TAL como informamos en su momento, el próximo 14 de octubre los abogados de la Sociedad Moulinsart deberán personarse ante la justicia belga para defender, de las acusaciones de colonialismo y xenofobia, al intrépido reportero surgido de la imaginación del dibujante George Remi, Hergé.
El pasado día 30 de septiembre se empezó a juzgar la demanda que el ciudadano congoleño Bienvenu Mbutu Mondondo interpuso contra el álbum Tintín en el Congo (el proceso viene ya de lejos, concretamente del año 2007). En ella se exige la destrucción de la obra o, en segunda instancia, su publicación con una nota admonitoria sobre el contenido xenófobo de la misma y la inclusión de un artículo contextualizador, con el que se sitúe al lector en la mentalidad y las costumbres de la época en que Hergé dibujó el álbum.
Ahora le va a llegar el turno a la defensa de cumplir con su papel. Y esperamos que lo hagan bien, pues en caso de que la demanda de Mondondo prospere, según está formulada en su primera instancia, nos podemos echar a temblar, ya que se dejará la puerta abierta para poder prohibir (o censurar) prácticamente cualquier obra de Arte producida a lo largo de la Historia de la Humanidad.
El pasado día 30 de septiembre se empezó a juzgar la demanda que el ciudadano congoleño Bienvenu Mbutu Mondondo interpuso contra el álbum Tintín en el Congo (el proceso viene ya de lejos, concretamente del año 2007). En ella se exige la destrucción de la obra o, en segunda instancia, su publicación con una nota admonitoria sobre el contenido xenófobo de la misma y la inclusión de un artículo contextualizador, con el que se sitúe al lector en la mentalidad y las costumbres de la época en que Hergé dibujó el álbum.
Ahora le va a llegar el turno a la defensa de cumplir con su papel. Y esperamos que lo hagan bien, pues en caso de que la demanda de Mondondo prospere, según está formulada en su primera instancia, nos podemos echar a temblar, ya que se dejará la puerta abierta para poder prohibir (o censurar) prácticamente cualquier obra de Arte producida a lo largo de la Historia de la Humanidad.
Bueno no nos volvamos locos, creo que la destrucción de la obra no se producirá en ningún caso así que tranquilidad.
ResponderEliminarTampoco veo mal que se incorporen ese tipo de artículos contextualizadores aunque sí resulta absurdo el enjuiciamiento a un autor - y su contexto histórico y social - ochenta o noventa años después de la aparición de la obra. Aunque, mirado por otro lado, no deja de ser un síntoma más de su vigencia (y si no, que se lo digan a Spielberg).
Lo que no deja de ser absurdo es la admisión de la demanda con la cantidad de problemas más acuciantes que padecemos todos.
Impacientes Saludos.
Hola de nuevo, PAblo.
ResponderEliminarPues acabo de mostrarme del todo de acuerdo contigo en la entrada sobre Bonelli (y la edición en España de Tex), y ahora vuelvo a estarlo otra vez aquí, refiriéndonos a Tintín y a la oportunista demanda del amigo Mondondo. Ya hablé del tema largo y tendido (como señalo en la entrada), de modo que poco más puedo añadir. Eso sí: en el caso de que le dieran la razón al colega, quedaría sentado un grave precedente "revisionista" que podría ocasionarnos serios disgustos en el futuro.
Y, en efecto: parece evidente que sólo los grandes clásicos siguen siempre dando que hablar. Es un síntoma más de su grandeza y vigencia.
Otro abrazo (pero sin apretar demasiado... y bla, bla, bla).