sala y distintos momentos de la función. Una de las veces, hasta en dos ocasiones seguidas, justo durante el embriagador clímax creado con el dúo de amor en el acto II. ¡Una gentuza que, quizá, escarmentaría si fuera posible expulsarla de la sala en ese mismo instante!
He dicho.</div></div>Alberich el Negrohttp://www.blogger.com/profile/12256997189693262508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2501194324846922196.post-84233662774421931642022-12-29T21:16:00.020+01:002023-01-03T12:39:52.404+01:00MEMORABLE FUNCIÓN DE "LA SONÁMBULA", EN EL TEATRO REAL DE MADRID<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgG_R9klOWxT9zQjMfcA6s7azvNaGaNkZWlhwTSmaGtxWZBux0ckJnCCI3-im1clkQYZdbUC2_AEeM4iUcN_bgPDFDzUtaHw4naWjHbmjDk8IUPHzdSG3Icq1Hne4oRU5LNLd72feJ5iLJwYmamJhL6AgOZjOLREfmWILLbCSiV7llqt9cxYF0aTd2R/s1027/Son%C3%A1mbula01.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="623" data-original-width="1027" height="388" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgG_R9klOWxT9zQjMfcA6s7azvNaGaNkZWlhwTSmaGtxWZBux0ckJnCCI3-im1clkQYZdbUC2_AEeM4iUcN_bgPDFDzUtaHw4naWjHbmjDk8IUPHzdSG3Icq1Hne4oRU5LNLd72feJ5iLJwYmamJhL6AgOZjOLREfmWILLbCSiV7llqt9cxYF0aTd2R/w640-h388/Son%C3%A1mbula01.jpg" width="590" /></a></div><br /><p></p><p style="text-align: left;"></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-small;"><i>La sonnambula, melodramma</i> en dos actos, con
música de Vincenzo Bellini y libreto de Felice Romani, basado en el ballet-pantomima de <i>La sonnambule, ou L'arrivée d'un nouveau seigneur,</i> de Eugène Scribe. Estrenada en el Teatro Carcano de Milán, el 6 de marzo de 1831 y en el Teatro Real el 10 de diciembre de 1850.— Director musical:
Maurizio Benini.—
Dirección de escena: Bárbara Lluch.— Escenografía: Christof Hetzer.—
Vestuario: Clara Peluffo</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">.—</span> Coreografía: Iratxe Ansa, Igor Bacovich</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">.— </span>Iluminacion: Urs Schönebaum</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">.—</span>
Dirección del coro: Andrés Máspero</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">.—</span></span><span style="font-size: x-small;"> Intérpretes: Nadine Sierra/Jessica Pratt (Amina), Xavier Anduaga/Francesco Demuro (Elvino), Rocío Pérez/Serena Sáenz (Lisa), Monica Bacelli/Gemma Coma-Alabert (Teresa), Roberto Tagliavini/Fernando Radó (Conde Rodolfo), Isaac Galán (Alessio), Gerardo López (Notario)</span><span style="font-size: x-small;">.— </span><span style="font-size: x-small;">Coro y Orquesta titulares del Teatro Real
(Coro
<i>Intermezzo /</i> Orquesta Sinfónica
de Madrid).—</span><span style="font-size: x-small;"> Teatro
Real de Madrid.— Lunes, 19 y 26 de diciembre de 2022,
19:30 horas.</span></div><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;"><span class="letrag">N</span>o es <i>La sonnambula,</i> precisamente, una ópera que se sostenga
por la credibilidad de sus personajes, lo emocionante de las situaciones
que plantea, o la solidez de su argumento. Habría que preguntarse, de
hecho, cómo fue posible que un motivo tan ridículo y banal como el que
sirve de base a todo el libreto consiguiera inspirar musicalmente a
Bellini, por más que el tema del sonambulismo —y con él otras cuestiones
de carácter científico— estuviera de moda en aquellas primeras décadas
del siglo XIX. Y es que, por mucho argumentario teórico que quiera
manejarse a la hora de defender esta creación del compositor de Catania
—que si nos hallamos ante clichés habituales del <i>melodramma</i>
italiano, que si el intolerante y refractario germanismo de un sector
del público nunca hará por comprender este tipo de música, que si
resulta ser, en el fondo, una creación muy original, pues fusiona en una
sola diversas categorías temáticas de origen distinto (elemento
pastoril, fábula, género semiserio)—, lo cierto es que todo el edificio
descansa, única y exclusivamente, en un solo elemento: la pura melodía
(instrumental y cantada). En nada más (y nada menos, podríamos añadir)
que eso. De ahí que la obra corra el riesgo de terminar resultando un
tostón para aquella parte del "respetable" que busca algo más que
trinos, apoyaturas, melismas, filados, agudos, bellas escenas corales
y... convenciones teatrales decimonónicas a tutiplén y algo demodés.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJMfHNxvS19nwQ51aZIk66jRhtDSvSjyYJP5I21_xPFxnsPCcNut90e14lB3hXCdsslMkQSHjvTCb4GxRwqJdOjiMcMgmxQt3bYlQEdR0EhJ3UOidgY33us5uCMSnKLQZZD3D_GRAwghh2vmSfZejksSnZs_9RehMQHIcSOe9CofstFZFlLSmroLUT/s488/Son%C3%A1mbula02.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="488" data-original-width="366" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJMfHNxvS19nwQ51aZIk66jRhtDSvSjyYJP5I21_xPFxnsPCcNut90e14lB3hXCdsslMkQSHjvTCb4GxRwqJdOjiMcMgmxQt3bYlQEdR0EhJ3UOidgY33us5uCMSnKLQZZD3D_GRAwghh2vmSfZejksSnZs_9RehMQHIcSOe9CofstFZFlLSmroLUT/w240-h320/Son%C3%A1mbula02.jpg" width="240" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0ScTmK0XhzEY_RkgBJAa4keE7ZUJHK4g8to7RGI5Ke0pz6-MUsInbDxQAPazLJ-8Z5xdvqi-7IFPV9ypHa0KPQHVHGoIhq_e1Valdy_C9DiP91YxMhpZ6LRdeihLljx-6EVQUm82O3rnprrnGUKO72opoI1Cz70wk0A-ShOqX83MQIUB0a2C2DXib/s364/Son%C3%A1mbula03.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="364" data-original-width="353" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0ScTmK0XhzEY_RkgBJAa4keE7ZUJHK4g8to7RGI5Ke0pz6-MUsInbDxQAPazLJ-8Z5xdvqi-7IFPV9ypHa0KPQHVHGoIhq_e1Valdy_C9DiP91YxMhpZ6LRdeihLljx-6EVQUm82O3rnprrnGUKO72opoI1Cz70wk0A-ShOqX83MQIUB0a2C2DXib/w310-h320/Son%C3%A1mbula03.jpg" width="310" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;">Bellini y Romani: los padres de la criatura</span></i></span><br /></div><div><p></p><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">Pese
a todo —o precisamente por eso mismo—, cuando los intérpretes que
participan en óperas con argumento tan tontorrón como éste son dueños de
bellos instrumentos y, además, despliegan con acierto todas sus
facultades canoras, el resultado termina siendo sorprendentemente
satisfactorio, y el tiempo acaba discurriendo, si bien no en un suspiro,
sí, al menos, con bastante rapidez. Es lo que ha ocurrido, para quien
esto escribe, en la segunda de los dos veladas que he tenido la ocasión
de presenciar durante estas funciones de <i>La sonnambula</i>
ofrecidas por el coliseo madrileño. Y lo hago notar, pues lo primero que
me gustaría destacar en esta crónica es la enorme diferencia de calidad
existente entre los dos repartos (con algún que otro matiz), que ha
sido, en mi opinión, espectacular a favor del primero. <br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh75LHYnJ_LVsaFwwsBYw6YWFJYnBG8oWK4IwgClAq_F9E_-BzsiIdXLq6Aw8h51jQ6NnO9qESV-FT1E4zYtShoSIO1vtIgaZ9oCJkJLdo3nVfq4pON1boB6UVkRnShoxiKKr4Q4sQuXivcOmioKv16CYd1bj7XLbKq58_FiBNWmC6Bqn5jyyma-qb9/s1018/Son%C3%A1mbula04.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1018" data-original-width="750" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh75LHYnJ_LVsaFwwsBYw6YWFJYnBG8oWK4IwgClAq_F9E_-BzsiIdXLq6Aw8h51jQ6NnO9qESV-FT1E4zYtShoSIO1vtIgaZ9oCJkJLdo3nVfq4pON1boB6UVkRnShoxiKKr4Q4sQuXivcOmioKv16CYd1bj7XLbKq58_FiBNWmC6Bqn5jyyma-qb9/w236-h320/Son%C3%A1mbula04.jpg" width="236" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAQzr4j6q3WrmhRmuETRvwFgWzer5EQsZWSNGghI789uxKuq2yJTXJFYCi_hSBXjoLBGWZnALLHxkX6LTRclUv2NjvqVQ5yJlvMVaJ-ngtba4WOwPIIk3GjVYeEBxNbCuPTXgFUJRt8B1aVJPZMeoMnvUoAJNk6b_D33-cVrZ9kLwcpQ1ovu8tzIGq/s300/Son%C3%A1mbula05.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="221" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAQzr4j6q3WrmhRmuETRvwFgWzer5EQsZWSNGghI789uxKuq2yJTXJFYCi_hSBXjoLBGWZnALLHxkX6LTRclUv2NjvqVQ5yJlvMVaJ-ngtba4WOwPIIk3GjVYeEBxNbCuPTXgFUJRt8B1aVJPZMeoMnvUoAJNk6b_D33-cVrZ9kLwcpQ1ovu8tzIGq/w236-h320/Son%C3%A1mbula05.jpg" width="236" /></a></div><p style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;">Giuditta Pasta y Giovanni Battista Rubini, los dos excelsos intérpretes para los que Bellini compuso </span></i><span style="font-size: x-small;">La sonámbula</span></span><br /></p><p style="text-align: justify;">En ambos casos, el director faentino <b>Maurizio Benini</b>
demostró su dominio absoluto sobre este repertorio, ofreciendo una
lectura de la partitura plenamente acertada desde el punto de vista
estilístico, y extrayendo de la orquesta un sonido empastado, límpido, y
lleno de matices y sutilezas (especialmente en el caso de la sección de
cuerdas). Sin embargo, esta labor se vio bastante empañada o lastrada, a
mi entender, por la elección de unos <i>tempi</i> en exceso
lánguidos, morosos e insoportablemente lentos para aquellos pasajes más
elegíacos e intimistas de la obra —coincidentes, no por casualidad, con
los momentos más conocidos de la misma: duetto <i>"Prendi, l'anel ti dono",</i> el concertante del final del primer acto, el aria final <i>"Ah, non credea mirarti"...</i>
Tal demérito —presente en las dos funciones vistas y que algunos han
atribuido al deseo de Benini de mimar a sus cantantes— fue mucho más
grave en la primera velada (con el segundo reparto), aunque también se
dio en el caso de la protagonizada por el primero, con un <i>"Ah, non credea mirarti"</i>
que parecía no acabar nunca. Si bien, escucharlo en la hermosa voz de
Nadine Sierra hizo que la cosa resultara bastante más llevadera.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7kUXMYz7IlXoHSlX10ZYprGkIIVYZZc36r316fRaYZXeojcLI2tv7c2uvrm8eo9gfNy8yQBy0VJyBnkKI4BhizElvbDmWaOxjTc3XSZx5h-CW90rUVUlEn86NhiYD0HnErplo-J0Az2i3CQ9X2Hm3uoULwNRntJlxK41NDtZFEMrTELLaSbVh4a_Q/s638/Son%C3%A1mbula06.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="478" data-original-width="638" height="299" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7kUXMYz7IlXoHSlX10ZYprGkIIVYZZc36r316fRaYZXeojcLI2tv7c2uvrm8eo9gfNy8yQBy0VJyBnkKI4BhizElvbDmWaOxjTc3XSZx5h-CW90rUVUlEn86NhiYD0HnErplo-J0Az2i3CQ9X2Hm3uoULwNRntJlxK41NDtZFEMrTELLaSbVh4a_Q/w400-h299/Son%C3%A1mbula06.jpg" width="400" /></a></div><br /></div><div><div style="text-align: justify;">En la primera función (la del día 19), la australiana <b>Jessica Pratt</b>
fue una Amina en la línea más tradicional de las sopranos ligeras y de
coloratura, que se apropiaron del personaje a partir del segundo tercio
del siglo XIX, desnaturalizando en buena medida —como bien señala Joan
Matabosch en su interesante artículo recogido en el programa de mano— el
carácter lírico (¿e incluso dramático?) que tuvo el rol en origen.
Efectivamente, este fue compuesto pensando en la mítica Giuditta Pasta,
intérprete de extraordinarias cualidades vocales y dueña de una voz con
un registro extensísimo (aunque poco homogéneo), que le permitía cantar
partes de contralto, <i>mezzo</i> o soprano. Una artista que, junto a
otras como Maria Malibrán o Isabella Colbran, terminarían dando pie a la
creación de esa extraordinaria (y ya extinta) categoría de sopranos
llamadas <i>sfogati.</i> Pues bien, en ella pensó Bellini para crear
un personaje que, en principio, tenía mayor enjundia dramática y
complejidad psicológica de las que luego terminaron proporcionándole las
sopranos ligeras posteriores, más centradas en la pirotecnica vocal que
en la construcción emocional del personaje. Y en esta línea es en la
que se movió Pratt durante la función que comento: muy correcta en lo
actoral y estupenda en lo musical, con un canto <i>legato</i> de
impecable factura, innegable idiomatismo, inteligente uso de las
dinámicas, gran adecuación estilística y excepcionales dotes en la
franja superior de la tesitura. Pero todo ello no fue suficiente, y bien
que lo lamento, para hacer que me evadiera del endeble argumento de la
obra y, sobre todo, de los continuos <i>ritardandi</i> que Benini iba imponiendo a la música, de modo que la velada se me hizo interminable entre trinos, melismas y <i>cadenze.</i> <b>Notable,</b> en cualquier caso, la prestación de la soprano australiana.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjugqRo4hBTUVCv-q3abgkZDAa5dMsvkM34SyQaPixcm70FrjMBGO7WYAB0slZBOaqaz3BNV1HxddcIPd5nhJhAyNxhFrg8sbGjST4P7CaNSZHjrtPczejjgd0BNB1HtoCfM8tylQHV1WDwRCVMexUxuOMhKri_--RVHBeGTAjhfnTQBXqw216BY7DT/s1030/Son%C3%A1mbula07.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="515" data-original-width="1030" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjugqRo4hBTUVCv-q3abgkZDAa5dMsvkM34SyQaPixcm70FrjMBGO7WYAB0slZBOaqaz3BNV1HxddcIPd5nhJhAyNxhFrg8sbGjST4P7CaNSZHjrtPczejjgd0BNB1HtoCfM8tylQHV1WDwRCVMexUxuOMhKri_--RVHBeGTAjhfnTQBXqw216BY7DT/w640-h320/Son%C3%A1mbula07.jpg" width="590" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;">Pratt y Demuro, protagonistas del reparto alternativo, en un momento de la función</span></i></span> <br /></div></div><div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br />Todo lo contrario, sin embargo, acaeció en la función del día 26, donde una extraordinaria, inspirada y entregadísima <b>Nadine Sierra,</b>
debutando el papel, consiguió meterme de lleno en la obra, haciéndome
olvidar todo lo demás (incomodidad de la butaca, toses, ruidos varios,
etc.). La norteamericana, desde luego, no es una soprano <i>sfogato,</i>
al estilo de lo que buscó Bellini cuando creó el papel de la joven
sonámbula, pero sí dueña de un hermoso, importante y flexible
instrumento lírico, rico en armónicos, con timbre de sonoridades
pastosas, graves bien apoyados, centro anchuroso y cálido, ductilidad
para filar y apianar y enorme facilidad para la coloratura y el
sobreagudo (aunque éste suene, a veces, algo destimbrado), además de un <i>fiato</i>
portentoso, que le permite jugar cómodamente con las dinámicas,
ofreciendo todo tipo de matices e inflexiones que enriquecen la línea de
canto. Esto se comprobó, sobre todo, en su gran aria de cierre <i>(Ah, non credea mirarti!),</i> donde Sierra —acomodándose al cadencioso ritmo impuesto por Benini— dio toda una lección de canto <i>spianato</i> y <i>rubato,</i> ligados impresionantes y un <i>fiato</i> que parecía inagotable, antes de lanzarse a interpretar un <i>Ah!, non giunge</i>
lleno de gracia, ritmo, intención y embellecimientos canoros (más
enriquecido aún, como mandan los cánones, en la correspondiente
repetición), que remató con un restallante fa6 seguido de un timbrado y mantenido
que remató con un restallante fa6 y un timbrado y mantenido la#5 que refulgieron sin problemas por encima de coro y orquesta*. De
este modo, su lectura del personaje de Amina se movió en unos parámetros
mucho más cercanos a los que el compositor de Catania tenía en mente y
que fueron, en gran medida, los recuperados por Maria Callas a mediados
de la centuria del pasado siglo: esencia expresiva y dramática del rol,
cuidado de la línea vocal, atención <i>alla parola,</i> gran implicación emocional, etc. Una <b>matrícula de honor</b> para la soprano de Florida.<br /></div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCgCVmEKx8VRy9P2MVpN-NJEpWolPrnv6gstqpmGSVwJynX2-rP8m_2O9XjPhBkYdCSEQ03Lglwm_uyLEXbybTk3v4qSO1fbPSN9X0-iGCegtrYpakrN9uT_lmgJ0xKa86VLT8x2cKMQwlF5PRz-KdcI1YfnzVK8LRilgipiBMqIxWJfc2HG_4-9mx/s1280/Son%C3%A1mbula08.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCgCVmEKx8VRy9P2MVpN-NJEpWolPrnv6gstqpmGSVwJynX2-rP8m_2O9XjPhBkYdCSEQ03Lglwm_uyLEXbybTk3v4qSO1fbPSN9X0-iGCegtrYpakrN9uT_lmgJ0xKa86VLT8x2cKMQwlF5PRz-KdcI1YfnzVK8LRilgipiBMqIxWJfc2HG_4-9mx/w640-h360/Son%C3%A1mbula08.jpg" width="590" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;">Sierra, en un momento de su magnífica interpretación de Amina</span></i></span><br /></div></div><div><div style="text-align: justify;"><br />Algo
parecido ocurrió en el caso de los tenores de las dos funciones,
mostrándose muy superior (sobre todo por medios) el del primer reparto.
Efectivamente, <b>Xavier Anduaga</b> fue un Elvino viril y
joven, arrojado y lleno de pasión. Su instrumento es de lírico-ligero y
tiene, por ende, facilidad para el agudo y el sobreagudo —hecho que
quedó perfectamente demostrado en diferentes pasajes de su <i>particella—,</i>
pero también se halla bien guarnecido, luce un timbre atractivo, se
proyecta bien y, sobre todo, posee cuerpo y cierta carnosidad, lo que
pudo comprobarse pintiparadamente en su sentido <i>"Ah perché, perché non posso odiarti”,</i>
pasaje al que dotó de una notable credibilidad y eficacia dramáticas.
Si hubiera algo que reprocharle, quizá sería su poca variedad a la hora
de frasear y, sobre todo, un empleo algo escaso de dinámicas, que se
hicieron especialmente perceptibles en ciertos pasajes muy destacables
de su parte (sus líneas en el duetto <i>Prendi, l'anel ti dono,</i>
por ejemplo) donde cantó sin el recogimiento y abandono que el momento
requiere. Pese a todo, ofreció algunos pianos de buenísima factura y una
atractiva <i>volata</i> en el cierre del concertante en el cuarteto
del II acto. Un debut magnífico en el rol, el del joven tenor español,
al que doy un <b>sobresaliente</b> por su buena actuación.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMXJUB6AQyGH_s4XTgXuBvjM85dpNEZvdsz0jTtWNJ74mhq6rRkKgSCFjZW3Q7ndJOluJiAI8YMCyF9BuVFlBqw7uHvVUE2YsCSwGEvqjqBwV_6y7kE3LBTEkdFcOVc8IpVMVtK_WduUbyyEnsyBEvvKGAbYeDL4DWxdluhM5XWz-CKhhJtYFae4lU/s1706/Son%C3%A1mbula09.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="1706" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMXJUB6AQyGH_s4XTgXuBvjM85dpNEZvdsz0jTtWNJ74mhq6rRkKgSCFjZW3Q7ndJOluJiAI8YMCyF9BuVFlBqw7uHvVUE2YsCSwGEvqjqBwV_6y7kE3LBTEkdFcOVc8IpVMVtK_WduUbyyEnsyBEvvKGAbYeDL4DWxdluhM5XWz-CKhhJtYFae4lU/w640-h480/Son%C3%A1mbula09.jpg" width="590" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;">Anduaga y Sierra declarándose su amor en el acto I</span></i></span><br /></div></div><div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tratándose
de los Elvinos, la diferencia entre el primer y el segundo reparto
también me pareció muy destacable, aunque en este caso la distancia o
desequilibrio fue, si cabe, algo mayor, pues la voz de <b>Francesco Demuro</b>
difícilmente puede resistir comparación con la de Anduaga. En el caso
del tenor sardo estamos ante una voz blanquecina, ligera, muy leve y de
escaso atractivo tímbrico. Es cierto que el cantante tiene las notas
—aunque el sobreagudo corre con dificultad y sin especial brillo—, pero
el fraseo resulta monótono y el cantante tampoco fue demasiado
imaginativo con las dinámicas, ofreciendo una línea de canto bastante
plana y monocorde. Un <b>aprobado</b> para su prestación.</div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiN5tMpmN9ltjML_DzXvBhCfZMPO7baGlo_I736LK7cf-2o-IjYXFmVtunBcTVqKTZNBtAMZkIm5iO_8aMkEK5p6X8fshSQZD1uXMiyq2MEhkLARGjanOBDLsuqiDPOxInm26_oXRfJPTnvfJC2umdVdsqIfd8D18ZUrHWf7va7xrdi2omonClrXAPE/s860/Son%C3%A1mbula10.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="860" height="372" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiN5tMpmN9ltjML_DzXvBhCfZMPO7baGlo_I736LK7cf-2o-IjYXFmVtunBcTVqKTZNBtAMZkIm5iO_8aMkEK5p6X8fshSQZD1uXMiyq2MEhkLARGjanOBDLsuqiDPOxInm26_oXRfJPTnvfJC2umdVdsqIfd8D18ZUrHWf7va7xrdi2omonClrXAPE/w640-h372/Son%C3%A1mbula10.jpg" width="590" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;">El sugerente cuadro escénico con que se cierra la obra</span></i></span><br /></div></div><div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br />De las dos intérpretes de Lisa destacaría especialmente a la soprano barcelonesa <b>Serena Sáenz,</b>
que dibujó una posadera de enorme enjundia vocal (su zona aguda es
impresionante), y cuyo instrumento —por extensión, potencia, timbre y
color— me impresionó, en conjunto, bastante más que el de la propia
soprano protagonista del reparto alternativo. La voz está muy bien
proyectada, tiene un hermoso timbre, considerable potencia y una franja
superior realmente excepcional, superando con mucho lo que se puede
exigir a un rol como es el de Lisa. Su lectura del personaje fue,
además, muy acertada y expresiva a todos los niveles (especialmente en
lo canoro), dejando para la posteridad dos arias realmente
sobresalientes, en especial la segunda, donde el refulgente agudo, el
canto intencionado y las pirotecnias vocales brillaron en todo su
esplendor. En cuanto a la soprano madrileña <b>Rocío Pérez,</b>
aunque posee un instrumento de menor calidad y extensión que el de
Sáenz, tuvo la inteligencia de ofrecernos una Lisa del todo creíble en
lo interpretativo y muy expresiva en lo canoro, desplegando una gran
facilidad para el sobreagudo y la coloratura (como se echo de ver en su <i>"De' lieti auguri").</i> <b>Sobresalientes</b> ambas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1DlVUAeC62V33I8__3lWoJ05eNTtIY1_MZLqxhGBRNRHoAd8fH-Hb4lKfWQ5F6knqW2dpfC1ag040OTUCeIs_mhAkC1LktzlLVu8fHyu-9MUPvGwqPdp466E8DGeKy7aHoh1XyZwuBd3VKETKN65SIF9s8TlbTeCxinZS_gh5C-XTBaARHCm1FcIo/s800/Son%C3%A1mbula11.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="571" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1DlVUAeC62V33I8__3lWoJ05eNTtIY1_MZLqxhGBRNRHoAd8fH-Hb4lKfWQ5F6knqW2dpfC1ag040OTUCeIs_mhAkC1LktzlLVu8fHyu-9MUPvGwqPdp466E8DGeKy7aHoh1XyZwuBd3VKETKN65SIF9s8TlbTeCxinZS_gh5C-XTBaARHCm1FcIo/w285-h400/Son%C3%A1mbula11.jpg" width="285" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIi5wZYDRKcBo3Q0PA7Acv0mhHELhcLmGlPq6TkMfweIQPbPE1PzcYhvmOK3uMsfeV9UPUmOj8As3ZdP7HNycSahIpmuoEUNT2PB-rqauOi4bN9WyltNDB0Xc08K88Sh1xe0iZO3C4dEcFuDRNefTVPk4flzu05tZMsGf62mZzcze6clk8AXjz1aJq/s1371/Son%C3%A1mbula12.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1371" data-original-width="928" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIi5wZYDRKcBo3Q0PA7Acv0mhHELhcLmGlPq6TkMfweIQPbPE1PzcYhvmOK3uMsfeV9UPUmOj8As3ZdP7HNycSahIpmuoEUNT2PB-rqauOi4bN9WyltNDB0Xc08K88Sh1xe0iZO3C4dEcFuDRNefTVPk4flzu05tZMsGf62mZzcze6clk8AXjz1aJq/w271-h400/Son%C3%A1mbula12.jpg" width="271" /></a></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;">Serena Sáenz y Rocío Pérez "camelando" al Elvino de Xavier Anduaga</span></i></span></div><div style="text-align: justify;"><br />La
del conde Rodolfo es una parte que, pese a su importancia para el
desarrollo de la trama, tampoco ofrece demasiadas dificultades en el
terreno de lo vocal al cantante que lo interpreta. De él se espera
cierta nobleza —pese a su carácter donjuanesco y algo altanero— y la
autoridad propia en este tipo de personajes nobiliarios del <i>melodramma</i> italiano. Desde ambos puntos de vista, tanto por medios como por presencia escénica, el conde de <b>Roberto Tagliavini</b> —experimentado cantante al que ya hemos visto numerosas veces en el Real— me pareció bastante más creíble y adecuado que el de <b>Fernando Radó,</b> que se mostró más anodino e hizo gala de unos medios vocales menos
contundentes. En cualquier caso, ninguno de los dos consiguió dar al rol
el punto áulico y señorial que de él se podría esperar, resultando
demasiado rudos y poco variados en los acentos y la expresividad. De todas formas, por prestación vocal puntuaría con un <b>notable</b> a Tagliavini y con un <b>aprobado</b> a Radó.<br /></div><div style="text-align: justify;"> <br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibVA_FsVuQ_nzhFbWaRG563NXUYQQKEtPyDBAknS3eui3zoXEU9J8WVIxxa5IWt6Zmbq0KVitS-YJLqtajeSClacPjqmrCDp5ZVVRs1DI0R69_uJvI-a5Ou5CZCtF3YvHJDvxqJbPSRxIgfkcd9i8OR3EPivJFq0MB2Bm1VdrSl-vuOP_Q6sxY438U/s800/Son%C3%A1mbula13.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="800" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibVA_FsVuQ_nzhFbWaRG563NXUYQQKEtPyDBAknS3eui3zoXEU9J8WVIxxa5IWt6Zmbq0KVitS-YJLqtajeSClacPjqmrCDp5ZVVRs1DI0R69_uJvI-a5Ou5CZCtF3YvHJDvxqJbPSRxIgfkcd9i8OR3EPivJFq0MB2Bm1VdrSl-vuOP_Q6sxY438U/w200-h200/Son%C3%A1mbula13.jpg" width="200" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjU767lzU7NFs80-3kPBozkEUtltIwuIR2YhIbGCSHBKQYp_hskdIpYFO8GfIKpxJ28L2-PP4nAAc3ZtXx7nkKi2NjyzqcQKQr29EcM1Fbu7lGs94j-yxQtY7kn-iCHL1Q9TDt0tleuBTQ8D5VbkQ7agr-wyHOTg7NJspWu0h5FeRt_khp1Ictjj97H/s800/Son%C3%A1mbula14.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="800" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjU767lzU7NFs80-3kPBozkEUtltIwuIR2YhIbGCSHBKQYp_hskdIpYFO8GfIKpxJ28L2-PP4nAAc3ZtXx7nkKi2NjyzqcQKQr29EcM1Fbu7lGs94j-yxQtY7kn-iCHL1Q9TDt0tleuBTQ8D5VbkQ7agr-wyHOTg7NJspWu0h5FeRt_khp1Ictjj97H/w200-h200/Son%C3%A1mbula14.jpg" width="200" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;">Tagliavini y Radó</span></i></span><br /></div></div><div><br /><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;">Muy correctas las dos Teresas de <b>Mónica Bacelli</b> y <b>Gemma Coma-Alabert</b> —especialmente la segunda de ellas— y los demás comprimarios, destacando el simpático Alessio de <b>Isaac Galán.</b> Excelentes las prestaciones del <b>Coro Intermezzo,</b>
que volvió a demostrar el extraordinario momento por el que atraviesa
(y que confiemos se mantenga bajo la nueva dirección del también
argentino José Luis Basso). Un <b>sobresaliente</b> para el conjunto.<br /></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVJourq2wevDBq0jM6Uoh1HwjwMXpl41UGjUoiFSfWjIQvyEmY5YramIYwy8QSI2UYktBwniCrl2cvxXi5JP4rA0hZTms2EqQtUwHXeH13uRHWUXk1_3Y_DAiTm2ndzp4LZxNWWkTjgObOG3ns0WQmCU098GTlaXHLu6rttAnswlH3B1-XQYBLHW7K/s956/Son%C3%A1mbula15.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="601" data-original-width="956" height="402" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVJourq2wevDBq0jM6Uoh1HwjwMXpl41UGjUoiFSfWjIQvyEmY5YramIYwy8QSI2UYktBwniCrl2cvxXi5JP4rA0hZTms2EqQtUwHXeH13uRHWUXk1_3Y_DAiTm2ndzp4LZxNWWkTjgObOG3ns0WQmCU098GTlaXHLu6rttAnswlH3B1-XQYBLHW7K/w640-h402/Son%C3%A1mbula15.jpg" width="590" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;">El coro, que juega un papel decisivo en esta tontorrona y hermosa ópera de Bellini</span></i></span><br /></div></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br />La propuesta escénica de <b>Bárbara Lluch,</b>
pese a lo tradicional y canónico de la misma —con un bonito vestuario
de época y gran plasticidad en la mayoria de los cuadros—, cae, sin embargo, en el mismo defecto que muchas de las puestas en escena
actuales, donde el responsable busca la menor ocasión —por peregrina que
sea— para transmitir su mensaje aprovechando la obra original, en lugar
de limitarse a servirla, que sería lo más correcto. En este sentido,
sobraron tanto las escenas de baile mudas iniciales antes de cada
comienzo de acto —cuyo sentido se me escapa por completo—, así como
la cargante omnipresencia de nada menos que 9 bailarines rodeando en
todo momento a la pobre Amina. Tampoco se entiende muy bien que Lluch
haya decidido tergiversar el sentido de la obra mostrando al conde
Rodolfo como un violador (¿guiño a la ley del "sólo sí es sí"?) y
dejando abierto el final —se supone que Bellini y Romani tenían claro
que Elvino y Amina terminaban casándose—, con la protagonista subida en
el alero de la casa ¿hasta el final de los tiempos? Imagino que, pese a
haberlo negado en las entrevistas concedidas, se trata de una concesión
de la directora de escena a ciertos movimientos ideológico-políticos
feministas muy de moda en los últimos tiempos, pues de otro modo ambas
soluciones tienen poca explicación y menos anclaje en la obra original. Con todo, y analizada en su conjunto, la propuesta es hermosa y muy estética, además de cronológicamente respetuosa con lo previsto por libretista y músico, al ambientar la acción (bastante libremente, todo sea dicho) en el primer tercio del siglo XIX.</div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRm5vQONPpyPTlqzaEBTGTbOGKf8vkT8tamkKjBj-6ENCSLyqh1jNvvycYHUnDdvAg2paHKUvNbtQIC61ZHHap1_cI-irfZPZd-XYMoAkO_Q8K174VfaNT_TJZoP_-1aRQj6FlVdAyKwIZIm3yHjoEohHvkn-3j8CNbq_r8qdttVbAC1WY6sI1dYj8/s770/Son%C3%A1mbula16.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="348" data-original-width="770" height="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRm5vQONPpyPTlqzaEBTGTbOGKf8vkT8tamkKjBj-6ENCSLyqh1jNvvycYHUnDdvAg2paHKUvNbtQIC61ZHHap1_cI-irfZPZd-XYMoAkO_Q8K174VfaNT_TJZoP_-1aRQj6FlVdAyKwIZIm3yHjoEohHvkn-3j8CNbq_r8qdttVbAC1WY6sI1dYj8/w640-h290/Son%C3%A1mbula16.jpg" width="590" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;">Anduaga, Benini, Sierra, Lluch y Matabosch (director artístico del Teatro Real)</span></i></span><br /></div></div><div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br />En
resumen: creo que podemos hablar de unas estupendas funciones desde el
punto de vista musical, bastante aceptables en lo escénico y con unos
repartos muy estimables (magnífico el primero). Aunque si yo tuviera que elaborar el mío,
habría incluido a Serena Sáenz y a Gemma Coma-Alabert en el principal,
para haberlo hecho más redondo.<br /><br />Y así, entre los entusiastas <i>bravi!, brava!</i>
y ¡bravo! de los políglotas que ahora abundan como setas en el Real, y
con la sala principal convertida en un hospital de tuberculosos durante
las dos funciones, concluyeron las dos veladas de esta tontorrona obra
maestra del <i>belcanto.</i></div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">----------</div><div style="text-align: justify;">* Revisada la partitura en casa, compruebo que se trataba, en realidad, de un Sib5.<i><br /></i></div> </div>Alberich el Negrohttp://www.blogger.com/profile/12256997189693262508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2501194324846922196.post-12314537741075138152022-11-29T22:36:00.139+01:002022-12-30T12:38:47.541+01:00EL ORFEO QUE PUDO SER... Y NO FUE<div style="text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVrz1SCTURldrou3fUWPjFxGi6AzWh3ol4DY68EnzrunoERM-3PBYQ3RiSwcByjz7mVdA73EF_DtqdmYFzQd5Bekc9ZSMULpRAXjvdX9hOSoi18pnFeHscnowAdkGMrSchTeHfr_obRGwid9ADJv-gMyZlqmhJEMWPYVmFmJ_QlVRUInK2JjdJFpkS/s1200/Orfeo02%20(Lamento%20de%20Orfeo,%20Alexandre%20S%C3%A9on).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="754" data-original-width="1200" height="402" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVrz1SCTURldrou3fUWPjFxGi6AzWh3ol4DY68EnzrunoERM-3PBYQ3RiSwcByjz7mVdA73EF_DtqdmYFzQd5Bekc9ZSMULpRAXjvdX9hOSoi18pnFeHscnowAdkGMrSchTeHfr_obRGwid9ADJv-gMyZlqmhJEMWPYVmFmJ_QlVRUInK2JjdJFpkS/w640-h402/Orfeo02%20(Lamento%20de%20Orfeo,%20Alexandre%20S%C3%A9on).jpg" width="590" /></a></div><br /><p style="text-align: left;"></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-small;"><i>L'Orfeo, favola in musica en un prólogo y cinco actos,</i> con
música de Claudio Monteverdi y libreto de Alessandro Striggio, basado en <i>Las metamorfosis</i> de Ovidio y <i>Las geórgicas</i> de Virgilio. Estrenada en el Palacio Ducal de Mantua el 24 de febrero de 1607 y en el Teatro Real el 2 de octubre de 1999.— Director musical: Leonardo García Alarcón.—
Dirección y coreografía: Sasha Waltz.— Escenografía: Alexander Schwarz.— Vestuario: Bernd Skodzig</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">.—</span> Iluminación: Martin Hauk</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">.— </span>Diseño de vídeo: Tapio Snellman</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">.—</span>
Intérpretes: Julie Roset (La Música/Eurídice), Georg Nigl (</span><span style="font-size: x-small;">Orfeo), Charlotte Hellekant (La Mensajero/La Esperanza), Alex Rosen (Caronte), Luciana Mancini
(Proserpina), Konstantin Wolff (Plutón), Julián Millán (Apolo/Eco/Pastor 4),
Cécile Kempenaers (Ninfa/Pastor 1), Leandro Marziotte (Pastor 2/Espíritu/Pastor 3), Hans Wijers (Pastor 5/Espiritu), Florian Feth (Espíritu).— Vocalconsort Berlin y Freiburger Barokorchester.— Teatro Real de Madrid.— Lunes, 21 de noviembre de 2022,
19:30 horas.</span><span class="letrag"> </span></p><p style="text-align: justify;"><span class="letrag"></span></p><p style="text-align: justify;"><span class="letrag">R</span>ecién salidos, como estábamos, de la épica y suntuosa versión historicista de <i>Aida</i> propuesta por Hugo de Ana —que tuve el placer de disfrutar en tres ocasiones—, se me antojaba que recalar en las playas del <i>Orfeo</i>
monteverdiano —durante mucho tiempo considerada la primera ópera de la
historia*— podría ser una experiencia harto agradable, un bálsamo o
revulsivo sensorial que mi espíritu agradecería, por el contraste sonoro
y estético que ambas obras ofrecen. Vamos, algo parecido —aunque sin
tanta amargura— al proceso que Nietzsche decía experimentar escuchando
la música de la <i>Carmen</i> de Bizet, después de haber roto su
relación personal y emocional con Wagner, y cuando intentaba "curarse"
de la borrachera narcotizante que, según propia confesión, le habían
producido las brumosas notas de los dramas musicales wagnerianos. En
definitiva: un salto de la maravillosa <i>grand opéra</i> verdiana decimonónica a la innovadora <i>favola in musica</i> camerística que Claudio Monteverdi compuso en los inicios del Barroco.<br /><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDXcZVgNxRb9pXzECTzMbQ2JijyoSA2xTiYZ7mkOBTp0F_hngcrcwvTWXuVo4UcCFpjErJauOC6IvyMJqlwV3w0ZQlPjeluJn6lBMjwH5PyBJ5O-CS3t1NhNFYl6pVri7FDLFB9B9XDKbyhtmMLu219aioG4L42aHEyU6J3fM4xmWF46S6zjqtGttp/s600/Orfeo01.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="455" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDXcZVgNxRb9pXzECTzMbQ2JijyoSA2xTiYZ7mkOBTp0F_hngcrcwvTWXuVo4UcCFpjErJauOC6IvyMJqlwV3w0ZQlPjeluJn6lBMjwH5PyBJ5O-CS3t1NhNFYl6pVri7FDLFB9B9XDKbyhtmMLu219aioG4L42aHEyU6J3fM4xmWF46S6zjqtGttp/s320/Orfeo01.jpg" width="243" /></a></div><p style="text-align: justify;">La propuesta estética del equipo artístico liderado por <b>Sasha Waltz</b> y <b>Alexander Schwarz</b>
—aséptica, funcional, minimalista, casi espartana podríamos decir—
parecía, en principio, atractiva, sugerente y muy prometedora, e
invitaba a pensar que sobre el escenario del coliseo lírico madrileño se
podría producir una evocación del espíritu cortesano e intimista que
debió de presidir aquellas dos funciones mantuanas, ya míticas, de
febrero de 1607, en que se dio a conocer al mundo la genial creación
monteverdiana: la primera en una sala de la <i>Accademia del'Invaghiti</i>
(en fecha indeterminada), y la segunda en el Palacio Ducal de Mantua,
el 24 de dicho mes. Pero claro, ni el el espacio del Teatro Real es el
de los dos locales renacentistas señalados, ni los responsables de esta
puesta en escena son Monteverdi y su libretista Striggio <i>el Joven.</i><br /><br />Y
ahí es, precisamente, donde radica la primera objeción que yo querría
poner a esta nueva producción, pues el problema con el espacio escénico
ha resultado insoslayable, por más que <b>Alexander Schwarz</b>
haya intentado dotar de intimismo al espectáculo a través de su
propuesta escénica, transformando el enorme foso del Real en un remedo
de tarima acogedora como la que, supuestamente, debió de servir para
representar la obra por vez primera en los lugares ya señalados. Para
ello utiliza un pequeño escenario de madera superpuesto al propio del
Teatro que, por medio de mecanismos, practicables y paneles verticales,
se va moviendo para crear fondos y espacios en los que los cantantes
pueden interactuar y moverse. Sin llegar nunca a subirse a él, los
miembros del Vocalconsort de Berlin aparecían y desaparecían atravesando
el escenario general para dirigirse al público, según las necesidades
dramáticas del momento. Al fondo del todo, proyecciones de vídeo
muestran los diferentes ambientes en que discurre la acción, mientras
que a ambos lados de la tarima de madera se sitúa la Freiburger
Barockorchester, con sus músicos repartidos en dos grupos para
equilibrar el sonido y potenciar el efecto "cortesano" deseado. El
problema de todo ello es que el conjunto resultó algo desangelado, pues
la acción quedaba concentrada en una superficie muy reducida y sobraba
demasiado espacio vacío (y en negro) por todos lados, dando la sensación
de que asistíamos a un ensayo tras bambalinas, más que al espectáculo
acabado propiamente dicho.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiY0wuWp4xX8nH94XA8hhS9fXkvAni9EK72djZZChiYVvVaIWG6gpDLmRjx2o6lR2pJE7Qvqn24Qc3fDk0QYacML_NmmWnGKFl18g8Ec-cmtJ3MXzmpblDIkB062C9aq9HzFXoaK3EYaIYlMbciz8_AwaioOzYhObFB5dQS3eDn3XzAz4YkDdk9K1M4/s1114/Orfeo10.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="596" data-original-width="1114" height="342" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiY0wuWp4xX8nH94XA8hhS9fXkvAni9EK72djZZChiYVvVaIWG6gpDLmRjx2o6lR2pJE7Qvqn24Qc3fDk0QYacML_NmmWnGKFl18g8Ec-cmtJ3MXzmpblDIkB062C9aq9HzFXoaK3EYaIYlMbciz8_AwaioOzYhObFB5dQS3eDn3XzAz4YkDdk9K1M4/w640-h342/Orfeo10.jpg" width="590" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;">Esta imagen pertenece a otra representación, pero ilustra perfectamente el conjunto del espacio escénico</span></i></span><br /></div><div><br /></div><div><div style="text-align: justify;">Además de lo señalado, me gustaría
denunciar también —cosa que hago siempre que tengo ocasión— la falta de
empatía de los directores de escena con aquella parte del público que no
ocupamos las privilegiadas localidades de butaca, platea y delanteras
de entresuelo y principal, a quienes se nos suele hurtar buena parte del
montaje, bien sea porque no se tiene en cuenta la altura del proscenio y
la profundidad del escenario —con lo que muchas de las cosas que
suceden atrás y arriba no se ven—, bien porque sitúan a los intérpretes
en la boca del proscenio, o incluso entre el público (como ha ocurrido
en esta ocasión), con lo que ello supone para quienes nos sentamos en
paraíso o laterales.</div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpQQQ99EJhqRxRHeTzcDH8Tw9qSkLdo64bV_-70GxMEY6-__2zmUjlN-4I7ZHGveMSHECVsLRrblWMag-WoaTSLbR20ynpWDkWiAsDMMsNvlA8_oxAZVR_NTuyI5dbEs5Oh2kOJac4uTrJhtY1tKXMOsMYIYDrlzmQqng0QqigviUZLzuS8z1jbtCY/s795/Orfeo11.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="425" data-original-width="795" height="342" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpQQQ99EJhqRxRHeTzcDH8Tw9qSkLdo64bV_-70GxMEY6-__2zmUjlN-4I7ZHGveMSHECVsLRrblWMag-WoaTSLbR20ynpWDkWiAsDMMsNvlA8_oxAZVR_NTuyI5dbEs5Oh2kOJac4uTrJhtY1tKXMOsMYIYDrlzmQqng0QqigviUZLzuS8z1jbtCY/w640-h342/Orfeo11.jpg" width="590" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;">La obsesión por mantener ocupado el escenario con figurantes y bailarines una constante</span></i></span><br /></div></div><div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br />A pesar de lo dicho —y aunque no llego a
entender muy bien el porqué—, esta producción ha causado un auténtico
revuelo en buena parte de la crítica especializada, algunos de cuyos
ínclitos miembros han quedado realmente embelesados con ella: "Un Orfeo
para el deleite", titulaba Gonzalo Alonso su reseña en el diario <i>ABC,</i>
y Alberto González Lapuente habla, nada más y nada menos, que de
«esencia de la ópera», «exquisita pureza» y otras expresiones y
adjetivos igualmente laudatorios, volviendo a caer en una innecesaria
referencia a la supuesta «polvorienta pomposidad» del montaje de <i>Aida.</i>
Pero el caso más "epatado" quizá haya sido el de Rubén Amón, crítico
que también se despachó a gusto contra la puesta en escena de la pasada <i>Aida</i>
de modo un tanto faltón, y a quien todo lo que allí le pareció
acartonado y demodé, le ha resultado aquí "deslumbrante", de modo que,
refiriéndose a este montaje, habla de "estupefacción constante", "viaje
iniciático", "jornadas de estremecimiento"... Valga como ejemplo de su
asombro sin límites hacia esta producción el siguiente párrafo, en que
habla de: «acontecimiento artístico que ha sacudido el Teatro Real en
cuatro jornadas de estremecimiento (20, 21, 23 y 24 de noviembre). <i>Orfeo</i> parecía la primera ópera y la última. Rompía las coordenadas del espacio y del tiempo. <b>No queríamos que terminara nunca.</b>
Se hacía intolerable marcharse del teatro. Regresar a la calle. Volver a
las rutinas. No». Es decir, todo muy grandilocuente, muy rimbombante y
muy altisonante. Por lo que a mí respecta, me adhiero sin dudarlo a las
dos reseñas críticas que han firmado en <i>Scherzo</i> <a class="postlink" href="https://scherzo.es/madrid-un-orfeo-de-luces-y-sombras-en-el-real/">Eduardo Torrico</a> (para música y canto) y <a class="postlink" href="https://scherzo.es/madrid-dudas-orficas-de-un-erratico-orfeo/">Roger Salas</a>
(para la parte de la danza). Son, en mi opinión, las más ponderadas y,
sobre todo, las que mejor reflejan la impresión que a mí me produjo este
espectáculo que, al parecer, ha servido para transmutar epifánicamente a
tantos críticos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8hra85gET00CgdJXoDYP-e7j4YQ2KobZVochUVgKnWzCVec0hHyPVAbj0eTMngYYGD8kZH2s9u2nyLl7-SdOrDz6G8kADUCuqT692lauO4mrLEKllc-N6lKVsAMZcVuc61_2wbNJrTCcMQCL78aygkliOASJOltPBuNS6p3ffudWCurc0wHT_HgBh/s1200/Orfeo12.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="630" data-original-width="1200" height="338" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8hra85gET00CgdJXoDYP-e7j4YQ2KobZVochUVgKnWzCVec0hHyPVAbj0eTMngYYGD8kZH2s9u2nyLl7-SdOrDz6G8kADUCuqT692lauO4mrLEKllc-N6lKVsAMZcVuc61_2wbNJrTCcMQCL78aygkliOASJOltPBuNS6p3ffudWCurc0wHT_HgBh/w593-h338/Orfeo12.jpeg" width="593" /></a></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br />En el terreno musical, el director <b>Leonardo García Alarcón</b> y la <b>Freiburger Barockorchester</b>
demostraron sobradamente el dominio y competencia que tienen en este
repertorio, formando parte de lo mejor que hubo en la velada. Como ya he
dicho, se dispuso la orquesta sobre el escenario (no en el foso), para
acentuar aún más ese carácter intimista que se quiso dar desde la
dirección de escena, pero lo cierto es que la división en dos partes
restó algo de homogeneidad al sonido. <i>Peccata minuta,</i> si lo comparamos con otros aspectos musicales de la velada que enseguida comentaré. Excelente, asimismo, el <b>Vocalconsort de Berlín</b>,
cuyos miembros aparecían y desaparecían del escenario en función de las
exigencias de cada momento, y que contribuyó de modo muy especial a dar
sentido a la partitura en sus brillantes intervenciones, así como a
liberar algo un espacio escénico superpoblado durante la mayor parte de
la función. Un <b>sobresaliente alto</b> para ambas formaciones y el director.</div> <p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgytASpWaXw7IKjjuvI8HbBAV_xV9JiFkmbgVn_OtjWJmpaWHGky8imD9F83XxnCpodxa8jy6-7z_oeRk1B1lHMbscwO7hfgYrfDrTvkT1vI5ltOwajUgSnUfkAvYYZoms_h0Bq9K-x0lXNxxFaIlAgsSLZMwWHhiml2yQB0Sn3y3xCy0-7-Rwiyi_d/s2560/Orfeo09.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1570" data-original-width="2560" height="392" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgytASpWaXw7IKjjuvI8HbBAV_xV9JiFkmbgVn_OtjWJmpaWHGky8imD9F83XxnCpodxa8jy6-7z_oeRk1B1lHMbscwO7hfgYrfDrTvkT1vI5ltOwajUgSnUfkAvYYZoms_h0Bq9K-x0lXNxxFaIlAgsSLZMwWHhiml2yQB0Sn3y3xCy0-7-Rwiyi_d/w640-h392/Orfeo09.jpg" width="590" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;">Al principio todos de blanco, en un mundo sobre el que aún no han caído las sombras del Averno</span></i></span><br /></div><div><p style="text-align: justify;"><b>Georg Nigl</b>
fue un Orfeo que danzó, giró y reptó por el escenario exquisita y
grácilmente —merced a su atlética figura—, aunque, por desgracia, carece
de un instrumento vocal interesante: sonidos blanquecinos, escasa
proyección, timbre anodino, con una línea de canto fuera de estilo y
escasamente idiomática. Resultó muy decepcionante, de modo que no
entiendo los abundantes parabienes que ha cosechado de parte de la
crítica. Es cierto que la obra de Monteverdi pertenece a una época del
canto en que las distintas categorías vocales aún no se habían perfilado
tanto como iba a ocurrir con posterioridad (especialmente a partir del
siglo XIX), pero lo cierto es que habría sido preferible presentar un
protagonista con cualidades tímbricas baritonales más acentuadas, y no
de instrumento tan indefinido, mate, ralo y de escasa entidad como el de
Nigl. <b>Aprobado.</b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMxY9vSbYsjPLIgPtA-9wBMOGcX8SyzQPu8M8ajgdsgZUbW60Wr0i0-m4mSZn36MqOddWkusqn3fZuoXFS-TJNAUqPaieqb9vtMMnYrGUYSiW9qHAyGhoVkRvLunbKwDa1vrCSxD6MbBFq2BVzniEhEhztDfct5VJtrw5zSemo2nKl0FsomM_qVsRa/s2560/Orfeo08.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1631" data-original-width="2560" height="408" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMxY9vSbYsjPLIgPtA-9wBMOGcX8SyzQPu8M8ajgdsgZUbW60Wr0i0-m4mSZn36MqOddWkusqn3fZuoXFS-TJNAUqPaieqb9vtMMnYrGUYSiW9qHAyGhoVkRvLunbKwDa1vrCSxD6MbBFq2BVzniEhEhztDfct5VJtrw5zSemo2nKl0FsomM_qVsRa/w640-h408/Orfeo08.jpg" width="590" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><span style="font-size: x-small;"><i>Rigl, de luto, cuando ya se había quedado sin su Eurídice</i></span></span><br /></div><div><b> </b><br /></div><div><div style="text-align: justify;">Mucho más decepcionante aún resultó la soprano sueca <b>Charlotte Hellekant,</b> en los papeles de La Mensajera y La Esperanza, pues su prestación se vio marcada por un molesto y permanente <i>vibrato</i>
incontrolable, así como por continuas dificultades en el agudo, que
sonó tenso y forzado. Si a ello le añadimos la sobreactuación escénica y
la fealdad tímbrica del instrumento podemos decir que estamos ante la
peor solista de la velada. <b>Suspenso</b> sin paliativos para ella.</div><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcmjbSNW0OK0ravkmKzl-j-vv7LLx5_JsLgynZ5J6pwulxE9-mf0RwwVrTFhx3FRSRM3QDiToT2aqusZzB-eucsZu1gq7iNL5S9qiaz_LsTZnttl0XTWCr6oEJodmjwAUzT2DQnF1Cz7MKEsE72axSbXA-d0mRSA-jTRiWzDp7wbqt0s6kdgcz-Ziy/s942/Orfeo06.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="550" data-original-width="942" height="374" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcmjbSNW0OK0ravkmKzl-j-vv7LLx5_JsLgynZ5J6pwulxE9-mf0RwwVrTFhx3FRSRM3QDiToT2aqusZzB-eucsZu1gq7iNL5S9qiaz_LsTZnttl0XTWCr6oEJodmjwAUzT2DQnF1Cz7MKEsE72axSbXA-d0mRSA-jTRiWzDp7wbqt0s6kdgcz-Ziy/w640-h374/Orfeo06.jpg" width="590" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;">Hellekant y Rigl en un momento de la función</span></i></span><br /></div><div><p></p><p style="text-align: justify;">Lo mejor, por el contrario, estuvo en manos de la joven soprano francesa <b>Julie Roset</b> (como La Música y Eurídice), de la mezzo sueco-chilena <b>Luciana Sierra</b> (como Proserpina), y del bajo californiano <b>Alex Rosen</b>
(que dio vida al temible barquero Caronte). Dentro de las limitaciones
implícitas en un instrumento pequeño, de escasa proyección (algo
bastante habitual en estas voces dedicadas al repertorio antiguo) y con
timbre algo falto de personalidad y encarnadura, la lectura que <b>Roset</b>
hizo de los dos papeles a su cargo fue muy correcta, estuvo llena de
idiomatismo y ofreció una línea de canto que, tanto por timbre como por
dicción, resultaba muy acorde con la prosodia del texto italiano y la
monofonía monteverdiana, de manera que instrumentos y voz se acoplaron
perfectamente. Muy adecuada y grácil como Música al principio de la obra
—cuando todo prometía tanto—, y excelente como Eurídice en el resto de
la función. Mucho más notable aún me pareció el Caronte de <b>Rosen,</b>
aunque dada la brevedad del rol hubo poco tiempo para disfrutar de sus
virtudes: sonó autoritario y señorial —gracias a un registro grave de
muchos quilates— y fue del todo creíble en lo escénico. Muy interesante,
asimismo, la sensual Proserpina de <b>Mancini,</b> con gran
presencia física y un hermoso timbre oscuro que dotó de absoluta
verosimilitud al personaje. Desplegó una adecuada línea vocal y cantó
muy en estilo. Un <b>notable</b> para los tres.</p><p style="text-align: left;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNuR44UqPtf1o8P2y1KZz8KtKWrNN59IekmIyTnLzdYvnKMW4F4jFJy6q9VTykLBI1gJcrY8YSu070Gv1175LnHK2VEFV6uHisTS4BE9WPUpaJbkoQyAgJNP5nivswhsw0id_1MHnBuz6FtZFSTld8E8euzJHw3AoasdBgzzavP5fdAJDl_yETiPYh/s795/Orfeo04.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="425" data-original-width="795" height="342" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNuR44UqPtf1o8P2y1KZz8KtKWrNN59IekmIyTnLzdYvnKMW4F4jFJy6q9VTykLBI1gJcrY8YSu070Gv1175LnHK2VEFV6uHisTS4BE9WPUpaJbkoQyAgJNP5nivswhsw0id_1MHnBuz6FtZFSTld8E8euzJHw3AoasdBgzzavP5fdAJDl_yETiPYh/w640-h342/Orfeo04.jpg" width="590" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><span style="font-size: x-small;"><i>Caronte ¿y su barca?</i></span></span><br /></div><div style="text-align: left;"><p style="text-align: justify;">Habría que ver hasta qué punto influyeron en el bajo-barítono alemán <b>Konstantin Wolff</b>
las exigencias escénicas y actorales que la dirección del espectáculo y
la coreógrafa impusieron al mismo a la hora de recrear el rol de Plutón
(incluido el tener que cantar sosteniendo a su compañera Perséfone a
hombros), pero lo cierto es que su voz resultó forzada en exceso y con
sonidos poco gratos, monstrándose además poco sutil en cuanto a línea de
canto, matices y recreación dramática del personaje. <b>Aprobado.</b></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3ZwVDoaDWCWMbE-UlJZlrGc1YuDVcGj4WU22YuF15YBREVR8WFSbafnQiIk1mkECuL0K5YGovGe2WDQVBmr3WvczI1U2AYXY9q5N3SlICEtIXrJv5V07ZWOr2ztEQBXB_Hf7v5Q3UP7SDiBCaDlBfihH0a6Pe9hg83saUIkBESggwpl4_0eEqBKlZ/s956/Orfeo05.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="630" data-original-width="956" height="422" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3ZwVDoaDWCWMbE-UlJZlrGc1YuDVcGj4WU22YuF15YBREVR8WFSbafnQiIk1mkECuL0K5YGovGe2WDQVBmr3WvczI1U2AYXY9q5N3SlICEtIXrJv5V07ZWOr2ztEQBXB_Hf7v5Q3UP7SDiBCaDlBfihH0a6Pe9hg83saUIkBESggwpl4_0eEqBKlZ/w640-h422/Orfeo05.jpg" width="590" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><span style="font-size: x-small;"><i>El pobre de Plutón cargando a cuestas con Eurídice (y con las ocurrencias de Waltz)</i></span></span></div><p></p><p style="text-align: justify;">Entre
buenos y simplemente aceptables el resto de intérpretes, destacando
entre todos ellos el Apolo/Eco/Pastor 4º del barítono español <b>Julián Millán,</b>
dueño de un instrumento muy interesante y bastante superior al de Nigl,
con el que tuvo que medirse en las escenas entre Orfeo y Eco del acto
V.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUU4vn-5630pcIwJggt_FBBWhAM9vq6YBuSGxYf-d5z9JOy_eGEVp1IIDgNdZbzHtB2rl7kE4QB5LL5EOA2rmKdBCgtguI2cKfLlFDxOJk6TvEpE2IbqL5X0O-iqzDGLkFQL11l6WOEz4NbAtXSaTtQBM3tLX60E2A0omGTDFEdZ752nGr_6GK1v_f/s1200/Orfeo13.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1200" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUU4vn-5630pcIwJggt_FBBWhAM9vq6YBuSGxYf-d5z9JOy_eGEVp1IIDgNdZbzHtB2rl7kE4QB5LL5EOA2rmKdBCgtguI2cKfLlFDxOJk6TvEpE2IbqL5X0O-iqzDGLkFQL11l6WOEz4NbAtXSaTtQBM3tLX60E2A0omGTDFEdZ752nGr_6GK1v_f/w640-h480/Orfeo13.jpg" width="590" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;">Contorsionismos varios (que, por desgracia, no sólo tuvieron que hacer los bailarines)</span></i></span><br /></div><p style="text-align: justify;">Y ya, para terminar, la siguiente reflexión: una de las cosas
que más han elogiado los críticos de esta producción ha sido la supuesta
habilidad con que, al parecer, se fusionaron música y danza, para dar
lugar a un «espectáculo —y cito de nuevo al transmutado Amón— cuya
belleza y plasticidad resultaba tan elocuente como su dolor
stehdheliano. El síndrome de la estética conmueve y perfora. Hasta se
hacían insoportables los pasajes de mayor hondura y voluptuosidad, como
si el arte nos estuviera percutiendo y desollando». En fin... De danza
poco puedo hablar, la verdad, pues ni me gusta, ni entiendo del tema.
Pero sí sé que la deseada fusión difícilmente podía alcanzarse inundando
el escenario de personas que moviéndose a todas horas (con o sin
motivo), y que resulta prácticamente imposible cantar en buenas
condiciones si uno tiene que estar —como les ocurrió a los solistas—
sirviendo de modo continuo a los malabarismos, acrobacias y ocurrencias
exigidos por una coreógrafa que parece no comprender las enormes
dificultades técnico-anatómicas del canto.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbRGdD5lHr_qs3tCmp5SiP2HZgJ6pNN5BYvcZ1xx_AVci9eFetcHbZDMfS7bp7S3ya_CYpWS5imjfncFvM1fTjMIZxI9fAAMPTL1PFSJHqbgu-izps0bcDAi45v34TTuclIlsBWSboQ6jKO-Hz5PvZm_wSRQZqPc8MK1L0GIF4mL6cWnJNtLQQ1r3M/s1030/Orfeo07.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="515" data-original-width="1030" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbRGdD5lHr_qs3tCmp5SiP2HZgJ6pNN5BYvcZ1xx_AVci9eFetcHbZDMfS7bp7S3ya_CYpWS5imjfncFvM1fTjMIZxI9fAAMPTL1PFSJHqbgu-izps0bcDAi45v34TTuclIlsBWSboQ6jKO-Hz5PvZm_wSRQZqPc8MK1L0GIF4mL6cWnJNtLQQ1r3M/w640-h320/Orfeo07.jpg" width="590" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;">El despiporre final, con todo el mundo (incluidos los integrantes de la orquesta y el director) sobre el escenario</span></i></span><br /></div></div><div style="text-align: left;"><p style="text-align: justify;"><br />He dicho.<br /><br />---------------<br /><span style="font-size: 85%; line-height: normal;">* Un honor que, sin embargo, desde hace un tiempo ha recaído en dos obras de Jacopo Peri: <i>La Danae</i> (compuesta en 1597, pero perdida) y <i>Euridice</i> (1600).</span></p></div></div></div></div></div>Alberich el Negrohttp://www.blogger.com/profile/12256997189693262508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2501194324846922196.post-72845113950738159612022-11-09T21:15:00.008+01:002022-11-10T13:20:31.680+01:00EN LAS ORILLAS DEL NILO: AIDA VUELVE AL TEATRO REAL DE MADRID (TERCER REPARTO)<div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5h5mSBJQe1tRk8qm_aUTjl5oSMZAVxfSZ6riTMKtflxw5TRuyQ0ybRnxvkgaqrySW-mHWcL-KDD3iTjqJAZiWhREXpfh0QoM_d9L_ZYgnc-p0_y7FwPIQXtcYk_esEzOAy65PBs6bwXevrSfELuAHIJUWDlOdmtGv91NyC3lc-0L03bfKvyxZ9_aN/s1920/Aida19.jpg" style="display: block; padding: 1em 0px; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1920" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5h5mSBJQe1tRk8qm_aUTjl5oSMZAVxfSZ6riTMKtflxw5TRuyQ0ybRnxvkgaqrySW-mHWcL-KDD3iTjqJAZiWhREXpfh0QoM_d9L_ZYgnc-p0_y7FwPIQXtcYk_esEzOAy65PBs6bwXevrSfELuAHIJUWDlOdmtGv91NyC3lc-0L03bfKvyxZ9_aN/w640-h400/Aida19.jpg" width="590" /></a><span style="font-size: x-small;"><i>Aida, opera en cuatro actos, </i>con
música de Giuseppe Verdi y libreto de Antonio Ghislanzoni, basado en un
guion (1869) de Auguste Mariette y Camille du Locle. Estrenada en la
Opera de El Cairo el 24 de diciembre de 1871 y en el Teatro Real de
Madrid el 12 de diciembre de 1874.— Director musical: Nicola Luisotti.—
Director de
escena, escenografía y vestuario: Hugo de Ana.— Iluminador: Vinicio
Cheli.— Coreógrafa: Leda Lojodice</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">.—</span> Vídeo: Sergio Metalli</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">.— </span>Director del coro: Andrés Máspero</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">.—</span>
Intérpretes: Roberta Mantegna (Aida), Jorge de León </span><span style="font-size: x-small;">(Radamés), Sonia Ganassi (Amneris), Gevorg Hakobyan (Amonasro), Simón Orfila
(Ramfis), Deyan Vatchkov (El rey), Jacquelina Livieri (Gran sacerdotisa),
Fabián Lara (Mensajero).— Coro y Orquesta titulares del Teatro Real
(Coro
<i>Intermezzo /</i> Orquesta Sinfónica
de Madrid).— Teatro Real de Madrid.— Viernes, 4 de noviembre de 2022,
19:30 horas.</span><span class="letrag"></span></div><div class="separator" style="clear: both;"><span class="letrag"></span></div><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;"><span class="letrag"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEkGBsKuaXMWUTtviI7p6EkGYHsp7d6vbgdicKalkGoMcg0g3Kkr7brYGsdKe6uhe67hIoXnUL3Tgjd8tsG51sb5Et2xNM8Mm4oL9KlbcvSbxs6QQZYqD25To2shSNDoIGdHQbL2ycMHG2UZ3SSmmSCuyRj3LZInPuc94l-Rmdl6qLgVQ6SjMGerAc/s2560/Aida18.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="2560" data-original-width="1878" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEkGBsKuaXMWUTtviI7p6EkGYHsp7d6vbgdicKalkGoMcg0g3Kkr7brYGsdKe6uhe67hIoXnUL3Tgjd8tsG51sb5Et2xNM8Mm4oL9KlbcvSbxs6QQZYqD25To2shSNDoIGdHQbL2ycMHG2UZ3SSmmSCuyRj3LZInPuc94l-Rmdl6qLgVQ6SjMGerAc/w294-h400/Aida18.jpg" width="294" /></a><span class="letrag"></span></div><p></p><p style="text-align: justify;"><span class="letrag">A</span>bordo aquí la crítica de la función con el tercer reparto —de las cuatro alternativas propuestas— que he tenido la ocasión de escuchar estos días. Como en el caso anterior, las observaciones van sólo a aquella parte musical que no ha sido analizada ya en las otras dos reseñas publicadas previamente.<br /></p><p style="text-align: justify;">Desde el podio, <b>Diego García Rodríguez</b> concertó equilibrando todas las secciones de la orquesta (que tras varios días de función ya iba rodada), ofreciendo <i>tempi</i> muy adecuados en cada escena y destacando, quizá, las partes más líricas de la partitura (que, a la postre, son las más importantes desde el punto de vista dramático), aunque sin crear un excesivo contraste con las más claramente monumentales. Es decir, todo bastante equilibrado. Hubo, no obstante, algún desajuste en momentos puntuales (de la "marcha triunfal", creo recordar), pero sin importancia. A destacar, de nuevo, la sección de las maderas, que tan importante papel juega en esta ópera de riquísima orquestación y sutil creación de atmósferas evocadoras.</p><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">Tenía curiosidad por escuchar a la soprano palermitana <b>Roberta Mantegna</b><i>,</i> que sustituyó en varias funciones —como la propia Netrebko— a la inicialmente prevista Maria Agresta, y a la que no había tenido oportunidad de oír en el <i>Don Carlo</i> que el Teatro Real programó en la temporada 2019/2020. Las críticas de esas representaciones y otras que he leído después sobre esta cantante, eran buenas, así es que mis expectativas estaban muy altas. No obstante, debo decir que salí bastante decepcionado, pues si bien es verdad que algunas de las bases para construir el personaje de Aida con acierto estaban ahí —idiomatismo, <i>italianità</i> del instrumento por colorido vocal, juventud, preocupación por el uso de las dinámicas—, sin embargo, faltaron otras mucho más importantes, a mi entender, para hacerlo con total solvencia y credibilidad. La primera a destacar sería la clara limitación del instrumento que resulta demasiado lírico y carece de una zona grave lo suficientemente sólida —lo cual me pareció más llamativo después de haber disfrutado de Netrebko—, a lo que habría que añadir una escasa proyección, que sólo puedo explicar porque la intérprete no tuviera su mejor tarde; en segundo lugar me pareció que, a pesar de hacer un despliegue interesante de dinámicas (por ejemplo, el modo en que expuso el <i>"Ritorna vincitor!"),</i> sin embargo el fraseo resultó rutinario, poco imaginativo y carente de incisividad e intención, resultando más instrumental que puramente dramático, más preocupado por la belleza sonora que por la <i>parola;</i> pero, por encima de todo, destacaría una actitud en escena que parecía transmitir falta de implicación o de compromiso dramáticos —no me atrevería a decir yo que por desinterés de la propia artista, sino más bien de temperamento o personalidad—, de modo que llegamos al cénit de la <i>particella</i> de su rol —me refiero, claro está, al <i>"O, patria mia"</i>— y se vio (al menos yo lo percibí así) una Mantegna que parecía estar allí porque no tenía otra cosa que hacer: rígida, sin un solo movimiento, ni una expresión que transmitiera el estado interior, las distintas emociones por las que atraviesa el personaje. En fin, todo muy reflexivo, muy interiorizado y, a la postre, muy estático y aburrido. Un <b>aprobado</b>, pues.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPM_VkGA_ly_9fAtnUH6am_sAFaj3CM_uYZT99FL6VMQh8U03JRlKRTuCZkwKzEOhtRyrdDfWteBGZzDTnWRFiXDsQytLF54vvUgRgc4O8ChCjVHd7alythCB25rdlaTHJ3CguRlDW58ljAByTrrDTJYD-7rGwO77O3-0oCX--ERmHRK2vC7vU3oym/s1200/Aida20.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="801" data-original-width="1200" height="428" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPM_VkGA_ly_9fAtnUH6am_sAFaj3CM_uYZT99FL6VMQh8U03JRlKRTuCZkwKzEOhtRyrdDfWteBGZzDTnWRFiXDsQytLF54vvUgRgc4O8ChCjVHd7alythCB25rdlaTHJ3CguRlDW58ljAByTrrDTJYD-7rGwO77O3-0oCX--ERmHRK2vC7vU3oym/w617-h428/Aida20.jpg" width="617" /></a></div><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;"><b>Jorge de León</b> fue, para mí, un Radamés absolutamente decepcionante. Aunque el tenor canario nunca se ha caracterizado por las sutilezas, la capacidad para matizar y el cuidado del fraseo, lo cierto es que servidor tenía un muy buen recuerdo de él, pero también es verdad que, al no haber
seguido su evolución vocal y trayectoria artística después de las dos o tres veces que lo he visto en directo, quizá tenía idealizado esos recuerdos. Lo cierto, es que quedé muy desconcertado cuando empezó a cantar: la voz, que parece haber perdido volumen, terciopelo y homogenidad, resulta demasiado oscilante y presenta un <i>vibrato</i> que, afortunadamente, fue atemperándose un poco a medida que avanzaba la función. La ausencia de homogeneidad me pareció evidente, con un registro grave suficiente, un centro bien proyectado y unos agudos de emisión complentamente trasera y entubados, que parecían salir forzadísimos y perder brillo y color. El cantante mostró una incapacidad (o desgana) absoluta por frasear, matizar, cambiar dinámicas, optando
por un canto emitido siempre en <i>forte,</i> sin apianar ni una sola vez en toda la función (ni siquiera en el acto final, que pide intimidad y dulzura). Muy decepcionante. Otro <b>aprobado</b> para el tenor canario.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicYkPwO4L7GMU0nzO2IwIOGqo8wk1dfTAuGfjetCHnULgHPQh0FKTMDcntG1mYuhkPsospDDt8R9pI3Jc1Fgem1AzwjZ6DCkF7oYWK4p0V6QYbVwh3v6mhlhG1YExkCtX3oD9zzT_Tegd-8OsmJNd8vgzWekkdC9yu7wdRQl_DxLkQkMIDewd8X1sL/s939/Aida21.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="675" data-original-width="939" height="460" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicYkPwO4L7GMU0nzO2IwIOGqo8wk1dfTAuGfjetCHnULgHPQh0FKTMDcntG1mYuhkPsospDDt8R9pI3Jc1Fgem1AzwjZ6DCkF7oYWK4p0V6QYbVwh3v6mhlhG1YExkCtX3oD9zzT_Tegd-8OsmJNd8vgzWekkdC9yu7wdRQl_DxLkQkMIDewd8X1sL/w640-h460/Aida21.jpg" width="590" /></a></div><p style="text-align: justify;"></p>
<div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;">Si desilusionante fue el general egipcio del tenor español, otro tanto debo decir de la Amneris de <b>Sonia Ganassi.</b> La voz de la <i>mezzo</i> italiana apareció desguarnecida por completo de graves, resultando inaudible durante todo el dúo con Aida al final del acto I —en la que estuvo prácticamente desaparecida— y lo mismo ocurrió en los dos últimos (dúo con Radamés y escena del <i>giudicio),</i> que son mucho más dramáticos y exigentes en la franja baja del registro. El centro y la zona aguda tampoco están ya como para tirar cohetes, aunque la base belcantista de Ganassi y su oficio le hicieron sobrellevar una función y un papel para el que, sin duda, no está dotada vocalmente. <b>Aprobado</b>, como mucho.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiy8vAwPtahBO7l_rnGQtN09PAc3iqltx-gZ5LZFwqU0qTmfRkEnjerfoIlrKVuzZlhFaT4WrPcUE9IF8dUV_yJDyHztghzG3a5YluzdrRgK_J-guggKOG0uG3991tGAgE6fUIVfY0Wxg_iOrDyH16kK0c27H4F62JuqXpUbhh5-M-xs9rorIwu6g5J/s620/Aida22.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="339" data-original-width="620" height="350" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiy8vAwPtahBO7l_rnGQtN09PAc3iqltx-gZ5LZFwqU0qTmfRkEnjerfoIlrKVuzZlhFaT4WrPcUE9IF8dUV_yJDyHztghzG3a5YluzdrRgK_J-guggKOG0uG3991tGAgE6fUIVfY0Wxg_iOrDyH16kK0c27H4F62JuqXpUbhh5-M-xs9rorIwu6g5J/w640-h350/Aida22.jpg" width="590" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;">El Amonasro del barítono armenio <b>Gevorg Hakobyan</b>, de voz engolada y canto poco refinado, fue más rudo, plano y rutinario que los de Carlos Álvarez y Artur Rucinski: menos contundente e intencionado vocal y dramáticamente que el polaco y mucho menos señorial, áulico (y verdiano, a la postre) que el excelente del malagueño. Algo mejor en su intervención del acto I<i> ("Suo padre. Anch'io pugnai")</i> que en el dúo/terceto con Aida y Radamés. Un <b>aprobado</b> también.</div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_WJH_55IOifou5A0pl4z16bBMou52kO1ov5OxdGbtReXX55T5Pafu33eIBPvNS2OvLVMt5h5LHcMxcbTePH76ynXXg58YZ-0oHUbWZQojqI7pklaQO5w3MPRtgeB6xfHJMTY3ztZr2T6NzovJ_-sRlryfBrV_ZUJ4lQQB-8ZPgBf1RTLDrigBk1Jo/s638/Aida25.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="478" data-original-width="638" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_WJH_55IOifou5A0pl4z16bBMou52kO1ov5OxdGbtReXX55T5Pafu33eIBPvNS2OvLVMt5h5LHcMxcbTePH76ynXXg58YZ-0oHUbWZQojqI7pklaQO5w3MPRtgeB6xfHJMTY3ztZr2T6NzovJ_-sRlryfBrV_ZUJ4lQQB-8ZPgBf1RTLDrigBk1Jo/w640-h480/Aida25.png" width="590" /></a></div></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El Ramfis del bajo-barítono menorquín <b>Simón Orfila</b> sonó, lógicamente, menos autoritario y marmóreo que el oscurísimo de Park (en el segundo reparto) y fue de menor empaque dramático y temperamental que el de Vinogradov (primer reparto), pero estuvo bien cantando y resultó igualmente adecuado y creíble. Mostró, además, una gran presencia escénica. Estupendo (de nuevo) el mensajero de <b>Fabián Lara</b> y muy correcta la Gran Sacerdotista de <b>Jacquelina Livieri</b>. Perfecto el <b>coro</b>, que parece haber ido ganando puntos a medida que las funciones rodaban.</div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhO0koUluWWHFjxhButmJLQcul2kwgxZ2mLmZFqzrJS_UztOxyA2tHxCISbY2V1a7LMzL0PbIGC2P6HMzN-8CLx4JaE2HuvB-XKRlB1nEk-gKBB6RZYkv9IvEnzubbawHzUJ1P2V-FwA3Mfv5GBpSB0YAHAR3gNRqId6oftvF1rbxCww2QttB7fsZEs/s400/Aida26.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="400" height="469" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhO0koUluWWHFjxhButmJLQcul2kwgxZ2mLmZFqzrJS_UztOxyA2tHxCISbY2V1a7LMzL0PbIGC2P6HMzN-8CLx4JaE2HuvB-XKRlB1nEk-gKBB6RZYkv9IvEnzubbawHzUJ1P2V-FwA3Mfv5GBpSB0YAHAR3gNRqId6oftvF1rbxCww2QttB7fsZEs/w625-h469/Aida26.jpg" width="625" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;">En mi opinión, el reparto más flojo de los tres que he tenido la ocasión de escuchar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div>Alberich el Negrohttp://www.blogger.com/profile/12256997189693262508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2501194324846922196.post-62388373287757573952022-11-07T13:12:00.004+01:002022-11-08T11:49:44.944+01:00EN LAS ORILLAS DEL NILO: AIDA VUELVE AL TEATRO REAL DE MADRID (SEGUNDO REPARTO)<div style="text-align: center;"></div><div style="text-align: center;"></div><div class="separator" style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVIX55GFNHMerVWx1Lr7Tn5U3C2w4L8iqysRElSFZZawPBlswlxDRpo_jxF_ZYFz6JVBxHSYCft8WZ48vR-CjhJpr2AgZGAnoOe1B1iIf_LjimLKzfr3Izgd8Bmmry4TXYD-cMRxRM0rqfN9_piTNz82bhrsvSuA_qZgv4P_Ep2M4T8MS-Wbge2fRO/s600/Aida02.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="380" data-original-width="600" height="406" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVIX55GFNHMerVWx1Lr7Tn5U3C2w4L8iqysRElSFZZawPBlswlxDRpo_jxF_ZYFz6JVBxHSYCft8WZ48vR-CjhJpr2AgZGAnoOe1B1iIf_LjimLKzfr3Izgd8Bmmry4TXYD-cMRxRM0rqfN9_piTNz82bhrsvSuA_qZgv4P_Ep2M4T8MS-Wbge2fRO/w640-h406/Aida02.jpg" width="590" /></a></div><div class="separator" style="text-align: center;"> </div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-small;"><i>Aida, opera en cuatro actos, </i>con música de Giuseppe Verdi y libreto de Antonio Ghislanzoni, basado en un guion (1869) de Auguste Mariette y Camille du Locle. Estrenada en la Opera de El Cairo el 24 de diciembre de 1871 y en el Teatro Real de Madrid el 12 de diciembre de 1874.— Director musical: Nicola Luisotti.— Director de escena, escenografía y vestuario: Hugo de Ana.— Iluminador: Vinicio Cheli.— Coreógrafa: Leda Lojodice</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">.—</span> Vídeo: Sergio Metalli</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">.— </span>Director del coro: Andrés Máspero</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">.—</span> Intérpretes: Anna Netrebko (Aida), Yusif Eyvazov </span><span style="font-size: x-small;">(Radamés), Ketevan Kemoklidze (Amneris), Artur Ruciński (Amonasro), Jongmin Park (Ramfis), Deyan Vatchkov (El rey), Marta Bauzá (Gran sacerdotisa), Fabián Lara (Mensajero).— Coro y Orquesta titulares del Teatro Real (Coro <i>Intermezzo /</i> Orquesta Sinfónica
de Madrid).— Teatro Real de Madrid.— Miércoles, 2 de noviembre de 2022, 19:30 horas.</span><br /><br /></div>
<div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRKnesVuMOTyVcvu-v1sYLr_fVp5DkrDC3JafNIqJGLtcdMM4e060MZlGxqmi17T5y9_i4tzjWgQGaekIZmMeFN4u8lQqKFvCxN-QQoLGV7mbynoSBM0j_4njudRhBMPnZKjpNOa4BMdy28KgkBNNBTgBXpS-bcnfksXXpNDr3BTY4GOfX45dg5yHJ/s3452/Aida17.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="3452" data-original-width="2342" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRKnesVuMOTyVcvu-v1sYLr_fVp5DkrDC3JafNIqJGLtcdMM4e060MZlGxqmi17T5y9_i4tzjWgQGaekIZmMeFN4u8lQqKFvCxN-QQoLGV7mbynoSBM0j_4njudRhBMPnZKjpNOa4BMdy28KgkBNNBTgBXpS-bcnfksXXpNDr3BTY4GOfX45dg5yHJ/w271-h400/Aida17.jpg" width="271" /></a></div><span class="letrag">H</span>abía una enorme expectación en el público por ver a la gran diva operística de nuestro tiempo en uno de los grandes roles que lleva paseando con enorme éxito por todo el mundo, desde que lo debutara en Salzburgo, allá por 2017, de la mano de Riccardo Muti. Y no es que Netrebko —pues a la soprano rusa me refiero, claro está— haya estado ausente del coliseo lírico madrileño, pero sí es cierto que hemos tenido pocas ocasiones de escucharla aquí cantando un primerísimo rol en escena, pues las dos ocasiones previas en que estuvo con nosotros fue en el ya lejanísimo 2001 —cantando la parte de Natasha en la monumental <i>Guerra y paz</i> de Prokofiev— y la <i>Tosca</i> del postpandémico año 2021 (en la que no tuve la ocasión de verla). De modo que la ocasión la pintaban calva, como suele decirse popularmente, para disfrutar de la diva en un papel que le va como anillo al dedo, según sus actuales condiciones vocales.<br /></div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">Y, en efecto, no defraudó <b>Anna Netrebko</b> en la piel de la esclava etíope desde el mismo instante en que abrió la boca y emitió las primeras notas. Tras unos primeros minutos en los que se apreció un <i>vibrato</i> que afeó algo las primeras frases<i>,</i> el instrumento enseguida se fue templando y surgió todo lo que la soprano rusa podía ofrecer: voz caudalosa, empastada, de timbre muy personal, con un registro inferior de graves sonoros y bien apoyados (impresionante <i>"Io tremo! Io tremo!"),</i> y unos agudos rotundos, carnosos, timbrados, impactantes y perfectamente proyectados (de hecho, fue la única solista a la que se escuchó siempre sobreponiéndosea a la orquesta y el coro en los diferentes números de conjunto). Lo mejor, con todo, fue su caracterización del personaje, la expresividad en el acento, la emotividad en el canto, el uso inteligente del <i>rubato</i> y de todo tipo de dinámicas <i>(piani, messe di voci, filati)</i> en numerosos pasajes, así como la facilidad para ligar frases, creando bellísimos arcos sonoros que dieron lugar a momentos realmente electrizantes. Por no hablar del temperamento dramático y del fraseo que, sin ser de manual, resultó excelente para caracterizar a una Aida llena de matices y complejidad psicológica, por momentos tierna, elegíaca y dulce —como la que ya disfruté con la más ortodoxa Stoyanova—, pero también sufriente y lastimera (con Amneris o Amonasro), o altiva, sensual y arrolladora cuando hizo falta. En todo caso, una Aida de mayor enjundia dramática y acentos mas ricos que las de sus dos compañeras de personaje que he tenido la ocasión de escuchar en estas funciones. Y todo ello con una facilidad pasmosa, sin aparente esfuerzo, y con una implicación dramática y actoral de primera. Si tuviera que destacar algunos momentos de esta actuación de Netrebko yo elegiría el <i>"Ritorna vincitor!"</i> —que estuvo repleto de momentos felices y una sensibilidad a flor de piel—, el poderoso e impresionante dúo con Amonasro —donde se marcó una frase <i>("A costoro schiava non sono!")</i> que me puso los pelos de punta, por la expresividad y la fuerza, y un <i>"Oh, patria, quanto mi costi!",</i> perfectamente dicho y de rotundos graves—, el dúo con Amneris —donde Netrebko se comió a su rival, incluso en los graves (por ejemplo en <i>"Tu sei felice, tu sei potente")</i>—<i>,</i> y el dúo del último acto con Radamés, durante el cual volvió a dar una nueva lección de canto <i>legato,</i> variedad de dinámicas y expresividad (que fue aún más evidente al contrastar con lo plano del canto de su <i>partenaire</i> masculino). Aunque, lógicamente, donde la rusa echó el resto fue en su número principal <i>("O patria mia")</i> que, por razones obvias, fue el más aplaudido de toda la velada. Comenzó con un recitativo lleno de matices expresivos y cambio de dinámicas —que ni siquiera ensombreció un marcado <i>vibrato—,</i> e inició el <i>cantabile</i> con un filado creciente que se expandió sin problemas por toda la sala. El canto, ligado y <i>rubato,</i> lleno de variedad y matices discurrió soprendente hasta llegar al remate del aria, con un penúltimo <i>"O patria mia"</i> que la soprano emitió rotundo, en piano y mantenido en el tiempo, y otro final que resolvió con una hermosa <i>messa di voce</i> y un sobreagudo de cierre al que se encaramó de un solo aliento y en piano. Hubo presión del público, con sus aplausos, para que se produjera un bis —algo que parece haberse convertido en una especie de formalismo folclórico en muchos teatros, y especialmente en el Real—, pero tanto la soprano como el director decidieron (con buen criterio a mi entender) ignorar la tácita petición y seguir adelante. Espectacular. Merecida <b>matrícula de honor</b>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi17O00eyVndwNtokjysKrVYr1FlsdPJCy1B9D-Vyf3pZItXTAM0MCt9YM3_WW36CftIkAclxtnt1KhdnPDMPQD6asYbTc1s5yDjhCbRblwneBDKIED1ZqotQOPwsookE_H7S8K0Vw0szs3sH-ejyvxyt_eaRtBftrvW0sYsLjrqBT4zf6SRw_IQxva/s795/Aida03.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="425" data-original-width="795" height="342" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi17O00eyVndwNtokjysKrVYr1FlsdPJCy1B9D-Vyf3pZItXTAM0MCt9YM3_WW36CftIkAclxtnt1KhdnPDMPQD6asYbTc1s5yDjhCbRblwneBDKIED1ZqotQOPwsookE_H7S8K0Vw0szs3sH-ejyvxyt_eaRtBftrvW0sYsLjrqBT4zf6SRw_IQxva/w640-h342/Aida03.jpg" width="590" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;">Frente a lo muchísimo que ofreció su compañera (de reparto y de vida), lo que pudo hacer el tenor argelino-azerí <b>Yusif Eyvazov</b> fue comparativamente poco: todas las notas estuvieron ahí, es cierto, y el cantante mostró entrega, arrojo e intención, pero la voz no es la que necesita Radamès —un lírico <i>spinto</i> o dramático—, pues nos hallamos ante un instrumento modesto, carente de homogeneidad, de timbre poco agraciado, escasos armónicos y agudos algo apretados, además de sonar como si no estuviera bien impostada, bien <i>coperta.</i> Pese a todo, la proyección fue suficiente (por ejemplo en su vibrante y enérgico <i>"Sacerdote, io resto a te!")</i> y se pudo escuchar perfectamente al tenor durante toda la velada. En cuanto al estilo, si bien no se le puede negar la entrega, resultó bastante ayuno de imaginación, con una línea de canto casi siempre en <i>forte</i>, un <i>legato</i> inexistente y escasa adecuación estilística, lo que hizo que su prestación contrastara vívidamente (y para peor, claro) con la de su <i>partenaire</i> femenina protagonista. Si acaso destacar, como lo más significativo el valiente conato de rematar su aria de lucimento intentando el <i>piano</i> y <i>morendo</i> prescrito por Verdi en la partitura, pero que se quedó en un tímido <i>smorzando</i> (que, no obstante, ha de agradecerse, pues Eyvazov fue el único tenor, de los tres contratados para estas funciones, que lo hizo). <b>Aprobado alto</b>.</div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzsTOvygfrxJAlXpQ3pe8uK4NKdlAa3qtffcMTMlcluhkvcJJEhVlVyMgYgphWYtw9TvjTXL4pAfISHIDFks5ED4t9Vkr_0hCNxBAhoGgCsYkK6q3eDZaCqiP-DzH4FZz6rSEKs-dDowqWedeuhBE_SMB3MoVNISiLcJEZ8JWzVqfttaCoXdRYRVe_/s1030/Aida04.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="514" data-original-width="1030" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzsTOvygfrxJAlXpQ3pe8uK4NKdlAa3qtffcMTMlcluhkvcJJEhVlVyMgYgphWYtw9TvjTXL4pAfISHIDFks5ED4t9Vkr_0hCNxBAhoGgCsYkK6q3eDZaCqiP-DzH4FZz6rSEKs-dDowqWedeuhBE_SMB3MoVNISiLcJEZ8JWzVqfttaCoXdRYRVe_/w640-h320/Aida04.jpg" width="590" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;">Netrebko y Eyvazov en un momento de la escena final</span></i></span><br /></div> </div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;">La Amneris prevista para esta función del día 2 iba a ser, en principio, la italiana <b>Sonia Ganassi</b>. Pero cayó del cartel en el último momento —lo que se anunció en las pantallas que el propio teatro tiene repartidas por el foyer, los salones de planta y la sala general—, siendo sustituida por la mezzo georgiana <b>Ketevan Kemoklidze.</b> Su Amneris tuvo gran presencia escénica —la cantante es muy atractiva y sabe moverse en el escenario—, pero resultó limitada en lo vocal, pues si bien se mostró muy desahogada por arriba y sensual en el centro, carece de registro inferior sólido con el que hacer frente a la exigente <i>particella</i> que Verdi pide, en esa franja de la tesitura, a las intérpretes de la altiva y señorial <i>principessa egizia.</i> De hecho, en todos los dúos con Netrebko sonaron mucho más contundentes, sólidos y apoyados los graves de la soprano que los de la <i>mezzo.</i> Pese a ello, cinceló momentos de gran interés en escenas de especial intensidad dramática —más por la garra escénica y por su entrega en la interpretación que por adecuación vocal y fraseo—, como el <i>duetto</i> con Aida del acto II <i>("Fu la sorte dell'armi")</i>, el que tiene con Radamés en el acto IV<i>("Già i Sacerdoti adunansi"),</i> y la efectista escena del juicio en este mismo acto. Un <b>notable</b>, en cualquier caso, por su entrega y prestación.</div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAwD5zMarxvVbU5khDMN37SdaPmyVJYuYzBl7vZ7O38Ch_8_LQjUpdYEQ3WUwE4Z4SS0_lAO0WG5cBFg5bb8RQG_juV0OqJv2PTazK5L4S5RPN0Uu9eJhbtAq2xleIUvpAmj-_t5oZkQh_pwK9MeZc7a4DyIbeLiaZw-SK88Y8_0aA0wyR-Uxvdknb/s850/Aida05.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="586" data-original-width="850" height="442" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAwD5zMarxvVbU5khDMN37SdaPmyVJYuYzBl7vZ7O38Ch_8_LQjUpdYEQ3WUwE4Z4SS0_lAO0WG5cBFg5bb8RQG_juV0OqJv2PTazK5L4S5RPN0Uu9eJhbtAq2xleIUvpAmj-_t5oZkQh_pwK9MeZc7a4DyIbeLiaZw-SK88Y8_0aA0wyR-Uxvdknb/w640-h442/Aida05.jpg" width="590" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;">Aida y Amneris enfrentadas por el mismo hombre: ¡quién fuera Radamés!</span></i></span><br /></div> </div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;">Pese a no disponer de unos medios especialmente oscuros y dramáticos, el barítono polaco <b>Artur Ruciński</b> fue un Amonasro más que interesante. Se mostró, en todo momento, muy musical, estupendo fraseador y desplegó un canto lleno de intención dramática, recreando un rey etíope al que faltó nobleza, pero sobró estilo, ardor y cierta fogosidad juvenil. Aun con las limitaciones de timbre y caudal seañaldas, me gustó mucho en los dos momentos de mayor lucimiento que tiene el personaje: su aria de presentación <i>("Suo padre! Anch'io pugnai")</i> —donde lució un canto <i>legato</i> de muy buena factura e hizo un adecuado despliegue de matices y dinámicas— y el <i>duetto</i> con Aida, en el que cantó con arrojo y fiereza, pero sin perder nunca la compostura, ni caer en excesos veristas o de sobreactuación, rematando con un muy buen <i>"Non sei mia figlia".</i> Actuación que podemos calificar de <b>notable</b>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4kIKXLc9U-53dsco8FdeJZwKEzRZBs1T9O4jzYsgEt0ik_7TRNt_vVW_m0EKMgrhKHhbqAxJMvG-Tuj1UdTC0xIFZ_D_f_11rl24F_W-1AMrG00dhCxCm_lxBTjcR_4TR8kDtpGTk0M8OQrfyiED5EPHMI_GVDkS_N6PFdqcMpQAehlPdIaFYZPe_/s2048/Aida06.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1537" data-original-width="2048" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4kIKXLc9U-53dsco8FdeJZwKEzRZBs1T9O4jzYsgEt0ik_7TRNt_vVW_m0EKMgrhKHhbqAxJMvG-Tuj1UdTC0xIFZ_D_f_11rl24F_W-1AMrG00dhCxCm_lxBTjcR_4TR8kDtpGTk0M8OQrfyiED5EPHMI_GVDkS_N6PFdqcMpQAehlPdIaFYZPe_/w640-h480/Aida06.jpg" width="590" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;">Ruciński y Netrebko en su electrizante dúo del acto III</span></i></span><br /></div><div style="text-align: left;"><div style="text-align: justify;"></div><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">El Ramfis de <b>Jongmin Park</b> sonó rotundo, autoritario, poderoso y solemne. La voz, densa, homogénea, rocosa, contundente, de agudos timbrados y graves sonoros y profundos, en principio resultaba muy adecuada para caracterizar al personaje, pero me pareció que la emisión era demasiado <i>cupa</i> y cavernosa. Cantó con estilo, fraseó bien y me llamó la atención especialmente el hermoso <i>piano</i> con que inició su parte en <i>"Nume, custode e vindice").</i><b> Notable</b> prestación la suya.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXXSbprCFPicnLvpz1dc-OFqGaX9pS-KcFn-MAaaZiCkZogwiyVi68WkFf0U11JPn19tKbCUOfY0_lWqirs33-wV8S4eqm9l562RUfetUOnzLFSb013PduRT08A7ls5Q3xzcLbZ1SnloreG4XbyIj-srjMl5qxTk-oIfHbyPI0hOJYtwRDl093py11/s1024/Aida07.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="708" data-original-width="1024" height="397" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXXSbprCFPicnLvpz1dc-OFqGaX9pS-KcFn-MAaaZiCkZogwiyVi68WkFf0U11JPn19tKbCUOfY0_lWqirs33-wV8S4eqm9l562RUfetUOnzLFSb013PduRT08A7ls5Q3xzcLbZ1SnloreG4XbyIj-srjMl5qxTk-oIfHbyPI0hOJYtwRDl093py11/w590-h397/Aida07.jpg" width="590" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;">El bajo surcoreano Jongmin Park, rocoso Ramfis de esta función</span></i></span><br /></div></div><div><p></p><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">Sorprendentemente, el rey de <b>Deyan Vatchkov</b> me pareció muy distinto al que tuve la ocasión de escuchar en la función del día 28 (y al que, según otras cosas, cantó también el 26): la voz sonó menos destemplada e irregular, e incluso tuvo una primera intervención realtivamente interesante. Un instrumento que sin ser para tirar cohetes, sonó timbrado y a bajo (lo que no había ocurrido durante la velada en que le pude escuchar antes). Digamos que, en esta función, pasó con <b>aprobado</b>.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi27TbghAK7dKbrArStTAudoEsdP3pNFGOU7rXR9pDwvv6JgTaKCDcwfS-jkteH5BdeWXqhtCytxOqOY68U0ONBdFF79Bg4S6K86oLk0T5CvmXYkq4k91T6h247FcU4Zm_5Fxd68vH0I4EO6Svc_SnlAU3ZgpCou47eYZqlMC7rKzoSYrO74Va2lQqb/s900/Aida08.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="900" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi27TbghAK7dKbrArStTAudoEsdP3pNFGOU7rXR9pDwvv6JgTaKCDcwfS-jkteH5BdeWXqhtCytxOqOY68U0ONBdFF79Bg4S6K86oLk0T5CvmXYkq4k91T6h247FcU4Zm_5Fxd68vH0I4EO6Svc_SnlAU3ZgpCou47eYZqlMC7rKzoSYrO74Va2lQqb/w400-h400/Aida08.jpg" width="400" /></a></div><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;"><div style="text-align: center;">El bajo búlgaro Deyan Vatchkov, que ha sorprendido en estas funciones por su mejorable Rey egipcio</div></span></i></span><p></p><div style="text-align: justify;"><b>Fabián Lara</b> volvió a brillar como mensajero en su breve pero lucida intervención, y también cumplió de nuevo <b>Marta Bauzá,</b> en la piel de la Gran Sacerdotisa. Magnífico el <b>coro</b>, mucho más empastado y homogéneo que en las funciones anteriores, y de nuevo acertado <b>Luisotti</b> en la concertación de la orquesta y la atención a los solitas. Las maderas volvieron a brillar en algunos pasajes, especialmente el oboe en el evocador diálogo que mantiene con la soprano en la escena del templo de Isis a orillas del Nilo <i>("O patria mia")</i>.</div></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both;"><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfEPJtBkBVjWdVnFFt0t8W_MBD3PZCw7umnH7GElzpTHxjIo_dI0g6LCxepDz-T0AsumN0N48YmHZM_FVHlSM6ZNnq9yWBIsM4sWSNaNg9gfbewxDQbkt7dlu6kToms0SwYfZDE0IVGArV5f3KttYLWNF2g0XzznYxswBNHmmBmNHCf909_HqvLgB2/s800/Aida10.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVYw9s7CFr3_h3dTNKtK_4IGFCI2NNDSPw-4LIOEOIbrtUtGBl8wIwZI8nhVd2xHdzlI4D0zMwLfHLTHWccMUWMQb_rvU5NaPp1GtdECuntedYyAr3Xe0D8dq3Tru9WW2gb6D2xiivsHVc5LL-4FH0wkZye_Wf_JebMvvexfxweefYJ0MCdKKkvmFr/s275/Aida09.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="275" data-original-width="183" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVYw9s7CFr3_h3dTNKtK_4IGFCI2NNDSPw-4LIOEOIbrtUtGBl8wIwZI8nhVd2xHdzlI4D0zMwLfHLTHWccMUWMQb_rvU5NaPp1GtdECuntedYyAr3Xe0D8dq3Tru9WW2gb6D2xiivsHVc5LL-4FH0wkZye_Wf_JebMvvexfxweefYJ0MCdKKkvmFr/w213-h320/Aida09.jpg" width="213" /></a><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="552" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfEPJtBkBVjWdVnFFt0t8W_MBD3PZCw7umnH7GElzpTHxjIo_dI0g6LCxepDz-T0AsumN0N48YmHZM_FVHlSM6ZNnq9yWBIsM4sWSNaNg9gfbewxDQbkt7dlu6kToms0SwYfZDE0IVGArV5f3KttYLWNF2g0XzznYxswBNHmmBmNHCf909_HqvLgB2/w221-h320/Aida10.jpg" width="221" /></div></div></div><br />Si hubiera que elegir un <u><b>reparto "ideal"</b></u> con los tres que he tenido ocasión de ver, no cabe duda de que <b>Netrebko</b> entraría en él de cabeza. Los demás intérpretes principales serían: <b>Piotr Beczala</b>, <b>Jamie Barton</b> y <b>Carlos Álvarez</b>, seguidos de <b>Alexander Vinogradov</b>. <b>Fabián Lar</b>a siempre (no sólo porque estuvo magnífico en las tres ocasiones que le he visto, sino porque era el único tenor para interpretar el mensajero) y <b>Marta Bauzá</b> como Gran Sacerdotisa.</div><div style="text-align: justify;"> </div>Alberich el Negrohttp://www.blogger.com/profile/12256997189693262508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2501194324846922196.post-27331560057947830792022-11-03T14:21:00.009+01:002022-11-07T21:48:39.892+01:00EN LAS ORILLAS DEL NILO: AIDA VUELVE AL TEATRO REAL DE MADRID (PRIMER REPARTO)<p style="text-align: left;">
</p>
<p style="text-align: left;"></p>
<p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhljshShdpiw-wSiQLKpIiShJMZVkE6A9Ibzcmwsm1xusKi0-X_FfzyJoyHPukxEEB2ehZG7AxL_moAMBZrgbHH_bQXKBZh0-7ZRCiXZO_fhd5EZOZfQTk64p-5hlLKJD1wJU3fKwCwYhHTjZGd0zZ5rY6edrnVUTOYYVfIzhoWxCMOf6BPMhdcs6Fa/s4780/Aida01.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2988" data-original-width="4780" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhljshShdpiw-wSiQLKpIiShJMZVkE6A9Ibzcmwsm1xusKi0-X_FfzyJoyHPukxEEB2ehZG7AxL_moAMBZrgbHH_bQXKBZh0-7ZRCiXZO_fhd5EZOZfQTk64p-5hlLKJD1wJU3fKwCwYhHTjZGd0zZ5rY6edrnVUTOYYVfIzhoWxCMOf6BPMhdcs6Fa/w640-h400/Aida01.jpg" width="580" /> </a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"> </div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-small;"><i>Aida, opera en cuatro actos, </i>con música de Giuseppe Verdi y libreto de Antonio Ghislanzoni, basado en un guion (1869) de Auguste Mariette y Camille du Locle. Estrenada en la Opera de El Cairo el 24 de diciembre de 1871 y en el Teatro Real de Madrid el 12 de diciembre de 1874.— Director musical: Nicola Luisotti.— Director de
escena, escenografía y vestuario: Hugo de Ana.— Iluminador: Vinicio Cheli.— Coreógrafa: Leda Lojodice</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">.—</span> Vídeo: Sergio Metalli</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">.— </span>Director del coro: Andrés Máspero</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">.—</span>
Intérpretes: Krassimira Stoyanova (Aida), Piotr Beczala (Radamés), Jamie Barton (Amneris), Carlos Álvarez (Amonasro), Alexander Vinogradov (Ramfis), Deyan Vatchkov (El rey), Marta Bauzá (Gran sacerdotisa), Fabián Lara (Mensajero).— Coro y Orquesta titulares del Teatro Real (Coro
<i>Intermezzo /</i> Orquesta Sinfónica
de Madrid).— Teatro Real de Madrid.— Viernes, 28 de octubre de 2022,
19:30 horas.</span><br /></div><div><p style="text-align: left;"></p><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;"><span class="letrag">D</span>ados los desmanes y excesos que algunos directores de escena han terminado perpetrando en las óperas de repertorio tradicional viene siendo, cada vez más habitual, que en las reseñas críticas sobre sus representaciones empiecen a leerse tímidos reproches (en otros casos no tan tímidos) para denunciar tal sinrazón; todo ello en base, imagino, al castizo refrán que reza: "lo poco agrada, lo mucho enfada". La cosa ha llegado a tal extremo en nuestros días —aciagos para la lírica en el repertorio tradicional— que lo realmente original ahora ha llegado a ser presenciar alguna función ambientada en el período que pensaron sus autores, hecho que alcanza casi la categoría de revolucionario cuando, además, se usan decorados y trajes de dicha época, y no elementos que trasponen la acción a otra época o lugar, y presentan a los personajes con gabardinas y guardapolvos intemporales.<br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcowAf_eGHE9pX739l9MBfLGkhSSZkilnikCASHop_XNAHZ-aORUo1efi8RvAL5bNMYUpxk6o8QlhmR0kh4zhjHHW0rEyYhNHy7tL5n6Ozz6a2Kd66teFWhU-zfcKNbIKH2TCrkUOVaLKXOqp75uBA2YG63x70dqjI_gs3bs2c0f78TJTgck7rIJwp/s600/Aida02.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="407" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcowAf_eGHE9pX739l9MBfLGkhSSZkilnikCASHop_XNAHZ-aORUo1efi8RvAL5bNMYUpxk6o8QlhmR0kh4zhjHHW0rEyYhNHy7tL5n6Ozz6a2Kd66teFWhU-zfcKNbIKH2TCrkUOVaLKXOqp75uBA2YG63x70dqjI_gs3bs2c0f78TJTgck7rIJwp/w271-h400/Aida02.jpg" width="271" /></a></div><p style="text-align: left;"></p><p style="text-align: justify;">Pues bien, cuando supe que el Teatro Real recuperaba para este inicio de temporada la tradicional producción que el argentino Hugo de Ana presentó en 1998 (repuesta luego en 2018), pensé que las reseñas se mostrarían más benévolas con la parte escénica e irían dirigidas, sobre todo, hacia la prestación musical y vocal de los diferentes funciones y repartos que van a sucederse durante estos próximas días en el coliseo madrileño (¡hasta 20 representaciones!). Pero nada de eso; de hecho, una buena parte de los popes que hacen crítica musical en nuestro país, hinchados como pavos y mostrándose incluso <a href="https://www.elconfidencial.com/cultura/2022-10-25/musica-salva-aida-hortera-demode-teatro-real_3511957/" target="_blank">insultantes</a>, han puesto a parir esta producción recuperada de <i>Aida,</i> acusándola de rancia, anticuada, hortera, demodé y "cartonpiedrista". ¡Ya ven ustedes! Como si las que solemos ver habitualmente —ayunas de cualquier atrezo, pero infladas con la pretenciosidad del dramaturgo escénico de turno, con los personajes tirados por los suelos y actuando en el más absoluto vacio— fueran de cualquier otra cosa que no sea, precisamente, cartón piedra, poliestireno y una enorme fatuidad la mayoría de las veces. Críticos que hasta se han quejado por no reconocer a los cantantes bajo las pelucas y el suntuoso y elaborado vestuario diseñado por De Ana (como si fueran preferibles los uniformes de nazis, o los tradicionales guardapolvos del <i>konzept</i> centroeuropeo). En resumen, pamplineros que, como Rubén Amón, cierran su <a href="https://www.elconfidencial.com/cultura/2022-10-25/musica-salva-aida-hortera-demode-teatro-real_3511957/" target="_blank">crónica</a> recordando que este tipo de montajes ya no se utilizan «ni en los teatros más modestos de provincias», y graciosetes como cierto Jean Valjean, que hasta se permite bromear inadecuadamente con el apellido de alguno de los miembros del equipo técnico (caso de la coreógrafa Leda Lojodice, a la que llama "<a href="https://www.elespanol.com/el-cultural/escenarios/opera/20221025/aida-pa-gozarla-arranque-temporada-teatro-real/713548641_12.html" target="_blank">Losjodiste</a>").</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8wmqFP5hL2wqiBRJLKBFnzSf7dsjU0t62zBs4a3uGIiABIS4XjcYRTNi4uBt7FBpZpJnx4caeHB4M5fGpZ1wrli1FpqNe-pkOIj6lT0v_-iXacQioEbJZM23FaPHFMj_XNUcwWVCFtB-nm5V4CYbPD0ta39X6suZ0rtyCQuNcC0LkfDqnO6ft4EH7/s1920/Aida03.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1920" height="442" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8wmqFP5hL2wqiBRJLKBFnzSf7dsjU0t62zBs4a3uGIiABIS4XjcYRTNi4uBt7FBpZpJnx4caeHB4M5fGpZ1wrli1FpqNe-pkOIj6lT0v_-iXacQioEbJZM23FaPHFMj_XNUcwWVCFtB-nm5V4CYbPD0ta39X6suZ0rtyCQuNcC0LkfDqnO6ft4EH7/w640-h442/Aida03.jpg" title="La grandiosidad de la propuesta escénica de Hugo de Ana, al final de la "marcha triunfal"" width="590" /></a></div><p style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: #2b00fe;"> La grandiosidad de la propuesta escénica de Hugo de Ana, al final de la "marcha triunfal"</span></i></span><br /></p><p style="text-align: justify;"> Aun reconociendo que la propuesta escénica de De Ana tiene algunos elementos ciertamente mejorables —hablaré de ello un poco más abajo—, debo decir que me satisfizo plenamente; primero porque, como ya he dicho, resulta casi una novedad presenciar hoy día un montaje tan tradicional y respetuoso como éste, y en segundo lugar porque me considero un aficionado esencialmente auditivo, que va a la ópera a disfrutar de la <i>Aida</i> de Verdi/Ghislanzoni, de la <i>Tosca</i> de Puccini/Illica/Giacosa, de la <i>Elektra</i> de Strauss/Hoffmannsthal, del <i>Wozzeck</i> de Berg, o de <i>El anillo del nibelungo</i> de Wagner, y no de las genialidades y ocurrencias actualizadoras de los Tcherniakov, Bieito, Loy, Wilson del momento. Pero es que, además, por muchos <a href="https://www.lasnuevemusas.com/la-musica-y-el-director-de-escena/" target="_blank">argumentos</a> que quieran darme sobre la necesidad (casi obligación) que un director de escena tiene de "revis(it)ar" la creación de los autores originales —bien para resaltar un problema o cuestión que pueda interesarle a él, bien para intentar acercar la obra original al momento en el que ésta se representa—, lo cierto es que no encuentro nunca razón alguna por la que tengan que realizarse los cambios que suelen implicar esas relecturas actualizadoras (hasta el punto de no saber, a veces, si lo que estamos viendo tiene algo que ver con lo que quisieron sus creadores). En este sentido, el modo en que han afrontado su trabajo directores escénicos que podríamos denominar "tradicionales" —como Zeffirelli, Sagi, Del Monaco, o el mismo De Ana, por citar sólo cuatro nombres pocos dados a las dramaturgias paralelas, y que suelen echar mano del preciosismo y la ampulosidad, antes que de la dramaturgia paralela— no sólo me parece, por razones obvias, mucho más respetuoso con la obra original, sino que desde la humildad, el respeto y el amor que manifiestan hacia el trabajo de quienes crearon esas óperas las sirven mucho mejor y ayudan a que ellas mismas se definan a través de la palabra y la música que encierran. ¿Qué mejor manera de honrar y acentuar la grandeza de lo que otros crearon con mayor genio y acierto que sirviendo como mero transmisor visual de lo que está recogido en el libreto y la partitura? Y tal es el caso de la producción que podemos ver en esta <i>Aida:</i> pirámides, shetis, nemes, kalasiris, sandalias, pelucas rizadas, cabezas (femeninas y masculinas) rasuradas, trajes vaporosos, capas, espadas y telones de gasa translucida que sirven para recrear el hechizante, exótico y glamuroso Egipto —nada filológico— que el romanticismo idealizador de Verdi y Ghislanzoni imaginaron en el último tercio del siglo XIX. Y no se me diga que este tipo de montajes, si se repitieran de modo permanente, condenarían al género operístico a un anquilosamiento que terminaría llevándolo a la extinción, porque hay muchas formas de ser original respetando escrupulosamente lo que dice el libreto: ¿hace falta recordar aquí lo que hizo Wieland Wagner, por ejemplo, a la hora de montar las obras escénicas de su abuelo? Y es que el problema de la ópera, a día de hoy, no se encuentra precisamente en la escenografía —que podrá ir introduciendo todo tipo de dramaturgias paralelas actualizadoras—, sino en la pobreza generalizada de voces adecuadas para abordar en buenas condiciones el repertorio tradicional más exigente desde el punto de vista técnico (que es el perteneciente al siglo XIX). Es decir, se puede insistir en la idea de que resulta imprescindible reinterpretar las obras de siempre para ofrecer nuevas lecturas y evitar que el género muera, pero si la atención siempre sigue recayendo en el apartado escénica y cada vez se ofrecen en peores condiciones canoras el público entenderá cada vez menos y la ópera acabará siendo un tipo de teatro musical más, como la revista, o los musicales.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2b4fmCZkwfrH3AvDd5_RDPIKHLUbLYuSxm4NCsDODMNnjD6hT8soOfyve3PB93e30KIgEVx5o915KdQo3pSS3jBhwQjcv8VGIhe5_sfjEhUu6Sxnfsl2krwnosVoOE2UTjnXEZ1zuu4806zEq4NTXAMlj9QFpC4J4rJARgHsAZQGqff5yGN2xH_EB/s4369/Aida05.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3523" data-original-width="4369" height="516" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2b4fmCZkwfrH3AvDd5_RDPIKHLUbLYuSxm4NCsDODMNnjD6hT8soOfyve3PB93e30KIgEVx5o915KdQo3pSS3jBhwQjcv8VGIhe5_sfjEhUu6Sxnfsl2krwnosVoOE2UTjnXEZ1zuu4806zEq4NTXAMlj9QFpC4J4rJARgHsAZQGqff5yGN2xH_EB/w640-h516/Aida05.jpg" width="590" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;"><span style="color: #2b00fe;"><i>Templo de Vulcano y subterráneo, boceto de Girolamo Magnani, para la producción original milanesa de 1872</i></span></span><br /></div><div style="text-align: left;"><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">Hay quien ha criticado también a De Ana, porque la opulencia escénica de su montaje supondría, dicen, un lastre para lo que, en el fondo, más le interesaba a Verdi: contar una historia de amor intimista y mostrar el conflicto que se le plantea a unos cuantos seres humanos que se ven abocados a enfrentarse y sufrir por causa de una circunstancia política adversa y superior que los arrastra hacia la perdición y la muerte. El mismo problema, en el fondo, que encontramos en <i>Nabucco,</i> la otra gran ópera de Verdi desarrollada en la Antigüedad. Sin embargo, no creo que esta propuesta escénica sea un lastre; antes al contrario, pues al carecer de dramaturgias paralelas y de mensajes subliminales que necesiten ser aclarados por los exegetas de turno, el espectador no se ve distraído por nada y puede concentrar su atención en el disfrute de la belleza plástica de los cuadros escénicos que van sucediéndose ante sus ojos. Cuadros que sólo sirven para destacar, aún más, lo que nos dicen los personajes y nos transmite la maravillosa música de Verdi.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjagOMTr9E17OGIJUm7x9DOMSIojdt0ouor9vbWNHJunBKY07awgZEbu1eneisbRIA_HYXIOqucmDalvQKdd31j_AyvgmXxFDXe_bhyzTPjgh10txoM3T5KBFdPT44DCgmasvFEULefp8Vfatn2WD2dIHeIl1KHYSH0G_NDC8M3YqbT5-8nBnXA9_kq/s2980/Aida06.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2047" data-original-width="2980" height="440" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjagOMTr9E17OGIJUm7x9DOMSIojdt0ouor9vbWNHJunBKY07awgZEbu1eneisbRIA_HYXIOqucmDalvQKdd31j_AyvgmXxFDXe_bhyzTPjgh10txoM3T5KBFdPT44DCgmasvFEULefp8Vfatn2WD2dIHeIl1KHYSH0G_NDC8M3YqbT5-8nBnXA9_kq/w640-h440/Aida06.jpg" width="590" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;">Otro momento del montaje propuesto por Hugo de Ana</span></i></span><br /></div><p></p><p style="text-align: justify;">
</p><p style="text-align: justify;">Pese a la buena valoración que un pequeño, aburrido y convencional burgués como yo le da al montaje, debo destacar lo que, a mi entender, fue su punto negro principal: una coreografía de muy escaso gusto y nula plasticidad a lo largo de toda la función, que resultó especialmente desafortunada durante la música del <i>ballabile</i> intercalado en la escena del desfile de la victoria, cuando los bailarines masculinos se pusieron a dar algunos pasos realmente horrorosos que recordaban a ciertas escenas de <i>El planeta de los simios.</i> Por cierto: se ha criticado mucho el telón de gasa traslúcido que colgó de la boca del proscenio durante todo el espectáculo pero, dejando a un lado el gusto de cada cual —e incluso ciertas observaciones referidas al posible efecto adverso que pudo ejercer sobre la proyección de las voces (yo creo que inexistente)—, a mí no fue algo que me molestara. Es más, pienso, incluso, que dotó a lo que ocurría tras ella de un halo de misterio e indefinición muy apropiado para expresar el carácter onírico y de fantasía oriental que tiene esta ópera. Se podría haber prescindido del mismo, efectivamente, pero no fue algo tan molesto (al menos para un servidor).</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYni05kcIizfnrDSkEx2GiAgjcKLyIUbGbsNvQHqgqc6dO1r-nsoK36lMk4N3h1vZBHQWWwVOeXOdUKCYu9Kn_NFpEgxy0Ua90-Y4Y6YWLPG9LFZFBnky4q9lSds1faqPAe41o2IoF92VKCfR9x9dXfF7BTqyYPfbJ2vA8kYflTfCj6Ls77cizHGpR/s3072/Aida04.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1979" data-original-width="3072" height="412" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYni05kcIizfnrDSkEx2GiAgjcKLyIUbGbsNvQHqgqc6dO1r-nsoK36lMk4N3h1vZBHQWWwVOeXOdUKCYu9Kn_NFpEgxy0Ua90-Y4Y6YWLPG9LFZFBnky4q9lSds1faqPAe41o2IoF92VKCfR9x9dXfF7BTqyYPfbJ2vA8kYflTfCj6Ls77cizHGpR/w640-h412/Aida04.jpg" width="590" /></a></div><p></p><p style="text-align: justify;">
</p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;"><span style="color: #2b00fe;"><i>El escenario con la polémica gasa translúcida donde se proyectan las imágenes de vídeo, en la escena de la </i>preghiera<i> de comienzo del acto III</i></span></span><br /></p><p style="text-align: justify;">Todo ello, en definitiva, convirtió esta función de <i>Aida</i> —y espero que ocurra igual con las próximas que me aguardan— en algo muy especial para quien les escribe, espectador que disfruta con las obras tal y como las pensaron sus creadores, y no los exegetas de turno que las utilizan para, bajo la excusa de la reactualización, construir sus carreras sobre la base de lo realizado por otros. Vamos, que salí encantado. Y mi acompañante también. La respuesta del público, por otro lado, parece que ha quitado la razón a los "exquisitos" y se la da al teatro, que al apostar por "lo de siempre" ha colgado el cartel de "no hay billetes" (si exceptuamos el robo a mano armada que son los precios de las butacas) en la totalidad de las 20 funciones programadas.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/J1xeUjIEopo" width="320" youtube-src-id="J1xeUjIEopo"></iframe></div><p></p><p style="text-align: justify;">Ya en el apartado musical es necesario comenzar destacando la labor de <b>Nicola Luisotti,</b> cuyo nombre ha terminado siendo sinónimo de Verdi y lo verdiano cuando nos referimos al Teatro Real. El director de Viareggio se ha convertido en el auténtico especialista del coliseo madrileño para este repertorio concreto y ello se hace notar en cada una de sus prestaciones. En la del día que comento, su ejecución de la partitura resultó equilibrada, prestando idéntico interés tanto a los momentos espectaculares y más epicos de la partitura (escenas corales, la famosa marcha triunfal), como a las escenas de mayor intimismo y recogimiento —las más importantes desde el punto de vista de la progresión dramática y la caracterización de los personajes—, de modo que no detecté yo las diferencias de brío, fuerza y exceso de decibelios que algunos críticos han destacado entre la primera parte de la función —ciertamente más épica— y la segunda. Luisotti atendió también, en todo momento, a las necesidades o apuros de los solistas (así, por ejemplo, en el difícil pasaje de <i>"Celeste Aida"),</i> y consiguió conducir la acción dramática con acierto y expresividad, destacando especialmente su labor y el de la orquesta en el preludio de la obra y en la evocadora <i>introduzione</i>] "nilótica" que da paso al número coral de la <i>preghiera "O tu che sei d'Osiride"</i> y a la posterior y bellisima <i>"O patria mia",</i> durante la cual tanto él como el primer oboe consiguieron sacar puro oro en el diálogo que mantienen con la soprano. E igual de acertado volvió a mostrarse en la escena del juicio a Radamés —donde los silencios y el <i>tempo</i> elegido acentuaron el impactante dramatismo de la escena—, y en el hermosísimo dúo/terceto del final de la obra. Lo cierto es que la representación que comento se halló, a nivel orquestal, a años luz de lo que comentan algunas <a href="https://www.abc.es/cultura/teatros/aida-sueno-creer-20221025041113-nt.html" target="_blank">críticas</a> refiriéndose a la función del estreno. Y posiblemente sea esta circunstancia la que hizo que, a diferencia de días posteriores, no aparecieran debidamente ajustados todos los componentes de una producción tan complicada como ésta. En cualquier yo no observé ningún desajuste realmente importante. <b>Notable alto,</b> pues, para Luisotti.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyp00NHAm0LvviPsiNQPVy1hEYIHX3zGOeAEv4nPgFODfV6zf3F1v9G3qXY9C4-GYe5wDcO7JV2cgw_pr1B1HU_fB1ADmGjtdoG-bDd07P5tFbfEq4n3PSaNsFo0i9co96-gqiSBKV4QkHS57-Igm_iRdqMeI_7MGggrJx4H_0tgVNtu5t0WeV2aSS/s726/Aida07.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="726" height="352" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyp00NHAm0LvviPsiNQPVy1hEYIHX3zGOeAEv4nPgFODfV6zf3F1v9G3qXY9C4-GYe5wDcO7JV2cgw_pr1B1HU_fB1ADmGjtdoG-bDd07P5tFbfEq4n3PSaNsFo0i9co96-gqiSBKV4QkHS57-Igm_iRdqMeI_7MGggrJx4H_0tgVNtu5t0WeV2aSS/w640-h352/Aida07.jpg" width="590" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;">Luisotti (extremo derecho) posando con Carlos Álvarez, Hugo de Ana, Piotr Beczala y Krassimira Stoyanova</span></i></span><br /></div><p></p><p style="text-align: justify;">
</p><p style="text-align: justify;">
La soprano búlgara <b>Krassimira Stoyanova</b> —que debutaba en Madrid— fue, como casi todos los intérpretes de esta función, una voz demasiado ligera para dar vida, con total adecuación, al personaje de Aida, creado por dos interpretes (la italiana Antonietta Pozzoni, en El Cairo, y la bohemia Teresa Stolz, en Milán) que poseían instrumentos extensos, potentes y vigorosos (la Pozzoni, de hecho, acabó cantando como <i>mezzo)</i> y un gran talento dramático. De modo que, tal como ocurrió con Radamés/Beczala y Amneris/Barton —de los que enseguida hablaré—, Stoyanova acentuó el lado lírico del personaje, resultando una esclava etíope más elegiaca y amorosa, que sensual y ardiente, más belcantista que de raigambre y opulencia verdianas. Pese a sus carencias evidentes en la zona grave —detectables en los momentos más dramáticos de su <i>particella</i> (por ejemplo en <i>"Ritorna vincitor!")—</i> y su falta de <i>squillo</i> en la parte más aguda de la tesitura, demostró una gran musicalidad y cantó con mucho gusto y estilo, desplegando por lo general un <i>legato</i> de buena factura —aunque algo escaso de <i>fiato</i> en ocasiones (la soprano no está ya, precisamente, en sus mejores años)— y un fraseo elegante y señorial que le permitió brillar en los pasajes más líricos, ofreciendo un <i>"O patria mia... O cieli azzurri"</i> de bastantes quilates —pese a cierta limitación en los agudos— y una magnífica prestación en la escena de la tumba, donde su canto recogido y melismático combinó a la perfección con el de su [i]partenaire[/i] masculino, ofreciendo un momento de gran intensidad dramática y emotividad. Un <b>notable</b> para la Stoyanova.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsMx6gdBHmi01Y4IEhs0VbL1nhWsIptHxmuwZMcvAhGNn-IJhdj6u_AcCUd-B80ng2HDgR8NOPcKmECPaaSO5eUsKXk32xiH9m4BmCmnjz9IT28CLnKCEmWpJkaCaFAE8j5MFMxOHCP7AV7Nhg0k9T5sey1z9qg9mAHXKSfLHsRnhJ9NKj7CrPAKe-/s938/Aida08.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="660" data-original-width="938" height="450" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsMx6gdBHmi01Y4IEhs0VbL1nhWsIptHxmuwZMcvAhGNn-IJhdj6u_AcCUd-B80ng2HDgR8NOPcKmECPaaSO5eUsKXk32xiH9m4BmCmnjz9IT28CLnKCEmWpJkaCaFAE8j5MFMxOHCP7AV7Nhg0k9T5sey1z9qg9mAHXKSfLHsRnhJ9NKj7CrPAKe-/w640-h450/Aida08.jpg" width="590" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;">La interesante (pero demasiado madura quizá) Aida de Stoyanova</span></i></span><br /></div><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">
</p><p style="text-align: justify;">
</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEieNrexHjCuMpSIQ5yz8jSUAsdv8Ec81F3Q4oMSEbBFKlcWXffcCmRg3HnntJ0H9BSGy37WBjnutm6DJU1Vztx_btNZT2_nCm722AQPuNWYCUpLxoFjedLYubztW3lZmtScK1SUuFYtwPHvQU0t1UO4akFaHNZ_ViQJ3Ct6IeUOwVnRn8Nzu_XJDZ4r/s1252/Aida09.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1252" data-original-width="939" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEieNrexHjCuMpSIQ5yz8jSUAsdv8Ec81F3Q4oMSEbBFKlcWXffcCmRg3HnntJ0H9BSGy37WBjnutm6DJU1Vztx_btNZT2_nCm722AQPuNWYCUpLxoFjedLYubztW3lZmtScK1SUuFYtwPHvQU0t1UO4akFaHNZ_ViQJ3Ct6IeUOwVnRn8Nzu_XJDZ4r/w300-h400/Aida09.jpg" width="300" /></a></div><div style="text-align: justify;">El instrumento eminentemente lírico de <b>Piotr Beczala</b> tampoco es, precisamente, el más adecuado para interpretar con absoluta adecuación el personaje del general egipcio Radamès, aunque el tenor polaco lleve un tiempo incursionando en papeles de mayor enjundia dramática y su voz haya ido ensanchado con el tiempo (ya veremos si de manera natural y adecuada). Se trata, en efecto, de un rol que exige un tenor lírico <i>spinto,</i> incluso dramático —lo que en época de Verdi, se conocía como <i>tenore di forza—,</i> como lo fueron <a href="https://www.treccani.it/enciclopedia/pietro-giovanni-mongini_%28Dizionario-Biografico%29/" target="_blank">Pietro Mongini</a> —creador del personaje en el estreno mundial de El Cairo, el 24 de diciembre de 1871, que inició su carrera como bajo y era un auténtico baritenor— y también <a href="https://www.treccani.it/enciclopedia/giuseppe-capponi_%28Dizionario-Biografico%29/" target="_blank">Giuseppe Capponi</a>, a quien Verdi había elegido para el que consideraba auténtico estreno de su ópera (acaecido en Milán el 8 de febrero de 1872), pero que hubo de ser sustituido, en el último momento, por <a href="https://www.treccani.it/enciclopedia/giuseppe-fancelli_(Dizionario-Biografico)/" target="_blank">Giuseppe Fancelli</a>, un intérprete de extraordinaria y bellísima voz —como leemos en las críticas de la época—, pero que disgustó al maestro de Le Roncole por su escasa implicación dramática e incapacidad para profundizar en el personaje encomendado. En la función que nos ocupa esto supuso que escuchásemos a un Radamés más lírico que heroico, más amoroso que guerrero y más elegíaco que épico. Pero, a pesar de todo, un muy buen Radamés, pues Beczala —que demostró ser muy inteligente y supo dosificar sus fuerzas con acierto— fue el intérprete más destacable de este reparto, junto con Carlos Álvarez (como luego diré). Empezó la función nervioso y precavido, con un apreciable vibrato que se hizo más audible aún merced al <i>tempo,</i> demasiado lento y moroso que, quizá para ayudar al cantante, aplicó Luisotti en <i>"Celeste Aida",</i> famosísima y endiablada romanza, que debe afrontarse recién comenzada la función y con la voz aún fría. Pese a todo, el tenor polaco la interpretó correctamente, con buen <i>legato,</i> estupenda dicción y aceptable fraseo, pero sin especial pasión ni entrega, y rematándola con un falsete demasiado evidente y falto de color. No obstante, a partir de ahí, y a medida que fue avanzando la función, Beczala entró en el papel y nos ofreció momentos realmente espléndidos: vibrante su <i>"Sacerdote, io resto a te",</i> que resonó como una trompeta por toda la sala; lleno de ardor, duda y dolor su dúo/terceto con Aida y Amonasro en el acto III (el mejor, en mi opinión, de toda la función); amoroso, tierno, solícito y resignado en la última escena. Lo cierto es que la voz, pese a su lirismo, tiene una proyección excelente y corrió a la perfección por el teatro, haciéndose audible en todo momento. En resumen: el más destacable de todo el reparto (junto a Carlos Álvarez, como luego diré). <b>Sobresaliente</b> para Beczala.</div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhilP1vzeShygR15gCKqSMhcOfFCi2Y_EWXRrGKSizCHtt6mQQy0TNec2ntJOQlLtMuor-UVB-3sh6anvbg2XPZuarqY-YduU47iACnNJujzWKyJLs4zFbI7kM9MS18W0rAc4nrSl8QLqZwI8-JM0w5LpOazSBAgBBY5LtTkqNMXH207mflUX41ub_A/s1200/Aida10.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="675" data-original-width="1200" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhilP1vzeShygR15gCKqSMhcOfFCi2Y_EWXRrGKSizCHtt6mQQy0TNec2ntJOQlLtMuor-UVB-3sh6anvbg2XPZuarqY-YduU47iACnNJujzWKyJLs4zFbI7kM9MS18W0rAc4nrSl8QLqZwI8-JM0w5LpOazSBAgBBY5LtTkqNMXH207mflUX41ub_A/w640-h360/Aida10.jpg" width="590" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;">Stoyanova y Beczala en el emotivo final de la ópera: juntos hasta la muerte y para la posteridad</span></i></span><br /></div><div style="text-align: justify;"></div></div><div style="text-align: left;"><p></p><p style="text-align: justify;">Han destacado los críticos y algunos aficionados que la Amneris de la mezzo norteamericana <b>Jamie Barton</b> resultó imponente en su papel (que debutaba, por cierto). No me lo pareció a mí, pues si bien es verdad que la intérprete posee un bello instrumento con franja central y aguda bien guarnecidas, y lo utiliza con estilo, buen fraseo y estupenda línea de canto, sin embargo el registro grave es demasiado débil, y ello constituye un verdadero problema a la hora de redondear este personaje, que tiene una tesitura esencialmente oscura y central durante buena parte de la obra, como lo demuestra el que Verdi eligiera dos voces —las de la napolitana <a href="https://www.wikiwand.com/it/Eleonora_Grossi" target="_blank">Eleonora Grossi</a> y la austríaca <a href="https://www.treccani.it/enciclopedia/marie-catharina-waldmann_%28Dizionario-Biografico%29/" target="_blank">Maria Waldmann</a>— de mucho peso dramático (la Waldmann, de hecho, era realmente contralto, aunque no tenía problema para ascender a la zona aguda exigida por los papeles de mezzo)*. Con estos mimbres, podrá imaginar el lector que la propuesta de Barton resultó, en mi opinión, insuficiente, máxime cuando a la limitación vocal señalada hubo que añadir una escasa implicación actoral y caracterizadora del personaje. Pero es de justicia añadir también que la cantante ofreció un acto IV bastante destacable, con una <i>"L'abborrita rivale"</i> muy bien delineada y un espléndido dúo con Radamés, en el que Barton —empleándose a fondo y mostrando la calidad de su voz en el registro central y superior— emitió dos impresionantes la sostenidos en el <i>"ciel",</i> de la frase <i>"or dal ciel si compirà",</i> que se expandieron por toda la sala retumbándonos en los oídos. Añadamos a esto, además, que la línea de canto, el estilo y el fraseo, en general, de la intérprete norteamericana resultaron bastante convincentes, aunque no tanto su idiomatismo. Una buena actuación <b>(aprobado alto),</b> en todo caso, con las limitaciones señaladas.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjXM6Nb3x9DEL9sPpFVQrYdsiPftDOSPo0TxcmtxiplOVskI_hzqCQHz8XD5oDAG5nGD_gdjoZvJJfffPbB-XS10dDmp8p4wBFRui5Q-t16j5rYkOenJtzhmE2xvFrQaN-eBjr6yzvxqW7pHsqbkgYer9JkcGnyI-YYEjBM5eBEh7D-COCP0J-S3x8/s1024/Aida11.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="576" data-original-width="1024" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjXM6Nb3x9DEL9sPpFVQrYdsiPftDOSPo0TxcmtxiplOVskI_hzqCQHz8XD5oDAG5nGD_gdjoZvJJfffPbB-XS10dDmp8p4wBFRui5Q-t16j5rYkOenJtzhmE2xvFrQaN-eBjr6yzvxqW7pHsqbkgYer9JkcGnyI-YYEjBM5eBEh7D-COCP0J-S3x8/w640-h360/Aida11.jpg" width="590" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;">La altiva (y enamorada) princesa Amneris consolando a la esclava etíope Aida, antes de enfadarse con ella</span></i></span><br /></div><p></p><p style="text-align: justify;">La única voz realmente verdiana y de verdad adecuada a uno de los cuatro personajes principales fue la de nuestro <b>Carlos Álvarez,</b> que construyó un estupendo Amonasro (debutado, precisamente, en estas funciones). El barítono malagueño, cuya instrumento ciertamente ya no tiene el brillo, el <i>squilo</i> y la contundencia dramática de otros tiempos, fue muy aplaudido (y con razón), a pesar de lo breve de su papel; y no creo que fuera sólo por "jugar en casa", sino porque ofreció un retrato completo, profundo y humano —muy verdiano a la postre— del personaje, alejado de manierismos y excesos veristas, a los que tan proclives son otros intérpretes, centrados en la fiereza del personaje (más fácil de recrear), antes que en la nobleza del mismo. Su rey etíope fue magníficamente escanciado, resultando siempre musical, siempre <i>cantabile,</i> de gran expresividad. A su señorial y doliente aria de presentación <i>("Suo padre. Anch'io pugnai")</i> siguió un electrizante dúo con Aida que puede contarse entre lo mejor de la velada (de nuevo en el acto IV), resultando impresionante, demoledor, terrible, <i>vendicatore</i> en su difícil frase <i>"Del faraone tu sei la schiava",</i> que resonó por toda la sala sobreponiéndose a la orquesta. Estuvo magnífico también en el terceto con la hija y Radamés. <b>Sobresaliente,</b> pues, también para Carlos Álvarez.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiF_U36O6ybHQ7TspjE3ycKQ_ik3QeHtgkjrg5QLzvhRbmoaRmMWMQYIxfOBFgm_Xl-UVgx-HyMWU4on9hZTz-5BN0Fju8rwfMktxHdIC_hZccAdW-vWqMbCrEJCEjDMZW-6-O9RrwLhsxrhQNezfgjT-4kBG1EKeKOqvodYcizI9XYDRQvt4UfXpEB/s3749/Aida12.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3749" data-original-width="2909" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiF_U36O6ybHQ7TspjE3ycKQ_ik3QeHtgkjrg5QLzvhRbmoaRmMWMQYIxfOBFgm_Xl-UVgx-HyMWU4on9hZTz-5BN0Fju8rwfMktxHdIC_hZccAdW-vWqMbCrEJCEjDMZW-6-O9RrwLhsxrhQNezfgjT-4kBG1EKeKOqvodYcizI9XYDRQvt4UfXpEB/w496-h640/Aida12.jpg" width="496" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;">El temible Amonasro exigiéndole un inmenso sacrificio a su hija Aida</span></i></span><br /></div><p></p><p style="text-align: justify;">
</p><p style="text-align: justify;">
Muy correcto el Ramfis del bajo ruso <b>Alexander Vinogradov,</b> al que ya hemos tenido la ocasión de disfrutar bastantes veces en el Teatro Real, si bien es cierto que la voz me pareció menos contundente, rotunda y oscura que en otras ocasiones. Con todo, consiguió recrear al sacerdote autoritario, ceremonioso, arrogante y grave que pide la partitura, y dio bastante juego en sus enfrentamientos con la Amneris de Barton.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbOPAmklTOOeehqcjuMmY4tGqexFXQYn7NRB-hJU96mwjTP788T5KUDkzqUd7X8f3aNbWd63Yu0CcH7GPLYDyCPv4nAdej4s8vd6HiqMbbwL9ddsfwNEG7lXKrmPlpZUVjG8NQ2H4YhEr-qpoYXpZHPIRVSEnE_jfB-z9o5DDZUoUV3JgT8bxALoh7/s1920/Aida14.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1920" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbOPAmklTOOeehqcjuMmY4tGqexFXQYn7NRB-hJU96mwjTP788T5KUDkzqUd7X8f3aNbWd63Yu0CcH7GPLYDyCPv4nAdej4s8vd6HiqMbbwL9ddsfwNEG7lXKrmPlpZUVjG8NQ2H4YhEr-qpoYXpZHPIRVSEnE_jfB-z9o5DDZUoUV3JgT8bxALoh7/w640-h400/Aida14.jpg" width="590" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;">Amonasro en una imagen perteneciente a la reposición de la temporada 2017/2018</span></i></span><br /></div><p></p><p style="text-align: justify;">
</p><p style="text-align: justify;">
Excelente el mensajero del tenor mexicano <b>Fabián Lara</b> —que en su breve pero vistoso rol desplegó unos buenos medios—, y correcta, asimismo, la Gran Sacerdotisa de la soprano <b>Marta Bauzá.</b> Decepcionante el faraón del bajo búlgaro <b>Deyan Vatchkov,</b> que con una voz trémula, inestable y engolada fue incapaz de ofrecer la dignidad y magnificencia regias que el papel requiere.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1PeofamNlHrVMwX_x43OacWDADcWuuCbx4IeselHgW0Nt28a1l7e0mDUk9Au6rjijtnq40x_CBbFF5bUHxtsmoGtkpEfn0BG8Zyp4TTZUcKXJldt4F-VFpJYd4ZzBsDo1fzklGUOjgiAanYAy6AD67wjmC_ms-gspqYrrRYNR5YgxpoVunsqD0TjB/s980/Aida15.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="550" data-original-width="980" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1PeofamNlHrVMwX_x43OacWDADcWuuCbx4IeselHgW0Nt28a1l7e0mDUk9Au6rjijtnq40x_CBbFF5bUHxtsmoGtkpEfn0BG8Zyp4TTZUcKXJldt4F-VFpJYd4ZzBsDo1fzklGUOjgiAanYAy6AD67wjmC_ms-gspqYrrRYNR5YgxpoVunsqD0TjB/w640-h360/Aida15.webp" width="590" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;">La plana mayor de Egipto (Radamés, el faraón, Amneris y Ramfis) en otra escena monumental de esta producción</span></i></span><br /></div></div><div style="text-align: left;"><p></p><p style="text-align: justify;">
</p><p style="text-align: justify;">
He leído en otras críticas que el <b>coro</b> —especialmente las voces femeninas— presentó algunos desajustes y falta de homogeneidad y <i>morbidezza</i> en representaciones anteriores. En la que yo comento ahora no hubo, desde luego, ningún problema, y la formación dirigida por Máspero desplegó una coordinación y un sonido compactos, resultando especialmente brillante —cosa lógica— en los momentos corales de mayor impacto que tiene la partitura <i>("Il sacro brando... Nume, custode e vindice", "Gloria all'Egitto", "Vieni, o guerriero vindice!"),</i> aunque también sonó perfectamente en momentos de mayor recogimiento e intimidad (como, por ejemplo, en el bello y espiritual fragmento <i>"Possente Fthà"</i>, o en la escena de las estancias de Amneris). Un <b>notable alto,</b> por tanto, al Coro <i>Intermezzo.</i></p><p style="text-align: justify;"><i></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLAiIdyWoAMeJL3llsA09R9Qi9rqla5Sz53NLAbGcGzH6PCPD3Sl8jpf3USB1n__Ro7jSgXcfj4JcHUOPsAOvxBgk3u0JF7erWN0vHlyaDqOatUB_yQ2-JBhmvDJSXLrEdmzSJQYznksn_h7V-9OP3HWOYm8XKTkseEn7EsXNBixM5Rjy_j_QJcinm/s1403/Aida16.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="630" data-original-width="1403" height="288" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLAiIdyWoAMeJL3llsA09R9Qi9rqla5Sz53NLAbGcGzH6PCPD3Sl8jpf3USB1n__Ro7jSgXcfj4JcHUOPsAOvxBgk3u0JF7erWN0vHlyaDqOatUB_yQ2-JBhmvDJSXLrEdmzSJQYznksn_h7V-9OP3HWOYm8XKTkseEn7EsXNBixM5Rjy_j_QJcinm/w640-h288/Aida16.jpg" width="590" /></a></i></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><i><span style="font-size: x-small;">Monumentalidad, monumentalidad y más monumentalidad que ha sacado de quicio a los críticos exquisitos de turno...</span></i></span><br /></div>
<p></p><p style="text-align: justify;">
</p><p style="text-align: justify;">
En definitiva: una estupenda velada (ópera de toda la vida en vena), que permanecerá en la memoria de quien esto escribe durante mucho más tiempo que otras representaciones quizá menos horteras, demodés y convencionales (pero también más olvidables y carentes del <i>fuoco</i> propio del mejor <i>melodramma</i> italiano).</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/rDzO3Ko7Lyc" width="320" youtube-src-id="rDzO3Ko7Lyc"></iframe></div></div><div style="text-align: left;"><br /><p></p><p style="text-align: justify;">
</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/MK1aopbH0k8" width="320" youtube-src-id="MK1aopbH0k8"></iframe></div><br /><p></p><p style="text-align: justify;">---------</p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-small;">* Para ilustrar, aún mejor, cuál era la voz que Verdi deseaba en este papel, quizá resulte ilustrativo leer el testimonio que la cantante y periodista norteamericana Blanche Roosevelt <a href="https://books.google.es/books?redir_esc=y&hl=es&id=COgqAAAAYAAJ&q=waldmann#v=snippet&q=waldmann&f=false" target="_blank">dejó por escrito</a> tras oír a Waldmann en el primer "Requiem" de Verdi en París: «la señora Waldmann tiene, como contralto, una voz aún más imponente, si cabe, que la de la señora Stolz como soprano. Es ciertamente raro oír tal calidad de sonido en una voz femenina. En más de una ocasión se diría que se trataba de un tenor, y sólo cuando mirabas y veias un ligero temblor en su figura —por lo demás inmóvil— te dabas cuenta de que era una mujer cantando» <i>(The Chicago Times</i>, 12 de junio de 1874; también en B. Roosevelt, Verdi: Milan and “Othello”, Londres , 1887, p. 74).</span><br /></p><p style="text-align: left;"></p><p style="text-align: left;"></p><p style="text-align: left;"></p></div></div>Alberich el Negrohttp://www.blogger.com/profile/12256997189693262508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2501194324846922196.post-62268877573653710322022-09-11T20:43:00.000+02:002022-09-11T20:43:05.556+02:00LA CELESTINA, DE FELIPE PEDRELL, RECUPERADA POR EL TEATRO DE LA ZARZUELA<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDr-y8LB6PMD9x_1mbRwAg3a3yYN99Psv1JGYfWl5Bf3je06lLkwESmbq0PEVMQKcns71h391SXsIvn4rVEvJOdpn3l-usm-JPNHvjHmpL2QNWo7DQgQA_KOEHEaDwqq05-FLidkZNjRw9hJKR_dTYKiY70FCXeO9DXf3vJuIzFJP849zh3P7NQoad/s1109/Celestina02.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="612" data-original-width="1109" height="260" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDr-y8LB6PMD9x_1mbRwAg3a3yYN99Psv1JGYfWl5Bf3je06lLkwESmbq0PEVMQKcns71h391SXsIvn4rVEvJOdpn3l-usm-JPNHvjHmpL2QNWo7DQgQA_KOEHEaDwqq05-FLidkZNjRw9hJKR_dTYKiY70FCXeO9DXf3vJuIzFJP849zh3P7NQoad/w471-h260/Celestina02.jpg" width="471" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><div></div><div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-small;"><i>La Celestina,</i> tragicomedia lírica de Calisto y Melibea en cuatro actos, con música y libreto de Felipe Pedrell, basado en la <i>Tragicomedia de Calisto y Melibea,</i> de Fernando de Rojs. Estreno absoluto mundial (en versión de concierto).— Director musical: Guillermo García Calvo.— Asistente de dirección musical: José Luis López Antón.— Iluminador: David Hortelano.—
Maestros repetidores: Lilliam Castillo y Ramón Grau</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">.— </span>Director del coro: Antonio Fauró</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">.—</span>
Intérpretes: Maite Beaumont (Celestina), Miren Urbieta-Vega (Melibea), Andeka Torrotxategi (Calisto), Juan Jesús Rodríguez (Sempronio), Simón Orfila (Parmeno), Sofía Esparza (Lucrecia), Lucía Tavira (Elicia), Gemma Coma-Alabert (Areúsa), Javier Castañedo (Pleberio), Mar Esteve (Tristán), Isaac Galán (Sosia), Mario Villoria (Verdugo y catarriberas), Francisco Día (Halconero y catarriberas), Francisco José Pardo (voceador y catarriberas), Alberto Ríos (voceador y catarriberas), Matthew Loren Crawford (Recitante y catarriberas), Jordi Serrano (Recitante y catarriberas), Daniel Huerta (Vecino y catarriberas), Román Fernández-Cañadas (Vecino y catarriberas).— Coro y Orquesta titulares del Teatro de la Zarzuela (Coro
Titular del Teatro de la Zarzuela / Orquesta de la Comunidad de Madrid).— Teatro de la Zarzuela.— Viernes, 9 de septiembre de 2022, 20:00 horas.</span></p><p><span class="letrag">R</span>ecibí con gran alegría la noticia del estreno absoluto de esta obra de Felipe Pedrell —hasta ahora inédita, salvo por algunos fragmentos interpretados en concierto—, pues ya sólo por el texto literario que se utilizó como base para el libreto se podía esperar, pensaba yo, un plus de calidad y de intensidad dramática, al beneficiarse la composición del músico catalán de todo el peso y la tradición que la obra de Rojas aportaría. Había escuchado, además, algún fragmento que circula por <i>Youtube</i> (en concreto de la escena V del acto II) y el resultado me había parecido muy interesante. Por otro lado, las críticas favorables de sus contemporáneos, así como el halo que rodeaba a esta <i>La Celestina,</i> me habían hecho depositar en ella muchas esperanzas. Pero el chasco que me he llevado tras asistir a la representación de toda la obra ha sido mayúsculo, e intentaré explicar por qué.</p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizOs7NWKu1_4-rQJ6-4sXunzfOel5ejuQ5234SQ6Y_tfU3qFGwDfLhECsbYwGy3Tpbjv66JcX5aci0kfAwJ_Tg2xhIjy8-AZHF0h5YPD517Jov4KpzkXIstAFU9F9mhE5ZLaOwGeEX89D0dPALRBDhjMLdQ26nLkLSdqke95FDteJiH5U7gn1wSI1V/s905/Celestina05.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="905" data-original-width="640" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizOs7NWKu1_4-rQJ6-4sXunzfOel5ejuQ5234SQ6Y_tfU3qFGwDfLhECsbYwGy3Tpbjv66JcX5aci0kfAwJ_Tg2xhIjy8-AZHF0h5YPD517Jov4KpzkXIstAFU9F9mhE5ZLaOwGeEX89D0dPALRBDhjMLdQ26nLkLSdqke95FDteJiH5U7gn1wSI1V/w283-h400/Celestina05.jpg" width="283" /></a></div>
Es cierto que nos hallamos ante una partitura repleta de intencionalidad teórico-programática y de recursos técnicos —todos ellos magníficamente analizados por Emilio Casares Rodicio en el artículo incluido en el programa de mano entregado por el Teatro de la Zarzuela (y en este <a href="https://www.youtube.com/watch?v=dRcT6cqUq7k" target="_blank">vídeo</a> que ha hecho público el Teatro de la Zarzuela)—, pero muy corta (casi ayuna, la verdad) de inspiración melódica de altura (que sólo encontramos en momentos puntuales y destacados dramáticamente). Si a ello le añadimos, además, el hecho de que Pedrell optó por un estilo de canto rígidamente dialogal (el conocido <i>sprechgesang</i> de los alemanes) y renunció al encuentro concertante de las voces y a todas aquellas estructuras tradicionales de la ópera (arias, recitativos, concertantes, dúos, etc.)*, tenemos como resultado una obra que, en conjunto, me pareció excesivamente monótona y reiterativa. Creo, además, que el músico catalán no consiguió imprimir la necesaria fuerza dramática a determinadas escenas fundamentales del libreto que, o bien suenan demasiado confusas y embarulladas —el asesinato de Celestina, que se convierte en un galimatías de voces y sonidos—, o bien carecen de la emoción, lirismo y trascendencia que se esperan de ellas, llegando a resultar anodinas (por ejemplo, el suicidio de Melibea, que pasa sin pena ni gloria). En resumen: después de asistir a la interpretación completa (o casi**) de la partitura puedo afirmar que entiendo —más allá de las expectativas que la obra despertó entre los contemporáneos de Pedrell, siempre inscritas dentro del problema de la "ópera nacional", que tanto preocupó en aquellos años— por qué esta obra ha quedado arrumbada por el tiempo. Todo lo dicho, por supuesto, no significa que no me parezca magnífica la iniciativa del Instituto Complutense de Ciencias Musicales, de la Sociedad Española de Musicología y del musicólogo David Ferreiro Carballo, que
ha sido el responsable de recuperar esta prestigiosa (y casi mítica) partitura de uno de nuestros músicos más importantes. Pero las cosas son como son, y resulta que para triunfar y llegar a sedimentarse en la memoria colectiva y en el gusto del público cualquier obra artistica no sólo tiene que estar dotada de una sólida estructura técnica y de rigurosos principios teóricos (y, en este caso, musicales), sino que también debe tener alma, chispa, inspiración, fuerza dramática y ese plus (en este caso melódico, en mi opinión) del que, por desgracia, carece <i>La Celestina</i> de Pedrell.<p></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjofFOOdt6-jU8BxNh0f4Mw8fkt4zxwY4ZOPfHjPdyNsGgj5XE0LTN_VW6i9bQ7lekIJDEj3f3de-EDL85uiaTnrgnQ5GF2bErpNWKAj4CW6i7hfHhpkqTq00W_XhOkZD-_Z5nCBWCsyG5K1K_sPD6Gp-FVX_B2x8k68XUQguc6NNRmC9dvCkkLvdeC/s1200/Celestina01.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="630" data-original-width="1200" height="283" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjofFOOdt6-jU8BxNh0f4Mw8fkt4zxwY4ZOPfHjPdyNsGgj5XE0LTN_VW6i9bQ7lekIJDEj3f3de-EDL85uiaTnrgnQ5GF2bErpNWKAj4CW6i7hfHhpkqTq00W_XhOkZD-_Z5nCBWCsyG5K1K_sPD6Gp-FVX_B2x8k68XUQguc6NNRmC9dvCkkLvdeC/w539-h283/Celestina01.jpg" width="539" /></a></div><p></p><p><b>Guillermo García Calvo</b> se entregó de lleno y transmitió la gran ilusión que ha puesto en el proyecto. Dirigió a una orquesta empastada y supo seguir, esperar y estar pendiente de las dinámicas para facilitar la (difícil) labor de los solistas, que acometieron partes (todas ellas) muy exigentes desde el punto de vista vocal.
<br /><br />
El papel de Celestina, encomendado en principio a la mezzo Ketevan Kemoklidze (que se cayó del cartel inesperadamente), fue asumido por <b>Maite Beaumont.</b> La pamplonica nos obsequió con una lectura variada, atenta y muy entregada, llena de intención, aunque el instrumento es demasiado lírico, pequeño y carece de la opulencia deseable para interpretar un personaje de edad madura, de modo que resultó menos creíble de lo que habría sido deseable (sobre todo porque, además, la soprano encargada del rol de Melibea tiene un instrumento bastante importante, con lo que el efecto de contraste entre las dos voces se perdió). Una lástima, por tanto, que no participara la cantante georgiana, pues su voz es mucho más contudente y oscura que la de la española, y creo que habría podido dar vida con mayor credibilidad a la figura de la vieja (no lo olvidemos) alcahueta. Pero hay que agradecer a Beaumont el valor para afrontar tan exigente <i>particella,</i> y el que lo hiciera contando con muy poco tiempo para su preparación (apenas 15 días, al parecer).</p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguwf2scRMrBzoiKiDpakJznh8G7lpiFCDC_7eu533YbQw4r4bEh6ZZcHL49np3mGcHgB5JLLHQTDYhjPTXIkfjoe2y5Sq3q2BzzYNSI3A754DTw4c2Zgr1L9mFkoILzq-rQEpefc8WuJjy1_3P1jecRiZSugeZ30SyNbRihj3GF1wxIqtjqSq7br4D/s1750/Celestina06.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1086" data-original-width="1750" height="249" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguwf2scRMrBzoiKiDpakJznh8G7lpiFCDC_7eu533YbQw4r4bEh6ZZcHL49np3mGcHgB5JLLHQTDYhjPTXIkfjoe2y5Sq3q2BzzYNSI3A754DTw4c2Zgr1L9mFkoILzq-rQEpefc8WuJjy1_3P1jecRiZSugeZ30SyNbRihj3GF1wxIqtjqSq7br4D/w400-h249/Celestina06.jpg" width="400" /></a></div><br />
La soprano donostiarra <b>Miren Urbieta-Vega</b> encarnó a Melibea, y lo hizo estupendamente (la mejor de la velada, junto a Beaumont y Rodríguez): su voz es de lírica plena, con cuerpo, anchurosa, gran morbidez y bello centro, aunque también desplegó buenos agudos en un papel que no carece de dificultades en la zona alta de la tesitura. Su entrega fue total y creció exponencialmente, como si con ello quisiera paliar todas las carencias que dejó al descubierto su partenaire masculino (cuestión de la que hablaré enseguida). Estupenda prestación la suya.<p></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjedfPeUv9rnQj5QOla-pRMxiKvdy-3niWqhnvr299OUJqnUVYF7DZsK0SE2XAHyN2CGuvIqMp1VMR19vWpCC-FC99JZtgNHNz3As477y7G51113NXw7kQKP82VE6sgXScpHTBu_cQaKbJgTtD4XbwzzW0bzVMFU5vNwTuI4odb17elqh78TuiGwvGL/s1248/Celestina08.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="770" data-original-width="1248" height="301" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjedfPeUv9rnQj5QOla-pRMxiKvdy-3niWqhnvr299OUJqnUVYF7DZsK0SE2XAHyN2CGuvIqMp1VMR19vWpCC-FC99JZtgNHNz3As477y7G51113NXw7kQKP82VE6sgXScpHTBu_cQaKbJgTtD4XbwzzW0bzVMFU5vNwTuI4odb17elqh78TuiGwvGL/w490-h301/Celestina08.jpg" width="490" /></a></div><br /><b>Andeka Gorrotxategi</b> —al que no recuerdo haber escuchado nunca antes de esta función— asumió (en penosas condiciones, por cierto) el dificilísimo papel de Calisto, lleno de dificultades canoras, de saltos interválicos y de endiabladas subidas al agudo. El tenor es dueño de una voz oscura, de tintes baritonales y sonido <i>spinto,</i> pero suena entubada, gutural, de emisión trasera y con tendencia al engolamiento. Además se mostró escaso de imaginación en el fraseo y las dinámicas, sonando siempre en <i>forte.</i> En resumen: estuvo absolutamente desastroso durante toda la función, hasta el punto de que hacia mitad de la misma empezó a gallear, a emitir defectuosamente y, finalmente, a quedarse sin voz, optando sólo por meter frases cuando buenamente le permitía su aparato fonador. Un desastre, vamos. A juzgar por críticas leídas en los medios y por comentarios publicados en ciertos foros especializados —referidos a diversos incidentes sufrido por el cantante—, parece que Gorrotxategi tiene un déficit técnico y su zona de paso no está bien resuelta, de modo que, a pesar de no llevar demasiados años de carrera, es posible que haya empezado a experimentar problemas que llevan a lo ocurrido en la presente función. Sea como fuere, lo cierto es que el resultado fue desilusionante y la actitud del teatro poco respetuosa para con el publico, pues lo mínimo que podrían haber hecho es informar de la supuesta indisposición que parecía sufrir el tenor, y no dejar que un cantante en esas condiciones concluyera una función que acabó desluciendo completamente (aunque bien es cierto, como ya he dicho, que ello sirvió para que Urbieta-Vega se creciera ante las dificultades de su compañero y pusiera toda la carne en el asador en el último acto).
<br /><br />
El barítono <b>Juan Jesús Rodríguez </b>fue un estupendo Sempronio, exhibiendo todas las buenas cualidades que le caracterizan: voz empastada, contundente, robusta, oscura y de fácil proyección, que el intérprete maneja con inteligencia, seguridad, gusto, intención y variedad en el fraseo. El mejor de la velada, en mi opinión, junto a Beaumont y Urbieta-Vega.<p></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjG9CVLDpQ-2sei5eF3uteV8943CP7_aspUvUHxd9lroVjhYTPjZfnDL6GbTtWTO2Vweo3QiM801zYhAYYG2H0ZrMo_QZ1_YXqwhjuZ-2wPenejitDgy3e7vFHdbyuYOGJKfVrJwsldTj7ajhofVqydOf8AVt7Svxi8hgf6RWS0xuvH3kDVlciK8FZ8/s1920/Celestina09.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1920" height="274" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjG9CVLDpQ-2sei5eF3uteV8943CP7_aspUvUHxd9lroVjhYTPjZfnDL6GbTtWTO2Vweo3QiM801zYhAYYG2H0ZrMo_QZ1_YXqwhjuZ-2wPenejitDgy3e7vFHdbyuYOGJKfVrJwsldTj7ajhofVqydOf8AVt7Svxi8hgf6RWS0xuvH3kDVlciK8FZ8/w487-h274/Celestina09.jpg" width="487" /></a></div><br />
<b>Simón Orfila</b> fue un buen Parmeno, excelente conmilitón de Rodríguez en los diferentes números que la partitura de Pedrell ofrece a ambos.<br /><br />
Destacables, asimismo, las tres "doncellas" de la función, especialmente la soprano <b>Sofia Esparza</b> en el lucido papel de Lucrecia; aunque a mí me gustó mucho la Elicia de <b>Lucía Tavira,</b> dueña de una hermosa voz de soprano lírica, con un precioso <i>vibrato</i> que la cantante empleó con gusto e inteligencia. Cantó, además, con gracia y picardía, dando entidad y credibilidad a su personaje popular. Tanto ella, como <b>Gemma Coma-Alabert</b> (Areúsa), Simón Orfila y Juan Jesús Rodríguez intervinieron, por cierto, en uno de los momentos más interesantes e inspirados de la partitura (el de la cena en casa de Celestina, en el acto III, cuadro II, escena III).<p></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPIgTSzMOyklBdh2QA8JGl_TrEXYShKJAzqDoEBA3VTf3GB82NBJuuvrQdazIohok7GkMfqFGOqc3yiT1KX7l0ya4DNQEpN2oAuwrQC07quj4G5iUTbprsum2SeI_JN7QlYZ8QnZA41tNcD79Yyp3Cst8vVcDdBdA9h3PtrCTbryztmZryd0vgtJEf/s1200/Celestina07.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="675" data-original-width="1200" height="256" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPIgTSzMOyklBdh2QA8JGl_TrEXYShKJAzqDoEBA3VTf3GB82NBJuuvrQdazIohok7GkMfqFGOqc3yiT1KX7l0ya4DNQEpN2oAuwrQC07quj4G5iUTbprsum2SeI_JN7QlYZ8QnZA41tNcD79Yyp3Cst8vVcDdBdA9h3PtrCTbryztmZryd0vgtJEf/w455-h256/Celestina07.jpg" width="455" /></a></div><br />
Bien el resto de intépretes, que se mostraron muy entregados y cumplidores, aunque me sorprendió la vocecita sorprendentemente pequeña y corta de <b>Mar Esteve</b> (en la piel del paje Tristán), pese a su categoría de <i>mezzo.</i><br /><br />
Muy correcto el coro, en una obra que otorga bastante importancia al pueblo.
<br /><br />
-----------
<br /><span style="font-size: x-small;">* Elección que me parece de lo más lógica, dado que Pedrell fue un compositor muy preocupado por lo teórico, bien informado sobre las corrientes musicales ultrapirenáicas y que escribió tras la revolución que Wagner trajo a la música escénica.<br /><br />
** Y digo casi porque para esta versión en concierto se prescindió de importantes fragmentos de la obra (algo que me parece también reprochable, dado que se trata del estreno absoluto mundial). Concretamente, en el acto I, el diálogo entre Calisto y Parmeno (escena III) y el primer encuentro de estos con Celestina (escena IV); en el acto II, cuadro I, el diálogo entre Parmeno y Sempronio (escena I) y fragmentos del diálogo entre Lucrecia y Celestina (escena IV); en el acto III, cuadro I, fragmentos de la visita de Calisto a Melibea (escena I); en el acto IV, parte del diálogo entre Pleberio, Lucrecia y Melibea (escena II), así como del lamento de Melibea (escena III).</span><p></p><p><br />
</p></div></div>Alberich el Negrohttp://www.blogger.com/profile/12256997189693262508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2501194324846922196.post-11404135749689282172022-07-15T11:00:00.005+02:002022-11-02T17:49:12.603+01:00NABUCO, EN EL TEATRO REAL DE MADRID<br /><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCiTPL7tc4wWAa8lICAV0k5VAmUbTtGwyyAvuVJ6hNuk2ZFbhB3snw0KGn1K5TX6Bpgl0d76VLry_OH_RnbTlsVK3P22LrcOe1PXMHnm4WtK015JHbXWeGE7QDwuTTYPQuwNQTlQIGYhzGdfiqmdYsKIcAsOkmmQ5FELPnH42v1g-oQv7AGFYAKO5x/s1920/Nabuco01.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1920" height="230" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCiTPL7tc4wWAa8lICAV0k5VAmUbTtGwyyAvuVJ6hNuk2ZFbhB3snw0KGn1K5TX6Bpgl0d76VLry_OH_RnbTlsVK3P22LrcOe1PXMHnm4WtK015JHbXWeGE7QDwuTTYPQuwNQTlQIGYhzGdfiqmdYsKIcAsOkmmQ5FELPnH42v1g-oQv7AGFYAKO5x/w388-h230/Nabuco01.jpg" width="388" /></a></div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-small;"><i>Nabucco, dramma lirico</i> en cuatro actos, con música de Giuseppe Verdi y libreto de Temistocle Solera, basado en la obra <i>Nabuchodonosor</i> (1836), de Auguste Anicet-Beourgeois y Francis Cornu, y en el ballet <i>Nabuccodonosor</i> (1838), de Antonio Cortesi. Estrenada en el Teatro alla Scala de Milán el 9 de marzo de 1842.— Director musical: Sergio Alapont.— Director de
escena: Andreas Homoki.— Escenógrafo y figurinista: Wolfgang Gussmann.—
Iluminador: Frank Evin.— Coreógrafo: Kinsun Chan</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">.—</span> Dramaturgo: Fabio Dietsche</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">.— </span>Director del coro: Andrés Máspero</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">.—</span>
Intérpretes: Luis Cansino (Nabucco), Eduardo Aladrén (Ismaele), Simon Lim (Zaccaria), Oksana Dyka (Abigaille), Aya Wakizono (Fenena), Felipe Bou (El gran sacerdote), Fabián Lara (Abdallo),
Maribel Ortega (Anna).— Coro y Orquesta titulares del Teatro Real (Coro
Intermezzo / Orquesta Sinfónica
de Madrid).— Teatro Real de Madrid.— Miércoles, 13 de julio de 2022,
19:30 horas.</span></p><p style="text-align: justify;"><span class="letrag">H</span>an pasado 151 años desde que no se escuchaba en el Real esta obra maestra del <i>melodramma</i> lírico italiano y, sin embargo, tuve la mala fortuna de asistir a una función donde se hallaba, a juzgar por las críticas leídas estos días sobre los otros repartos, la peor Abigaille de todas las contratadas por el coliseo lírico madrileño. Ya es lástima, pues estamos ante una obra fundamental del repertorio y estribo sobre el cual Verdi, cuando ya todo parecía estar perdido, se subió al caballo que habría de llevarle cabalgando triunfalmente hacia una inmortalidad mas que merecida (según se vio después). Un <i>dramma lirico</i> que, como se ha destacado estos días en las críticas y el programa de mano del propio teatro, rompió con la estructura tradicional de trama amorosa que caracteriza a la mayoría de las óperas del momento y que sitúa en primer plano de la acción el sentimiento de desamor y rechazo y, sobre todo, el conflicto político representado por dos autoridades absolutas enfrentadas entre sí —el déspota Nabucco y el providencialista Zaccharia— que representan a sus pueblos respectivos, siendo estos, a la postre (y concretamente el hebreo) los verdaderos protagonistas de toda la acción.<br /><br />Impuso brío y muchas ganas <b>Sergio Alapont</b> al frente de la Sinfónica de Madrid, aunque optó por unos contrastes de <i>tempo</i> (en la obertura, en el <i>finale</i> del acto I) que resultaron demasiado radicales y veloces en exceso, hasta el punto de comprometer alguna vez la intervención de los solistas a causa de la premura impuesta. Pero, en términos generales, sirvió bien una partitura que tampoco se caracteriza, precisamente, por la sutileza y la complejidad de su orquestación, y donde los matices y finuras o exquisiteces armónicas ceden todo protagonismo al brío musical, el ritmo, lo épico y la grandiosidad.<br /><br /><b>Luis Cansino,</b> en la piel de Nabucco, se mostró correcto y cumplidor, yendo de menos a más a lo largo de la función. El barítono galaico-madrileño es dueño de un instrumento interesante y despliega un estilo de canto de buena factura, pero la voz resulta algo liviana para un personaje que, en principio, es bastante más dramático o que, al menos, debe ser capaz de sobreponerse al volumen de una poderosa orquesta y un nutrido coro. Y Cansino, claro está, no consiguió ofrecer lo que algún crítico contemporáneo del estreno de la ópera en 1842 dijo a propósito de Giorgio Ronconi, el barítono que interpretó por vez primera este mismo rol: <i>«Su voz no es particularmente melodiosa, ni su entonación estrictamente precisa... sin embargo... Su potencia es inmensa, y su extensión extraordinaria para un barítono. En los pasajes en</i> forte <i>su volumen llena el teatro como un trueno; en las frases apasionadas, cuando el artista alcanza un Sol, o a veces un La, con toda su potencia, el efecto es casi eléctrico»</i>. Pese a todo Cansino construyó un monarca babilonio de bastantes quilates. Como ya digo, su presentación no resultó especialmente destacable (a lo cual contribuyó, sin duda, el anodino y feísimo vestuario que le plantaron), pero ya con el emocionante pasaje del castigo divino <i>("Qui mi toglie il regio scettro?")</i> Cansino se vino arriba, desplegando un buen <i>legato,</i> variedad en el fraseo y bastante expresividad. Remató la función con un muy buen <i>"Deh perdona"</i> —que se vio ensombrecido por la horrible contribución de la soprano— y un emocionante y contrito <i>"Dio di Giuda",</i> en el que emitió algunas frases magníficas de largo aliento.<br /><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4W29-TzwycodQVVWCsKS7wus62XYaCF8mmKg24PSOcdRWuRudT51lVpWuwywWhdlE2ewQKK3Z81IFbIvpCTAolvmmR1eMCjQqCb8G3sg0rQj-FeEQM6YXWtr07qzC_R7FbTPEX2lbDHr4Riox_nBNbXUGc501ZQMa3rQzpmE_t_D5nqZBWdu4XaqN/s1280/Nabuco02.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="925" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4W29-TzwycodQVVWCsKS7wus62XYaCF8mmKg24PSOcdRWuRudT51lVpWuwywWhdlE2ewQKK3Z81IFbIvpCTAolvmmR1eMCjQqCb8G3sg0rQj-FeEQM6YXWtr07qzC_R7FbTPEX2lbDHr4Riox_nBNbXUGc501ZQMa3rQzpmE_t_D5nqZBWdu4XaqN/s320/Nabuco02.jpg" width="231" /></a></div>El segundo mejor intérprete de la velada, en mi opinion, fue el bajo surcoreano <b>Simon Lim,</b> que estaba contratado, en principio, para dar vida al Gran Sacerdote, pero acabó sustituyendo al ruso Vinogradov, caído del elenco y al que un servidor tenía muchas ganas de escuchar en este rol (desde luego no era mi día). La voz de Lim desplegó nobleza, morbidez y seguridad en los numerosos ascensos al agudo que Verdi proyectó para este exigente rol, aunque se mostró algo tirante en dicha franja y algo débil en el registro más bajo. Pero el canto fue ajustado por estilo, gusto e intención.<br /><br />El punto negro (negrísimo) de una velada que no era para tirar cohetes, pero prometía ser más que correcta estuvo personificado en la Abigaille de la soprano ucraniana <b>Oksana Dyka,</b> que exhibió un instrumento anchuroso y con volumen apreciable, pero absolutamente descontrolado, siempre desafinado, desprovisto por completo de control para realizar la manor agilidad y carente de
homogeneidad y de apoyo en los graves (que se perdían en una nada inaudible). Un auténtico desastre. Ni siquiera como actriz fue capaz de aportar algo interesante a su interpretación, pues se mostró en todo momento rígida, convencional en sus movimientos y demasiado estatuaria, un poco como imaginamos a las clásicas divas operísticas de las parodias. Cada vez que aparecía en escena me venía a la cabeza el personaje de Susan Alexander de <i>Ciudadano Kane.</i> ¿La recuerdan? Pues eso... Me pareció tan increíble lo que estaba escuchando que no tuve más remedio que preguntarle a mi vecino de butaca si aquello era la realidad o un sueño. Y me lo confirmó con un: "Sí, sí. Es terrible".<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0AmQ-ijYPsW7mfzgvR4tYQ0wKvOkB_BaNgk2MwtEl3F48npe0lYjFWB6Z0pSfvEYX-9JX-h-Bh9HErXqvwai-j1vk8IMVAg-TXddhXNDXKphB6yU8ZuHnQWLW6Q2uqG_aIz3t25BrbkDfOjdeLxgEloKMm6KMtZMJBdKVf4sFj-hVuK8jXUd3TC4-/s800/Nabuco03.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="583" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0AmQ-ijYPsW7mfzgvR4tYQ0wKvOkB_BaNgk2MwtEl3F48npe0lYjFWB6Z0pSfvEYX-9JX-h-Bh9HErXqvwai-j1vk8IMVAg-TXddhXNDXKphB6yU8ZuHnQWLW6Q2uqG_aIz3t25BrbkDfOjdeLxgEloKMm6KMtZMJBdKVf4sFj-hVuK8jXUd3TC4-/w234-h320/Nabuco03.jpg" width="234" /></a></div>El de Ismaele es un personaje anecdótico y, quizá, el tenor protagonista menos relevante de toda la <i>opus</i> verdiana. En realidad sólo hace falta que acompañe a Fenena y sea capaz de dar réplica a algunas escenas con el coro y dejarse oír en los concertantes. Y son misiones que el tenor aragonés <b>Eduardo Aladrén</b> cumplió eficazmente. Se trata de una voz con caudal, volumen y facilidad para el agudo, pero que el dueño maneja sin demasiada fantasía, ni variedad y con un exceso de golpes de glotis y de sollozos. Se mostro cumplidor, en todo caso.<br /><br />Y otro tanto podríamos decir de Fenena, otro papel de escasa relevancia dramática y vocal al que dio vida la mezzo japonesa <b>Aya Wakizono,</b> salvando con eficacia su aria <i>"Oh, dischiuso è il firmamento!".</i><br /><br />El otro gran protagonismo de la noche recayó, como no podía ser de otro modo, en el coro, que estuvo imponente en cada una de sus intervenciones. ¡Qué soberbio trabajo está haciendo Máspero con el conjunto! Especialmente conmovedora y cuidada al detalle (por expresividad, fraseo, concertación) fue su lectura del celebérrimo <i>Va, pensiero!</i> que, como podíamos imaginar, también tuvo bis en esta función. Algo que ya empieza a resultar un poco forzado e incluso folclórico. Pero el respetable manda, y muchos de aquellos que bravearon a Dyka al final de la función también pidieron ahora (casi exigieron, podríamos decir) que se repitiera tan conocida página. Así es que...<br /><br />Bien el resto de intérpretes, sin destacar a ninguno en especial.<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4_QV2MO3TfvL7hgQ75djFhxb2Aq_uTc6i8Pf7sxjRjZ5TI2hDzHgom5ucLIxC5JXNVpgQ6BRGeIco3O5dmW7dz88Zu8ajUjciESTiWq2GNcDs6MS2z9DsHYEgn2_oMe5b5VxbfkJehC7XpBsVAJgdKnAQqQHP_QqKBtuSyJrdyKfWmusDFNCYqHjk/s1600/Nabuco04.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="650" data-original-width="1600" height="163" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4_QV2MO3TfvL7hgQ75djFhxb2Aq_uTc6i8Pf7sxjRjZ5TI2hDzHgom5ucLIxC5JXNVpgQ6BRGeIco3O5dmW7dz88Zu8ajUjciESTiWq2GNcDs6MS2z9DsHYEgn2_oMe5b5VxbfkJehC7XpBsVAJgdKnAQqQHP_QqKBtuSyJrdyKfWmusDFNCYqHjk/w400-h163/Nabuco04.jpg" width="400" /></a></div><br />De la puesta en escena ¿para qué hablar? Más de lo mismo: gabardinas, reubicación cronológica de la acción con mensaje político-social incluido... ¡Lo que habría dado yo por ver en el escenario algún león babilonio, unas cuantas columnas y a Nabucco con una candys, tiara y largas barbas! Pero nada; en su lugar gorras, vestidos con miriñaques, uniformes militares del siglo XIX, pistolas y botas altas de cuero. En fin... Y todo ello colocado en un monótono escenario pintado de verde, con dos niñas omnipresentes que se hacían algo pesadas y una especie de tabique que giraba y también encerraba mensaje (según destaca el artículo de Matabosch incluido en el programa de mano para justificarnos la elección de tan feísima puesta en escena). ¡Y pensar que detrás de ella hay, nada menos, que ocho personas, entre director de escena, figurinista, iluminador, dramaturgo, etc.!</div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br />En fin... Y esto es lo que dio de sí la función referida. Al final de la misma muchos aplausos, numerosos <i>brava</i> y <i>bravi</i> de los pedantuelos de turno y unos cuantos abucheos que algunos lanzamos para equilibrar las cosas y que no pareciera que allí todo había sido miel sobre hojuelas.<br /><p></p></div><br />Alberich el Negrohttp://www.blogger.com/profile/12256997189693262508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2501194324846922196.post-54379393331703069072022-02-10T22:37:00.008+01:002022-11-06T15:29:16.888+01:00UN "OCASO DE LOS DIOSES" PASADO POR AGUA<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-small;"><i>Götterdämmerung (El ocaso de los dioses), </i>tercera jornada, en un prólogo y tres actos, del festival escénico <i>Der Ring des Nibelungen (El anillo del nibelungo),</i> con libreto y música de Richard Wagner. Estrenada en el Festival de Bayreuth el 17 de agosto de 1876.— Director musical: Pablo Heras-Casado.— Director de
escena: Robert Carsen.— Escenógrafo y figurinista: Patrick Kinmonth.— Iluminador: Manfred Voss.— Director del coro: Andrés Máspero</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">.—</span> Intérpretes: Andreas Schager (Siegfried), Lauri Vasar (Gunther), Martin Winkler (Alberich), Stephen Milling (Hagen), Ricarda Merbeth (Brünnhilde), Amanda Majeski (Gutrune), Michaela Schuster (Waltraute), Claudia Huckle (1ª norna), Kai Rüütel (2º norna), Amanda Majeski (3ª norna), Elizabeth Bailey (Woglinde), Maria Miró (Wellgunde), Claudia Huckle (Flosshilde).— Coro y Orquesta titulares del Teatro Real (Coro Intermezzo / Orquesta Sinfónica
de Madrid).— Teatro Real de Madrid.— Jueves, 3 de febrero de 2022, 18:30 horas.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-small;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-small;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhnwXrIQxLRLOi75pasmg0pGAzVL95JD8mCWw7Gu1Q_KyvVZP6_P2QZHv2uSYxgH1A5lVl00CWuV33psPIwEhO2gFyYyTXZKWnCeOCLUUhScnBpfa9n4wsXPQsXJvOiD0T_0fXgOLBAnPtiozb8bZISkHcw8-CjkXFqw8Mw7AXlMCA9uoGw3sZKCaCI=s2783" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2086" data-original-width="2783" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhnwXrIQxLRLOi75pasmg0pGAzVL95JD8mCWw7Gu1Q_KyvVZP6_P2QZHv2uSYxgH1A5lVl00CWuV33psPIwEhO2gFyYyTXZKWnCeOCLUUhScnBpfa9n4wsXPQsXJvOiD0T_0fXgOLBAnPtiozb8bZISkHcw8-CjkXFqw8Mw7AXlMCA9uoGw3sZKCaCI=w400-h300" width="400" /></a></span></div><p style="text-align: justify;"><span class="letrag">H</span>e de reconocer que, vivida en el teatro y constreñido en una de las minibutaquitas del Real durante cinco horas (ya sólo 1 hora y 55 minutos en el I acto), mi experiencia con esta tercera (y última) jornada de la que, posiblemente, sea una de mis obras líricas favoritas (la <i>Tetralogía)</i> termina convirtiéndose en una experiencia <i>quasi</i> pesadillesca y un punto insufrible. Si a eso le añadimos, además, lo anodino de la puesta en escena (con menos interés que un zapato viejo) y el hecho (fundamental) de que las funciones actuales suelen caracterizarse por un nivel medio/bajo en lo vocal, pues... Pero la música de Wagner, su proyecto musical en esta gran creación, consiguen que logren superarse casi todos los obstáculos (incluso la falta de espacio y de movilidad)...</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEilreLbI6r8mgHbYuVpw33VtW7UgQIw1e0FZOGNx6HAc0kjSz9X8PhpJs2qkPxpuu5rt4v-GviftXquvKUnMqrwon8p0wDlxOAkDyuikpWOWAO9Ib7lMk4dfRr9LVdU-hw7Q8U_DeGj-09_MReEWwfRnzortNF33bc6Xg-DjCRinAWokkdh1l915nZw=s1920" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1920" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEilreLbI6r8mgHbYuVpw33VtW7UgQIw1e0FZOGNx6HAc0kjSz9X8PhpJs2qkPxpuu5rt4v-GviftXquvKUnMqrwon8p0wDlxOAkDyuikpWOWAO9Ib7lMk4dfRr9LVdU-hw7Q8U_DeGj-09_MReEWwfRnzortNF33bc6Xg-DjCRinAWokkdh1l915nZw=w400-h250" width="400" /></a></div><p style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><span style="font-size: x-small;"> No, no es un anuncio de colonia, ni de fino La Ina. Es el cartel para estas funciones del Teatro Real</span></span><br /></p><p></p><p style="text-align: justify;">Mi crónica será casi telegráfica; primero porque no tengo demasiado tiempo --ya, de hecho, este comentario va muy atrasado respecto de la velada que comenta-- y, segundo, porque la función tampoco merece un exceso de atención, aunque no dejó de ser correctísima en términos generales.</p><p style="text-align: justify;"><b>Pablo Heras Casado</b>, factótum musical de esta <i>Tetralogía</i> programada en el último cuatrienio, desplegó buen pulso dramático y acertados <i>tempi </i>durante toda la velada (servidor es un maniático de esta última cuestión), sin caer en el excesivo <i>rallentando</i> que algunos utilizan para dar mayor grandiosidad a una música que ya la tiene de por sí. Algo desilusionante, sin embargo, (por falta de brío, de matices, de dinámicas), en la parte musical quizá más esperada y conocida de la obra: la <i>Trauermarsch,</i> que sonó contundente (la percusión excesiva), pero algo falta de inspiración y homogeneidad en su conjunto. Con todo, bastante bien en general.</p><p style="text-align: justify;">
<b>Ricarda Merbeth</b> fue una Brünnhilde absolutamente fallida. Su voz --que, en realidad, no valdría siquiera para ofrecer una perfecta Sieglinde-- es demasiado lírica, carece de registro medio y grave para hacer frente a la exigente partitura que Wagner otorgó a la valquiria predilecta y, por ende, fue
incapaz de transmitir toda la fiereza, bravura y sentimiento que este maravilloso papel debe transmitir. Es cierto que los agudos estaban ahí, pero sin la potencia y sonoridad necesarias para hacer creíble la grandiosidad épica del personaje. Luego, además, el sonido por abajo aparecía completamente ahogado y roto, casi musitado, sin peso. Estuvo muy entregada (entregadísima, es cierto), pero el rol no consiste sólo en alcanzar las notas altas (con mayor o menor suficiencia). En resumen: muy poco adecuado y creíble.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgbuccyARFDJ9vGm4b3HGWG_ZhUsJjQFjMXb94BjevoC9lzwbEAZSfm0oL1dQ2y78K4NxjCSWeCdKL8qTBpjVvzRHqNrS8uV2E8Sdi0k1ANcWVvRD0lipEvY8IDMIJDsiJD-DHC8KKCN8-8LVccjbHAIO_vJ-5xKILjaO9zEThKCaweI3UlakNsdhHM=s1200" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="751" data-original-width="1200" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgbuccyARFDJ9vGm4b3HGWG_ZhUsJjQFjMXb94BjevoC9lzwbEAZSfm0oL1dQ2y78K4NxjCSWeCdKL8qTBpjVvzRHqNrS8uV2E8Sdi0k1ANcWVvRD0lipEvY8IDMIJDsiJD-DHC8KKCN8-8LVccjbHAIO_vJ-5xKILjaO9zEThKCaweI3UlakNsdhHM=w400-h250" width="400" /></a></div><p></p><p style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><span style="font-size: x-small;">Sigfrido le promete amor eterno a Brunilda en el acto I, pero luego se olvida de ello por culpa de una poción mágica</span></span><br /></p><p style="text-align: justify;"><b>Andreas Schager</b> fue, en mi opinión, el gran triunfador de la noche (aunque no al que más se aplaudió, todo sea dicho). Lo recordaba del <i><a class="postlink" href="https://desdeelnibelheim2.blogspot.com/search/label/Rienzi">Rienzi</a></i> que se interpretó en este mismo Teatro Real en 2012, y del Siegfried que le pude escuchar también en el <i><a class="postlink" href="https://desdeelnibelheim2.blogspot.com/search/label/Tetralog%C3%ADa#!/tcmbck">Götterdämmerung</a></i> de La Scala el 2013 y, según esos recuerdos, no pensé que pudiera sacar adelante satisfactoriamente el exigentísimo papel de tenor que aquí construyó Wagner. Pero, para mi sorpresa, se mostró seguro y sólido durante toda la función, llegando al final de la misma en plenitud de facultades y muy entero. Con una voz muy "germánica", de gran amplitud, fáciles agudos y perfectamente audible en todo momento, demostró que el instrumento ha ido ensanchando desde aquellas ocasiones en que yo lo vi. En definitiva: construyó un Siegfried muy convincente, juvenil (casi insultante podríamos decir), siempre atento a las dinámicas y que alcanzó intacto (al menos tal fue mi impresión) el final de la función. Estupendo.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhxgSNUjj1OTx6w1gGZ5JKlaabU8eslXNo7EhJBpETLfZJ2VDZ4OGgMwVuKt2HzVWUivWga_94VNe4j61Cg4EGwJiRX6Ic7N-h7kbCYRv4Gzuv74eIB3XyJHXyCrz-peL0TAYhtHAtOHK-VeSWkAsTE839OEoSnAfMmdxAAnhEiatK5mLFl3ArBjv73=s1920" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1920" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhxgSNUjj1OTx6w1gGZ5JKlaabU8eslXNo7EhJBpETLfZJ2VDZ4OGgMwVuKt2HzVWUivWga_94VNe4j61Cg4EGwJiRX6Ic7N-h7kbCYRv4Gzuv74eIB3XyJHXyCrz-peL0TAYhtHAtOHK-VeSWkAsTE839OEoSnAfMmdxAAnhEiatK5mLFl3ArBjv73=w400-h250" width="400" /></a></div><p></p><p style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><span style="font-size: x-small;">Schager/Sigfrido, el gran triunfador de la noche (para quien esto escribe)</span></span><br /></p><p style="text-align: justify;">El Hagen de <b>Stephen Milling</b> fue, a todas luces insuficiente. No es que uno esperase encontrarse con un Gottlob Frick redivivo, la verdad, pero sí con alguien que fuera capaz de dar mayor "hondura" y oscuridad a un rol que necesita ambas como el campo el agua de mayo. El instrumento de Milling, aunque estimable, resulta, sin embargo, demasiado claro, se resiente mucho en la franja grave y, además, anda bastante corto de volumen. Todo lo cual forma una cóctel terrible, tratándose del segundo personaje más siniestro de toda la Tetralogía. No estuvo mal, empero, en su feroz llamada a los "guibichungos", pero tampoco lo destacaría especialmente durante la función.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgw5cwoNGMPsbWc99DHS4_u_NlfO5Az6LvJjm7xco6-PT5j1xOxDJj6unwh9Tqv8QpGZtZ-56ppZQ-Hqc_pCMSpR1Uwc0WTeHf4-hXHJZpUmG77Bg1fv5f4nExaRz6UWFodqxC_vhDdCU_-Jlh0Oq8IKdLPYYbfwtoffixXesVm_peKRpK6bUESk-NL=s1024" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="576" data-original-width="1024" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgw5cwoNGMPsbWc99DHS4_u_NlfO5Az6LvJjm7xco6-PT5j1xOxDJj6unwh9Tqv8QpGZtZ-56ppZQ-Hqc_pCMSpR1Uwc0WTeHf4-hXHJZpUmG77Bg1fv5f4nExaRz6UWFodqxC_vhDdCU_-Jlh0Oq8IKdLPYYbfwtoffixXesVm_peKRpK6bUESk-NL=w400-h225" width="400" /></a></div><p></p><p style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><span style="font-size: x-small;">Hagen un poquito antes de darle "matarile" al pobre Sigfrido</span></span><br /></p><p style="text-align: justify;">
Más anodino aún resultó el ya, de por sí estúpido, rol de Gunther en la voz de <b>Lauri Vasar.</b> Correcto, pero sin nada que destacar realmente desde el punto de vista vocal, lo cual resulta letal en un papel tan impersonal y veleta desde el punto de vista dramático. Aceptable, sin más.</p><p style="text-align: justify;">
Mucho mejor la Gutrune de <b>Amanda Majeski.</b> Señorial y muy creíble en lo actoral y dramático, desplegó además un instrumento de gran calidad y consistencia, todo lo cual dio como resultado una princesa "guibichunga" más madura de lo que suele ser habitual. De lo mejor, junto al Siegfried de Schager.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEh9JQnrZzu_y5XL7sWg5fQBjvtqSuGr9g4D2cRIrMW1E3ic9ZSl_Ff9SrY-vW2ZCjM5SzWn4Eutiwpj5cgKTgPQ_upQCr-lWPNp3FOqWSpIPmAS1ahRjbwPZj18h02ZSPIT42RXRILHI5RKmPNuNGbk9J79sHxN4ihhoeUNluvBPZT0Aq_dPCUFDfMV=s1920" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1920" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEh9JQnrZzu_y5XL7sWg5fQBjvtqSuGr9g4D2cRIrMW1E3ic9ZSl_Ff9SrY-vW2ZCjM5SzWn4Eutiwpj5cgKTgPQ_upQCr-lWPNp3FOqWSpIPmAS1ahRjbwPZj18h02ZSPIT42RXRILHI5RKmPNuNGbk9J79sHxN4ihhoeUNluvBPZT0Aq_dPCUFDfMV=w400-h250" width="400" /></a></div><p></p><p style="text-align: center;"> <span style="color: #2b00fe;"><span style="font-size: x-small;">Sigfrido (el héroe) vacilando delante de Gutrune</span></span><br /></p><p style="text-align: justify;">Bastante destacable, también, la Waltraute de <b>Michaela Schuster,</b> máxime al compararla con la cortita Brünnhilde de Merberth.</p><p style="text-align: justify;">Me gustó mucho el Alberich de <b>Martin Winkler</b> en el dúo, tan siniestro como sugerente, que encontramos al comienzo del segundo acto (siempre que lo escucho, por cierto, me acuerdo de Rigoletto y Sparafucile). El bajo barítono austríaco desplegó una voz oscura, cavernosa, de resonancias guturales que le van muy bien al personaje en general y muy particularmente en esta escena tan expresionista como tenebrosa. Buena prestación.</p><p style="text-align: justify;">
En cuanto a los dos tríos femeninos (Nornas e hijas del Rin), destacar, sobre todo, a la citada Majeski, que también brilló como tercera Norna. El resto, por lo demás, cumplió sobradamente con su papel.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiNM4rQ-kagD_UOrqWZAR4zICQKrhk0LRxqThbqZG43SJCSlCAQ3K1XfWcMzAnWKgZgzFaHhQr-SmurYgW2fLJ6nnll7-7q7IU9fgrI4OzA4oD-ZSPgg5FOqh28dQXtatx19QTNMSqQEzgVUNx2Goztfq0XAK_kacv0KA_fXmwfWduIfOsJcCY1BmOh=s1030" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="515" data-original-width="1030" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiNM4rQ-kagD_UOrqWZAR4zICQKrhk0LRxqThbqZG43SJCSlCAQ3K1XfWcMzAnWKgZgzFaHhQr-SmurYgW2fLJ6nnll7-7q7IU9fgrI4OzA4oD-ZSPgg5FOqh28dQXtatx19QTNMSqQEzgVUNx2Goztfq0XAK_kacv0KA_fXmwfWduIfOsJcCY1BmOh=w400-h200" width="400" /></a></div><p></p><p style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><span style="font-size: x-small;">Sigfrido hablando con las hijas del Rin en medio de la basurilla colocada por el director de escena</span></span> <br /></p><p style="text-align: justify;">
En cuanto a la puesta en escena... Humm... La puesta en escena... Bueno, pues más de lo mismo. Imagino que <b>Robert Carsen</b> tenía que justificar, de algún modo, sus honorarios, así es que, además de llenarnos el Rin de basura (¡oh, qué original!), también decidió que el ocaso de los dioses tenía que venir pasado por agua, aunque en el libreto se nos hable (con aplastante lógica dramática) de Loge; esto es: del fuego destructor y, sobre todo (no lo olvidemos), purificador. En fin... Es lo que hay.</p>Alberich el Negrohttp://www.blogger.com/profile/12256997189693262508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2501194324846922196.post-17832990968514941302021-12-23T14:03:00.002+01:002022-11-06T15:27:31.949+01:00CRÓNICA TELEGRÁFICA DE UNA FUNCIÓN OPERÍSTICA MÁS<div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEifP5wnmH9TNsX30y3IdEiNIeOvu4ZLb2n1cvb9idYCsY8wRbRwECqCmdd4q0siurAy3o_XnVpbsOX-ZeLP2_L3veR4Wrvv1SB6rT3SiGiIC4J_UR8YTFyZKfUgEn1p-tuQI8ykgEU8-goGNQtyvc_qjecLmzr_n_JdFdI94BpwCfn38f-bJ2uzzDGh=s843" style="display: block; padding: 1em 0px; text-align: center;"><img alt="" border="0" data-original-height="843" data-original-width="562" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEifP5wnmH9TNsX30y3IdEiNIeOvu4ZLb2n1cvb9idYCsY8wRbRwECqCmdd4q0siurAy3o_XnVpbsOX-ZeLP2_L3veR4Wrvv1SB6rT3SiGiIC4J_UR8YTFyZKfUgEn1p-tuQI8ykgEU8-goGNQtyvc_qjecLmzr_n_JdFdI94BpwCfn38f-bJ2uzzDGh=s400" /></a></div><p></p>
<p></p>
<p><span style="font-size: x-small;"><i>La bohème,</i> ópera en cuatro actos, con libreto de Giuseppe Giacosa y Luidi Illica y música de Giacomo Puccini. Estrenada en el Teatro Reggio de Turín, el 1 de febrero de 1896.— Director musical: Nicola Luisotti.— Director de escena: Richard Jones.— Escenógrafa y figurinista: Stewart Laing.— Iluminadora: Mimi Jordan Sherin.— Intérpretes (1er reparto): Michel Fabiano (Rodolfo), Joan Martín-Royo (Schaunard), Vicenç Esteve (Benoît), Ermonela Jaho (Mimì), Lucas Meachem (Marcello), Krzysztof Baczyk (Colline), Roberto Accurso (Alcindoro), Ruth Iniesta (Musetta).— Coro y Orquesta titulares del Teatro Real (Coro Intermezzo / Orquesta Sinfónica de Madrid), Pequeños Cantores de la JORCAM.— Teatro Real de Madrid.— Miércoles, 15 de diciembre de 2021, 19:30 horas.</span>
</p><p></p>
<p></p>
<p style="text-align: justify;"><span class="letrag">F</span>unción digna, aséptica y sin elementos verdaderamente destacables (ni para bien, ni para mal). En definitiva: lo que suelen ser, en la actualidad, la mayoría de las funciones operísticas a las que asisto.</p>
<p style="text-align: justify;">Propuesta escénica <i>comme d'habitude</i> en estos tiempos inanes y faltos de carisma que vivimos (donde los montajes tradicionales y de cartón piedra ya empiezan a ser una novedad revolucionaria): en los actos primero y cuarto la habitual cajita de cerillas minimalista para representar la habitación de los muchachitos bohemios, con un planteamiento de falta absoluta de respeto hacia el público de las alturas (gallinero, laterales, etc.), que tuvimos el "privilegio" de ver a los cantantes sólo a partir de la cintura para abajo (¡y eso que, en su momento, anunciaron la caja escénica del Real como algo verdaderamente único en el mundo!)... En el segundo acto algún despliegue de creatividad más (aunque siempre metiendo todo como en cajitas de regalo) y un soso y desangelado acto III (que, por el contrario recuerdo impactante en la hermosa propuesta escénica de Giancarlo del Monaco, que pudimos disfrutar en este mismo teatro hace años).</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEg6WU1hka9Tka8OjedllahTyidaN-PRPklVRQSKaJZ5relvjbZuB9adQxiXI_Vu7H3jbsHrOa7kdUkPhY1-KT0RWMeuX_DMDzt-DmG8OQGomSuTaN8gInRj49QqoEYKq1TDhXYIYjgXKbawY7RjuMorX4wdb5NvXHW178HPS2mA138RIoQkk92NPtKo=s1030" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="515" data-original-width="1030" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEg6WU1hka9Tka8OjedllahTyidaN-PRPklVRQSKaJZ5relvjbZuB9adQxiXI_Vu7H3jbsHrOa7kdUkPhY1-KT0RWMeuX_DMDzt-DmG8OQGomSuTaN8gInRj49QqoEYKq1TDhXYIYjgXKbawY7RjuMorX4wdb5NvXHW178HPS2mA138RIoQkk92NPtKo=w400-h200" width="400" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><span style="font-size: x-small;">La cajita de cerillas-buhardilla que nos propuso Jones</span></span><br /></div><div> <p></p>
<p style="text-align: justify;">Luisotti lanzando la orquesta a pleno volumen contra los pobres (y cortitos) cantantes.</p>
<p style="text-align: justify;">Fabiano nos ofreció un monótono y poco variado Rodolfo. Es cierto que el tenor tiene una voz caudalosa, con cuerpo (aunque no especialmente bonita) y que se oye perfectamente. Pero canta de un modo tan plano y monocorde que... Además no hay una homogeneidad de registros (su paso del mezzoforte al piano en falsete era tan evidente y poco elegante que...). Su mejor momento (a mi entender) en el nostálgico dúo con Marcello del último acto.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiOddnvG01S4-Ok0ybL0YC8MEGXoYd207VeM__FIZHsGzJNfVq1cMngTLJCHRzmhJe-l9UkmAplN3hsqnjoXLllxKRx5vazFDlCvIgIwCY-B2T07slylyOqbryaSi93OeTCZwsRE-9jqZ9KO7G0hrhNIQvp9K_x6Alp-A9_fFmb2zVkpj1-7GjSn-_M=s1920" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1920" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiOddnvG01S4-Ok0ybL0YC8MEGXoYd207VeM__FIZHsGzJNfVq1cMngTLJCHRzmhJe-l9UkmAplN3hsqnjoXLllxKRx5vazFDlCvIgIwCY-B2T07slylyOqbryaSi93OeTCZwsRE-9jqZ9KO7G0hrhNIQvp9K_x6Alp-A9_fFmb2zVkpj1-7GjSn-_M=w400-h250" width="400" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><span style="font-size: x-small;">El Café de Momus (el momento escénico más espectacular de la función, lo cual no es decir mucho)</span></span><br /></div></div><div><p style="text-align: justify;"></p>
<p style="text-align: justify;"> </p><p style="text-align: justify;">La mejor de la noche, a mi entender, fue la Jaho. Pero no se piensen que por la adecuación ideal al papel, o por la enorme calidad de su instrumento. No, no... Nada de eso: la soprano albanesa tiene una vocecita que está bien lejos de lo que requiere el papel de Mimì (una lírica plena), pues carece por completo de graves (que sonaron entubados, débiles y forzados) y su voz es de un caudal y volumen bastantes discretos. Sin embargo, tanto a nivel actoral como canoro se mostró exquisita, variada y muy sensible, matizando cada palabra, fraseando con gusto y estilo y cincelando un discurso canoro que contribuyó a expresar muy acertadamente esa delicadeza tan propia de este personaje pucciniano. Su romanza del primer acto --frente a la de Fabiano, que pasó sin pena ni gloria y creo que estaba rebajada medio tono-- tuvo bastantes cosas interesantes: canto rubato (bien auxiliado por Luisotti), diminuendi, messe di voce, etc. Lástima el volumen y la falta puntual de legato en algunas momentos, que impidió dar mayor calidad a ciertas frases. Emocionante, asimismo, su parlamento del acto III ("Donde lieta uscì... Addio, senza rancor") que lanzó al público a premiarlo con aplausos.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhwmuwUsvO41rxTKV2Pux4aYqN5EuCPEbPUcMFNVyB8Bx4HEMNSL81IjTYmvGi_NuEiIRmyKgZyV7mmsYiarbu-fZYI7XQr7xpyCv_I4t_1XI1kLe6jYYev889I8hUdxLz2B3Lz97KTGZ45HS82aRxNmYKIhQ09vv4y9Mniurb3e3SBqSLFwVrA92Ja=s600" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="413" data-original-width="600" height="275" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhwmuwUsvO41rxTKV2Pux4aYqN5EuCPEbPUcMFNVyB8Bx4HEMNSL81IjTYmvGi_NuEiIRmyKgZyV7mmsYiarbu-fZYI7XQr7xpyCv_I4t_1XI1kLe6jYYev889I8hUdxLz2B3Lz97KTGZ45HS82aRxNmYKIhQ09vv4y9Mniurb3e3SBqSLFwVrA92Ja=w400-h275" width="400" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe;"><span style="font-size: x-small;">Mimì abandonando este mundo cruel en el último acto</span></span><br /></div></div><div><p></p><p style="text-align: justify;"></p>
<p style="text-align: justify;"> </p><p style="text-align: justify;">Meachem fue un Marcello aceptable, pero que tampoco pasará a la historia ciertamente. Y lo mismo podríamos decir del resto de intérpretes: el (demasiado) juvenil Colline de Baczyk, el anodino Schaunard de Martín-Royo, o la descaradísima y en exceso alocada Mussetta de Iniesta (que al final, sin embargo, da un vuelco a su papel, presentándonos una serena y madura novia de Marcello).</p>
<p style="text-align: justify;">
Como ya he dicho: una función seria, digna pero de poca emoción.</p><p></p><p></p></div>Alberich el Negrohttp://www.blogger.com/profile/12256997189693262508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2501194324846922196.post-31134240149652007712020-08-26T20:16:00.002+02:002020-08-26T20:16:18.396+02:00UNA BREVE NOTA SOBRE "ASTÉRIX EN HISPANIA. EDICIÓN DE LUJO"
<div style="text-align: justify;"><span class="letrag"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-K56Mh3uHzCw/X0ZtPTX6PQI/AAAAAAAAFfs/mitw_C0--SwzdlKndJB4laM_oYygtgSVgCPcBGAYYCw/s800/asterix-hispania-edicio-luxe-salvat.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="588" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-K56Mh3uHzCw/X0ZtPTX6PQI/AAAAAAAAFfs/mitw_C0--SwzdlKndJB4laM_oYygtgSVgCPcBGAYYCw/s640/asterix-hispania-edicio-luxe-salvat.jpg" /></a></div><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="letrag"> N</span>o había tenido ocasión, hasta hace poco, de consultar la llamada "edición de lujo" de Astérix que ha publicado Salvat, pero una vez hecho compruebo que se trata de un producto muy desilusionante, sobre todo si ya tiene uno la edición "Gran Formato", que la propia editorial sacó hace tiempo.</div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">Los extras —que, en principio y a primera vista, podrían ser el elemento más atractivo para quienes, como un servidor, gusta de profundizar en las obras conociendo sus entresijos— a mí me parecen bastante normalitos, y están muy en la línea de utilizar numerosas viñetas de la serie para rellenar huecos y dar pie a comentarios que, en el fondo, sólo vienen a glosar lo que aparece en la imagen. Es cierto que si los comparamos con lo que habíamos tenido habitualmente en España (¿recuerdan las viejas ediciones de Pilote y Bruguera?), pues entonces debemos reconocer que nos hallamos a años luz de aquellos tristes tiempos. Pero es que tampoco puede afirmarse, como leí en cierta página especializada (demasiado eufórica) que nos encontremos con "toneladas" de extras. Vamos, están bien (considerando lo que suele hacerse en nuestro país), pero tampoco es como para tirar cohetes con exageraciones.</div><div style="text-align: justify;"> <br /></div><div style="text-align: justify;">Por lo demás, la reproducción de las supuestas "planchas originales" (el contenido que más me interesaba a mí y que me hizo adquirir el libro), es tan mala que, en realidad parece que estuviéramos viendo un álbum normal y corriente, pero en blanco y negro. Y encima, con una resolución que tampoco es como para tirar cohetes, pues si uno se fija con algo de atención se dará cuenta de que la línea está pixelada. Por ningún lado aparecen las señales propias y habituales en esta especie de documentos de trabajo que son los originales de cómic: indicaciones de color, medidas u otra cosa para la imprenta, rectificaciones del dibujante (hechas generalmente con gouache blanco o raspados), notas a lápiz, <i>foxing</i> y otras manchas debidas al paso del tiempo (generalmente por efecto de los adhesivos que se utilizaron para unir las tiras de la plancha, o por la propia acidificación del papel), etc. Y esto es porque, en lugar de reproducirse la fotografía tal cual, se ha optado por aumentar el contraste (y por ende, la intensidad del negro), con lo cual no se ven, por ninguna parte, las tonalidades que la propia tinta china produce cuando está sobre el papel y ninguno de los rasgos que he descrito. Esto que digo se puede verificar, fácilmente, cuando comparamos la reproducción de la primera plancha original del álbum (en la pág. 65 del libro), con lo que luego viene después.</div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">En fin, Serafín... ¡Qué desilusión!</div><div style="text-align: justify;"> </div>Alberich el Negrohttp://www.blogger.com/profile/12256997189693262508noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2501194324846922196.post-27141742525877873852020-07-13T22:35:00.002+02:002020-07-14T03:05:13.854+02:00DETECTADA UNA NUEVA ERRATA EN LA EDICIÓN INTEGRAL DE "BLUEBERRY" DE NORMA<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-KMROthOscbM/XwzCczOTgHI/AAAAAAAAFb4/6xMRrp4pLZIKvJH4skMtmlHeSaoNtNpTwCK4BGAsYHg/s500/Blueberry00.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="488" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-KMROthOscbM/XwzCczOTgHI/AAAAAAAAFb4/6xMRrp4pLZIKvJH4skMtmlHeSaoNtNpTwCK4BGAsYHg/s320/Blueberry00.jpg" /></a></div><br />
<br />
<p style="text-align: justify;"><span class="letrag">P</span>ues sí, efectivamente. Un avezado y atento lector de las famosas aventuras protagonizadas por el conocido héroe de la BD ha detectado recientemente en un foro de <a href="https://www.facebook.com/groups/202966020309453/permalink/632130330726351/?__xts__[0]=68.ARDCkRYCmd0-18RjiHlojdZnW04p2BOqMrT4JqWoQ8inwt2d2W-ZPj48qNdJMeK93H25kUao_xQkjygw17yKZ2gDh3dzcyMJOmUokyRQsCcmEqZ5dcRjz5fshJOU6VLBhr3EKJwuGC_hC1XXdejj9lwC6VPDa-ydpWRa7LUTq2M6-9r51GeWjGj8o8AFtbYYc49Tse6tCi_F0OwqMT2AAp7tePxHpvQpjhtEQwsiGdr6a-4fbZb03NxCkiheAqIpbz1kNo7dWXziQdCPIhsw7eF4Bsbdp6QzLQebyL9-GthRnp69WG-m&__tn__=-R">Facebook</a> una nueva errata en la ya famosa (por sus meteduras de pata) edición integral publicada por Norma Editorial.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-z9kykfplVJ4/XwzDKv31pLI/AAAAAAAAFcM/Y9XxKx3QsiAQiBNyGezw3Nxc2Frq3Z79gCK4BGAsYHg/s600/Blueberry_integral03.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="458" height="500" src="https://1.bp.blogspot.com/-z9kykfplVJ4/XwzDKv31pLI/AAAAAAAAFcM/Y9XxKx3QsiAQiBNyGezw3Nxc2Frq3Z79gCK4BGAsYHg/w381-h500/Blueberry_integral03.jpg" width="381" /></a></div><p style="text-align: center;"><span style="color: #3367d6;"><i>Cubierta del volumen tercero</i></span><br /></p><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Como muchos aficionados recordarán, se convirtió casi en un meme en las redes, no exento de guasa y cachondeo, el descomunal error del volumen tercero, consistente en un mismo texto que se repetía incansablemente en diferentes lugares del álbum. Rezaba así el ya casi mítico párrafo: "A medida que avanzamos hacia el oeste, el camino que debe recorrer la intendencia se hace más largo... Y, sin duda, la situación empeorará en los próximos meses".</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/--eOF_wOtZ_M/XwzDdD7et6I/AAAAAAAAFck/3XqeugKskbosvbPPbiwKigy_akLYhR_BQCK4BGAsYHg/s305/Blueberry05.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="258" data-original-width="305" height="323" src="https://1.bp.blogspot.com/--eOF_wOtZ_M/XwzDdD7et6I/AAAAAAAAFck/3XqeugKskbosvbPPbiwKigy_akLYhR_BQCK4BGAsYHg/w381-h323/Blueberry05.jpg" width="381" /></a></div><p style="text-align: center;"><i><span style="color: #3367d6;">La viñeta con el famoso texto que se repetía incansable a lo largo del álbum</span></i><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Pues bien, a pesar de que Norma <a href="https://m.facebook.com/normaeditorial/photos/a.393012416034.184355.252505346034/10154411825076035/?type=3&source=54">dio marcha atrás</a> en esa ocasión y retiró del mercado la tirada defectuosa ―impelida por las airadas quejas de los lectores―, sin embargo, parece ser que su rotulista no se enmendó del todo y siguió entregando páginas con errores, como lo demuestra el caso recién descubierto. Me refiero, en concreto, a la viñeta segunda de la página 163 del volumen 4, dentro de la historia <i>El fantasma de las balas de oro,</i> donde podemos comprobar que falta el texto completo de su bocadillo, que sí encontramos en otras ediciones (la de propia Norma en álbumes individuales, sin ir más lejos).</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-HEwDubOqI74/XwzEXqalkCI/AAAAAAAAFdU/jsdE-OX0rkYHNzbH0rpiCTRBnCL8CfMawCK4BGAsYHg/s960/Blueberry_errata01.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="540" height="256" src="https://1.bp.blogspot.com/-HEwDubOqI74/XwzEXqalkCI/AAAAAAAAFdU/jsdE-OX0rkYHNzbH0rpiCTRBnCL8CfMawCK4BGAsYHg/w144-h256/Blueberry_errata01.jpg" width="144" /></a><a href="https://1.bp.blogspot.com/-gAmrFgvhRdY/XwzD_SxfCvI/AAAAAAAAFc4/O7yMf9xnsx87Bk5T67_0QAqTVt1L7NbIQCK4BGAsYHg/s960/Blueberry_errata02.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="712" data-original-width="960" height="237" src="https://1.bp.blogspot.com/-gAmrFgvhRdY/XwzD_SxfCvI/AAAAAAAAFc4/O7yMf9xnsx87Bk5T67_0QAqTVt1L7NbIQCK4BGAsYHg/w320-h237/Blueberry_errata02.jpg" width="320" /></a><a href="https://1.bp.blogspot.com/-HEwDubOqI74/XwzEXqalkCI/AAAAAAAAFdU/jsdE-OX0rkYHNzbH0rpiCTRBnCL8CfMawCK4BGAsYHg/s960/Blueberry_errata01.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"></a></div><span style="color: #3367d6;"><i>A la izquierda la versión de la viñeta en la edición individual del álbum. A la derecha,</i></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="color: #3367d6;"><i>la edición integral con la errata. Como se ve, falta el texto completo</i></span><br /></div><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Lo que un servidor se pregunta, a estas alturas, es si la editorial volverá a recular ―como ya hizo con el libro anterior al que me he referido― o si, dado el tiempo transcurrido desde su aparición y la (al parecer) menor publicidad que ha tenido este último caso, se harán los suecos y darán por cerrado el asunto sin arreglar la errata. Yo, por si acaso, lo publico en mi blog, para que lo sepa quien quiera leer la entrada.</p>Alberich el Negrohttp://www.blogger.com/profile/12256997189693262508noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-2501194324846922196.post-6017809451357587122020-07-08T12:12:00.002+02:002020-07-08T12:12:56.960+02:00"LOS ARISTÓCRATAS" I (EDICIÓN INTEGRAL)<div style="text-align: justify;">
<span class="letrag">Y</span>a lo tienen ustedes en su librería: ¡a disfrutar con el Conde y su peculiar banda...! Traducido con todo el cariño que éste, su seguro servidor, pone en cada libro...</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-MXlNUhEu7hA/XwWbS3JsAoI/AAAAAAAAFbc/RORwgPMk1m8uAMDH5uUKc7Fo5zji5hBzACLcBGAsYHQ/s1600/LOS_ARTISTOCRATAS-COVER-1200.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="912" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-MXlNUhEu7hA/XwWbS3JsAoI/AAAAAAAAFbc/RORwgPMk1m8uAMDH5uUKc7Fo5zji5hBzACLcBGAsYHQ/s640/LOS_ARTISTOCRATAS-COVER-1200.jpg" width="486" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y como propina este bonito (aunque demasiado corto) vídeo de la publicación...</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe width="320" height="266" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/iNl-zFTlDTA/0.jpg" src="https://www.youtube.com/embed/iNl-zFTlDTA?feature=player_embedded" frameborder="0" allowfullscreen></iframe></div>
</div>
Alberich el Negrohttp://www.blogger.com/profile/12256997189693262508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2501194324846922196.post-51521177245470556392020-03-17T22:03:00.000+01:002020-03-19T02:08:25.072+01:00NOTAS DE LECTURA (I)<br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://4.bp.blogspot.com/-rHk2yaxJRk4/XnE6s5WFOBI/AAAAAAAAFRM/YNDyBQSpMjAKIlArkX9GlQrgvpQzRzmuwCLcBGAsYHQ/s1600/Sanguinarius.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://4.bp.blogspot.com/-rHk2yaxJRk4/XnE6s5WFOBI/AAAAAAAAFRM/YNDyBQSpMjAKIlArkX9GlQrgvpQzRzmuwCLcBGAsYHQ/s400/Sanguinarius.jpg" width="270" height="400" data-original-width="338" data-original-height="500" /></a></div>
<br /><div style="text-align: justify;">
<span class="letrag">R</span>esulta desconcertante (y algo intranquilizador) encontrarte con libros, preparados por supuestos especialistas, que contienen graves descuidos, o datos claramente erróneos e insuficientes. Y el desconcierto aumenta cuando ello se produce en obras publicadas por nuestras editoriales favoritas.
<br />
Es lo que me ha ocurrido a mí al revisar, de nuevo, el volumen <i>Sanguinarius. Trece historias de vampiros</i> (por favor, léase "sangüinarius"), publicado por Valdemar en 2005 y coordinado/editado por Antonio José Navarro.
<br />
<br />
En la presentación (pp. 73-74) del relato <i>El extraño misterioso</i> —incluido entre las páginas 75-116 de la selección— se nos dice que el texto que ha servido de base para traducir al español es, a su vez, traducción al inglés de otra historia, originalmente escrita en alemán por un autor desconocido, que apareció publicada en la revista <i>Odd and End</i> en 1860. Lo cierto, sin embargo, es que estos datos, sin ser del todo erróneos, quedan lejos de ofrecer la información completa y correcta, pues ni la obra es anónima, ni fue publicada, en inglés y por vez primera, en el año mencionado.
<br />
<br />
En efecto, no sólo existe una edición inglesa anterior a la mencionada en el texto introductorio de Valdemar —me refiero a la aparecida en Edimburgo, en 1854, dentro de la miscelánea titulada <i>Chamber's Repository of Instructive and Amusing Tracts,</i> vol. VIII, bajo el título <i>The Mysterious Stranger—,</i> sino que, además, también conocemos el nombre del autor germano original: un tal Karl von Wachsmann (1787-1862) que, en 1844, dio a la imprenta, en Leipzig, un libro titulado <i>Erzählungen und Novellen</i> —que podríamos traducir como <i>Historias y cuentos—,</i> dentro del cual se incluía el relato <i>Der Fremde (El extraño),</i> que es el texto original a partir del cual se hizo la versión inglesa de la que traducen en Valdemar.
<br />
<br />
Esto último, por cierto, es otro débito de la edición que comento, pues un simple cotejo de los textos demuestra, efectivamente, que está hecha a partir de la traducción inglesa, en lugar de tomar como base el texto original alemán (que es bien accesible). Por cierto, que en la primera frase de la traducción española detectamos ya una errata, pues se lee "viento del nordeste", cuando tanto en la versión germana, como en la inglesa aparece escrito, respectivamente, "Nordwest" y "north-west", es decir "noroeste".
<br />
<br />
El libro <i>Sanguinarius</i> (repito: léase "sangüinarius") ha conocido ya, por lo que veo, una segunda edición en 2009, pero ignoro si todos estos datos que aporto han sido incluidos en el texto introductorio del relato <i>El extraño misterioso.</i> Si fuera así, estupendo; en caso negativo, convendría hacerlo.
<br />
<br />
En cualquier caso agradecería —a quienquiera que tenga esa segunda edición— que me aclarase tal duda.<br />
</div>
Alberich el Negrohttp://www.blogger.com/profile/12256997189693262508noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-2501194324846922196.post-51685502849580432432019-08-18T14:46:00.000+02:002020-01-05T20:17:39.141+01:00EL PANFLETO POLÍTICO HECHO HISTORIETA: "TERRA CREMADA", DE PAU PÈRRIM<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-7Js5LghxPDk/XViye7xLYgI/AAAAAAAAFFI/WMZSdF0XvU01CaylWnnrE8oCttoO0kBMwCLcBGAs/s1600/01.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="633" data-original-width="980" src="https://1.bp.blogspot.com/-7Js5LghxPDk/XViye7xLYgI/AAAAAAAAFFI/WMZSdF0XvU01CaylWnnrE8oCttoO0kBMwCLcBGAs/s600/01.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
<span class="letrag">E</span>N un grupo de <i>Google</i> al que pertenezco, y en el que participa gente de alto copete tebeístico, uno de sus miembros —ilustre teórico y estudioso de la historieta española— nos dio a conocer ayer, muy efusivamente, la existencia del que parece ser el primer tebeo dedicado al peliagudo y manoseado tema del <i>procès</i> en Cataluña. <i>Terra cremada</i> se titula, su autor es Pau Pèrrim y el lector interesado puede hacerse una buena idea del contenido del mismo en el siguiente <a href="https://www.terracremada.cat/">enlace</a>. El informante, por lo demás, nos hacía el siguiente resumen de su contenido:<br />
<br />
<span style="font-size: x-small;">«La idea temática se narra recurriendo a una distopia futurista: Si en un presente próximo el Presidente del Gobierno del Reino de España fuese —elegido democraticamente, claro— el hoy Presidente del partido político <i>Ciudadanos,</i> ¿que haría ante el problema del desenlace de Catalunya en el Estado español?. Pau Perrim cree que optaría por la fuerza maxima... y a partir de ahí se inicia el relato de "TERRA CREMADA"... El resto, lo que ocurre,... es cosa de leer el álbum».</span><br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-C_oKFUmtCYk/XVko80RUjhI/AAAAAAAAFFU/0UdrTfChTCE_VQzN-mfjs-Qaq9GkAtO3gCLcBGAs/s1600/03.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="546" data-original-width="625" src="https://1.bp.blogspot.com/-C_oKFUmtCYk/XVko80RUjhI/AAAAAAAAFFU/0UdrTfChTCE_VQzN-mfjs-Qaq9GkAtO3gCLcBGAs/s600/03.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
El estudioso al que me refiero nos describió el trabajo en términos muy elogiosos y efusivos, señalando incluso que debería haber un ejemplar del mismo nada menos que en «Ateneos, Centros Culturales, Librerias de Prestigio y lugares similares». Consideraba, además, que no podía faltar «en las Bibliotecas públicas, autonómicas y estatales», y que también sería "muy útil" que se organizara, en torno al mismo, nada menos que «un Seminario de trabajo en diversas Universidades».<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-pouXNBQk_Ng/XVkpeX6Pl4I/AAAAAAAAFFc/d9ABdULDSqomj5iR1ir7JAMN_hMunKSNwCLcBGAs/s1600/05.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="557" data-original-width="625" src="https://1.bp.blogspot.com/-pouXNBQk_Ng/XVkpeX6Pl4I/AAAAAAAAFFc/d9ABdULDSqomj5iR1ir7JAMN_hMunKSNwCLcBGAs/s600/05.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
Espoleado por la curiosidad que habían despertado en mí unas palabras tan laudatorias, y guiado por la autorizada opinión del susodicho teórico, pensé que nos hallábamos ante una obra maestra cuya lectura no podía dejar pasar. Así es que me dispuse a buscar por internet para comprarla, pero tuve la fortuna de encontrar una página web (ya citada arriba) en la que se anunciaba el libro en cuestión y se ofrecía gratuítamente para su lectura una parte del mismo. Y cual no fue mi sorpresa al comprobar que sólo se trataba de un burdo panfleto político proindependentista, con un contenido de escaso vuelo dramático y ayuno por completo de imaginación, lleno de ideas simplonas planteadas con trazo grueso y escasa gracia allá donde pretende tenerla. Un libro que, en definitiva, forma parte de un proyecto con clara intencionalidad política —al <a href="https://www.terracremada.cat/premsa">presentarse</a> como destinado a financiar, con lo que recaude, el sostén de los políticos catalanes golpistas que están a la espera de sentencia en el juicio del <i>procès</i> por sus actos— y que no tiene nada de inocuo, desde el momento en que determinados medios (<a href="https://www.larepublica.cat/terra-cremada-el-comic-que-constata-la-repressio-de-lestat-espanyol/">aquí</a> y <a href="https://www.llibertat.cat/2018/03/terra-cremada-vinyetes-de-comic-diaries-sobre-la-repressio-a-catalunya-41539">aquí</a>, por ejemplo) ya han empezado a informar como si lo que hiciera <i>Terra cremada</i> es constatar una realidad y no reflejar una cacotopía ficcional. Evidentemente, más de uno dirá que todo esto que digo es cuestión de gustos, y que mi criterio se encuentra viciado por los prejuicios ideológicos. ¿Pero es así, o no? Vamos a verlo...<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-Rsunwy5hhqg/XVkp28HuQmI/AAAAAAAAFFo/H_lj5uLn80w-89Gl03OlZOSBp7EyLb0agCLcBGAs/s1600/07.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="685" data-original-width="655" src="https://1.bp.blogspot.com/-Rsunwy5hhqg/XVkp28HuQmI/AAAAAAAAFFo/H_lj5uLn80w-89Gl03OlZOSBp7EyLb0agCLcBGAs/s600/07.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
La obra, como he tenido ocasión de comprobar en dicha página web, no está completa, de modo que si alguien quiere deleitarse con ella en su totalidad ha de comprarla en formato de papel. Ahora bien, lo que yo pude leer en la webcómic a la que remito arriba fue suficiente para hacerme una idea de por dónde discurre el tebeo... Y al hacerlo, sentí que retrocedía a la oscura y triste España de los años 40-50 del siglo pasado, con ese Guerrero del Antifaz matando moros a diestro y siniestro, o el viril Roberto Alcázar y el travieso Pedrín pegándole de hostias al hipermalvado de turno, o los juveniles flechas y pelayos velando por la pureza del patriotismo. Sólo que en <i>Terra cremada</i> los "buenos" no llevan máscara, ni traje de chaqueta, sombrero y corbata, ni gorro legionario, ni están creados para servir de evasión a gente que vive una cruel postguerra. No, nada de eso, son personas del siglo XXI, van tocados con la barretina, cubiertos por la estelada y se hacen las víctimas permanentemente (cosa, por cierto, que no le ocurría a los viejos héroes tebeísticos). Pero, en el fondo, son lo mismo: criaturas de un tiempo ya caduco y pasado (o que debería haber pasado, al menos). Con el agravante de que, en el caso del tebeo catalán (que cuenta con apoyo oficial, si no estoy equivocado), esos "buenos" trabajan al servicio del poder y de una causa política concreta —la independentista—, cosa que tampoco hacían nuestros antañones héroes de papel.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-qKyDslJwlmo/XVkqBdfvZRI/AAAAAAAAFFs/Jkk_RrWzMd4B8PB1h37fA4JNrjYb7eAfACLcBGAs/s1600/08.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="685" data-original-width="660" src="https://1.bp.blogspot.com/-qKyDslJwlmo/XVkqBdfvZRI/AAAAAAAAFFs/Jkk_RrWzMd4B8PB1h37fA4JNrjYb7eAfACLcBGAs/s600/08.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
Con todo, lo que más me ha sorprendido es que haya quien considere que un panfleto como <i>Terra cremada</i> sea útil para algo o alguien —salvo para los independentistas más radicales y quienes los apoyan, porque creen que ser de izquierda es defender el derecho de determinadas minorías, frente a la mayoría y las leyes—, o que, cosa aún más alucinante, pueda llegar a contribuir, de alguna manera, a abrir un debate y reflexión serenos en torno al problema del llamado <i>procés.</i> No niego que para seguir adoctrinando a los futuros <i>maulets</i> —esos que aparecen como héroes en la historieta de Pèrrim—, el tebeo que comento sea un manual inmejorable. ¿¡Pero tanto como para llegar al extremo de distribuirlo en todos aquellos lugares que propone el erudito crítico del que hablo!? Ya puestos, ¿por qué no repartirlo, en todo el "Estado español", como regalo por cada barra de pan que compremos? Pero mejor lo digo bajito, no vaya a ser que la <i>Generalitat</i> independentista de Torra —que gobierna sólo para una parte de los catalanes— haga suya la propuesta que sugiero aquí irónicamente.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-WGDS6HeSm-I/XVkqRgozV0I/AAAAAAAAFF4/bX4u0qNioWkqAi1uqlKCSkNKY5w4mRRRgCLcBGAs/s1600/09.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="685" data-original-width="826" src="https://1.bp.blogspot.com/-WGDS6HeSm-I/XVkqRgozV0I/AAAAAAAAFF4/bX4u0qNioWkqAi1uqlKCSkNKY5w4mRRRgCLcBGAs/s600/09.jpg" /></a></div>
<br />
Ahora bien, basar mi crítica en argumentos presentistas y políticos, sólo porque me encuentro en las antípodas ideológicas de lo que plantea Pèrrim en su tebeo —que no es sino defender, de manera un tanto simplona y pueril, la postura de aquellos que intentaron vulnerar y quebrar por la fuerza del <i>factum</i> el estado de derecho que rige en España y que ha servido, precisamente, para que no ocurra nada de lo que él denuncia en su tremendista tebeo—, tampoco tendría mucho interés para los lectores de un blog que, como éste, viene dedicándose preferentemente a hablar de tebeos. Hacerlo así sería caer en el puro debate político, y no es eso lo que pretendo. Por ello, y aunque resulte harto difícil dejar a un lado el marco político-ideológico —que es en el que el autor catalán nos quiere situar claramente con su obra—, para defender mi postura quiero esgrimir sólo argumentos de tipo técnico y artístico que intentaré esbozar a continuación de modo muy somero (para no aburrir demasiado a los posibles lectores).<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-QbtiuWqrVAQ/XVkqZCmZiKI/AAAAAAAAFF8/T4uNWFfiHQcMv0gepBywOB4LKlArq9nfQCLcBGAs/s1600/13.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="685" data-original-width="605" src="https://1.bp.blogspot.com/-QbtiuWqrVAQ/XVkqZCmZiKI/AAAAAAAAFF8/T4uNWFfiHQcMv0gepBywOB4LKlArq9nfQCLcBGAs/s600/13.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
Y empiezo por preguntarme lo siguiente: ¿de verdad que una obra tan mediocre, facilona, parcial y poco elaborada sobre un tema político tan candente, complejo, problemático y actual como el del <i>procès</i> puede despertar interés alguno, más allá de las filas del independentismo? ¿De verdad lo cree el erudito estudioso que nos la recomendó? Imagino que sí pues, en caso contrario, no lo habría afirmado tan efusivamente, y tampoco habría tenido la necesidad acuciante de aconsejarnos su lectura de modo tan perentorio, ni de proponer su publicidad a los cuatro vientos. En fin, lo cierto es que la vida no deja de darme sorpresas, a pesar de la edad que uno va acumulando...<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-9Dr-H5SK-y0/XVkqvQx0vBI/AAAAAAAAFGM/inQ_tNX7FnE1Op4b92xhtd0lriCOuWexACLcBGAs/s1600/16.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="685" data-original-width="685" src="https://1.bp.blogspot.com/-9Dr-H5SK-y0/XVkqvQx0vBI/AAAAAAAAFGM/inQ_tNX7FnE1Op4b92xhtd0lriCOuWexACLcBGAs/s600/16.jpg" /></a></div>
<br />
No entro ya en el maniqueísmo extremo del que hace gala <i>Terra cremada</i> al plantear las diferentes situaciones de la acción. Un maniqueísmo tan radical, soez, facilón y estúpido que quiebra todas las reglas de verosimilitud mínima que han de presidir cualquier trabajo narrativo que, a día de hoy, quiera parecer serio, adulto y de cierta profundidad o alcance. Quiero decir que no estamos ya en aquellas épocas de verdades absolutas, donde la gente creía realmente que existían malos malísimos y buenos de toda bondad (imagino que me entienden). Pensamiento éste, por cierto, muy propio del nacionalismo/independentismo, que siempre ha de fomentar la alteridad y buscar enemigos donde no los hay. Pero retomo el hilo de mi exposición: no es ya por el maniqueísmo con que Pèrrim enfoca la historia, como digo, sino que se trata, más bien, de la simpleza argumental, del tratamiento infantiloide que se la ha dado a las escenas y los diálogos de la historia, de la ramplona construcción de unos personajes que resultan tan pueriles, arquetípicos, planos y poco creíbles que llegan a provocar la risa, del vergonzoso y descarado posicionamiento político que hace el autor. Un posicionamiento, por cierto, que sería perfectamente lícito si la obra —financiada, en origen, a través de un proyecto de <a href="https://www.totsuma.cat/projecte/1700/t">crowdfunding</a>— no contara con la cobertura (¿y subvención?) de la <a href="http://reeixida.cat/">Fundaciò Reeixida</a> (entidad relacionada con el entramado institucional independentista), o si se tratara de un trabajo abiertamente propagandístico, y no supuestamente artístico y de denuncia. En resumen: <i>Terra cremada</i> reúne una serie de características que si se presentaran reunidas en cualquier otra historia —desprovista del contenido político y polémico que esta encierra— despertarían el sonrojo de más de un lector, por la puerilidad y el infantilismo de sus propuestas (dramáticas, narrativas e ideológicas). Es verdad que se trata de una obra de ficción, sí, pero a la que le falta por completo la perspicacia, la intuición, la finura, la originalidad, la madurez, la profundidad y el alcance de tantas distopías (literarias o no) que todos conocemos: <i>La máquina del tiempo, 1984, Farenheit 451, Un mundo feliz, El planeta de los simios, Soylent Green</i> y <i>¡Hagan sitio, hagan sitio!, Alphaville, V de vendetta,</i> etc. Y que, además, carece de la objetividad, inteligencia y compromiso de éstas, al estar pensada para hacerle el juego a la <i>intelligentsia</i> independentista de Cataluña (gente que, por cierto, mayoritariamente forma parte de los grupos conservadores y más pudientes de la sociedad). ¿Hay algo más triste, patético y menos transgresor que una obra de supuesta denuncia del poder hecha para defender, precisamente, a un poder que viene perpetuándose, generación tras generación, en aquellas tierras desde hace siglos? ¡Y que luego tengamos que oír hablar de la España fascista y totalitaria...!<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-lm2NwrH_uSc/XVkrSoCY1iI/AAAAAAAAFGg/QPyUpLk4Lm82EMOeK_xGDBPe0eHkDSHGwCEwYBhgL/s1600/38.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 0em;"><img border="0" data-original-height="685" data-original-width="549" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-lm2NwrH_uSc/XVkrSoCY1iI/AAAAAAAAFGg/QPyUpLk4Lm82EMOeK_xGDBPe0eHkDSHGwCEwYBhgL/s320/38.jpg" width="256" /></a><a href="https://1.bp.blogspot.com/-ufRoqf_C8fk/XVkrUPuta5I/AAAAAAAAFGk/Dhuin6aTRKwY6TYSE7OrS-oOQilCz28_ACEwYBhgL/s1600/39.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="685" data-original-width="683" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-ufRoqf_C8fk/XVkrUPuta5I/AAAAAAAAFGk/Dhuin6aTRKwY6TYSE7OrS-oOQilCz28_ACEwYBhgL/s320/39.jpg" width="319" /></a></div>
<br />
<br />
Por eso, cuando leemos el pretencioso prólogo —supuestamente crítico, contestatario y radical— que Jair Domínguez firma al principio de la obra para hacernos creer que tanto él como Pèrrim están de vuelta de todo, y comparamos sus manifestaciones allí contenidas con lo que verdaderamente encierra la obra, enseguida nos damos cuenta de que nos hallamos ante un suflé cocinado por un mal chef, o frente a un globo que se desinfla porque está lleno de agujeros. Todo es aire, impostura, seguidismo de paniaguados... Pues los supuestos reproches generalizados contra el sistema y el poder de que habla Domínguez —que otorgarían, precisamente, ese carácter inconformista y rebelde a la obra—, en realidad van dirigidos sólo a una parte del mismo: el no independentista. Y lo mismo ocurre con las recriminaciones lanzadas contra el poder, pues quienes aparecen representados como ególatras, psicópatas y demagogos son, exclusivamente, los políticos, banqueros, empresarios y periodistas del bando que podríamos denominar "españolista" (Aznar, Rivera, Arrimadas, Pedro J. Ramírez), pero no aquellos pertenecientes a una burguesía catalana que se ha perpetuado en el poder siglo tras siglo y por culpa de la cual Cataluña se encuentra en el punto actual. En este sentido, no hay la menor crítica contra el prófugo Puigdemont —que aparece representado con toda la dignidad de "president" que ya no ostenta—, ni contra un político del "sistema" como es el diputado Gabriel Rufián, al que Pèrrim caracteriza como una especie de Clint Easwood redivido y justiciero, portando un pistolón y al lado de las CDR (comités de defensa de la república).
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-IxCzHvg49Zg/XVoz-3GWlsI/AAAAAAAAFH8/Iq7uuaqp-G4TcP6roRNDRxRNDnkBYIszwCLcBGAs/s1600/14.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="685" data-original-width="714" src="https://1.bp.blogspot.com/-IxCzHvg49Zg/XVoz-3GWlsI/AAAAAAAAFH8/Iq7uuaqp-G4TcP6roRNDRxRNDnkBYIszwCLcBGAs/s600/14.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
Hay quien ha sugerido que el tono radical y maniqueo con que se tratan las situaciones en <i>Terra cremada</i> es completamente buscado y responde a la idea de querer emular determinadas corrientes contestatarias que encontraron en el <i>comix underground</i> su vía de expresión. Pero es que en el tebeo que comentamos el tratamiento tan parcial que se le da al asunto tratado lo aleja por completo de la irreverencia generalizada y el contestatarismo característicos de la contracultura, elementos ambos que encontramos en la mayoría de las obras surgidas al calor de esa corriente artística, pero que no aparecen en el trabajo de Pèrrim, que sólo "dispara" en una dirección.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-0qHaB1SUxDc/XVkq4_mxc0I/AAAAAAAAFGQ/2UpHEsKucycNRAS2wmbJos3ON9xzY9lawCLcBGAs/s1600/30.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="685" data-original-width="685" src="https://1.bp.blogspot.com/-0qHaB1SUxDc/XVkq4_mxc0I/AAAAAAAAFGQ/2UpHEsKucycNRAS2wmbJos3ON9xzY9lawCLcBGAs/s600/30.jpg" /></a></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<i>Terra cremada</i>, en realidad, es un tebeo propagandístico que parece haberse realizado desde el odio y el desprecio más radical. No hay más que ver cómo retrata Pèrrim a los españoles (de hecho, sólo aparecen matando, golpeando, insultando, como una masa informe e irracional, al ciego servicio de un poder opresor que dejaría en pañales al de los propios nazis). Y, desde luego, le hace un flaco favor a la tarea de reflexión profunda y seria del problema que trata, por lo que dudo mucho que pueda despertar curiosidad, más allá de al teórico que nos lo recomendó y a los círculos independentistas.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-HHqQpv-FsRw/XVku4iSzyeI/AAAAAAAAFG0/uErTsjoQA7ssO1zLe2SKM6DV4f5XH8CMQCEwYBhgL/s1600/18.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="685" data-original-width="685" src="https://1.bp.blogspot.com/-HHqQpv-FsRw/XVku4iSzyeI/AAAAAAAAFG0/uErTsjoQA7ssO1zLe2SKM6DV4f5XH8CMQCEwYBhgL/s600/18.jpg" /></a></div>
<br />
De hecho, el mensaje de <i>Terra cremada</i> está tan lleno de tópicos manidos y llega a ser tan burdo, simplista, maniqueo, pueril y poco elaborado, me he llegado a plantear si, acaso —y puesto que no he tenido ocasión de leer la obra completa impresa en papel—, cabe la posibilidad de que, en la segunda parte, el autor le haya dado al guión un giro radical, bien para expresar todo lo contrario de lo que parece transmitir el tebeo en su contenido público —es decir, que España y los españoles no son tan abominables como se pintan—, bien para presentar situaciones de mayor enjundia dramática, profundidad psicológica y alcance narrativo. Es decir, algo que vaya más allá del mero panfleto gritón. Por eso, si alguien tiene a bien conseguirme un ejemplar de la obra para corroborar esas posibilidades, no tendría ningún problema en introducir los cambios necesarios a esta reseña crítica para modificar mi posición. Lo que no haré es comprar yo mismo <i>Terra cremada,</i> por la sencilla razón de que ese dinero sirve a una causa política con la que estoy completamente en desacuerdo.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-CgEZcafynZo/XVk_G10gE-I/AAAAAAAAFHQ/ddRoE-uFZOEPspOAp9MShmj1FL8jHcHqgCLcBGAs/s1600/35%2527.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="685" data-original-width="546" src="https://1.bp.blogspot.com/-CgEZcafynZo/XVk_G10gE-I/AAAAAAAAFHQ/ddRoE-uFZOEPspOAp9MShmj1FL8jHcHqgCLcBGAs/s600/35%2527.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
Por último, y para concluir, añadiré que el valor gráfico del trabajo analizado, aunque vistoso, resulta más que discutible, pues se trata de una historia realizada completamente a base de fotografías modificadas con un programa de retoque digital para hacerlas parecer dibujos, sobre las que se ha calcado la línea, y a las que se les ha añadido algunos colorines (que no era, precisamente, lo que hacían Enric Siò y otros artistas que el teórico citado puso como antecedentes).<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-Fx1wGxvHJdY/XVkx8aqPWzI/AAAAAAAAFHA/PUtnf7aAelg4oA7nEkieBraYL78RKwRXQCLcBGAs/s1600/21.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 0em; margin-right: 0em;"><img border="0" data-original-height="685" data-original-width="685" height="200" src="https://1.bp.blogspot.com/-Fx1wGxvHJdY/XVkx8aqPWzI/AAAAAAAAFHA/PUtnf7aAelg4oA7nEkieBraYL78RKwRXQCLcBGAs/s200/21.jpg" width="200" /></a><a href="https://1.bp.blogspot.com/-4XVgjrBMRR0/XVkx8WmS-dI/AAAAAAAAFG8/Iwzpjm0TVX8UOm2WCO37Xk_bUibfzwC3wCLcBGAs/s1600/22.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="685" data-original-width="685" height="200" src="https://1.bp.blogspot.com/-4XVgjrBMRR0/XVkx8WmS-dI/AAAAAAAAFG8/Iwzpjm0TVX8UOm2WCO37Xk_bUibfzwC3wCLcBGAs/s200/22.jpg" width="200" /></a></div>
<br />
<br />
En fin. Si algo tienen los nacionalistas e independentistas es que enredan más que el diablo cojuelo. Parece que sólo vivieran para la "causa", pues siempre están dándole vueltas al magín y pergeñando el modo de hacer realidad política sus anhelos utópicos. Es decir, han hecho de "su" ideal su vida, de manera que confunden con facilidad realidad y ficción. Por eso decía Albert Boadella, refiriéndose a los nacionalistas catalanes, que se caracterizan por ver el mundo de una manera tan desconfiada que, cuando se levantan por la mañana, lo primero que hacen es pensar: "¿Qué estarán maquinando en Madrid para jodernos el día?". ¡Como si el resto de los mortales no tuviéramos otras preocupaciones que hacerles la vida imposible a ellos...! Claro que, como asevera el famoso dicho: "cree el ladrón que todos son de su misma condición"... No deja de ser penoso, en todo caso, que piensen de este modo y no se den cuenta de que los únicos obsesionados por el "tema" son, precisamente, ellos, que tienen en la alteridad y en el crear enemigos imaginarios su razón de ser para seguir existiendo.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-E8aRh1bvKh8/XVlHOi3IY_I/AAAAAAAAFHc/HrL6mP4s41YdBOpvQ609FHIKd5SSg29ngCLcBGAs/s1600/24.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="685" data-original-width="685" src="https://1.bp.blogspot.com/-E8aRh1bvKh8/XVlHOi3IY_I/AAAAAAAAFHc/HrL6mP4s41YdBOpvQ609FHIKd5SSg29ngCLcBGAs/s600/24.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
Por todos estos motivos, no me sorprende que el primer tebeo realizado en España sobre el manoseado tema del <i>procès</i> provenga, precisamente, de un entorno nacionalista/separatista, esté apoyado o subvencionado por una entidad que defiende y promueve tal ideología, y presente los hechos de una manera tan parcial, burda y torticera. Y ello aunque sus autores —siguiendo la misma retórica usada por el nacionalismo catalán, de presentarse como algo moderno, europeo, democrático y transversal— intenten vendernos <i>Terra cremada</i> como un relato distópico, antisistema y crítico, o insistan, bien que en tono irónico y pretendidamente gracioso, en que lo narrado en el libro nada tiene que ver con la realidad: «Una de les curiositats del muntatge final del projecte és que genera un estrany “dejà vu” gràfic. Les imatges i els personatges hi podrien tenir quelcom a veure, però l'autor ho nega rotundament: “Això són fakenews dels lectors més polititzats”, ha dit en una entrevista en un diari local novaiorquès».<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-0WlaNZ1yzZc/XVlIYZsM2AI/AAAAAAAAFHw/oH9uj6VFtowY-86SZ3__YYYgHq3xrJPLQCLcBGAs/s1600/logo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="125" data-original-width="300" height="166" src="https://1.bp.blogspot.com/-0WlaNZ1yzZc/XVlIYZsM2AI/AAAAAAAAFHw/oH9uj6VFtowY-86SZ3__YYYgHq3xrJPLQCLcBGAs/s400/logo.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<br />
No me cabe duda de que la <i>Fundaciò Reeixida</i> y los organismos oficiales de Cataluña —que vuelven a trabajar sin cortapisas al servicio del independentismo, por culpa de una precipitada suspensión del artículo 155 de la Constitución— aprovecharán el formato tebeístico de <i>Terra cremada</i> y la supuesta "amabilidad" que éste ha tenido tradicionalmente en nuestro país, para seguir adoctrinando a los niños y jóvenes en guarderias, escuelas y otros centros de enseñanza. De hecho, es posible que, gracias a la ayuda oficial, el tebeo de Pèrrim termine siendo uno de los de mayor tirada de nuestra industria. Y si sale la correspondiente réplica desde el sector constitucionalista, seguramente el independentismo pondrá el grito en el cielo, acusando a sus promotores de ser unos fascistas, defender la represión del pueblo catalán y otras lindezas retoricas a las que nos tienen acostumbrados.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-ThI9dtPA7iM/XVlHaNpH1TI/AAAAAAAAFHg/IYiDV-v1urgFhsJIwtrCWlHDR6hkcrJ2ACLcBGAs/s1600/36.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="685" data-original-width="684" src="https://1.bp.blogspot.com/-ThI9dtPA7iM/XVlHaNpH1TI/AAAAAAAAFHg/IYiDV-v1urgFhsJIwtrCWlHDR6hkcrJ2ACLcBGAs/s600/36.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
Yo, en todo caso, sólo pido una cosa: si alguien realiza o apoya la creación de una obra que intente dar respuesta a la de Pèrrim —el nacionalismo lo que tiene es que contamina todo lo que toca, así es que no sería raro que algún partido político o entidad cívica respondiera con el correspondiente tebeo "españolista"— que lo haga, por favor, con una obra más inteligente, audaz, profunda, enjundiosa, elaborada, reflexiva y comprometida (de verdad) que la de <i>Terra cremada.</i> Los aficionados a la historieta se lo agradeceremos.
<br />
<br />
Un saludete.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-9xOf5FAmaD8/XVsxYgTuexI/AAAAAAAAFII/pc82QvDqQj8_9NknlxT1aTqEoWJ75songCLcBGAs/s1600/Cubierta.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1435" data-original-width="1001" src="https://1.bp.blogspot.com/-9xOf5FAmaD8/XVsxYgTuexI/AAAAAAAAFII/pc82QvDqQj8_9NknlxT1aTqEoWJ75songCLcBGAs/s600/Cubierta.jpeg" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: blue;"><i><span style="font-size: x-small;">Cubierta de la edición en papel</span></i></span></div>
<br />
<br />
----------------------------<br />
<span style="font-size: x-small;">NOTA: todas las imágenes que ilustran este artículo lo hacen a título meramente informativo y sin ánimo de lucro. Están tomadas de la webcómic <i>Terra cremada,</i> de donde se pueden bajar abiertamente. Quedan sometidas, no obstante, a las leyes habituales de <i>copyright</i> y son, por tanto, propiedad de sus autores, que podrán solicitar su retirada, si así lo estiman oportuno.</span></div>
<br />Alberich el Negrohttp://www.blogger.com/profile/12256997189693262508noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-2501194324846922196.post-74763489975700929352019-08-11T23:37:00.003+02:002019-08-11T23:37:51.585+02:00JEAN GIRAUD/MOEBIUS: 18 CONSEJOS PARA DIBUJAR HISTORIETA<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-cRr1GOmm_nU/XVCKc9ZC39I/AAAAAAAAFE8/BaEC5WvCkWQsOAUZ1bsw47P0LWrhHUT7QCLcBGAs/s1600/Giraud02.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="901" data-original-width="600" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-cRr1GOmm_nU/XVCKc9ZC39I/AAAAAAAAFE8/BaEC5WvCkWQsOAUZ1bsw47P0LWrhHUT7QCLcBGAs/s640/Giraud02.jpg" width="426" /></a></div>
<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span class="letrag">T</span>RAIGO hoy el recuerdo de uno de los más grandes artistas que ha dado el mundo de la historieta. Uno tan enorme que, en mi modesta opinión, podría ser puesto en el mismo podio con los grandes autores que crearon el lenguaje del medio (McCay, Herriman, Segar, McManus, Foster, Raymond, Caniff...). Me refiero, claro está, a Jean Giraud, alias "Moebius". Y rememoro su figura a través de una serie de consejos (18 concretamente) que ofreció a la revista <i>La jornada semanal,</i> durante una visita a Méjico en el año 1996, realizada tras su paso por la ComicCon de San Diego de ese mismo año.
<br />
<br />
Ha aparecido publicada varias veces en la red. De hecho, la que más circula es una <a href="http://xurxogpenalta.tumblr.com/post/89403831980/royalboiler-xurxo-sent-a-revised-version-of?fbclid=IwAR2IfXeHVpHOqiWmzHv1O1SIlRVg_elXI4LwqtloFsBFItKBg_R3urbFpN0">traducción al inglés</a> realizada por Brandon Graham, autor
de <i>Prophet</i> (Image Comics). Posteriormente otro historietista, William Stout, ha ido realizando ampliaciones personales de estos puntos expuestos por Giraud/Moebius, que Xurso G. Penalta --a quien debo esta última información, que le agradezco-- ha publicado en su <a href="http://xurxogpenalta.tumblr.com/post/91539965160/artist-william-stout-has-gone-through-the-moebius?fbclid=IwAR2mxgURMDER9kDgP71IStHLvGuj8fEFHCuloJ6wGF_o5eiH8nl9qgpnJFs">blog</a>.
<br />
<br />
En realidad ignoro si hay alguien al que le puedan ser útiles estos consejos que el maestro francés diera hace años. Personalmente, tengo para mí que si a él le sirvieron alguna vez de ayuda, no fue tanto por los consejos en sí mismos, cuanto porque era Giraud/Moebius. Pero bueno, allá van...<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-large;"><b>Breve manual para historietistas</b></span>
</div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;">Moebius</span>
</div>
<br />
<br />
1. Al dibujar, hay que limpiarse de sentimientos profundos (odio, felicidad, ambición, etcétera).
<br />
<br />
2. Es muy importante lograr la educación de la mano, conseguir la obediencia, para llevar a cabo las ideas. Pero hay que tener cuidado con la perfección. Demasiada perfección y demasiada rapidez, igual que sus contrarios, son peligrosas. Cuando hay demasiada soltura, dibujos instantáneos, además de que hay errores, no hay voluntad del espíritu, sino sólo del cuerpo.
<br />
<br />
3. La perspectiva es sumamente importante, es una ley de manipulación, en el buen sentido, para hipnotizar al lector. Es bueno trabajar con espacios reales, más que con fotografías, para ejercitar nuestra lectura de la perspectiva.
<br />
<br />
4. Otra cosa que hay que aprender con cariño, es el estudio del cuerpo humano, las posiciones, los tipos, las expresiones, la arquitectura de los cuerpos, las diferencias entre las personas. El dibujo es muy diferente cuando se trata de un hombre o de una mujer; porque en el hombre se pueden cambiar un poco las líneas, hay una imprecisión que se soporta; pero con la mujer la precisión debe ser perfecta, porque si no se vuelve fea, y se enoja, ¡y entonces ya no compra nuestro comic! Para que el lector crea en la historia, los personajes deben tener vida y personalidad propias, gestos que vienen del carácter, de las enfermedades; el cuerpo se transforma con la vida, y hay un mensaje en la estructura, en la distribución de la grasa, de cada músculo, en cada arruga de la cara y del cuerpo. Es un estudio de toda la vida.
<br />
<br />
5. Cuando se hace una historia se puede empezar sin saber todo, pero haciendo anotaciones sobre el mundo particular de esa historia. Así el lector se reconoce y se interesa. Cuando un personaje muere en una historieta, y ese personaje no tiene una historia dibujada en su cara, en su cuerpo, en su vestido, no le importa al lector, no hay emoción. Y entonces los editores dicen: "Tu historieta no vale nada, sólo hay un muerto, y yo necesito veinte o treinta muertos para que funcione." Pero eso no es cierto: si el muerto, o herido, o enfermo, o el que está en problemas tiene una personalidad real que viene del estudio, de la capacidad de observación del artista, la emoción surge. En este estudio se desarrolla también una atención al otro, una compasión y un amor por la humanidad. Es muy importante para el desarrollo de un artista; si quiere ser un espejo, debe contener dentro de su conciencia el mundo entero, es un espejo que mira todo.
<br />
<br />
6. Jodorowsky dice que no me gusta dibujar caballos muertos. Es muy difícil. Es muy difícil dibujar un cuerpo que duerme, que se abandona, porque en el comic se estudia siempre la acción; es más fácil dibujar gente que pelea, por eso los norteamericanos dibujan superhéroes. Es más difícil dibujar gente que habla, porque hay una serie de movimientos muy pequeños, pero que tienen una significación, y eso cuesta más, porque necesita un amor, una atención al otro, a las pequeñas cosas que hablan de la personalidad, de la vida. Los superhéroes no tienen ninguna personalidad, todos tienen los mismos gestos y movimientos (imita gestos de ferocidad, de pelea, de correr).
<br />
<br />
7. Igualmente importante es la ropa de los personajes, el estado y el material y la textura son una visión de sus experiencias, de su vida, de su situación en la aventura, que pueden decir mucho sin palabras. En un vestido hay mil arrugas; hay que escoger dos o tres, pero las buenas.
<br />
<br />
8. El estilo, la continuidad estilítica del artista es una simbología, se puede leer como el Tarot. Yo elegí como un chiste el nombre de Moebius, cuando tenía 22 años, pero en realidad hay un significado en eso. Si tú traes una camiseta con un Quijote, eso me habla de quién eres. En mi caso, le doy importancia a un dibujo de relativa simplicidad, así se pueden hacer indicaciones sutiles.
<br />
<br />
9. Cuando un artista, un dibujante sale a la calle, no ve las mismas cosas que la gente normal. Lo que ve es documentación sobre la manera de vivir, sobre la gente.
<br />
<br />
10. Otro elemento importante es la composición. Hay que estudiar la composición de nuestras historias, porque una página, o un cuadro, es un rostro que mira al lector y que le dice algo. No es una sucesión de viñetas sin significado. Hay viñetas llenas y vacías, otras con dinámica vertical u horizontal, y en eso hay una intención. La vertical anima; la horizontal calma; la oblicua hacia la derecha, para nosotros, occidentales, representa la acción que se dirige al futuro; la oblicua hacia la izquierda dirige las acciones al pasado. Los puntos representan una dispersión de energía. Algo puesto en el centro focaliza la energía y la atención, concentra. Son símbolos básicos de la lectura, que ejercen una fascinación, una hipnosis. Hay que tener una conciencia del ritmo, ponerle una trampa al lector para que caiga, y cae, se pierde, y se mueve dentro con placer, porque hay vida. Hay que estudiar a los grandes pintores, los que hablan con sus cuadros, de cualquier escuela o época, eso no importa, y hay que verlos con esa preocupación de la composición física, pero también emocional. De qué manera la combinación de las líneas en ese artista nos toca directamente el corazón.
<br />
<br />
11. La narración debe armonizar con el dibujo. Debe haber un ritmo visual --desde la colocación de las letras--, y la trama debe manejar la cadencia correctamente, para comprimir o para alargar el tiempo. Hay que tener cuidado con la elección y la dirección de los personajes. Usarlos como un director de cine y estudiar las distintas tomas.
<br />
<br />
12. Cuidado con la influencia devastadora del comic norteamericano en México, porque ellos sólo estudian un poco de anatomía, composición dinámica, los monstruos, las peleas, los gritos y los dientes. Me gusta también, pero hay muchas más posibilidades que hay que explorar.
<br />
<br />
13. Hay una conexión entre la música y el dibujo. Pero esto también depende de la personalidad y del momento. Hace tal vez unos diez años que trabajo en silencio, y para mí la música es el ritmo de las líneas. Dibujar es a veces estar a la caza de hallazgos, ¡una línea justa es un orgasmo!
<br />
<br />
14. El color es un lenguaje que el dibujante utiliza para manipular la atención del lector y para crear belleza. Hay color objetivo y subjetivo, los estados de ánimo de los personajes influyen en el colorido, y la luz puede cambiar de un cuadro a otro, según los espacios representados y la hora del día. Hay que estudiar con atención el lenguaje de los colores.
<br />
<br />
15. Sobre todo al principio de la carrera, hay que tratar de crear historias cortas, pero de muy alta calidad. Hay mayores posibilidades de terminarlas con éxito, y de colocarlas en revistas o con editores.
<br />
<br />
16. Hay ocasiones en las que nos dirigimos hacia el fracaso a sabiendas, elegimos un tema, una extensión, una técnica que no nos conviene. Después no hay que quejarse.
<br />
<br />
17. Cuando se mandan originales a los editores y hay rechazo, hay que preguntar las razones. Hay que estudiar las razones del fracaso, y aprender. No se trata de lucha, ni con nuestras limitaciones ni con el público o editoriales. Se trata más bien de manejarlo como el aikido: la fuerza del que embiste es utilizada para derribarlo con el mínimo esfuerzo.
<br />
<br />
18. Ahora es posible encontrar lectores en cualquier parte del planeta. Hay que tenerlo presente. Para empezar, el dibujo es una forma de comunicación personal, pero esto no quiere decir que el artista se encierra en su burbuja; es comunicación con los seres cercanos, consigo mismo, pero también con gente desconocida. El dibujo es un medio para comunicarnos con la gran familia que no conocemos, el público, el mundo.
</div>
Alberich el Negrohttp://www.blogger.com/profile/12256997189693262508noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2501194324846922196.post-62150645253136030732019-07-27T20:09:00.001+02:002019-07-27T20:21:51.667+02:00NECROLÓGICA: JACK DAVIS (1924-2016)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-iHlmjnqnqxs/V69yAPFOuvI/AAAAAAAAEh0/vX2A20zI83I-YnhBs1qsxqxQg-38ecRNACLcB/s1600/Jack_Davis01.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://1.bp.blogspot.com/-iHlmjnqnqxs/V69yAPFOuvI/AAAAAAAAEh0/vX2A20zI83I-YnhBs1qsxqxQg-38ecRNACLcB/s600/Jack_Davis01.jpg" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">[<b>ADVERTENCIA:</b> Compromisos profesionales que no admitían demora, primero, y una sensación de que la cosa había quedado desactualizada, después, hicieron que abandonara esta entrada cuando ya casi la tenía prácticamente concluida. Vuelvo a releerla ahora, transcurridos justo tres años desde su primera redacción, y creo que merece la pena que salga adelante, coincidiendo precisamente con el tercer aniversario de la desaparición de Davis, que se cumple hoy mismo, 27 de julio de 2019. De modo que la publico —ya saben: "nunca es tarde, si la dicha es buena"—, aunque haya pasado demasiado tiempo desde que ocurrió el luctuoso acontecimiento que da razón de ser al texto. Creo que el personaje y su obra se merecen este humilde homenaje que no llegué a hacer en su momento].</span><br />
<br />
<br />
<span class="letrag">A</span>CIAGO día, el pasado miércoles 27 de julio, en que supimos que había muerto el grandísimo <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Jack_Davis_(cartoonist)">Jack Davis</a>, uno de los más geniales, influyentes, <a href="http://www.metafilter.com/158901/Jack-Davis-Americas-Most-Prolific-Cartoonist">prolíficos</a> y ácidos dibujantes satíricos que hayamos tenido la fortuna de conocer los aficionados a esto del dibujo y la ilustración. Tenía 91 años y desde hace ya bastante tiempo se encontraba retirado de la profesión (de hecho, su última portada para la mítica <i>MAD</i>, donde colaboró muchísimo tiempo, la realizó en 1995). Conocimos la noticia a través de un <a href="http://www.madmagazine.com/blog/2016/07/27/mad-remembers-jack-davis-artist">comunicado</a> de la propia revista que el mismo Davis contribuyó a fundar en 1952, en la que no dejó de publicar y para la que realizó la mayoría de sus trabajos. Como declaró, de manera muy expresiva, el director actual de la publicación (John Ficarra): «Jack fue uno de los miembros fundadores de la revista [...]. Un artista con enorme talento y muy versátil. El trabajo de Davis apareció en el primer número de <i>MAD</i> y prácticamente en todos los demás números de las cuatro décadas siguientes».<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-N-KNZJEUCB4/V69zsSy5ZXI/AAAAAAAAEiA/LUw3fxl-cEAeeQDYfdOZnkjm3e4UdFF-gCLcB/s1600/Primera_aparici%25C3%25B3n_Alfred_E_Neuman.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-N-KNZJEUCB4/V69zsSy5ZXI/AAAAAAAAEiA/LUw3fxl-cEAeeQDYfdOZnkjm3e4UdFF-gCLcB/s640/Primera_aparici%25C3%25B3n_Alfred_E_Neuman.jpg" width="379" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: blue;"><span style="font-size: x-small;"><i>Primera aparición pública de Alfred E. Neuman, el hombre mascota de </i>MAD</span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: blue;"><span style="font-size: x-small;"><i>(en una publicación de 1954, donde se recopilaban los dos primeros años de la revista satírica)</i></span></span></div>
<br />
<br />
Es una lástima que la edad de nuestro homenajeado lo haya impedido, pero habría sido una gozada poder disfrutar de sus dibujos satíricos en estos últimos meses, cuando EE.UU. se encuentra inmerso en la vorágine de la campaña electoral americana, y ver cómo retrataba a los candidatos presidenciables, especialmente al peculiar candidato republicano de dorado tupé (cuyo apellido, por cierto, coincide con el nombre de una revista de Harvey Kurtzman, en la que el propio Davis colaboró muy activamente hasta el momento de su desaparición).<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-MSJ8LRouqMo/V692SZsSssI/AAAAAAAAEiI/doPOe8L0orcmIxvyOhazaJ5wpUD_zQk_gCLcB/s1600/01.%2BTrump%2BCover.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://1.bp.blogspot.com/-MSJ8LRouqMo/V692SZsSssI/AAAAAAAAEiI/doPOe8L0orcmIxvyOhazaJ5wpUD_zQk_gCLcB/s1600/01.%2BTrump%2BCover.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
John Burton Davis, Jr, más conocido como Jack Davis, nació en la sureña ciudad de Atlanta (Georgia), el 2 de diciembre de 1924. Su primer trabajo publicado —de carácter no profesional, pero muy precoz— fue realizado cuando el futuro artista tenía sólo 12 años, y apareció en el número 8 de la revista <i>Tip Top Comics</i> (diciembre de 1936), que editaba United Features, una empresa editorial especializada en la publicación de cómics de prensa, como lo demuestra el contenido de sus índices. Nuevos trabajos amateurs realizados para las publicaciones periódicas de su instituto y para el <i>Navy News</i> durante su servicio militar en la Marina estadounidense —donde publicará una serie titulada <i>Boondocker</i>— completan esta primera etapa creativa del que habría de ser gran artista de la caricatura y la sátira dibujada.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-tH3989FDf3k/V692iLncS7I/AAAAAAAAEiM/1zjQgeXVKcUvvrvCgcKXHj8sCbabaIjGgCLcB/s1600/Tip_Top_%25238.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://4.bp.blogspot.com/-tH3989FDf3k/V692iLncS7I/AAAAAAAAEiM/1zjQgeXVKcUvvrvCgcKXHj8sCbabaIjGgCLcB/s320/Tip_Top_%25238.jpg" width="231" /></a><a href="https://3.bp.blogspot.com/-ir3x0WoHGxY/V692iIduPlI/AAAAAAAAEiQ/HgsQPPZ8RhABPDAQ6sNR45Jm-V_WQFx2gCLcB/s1600/Tip_Top_%25239.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://3.bp.blogspot.com/-ir3x0WoHGxY/V692iIduPlI/AAAAAAAAEiQ/HgsQPPZ8RhABPDAQ6sNR45Jm-V_WQFx2gCLcB/s320/Tip_Top_%25239.jpg" width="233" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;"> Cubiertas de los números 8 y 9 de esta revista en la que hizo sus pinitos nuestro homenajeado</span></i></span></div>
<br />
<br />
A lo largo de la década de los cuarenta Davis colaboró también en el periódico de la Universidad de Georgia (donde estudiaba) y en una publicación de carácter humorístico <i>(Bullsheet),</i> aunque lo más cercano a un trabajo profesional fue su actividad como dibujante en <i>The Atlanta Journal</i> y como entintador de la tira <i>Mark Trail</i> de Ed Dodd, que el propio Davis parodiaría años más tarde en <i>MAD</i> con el título de <i>Mark Trade.</i><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-w6h-KPZh-Bc/V693BWOvX9I/AAAAAAAAEiY/ivOLe8jaDXEGKOLrxsKDJKfYqggaKIykgCLcB/s1600/tumblr_oazhd4GRU11tnu0x7o1_1280.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://1.bp.blogspot.com/-w6h-KPZh-Bc/V693BWOvX9I/AAAAAAAAEiY/ivOLe8jaDXEGKOLrxsKDJKfYqggaKIykgCLcB/s600/tumblr_oazhd4GRU11tnu0x7o1_1280.jpg" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">El joven Davis en la época de sus primeros trabajos profesionales</span></i></span></div>
<br />
<br />
En 1949 encontramos su firma en un manual técnico de formación para Coca-Cola, encargo que le reportaría dinero suficiente para comprarse un coche y marchar hasta Nueva York, donde iba a matricularse en la <i>Art Students League</i> para seguir con su perfeccionamiento. Allí logró encontrar trabajo en el <i>New York Herald Tribune Syndicate,</i> donde colaboraría como entintador en la tira <i>The Saint,</i> de Leslie Charteris y Mike Roy. Al parecer, también colaboró en la del <i>Flash Gordon</i> que dibujada Dan Barry, aunque en ambos casos lo hizo sin acreditar, como era costumbre en la época.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-wATtVDMY4LE/V698rYtKrNI/AAAAAAAAEio/bRiZuP7dhjYfjl6MhEHWs0EgTM-3khNJgCLcB/s1600/The%2BSaint%2B1950-04-20.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://1.bp.blogspot.com/-wATtVDMY4LE/V698rYtKrNI/AAAAAAAAEio/bRiZuP7dhjYfjl6MhEHWs0EgTM-3khNJgCLcB/s600/The%2BSaint%2B1950-04-20.jpg" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-UnDJrkdx8sc/V698wwxjW2I/AAAAAAAAEis/8trhYXma0kwBFkFlywasxBHj7R9HJ4daQCLcB/s1600/The%2BSaint%2B1950-06-06.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://4.bp.blogspot.com/-UnDJrkdx8sc/V698wwxjW2I/AAAAAAAAEis/8trhYXma0kwBFkFlywasxBHj7R9HJ4daQCLcB/s600/The%2BSaint%2B1950-06-06.jpg" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-Eb4fhLBI-rM/V69831lFzPI/AAAAAAAAEiw/pDsUmxMG3GYZGm-kgp2ZwO3VUw-66jSdQCLcB/s1600/The%2BSaint%2B1950-06-09.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://3.bp.blogspot.com/-Eb4fhLBI-rM/V69831lFzPI/AAAAAAAAEiw/pDsUmxMG3GYZGm-kgp2ZwO3VUw-66jSdQCLcB/s600/The%2BSaint%2B1950-06-09.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">Quizá la mano de Davis se encuentre en alguna de las siguientes tiras de </span></i><span style="color: blue;">The Saint,</span><i><span style="color: blue;"> </span></i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">que pertenecen a 1950, aunque es imposible saberlo</span></i></span></div>
<br />
<br />
Al año siguiente, y tras ser rechazado por diferentes editoriales de <i>comic books</i> —conviene recordar que estamos en la década de los 50, verdadero momento de apogeo de tales publicaciones—, Davis entró a colaborar como artista independiente con la renovada <a href="http://desdeelnibelheim2.blogspot.com.es/2014/05/necrologicas-al-feldstein-1925-2014.html">EC Comics de Bill Gaiman y Al Feldstein</a>, donde iba a dar comienzo la primera etapa realmente significativa de su carrera. Su primera historia en la "casa de los horrores" sería <i>The Living Mummy (Haunt of Fear,</i> #4, 1950), aunque para la mítica editorial habría de realizar numerosas contribuciones en los diversos géneros que abordaban las publicaciones de EC, apareciendo su firma en cabeceras tan célebres como <i>Tales from the Crypt, The Haunt of Fear, Frontline Combat, Two-Fisted Tales, The Vault of Horror, Piracy, Incredible Science
Fiction, Crime Suspenstories, Shock Suspenstories</i> y <i>Terror Illustrated.</i> <br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-R-Q2Bu_gDWw/V6-E4-DGjvI/AAAAAAAAEjY/-_cjX8OUiT0Xf1IGXCczEILGxYORP4CgACLcB/s1600/Panel01.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://1.bp.blogspot.com/-R-Q2Bu_gDWw/V6-E4-DGjvI/AAAAAAAAEjY/-_cjX8OUiT0Xf1IGXCczEILGxYORP4CgACLcB/s600/Panel01.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">Plasmación de un momento histórico: viñeta de apertura de la primera historia realizada por Davis para EC</span></i></span></div>
<br />
<br />
Es el momento en que empieza a despuntar su inconfundible estilo, de trazo enérgico, gran detalle, minuciosa composición y enorme versatilidad expresiva, con unas formas a caballo entre el dibujo realista puro y la insinuada caricatura, elemento este último muy característico de Davis —sobre todo en su vena satírica—, que a mí siempre me ha llamado poderosamente la atención y que, con las lógicas diferencias, hallamos también en otros artistas como Mort Drucker, Angelo Torres, o Sam Viviano, todos ellos dibujantes asimismo de <i>MAD.</i> Quienes fueron sus amigos y editores —Bill Gaines, Al Feldstein y Harvey Kurtzman— no dejaron de señalar que Davis era el artista más rápido de los que trabajaban para EC, siendo capaz de completar tres páginas o más al día, incluyendo el entintado de las mismas. Una marca que sorprende, ciertamente, sobre todo cuando se observa en las planchas originales la enorme calidad del trabajo, con un empleo admirable del pincel para crear texturas (son famosos, en este sentido, su delicados tramados superpuestos y cruzados, así como el control en el grosor de la línea para crear un efecto de profundidad admirable).<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-tkhiTfZMaJc/V6-G8gfnU3I/AAAAAAAAEjo/MTpwgL6se6o8sv69VoFyKGxYOCdGb7pogCLcB/s1600/Boxing.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://2.bp.blogspot.com/-tkhiTfZMaJc/V6-G8gfnU3I/AAAAAAAAEjo/MTpwgL6se6o8sv69VoFyKGxYOCdGb7pogCLcB/s600/Boxing.jpg" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-zONdqeJceu4/V6-IwSfDgbI/AAAAAAAAEj0/xRIrQX4UBckIEWjmORD6zfHhy-IzMqiGQCLcB/s1600/Incredible-Science-Fiction-.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://4.bp.blogspot.com/-zONdqeJceu4/V6-IwSfDgbI/AAAAAAAAEj0/xRIrQX4UBckIEWjmORD6zfHhy-IzMqiGQCLcB/s600/Incredible-Science-Fiction-.jpg" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-n6qm_HsxuDg/V6-I_YPhgGI/AAAAAAAAEj4/n08lMiUhSdYxwVLD2FfGSTGXqiKfWpNNwCLcB/s1600/Jack-Davis-7_redudica.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://4.bp.blogspot.com/-n6qm_HsxuDg/V6-I_YPhgGI/AAAAAAAAEj4/n08lMiUhSdYxwVLD2FfGSTGXqiKfWpNNwCLcB/s600/Jack-Davis-7_redudica.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">Realismo y rasgos caricaturescos en su dosis justa se amalgaman en el arte de Jack Davis,</span></i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">para dar como resultado obras con un magnífico e inconfundible estilo, lleno de fuerza y expresividad</span></i></span></div>
<br />
<br />
Sus trabajos para EC de los primeros años 50 —los que corresponden a la etapa inicial de la denominada <i>New Trend</i> (o "nueva dirección" adoptada por la empresa bajo la férula de Bill Gaines)— nos muestran ya a un Davis pletórico y absoluto dominador del oficio: trazo untuoso, resolución técnica magistral (con el pincel como instrumento predominante), gran expresividad en los personajes, dominio de la figura humana, trabajo de trama muy cuidado, sabio manejo de las masas de negro... Con estas características —y, en especial, gracias a su pasmosa facilidad para representar todo lo grotesco y deforme— nuestro homenajeado brillaría especialmente en los relatos de terror, a los que aportó este personalísimo e inconfundible estilo, que iba a ser imitado por otros dibujantes de las empresas rivales y por sucesivas generaciones de artistas (¿hace falta recordar aquí a Bernie Wrightson, por ejemplo?).<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-TLMW7HgVYB4/V6-LYp4-wPI/AAAAAAAAEkE/nsDlLL9ipOIKMMIZc7ATScoaVtr0vhngQCLcB/s1600/2637_reducida.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://2.bp.blogspot.com/-TLMW7HgVYB4/V6-LYp4-wPI/AAAAAAAAEkE/nsDlLL9ipOIKMMIZc7ATScoaVtr0vhngQCLcB/s700/2637_reducida.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">Primera página del relato </span></i><span style="color: blue;">Model Nephew (The Haunt of Fear,</span><i><span style="color: blue;"> #22, 1953)</span></i></span></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-NbXMMt3CrJc/V7GtGLmyrHI/AAAAAAAAEoM/s4sAuts683E4Lrj04p8G0oGH8R4QakVPQCLcB/s1600/Davis-G-horror-copy.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://3.bp.blogspot.com/-NbXMMt3CrJc/V7GtGLmyrHI/AAAAAAAAEoM/s4sAuts683E4Lrj04p8G0oGH8R4QakVPQCLcB/s1600/Davis-G-horror-copy.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">Ojos desorbitados y sanguinolentos, boca desencajada, gotas de sudor,</span></i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">sombras fuertemente contrastadas, monstruos escalofriantes... </span></i></span><span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">El espanto hecho dibujo</span></i></span></div>
<br />
En este ámbito son dignos de recordar su contribución para <i>Tales from the Crypt,</i> una de las tres revistas que EC dedicó al género del horror, y en la que Davis dibujaría no sólo historias interiores, sino también la mayoría de las portadas (las de los números 29-46, concretamente). Puede afirmarse, por tanto, que fue la verdadera estrella de esta cabecera, mientras que Graham Ingels lo era de <i>The Haunt of Fear</i> y Johnny Craig de <i>The Vault of Horror.</i> En ella publicó títulos como <i>Tain't the Meat... It's the Humanity (Tales from the Crypt,</i> #32, 1952) —siniestro relato, con tintes de crítica social, donde se nos muestran los tejemanejes de cierto carnicero que, aprovechándose de la escasez de carne en época de guerra, hace de las suyas hasta el momento en que todo le sale mal—, <i>Lower Berth! (Tales from the Crypt,</i> #33, 1953) —donde el personaje de <i>Crypt Keeper</i> (anfitrión de dicha revista), relata la historia de su origen, cuando sus padres (una momia egipcia hembra y un cadáver de dos cabezas) se conocieron 4000 años atrás—, <i>Mirror, Mirror, on the Wall (Tales from the Crypt,</i> #34, 1953) —historia contada en primera persona que explota el mito de Frankenstein desde una perspectiva muy al estilo EC—, <i>By the Fright of the Silvery Moon! (Tales from the Crypt,</i> #35, 1953) —aventura que tiene al hombre-lobo como protagonista—, <i>Fare Tonight, Followed by Increasing Clottines (Tales from the Crypt,</i> #36, 1953) —un intranquilizador relato de vampiros, médicos locos y siniestros experimentos—, <i>Tight Grip! (Tales from the Crypt,</i> #38, 1953) —donde un asesino acaba teniendo problemas con un extraño baúl—, <i>Food for Thought (Tales from the Crypt,</i> #40, 1954) —siniestra historia que tiene como marco el sugerente mundo del circo y el vampirismo—, <i>Operation Friendship (Tales from the Crypt,</i> #41, 1954) —un relato de médico loco, no exento de ironía y crítica social contra el matrimonio (o, mejor dicho, contra la rutina del mismo)—, o <i>Telescope (Tales from the Crypt,</i> #50, 1955), angustiosa historia de naufragios con final sorprendente.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-XXp3wakCAQo/V6-NAu72enI/AAAAAAAAEkQ/ezm025_8oBckBq3H_hJu3Wfap-ub8t8cwCLcB/s1600/Lower_Berth_p01_reducida.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://1.bp.blogspot.com/-XXp3wakCAQo/V6-NAu72enI/AAAAAAAAEkQ/ezm025_8oBckBq3H_hJu3Wfap-ub8t8cwCLcB/s750/Lower_Berth_p01_reducida.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">Impactante página de presentación para la historia </span></i><span style="color: blue;">Lower Berth!,</span><i><span style="color: blue;"> que mencionamos en el texto</span></i></span></div>
<br />
<br />
De todas formas, Jack Davis también trabajó bastante para las otras dos revistas de terror de la casa, siendo especialmente reseñables historias como la ya citada <i>The Living Mummy (The Haunt of Fear,</i> #4, 1950) —en la que se echa mano del mito de la momia revivida por unos arqueólogos que acaban escarmentados—, <i>The Basket (The Haunt of Fear,</i> #7, 1951) —con el tema de la doble personalidad stevensoniana de por medio—, <i>Bum Steer! (The Haunt of Fear,</i> #10, 1951) —curiosa historia protagonizada por un torero fracasado y vengativo—, <i>The Beast of the Full Moon (The Vault of Horror,</i> #17, 1951) —sobre el tema de la licantropía—, <i>Lend Me a Hand! (The Vault of Horror,</i> #18, 1951) —que, sin duda, se inspira en la novela <i>Les Mains d'Orlac,</i> de Maurice Renard, que conoció dos adaptaciones cinematográficas en 1924 y 1935—, <i>The Reluctant Vampire! (The Vault of Horror,</i> #20, 1951) —sobre las andanzas de un vampiro (llamado Mr. Drink) que trabaja como vigilante nocturno en un banco de sangre—, <i>Kickin' the Gong A Round! (The Vault of Horror,</i> #25, 1952) —una terrible historia de cadáveres resucitados que se enmarca en el mundo del boxeo—, <i>Wolf Bait! (The Haunt of Fear,</i> #13, 1952) —relato de ambientación histórica, cuya acción transcurre en la nevada estepa rusa del siglo XIX, y en el que Davis realiza uno de sus más bellos trabajos de esta época, lleno de fuerza y de dinamismo—, <i>Death of Some Salesman (The Haunt of Fear,</i> #15, 1952) —donde cierto vendedor a domicilio tiene un encuentro con una parejita de ancianos—, <i>Garden Party (The Haunt of Fear,</i> #17, 1953) —donde la acción gira en torno a un objeto tan cotidiano como una barbacoa—, <i>The Black Ferris (The Haunt of Fear,</i> #18, 1953) —un ingenioso relato de viajes en el tiempo que concluye con el típico final inesperado propio de la EC (el llamado "final O'Henry")—, <i>Model Nephew (The Haunt of Fear, #22, 1953) —sobre un malvado sobrino que después de asesinar a su tío recibe el típico merecido de las historias EC—, Out of His Head! (The Vault of Horror,</i> #32, 1953) —sobre la historia de un hombre que asesina a su socio y es incapaz de sobrellevar dicha carga, con las consecuencias que esto acarrea para él—, <i>Tombs-Day (The Vault of Horror,</i> #35, 1954) —que se desarrolla en el sugestivo y claustrofóbico ambiente de una pirámide egipcia, dando la oportunidad a Davis de ofrecernos un auténtico recital de ambientación y suspense—, <i>Coffin Spell (The Vault of Horror,</i> #38, 1954) —una lúgubre historia de <i>bodysnatchers,</i> en la que Davis nos ofrece un trabajo de altísimo nivel gráfico, desplegando una maravillosa, filigranesca y delicadísima labor de sombreado y tramas—. Aunque una de sus aportaciones más significativas y conocidas para estas otras revistas de horror, quizá sea la delirante <i>Foul Play (The Haunt of Fear,</i> #19, 1953), donde un grupo de jugadores de beisbol psicópatas desmembran a un adversario y usan luego sus partes del cuerpo para seguir el partido. Una historia que llegaría a ser citada expresamente por el infausto <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Fredric_Wertham">Dr. Wertham</a> en su particular cruzada contra los <i>comic books,</i> como ejemplo de lo perniciosos que estos podían ser para los jóvenes, merced a sus contenidos violentos.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-Bvq2RUDo1hI/V7BJJ0FTVoI/AAAAAAAAEkg/caLgRa_HeuAhJvgg3Mw9OUK-BjemlYDowCLcB/s1600/02_reducida.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://3.bp.blogspot.com/-Bvq2RUDo1hI/V7BJJ0FTVoI/AAAAAAAAEkg/caLgRa_HeuAhJvgg3Mw9OUK-BjemlYDowCLcB/s750/02_reducida.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">Original (2ª plancha) de la historia </span></i><span style="color: blue;">Coffin Spell</span></span></div>
<br />
<br />
Pero no piense el lector que Davis sólo se centró en los relatos de horror. Aunque sus colaboraciones fueron menos frecuentes en otros géneros abordados por EC, también contamos con magníficos ejemplos de su labor en el terreno de la ciencia ficción, o de la temática militar, especialmente la relativa a la Guerra de Secesión americana, tema que apasionaba a nuestro homenajeado y que revisitó con cierta frecuencia a lo largo de su carrera, como veremos luego.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-RWMW1UcJncg/V7C9XsDsMxI/AAAAAAAAEkw/OCH9Mc25Qhsi1KWai67cYGdXB_VgKacOACLcB/s1600/j.davis.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://1.bp.blogspot.com/-RWMW1UcJncg/V7C9XsDsMxI/AAAAAAAAEkw/OCH9Mc25Qhsi1KWai67cYGdXB_VgKacOACLcB/s1600/j.davis.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">No es infrecuente, en absoluto, encontrar dibujos de Davis dedicados a la Guerra Civil de su país.</span></i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">He aquí un ejemplo soberbio de soldado </span></i><span style="color: blue;">"rebell"</span><i><span style="color: blue;"> —así lo certifican las siglas de la cartuchera</span></i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">y el cinturón: Confederate States of America—, trabajado con el primor propio de nuestro</span></i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">artista, a base de una trama sabiamente dosificada, que va dando forma a la figura</span></i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">y unas masas de negro que le proporcionan volumen. Sencillamente magnífico.</span></i></span></div>
<br />
<br />
Para dichos géneros realizó portadas y numerosas historias, cuyo contenido no podemos glosar también aquí en todos los casos, pues alargaríamos en exceso este artículo, pero algunas de las cuales sí podemos enumerar por su interés. Entre ellas estarían: <i>Enemy Assault! (Frontline Combat,</i> #1, 1951), <i>Bouncing Bertha (Frontline Combat,</i> #2, 1951), <i>Conniver! (Crime SuspenStories,</i> #4, 1951), <i>Mr. Biddy... Killer! (Crime SuspenStories,</i> #5, 1951), <i>Phonies (Crime SuspenStories,</i> #7, 1951), <i>Ambush (Two-Fisted Tales,</i> #21, 1951), <i>Enemy Contact (Two-Fisted Tales,</i> #22, 1951), <i>Death Stand (Two-Fisted Tales,</i> #23, 1951), <i>Hill 203 (Two-Fisted Tales,</i> #24, 1951), <i>Yellow! (Sock SuspenStories,</i> #1, 1952), <i>The Patriots! (Shock SuspenStories,</i> #2, 1952) —una valiente y sensacional historia, que se cuenta entre las más famosas de las publicadas por EC durante la <i>New Trend,</i> pues hace una crítica abierta al falso patriotismo fanático (lo cual era muy arriesgado en aquella época)— <i>Uppercut (Shock SuspenStories,</i> #4, 1952) —con una primera página de enorme fuerza dramática y gran belleza plástica—, <i>Chickamauga! (Frontline Combat,</i> #8, 1952), <i>Cut! (Crime SuspenStories,</i> #9, 1952), <i>Abe Lincoln! (Frontline Combat,</i> #9, 1952), <i>Missed by Two Heirs! (Crime SuspenStories,</i> #10, 1952), <i>Mud (Two-Fisted Tales,</i> #25, 1952), <i>Hagaru-Ri (Two-Fisted Tales,</i> #26, 1952), <i>Shanghaied (Piracy,</i> #1, 1954), <i>Kismet (Piracy,</i> #2, 1955 <i>Vengeful Sioux! (Frontline Combat,</i> #15, 1954), <i>The Welchers (Crime SuspenStories,</i> #20, 1954), <i>Gunfire (Two-Fisted Tales,</i> #36, 1954), <i>Last of the Mohicans (Two-Fisted Tales,</i> #40, 1955), etc.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-dv_2DLPjNZI/V7F6IGlLIZI/AAAAAAAAElA/7HASyxAkpPANaU8vnMIZKROGNljyB87nACLcB/s1600/Uppercut-reducida.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://3.bp.blogspot.com/-dv_2DLPjNZI/V7F6IGlLIZI/AAAAAAAAElA/7HASyxAkpPANaU8vnMIZKROGNljyB87nACLcB/s750/Uppercut-reducida.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
Con el fracaso de la <i>New Trend,</i> tras la campaña de acoso y derribo a la que se vio sometida EC —ofensiva que en 1954 ya puede considerarse concluida con total (y vergonzoso) éxito—, Bill Gaines tuvo que dar un golpe de timón en su política editorial para buscar salida en otro tipo de publicaciones. Y lo mismo se vieron obligados a hacer todos sus artistas, acomodándose a las nuevas series que habrían de surgir. Desaparecidas las cabeceras más importantes, influyentes y populares de la empresa, se pusieron en marcha otras nuevas que tendrían una corta vida y que sólo iban a servir para prolongar la agonía, hasta el momento en que <i>MAD</i> —merced a su éxito— vino a mostrarse como la tabla salvadora para todos los problemas de la casa editorial. Una de esas revistas efímeras, <i>Piracy,</i> ya había aparecido en el mercado editorial antes del fatídico "hundimiento" de EC —quizá como consecuencia de lo que Gaines veía que se estaba avecinando, y en un intento de acomodarse a las exigencias morales que el <i>Comics Code</i> iba a terminar imponiendo—, pero otras surgieron <i>ex novo</i> como resultado de lo que se ha denominado la <i>New Direction.</i> Fueron éstas (1): <i>Impact</i> (temática cercana al suspense), <i>Valor</i> (género bélico y de aventuras), <i>Psychoanalisis</i> (con historias de suspense, pero dotadas de un toque más psicológico), <i>Aces High</i> (sobre aviación), <i>M.D.</i> (sobre el mundo médico y de los hospitales), <i>Extra</i> (sobre el periodismo) e <i>Incredible Science Fiction</i> (ciencia ficción).<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-CgMpTK9xplY/V7GE66Ih3lI/AAAAAAAAElQ/XiqSsQ8vtvoydkAm4mCSSjPrZFMbwi-iQCLcB/s1600/New_Direction_Magazines01_r.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://3.bp.blogspot.com/-CgMpTK9xplY/V7GE66Ih3lI/AAAAAAAAElQ/XiqSsQ8vtvoydkAm4mCSSjPrZFMbwi-iQCLcB/s600/New_Direction_Magazines01_r.jpg" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-M021Dix6s2M/V7GE8sqScWI/AAAAAAAAElU/B8Pd4FHO62ISho7nviIgCKzCVFMYRfbowCLcB/s1600/New_Direction_Magazines02_r.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://3.bp.blogspot.com/-M021Dix6s2M/V7GE8sqScWI/AAAAAAAAElU/B8Pd4FHO62ISho7nviIgCKzCVFMYRfbowCLcB/s600/New_Direction_Magazines02_r.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">Las siete cabeceras de la </span></i><span style="color: blue;">New Direction</span><i><span style="color: blue;"> (con </span></i><span style="color: blue;">Incredible Science Fiction</span><i><span style="color: blue;"> se optó</span></i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">por seguir la numeración a partir de </span></i><span style="color: blue;">Weird Science Fantasy)</span></span></div>
<br />
<br />
Para casi todas ellas dibujó algo Jack Davis, mostrando también aquí su enorme versatilidad como artista y una gran capacidad de adaptación, lo que dio como resultado unos trabajos de altísimo nivel, según lo demuestran todas las portadas de <i>Impact</i> y de <i>Incredible Science Fiction</i> (que son suyas, menos la última de este segundo título, dibujada por Wally Wood), y relatos como <i>The New C. O. (Aces High,</i> #1, 1955), <i>Divorce (Impact,</i> #2, 1955), <i>Footnote (Aces High,</i> #2, 1955), <i>The Debt (Impact,</i> #3, 1955), <i>The Case of Champagne (Aces High,</i> #3, 1955), <i>The Lonely One (Impact,</i> #4, 1955), <i>Home Again (Aces High,</i> #4, 1955), <i>Iron Man! (Aces High,</i> #5, 1955), <i>Barrier (Incredible Science Fiction,</i> #30, 1955), <i>Marked Man (Incredible Science Fiction,</i> #32, 1955), <i>Kaleidoscope (Incredible Science Fiction,</i> #33, 1956), <i>Screenplay for Murder</i> y <i>Head Man</i> (en estos dos últimos casos se trata de ilustraciones para los magazines de relatos ilustrados <i>Crime Illustrated,</i> #2 y <i>Terror Illustrated,</i> #2, ambos de 1956. Un trabajo de menor enjundia, como puede verse, pero en absoluto insignificante.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-GwEp48RFS8E/V7GGKpNow_I/AAAAAAAAElg/LrXRe433jCIhztbow6ojb6b2Y0sA0i-YQCLcB/s1600/Impact%252C%2B%25233%252C%2B1955_reducida.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://1.bp.blogspot.com/-GwEp48RFS8E/V7GGKpNow_I/AAAAAAAAElg/LrXRe433jCIhztbow6ojb6b2Y0sA0i-YQCLcB/s750/Impact%252C%2B%25233%252C%2B1955_reducida.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
Entre el final de la <i>New Trend</i> (1954-1955) y lo que aún quedaba para concluir la década de los 50, Davis se fue alejando paulatinamente de los <i>comics books,</i> aunque aún habría de dibujar algunas historias del género <i>western</i> para Atlas Comis (la antigua Marvel). En general se trata de trabajos bastante buenos —por ejemplo la historia <i>Luke Barker he was bad clean thru</i>! (con guión de Stan Lee y publicada en el # 5 de Frontier Western, 1956)—, aunque en la que iba a ser su última incursión en los tebeos de estilo más o menos realista —la serie <i>Rawhide Kid</i> (de la propia Marvel), aparecida ya en 1963— se ve que el artista ha perdido interés (2). Parece más un trabajo de tipo alimenticio y se nota que Davis no dedicó mucha atención al mismo pues, a pesar de su relativa calidad, el producto resultante queda bien lejos de las excepcionales planchas que firmara durante la época dorada de EC: hay una ausencia casi total de fondos, la puesta en escena es bastante pobre y reiterativa, el grafismo en general resulta poco refinado, las figuras están realizadas con correción, aunque de modo bastante expeditivo...<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-128Cl6aj1tE/V6-DzL0xL9I/AAAAAAAAEjA/f_eAYPOC3g4LhjnTgJB-MCGtkdof_EQ3gCLcB/s1600/RK1_reducida.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 0em; margin-right: 0em;"><img border="0" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-128Cl6aj1tE/V6-DzL0xL9I/AAAAAAAAEjA/f_eAYPOC3g4LhjnTgJB-MCGtkdof_EQ3gCLcB/s400/RK1_reducida.jpg" width="266" /></a><a href="https://1.bp.blogspot.com/-oW22dcNzV88/V6-D0KwzQYI/AAAAAAAAEjE/_Lo6iTuiiFIOj31bd7t1JtEEbSIeZGApQCLcB/s1600/RK4_reducida.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-oW22dcNzV88/V6-D0KwzQYI/AAAAAAAAEjE/_Lo6iTuiiFIOj31bd7t1JtEEbSIeZGApQCLcB/s400/RK4_reducida.jpg" width="271" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-wAPk5tAlGHs/V6-EUdWOeHI/AAAAAAAAEjI/PcNZDkrIcgwpVJm6BzQ7ZAbbgTqPlmgxgCLcB/s1600/01_reducida.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 0em; margin-right: 0em;"><img border="0" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-wAPk5tAlGHs/V6-EUdWOeHI/AAAAAAAAEjI/PcNZDkrIcgwpVJm6BzQ7ZAbbgTqPlmgxgCLcB/s400/01_reducida.jpg" width="270" /></a><a href="https://4.bp.blogspot.com/-trMF-SXI2Zw/V6-EVGvwIHI/AAAAAAAAEjM/aFQrn993E7g6BQEkOcRraTW6Q7lr34VowCLcB/s1600/02_reducida.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://4.bp.blogspot.com/-trMF-SXI2Zw/V6-EVGvwIHI/AAAAAAAAEjM/aFQrn993E7g6BQEkOcRraTW6Q7lr34VowCLcB/s400/02_reducida.jpg" width="270" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">Compárense las dos planchas superiores con las de abajo</span></i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">y el lector comprenderá enseguida a qué nos referimos en el texto </span></i></span></div>
<br />
<br />
Pero la actividad de Davis durante esos años que podríamos llamar "de transición" no se limitó exclusivamente al terreno de los <i>comics books.</i> Con la mirada puesta en las tiras de prensa —que en aquella época estaban consideradas como la aristocracia de la profesión (por su mayor reconocimiento y mejor remuneración para los artistas)—, nuestro homenajeado llegó a realizar en 1961 una serie propia bajo la sindicación de McClure Syndicate, aunque no iba a tener demasiada fortuna y disfrutaría de una vida muy breve (tan sólo cuatro meses). Se titulaba <i>Beauregard</i> —aunque el nombre sufrió cambios, a medida que su autor fue perfilando la idea original— y la acción transcurría en el marco de la Guerra de Secesión norteamericana (que, como ya dijimos arriba, fue un tema recurrente en la trayectoria profesional de un sudista convencido como Davis). El protagonismo recaía sobre un joven confederado, bastante bobo y patoso, que daba nombre a la serie y al que le ocurrían todo tipo de peripecias, siempre en un ambiente amable y lleno de humor y sarcasmo. Pero, tal como <a href="http://potrzebie.blogspot.com.es/2008/02/jack-davis-beauregard.html">se ha destacado</a> irónicamente, y a juzgar por el escaso interés que la serie despertaba en los periódicos a los que servía su material, el McClure Syndicate debió percatarse enseguida de que los sureños no consideraban la Guerra Civil un asunto para tomar a broma.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-N4zq7Av786c/V7GHduNDDuI/AAAAAAAAEls/oFL6ibM9dpMNReLnvk8m27pDh4pME1fcACLcB/s1600/Beauregard.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://1.bp.blogspot.com/-N4zq7Av786c/V7GHduNDDuI/AAAAAAAAEls/oFL6ibM9dpMNReLnvk8m27pDh4pME1fcACLcB/s600/Beauregard.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
A pesar del fracaso del proyecto, la idea iba a ser reutilizada posteriormente por Davis, apareciendo publicada (¿y recopilada?) con diferentes títulos <i>(Bo Reargard, Bo Rearguard, Beau Rearguard)</i> en otros lugares como la longeva <i><a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Sick_(magazine)">Sick Magazine</a>,</i> o la revista <i>Help!</i> (esta última una creación de Harvey Kurztman durante su aventura en solitario, y en la que nuestro hombre colaboraría hasta su extinción).<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-A-3kbIszHm4/V7GH1_9D1rI/AAAAAAAAElw/gEfu4Twi1ykIhV8LMG7BBumeJeT5uWf7gCLcB/s1600/December.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://1.bp.blogspot.com/-A-3kbIszHm4/V7GH1_9D1rI/AAAAAAAAElw/gEfu4Twi1ykIhV8LMG7BBumeJeT5uWf7gCLcB/s750/December.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">Cubierta para el nº 25 de </span></i><span style="color: blue;">Sick Magazine,</span><i><span style="color: blue;"> con una acuarela maravillosa de Davis</span></i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">(el original puede verse en la galería de imágenes que hemos incluido al final del artículo)</span></i></span></div>
<br />
<br />
Al contrario de lo que había ocurrido con <i>Rawhide Kid,</i> en <i>Bo Reargard</i> se advierte que estamos ante un trabajo por el que Davis sentía verdadero interés: la realización gráfica es soberbia, con un dibujo caricaturesco de extraordinaria factura, muchísima fuerza y un acabado muy minucioso, a base de esas cuidadas tramas tan características en el autor, que van dando forma y volumen a todos los elementos de la viñeta. Tanto personajes como ambientes están sumamente trabajados y hay una caracterización de secundarios en verdad importante, con esos tipos desaliñados que estamos acostumbrados a ver en las películas del género cuando se recorren tierras del Sur. Por cierto: a la hora de hablar de referencias iconográficas, no descartaría del todo la posible influencia de un clásico del cine como <i>El maquinista de la General (The General,</i> 1926, Clyde Bruckman y Buster Keaton), no sólo por la temática, sino también por el tratamiento humorístico dado a la misma.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-cIiqyUEPHXs/V7GKW36GpFI/AAAAAAAAEmA/p19rQmTFElUXKT9nfma3fAyBHLXtG0i1QCLcB/s1600/Bo_Rearguard_tramado01.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://3.bp.blogspot.com/-cIiqyUEPHXs/V7GKW36GpFI/AAAAAAAAEmA/p19rQmTFElUXKT9nfma3fAyBHLXtG0i1QCLcB/s600/Bo_Rearguard_tramado01.jpg" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-0mTuV5WG_1E/V7GKW1mFakI/AAAAAAAAEmE/sXZphKg4J08KDtoWtMnXhVrs9EES8OqzwCLcB/s1600/Bo_Rearguard_tramado02.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://2.bp.blogspot.com/-0mTuV5WG_1E/V7GKW1mFakI/AAAAAAAAEmE/sXZphKg4J08KDtoWtMnXhVrs9EES8OqzwCLcB/s600/Bo_Rearguard_tramado02.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
A partir de los años 60 todo el trabajo de Davis se orientará ya, mayoritariamente, hacia el dibujo no realista, comprendiendo el grueso de la producción de este período lo realizado para <i>MAD.</i> Desde el primer número de ésta y en los 12 que logró sobrevivir <i>Panic</i> —la otra publicación satírica de EC— estuvo colaborando Jack Davis en la famosa cabecera, explotando así su vena más humorística, que iba a ser por la que los aficionados le conocerían mejor en el futuro. En <i>MAD</i> se convirtió en uno de sus dibujantes estrellas —por la enorme facilidad que tenía para el dibujo caricaturesco—, encargándose de parodiar allí las mismas historias de terror que antes había dibujado en otras revistas de la compañía.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-6SiZQlV47Co/V7GKs9PaqUI/AAAAAAAAEmI/YrwvtU-NKsg6CzEZVz-HgG1vzKKN3NnsACLcB/s1600/Horror_Movie01.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://1.bp.blogspot.com/-6SiZQlV47Co/V7GKs9PaqUI/AAAAAAAAEmI/YrwvtU-NKsg6CzEZVz-HgG1vzKKN3NnsACLcB/s600/Horror_Movie01.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
Cuando en 1956 Kurtzman abandonó la EC —posiblemente por discrepancias con Gaines—, Davis le siguió y colaboró con él en todos las revistas (no demasiado exitosas) que el genial neoyorquino puso en marcha: <i>Humbug, Help!, Trump...</i> En esta epoca (1961) sacó también adelante un proyecto para Dell Comics, que pretendía ser una alternativa a la exitosa <i>MAD:</i> me refiero a la revista satírica <i>Yak Yak</i> (subtitulada <i>A Pathology of Humor),</i> de la que sólo se publicarían unos pocos números, pero en la que nuestro artista dejó cabal muestra de su buen hacer.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-5mdR4j2AgHg/V7GLBLhktiI/AAAAAAAAEmM/OldAh18KnK4eSFfS8yU1WwxX8HKJjMVfQCLcB/s1600/Yak_Yak_%25231_1961.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://2.bp.blogspot.com/-5mdR4j2AgHg/V7GLBLhktiI/AAAAAAAAEmM/OldAh18KnK4eSFfS8yU1WwxX8HKJjMVfQCLcB/s1600/Yak_Yak_%25231_1961.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">Cubierta del primer número de </span></i><span style="color: blue;">Yak</span><i><span style="color: blue;"> (1961)</span></i></span></div>
<br />
<br />
No obstante, Davis terminaría regresando a <i>MAD</i> —ya bajo la dirección de Al Feldstein—, para no abandonarla de manera definitiva hasta mediados de los años 90, momento en que se jubiló, tal como señalamos más arriba. En todo ese largo período de treinta y tantos años, dibujó centenares de cubiertas, ilustraciones interiores y páginas de historieta, especializándose en adaptaciones paródicas y caricaturescas de famosas series de televisión y de películas. Una cantidad enorme de trabajos que, por desgracia, es imposible del todo enumerar siquiera, aunque sí nos gustaría mencionar que entre los más destacables se encuentran —además de las numerosas portadas— sus parodias de las series televisivas <i>The Lone Ranger (El Llanero Solitario,</i> 1949-1957) y <i>M*A*S*H</i> (1972-1983), así como de las películas <i>High Noon (Solo ante el peligro,</i> Fred Zinnemann, 1952), <i>En busca del arca perdida (Indiana Jones: Raiders of the Lost Ark,</i> Steven Spielberg, 1981) y <i>Lo que el viento se llevó (Gone with the Wind,</i> varios directores, aunque sólo figura en los créditos Victor Fleming, 1939). En <i>MAD,</i> Davis terminó especializándose, hasta llegar a ser el
dibujante de masas de la revista, merced a las grandes ilustraciones en
las que aparecía una multitud de personajes en las más variadas
actitudes.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-DsBRr-Cy2J8/V7GMf4NZ1kI/AAAAAAAAEmc/gsbrvvX4YxgLcnZtDICyteF0GWNKnUSyACLcB/s1600/A-Mad-Mad-Mad-Mad-World-%25281963%2529_reducida.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://1.bp.blogspot.com/-DsBRr-Cy2J8/V7GMf4NZ1kI/AAAAAAAAEmc/gsbrvvX4YxgLcnZtDICyteF0GWNKnUSyACLcB/s600/A-Mad-Mad-Mad-Mad-World-%25281963%2529_reducida.jpg" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-Pul5yUugWoI/V7GM08mZoUI/AAAAAAAAEmg/DYRGfsfFkOUqPeUk78PQMuQxkBV-WSDxACLcB/s1600/Mad%252C-%252327%252C-April%252C-1956_Original_reducida.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://3.bp.blogspot.com/-Pul5yUugWoI/V7GM08mZoUI/AAAAAAAAEmg/DYRGfsfFkOUqPeUk78PQMuQxkBV-WSDxACLcB/s750/Mad%252C-%252327%252C-April%252C-1956_Original_reducida.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">Ilustraciones como estas dos de arriba eran de lo más habituales en Jack Davis: cartel para </span></i><span style="color: blue;">la película</span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><span style="color: blue;">It's a Mad, Mad, Mad, Mad World</span><i><span style="color: blue;"> (1963) y original de la portada del nº 27 de </span></i><span style="color: blue;">MAD</span><i><span style="color: blue;"> (abril de 1956)<span class="irc_su" dir="ltr" style="text-align: left;"></span></span></i></span></div>
<br />
<br />
A partir de los 60 —con el descenso de su producción para los <i>comic boosk—</i> cuando la actividad artística de Davis se fue diversificando progresivamente, para centrarse cada vez más en la ilustración y el diseño de cubiertas de discos, portadas de libros, carteles de películas, colaboración en guías de televisión, en productos de <i>merchandising</i> y para el ocio (barajas de cartas), etc.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-Vu-NdPy0rj4/V7GThS1mjvI/AAAAAAAAEm0/ck7p_0VmzLIVOV-P98m7sGjW5UHV1tVlQCLcB/s1600/Traiding_Cards01.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://1.bp.blogspot.com/-Vu-NdPy0rj4/V7GThS1mjvI/AAAAAAAAEm0/ck7p_0VmzLIVOV-P98m7sGjW5UHV1tVlQCLcB/s1600/Traiding_Cards01.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
Algunos títulos de filmes (ciertamente menores) para los que Davis realizó maravillosos trabajos de ilustración fueron <i>A Mad, Mad, Mad, Mad World (El mundo está loco, loco, loco,</i> Stanley Kramer, 1963), <i>Dear Brigitte (Querida Brigitte,</i> Henry Koster, 1965), <i>Arrivederci, Baby (Cáete muerta, cariño,</i> Ken Hugues, 1966), <i>Eight on the Lam (Ocho en fuga,</i> George Marshall, 1967), <i>A Guide for the Married Man (Guía para el hombre casado,</i> Gene Kelly, 1967), <i>Waterhole #3 (El Oeste loco,</i> William A. Graham, 1967), <i>Salt & Pipper (Sal y pimienta,</i> Richard Donner, 1968), <i>The Impossible Years (Los años imposibles,</i> Michael Gordon, 1968), <i>Inspector Clouseau (El rey del peligro,</i> Bud Yorkin, 1968), <i>Un largo adiós (The Long Goodbye,</i> Robert Altmann,
1973), <i>El loco, loco asalto a un banco (Bank Shot,</i> Gower Champion, 1974), <i>Crime Busters (Dos superpolicías,</i> Enzo Barboni aka E. C. Clucher, 1977), o <i>Animal House (Desmadre a la americana,</i> John Landis, 1978). Y entre los títulos más conocidos tenemos <i>Los violentos de Kelly (Kelly's Heroes,</i> Brian G. Hutton, 1970), <i>Bananas</i> (Woody Allen, 1971), o <i>American Graffiti</i> (George Lucas, 1973) (5).<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-qeyzG88XAj4/V7GTzctNCSI/AAAAAAAAEm4/UavtU2hPx8YgDA5i8TLgIe9dwn54PrqPACLcB/s1600/Bananas.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://2.bp.blogspot.com/-qeyzG88XAj4/V7GTzctNCSI/AAAAAAAAEm4/UavtU2hPx8YgDA5i8TLgIe9dwn54PrqPACLcB/s750/Bananas.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
Son también muy destacables las cubiertas que realizó para ilustrar discos de algunos cantantes <i>country</i> de la época, como Jonny Cash, Jerry Reed, Ben Colder (llamado, en realidad, Shelby F. Wooley) y muy especialmente el dúo <i>Homer & Jethro,</i> en cuyas portadas Davis dio rienda suelta a su inmenso talento como caricaturista, ofreciendo unas deliciosas ilustraciones llenas de tipos pintorescos y desaliñados, muy característicos de la iconografía de ese "viejo Sur" —la "tierra de Dixie"—, a la que él mismo pertenecía, que conocía como nadie y de la que se río como casi de todo.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-0lgBJc05mvk/V7GUFk2gxbI/AAAAAAAAEm8/9AvXUJLMPfwSBbw9BO-uxjwQD9Qnv4vqQCLcB/s1600/HOMER-FOUR.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://3.bp.blogspot.com/-0lgBJc05mvk/V7GUFk2gxbI/AAAAAAAAEm8/9AvXUJLMPfwSBbw9BO-uxjwQD9Qnv4vqQCLcB/s600/HOMER-FOUR.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
También dibujó para otros intérpretes como Jonathan & Darlene Edwards, el actor, cantante y presentador John Zacherle —muy popular en EE.UU por su larga carrera como anfitrión e introductor televisivo en las películas de terror emitidas en las televisiones de Filadelfia y Nueva York durante los años 50 y 60—, el comediante Charlie Manna, el grupo musical <i>The Cowsills</i> —precursores del denominado <i>bubblegum pop</i><i>—,</i> el actor y comediante Johnatan Winters, el dúo cómico <i>Bob & Ray,</i> Spike Jones —especializado en los arreglos satíricos de canciones populares—, la banda canadiense de rock <i>The Guess Who,</i> o para bandas sonoras como la de la película <i>Inspector Clouseau</i> (que ya hemos citado antes).<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-ryjaSdcwbRg/V7GUWmDy6RI/AAAAAAAAEnA/9s8NVVau7W0Ysk7X-8VG4PmrWGRuORUAwCLcB/s1600/JACK%2BDAVIS%2BCOWSILLS%2BFRONT.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://4.bp.blogspot.com/-ryjaSdcwbRg/V7GUWmDy6RI/AAAAAAAAEnA/9s8NVVau7W0Ysk7X-8VG4PmrWGRuORUAwCLcB/s600/JACK%2BDAVIS%2BCOWSILLS%2BFRONT.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
Nada despreciables son, asimismo, sus colaboraciones en publicaciones periódicas como la <i>TV Guide</i> —para la que, desde mediados de los 60, llegó a realizar casi dos docenas de portadas, así como numerosos dibujos interiores (6)— y la prestigiosa <i>Time,</i> que también contó con su arte en bastantes cubiertas que se han convertido en icónicas para una buena parte del mundo, y algunas de las cuales ha publicado dicho magazine como <a href="http://time.com/4428441/jack-davis-time-covers/">homenaje</a> al artista fallecido.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-7xUaE5yAed8/V7GY-1esk9I/AAAAAAAAEnQ/DOwxqAn1Pys-PjrBXTSuvBDfT2heHbAAgCLcB/s1600/01.%2BGriffith%2Bdavis.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://4.bp.blogspot.com/-7xUaE5yAed8/V7GY-1esk9I/AAAAAAAAEnQ/DOwxqAn1Pys-PjrBXTSuvBDfT2heHbAAgCLcB/s1600/01.%2BGriffith%2Bdavis.jpg" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-jFS6ZVDW150/V7GZEeYPXII/AAAAAAAAEnU/irLDphBedqouITkP0m-NhYqvSFDXuKbBgCLcB/s1600/02.%2BEarly%2BTV%2Bguide%2Bpreliminary.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://2.bp.blogspot.com/-jFS6ZVDW150/V7GZEeYPXII/AAAAAAAAEnU/irLDphBedqouITkP0m-NhYqvSFDXuKbBgCLcB/s640/02.%2BEarly%2BTV%2Bguide%2Bpreliminary.jpg" width="425" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">La primera portada para la revista televisiva </span></i><span style="color: blue;">TV Guide</span><i><span style="color: blue;"> y su estudio preliminar</span></i></span></div>
<br />
<br />
En la década de los 70, y alternándola con su ya abundante trabajo para otras publicaciones, Davis iba a crear una nueva serie para la revista deportiva <i>Pro Quarterback,</i> dedicada al fútbol americano (3). Los guiones eran de Nick Meglin —colaborador habitual de <i>MAD—</i> y el título de la misma creo que resulta lo bastante indicativo de su contenido: <i>Superfan.</i> En efecto, se trata de una historia que toma todos los elementos propios del mítico primer superhéore de la historia de los tebeos y los convierte en una parodia protagonizada por un enclenque y torpe <i>geek</i> —lo que nosotros llamaríamos friqui— «al que un día, durante un partido de su equipo (los Smoggers), un misterioso vagabundo le echa algo en su perrito caliente (una mezcla de condimentos llamada PSCWPLB que proporcionan las habilidades de siete clásicos de la NFL) que le convierte en el jugador definitivo. Enclenque, pesado y repipi, pero
capaz de que los Smoggers empiecen a ganar todos los partidos, de chiripa. A partir de ahí, la trama se dispersa y a menudo se aleja
curiosamente del mundo del <i>football,</i> o al menos así le parece a alguien completamente ajeno (Superfan monta un restaurante para
adolescentes, se ve inmerso en una larga operación de rodilla, se convierte en héroe del cine de moteros salvajes, se va a vivir a una
comuna hippie...), pero como alocada narración de los agitados años sesenta en EEUU, resulta muy simpático y lleno de invitados especiales al estilo <i>MAD» (4).</i> Este curioso trabajo fue recopilado en un libro publicado por Signet Books en 1972, que aún puede encontrarse con cierta facilidad.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-Gnr31yGjDpI/V7GZh_SybYI/AAAAAAAAEnY/TDfshHMcxEcWBwfiLgE2ajgrZStNyf9JACLcB/s1600/Superfan_again_cover.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://1.bp.blogspot.com/-Gnr31yGjDpI/V7GZh_SybYI/AAAAAAAAEnY/TDfshHMcxEcWBwfiLgE2ajgrZStNyf9JACLcB/s600/Superfan_again_cover.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
En la actualidad, la fórmula argumental de <i>Superfan</i> no nos parece ya demasiado novedosa, pues han ido surgiendo parodias similares dentro del mundo de la historieta. Sin ir más lejos, me vienen a las entendederas, por ejemplo, los casos inmediatamente posteriores de <i>Superdupont</i> (del genial Gotlib, aparecido, por vez primera, el 21 de septiembre de 1972) y de nuestro <i>Superlópez</i> (creado por Jan en 1973). Pero en el momento en que Davis y Meglin crearon este personaje se trataba de algo realmente original y, además, en sus guiones solían tratarse temas de actualidad en la época (el feminismo, por ejemplo), que eran abordados con el sarcasmo y el humor que siempre caracterizó a las publicaciones satíricas en las que colaboró Davis a lo largo de su vida.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-OVuIkpqX_MU/V7GlrI6iO_I/AAAAAAAAEno/bRoxLnk-aiIbZdb8f1Qu9gIKqQ-uwWvdwCLcB/s1600/Superh%25C3%25A9roes.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://4.bp.blogspot.com/-OVuIkpqX_MU/V7GlrI6iO_I/AAAAAAAAEno/bRoxLnk-aiIbZdb8f1Qu9gIKqQ-uwWvdwCLcB/s600/Superh%25C3%25A9roes.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
La producción de Jack Davis, empero, no se acaba ahí, pues siguió dibujando hasta muy mayor e hizo todo lo imaginable y mucho más: creó un logo para la línea de autobuses <i>Bee-Line,</i> que iba de Westchester a New York City —y que el propio artista tenía la satisfacción de ver varias veces al día desde la ventana de su estudio, pues los vehículos pasaban por delante de su casa—, hizo diversas mascotas para el <i>College of Coastal Georgia</i> de Brunswick (en su tierra natal de Georgia), entre las que destaca el marino <i>Captain Jack,</i> dejó su huella en numerosos productos de <i>merchandising</i> y en juguetes, fue el encargado por el <i>United States Postal Service</i> de diseñar en 1989 el sello de 25 centavos, que terminó circulando sin ningún problema, pese a que muchas personas —conociendo la trayectoria satírica de Davis— llegaron a temer que hubiera problemas y su trabajo despertara las suspicacias, por informal e irrespetuoso...<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-_cobnhnF77w/V7GmGD_RsYI/AAAAAAAAEns/optsPs2SlVEYaze4a9Is5aDakO2_HjW6QCLcB/s1600/College%2Bof%2BCoastal%2BGeorgia_Mascot.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://1.bp.blogspot.com/-_cobnhnF77w/V7GmGD_RsYI/AAAAAAAAEns/optsPs2SlVEYaze4a9Is5aDakO2_HjW6QCLcB/s600/College%2Bof%2BCoastal%2BGeorgia_Mascot.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">Un nonagenario Davis posa orgulloso y risueño junto a su creación del </span></i><span style="color: blue;">Captain Jack,</span><i><span style="color: blue;"> en el otoño de 2015</span></i></span></div>
<br />
<br />
Una trayectoria tan fructífera como importante no podía carecer de premios y reconocimientos (la mayoría de ellos, por cierto, algo tardíos). Y, en efecto, Davis era depositario de galardones como e<span style="font-size: small;">l <i>Advertising Award</i> de la <i>National Cartoonists Society</i> para 1980 y el <i>Reuben Award</i> de la misma institución para el año 2000; el de finalista a la inclusión en el <i>Jack Kirby Hall of Fame</i> de los </span>años 1990, 1991 y 1992; el <i>Milton Caniff Lifetime Achievement,</i> concedido por la <i>National Cartoonist Society</i> en 1996. En 2003 fue incluido en el prestigioso <i>Will Eisner Hall of Fame</i> y en 2005 en el <i>Society of Illustrators Hall of Fame.</i><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-euGIltiTwhM/V7GnYvIkKDI/AAAAAAAAEn0/o0tVbVOuRzUNmh8sDDA2wAui3AWAke2ogCLcB/s1600/Caricature_Will_Eisner.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://4.bp.blogspot.com/-euGIltiTwhM/V7GnYvIkKDI/AAAAAAAAEn0/o0tVbVOuRzUNmh8sDDA2wAui3AWAke2ogCLcB/s750/Caricature_Will_Eisner.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">Caricatura del maestro Will Eisner, realizada cuando Davis tenía la friolera de 81 añitos...</span></i></span></div>
<br />
<br />
Con su muerte ha desaparecido, sin duda, uno de los más grandes artistas que ha dado el mundo de la ilustración, la historieta y la caricatura. Vaya para él, allá donde se encuentre, este recuerdo, lleno de admiración, cariño y respeto. Y que nos espere muchos años, por cierto... (6).<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-VitYeoWO07M/V7GpDdFE1lI/AAAAAAAAEoA/MLLW09gyg8sgDxKN5CkabvEs2dOfNEYvQCLcB/s1600/Jack-Davis-Boo_reducida.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://2.bp.blogspot.com/-VitYeoWO07M/V7GpDdFE1lI/AAAAAAAAEoA/MLLW09gyg8sgDxKN5CkabvEs2dOfNEYvQCLcB/s600/Jack-Davis-Boo_reducida.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
----------------------------------<br />
<span style="font-size: x-small;">(1) Vid. Fco.-José CERREJÓN ARANDA y Jesús JIMÉNEZ VAREA, <i>Historia de la E. C.,</i> Ediciones Veleta, Armilla (Granada), 1999, p. 35.<br />
<br />
(2) Algunas de las fuentes que he consultado señalan sólo que Davis dibujó los números 33-35, pero creo que hizo alguno más, como puede comprobarse por determinadas imágenes que ilustran este artículo.<br />
<br />
(3) Jack Davis fue un gran aficionado a dicho deporte, circunstancia bien conocida en la vida de nuestro autor, que además está suficientemente documentada en su obra, pues realizó muchas caricaturas de jugadores de fútbol americano.<br />
<br />
(4) <i>Vid.</i> el texto citado en el siguiente <a href="http://breviarioparadipsomanos.blogspot.com.es/2012/04/nick-meglin-jack-davis-superfan-1972.html">enlace</a>.<br />
<br />
(5) El famoso cineasta neoyorquino colaboró en <i>MAD</i> durante su etapa como <i>showman</i> y escritor de guiones cómicos, de ahí, quizá, la vinculación con Davis.<br />
<br />
(6) Más información pinchando en el siguiente <a href="http://drewfriedman.blogspot.com.es/2011/06/jack-davis-covering-tv-guide.html">enlace</a>, que es de donde he tomado la mayoría de las imágenes publicadas en <i>TV Guide.</i> Recordar que esta revista tuvo entre sus colaboradores al prestigioso dibujante británico <a href="http://ronaldsearle.blogspot.com.es/2007/06/magazine-illustration.html">Ronald Searle</a>.
<br />
<br />
(6) Interesante este <a href="http://www.fumettologica.it/2016/07/segno-inconfondibile-jack-davis/">artículo</a> de Ivan Manuppelli, pues se trata de una semblanza de Davis en la que lo personal juega un importante papel. Asimismo, en el siguiente <a href="http://jackdavisfoundation.tumblr.com/">enlace</a>, el lector interesado encontrará una enorme cantidad de imágenes con la obra de Jack Davis. Bonita presentación en el siguiente site <a href="http://anotherwhiskyformisterbukowski.com/2016/07/27/jack-davis-le-king-absolu-des-dessinateur-americains-de-ce-siecle/">francés</a></span>.
</div>
<br />Alberich el Negrohttp://www.blogger.com/profile/12256997189693262508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2501194324846922196.post-20426934505623728792019-07-24T04:06:00.002+02:002019-07-24T13:44:05.542+02:00IL TROVATORE, DE VERDI, EN EL TEATRO REAL DE MADRID<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-W5VV5SzacE0/XTe5UDuspAI/AAAAAAAAFDQ/HSNiEjLEqk4Fx3AxnWyGCPzbokfyGsj-gCLcBGAs/s1600/Trovatore00.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="490" data-original-width="940" src="https://1.bp.blogspot.com/-W5VV5SzacE0/XTe5UDuspAI/AAAAAAAAFDQ/HSNiEjLEqk4Fx3AxnWyGCPzbokfyGsj-gCLcBGAs/s600/Trovatore00.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
<span style="font-size: x-small;"><i>Il trovatore,</i> dramma en cuatro partes, con libreto de Salvatore Cammarano y música de Giuseppe Verdi, basado en la obra de teatro El trovador (1836), de Antonio García Gutiérrez.— Director musical: Maurizio Benini.— Director de escena: Francisco Negrín.— Escenógrafa y figurinista: Louis Désiré.— Iluminador: Bruno Poet.— Director del coro: Andrés Máspero</span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: x-small;">.— </span>Intérpretes: Ludovic Tézier (El conde de Luna), Maria Agresta (Leonora), Ekaterina Semenchuk (Azucena), Francesco Meli (Manrico), Roberto Tagliavini (Ferrando), Cassandre Berthon (Inès), Fabián Lara (Ruiz), Moisés Marín (Un mensajero), Sophie Garagnon (Madre de Azucena, actriz), Saúl Esgueva y Eneko Galende (el fantasma del hijo de Azucena, actores).— Coro y Orquesta titulares del Teatro Real (Coro Intermezzo y Orquesta Sinfónica de Madrid).— Nueva producción del Teatro Real, en coproducción con la Opéra de Monte-Carlo y la Royal Danish Opera de Copenhague.— Teatro Real de Madrid.— Jueves, 18 de julio de 2019, 20:00 horas.</span>
<br />
<br />
<span class="letrag">C</span>atorce funciones, con el aforo lleno hasta la bandera, las que ha programado el Teatro Real para ofrecer al mundo esta obra maestra de la ópera. Un título que, a pesar de su popularidad y estima por el público, cada vez resulta más complicado de ver en condiciones óptimas, pues necesita de un cuarteto de intérpretes —quinteto, si incluimos también en nuestra consideración al personaje secundario de Ferrando— con características vocales muy sobresalientes y un dominio técnico del canto de primer orden. Cosas que hoy día, por desgracia, no abundan precisamente en los escenarios líricos del mundo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Lo más destacable de la velada que comento —no por importante, sino por resultar muy perceptible para el espectador— fue el mimo con que Benini trató a los solistas: el italiano estuvo cuidadoso, atento, "ritardante" al máximo, permitiendo que estos escanciaran sus textos de manera desahogada en todo momento. Tanto, tanto que la función llegó a resultar enervante en algunas ocasiones, merced a la enoooooorme lentitud de los tempi. Valga como ejemplo que dos piezas tan memorables y conmovedoras como son <i>"D'amor sull'ali rosee"</i> y el posterior <i>"miserere",</i> terminaron resultando más aburridas que una partida de ajedrez radiada. Todo ello, claro está, tuvo como consecuencia una pérdida absoluta de tensión dramática, que se vio acentuada, además, por la escasa adecuación de las voces principales a los protagonistas, en una ópera que, como es bien sabido, necesita de cuatro (¿o cinco?) pedazos de cantantes para sacar todo lo que encierra su maravillosa partitura.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-CgGKUOvkZ4s/XTe58j2S-yI/AAAAAAAAFDY/qjwuyvAQqQ0uLJUHZ8zYqM3SZP6YDcFswCLcBGAs/s1600/Trovatore10.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1056" data-original-width="1600" src="https://1.bp.blogspot.com/-CgGKUOvkZ4s/XTe58j2S-yI/AAAAAAAAFDY/qjwuyvAQqQ0uLJUHZ8zYqM3SZP6YDcFswCLcBGAs/s600/Trovatore10.jpg" /></a></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<span style="color: blue;"><span style="font-size: x-small;"><i>Azucena recordando horrorizada la ejecución de su madre y acompañada de un coro ¿de bacantes?</i></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: blue;"><span style="font-size: x-small;"><i>En los cajoncitos laterales, los miembros masculinos del coro</i></span></span></div>
<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Esta maniobra directorial fue especialmente descarada —o, al menos, a un servidor se lo pareció— en el caso de la soprano Maria Agresta, que resultó ser una Leonora de buena presencia escénica, pero bajos vuelos canoros y escasa entidad dramática. Una voz la suya demasiado lírica para el rol, con inexistentes graves —la voz se deformaba hasta la caricatura en el registro más bajo— y problemas para resolver las numerosas agilidades escritas por Verdi. Le salvó, en parte y siempre en aquellos pasajes más líricos de la <i>particella,</i> la <i>italianità</i> del canto y las consecuencias derivadas de este hecho: cierto gusto en el fraseo, relativa facilidad para el <i>legato</i> (aunque tampoco fue para tirar cohetes), etc. Muy aplaudida, no obstante, al final de la función.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-awBUzelHCSg/XTe6drQpspI/AAAAAAAAFDg/boRC8jOjuRI40ZzjpzWQnApNf0iLMT8HACLcBGAs/s1600/Trovatore07.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="974" data-original-width="765" src="https://1.bp.blogspot.com/-awBUzelHCSg/XTe6drQpspI/AAAAAAAAFDg/boRC8jOjuRI40ZzjpzWQnApNf0iLMT8HACLcBGAs/s600/Trovatore07.jpg" /></a></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">Agresta/Leonora intentando escapar de las garras libidinosas del Conde de Luna</span></i></span></div>
<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El caso del tenor genovés Francesco Meli es parecido al de su compañera de reparto: cantante de medios muy líricos que asume un rol tradicionalmente vinculado a voces de mayor enjundia. El resultado, por ende, fue idéntico al anterior: dificultades en los graves, ensanchamiento artificial del registro medio para crear sonidos más vigorosos, problemas en el ascenso —acudiendo al recurso de los portamenti para ayudarse—, e imposibilidad de servir adecuadamente las partes más dramáticas y heroicas del rol. Ello se hizo bien patente en el momento de llegar a la <i>cabaletta</i> de la <i>"pira",</i> que Meli interpretó transportada de tono, sin brío y con un sobreagudo final casi inexistente, lo que hizo que dos o tres espectadores le abuchearan al finalizar la pieza. Una actitud, por cierto, que me parece del todo injusta —a pesar de que el público sea soberano—, porque el papel de Manrico no se construye sólo con esa dichosa nota (que Verdi, además, ni siquiera escribió, aunque forme parte de la tradición canora). Y resulta que la prestación de Meli fue, dentro de las limitaciones ya señaladas, muy aceptable durante toda la función, desplegando buen canto <i>legato,</i> un fraseo intencionado y nitidísimo, y cierta variedad expresiva (bonita <i>mezza di voce</i> al final de su <i>"Ah, sì ben mio coll'essere").</i> De hecho, su lectura de esta difícil pieza fue de gran factura, si bien ayuna de los famosos trinos que Verdi puso en la partitura, y que Meli plasmó como pudo. Bien en la presentación <i>fuoriscena</i> del personaje y bastante arrojado en su soberbio dúo con Azucena de la escena primera del II acto. Por lo demás, un doble elemento jugó a favor del tenor genovés: la buena proyección de la voz y su excelente y perfectísima dicción, que nos permitió seguir sus diálogos sin necesidad de mirar una sola vez los sobretítulos.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-2PJk76bhfvo/XTe610O76vI/AAAAAAAAFDs/fMLOvOeyrwErAoI9nrlcr5tyH7vqaeP6QCLcBGAs/s1600/Trovatore01.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="939" src="https://1.bp.blogspot.com/-2PJk76bhfvo/XTe610O76vI/AAAAAAAAFDs/fMLOvOeyrwErAoI9nrlcr5tyH7vqaeP6QCLcBGAs/s600/Trovatore01.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">Francesco Meli detenido por los sicarios del Conde</span></i><span style="color: blue;"></span></span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El barítono francés Ludovic Tézier fue, a pesar del figurinista, un señorial, autoritario y muy creíble Conte di Luna. Poseedor de la que, quizá, era la única voz verdaderamente adecuada para el personaje, dibujó un antagonista rotundo y seguro de sí mismo en lo actoral, y bastante convincente en lo canoro. Fue el más aplaudido de la velada y obtuvo una sonora y larga ovación al concluir su número principal: un <i>"Il ballen del suo sorriso",</i> que cantó con suficiencia de medios y autoridad, aunque algo escaso de imaginación en el fraseo, demasiado parco en las dinámicas y, por ende, poco expresivo. Una lástima, teniendo en cuenta que se daban las condiciones por color y material vocal.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-Wt9I8HMQc7E/XTe7P3KlnnI/AAAAAAAAFD0/_QbC9e-ZUXILGQfw6Xh67zx8vrmzU82TgCLcBGAs/s1600/Trovatore08.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1158" data-original-width="1600" src="https://1.bp.blogspot.com/-Wt9I8HMQc7E/XTe7P3KlnnI/AAAAAAAAFD0/_QbC9e-ZUXILGQfw6Xh67zx8vrmzU82TgCLcBGAs/s600/Trovatore08.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">Ludovic Tézier, un más que correcto Conde de Luna</span></i></span> </div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En cuanto a la Azucena de la mezzo rusa Ekaterina Semenchuk presentó la misma grave carencia que su compañera femenina de reparto —debilidad absoluta en la zona grave—, por lo que también hubo de forzar y abrir sonidos para hacerlos más rotundos y sonoros. Quizá por ello jugó su baza en la franja alta de la tesitura, desplegando una gran facilidad para los agudos y un color sopranil, que exhibió en momentos puntuales muy significativos (por ejemplo al final de la ópera: <i>"Sei vendicata, o madre!").</i> Se esforzó en las dinámicas y tuvo intencionalidad expresiva, aunque, a mi modesto entender, abusó de los <i>piani,</i> algunos de los cuales apenas resultaron audibles (así, en la escena final de la celda).<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-McZYueypEd0/XTe7fa8WioI/AAAAAAAAFD4/_IKVNL-xkYo4CwLDIiMic646auV5ENxFQCLcBGAs/s1600/Trovatore06.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="512" data-original-width="360" src="https://1.bp.blogspot.com/-McZYueypEd0/XTe7fa8WioI/AAAAAAAAFD4/_IKVNL-xkYo4CwLDIiMic646auV5ENxFQCLcBGAs/s1600/Trovatore06.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">La Semenchuk narrando, horrorizada, el final </span></i><span style="color: blue;">della sua madre</span></span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El bajo italiano Roberto Tagliavini ofreció, a mi entender, un Ferrando correcto, pero demasiado juvenil en todos los sentidos; tanto desde el punto de vista dramático (por su aspecto y gestualidad poco adecuadas), como desde el musical, con una voz sonora y de excelente proyección, aunque de timbre poco atractivo y muy liviana en la franja grave. Ello restó dramatismo y autoridad a su papel. Tampoco le ayudaron mucho, bien es cierto, las indicaciones escénicas para el personaje, que apareció rodeado, en todo momento, de niños —en lugar de los tradicionales soldados del Conde—, haciéndole parecer más un pederasta, o un cuidador de guardería, que un viejo soldado. El intérprete realizó una lectura suficiente del importante <i>racconto</i> que tiene el personaje al comienzo de la ópera, aunque estuvo ayuna de atmósfera y "nocturnidad", situación a la que contribuyó sobremanera la ridícula y anti-ambiental puesta en escena de Negrín. En resumen: más que correcto.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-6tGBXt8kjPA/XTe70mCz3ZI/AAAAAAAAFEE/LO7DcR0WYdEFEgexwN-WPbkleo335EHTACLcBGAs/s1600/Trovatore03.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="572" data-original-width="980" src="https://1.bp.blogspot.com/-6tGBXt8kjPA/XTe70mCz3ZI/AAAAAAAAFEE/LO7DcR0WYdEFEgexwN-WPbkleo335EHTACLcBGAs/s600/Trovatore03.jpg" /></a></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">Otro momento de la producción, con la madre/muñeco de Azucena atravesando el escenario</span></i></span></div>
<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El trabajo del maestro Maurizio Benini, como ya he señalado arriba, se caracterizó sobre todo por el exquisito cuidado con que trató a sus solistas, procurándoles <i>tempi</i> muy desahogados y evitando el cubrirles con la masa orquestal. Pero por eso mismo, precisamente, su lectura de esta genial partitura verdiana resultó algo monótona, falta de brío y de fuerza teatral. Todo iba demasiado lento, salvo en algunos momentos puntuales, donde la orquesta exhibió cierto dinamismo...
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Muy correcto el coro, a pesar de las patochadas que sus miembros se vieron obligados a hacer sobre el escenario —arrastrarse por el suelo, básicamente— por obra y gracia del director de escena<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-uf_EPXFFi1k/XTe8bRdHrPI/AAAAAAAAFEU/blkH_LA1ZQQzBD4JxvuJaEMIXzXQAT1JACLcBGAs/s1600/Trovatore04.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="720" src="https://1.bp.blogspot.com/-uf_EPXFFi1k/XTe8bRdHrPI/AAAAAAAAFEU/blkH_LA1ZQQzBD4JxvuJaEMIXzXQAT1JACLcBGAs/s600/Trovatore04.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">El perpetrador de la puesta en escena</span></i></span></div>
<br />
<br />
Dos palabras sobre la puesta en escena (pues tampoco merece más la propuesta, la verdad): escenario minimalista (a un lado un cajón con llamas que se encendían cada cierto tiempo) y —¡oh, sorpresa, qué original!— gabardinas intemporales para los personajes masculinos y vestidos insípidos para los femeninos. El coro encerrado en una especie de cajas laterales y con sus miembros arrastrándose por el suelo en determinados momentos (todos con gabardina, claro está). La gran genialidad dramática de Negrín: plantarnos a dos niños que representaban el fantasma del verdadero hijo de Azucena y a una figura de mujer —simbolizando a la "omnipresente" madre de Azucena— que se movía por el fondo del escenario, pasando de un lado a otro, como esos muñequitos contra los que se lanzan pelotas en las ferias de pueblo para obtener un peluche o caramelos... Ridículo...<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-JzPh3bsZShw/XTe8K6wJggI/AAAAAAAAFEM/g_CLIff5PpkeESAtNFIPTC8ENYJaORMRQCLcBGAs/s1600/Trovatore09.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="974" data-original-width="765" src="https://1.bp.blogspot.com/-JzPh3bsZShw/XTe8K6wJggI/AAAAAAAAFEM/g_CLIff5PpkeESAtNFIPTC8ENYJaORMRQCLcBGAs/s600/Trovatore09.jpg" /></a></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="color: blue;">Azucena / Semenchuk horrorizándose ante el fantasma de su hijo muerto</span></i></span></div>
<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pese a todas las trabas señaladas, se pudo disfrutar de una función que me atrevería a calificar de buena. En una puntuación de 1 a 10 merecería un 7 u 8. Lo que no es poca cosa, teniendo en cuenta el desolador panorama lírico de la actualidad.</div>
Alberich el Negrohttp://www.blogger.com/profile/12256997189693262508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2501194324846922196.post-21970679913926444782019-01-11T13:32:00.003+01:002019-01-11T13:36:01.288+01:00EL "ETERNO" TINTÍN..., NONAGENARIO<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-kUyayuSOQAc/XDiLwDUP9rI/AAAAAAAAE2U/_HgvsQBTKSYvrWFslcTpM3VxTiJ6Dng-QCLcBGAs/s1600/Herg%25C3%25A9_1944.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="385" data-original-width="624" height="246" src="https://1.bp.blogspot.com/-kUyayuSOQAc/XDiLwDUP9rI/AAAAAAAAE2U/_HgvsQBTKSYvrWFslcTpM3VxTiJ6Dng-QCLcBGAs/s400/Herg%25C3%25A9_1944.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<br />
<span class="letrag">P</span>UES sí, imagino que los aficionados ya lo sabrán: ayer, 10 de enero, se cumplieron 90 años del debut gráfico de Tintín, el repipi reportero belga, protagonista indiscutible de una de las series tebeísticas más influyentes y destacables de toda la historia del Noveno Arte. Presentación que se produjo en las páginas del semanario católico <i>Le Petit Vingtième,</i> con la (infumable) aventura —recientemente remozada por Casterman/Moulinsart en un álbum coloreado— de <i>Tintín en el país de los soviets,</i> panfletaria apología anticomunista de la que el propio autor renegó años después, atribuyendo sus muchos déficits a la juventud y la falta de experiencia. Sus creaciones posteriores demostraron, en efecto, dicha justificación.<br />
<br />
No he tenido ocasión de pergeñar un texto específico para unirme al homenaje que se le está haciendo a la serie en todo el mundo, pero como tampoco quería dejar pasar la ocasión de manifestar mi agradecimiento hacia ella —por todos los buenos momentos que me hizo pasar antaño (y de los que aún disfruto de vez en cuando)—, he optado por recuperar un texto que escribí <a href="https://desdeelnibelheim2.blogspot.com/2010/06/mi-infancia-son-recuerdos.html">hace ya años</a> y que, por su atemporalidad, sigue siendo tan válido como en el momento de redactarlo. Aquí lo tienen:</div>
<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><b>MI INFANCIA SON RECUERDOS...</b></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><b>A PROPÓSITO DE TINTÍN</b></span>
</div>
<div>
</div>
<br />
<br />
<a href="http://1.bp.blogspot.com/_6RvG-j7bgxY/TB9q9wRUgEI/AAAAAAAAA2U/2gVr0vqAk2U/s1600/tintin%27-grp.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5485220480322666562" src="https://1.bp.blogspot.com/_6RvG-j7bgxY/TB9q9wRUgEI/AAAAAAAAA2U/2gVr0vqAk2U/s400/tintin'-grp.jpg" style="cursor: pointer; display: block; height: 348px; margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 478px;" /></a><br />
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span class="letrag">T</span>INTÍN es la <i>Gesamtkunstwerk</i> del cómic, tanto como el <i>Anillo del Nibelungo</i> lo es la de la ópera. <i>Tintin</i> forma parte indeleble de mi infancia lectora y constituye uno de los primeros campos de experimentación de mis tentativas como dibujante. Todavía recuerdo con nitidez y nostalgia —más con la segunda que con la primera— las visitas que los fines de semana hacía con mis hermanos y mis padres a uno de los grandes almacenes SEARS que había aquí, en Madrid, y cómo mientras los demás miraban ropa o compraban comida y otras cosas necesarias para la casa y sus habitantes yo no hacía más que esperar con (im)paciencia y resignación para ver si llegaba la hora de acercarse a la sección donde estaban los tebeos o cuentos y donde, al fin, podría hacerme con el ejemplar de <i>Tintín</i> que me correspondiera en esa ocasión (a veces, y con algo de suerte, incluso más de uno). Ahora que lo vuelvo a recordar, fue una auténtica lástima no poder conseguir todos los libros encuadernados en tapa dura; pero ¡qué le vamos a hacer! Entonces, la verdad, poco me importaba aquello. Lo único que deseaba, una vez acabadas las compras, era llegar a casa para sumergirme de lleno en la lectura de la nueva aventura. En el coche no había nada que hacer, ni siquiera para abrir boca, pues el tebeo (o tebeos) solía ir guardado con las demás compras.<br />
<br />
<a href="http://2.bp.blogspot.com/_6RvG-j7bgxY/TB-GyrzuRYI/AAAAAAAAA3U/bvjcTsDMOX4/s1600/Leyendo_tint%C3%ADn.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5485251076471801218" src="https://2.bp.blogspot.com/_6RvG-j7bgxY/TB-GyrzuRYI/AAAAAAAAA3U/bvjcTsDMOX4/s400/Leyendo_tint%C3%ADn.jpg" style="cursor: pointer; float: left; height: 266px; margin: 0pt 10px 10px 0pt; width: 400px;" /></a>Pero una vez en casa, se iniciaba la solemne ceremonia: sentado en el sillón de mi cuarto, o tumbado en la cama, abría el volumen con un esmero que, lo reconozco <i>(mea culpa),</i> ya entonces rayaba en lo compulsivo tratándose de un niño (luego he ido empeorando con el tiempo, y en la actualidad soy un auténtico maniático que se pone enfermo cuando ve lomos rozados o cantos de los libros doblados y huellas de dedazos en los discos o en los dvd’s). Lo primero era la fase de visionado, que transcurría veloz pero atenta. Pocos detalles escapaban a mis inquisitivos y asombrados ojos: el movimiento de los personajes, sus detallados fondos, los colores de cada página (planos pero eficaces)… Después, cuanto antes mejor (todo sea dicho), llegaba la hora de sumergirse en la historia propiamente dicha. ¡Y qué sensación de placer me invadía entonces! ¡Qué alegría me proporcionaba la lectura de aquellas páginas! De verdad de la buena; no hay ni un ápice de exageración en mis palabras. Ciertamente recuerdo aquellas lecturas como una de las experiencias más agradables de mi infancia (y, posteriormente, también de mi primera juventud). Cómo sería la cosa, hasta qué punto sentía yo la necesidad de que aquellos libros me durasen para siempre —tal era la dicha que me proporcionaban— que ninguno de mis dos hermanos pudo leerlos a gusto nunca, pues cada vez que me pedían permiso para cogerlos —soy el mayor y fui un sargentón— les hacía la vida imposible con todo tipo de exigencias: “no lo abras tanto, que se va a romper”; “¿te has lavado las manos?”; “¡ten cuidado con las hojas, que se doblan!”. Y así una tras otra. La verdad, es que no sé cómo me hablan todavía. Lo cierto es que aún se acuerdan de mis intempestivos requerimientos; y, de tarde en tarde, cuando bromeamos sobre aquellos años infantiles, todavía me lo siguen reprochando cariñosamente. Pero creo que tengo perdonado mi pecado, pues todo se debió al inmenso amor que yo sentía por aquellos tebeos que tanto me hacían disfrutar. Todo.<br />
<br />
<a href="http://4.bp.blogspot.com/_6RvG-j7bgxY/TB-BfYRVzRI/AAAAAAAAA20/iOptR-1xo78/s1600/Tintin_Le_Lotus_Bleu%27.jpg"><img alt="" border="0" height="260" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5485245247251664146" src="https://4.bp.blogspot.com/_6RvG-j7bgxY/TB-BfYRVzRI/AAAAAAAAA20/iOptR-1xo78/s400/Tintin_Le_Lotus_Bleu'.jpg" style="float: right; margin: 0pt 0pt 10px 10px;" width="430" /></a><i>Tintín</i> es la aventura por antonomasia, sin alharacas filosóficas ni complicaciones metafísicas, sin subterfugios narrativos ni barroquismos estilísticos; es la emoción en estado puro; la intriga sabiamente construida y planteada con sinceridad al lector; es el estremecimiento que nos embarga cuando vamos a realizar un gran viaje con destino a un lugar lejano, exótico y emocionante; es toda una sinfonía multicolor por variedad de paisajes, de diálogos, de situaciones y, sobre todo, de personajes. Personajes, sí, porque lo que de verdad enriquece los relatos de <i>Tintín,</i> lo realmente valioso de sus historias, es que se trata de la materialización gráfica de la comedia humana. Es cierto que Hergé nos la pinta, digámoslo igualmente, con una cara amable e incluso no exenta de mucho humor; pero lo hace presentándonosla tan compleja y variopinta como lo es en la cruda realidad. De ahí que no sólo hallemos retratos positivos del alma humana (Tintín, Haddock, Tornasol, Tchang…), sino que también desfilen ante nuestros ojos los pelmas (Serafín Latón), los delincuentes reinsertados (Néstor), los empresarios (Oliveira da Figueira), los delincuentes internacionales (Rastapopoulos, Basil Bazaroff), los políticos sin escrúpulos (Sponsz), los intrigantes y malvados (Mitsuhirato, Müller), los ególatras (Castafiore), los aventureros mercenarios (Alcázar), los tiranos (Plekszy-Gladz, Tapioca), los idiotas (Hernández y Fernández), los desdichados (Wolff), los egoístas y mezquinos (Carreidas), los hipócritas (Spalding)… <i>”Ahí es ná”.</i><br />
<br />
<a href="http://1.bp.blogspot.com/_6RvG-j7bgxY/TB-CBLSj_yI/AAAAAAAAA28/TdDUn3nkSR8/s1600/Tintin_Rackham.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5485245827882680098" src="https://1.bp.blogspot.com/_6RvG-j7bgxY/TB-CBLSj_yI/AAAAAAAAA28/TdDUn3nkSR8/s400/Tintin_Rackham.jpg" style="cursor: pointer; float: left; height: 274px; margin: 0pt 10px 10px 0pt; width: 400px;" /></a>Leer (o releer) un tebeo de <i>Tintín</i> es siempre una experiencia sumamente placentera. Pienso que ello se debe no sólo al modo en que Hergé construía sus relatos, sino sobre todo al hecho de que prácticamente en todas las aventuras del perenne joven reportero —con excepción de <i>Las joyas de la Castafiore,</i> si no recuerdo mal— el viaje se convierte en el elemento básico de la acción, sin el cual ésta no puede seguir adelante y desarrollarse hasta su final. Y todos sabemos lo que de iniciático puede tener cualquier viaje medianamente exótico. Pues bien, a mí que personalmente me incomoda mucho salir de casa reconozco que este tipo de historias me divierten de manera especial. Es como si participara de lleno en todas las emociones que comporta preparar y emprender un viaje, pero ahorrándome las molestias que supondría tener que hacerlo yo. He comprobado, además, que esa peculiaridad la encuentro también en ciertas películas que presentan una estructura “iniciática” similar y que están entre mis favoritas: <i>Misión de audaces, Centauros del desierto</i> y <i>Las uvas de la ira,</i> de John Ford; <i>Mayor Dundee,</i> de Sam Peckinpah; <i>La venganza de Ulzana,</i> de Robert Aldrich; <i>Las minas del rey Salomón,</i> de Marton y Bennett; <i>Capitán Blood,</i> de Curtiz…<br />
<br />
<a href="http://4.bp.blogspot.com/_6RvG-j7bgxY/TB-Edm8cH_I/AAAAAAAAA3E/HRgFV1PaTmQ/s1600/tintin.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5485248515365674994" src="https://4.bp.blogspot.com/_6RvG-j7bgxY/TB-Edm8cH_I/AAAAAAAAA3E/HRgFV1PaTmQ/s400/tintin.jpg" style="cursor: pointer; display: block; height: 314px; margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 400px;" /></a><br />
Hay otro elemento, relacionado con el anterior, que siempre me ha llamado poderosamente la atención al pensar en <i>Tintín:</i> la asombrosa capacidad que sus historias tenían para despertar en mí unos deseos irrefrenables de participar en la aventura que estaba leyendo. Me habría encantado poder meterme en el tebeo, acompañar al intrépido reportero a lo largo de las páginas y haber formado parte de su mundo para verme rodeado por todos los personajes creados por Hergé (incluso por los malos). Haber conocido al Capitán Haddock; aguantar con estoicismo una velada con la Castafiore o con el pelma de Serafín Latón; estar junto a un perro que hablaba… Pero, sobre todo, sobre todo me habría encantado compartir una tarde con el Profesor Tornasol (sin duda, mi personaje favorito de toda la serie). ¿Recuerdan ustedes lo que le ocurría a Carreidas —el "hombre que nunca se ríe"— con el bueno de Tornasol en el álbum <i>Vuelo 714 para Sidney?</i> Acababa estallando en una carcajada estruendosa e inesperada para todos ante las ocurrencias del despistado profesor. Pues algo parecido me ocurria a mí. Y sigue siendo así, pues es un personaje que me divierte sobremanera.<br />
<br />
<a href="http://2.bp.blogspot.com/_6RvG-j7bgxY/TB-FiHW4IqI/AAAAAAAAA3M/_eulrqzpFB8/s1600/Tintin_Corriendo_gorrilla+%28girado%29.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5485249692297601698" src="https://2.bp.blogspot.com/_6RvG-j7bgxY/TB-FiHW4IqI/AAAAAAAAA3M/_eulrqzpFB8/s400/Tintin_Corriendo_gorrilla+(girado).jpg" style="cursor: pointer; float: right; height: 400px; margin: 0pt 0pt 10px 10px; width: 377px;" /></a>Creo que en este caso la clave se encuentra en la capacidad que Hergé tenía para hacer creíble el mundo en que se movían sus creaciones y en transmitir esa sensación: te identificas con Tintín, cierto (a pesar de lo repipi y conservador que resulta ser el muchacho); pero sobre todo te interesa su mundo y los personajes que lo integran y le rodean. Un mundo maravilloso y mágico, lleno de aventuras y de atractivas situaciones que difícilmente pueden desagradar a un niño.<br />
<br />
¿Pero por qué, entonces, me siguen gustando ahora que ya soy adulto? Primero, desde luego, porque forman parte de mi vida y de mis recuerdos más felices, profundos e indelebles: los de la infancia. Y después… Bueno, después… ¿No ha escrito Fernando Savater sobre el “<a href="http://www.tiempodehoy.com/default.asp?idpublicacio_PK=50&idioma=CAS&idnoticia_PK=39318&idseccio_PK=630&h=070119">enigma Tintín</a>”? Pues eso, léanlo a él. Aunque temo que tampoco tiene una respuesta...<br />
<br />
Yo he crecido; los almacenes SEARS —que sepa— han desaparecido; he continuado comprando y leyendo tebeos; el tiempo ha pasado, pero en mi memoria siempre quedarán grabados, como a fuego, aquellos gratísimos momentos de lectura. En definitiva: para quienes tuvimos la fortuna de conocerlo en nuestra infancia, “siempre nos quedará Tintín”.<br />
<br />
<a href="http://4.bp.blogspot.com/_6RvG-j7bgxY/TCayR7l0NMI/AAAAAAAAA4I/qzLIhJVmByA/s1600/moulinsart.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5487269217121350850" src="https://4.bp.blogspot.com/_6RvG-j7bgxY/TCayR7l0NMI/AAAAAAAAA4I/qzLIhJVmByA/s400/moulinsart.jpg" style="cursor: pointer; display: block; height: 127px; margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 400px;" /></a></div>
<br />Alberich el Negrohttp://www.blogger.com/profile/12256997189693262508noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2501194324846922196.post-16812165719773578372018-10-29T23:18:00.002+01:002018-11-07T23:29:42.492+01:00EL ARTE DE SERGIO TOPPI EN FLORENCIA<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-Ytak5fbcE84/W9eFVzaJQpI/AAAAAAAAE1I/AiMYKlx8UCs7AsIBZ8jFYAPIWchKDn6wACLcBGAs/s1600/Sergio_Toppi_Firenze20.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="623" data-original-width="1190" height="334" src="https://1.bp.blogspot.com/-Ytak5fbcE84/W9eFVzaJQpI/AAAAAAAAE1I/AiMYKlx8UCs7AsIBZ8jFYAPIWchKDn6wACLcBGAs/s600/Sergio_Toppi_Firenze20.jpg" width="600" /></a></div>
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span class="letrag">M</span>E llegan noticias de una magnífica <a href="https://sergiotoppifirenze.com/?fbclid=IwAR1qxOTdHHRf0v1oOXTPj9Gg8WlE6xWmzSHbQAUHF8M7i9ErJ4mvZmqVrE0">exposición</a>, dedicada a la obra del artista milanés, que se ha organizado en la bella ciudad de Florencia. De este modo, el arte de la historieta —soberbiamente representado por uno de los <i>fumettisti</i> más prestigiosos, fecundos y longevos que ha producido el medio en Italia—, se une aquí al incomparable marco de la tradición cultural toscana, para dar lugar a una interesante mixtura que bien merece un viaje <i>ex profeso.</i><br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-hAIRkVK5cTw/W9eFkvlVuEI/AAAAAAAAE1M/iya3GgCmDgck7x9ZxDiBM0fxj0x8LGhWQCLcBGAs/s1600/Sergio_Toppi_Firenze04.jpg" imageanchor="1"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="960" height="480" src="https://3.bp.blogspot.com/-hAIRkVK5cTw/W9eFkvlVuEI/AAAAAAAAE1M/iya3GgCmDgck7x9ZxDiBM0fxj0x8LGhWQCLcBGAs/s600/Sergio_Toppi_Firenze04.jpg" width="600" /></a></div>
<br />
<br />
El evento se ha montado en la Gipsoteca de la ciudad <i>(Piazzale di Porta Romana</i>, 9) y parece que, tras la organización del mismo, pudieran estar los buenos oficios de Michel Jans, responsable y propietario de la editorial francesa Mosquito, que tanto ha hecho por mantener viva la memoria del maestro milanés, editando sus trabajos en Francia y encargando obra nueva que Toppi siguió realizando casi hasta el momento mismo de su muerte. De hecho, en algunas fotografías que ya circulan por la red se puede ver a Jans acompañando de la mano, cariñosamente, a la viuda de Toppi, Smeralda Monesi.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-KbqikYt2m1Y/W9eEcBUBHOI/AAAAAAAAE00/Z3ZIj553jegCZNoZXG4Xwf3SXJ7g85ddQCLcBGAs/s1600/Sergio_Toppi_Firenze17.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="960" height="480" src="https://2.bp.blogspot.com/-KbqikYt2m1Y/W9eEcBUBHOI/AAAAAAAAE00/Z3ZIj553jegCZNoZXG4Xwf3SXJ7g85ddQCLcBGAs/s600/Sergio_Toppi_Firenze17.jpg" width="600" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: blue; font-size: x-small;"><i>Michel Jans (a la izquierda) y la señora Monesi Toppi asistiendo a la inauguración</i></span></div>
<br />
<br />
Son 100 originales y, por lo que he podido ver en las imágenes a las que he tenido acceso, se ha seleccionado tanto historieta propiamente dicha, como ilustración, ofreciendo una muestra nutrida y bien completa del trabajo realizado por Toppi en su larga carrera.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-JWiYwbsu5pw/W9eE39w0hCI/AAAAAAAAE08/8OGrlZEyi5kfzG4c4KgzuMJQ8qF-Q7IzwCLcBGAs/s1600/Sergio_Toppi_Firenze13.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="960" height="480" src="https://2.bp.blogspot.com/-JWiYwbsu5pw/W9eE39w0hCI/AAAAAAAAE08/8OGrlZEyi5kfzG4c4KgzuMJQ8qF-Q7IzwCLcBGAs/s600/Sergio_Toppi_Firenze13.jpg" width="600" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-8OMwypysFoY/W9eHxuAtftI/AAAAAAAAE1o/AUM3vIEtAOAEUnLyDFNFT6iG1zd2J1n4QCLcBGAs/s1600/Sergio_Toppi_Firenze14.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="960" height="480" src="https://1.bp.blogspot.com/-8OMwypysFoY/W9eHxuAtftI/AAAAAAAAE1o/AUM3vIEtAOAEUnLyDFNFT6iG1zd2J1n4QCLcBGAs/s600/Sergio_Toppi_Firenze14.jpg" width="600" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-k_KT_yk9pz0/W9eH5L1YNRI/AAAAAAAAE1s/_NQbnThYUs8eKn-dRFOeXBRMEfUyyKlBwCLcBGAs/s1600/Sergio_Toppi_Firenze15.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="960" height="480" src="https://4.bp.blogspot.com/-k_KT_yk9pz0/W9eH5L1YNRI/AAAAAAAAE1s/_NQbnThYUs8eKn-dRFOeXBRMEfUyyKlBwCLcBGAs/s600/Sergio_Toppi_Firenze15.jpg" width="600" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-zf3h6VgMm7k/W9eIEkHAOoI/AAAAAAAAE1w/hG2_VPOHWlYf-0xRt7RtQytlIBuEJpn2ACLcBGAs/s1600/Sergio_Toppi_Firenze16.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="960" height="480" src="https://1.bp.blogspot.com/-zf3h6VgMm7k/W9eIEkHAOoI/AAAAAAAAE1w/hG2_VPOHWlYf-0xRt7RtQytlIBuEJpn2ACLcBGAs/s600/Sergio_Toppi_Firenze16.jpg" width="600" /></a></div>
<br />
<br />
La entrada a la exposición es gratuita y permanecerá abierta hasta el próximo 1 de diciembre, con el siguiente horario: lunes a viernes (de 10:00 a 13:00 horas y de 15:00 a 17:00 horas) y sábados por la mañana (de 10:00 a 13:00 horas).<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-FegwROZcgA8/W9eGCnwLfSI/AAAAAAAAE1Y/XpD9d3kn9XIECAMhZgyW2WzoTUZHiDxBwCLcBGAs/s1600/Sergio_Toppi_Firenze08.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="960" height="480" src="https://1.bp.blogspot.com/-FegwROZcgA8/W9eGCnwLfSI/AAAAAAAAE1Y/XpD9d3kn9XIECAMhZgyW2WzoTUZHiDxBwCLcBGAs/s600/Sergio_Toppi_Firenze08.jpg" width="600" /></a></div>
<br />
<br />
En el momento de escribir estas líneas no tengo información definitiva al respecto, pero creo que también se ha editado un catálogo que podría resultar de interés para los aficionados. He escrito a la organización preguntando por ello, y si consigo la información la incluiré en la entrada.<br />
<br />
<u><b>Editado el 07/11/2018 a las 23:17 horas:</b></u> los responsables de la exposición me han comunicado que no se ha publicado catálogo.
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-5OgH_tTnl1s/W9eGKuGjIFI/AAAAAAAAE1c/r5DJGoVMQ90Qvr9hdyNQoFQ7_UTZ-AINACLcBGAs/s1600/Sergio_Toppi_Firenze18.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="960" height="480" src="https://4.bp.blogspot.com/-5OgH_tTnl1s/W9eGKuGjIFI/AAAAAAAAE1c/r5DJGoVMQ90Qvr9hdyNQoFQ7_UTZ-AINACLcBGAs/s600/Sergio_Toppi_Firenze18.jpg" width="600" /></a></div>
<br />
<br />
Todo el material gráfico, así como la mayor parte de la información, los he obtenido del siguiente perfil de <i>Facebook:</i> <a href="https://www.facebook.com/sergiotoppifirenze/">https://www.facebook.com/sergiotoppifirenze/</a><br />
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="true" allowtransparency="true" frameborder="0" height="315" scrolling="no" src="https://www.facebook.com/plugins/video.php?href=https%3A%2F%2Fwww.facebook.com%2Fsergiotoppifirenze%2Fvideos%2F2270134066349096%2F&show_text=0&width=560" style="border: none; overflow: hidden;" width="560"></iframe></div>
</div>
Alberich el Negrohttp://www.blogger.com/profile/12256997189693262508noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2501194324846922196.post-28123527462030495072018-10-27T16:39:00.001+02:002018-10-27T16:39:18.731+02:00BOB LUBBERS EN LA ESTELA DE HAL FOSTER Y "PRINCE VALIANT"<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-kmuYbHG3gFg/W9R2Bf_00BI/AAAAAAAAE0c/ggCp_AVehyobNi4Oq92Q6VJ__eQnotmXACLcBGAs/s1600/Bob_Lubbers03.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="288" data-original-width="482" height="239" src="https://4.bp.blogspot.com/-kmuYbHG3gFg/W9R2Bf_00BI/AAAAAAAAE0c/ggCp_AVehyobNi4Oq92Q6VJ__eQnotmXACLcBGAs/s400/Bob_Lubbers03.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span class="letrag">E</span>N el momento de redactar estas líneas, se está subastando en la página web de <a href="https://comics.ha.com/itm/original-comic-art/bob-lubbers-kemi-of-ancient-egypt-tryout-sunday-comic-strip-original-art-1950-/a/121843-14130.s?ic4=GalleryView-Thumbnail-071515">Heritage Auction</a> un extraordinario original de Bob Lubbers, que éste realizó en 1950 como prueba para una serie dominical titulada <i>Kemi of Ancient Egypt,</i> que debería haber sido distribuida por <i>King Features Syndicate,</i> la poseedora de derechos sobre títulos tan emblemáticos de cómics de prensa norteamericanos como <i>Flash Gordon, Prince Valiant, Jungle Jim</i> y otros.
<br />
<br />
Según el comentario publicado en <i>Heritage</i> —extraído de una anotacion autógrafa, escrita por el propio Lubbers en el margen inferior derecho de la plancha—, la respuesta por parte de <i>KFS</i> apenas tardó una semana en llegarle al autor neoyorquino, pero éste, entretanto, ya había aceptado hacerse cargo de la tira de <i>Tarzan</i> para <i>United Feature Syndicate,</i> por lo que <i>Kemi of Ancient Egypt</i> quedo sólo en un proyecto...
<br />
<br />
El innegable estilo <i>"alla Foster"</i> que vemos en la plancha —clarísimo tanto en el propio dibujo, como en el diseño de página y la puesta en escena, en el rotulado e incluso en el tipo de elementos utilizados para marcar el inicio y el fin de cada teórica entrega— es una muestra palpable de lo que demandaban los editores y los lectores en esa fecha: el trabajo de grandes creadores como Hal Foster o Alex Raymond.<br />
<br />
Pese a tratarse de una <i>"imitatio"</i> de esa gran serie que es <i>Prince Valiant,</i> la factura del trabajo realizado por Lubbers es extraordinaria y nos hace soñar con lo que podría haber sido ese título si <i>KFS</i> hubiera respondido un poco antes de cuando lo hizo.<br />
<br />
Aquí tienen ustedes la pieza de referencia. ¡A disfrutarla!<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-rxndWkztxww/W9R2_tQXEfI/AAAAAAAAE0o/jCJZzO3GwEQ0tOaQ70CNe06FiyYgS9XoQCLcBGAs/s1600/Kemi_of_Ancient_Egypt_proof.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1268" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-rxndWkztxww/W9R2_tQXEfI/AAAAAAAAE0o/jCJZzO3GwEQ0tOaQ70CNe06FiyYgS9XoQCLcBGAs/s640/Kemi_of_Ancient_Egypt_proof.jpg" width="506" /></a></div>
</div>
Alberich el Negrohttp://www.blogger.com/profile/12256997189693262508noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-2501194324846922196.post-18910260629292755412018-10-25T23:21:00.001+02:002018-10-25T23:21:36.467+02:00NOVEDADES DE PONENT MON PARA NOVIEMBRE Y DICIEMBRE DE 2018<div style="display: block; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 12px auto 6px auto;">
<a href="https://www.scribd.com/document/391620526/Novedades-Ponent-Mon-Nov-dic-2018#from_embed" style="text-decoration: underline;" title="View Novedades Ponent Mon Nov-dic-2018 on Scribd">Novedades Ponent Mon Nov-dic-2018</a></div>
<iframe class="scribd_iframe_embed" data-aspect-ratio="0.7080062794348508" data-auto-height="false" frameborder="0" height="600" id="doc_32641" scrolling="no" src="https://www.scribd.com/embeds/391620526/content?start_page=1&view_mode=scroll&access_key=key-qZOpdIFIMk5SyBN7Svtb&show_recommendations=true" title="Novedades Ponent Mon Nov-dic-2018" width="100%"></iframe>Alberich el Negrohttp://www.blogger.com/profile/12256997189693262508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2501194324846922196.post-71136104493309358182018-08-20T20:40:00.001+02:002018-10-25T23:21:58.578+02:00NOVEDADES DE PONENT MON PARA AGOSTO-SEPTIEMBRE DE 2018<div style="display: block; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 12px auto 6px auto;">
<a href="https://www.scribd.com/document/386645482/Novedades-de-Ponent-Mon-Para-Agosto-y-Septiembre-de-2018#from_embed" style="text-decoration: underline;" title="View Novedades de Ponent Mon Para Agosto y Septiembre de 2018 on Scribd">Novedades de Ponent Mon Para Agosto y Septiembre de 2018</a> </div>
<iframe class="scribd_iframe_embed" data-aspect-ratio="0.7080062794348508" data-auto-height="false" frameborder="0" height="600" id="doc_66021" scrolling="no" src="https://www.scribd.com/embeds/386645482/content?start_page=1&view_mode=scroll&access_key=key-wyeM1nbwQJLBLfzwoeU3&show_recommendations=true" title="Novedades de Ponent Mon Para Agosto y Septiembre de 2018" width="100%"></iframe>Alberich el Negrohttp://www.blogger.com/profile/12256997189693262508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2501194324846922196.post-64072525234629924862018-05-08T13:42:00.000+02:002018-05-08T15:53:09.378+02:00"LINUS" RITORNA VINCITOR!<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-Wq6fN4TKhjE/WvFxHsF89vI/AAAAAAAAEwI/oMJXYXn0J-8dvjHOiXxaFjVrviIINb2cACLcBGAs/s1600/Linus.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="882" data-original-width="670" src="https://4.bp.blogspot.com/-Wq6fN4TKhjE/WvFxHsF89vI/AAAAAAAAEwI/oMJXYXn0J-8dvjHOiXxaFjVrviIINb2cACLcBGAs/s700/Linus.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<i><span style="font-size: x-small;">Cubierta de la "renovada" </span></i><span style="font-size: x-small;">Linus</span><i><span style="font-size: x-small;"> por Art Spiegelman</span></i></div>
<br />
<br />
<span class="letrag">P</span>ues sí, han leído bien. La celebérrima cabecera italiana, símbolo de una época trascendental para la valorización intelectual de la historieta, paradigma de la creación tebeística y modelo a seguir por otras publicaciones que aparecieron, a su socaire, en diversos países (por ejemplo, por nuestra <i>La Oca),</i> <a href="http://www.fumettologica.it/2018/05/nuovo-linus-igort/">vuelve de nuevo</a> a los quioscos y anaqueles de las librerías italianas (y, por ende, de todo el mundo), de la mano del <i>fumettista</i> <a href="http://www.fumettologica.it/2018/02/igort-linus-direttore/">Igort</a> y de la empresa editorial "La nave di Teseo" (uno de cuyos fundadores fue, por cierto, el desaparecido Umberto Eco, a quien tanto debe la dignificación intelectual del Noveno Arte). Bueno, en realidad no "vuelve", porque nunca se fue (al menos del todo), aunque haya pasado —desde su fundación en 1965— por toda serie de vicisitudes y una breve ausencia de dos meses (durante mayo y junio de 2013), en que no se publicó.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En realidad se he producido un cambio de imagen y de dirección, con lo que finaliza el brevísimo "reinado" de Pietro Galeotti, que venía controlando los destinos de la publicación desde el 2016. Pero a partir del número correspondiente a este mes de mayo (año 54, nº 5), lo que se pretende es dar un lavado de cara a la benemérita revista, con un nuevo diseño gráfico y retornando a un concepto editorial más cercano al espíritu que ésta tuvo en sus orígenes, orientándose más hacia lo autoral y la innovación.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Al parecer, toda la operación se ha puesto en marcha por voluntad de Elisabetta Sgarbi, co-fundadora de "La nave di Teseo", que el pasado mes de junio de 2017 adquirió la mayoría de Baldini & Castoldi, la empresa que venía editando <i>Linus</i> desde 1993, momento en que esta última la adquirió al gigante Rizzoli (que, a su vez, la había comprado a Figure —Milano Libri Edizioni desde 1968—, empresa editorial de Giovanni Gandini, fundador de la benemérita revista).<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-1oYDEQBCekk/WvGMG5EQWjI/AAAAAAAAEwc/hrhTLX8WmRMWzhMkMxkT7_M2ciwiM6IFwCLcBGAs/s1600/Sgarbi.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="474" height="336" src="https://3.bp.blogspot.com/-1oYDEQBCekk/WvGMG5EQWjI/AAAAAAAAEwc/hrhTLX8WmRMWzhMkMxkT7_M2ciwiM6IFwCLcBGAs/s400/Sgarbi.jpg" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<i><span style="font-size: x-small;">Elisabetta Sgarbi </span></i></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El deseo de Sgarbi —y ello se demuestra con el nombramiento de Igort como director de la publicación en esta etapa que ahora se inicia— es hacer de esta <i>Linus</i> del siglo XXI «una revista abierta a los nuevos lenguajes, inteligente, irónica y capaz de interpretar el mundo. Y no es por casualidad que el tono de este nuevo inicio esté marcado por un autor como Michel Houellebecq, escritor que, como pocos, está en situación de anticipar hacia dónde va el mundo». El objetivo, en definitiva: volver a los orígenes y, al mismo tiempo, viajar en el presente para descubrir el futuro. <br />
<br />
Para ello se han propuesto una serie de ejes fundamentales en su línea editorial, entre los que podemos destacar el abandono de la vena satírica, el cese de publicación de material humorístico y, por encima de todo, el protagonismo otorgado a la historieta de autor, que es el plato fuerte de la nueva propuesta. La idea, según Igort, es ir «presentando trabajos de épocas diversas, desde los clásicos de la historia de la historieta, hasta las ultimísimas tendencias del relato autobiográfico». Es decir, no hay límites de tiempo y lugar, de manera que el lector encontrará reeditadas las primeras tiras de dos clásicos de la revista (como son <i>Peanuts</i> de Schulz y <i>Calvin & Hobbes</i> de Watterson), la presentación de clásicos olvidados (como <i>Kin-der-Kids</i> de Feininger, o <i>Cheech Wizard</i> de Vaughn Bodé), obras visionarias como el Nejishki de Tsuge Yoshiharu (el primer manga que publicará Linus en toda su historia) y la presencia de voces y talentos de la vanguardia historietística, como David Toffolo (uno de los <i>fumettisti</i> más apreciados en la actualidad), Seth, Gabrielle Bell, Tommi Musturi, Fabio Viscogliosi, Sammy Harkham, etc. Para completar (y complementar) esta propuesta básicamente historietística, los responsables de la nueva <i>Linus</i> proponen también prestar atención al componente teórico del medio, a través de artículos y estudios, así como cubrir otras áreas de la cultura popular, dedicando secciones a la música, el cine, las series de televisión, la literatura, etc. Todo ello, en definitiva, con el objetivo de llevar a cabo lo que Igort —en su propia cuenta de Facebook— ha denominado <i>"piccola rivoluzione",</i> dentro del mensaje con el que hizo público su nombramiento como director de esta nueva etapa.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-ULL4xPL1abY/WvGMmtrJIEI/AAAAAAAAEwk/w55iY4a5k0kyDoxhs7cTmW4Guv6VKk_wACLcBGAs/s1600/Igort.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="303" data-original-width="618" src="https://2.bp.blogspot.com/-ULL4xPL1abY/WvGMmtrJIEI/AAAAAAAAEwk/w55iY4a5k0kyDoxhs7cTmW4Guv6VKk_wACLcBGAs/s1600/Igort.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<i><span style="font-size: x-small;">Igort, ¿mirando por el futuro de la nueva </span></i><span style="font-size: x-small;">Linus?</span></div>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero llegados a este punto cabría preguntarse: ¿tiene sentido poner en marcha una empresa de estas características, en una época donde las nuevas tecnologías cada vez se imponen con mayor fuerza a todos los niveles y donde los canales de distribución han ido sufriendo una profunda modificación? En España, desde luego (y por desgracia), no. Pero es cierto que en Italia, la vía tradicional de distribución de las publicaciones historietísticas populares y de las revistas —el quiosco <i>(l'edicola)—</i> sigue viva y funcionando, a pesar de que la crisis también le <a href="http://www.linkiesta.it/it/article/2017/09/27/leo-ortolani-con-la-crisi-delle-edicole-il-fumetto-popolare-rischia-di/35626/">haya afectado</a>. No hay más que ver, de hecho, cómo y dónde se <a href="http://libreriamo.it/libri/come-il-fumetto-italiano-sta-reagendo-alla-crisi-delle-edicole/">comercializan</a> las publicaciones de la todopoderosa Bonelli para darse cuenta de ello. Por otro lado, y aunque no he tenido ocasión aún de hojearla personalmente, parece que esta nueva <i>Linus</i> tiene el suficiente empaque (en cuanto a formato y presentación) como para ser considerada un producto típico de librería. Deseamos, en todo caso, que esta nueva tentativa de relanzar la mítica <i>Linus</i> sea un éxito de ventas y de público, logrando alargar así, al menos otros cincuenta años, la vida de una de las más beneméritas e influyentes publicaciones de historieta que ha habido.</div>
Alberich el Negrohttp://www.blogger.com/profile/12256997189693262508noreply@blogger.com0