miércoles, 30 de marzo de 2011

"HABEMUS MANGAM... PAPALEM!"



A través de La cárcel de papel y de otros medios, los aficionados al cómic hemos sabido que durante el viaje que Benedicto XVI realizará a nuestro país, entre los días 16 a 21 del próximo agosto, para asistir a las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) organizadas en Madrid se van a repartir gratuitamente 300.000 ejemplares de una biografía del Sumo Pontífice realizada en estilo manga. La mitad aparecerá en inglés y la otra mitad en español. El proyecto, que cuenta con el patrocinio de la Universidad Juan Pablo II el Grande de California, ha sido llevado a cabo en el apartado gráfico por un artista de Singapur y será editado en Madrid por Atiqtuq. En la biografía se detalla la vida y obra de Joseph Ratzinger desde que fue elegido Papa en abril de 2005, y se centrará, sobre todo, en su relación de amistad con Juan Pablo II, sus viajes a las pasadas JMJ de Colonia (2005) y Sydney (2008) y las propuestas que ha hecho a los jóvenes para vivir sus vidas plenamente. Según ha declarado Jonathan Lin, director de  Atiqtuq: «Es una oportunidad de llegar a mucha gente en un formato atractivo para transformar nuestra cultura y despertar el interés en el Papa y su mensaje a los jóvenes».

El impaciente amigo PAblo amplió ayer esta noticia en su blog, recordándonos que no ha sido Ratzinger el primer Papa objeto de una biografía comiquera (y efectivamente no lo fue, como puede verse aquí). Sin embargo, entre todas las imágenes que colgó para ilustrarnos este hecho no puso —porque no quiso o no se acordó — ninguna de aquella obra que, en mí opinión, es la más interesante y significativa de todas las que conozco sobre dicha temática. Me refiero a la biografía de Juan Pablo II dibujada por Sergio Toppi, que se publicó en cuatro entregas durante el mes de diciembre de 2000 en la revista Il giornalino, antes de ser recopilada en formato álbum al año siguiente.

Lo cierto es que, como cualquier ocasión o pretexto son buenos para difundir la obra del maestro milanés —autor al que admiramos profundamente en este Nibelheim, pero que parece no existir para los editores españoles (pese a seguir bien activo a sus 78 años)—, aprovechamos la "porta gayola" hecha por Álvaro Pons y el "pase de pecho" de PAblo para marcarnos este "volapié" y rematar la faena, ofreciendo una breve reseña de esta obra "menor" de Toppi que, según me parece, aún sigue inédita en nuestro país (aunque también se tradujo al español).


Comencemos diciendo que este Karol Wojtyla. El Papa del tercer milenio no es, desde luego, una de las obras maestras del dibujante milanés. Con todo, y aunque se trata de un trabajo de encargo —con un comitente bien específico y destinada a un público concreto— lo cierto es que Toppi sale algo más que airoso de la tarea, ofreciéndonos un producto de bastante calidad en el apartado gráfico. Es verdad que nos hallamos ante un cómic de autor —lo contrario sería impensable, tratándose de un artista con personalidad tan poderosa y marcada—, pero lo que no vamos a encontrar aquí son los experimentos formales y narrativos a que nos tiene acostumbrado Toppi en otros de sus trabajos. En este sentido, tanto el montaje de la página como la estructura general del relato son de lo más convencionales, ya que tanto él como el guionista han buscado siempre las soluciones más eficaces y sencillas para facilitar la lectura de la historia que se quiere narrar. No obstante, quien vaya buscando los estilemas propios del milanés no cabe duda que los encontrará en más de una página.

El guión está firmado por Tony (o Toni) Pagot —pseudónimo del animador y autor de cómics italiano Antonio Pagotto, creador de Calimero—,  y se organiza en cuatro grandes secciones cronológicas tituladas, respectivamente, Los años de la juventud, En la tormenta de la guerra, De Cracovia a Roma y Peregrino de paz en todo el mundo. Pagot empleó algunos recursos narrativos para dinamizar la acción y hacer más digerible la historia. Así, por ejemplo, la idea de utilizar como vehículo narrativo una familia de nuestros días, en la que unos chavales —tras ver al Papa en un noticiero— le piden a su abuelo que les explique cómo accedió Karol Wojtyla al solio pontificio. Tomando esta excusa como punto de partida, y con el artificio del diálogo entre los nietos y el abuelo —cuyas escenas se van repitiendo a lo largo de toda la historia, introducidas en medio de largas y recurrentes analepsis o flashbacks que retrotraen al pasado de la vida de Juan Pablo II—, el guionista aprovecha para ir introduciendo, además de los datos biográficos propiamente dichos, determinados mensajes que sintonizan plenamente con la doctrina y los preceptos de la Iglesia (que el origen social de un candidato no importa a la hora de valorar su vocación religiosa; que ésta no suele llegar por medio de una conversión radical y repentina, sino tras lenta y madurada reflexión; que el amor y el deseo de servicio al prójimo deben ser elementos fundamentales de la vida sacerdotal y cristiana en general; etc.).


También es muy significativa la orientación que Pagot dio al guión, centrándose en la faceta humana del "sacerdote" y "obispo" Wojtyla, más que en la mística o carismática del "papa" Juan Pablo II. Y todo ello, como el propio guionista destacó en su momento, porque «cuando se trata a un personaje de la talla de Juan Pablo II es muy fácil caer en la hagiografía». De ese modo, no se escatima ni una sola ocasion a lo largo del relato para recordarnos que la vida de quien acabaría siendo Papa fue siempre absolutamente normal; que los gustos del joven Wojtyla no diferían en nada de los del resto de muchachos (fútbol, actividades al aire libre, teatro, etc.).

Por cierto: no estaría mal que aprovechando esta próxima visita papal a Madrid se organizara aquí una exposición similar a la que se preparó en el año 2005 en Colonia, con motivo de las primeras JMJ presididas por Ratzinger ya como nuevo pontífice. En aquella ocasión, como puede leerse aquí, se expusieron las planchas de la biografía dibujada por Toppi que acabo de reseñar arriba. Pues bien: en esta ocasión no estaría de más que volvieran a ofrecerse a la curiosidad del público aquellas mismas páginas —como un nuevo homenaje, si se quiere, a la figura de Juan Pablo II, creador de este evento eclesiástico mundial—, así como una muestra de los originales del nuevo tebeo manga que se ha hecho sobre Benedicto XVI. Pero no veo en la página oficial de las Jornadas que algo parecido vaya a ocurrir. Es una lástima.

Y concluyo. En el siguiente enlace, el lector interesado puede echar una ojeada a la obra completa de Pagot-Toppi y comprobar todo lo que acabamos de decir. Que les guste y lo disfruten.


Particularmente opino que tuvo mucha más suerte Juan Pablo II que Benedicto XVI (Toppi, siempre será Toppi y a mí la estética "manga" nunca me ha convencido demasiado). Pero imagino que la cosa va en cuestión de gustos. En fin. Ustedes dirán...

martes, 29 de marzo de 2011

EL MAESTRO DE ESGRIMA



EL pasado 15 de marzo tuvo lugar la presentación de la nueva temporada operística madrileña 2011-2012 en el Teatro Real, la primera que ha sido diseñada en su integridad por el nuevo (y polémico) director artístico del coliseo, el belga Gerard Mortier. Durante la rueda de prensa que siguió a dicha presentación, Mortier se despachó con algunas declaraciones que no han sentado demasiado bien entre los círculos de aficionados y, sobre todo, entre los cantantes profesionales españoles, contra los que el mediático y un tanto pretencioso gestor cargó asegurando que «cantan un aria de Verdi como si fuera de Puccini». Añadió, además, que era necesario crear un taller lírico para enseñar a los futuros intérpretes españoles "estilo" y que no se debía «reducir el patrimonio musical español a una idea nacionalista», con lo que no sabemos si Mortier quiso decir que carecemos de verdadero patrimonio o si, por el contrario, éste es tan amplio que podemos considerar españolas obras como Don Giovanni, Carmen, Il barbiere di Siviglia, La forza del destino y tantas otras que se ambientan en España o están inspiradas en obras de autores hispanos. En fin, Serafín.

Gregorio Marañón, Miguel Muñiz y Gerard Mortier
en la polémica presentación

Ante tan desafortunadas e insultantas palabras —que se unen, además, a la discutible nueva temporada que Mortier ha diseñado en contra del gusto tradicional del público madrileño—, no han tardado en cuajar todo tipo de iniciativas encaminadas a pedir la dimisión o el cese del gestor belga. Entre ellas, desde luego, la más significativa es el manifiesto que el colectivo de cantantes españoles ha redactado con la intención de recoger firmas para presentarlo a la Ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde y exigir dicho cese. En él, como tendrás ocasión de leer a continuación querido lector, los cantantes se quejan de su nula presencia en el Real y rechazan con rotundidad las afirmaciones que Mortier ha hecho contra su colectivo. El texto, que lleva circulando por la red desde hace unos días y ya ha reunido bastantes firmas, es el siguiente:


EN DEFENSA DE LOS CANTANTES LÍRICOS ESPAÑOLES
Recientemente ha tenido lugar la presentación de la temporada 2011/2012 del Teatro Real, la primera que ha sido completamente diseñada por el Sr. Gerard Mortier, director artístico de dicho teatro. La presencia de cantantes españoles en la programación es prácticamente inexistente, de forma similar a como ha sucedido en la presente temporada 2010/2011, donde su presencia era minoritaria incluso en la ópera española “La página en blanco”. Para la próxima temporada, el Teatro Real tampoco va a contar con los cantantes españoles, ni siquiera para interpretar los papeles principales de la ópera “Ainadamar”, obra compuesta en castellano en torno a las figuras de Federico García Lorca y Margarita Xirgú.

Sin entrar a discutir las decisiones del Sr. Mortier sobre la programación del Teatro Real y los repartos elegidos, lo que nos parece intolerable son las declaraciones que ha realizado para justificar que no se contraten cantantes españoles para las obras programadas en dicho teatro. Según han recogido distintos medios, el Sr. Mortier considera que “los cantantes españoles carecen de estilo. Cantan un aria de Verdi como si fuera de Puccini” y ha remachado estas declaraciones diciendo que les hace falta una academia para corregir esta supuesta falta de estilo.

Dado que ningún responsable del Ministerio de Cultura, del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música o del Patronato de la Fundación Teatro Real ha salido en defensa de los cantantes españoles, nos vemos obligados a expresar públicamente nuestro rechazo a las declaraciones del Sr. Mortier y a defender la calidad de nuestro trabajo. A este respecto queremos exponer, en primer lugar, que:
        1) Los cantantes españoles de ópera tienen, al menos, la misma calidad y nivel que sus compañeros de otras nacionalidades.
        2) Desde el siglo XIX, España ha sido uno de los países donde mayor número de cantantes de prestigio internacional han surgido. Esto continúa siendo de aplicación en el momento presente.
        3) Los cantantes españoles son continuamente reclamados por los teatros de ópera más importantes del mundo –Viena, París, Berlín, Roma, Nueva York, Zúrich, Ámsterdam, Salzburgo, Milán etc.- para representar en ellos todo tipo de repertorio, obteniendo gran éxito de crítica y público año tras año.
        4) En todos los países donde existe un teatro de ópera de características similares al Teatro Real, la presencia de cantantes nacionales de esos mismos países en las obras que se representan en ellos es habitual. El Teatro Real es una excepción a esta regla: en él no se contratan cantantes españoles. Esto ha sido así en la presente temporada y así es para la temporada 2011/2012, diseñada por el Sr. Mortier.
         5) Es la primera vez que se escucha al director artístico de un teatro de ópera descalificar la calidad interpretativa de todos los cantantes de una determinada nacionalidad, basando su crítica precisamente en la nacionalidad de dichos intérpretes. Esto es suficiente, a nuestro juicio, para desacreditar el supuesto conocimiento del Sr. Mortier sobre los cantantes y sobre estilo de canto: es obvio que nada tiene que ver con el lugar de nacimiento de las personas.
Por las razones expuestas, consideramos que el Sr. Gerard Mortier no está capacitado para dirigir el Teatro Real, pero dejando a un lado la discusión sobre sus conocimientos acerca de la voz, entendemos que el empleo de criterios absolutamente discriminatorios para la contratación de cantantes -algo que nos parece aún más grave al tratarse de un teatro público-, debería ser suficiente para provocar su destitución.
Por todo ello, los abajo firmantes solicitamos:
          1) La destitución del Sr. Gerard Mortier como director artístico del Teatro Real, y
         2) Que los cantantes españoles tengan las mismas oportunidades que sus compañeros de otras nacionalidades para cantar en dicho teatro, de manera que su presencia en él no sea algo excepcional, tal y como ocurre en estos momentos.


En fin, Serafín. Las espadas están en todo lo alto y la cosa promete ir para largo. Ya veremos en qué termina el conflicto. Yo, desde luego, soy partidario del cese de Mortier. Pero, en todo caso, conviene dejar algo claro: la culpa de todo esto no la tiene él, desde luego —que está siendo fiel a su estilo y a sus gustos personales (sobradamente conocidos)—, sino aquellos que decidieron nombrarle director artístico del Teatro Real. Contra ellos, creo, es contra quienes deberían ir dirigidas las críticas, los dardos y las peticiones de dimisión.

domingo, 27 de marzo de 2011

1er ESCOGE. Concurso de blogs de cómic



EN el blog El hojeador, del amigo Angux, ya pueden verse las bases (y el cartel) de uno de los concursos que tendrán lugar en el 1er ESCOGE, certamen de cómics sobre el que hablamos ayer en este mismo Nibelheim. Se trata del concurso de blogs. Pasaos por allí si queréis conocerlas y participad en él si estáis interesados. ¡Ánimo y suerte!

sábado, 26 de marzo de 2011

ESCOGE. 1er Escenario del Cómic en Getafe


EL "boca a boca" (o el "oreja a oreja", si ustedes lo prefieren así) funciona de maravilla hoy día, gracias a las nuevas tecnologías. Si difundir una iniciativa cultural cualquiera planteaba, hace años, ciertas dificultades logísticas inevitables —para empezar tenías que contar, al menos, con el apoyo de un medio de comunicación (radio o prensa, generalmente) que quisiera realizar dicha difusión gratuitamente, o bien con alguna institución pública que subvencionara el evento y contribuyera a su divulgación—, hoy día, afortunadamente, las cosas se pueden poner en marcha sin necesidad de mucho gasto pecuniario (en principio): basta con tener conexión a Internet, disponer del correo electrónico de unos amigos y empezar a divulgar cualquier iniciativa. En poco tiempo, el conocimiento de ésta habrá llegado a los confines del globo a través de esa vía maravillosa —y de doble filo, ciertamente— que es la red.

Toda esta digresión viene muy a propósito, porque ha sido a través del correo electrónico, precisamente, como ha llegado a mi conocimiento cierta iniciativa en la que anda metido un bloguero al que todos los aficionados al mundo de la historieta conocemos bien por su "hiperactividad" virtual: me refiero al amigo Angux, responsable de blogs como La caraviñeta, El hojeador, V Viñetas, o Pasajes de la historieta. Bueno, en realidad ha sido otro gran aficionado y buen amigo virtual —Emilio Aurelio Gil, responsable de tres blogs de cómics tan célebres y visitados como Cómics en extinción, La biblioteca de Thule y Tangencias— quien me ha reenviado el correo que Angux le remitió a él para que difunda su contenido y haga publicidad de lo que allí se cuenta. Y es, ni más ni menos, lo que pienso hacer a continuación.

Resulta que el bueno de Angux y otros aficionados como él llevan organizando, desde hace un tiempo, el primer certamen, las primeras jornadas, el primer festival, el primer salón..., en fin, como queramos llamarlo, dedicado a los tebeos que se va a celebrar en la madrileña ciudad de Getafe. El evento, que tendrá lugar los días 30 de abril y 1 de mayo de este año y será gratuíto, ha nacido con una voluntad continuista y se llamará —se llama ya— ESCOGE (EScenario del CÓmic de GEtafe). Para difundirlo y dar noticia de cómo avanza su organización —el cartel y el programa definitivo estarán listos para principios de la semana que viene—, se ha creado un blog que aún está en construcción, pero que, imaginamos, irá creciendo a medida que se vaya aproximando la fecha de apertura. En él, las personas interesadas encontrarán cumplida información sobre todas las actividades —y no serán pocas— que van a realizarse en este 1er ESCOGE: charlas, exposiciones, concursos.



Y son, precisamente, los concursos la iniciativa que desearía destacar aquí, pues además de ser la más amplia y variada, se ha convertido en la depositaria de una tradición getafense, ya que varios de los concursos que ahora se convocarán a través de ESCOGE ya habían gozado de ediciones anteriores en esta ciudad madrileña. Así, por ejemplo, el Concurso nacional de cómics de Getafe (que conocerá su novena edición en este 1er ESCOGE), o el II concurso de creación rápida de cómic de Getafe (celebrado, por vez primera, el pasado año 2010). Además de estos se ha creado para la ocasión una iniciativa que, por razones obvias, considero muy interesante (aunque ya existan otros festivales donde se tiene en cuenta la actividad blogueril). Me refiero al I concurso de blogs de cómic de Getafe, con el que se pretende reconocer y premiar la actividad divulgadora de aquellos artículos o contribuciones aparecidos en blogs dedicados al mundo de los tebeos. A este respecto dicen los organizadores:

«Somos conscientes de la gran labor divulgativa que se hace de los tebeos en los blogs. Una labor que normalmente se hace por amor al arte, sin esperar ninguna compensación por ello. En muchas ocasiones aparecen en la blogsfera grandes artículos de tebeos, gente que se curra muy mucho las entradas que hacen para sus blogs, quitándose horas de sueño, o parte de su tiempo libre con la única intención de darnos a conocer el medio. Desde el ESCOGE queremos premiar esta labor, que en muchas ocasiones pasa desapercibida y hemos pensado en un premio para estos, con la intención de que se repitan año tras año».

Sin embargo, la gran novedad de este evento viene dada por una iniciativa que, ahora mismo, no recuerdo se haya producido en ningún otro sitio: la gestión ante las autoridades municipales getafeñas para que cuatro calles de la ciudad —esto número es sólo para empezar— lleven el nombre de otros tantos grandes autores de tebeos. Los seleccionados, en esta ocasión, han sido Carlos Giménez, Jan, Purita Campos y Víctor de la Fuente.

Es cierto que en esto de las nóminas nunca llueve a gusto de todos, y de hecho un servidor tiene metido en las entendederas el nombre de cierto dibujante madrileño que, por razones varias —llevar muerto cierto tiempo, haber sido muy grande en su momento (aunque hoy esté olvidado), etc.—, quizá merecería más esa nominación ahora mismo, para que actuase a modo de reparación frente a ese olvido. Pero, en cualquier caso, nos parece una iniciativa magnífica que apoyamos sin fisuras. La información relativa a las candidaturas, acompañada por sendos dossieres de cada uno de los autores elegidos, está disponible en el blog de ESCOGE, dentro del apartado "grandes autores".

En fin, amigos. Eso era todo lo que tenía que decirles. Es cierto que mi Nibelheim no es La cárcel de papel, ni Entrecómics, ni ninguno de esos otros blogs que tienen cientos de seguidores y son leídos por miles de personas. Sin embargo, nadie podrá decir que, dentro de mis humildes fuerzas y reducidas posibilidades, no he contribuido a la difusión de una iniciativa tan loable como necesaria para la difusión de ese arte maravilloso que es el de los tebeos. Esperemos que todo les vaya bien a Angux y a sus compañeros de empresa. Audentes fortuna iuvat!

jueves, 24 de marzo de 2011

NECROLÓGICAS: ELIZABETH TAYLOR (1932-2011). UNOS OJOS VIOLETAS SE HAN CERRADO... PARA SIEMPRE



DENTRO del luminoso (y numinoso) panorama de estrellas femeninas que brillaron con luz propia en el Hollywood mágico de los años 40-60 —si tuviéramos que recitar la nómina sería bien larga— la bellísima Elizabeth Taylor ocupa un lugar bien preeminente, hasta el extremo de haber llegado a convertirse en la gran figura del celuloide que todos recordamos por decenas de películas. Una de las más grandes, todo sea dicho.

 Protagonista en una cincuentena larga de títulos, para un servidor la Taylor nunca estuvo tan bella y cautivadora como en cuatro estupendas películas bien conocidas: Un lugar en el sol (de George Stevens, 1951), Ivanhoe (de Richard Thorpe, 1952), La gata sobre el tejado de zinc (de Richard Brooks, 1958) y De repente el último verano (de Joseph L. Mankiewicz, 1959). En todas ellas compartió protagonismo con los no menos guapos y apuestos Montgomery Clift, Robert Taylor y Paul Newman y dejó bien demostrado que, además de hermosa, era una magnífica actriz.

Para mí, esto ha sido siempre lo más destacable en la biografía de la Taylor, al margen de su tormentosa y mediática vida privada (que, todo sea dicho, me ha interesado bastante poco). Desde la dulce y encantadora niña de Fuego de juventud (1944), pasando por la hermosísima adolescente que se hace adulta en El padre de la novia (1950), o por la sumisa y hechicera Rebecca de Ivanhoe (1952), hasta llegar a la agresiva, insatisfecha y voluptuosa mujer de Marlon Brando en Reflejos en un ojo dorado (1967), Elizabeth Taylor fue parte activa y principal de una época gloriosa del cine y, al convertirse en leyenda, ha dejado una huella indeleble en todos los que la admirábamos como intérprete y como paradigma de la belleza más pasmosa y descarnada.



Elizabeth Taylor, la mujer con la boquita de fresa y los ojos violetas como el fondo del océano, acaba de fallecer, y con ella se nos va un poco más —sobre todo a quienes ya tenemos cierta edad— toda una época que recordaremos, desde ahora, con más nostalgia (si cabe). Ella, entretanto, gracias a la magia del cine seguirá estando en nuestro recuerdo tan inalterable, hermosa y lozana como siempre nos la mostraron en sus películas.



Sirva esta entrada, escrita a vuelapluma, como modestísimo homenaje a quien fuera memorable y sensual Cleopatra.

Sit tibi terra levis.



ELIZABETH "LIZ" TAYLOR (1932-2011)
IN MEMORIAM

miércoles, 23 de marzo de 2011

¿NADIE ES PROFETA EN SU TIERRA...?



¿O es que nunca estamos del todo satisfechos? Y verán, lo pregunto porque leyendo una entrevista realizada a Sergio Toppi que he encontrado navegando por la red, me topo con la siguiente respuesta del maestro italiano:

«Culturalmente, la actitud de los franceses respecto del tebeo es muy diferente de la que nosotros conocemos en Italia. Cuando he ido a Angulema, he podido comprobar hasta qué punto son importantes aquí (1) los tebeos. Los italianos, por el contrario, siempre han considerado la historieta como una cosa inferior. La palabra misma de fumetto, que designa a la historieta en italiano y que significa "pequeña nube" para evocar la filacteria, es un diminutivo. Eso lo dice todo».

¿De verdad cree Toppi que la actividad a la que ha dedicado toda su vida no está suficientemente considerada en Italia? ¿Quizá piensa que él mismo está minusvalorado por dedicarse a dibujar "tebeos" o fumetti?

En caso afirmativo, ¿cómo se explica la reciente y cuidada edición de gran parte de su obra que, en doce volúmenes, han realizado en el país transalpino los responsables de las revistas Il giornalino y Famiglia cristiana, en colaboración con el Museo del Fumetto de Lucca? Una soberbia edición, puedo confirmarlo, que se ha puesto a la venta en los quioscos, ha sido publicitada de manera amplia y generosa, y de la que se han hecho eco muy diversos medios de comunicación. Ignoro si las ventas habrán ido bien o mal, pero puedo asegurar que una iniciativa de esas características no podría ser llevada a cabo en cualquier país. Y pienso, sin ir más lejos, en nuestra España.

No sé... A mí, francamente, me resulta difícil creer que en un país donde se hacen ediciones como ésta que les comento —con una clara ambición artística e intelectual, partiendo de premisas estéticas muy acentuadas y presentando la obra de Toppi como algo más que simples "tebeítos"— la historieta esté minusvalorada como objeto artístico. Pero bueno... Tampoco desearía yo, por nada del mundo, enmendarle la plana a un maestro tan experimentado y curtido como es el septuagenario milanés.

Y es que, si Toppi ve mal la situación del tebeo en Italia, ¿qué podría decir, entonces, de lo que ocurre en nuestra piel de toro? ¿Qué pensaría nuestro admirado maestro si fuera dibujante español y no italiano? Mamma mia! La verdad es que siempre se puede estar peor...

Y ustedes, queridos lectores, ¿qué opinión tienen de esta cuestión? ¿Consideran, como Toppi, que la historieta es un arte minusvalorado en Italia? Y en caso afirmativo, ¿por quién? ¿Por el público y las autoridades? ¿Sólo por el primero? ¿Por las segundas? ¿Por ninguno de los dos? ¿Creen que no es así en ningún caso? ¿Consideran que se puede menospreciar "culturalmente" una actividad artística y, al mismo tiempo, estimarla como simple fuente de entretenimiento? ¿Son compatibles ambas cosas? ¿No lo son? Díganme algo, por favor...


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* La foto de cabecera con Toppi ante el escaparate de la Gallerie Maghen es de Didier Pasamonik, fue tomada en 2007 y puede verse aquí.
1) La entrevista está realizada en Francia, en 2007.
(2) «Culturellement, l'attitude des Français vis-à-vis de la bande dessinée est très différente de celle que nous connaissons en Italie. Lorsque je me suis rendu à Angoulême, j'ai réalisé à quel point la bande dessinée était importante ici. Les Italiens, au contraire, ont toujours considéré la bande dessinée comme quelque chose d'inférieur. Le mot même de "fumetto" qui désigne la bande dessinée en italien et qui signifie "petit nuage" pour évoquer le phylactère, est un diminutif. Tout est dit».

sábado, 19 de marzo de 2011

"VIVE LA FRANCE!" HOMENAJE A TOPPI EN LA TIERRA DE LA "BANDE DESSINÉE"



AYER por la noche entró en mi correo electrónico la última lettre informativa (la nº 36) que las impagables Éditions Mosquito han enviado a sus suscriptores, y en ella aparece una información extraordinaria que considero digna de ser difundida a los cuatro vientos para su conocimiento general. Así es que contribuiré a ello en mi modesta medida.

Se trata de una interesante y amplia exposición, dedicada a Sergio Toppi, que se va a organizar en la ciudad francesa de Thiers, entre los días 6 de mayo y 31 de agosto. Por lo que se dice en la nota informativa, quienes asistan al evento el mismo día 6 tendrán la oportunidad de ver a Toppi en persona, dado que estará presente en la inauguración de modo excepcional (hay que tener en cuenta que el dibujante tiene ya casi ochenta años, aunque parece gozar de excelente salud, a juzgar por el ritmo de trabajo que sigue manteniendo).

Inmediatamente busco información en la red para ampliar la sucinta nota de Mosquito y me encuentro con un pequeño dossier publicado en la página oficial de la ciudad de Thiers, donde se entrevista a Yves Polèse, responsable adjunto del área de turismo de la ciudad y uno de los organizadores del evento. Polèse, que ya estuvo detrás de la exposición montada en esa misma villa en torno a la obra de otro célebre dibujante italiano, Hugo Pratt, parece ser un buen ejemplo del político-gestor inteligente que no sólo conoce el tema del que está hablando, sino que busca, por encima de todo, la calidad y deja atrás el amiguismo o los planteamientos chauvinistas para proponer a sus ciudadanos cosas que de verdad interesan y son importantes. Tiene claro, desde luego, que el principal editor actual de Toppi es francés y que la muestra contribuirá a promocionar el nombre de una ciudad francesa y sus particularidades regionales —notre ambition est double (asegura Polèse): faire découvrir les œuvres de l’auteur et valoriser notre ville auprès du plus grand nombre—, pero lo que, por encima de todo, le ha impulsado a participar en el proyecto —eso es, al menos, lo que dice en la entrevista, y no hay razón para dudar de su palabra— es la importancia de la figura de Sergio Toppi en el mundo del tebeo, sin entrar a considerar su nacionalidad. En su opinión, el dibujante milanés (y traduzco de la entrevista francesa):
«es uno de los últimos monumentos del tebeo italiano. Con 78 años ha llegado a la cima de su arte y goza de una verdadera notoriedad internacional, gracias, sobre todo, a Michel Jans, a la cabeza de la editorial francesa Mosquito y apasionado, él mismo, de la labor de Toppi. Pero es que, además, la obra de Sergio Toppi ha estado inspirada siempre por el universo de los cuchillos y de la forja. Esta exposición era, por tanto, algo evidente para nosotros. Finalmente, la elección de realizarla en la Usine du Mai no era algo baladí. La obra de Toppi está ambientada, en gran parte, en el siglo XIX. Había, por tanto, una cierta coherencia en hacer la exposición en este enclave industrial emblemático del siglo XIX».

Como todos ustedes habrán comprendido ya, estamos hablando de un gran acontecimiento y de una oportunidad realmente única, ya que se van a exponer más de 350 originales, así como las célebres ilustraciones en color (ecolinas) que el maestro milanés realizó para su famoso y bello Tarot de los orígenes (Tarocchi delle origini). Una obra de fuerte contenido culturalista y simbólico, inspirada en temas y motivos procedentes de las culturas materiales de la Prehistoria, el Epipaleolítico, el Neolítico y la Edad del Bronce (fósiles, diosas madres, megalitos, chamanismo, etc.) y en la que un Toppi tan inspirado como siempre se desenvolvió con gran acierto a la hora de manejar la documentación. Ignoro en este momento si se expondrá sólo material procedente de las primeras 22 láminas que el dibujante realizó para ilustrar los 22 arcanos mayores —publicadas por la editorial italiana Lo Scarabeo en 1989—, o si, por el contrario, la selección se habrá hecho considerando también las 56 cartas restantes, con los arcanos menores, que el artista sacó a la luz posteriormente. En todo caso estamos hablando de la posibilidad de contemplar los originales de un bellísimo trabajo que no se ve muy a menudo, y del que los pocos ejemplares editados que circulan por ahí alcanzan precios realmente exhorbitantes. En definitiva: una oportunidad única, como acabo de señalar.




Además, y por si fuera poco, los nostálgicos y completistas tendrán la ocasión de hacerse con un libro que va a editarse especialmente con motivo del evento. Les tarots des origines, se titula precisamente la cosa, y tiene una pinta estupenda, como pueden ver a continuación.



Pero no acaban ahí las buenas nuevas que nos trae la sin par Mosquito. Y es que en su lettre ya citada también se anuncia una última novedad editorial debida al mismo Toppi: Un dieu mineur, estupendo álbum aparecido este mes de marzo, en el que el maestro milanés nos propone un recorrido por tres relatos fantásticos cuya acción se desarrolla en el insólito marco de las tierras polares y donde la lucha con la naturaleza, lo onírico, lo mítico y lo mágico se unen en un solo plano para narrar la historia de tres curiosos personajes: un cazador inuit portador de una maldición, un desaprensivo cazador de focas que recibe su merecido y una divinidad menor de las montañas que pretende castigar al mortal que se ha burlado de ella. Puro Toppi servido en el característico álbum "Mosquito": encuadernado en cartoné, con un tamaño como mandan los cánones (24x30 cm.) con 64 páginas magníficamente impresas y a un precio imbatible: sólo 13,00 euritos del ala. ¿Se puede pedir más? En resumen: una delicatessen que ningún aficionado debería dejar pasar, y que está hecha para gozar del extraordinario y peculiar estilo del gran maestro milanés.

A continuación añado las imágenes que la editorial ha puesto en su página web. Lo ha hecho a un tamaño lo suficientemente grande y cómodo como para no quedarnos ciegos al mirarlas (al contrario de lo que ocurre con el material gráfico que, ignoramos por qué, ciertas editoriales españolas muy famosas incluyen en sus webs a un tamaño liliputiense). Y encima ha incluido una preview de la primera historia completa:








En fin, amigos míos... No sé lo que harán ustedes, pero si el tiempo lo permite y Wotan no lo impide, mi hermano Mime y un servidor, además de comprar el libro Un dieu mineur, pensamos acercarnos a Thiers a disfrutar de una exposición como ésta, pues muy seguramente hará historia tebeística de la buena. Esperemos que la experiencia resulte tan gratificante para nosotros como lo fue la visita que hicimos a la exposición de Dino Battaglia en la ciudad italiana de Reggio Emilia (sobre la que aún les debo una crónica, por cierto).

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Coda final: quiero agradecer públicamente a Michel Jans, editor de Mosquito, y a Daniel Blonski, uno de los organizadores del evento, su amabilidad y desinterés, al proporcionarme imágenes con buena resolución del cartel anunciador de la exposición y del libro que se publicará para conmemorar la misma.

martes, 15 de marzo de 2011

¿EL CASO ES CHUPARNOS LA SANGRE?



COMO todos los aficionados recordarán bien, en el mes de marzo del año 2009 la editorial Glénat-España sacó al mercado una edición integral jibarizada —es decir, muy reducida— de El príncipe de la noche, obra del dibujante belga Yves Swolfs (su portada puede verse arriba). Interesado, como estaba, en ella, el día 14 de abril de ese mismo año un servidor envió la siguiente carta a la división española de la citada editorial francesa:

«Estimados señores:

»Les escribo sólo para preguntarles si tienen pensado volver a editar la integral de El príncipe de la noche, utilizando para ello el tamaño de la serie original de 24x32 cm. (que realza el minucioso trabajo gráfico de Swolfs y no conlleva ningún tipo de riesgo para la vista del potencial lector), en lugar del canijo y reducido formato por el que han optado (equivocadamente, a mi entender).

»Por cierto, ¿será ese tamaño "tipo cromo" el mismo que van a emplear para presentar todos los trabajos que lleguen a formar parte de su nueva "Colección Integral", cuyo primer número anunciaban a bombo y platillo en su página web? Para terminar, y siempre que no sea un inconveniente o una indiscreción, ¿podrían decirme a qué criterios y motivaciones ha respondido la elección de un formato tan desagradecido para destacar los méritos gráficos de los artistas publicados?

»Un saludo y muchas gracias por anticipado».

Dos días después, el 16 de abril, me respondían de Glénat-España con el siguiente mensaje (que transcribo tal cual está escrito):

«Apreciado XXXXXXX:

»Hemos recibido tu mail y con cierta sorpresa¡¡ solamente explicarte que el criterio editorial puede causar discrepancias, a menudo.
»en este caso, el criterio del formato se deba, quizás, a que pueda llegar al máximo de público, ya que actualmente, intentamos llegar a los lectores que no disponen de un nivel económico alto, como sería el caso de editarlo de otra forma. Es decir, que salga más económico y que se puedan ver y leer las publicaciones francesas que creemos interesantes.
»Por tanto, sí te puedo avanzar que seguiremos editando EL PRINCIPE DE LA NOCHE , CON EL MISMO FORMATO.
»Hasta el momento, tienen buena aceptación de público y pensamos seguir en esta línea.
»gracias, de todos modos, por tu observación».

Y entre paréntesis, después de la firma, se podía leer el siguiente párrafo (que parecía formar parte de un borrador previo desechado, que la redactora del texto se había olvidado de eliminar):

«(no siempre hacemos lo que quisiéramos hacer...... entiendes?)
»por ejemplo : n/PETER PAN de LOISEL.... QUE SALDRA EDITADO EN UN FORMATO MAS SELECTO».

Mi respuesta a esta contestación de la editorial —redactada el mismo día 16 de abril de 2009— rezó como sigue:

«Estimada XXXXXXXX:

»Muchas gracias por tu amable y precisa respuesta. Aunque lamento la decisión de la editorial (pues creo que con ese tamaño tan reducido no se le presta todo el servicio que merecería el minucioso trabajo de Swolfs, por muy cuidado que esté el volumen en otros aspectos), comprendo las razones de la editorial, que podrían reducirse a un posibilista: "más vale esto que nada". En fin, ¿qué le vamos a hacer? Otra vez será.

»Un saludo cordial».

A la vista de la información proporcionada por Glénat-España, y puesto que estaba muy interesado en esta obra, servidor terminó comprando religiosamente el preceptivo ejemplar del libro "jibarizado" por 24,00 euritos del ala —¡para que luego le llamen a uno pirata porque, de vez en cuando, consulta cómics digitalizados para saber a qué atenerse!— y, lupa en mano, se leyó las seis interesantes historias creadas por Swolfs. Todo ello después de procurarse una potente lámpara con buena luz y sabiendo que no iba a disfrutar realmente del minucioso trabajo gráfico que el dibujante belga ha desplegado en estas historias, pues necesita de reproducciones a buen tamaño para poder ser apreciado en todo lo que vale (como ya especificaba en mi carta a los editores españoles).

Pues bien. Este último mes de febrero —es decir, menos de dos años después del intercambio epistolar precedente que acabo de transcribirles— me he llevado una desagradable sorpresa, al comprobar que la misma editorial Glénat-España a la que yo consultara entonces ha sacado una nueva edición integral de la obra de Swolfs (la portada pueden verla aquí al lado). Y lo ha hecho con las hechuras que este trabajo exige y que el respeto a la obra del dibujante merecen: esto es, al tamaño que un servidor les demandó en su momento y por el que preguntó expresamente.

En vista de todo ello, y dado que ustedes mismos pueden verificar los argumentos que me proporcionó la misma editorial por aquellas fechas (relativamente cercanas), no queda más remedio que preguntarse: ¿si es cierto que la edición tamaño "cromo" se sacó para hacer accesible la obra a la mayor cantidad de gente, cómo se explica, entonces, que a día de hoy, en pleno proceso de crisis económica, cuando ésta es más profunda y grave, la misma Glénat que no quiso hacerlo en su momento por cuestiones casi humanitarias —según podríamos colegir de la carta citada—, se haya decidido a sacar nuevamente dicha obra para publicarla ahora como tuvo que haberlo hecho antes? ¿Cómo es posible que una editorial cambie de criterio con tamaña rapidez y ligereza, asegurando a sus clientes que piensa seguir editando cierto producto con un formato y unas condiciones determinadas, para luego cambiarlos radicalmente al poco tiempo? ¿No creen que todo esto es una auténtica tomadura de pelo para el aficionado —el verdadero, el que mantiene las escuálidas cifras de venta con sus compras—, pues se le puso delante el anzuelo de la primera edición "sello de correos" con el pretexto de que era eso o nada, sin advertirle de que, poco tiempo después, terminaría saliendo una segunda en condiciones?


Y conste que dicha práctica no es exclusiva de Glénat, sino que se ha hecho extensible a todos los lugares y todas las cosas. Imagino que se debe a la necesidad de mantener a flote, y como sea, el sistema consumista-capitalista... O si no, piensen, por ejemplo, en esa vergonzosa costumbre de publicar películas en dvd que vuelven a aparecer a los pocos meses con otro estuche (metálico o no), ofreciendo multitud de extras que no iban incluidos en el primer lanzamiento, con el supuesto "montaje definitivo del director" y una nueva remasterización. Pues con los tebeos igual.

A este respecto, recuerdo con especial desagrado la ventajista y aprovechada actuación de Norma al publicar el Puta guerra de Jacques Tardi. En el mes de mayo del pasado año 2010 sacaron la primera edición en nuestro país (ver la portada arriba, a la izquierda), y apenas habían pasado unos meses cuando nos volvieron a proponer una nueva edición —esta vez llamada "de coleccionista"—, que incluía un dvd con documental inexistente en la primera de ellas. ¿Cómo llamarían ustedes a esta política, trapacera, oportunista y vampírica?

La estupenda edición integral francesa


Pero la culpa la tenemos los aficionados, claro, que lo consentimos todo. Porque, ¿quién me mandaría a mí comprar el "cromito" publicado por Glénat-España, cuando en la casa madre francesa existía ya desde hace algunos años una buenísima edición que ahora, seguramente, habrán terminando clonando (a lo mejor hasta mal) en nuestro país? Y es que no escarmentamos.

miércoles, 9 de marzo de 2011

PEDAGOGÍAS

¿HAN visto algo mejor que el vídeo siguiente? El maquiavélico, mefistofélico, satánico y malévolo bajo norteamericano Samuel Ramey —impagable Mefistófeles operístico—, se viste de Escamillo y cantando en tono grave enseña a los niños el valor de la letra L (de low, claro). Un simpático sketch sencillamente impagable...


Y es que, lo que no consiguieran Jim Henson y sus Muppets (¡resulta increíble lo vivos que parecían esos muñecos!) es que era imposible de todo punto...

Por cierto, que nuestro Plácido Domingo también colaboró gustoso en su momento. Y ojo, porque hablo de Plácido Domingo, y no de Plácido Flamingo.

lunes, 7 de marzo de 2011

UNA DE CAL... SOBRE LA NUEVA POLÍTICA DE PUBLICACIONES EN EL TEATRO REAL


Gerard Mortier
ENTRE las diferentes innovaciones que la denominada "era Mortier" ha introducido en el Teatro Real de Madrid se halla la de una política de publicaciones que considero absolutamente desacertada. No entro ya en el cambio estético que se ha producido en las mismas —yendo de las tres etapas anteriores con presentaciones más clásicas, neutras y equilibradas, a otra de estética bastante más rompedora e iconoclasta—, sino que me refiero, en concreto, al proceso de "jibarización" y empobrecimiento que el equipo del nuevo director artístico, Gerard Mortier, ha impuesto a los programas de mano y a los libretos que en esa casa se venían editando hasta el momento de asumir él las riendas del coliseo madrileño.

Antes de la llegada del reputado gestor belga, los asistentes al teatro disfrutábamos de unos útiles, hermosos y completos programas de mano gratuitos (iban incluidos en el precio de la entrada), en los que se daba cumplida información del evento, se hacía una sinopsis de la obra y se ofrecía algún breve artículo sobre la misma. Es decir, unas decenas de páginas que le dejaban a uno más que satisfecho. Luego, además, si alguien deseaba (o necesitaba) ampliar información podía adquirir, por 6 o 10 euros —según fuera el espectáculo recital y ópera en versión de concierto u ópera escenificada—, unos estupendos libretos donde no sólo se incluía el texto completo de la obra representada en versión bilingüe, sino también un nutrido y completo dossier formado por información variada y muy útil —discografía, notas de lectura, sinopsis, obras del compositor y fechas de estreno, etc.—, al que había que añadir lo más valioso de todo: una serie de artículos (generalmente 3 o 4) firmados por reconocidos y prestigiosos especialistas, donde se analizaba la obra en cuestión, situándola en su contexto y comentándola desde diferentes perspectivas (génesis, evolución, problemas de tipo musical y dramático, etc.). Es decir, se trataba de unos volúmenes que no sólo servían para guardar un recuerdo de la velada vivida en el Real, sino que también podían ser utilizados perfectamente como objeto de lectura e incluso de trabajo, pues estamos hablando de ejemplares que rondaban entre las 150 y las 250 páginas. Ambas publicaciones, además, se presentaban en un papel satinado de buen gramaje y con el atractivo formato de 24x16 cms., que permitía no sólo una cómoda lectura de los textos, sino el lucimiento del material gráfico y su correcto visionado.

Los antiguos libretos de las eras Lissner, García Navarro, Sagi y Moral


En la actualidad, sin embargo, y con las remodelaciones introducidas por Mortier imagino que al albur de la crisis, quien asiste a las funciones del Real recibe, en lugar del antañón programa de mano, una hoja volandera cochambrosa donde se resume la ópera, se da el reparto y se indican los tiempos de duración de cada acto y descanso. Aparte, si alguien desea ampliar la información (como es siempre mi caso), por un importe de 2 euros (en caso de espectáculos no representados) o de 5 (si lo son) se puede adquirir un pequeño cuadernillo o librito que viene a sustituir a los anteriores libretos. Y todo ello en un papel bastante peor (aunque de buen gramaje) y con un formato reducido (21x15 para los cuadernillos y 20x14 para las hojas) que en nada beneficia al producto. Generalmente, en los libretos de 5 euros se incluye, como mucho, un solo artículo de análisis, con lo que el interés del producto ha decrecido de manera considerable.

 Los nuevos libretos de la "era Mortier", con los diseños de Eudardo Arroyo


Ignoro si con esta nueva "línea editorial" el actual equipo directivo del coliseo madrileño habrá conseguido vender más ejemplares. En realidad lo dudo, puesto que lo más valioso de su nuevo producto —esto es, los textos bilingües— se pueden encontrar hoy día, con suma facilidad y de manera gratuita, en páginas especializadas de Internet que todos los aficionados conocemos, y desde las que podemos descargarnos con total libertad dichos textos. En todo caso, es indudable que las dos aportaciones más interesante de los antiguos libretos —los artículos de especialistas y las notas de lectura que ayudaban a contextualizar la obra en su época— se han perdido irremisiblemente y no pueden conseguirse a través de ninguna otra vía. Una verdadera lástima.

El antiguo programa de mano y las actuales hojillas volanderas


Pero tras dar una de cal, pasaremos ahora a la de arena (o viceversa). Y es que, si las nuevas directrices en el tema de los libretos y de los programas de mano han sido totalmente erróneas, a mi entender, en cambio hay que felicitarse por la idea de editar una especie de boletín, más o menos mensual, donde el Teatro da noticia de los estrenos y acontecimientos relacionados con la temporada. La revista del Real, se llama la cosa, tiene formato y tamaño de periódico, está editada en bitono y constituye un inmejorable sistema de comunicación con el público. Bienvenida sea pues.


viernes, 4 de marzo de 2011

UN EJEMPLO A SEGUIR


LA tarea que están llevando a cabo Michel Jans y Jean-François Douvry a través de su editorial Éditions Mosquito es sencillamente impagable. Y no únicamente para el público francófono, sino para todo aquél al que le guste disfrutar de los buenos tebeos y se maneje un poquitín en la noble lengua de Molière.

Jans, la cara pública de Mosquito, junto a Sergio Toppi (a la izquierda)


Verán ustedes: no se trata sólo de la valiosa recuperación que han hecho de la obra de grandísimos historietistas como Dino Battaglia, Sergio Toppi o Attilio Micheluzzi —por los que sentimos verdadera pasión en este Nibelheim y que andaban algo olvidados (incluso en un país como Francia, donde los tebeos están considerados en todo lo que valen)—, ni se trata tampoco del reconocimiento que han otorgado a creadores españoles de la talla de Carlos Giménez, Rubén Pellejero o Miguelanxo Prado, ni de la endiablada actividad en que tienen metido a un casi octogenario como el referido Toppi (que es la auténtica estrella de la casa y no deja de producir nuevas obras para este ambicioso sello editorial francés independiente).

Portada del último catálogo de Éditions Mosquito, con una ilustración
de Sergio Toppi titulada Le Docteur Faust et Méphistophélès


No se trata de todo esto, repito, sino, ante todo, del cuidado catálogo que ambos editores han llegado a reunir en un tiempo relativamente corto (Mosquito apareció en 1989), ofreciendo una magnífica selección de autores y obras a unos precios imbatibles y con una gran calidad técnica (buen papel, estupenda reproducción, tapas duras, color, etc.). Encontramos en la nómina, además de las figuras ya citadas y de otros autores consagrados como Berardi o Milazzo, nombres quizá no tan conocidos del gran público pero igualmente interesantes, como los de Zentner, Casini, Zezelj, Frisenda, etc.

Pero aún hay más, pues tampoco han olvidado los responsables de Éditions Mosquito la importancia de los estudios teóricos, de modo que en su valioso catálogo también nos topamos con un par de colecciones —tituladas Monographies y Autour de la BD (esto es, Alrededor del cómic)— en las que se ofrecen al público interesado cuidados estudios donde se analiza la trayectoria vital y artística de algunos de los más grandes historietistas, como Edgard Pierre Jacobs, Battaglia, Toppi, Hermann, Juillard, Schuiten, Boucq, Derib, Chaland y otros.

 Jean-François Douvry


En definitiva: un cóctel explosivo de calidad y de buen hacer, que convierten a esta pequeña editorial —pequeña, por supuesto, si la comparamos con los gigantes de la industria (Dargaud, Glénat, Casterman, Bonelli, etc.)— en una realidad verdaderamente insuperable.

Además, para rematar la faena, cuando compras más de un libro ni siquiera te cobran gastos de envío (seas del país que seas). ¿Se puede pedir algo más?

Hombre, pues ya puestos no estaría mal, por ejemplo, que se estableciera en España una filial de la Mosquito francesa, o que ésta publicara sus productos también en nuestro país, al estilo de lo que ha hecho 12bis, cuya política de "internacionalización" (en español y neerlandés) ya ha dado sus buenos frutos con la reedición de lujo de las dos series estrellas de François Bourgeon (Los pasajeros del viento y Los compañeros del crepúsculo) y con obras de otros autores como Vilà y Collignon (El octavo continente), Delalande y Lambert (El último cátaro), o Bollé y Bedouel (Un largo destino de sangre). En el caso específico de Mosquito, algo de Battaglia, de Toppi o de Micheluzzi no estaría nada mal para empezar (al menos mientras nuestra Rossell Ediciones se "pone" las pilas y saca de una vez al mercado ciertos trabajos de Micheluzzi —Marcel Labrume, Petra Chérie— que tiene pendientes, según se encargó de divulgar la vox populi).

En fin, Serafín. Esperaremos a ver qué ocurre... En todo caso, cuando localicen por ahí el anagrama con el gracioso díptero de ojos saltones que abre nuestra entrada, no duden que se hallan ustedes ante el símbolo de una empresa de gran calidad.

Coda final: si les ha interesado lo que hemos dicho aquí, no duden en visitar la página oficial de Éditions Mosquito y en suscribirse a su carta informativa de novedades. No se arrepentirán.