ANTEAYER tuve entre mis manos el primer volumen del integral de Jeremiah, de Hermann, que Planeta DeAgostini ha comenzado a publicar y bueno... Si esto no fuera una reseña, con voluntad más o menos crítica, que pretende informar al personal sólo diría una cosa de él: quedé absolutamente decepcionado. E intentaré justificar esta impresión tan negativa.
Ya creíamos saber, porque se había anunciado en el preview, cuáles iban a ser las características físicas de la edición (que yo mismo celebré en su momento): tapa dura, color, buen papel, tamaño no ideal, pero sí aceptable... Y lo cierto es que teniendo en mente el magnífico trabajo que esta misma editorial realizó hace unos años con el Comanche del propio Hermann, yo particularmente estaba muy ilusionado y me había hecho la idea de que en esta ocasión también íbamos a tener una gran edicion de Jeremiah.
Pero mis expectativas han quedado truncadas del todo, por la sencilla razón de que Planeta no ha respetado la que puede ser considerada principal de tales características: esto es, el tamaño del libro. Y así, mientras en el preview referido se indicaba que el volumen iba a medir 220 x 295 mm. —dimensiones que no eran las ideales, pero tampoco estaban mal—, finalmente el producto que el aficionado encontrará en las estanterías no supera unas medidas bastante más reducidas, cuales son 208 x 281 mm., aproximadamente. Y esto no es lo peor de todo, pues sólo estamos hablando del tamaño total del libro. Lo verdaderamente importante reside en las dimensiones utilizadas para la mancha —que es donde se reproduce lo que de verdad importa: esto es, el trabajo de Hermann—, y aquí el resultado es, por razones obvias, aún peor: un formato de sólo 183 x 240 mm., aproximadamente. Una canijería, vamos, que nos retrotrae a los tiempos de la vieja edición de Junior y que está bastante alejado de lo que hizo Dólmen hace sólo unos años (que tampoco fue para tirar cohetes, pero sí ofrecía mayores dimensiones generales, de mancha y de libro). A partir de aquí, casi todo lo bueno que se pueda decir de esta nueva edición quedará empañado por tan inadmisible "punto negro", que no sólo muestra una ausencia de "visión" en los responsables del gigante editorial, sino su absoluta falta de respeto hacia los potenciales lectores (pues se anunció una cosa y se está ofreciendo otra distinta y... peor).
En cuanto a la reproducción, puedo afirmar que poco o nada ha mejorado si comparamos esta última edición con las anteriores. Algunas páginas, incluso, han salido peor reproducidas en ésta, al presentar menor nitidez en el negro y, por tanto, una pérdida de línea que se aprecia, sobre todo, en el último álbum de los tres incluidos, precisamente el primero que Hermann entintó enteramente con rotring (instrumento que da como resultado un tipo de línea muy uniforme y bastante más fina que la del pincel). Estos "errores" —sobre todo la falta de nitidez de algunas planchas— estaban presentes en los seis ejemplares que cotejé y debo decir que, sin embargo, no aparecen en la vieja edición de Junior (al menos en el ejemplar que yo tengo), de modo que no hemos ganado mucho. De todas formas, y para ser ecuánimes, habría que examinar (y comparar) la nueva edición con más cuidado para dar por seguro que se trata de un fallo propio de la misma, y no de errores puntuales en ejemplares concretos.
En cuanto a la rotulación y la traducción —ambas nuevas— no puedo decir mucho, pues mi opinión se apoya en un análisis de urgencia realizado a pie de estantería, así es que no he tenido ocasión de comparar con detenimiento ambos aspectos (ni creo que pueda hacerlo en el futuro, salvo que me regalen un ejemplar, pues no tengo intención de comprar el libro). El papel de la nueva edición "planetoide" no está mal. Yo diría que se halla en igualdad de condiciones con el de Dólmen (que también presentó el material en un buen soporte) y que supera con creces al más poroso de Junior (que, con el paso de los años, se ha vuelto amarillento y friable o quebradizo).
Resumiendo: si son ustedes nuevos aficionados y quieren conocer esta magnífica serie, o bien si contándose entre los veteranos fueron incapaces de hacerse en su momento con todos los volúmenes publicados por Junior o Dolmen, deberían sopesar muy seriamente la posibilidad de adquirir esta nueva edición de Planeta, pues se trata de un título imprescindible que debe figurar en la biblioteca de todo tebeófilo que se precie. Pero si ya conocen el material, o si lo tienen en cualquiera de las dos últimas ediciones mencionadas, entonces no ganarán nada agenciándose los nuevos libros, pues bien poco se ha avanzado con su aparición. Y es una verdadera lástima, la verdad, porque si el gigante editorial español hubiera optado por reproducir la edición Grand Public de Dupuis, todos habríamos salido beneficiados y podríamos decir que en España ya existía una edición "definitiva" de este clásico imprescindible de la bande dessinée (como es posible decirlo de Comanche, insisto). Incluso si solamente se hubiera limitado a reproducir la edición más pequeña que la misma editorial belga ha denominado Magnum, utilizando para ello el tamaño que anunciaron en el preview, algo habríamos ganado. Pero nada de esto se ha cumplido. En fin, Serafín... Una nueva oportunidad perdida. ¿Y van...?
Yo, por si acaso, creo que dejaré pasar un poco el tiempo con la idea de ver si PdA —siguiendo la costumbre habitual de nuestros editores— se anima y saca más adelante una nueva edición basada en el formato Grand Public, después de habernos colocado esta canijada. Lo veo difícil, pero no imposible, sobre todo considerando que en el caso de Prince Valiant ahora mismo tiene en el mercado un coleccionable y ya hay quien habla de otra futura edición para librerías del mismo título. En cualquier caso, no sería la primera vez que ocurre algo parecido, y como ya me han tomado el pelo alguna que otra vez —no los de Planeta, ciertamente, sino otros editores— pues no deseo que en esta ocasión me ocurra lo mismo, así es que esperaré.
Ya creíamos saber, porque se había anunciado en el preview, cuáles iban a ser las características físicas de la edición (que yo mismo celebré en su momento): tapa dura, color, buen papel, tamaño no ideal, pero sí aceptable... Y lo cierto es que teniendo en mente el magnífico trabajo que esta misma editorial realizó hace unos años con el Comanche del propio Hermann, yo particularmente estaba muy ilusionado y me había hecho la idea de que en esta ocasión también íbamos a tener una gran edicion de Jeremiah.
Pero mis expectativas han quedado truncadas del todo, por la sencilla razón de que Planeta no ha respetado la que puede ser considerada principal de tales características: esto es, el tamaño del libro. Y así, mientras en el preview referido se indicaba que el volumen iba a medir 220 x 295 mm. —dimensiones que no eran las ideales, pero tampoco estaban mal—, finalmente el producto que el aficionado encontrará en las estanterías no supera unas medidas bastante más reducidas, cuales son 208 x 281 mm., aproximadamente. Y esto no es lo peor de todo, pues sólo estamos hablando del tamaño total del libro. Lo verdaderamente importante reside en las dimensiones utilizadas para la mancha —que es donde se reproduce lo que de verdad importa: esto es, el trabajo de Hermann—, y aquí el resultado es, por razones obvias, aún peor: un formato de sólo 183 x 240 mm., aproximadamente. Una canijería, vamos, que nos retrotrae a los tiempos de la vieja edición de Junior y que está bastante alejado de lo que hizo Dólmen hace sólo unos años (que tampoco fue para tirar cohetes, pero sí ofrecía mayores dimensiones generales, de mancha y de libro). A partir de aquí, casi todo lo bueno que se pueda decir de esta nueva edición quedará empañado por tan inadmisible "punto negro", que no sólo muestra una ausencia de "visión" en los responsables del gigante editorial, sino su absoluta falta de respeto hacia los potenciales lectores (pues se anunció una cosa y se está ofreciendo otra distinta y... peor).
En cuanto a la reproducción, puedo afirmar que poco o nada ha mejorado si comparamos esta última edición con las anteriores. Algunas páginas, incluso, han salido peor reproducidas en ésta, al presentar menor nitidez en el negro y, por tanto, una pérdida de línea que se aprecia, sobre todo, en el último álbum de los tres incluidos, precisamente el primero que Hermann entintó enteramente con rotring (instrumento que da como resultado un tipo de línea muy uniforme y bastante más fina que la del pincel). Estos "errores" —sobre todo la falta de nitidez de algunas planchas— estaban presentes en los seis ejemplares que cotejé y debo decir que, sin embargo, no aparecen en la vieja edición de Junior (al menos en el ejemplar que yo tengo), de modo que no hemos ganado mucho. De todas formas, y para ser ecuánimes, habría que examinar (y comparar) la nueva edición con más cuidado para dar por seguro que se trata de un fallo propio de la misma, y no de errores puntuales en ejemplares concretos.
En cuanto a la rotulación y la traducción —ambas nuevas— no puedo decir mucho, pues mi opinión se apoya en un análisis de urgencia realizado a pie de estantería, así es que no he tenido ocasión de comparar con detenimiento ambos aspectos (ni creo que pueda hacerlo en el futuro, salvo que me regalen un ejemplar, pues no tengo intención de comprar el libro). El papel de la nueva edición "planetoide" no está mal. Yo diría que se halla en igualdad de condiciones con el de Dólmen (que también presentó el material en un buen soporte) y que supera con creces al más poroso de Junior (que, con el paso de los años, se ha vuelto amarillento y friable o quebradizo).
Resumiendo: si son ustedes nuevos aficionados y quieren conocer esta magnífica serie, o bien si contándose entre los veteranos fueron incapaces de hacerse en su momento con todos los volúmenes publicados por Junior o Dolmen, deberían sopesar muy seriamente la posibilidad de adquirir esta nueva edición de Planeta, pues se trata de un título imprescindible que debe figurar en la biblioteca de todo tebeófilo que se precie. Pero si ya conocen el material, o si lo tienen en cualquiera de las dos últimas ediciones mencionadas, entonces no ganarán nada agenciándose los nuevos libros, pues bien poco se ha avanzado con su aparición. Y es una verdadera lástima, la verdad, porque si el gigante editorial español hubiera optado por reproducir la edición Grand Public de Dupuis, todos habríamos salido beneficiados y podríamos decir que en España ya existía una edición "definitiva" de este clásico imprescindible de la bande dessinée (como es posible decirlo de Comanche, insisto). Incluso si solamente se hubiera limitado a reproducir la edición más pequeña que la misma editorial belga ha denominado Magnum, utilizando para ello el tamaño que anunciaron en el preview, algo habríamos ganado. Pero nada de esto se ha cumplido. En fin, Serafín... Una nueva oportunidad perdida. ¿Y van...?
Yo, por si acaso, creo que dejaré pasar un poco el tiempo con la idea de ver si PdA —siguiendo la costumbre habitual de nuestros editores— se anima y saca más adelante una nueva edición basada en el formato Grand Public, después de habernos colocado esta canijada. Lo veo difícil, pero no imposible, sobre todo considerando que en el caso de Prince Valiant ahora mismo tiene en el mercado un coleccionable y ya hay quien habla de otra futura edición para librerías del mismo título. En cualquier caso, no sería la primera vez que ocurre algo parecido, y como ya me han tomado el pelo alguna que otra vez —no los de Planeta, ciertamente, sino otros editores— pues no deseo que en esta ocasión me ocurra lo mismo, así es que esperaré.