domingo, 27 de diciembre de 2015

MANUEL CALDAS FELICITA A SUS SEGUIDORES LA NAVIDAD...

...Y anuncia las novedades que está preparando para sacar a la venta a partir de enero de 2016. El editor portugués ha enviado un correo electrónico a sus fideles y especifica cuándo tiene pensado que salgan a la venta las dos próximas publicaciones en las que ha estado trabajado: el segundo volumen con las planchas dominicales del Tarzán de Manning y un nuevo libro (¡el décimosegundo ya!) de Prince Valiant, que ofrece las planchas realizadas en los años 1959 y 1960. Al echar la vista atrás y recordar los difíciles orígenes de esta última serie, uno no tiene más remedio que admirarse por lo lejos que ha conseguido llegar el portugués gracias a su pertinacia y férrea voluntad. ¡Gracias, Manuel!. A continuación transcribo, literalmente, el mensaje que ha enviado uno de nuestros editores favoritos:

Estimados amigos:

Aquí os envío (¡por fin!) mis deseos para esta época. Y que el año de 2016 no seo malo.
Para los que están sorprendidos con mi silencio de los últimos 3 meses, informo:

TARZAN – El 2º volumen de las dominicales de Manning se retrasó inmenso en la imprenta pero ya está listo para distribuirse, pero solo a comienzos del nuevo año, pues en época de Navidad Correos siempre funcionan con más lentitud y extravíos.

PRÍNCIPE VALIENTE – El 12º volumen se está ya imprimiendo y se publicará en simultáneo con Tarzan. Del resto… los proyectos son muchísimos, pero ya veremos lo que 2016 permite.

Cordiales saludos para todos de

Manuel Caldas



sábado, 26 de diciembre de 2015

"ESPEIN IS DIFERENT", 54: ESPAÑA, NACIÓN DE NACIONES




¿ES el referéndum en Cataluña la solución a todos nuestros problemas en aquella revoltosa y desleal comunidad autónoma? Permíteme, querido lector, que lo dude. Que lo dude y mucho. Volvamos nuestra mirada a Quebec y comprobaremos que los independentistas nunca —repito: nunca— se dan por satisfechos. Hagamos lo propio con Escocia, donde a poco de haber votado que no a la secesión, el partido que allí defendía la secesión ya estaba diciendo que el resultado no era definitivo, que no significaba el final del proceso hacia la independencia y que, seguramente, habrá que votar otra vez más adelante. Pues aquí igual, me temo: ¿alguien puede creerse —con la excepción de los seguidores de Podemos y los incautos de buena voluntad (que no hacen más que manosear el mantra de que la democracia es votar (como si sólo fuera eso, o lo principal)— que nuestros independentistas —en este caso los catalanes, pero mañana los vascos, pasado los gallegos— quedarían satisfechos con un referéndum donde saliera "NO" como resultado (y tal es lo que, parece, obtendríamos en caso de que se convocara ahora mismo)? ¿Pero no dijeron Artur Mas y sus socios de desgobierno que las últimas elecciones autonómicas en Cataluña iban a ser consideradas por ellos como plebiscitarias? ¿Y qué ha ocurrido luego? Incluso los miembros de la CUP reconocieron que no había salido una mayoría social suficiente para proclamar la independencia y, sin embargo, Mas y sus socios se han lanzado a un camino sin retorno en pro de una independencia que, saben, resulta imposible, pues ni cuenta con el apoyo social suficiente en la propia Cataluña, ni goza de la simpatía de ningún país europeo y, lo que es más importante, no posee ningún tipo de legitimidad legal. Pero ellos, sin embargo, a lo suyo... Dale con el raca-raca... Pues exactamente eso es lo que ocurriría si se cediera a la trampa y el Gobierno de la nación convocara un referéndum. Sale NO; dentro de dos años de nuevo pidiendo otro referéndum; se vuelve a convocar, vuelve a salir que NO; otros dos años más y a pedir nueva consulta... Y así hasta que salga el SÍ. ¿O cuál sería la otra solución? ¿Un referéndum vinculante con el compromiso de no volver a pedir votar hasta que pasen, por ejemplo, 20 años? ¿50? ¿70?

El referéndum, en mi opinión, no valdría para nada. Es el argumento que seguirán esgrimiendo desde Cataluña, porque allí se sabe que el Estado no puede ceder a dicha petición —¿cómo negárselo luego a los vascos, los gallegos, los aragoneses, los navarros y así hasta caer en la cantonalización del siglo IX?—, y son conscientes de que, esgrimiéndolo de vez en cuando, pueden seguir chantajeando para pedir mejores condiciones económicas y políticas (que es siempre lo que hacen los independentistas a cambio de sus exigencias etnicistas). De hecho, ya se está empezando a insinuar que tras la constitución del nuevo Gobierno que salga de las últimas elecciones generales del 20 de diciembre, éste quizá debería poner sobre la mesa un paquete de mejoras de las condiciones económicas y fiscales de Cataluña. Es decir, más de lo mismo: caer de nuevo en la trampa. En cualquier caso, un agravio comparativo con el resto de regiones de España que no amenazan con el tema de la independencia cada dos por tres. Y es que, como dijo Jon Juaristi en cierta ocasión: los catalanes no es que no quieran ser españoles, es que quieren serlo de primera...

A propósito: Podemos ha alcanzado los 69 diputados que tiene gracias a que suma los votos obtenidos por las formaciones que concurrieron coalicionados con él en Cataluña, Galicia y Valencia. Pero ellos solos, en realidad, únicamente han obtenido 42 escaños (como puede verse aquí). Es decir, sólo dos más que C's, y con un porcentaje menor de votos efectivos, puesto que los consiguió en provincias de comunidades autónomas donde el resultado se beneficia de los efectos de unir la Ley D'Hondt al principio del número de escaños/población por circunscripciones (que, en el caso español, perjudica mucho a los partidos pequeños que se presentan en toda España). Y así, frente a los 3.181.952 votos de Podemos (el 12,67% del total), tenemos los 3.500.446 de C's (el 13,93 %), que supera ampliamente al partido morado por más de 300.000 papeletas. Lo digo para que no se olvide este factor —que justifica, en buena medida, la prisa que los "podemitas" se han dado en exigir como condición sine qua non la celebración de un referéndum en Cataluñay, sobre todo, para recordarle a Pablo Iglesias que no está legitimado para dirigir la política española, como pareció dar a entender en su primer discurso tras las pasadas elecciones.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

RENACE MICKEY MOUSE



NOTICIÓN de primer orden para todos los aficionados al universo Disney: Glénat Francia publicará, el próximo año 2016 —en los meses de marzo y septiembre—, cuatro álbumes con historias de Mickey Mouse dibujadas por autores tan diferentes y conocidos como Cosey (Viaje a Italia), Lewis Trondheim (Mis circunstancias, Génesis apocalípticos, serie de Lapinot), Tébo (Les Chroniques de Sillage) y Régis Loisel (Peter Pan). La publicación se propone en formato de tira de prensa e irá en color. Ya se conocen algunas muestras del trabajo de Loisel —que sigue de cerca la maravillosa estética del Mickey Mouse de los años 30 debido al genial Floyd Gottfredson— y puedo afirmar que es sensacional. Estaremos atentos a los otros autores, para ver lo que proponen.

 He aquí imágenes de cuatro tiras:






Más información, sobre el trabajo de Loisel y sobre la iniciativa en general, aquí y aquí (sólo parcial).

domingo, 20 de diciembre de 2015

"ESPEIN IS DIFERENT", 53: LA LEALTAD DE LOS NACIONALISTAS



LA historia de nuestra joven democracia nos ha enseñado que nada de lo que se ha hecho para contentar a los nacionalistas o conseguir su "integración" ha funcionado: una ley electoral que los beneficia de manera importantísima (otorgándoles mayor representatividad en el Parlamento nacional de la que deberían tener por su peso específico), un nivel de transferencias y de autogobierno como no existe en ningún otro lugar del mundo para entidades regionales semejantes, una serie de reconocimientos identitarios también extraordinaria... Pero nada. Absolutamente nada de todo esto ha servido para que el nacionalismo abandone su papel desestabilizador y se muestre amenazante y chantajista cada vez que ve una oportunidad favorable. Lógico, porque los nacionalistas —ahora abiertamente separatistas— son insaciables y no se contentan con nada.

Se ha venido hablando mucho en estos últimos días de campaña electoral del mantra que Podemos ha esgrimido para ganar voto en Cataluña: el del "referéndum" que vendría a solucionar todos nuestros problemas con Mas y sus aliados. Pero me temo que esta alternativa —la de la consulta popular digo— sería tan provisional y transitoria como todas las que hemos propuesto antes. No serviría para nada. ¿De verdad alguien puede creerse que, si en un referéndum consultivo saliera el "NO" —lo cual es muy probable, visto el resultado de las últimas elecciones autonómicas— los independentistas se darían por satisfechos? ¿Alguien piensa que no volverían a la carga, una y otra vez (como ha ocurrido en Quebec, por ejemplo), solicitando nuevos referendos hasta obtener el resultado que ellos apetecen? Quien crea que sí es un iluso. Yo también estoy más cerca de la postura de Ortega y Gasset —el problema catalán hay que sobrellevarlo—, antes que de la defendida por Azaña, quien pensaba —¡iluso él!— que haciendo concesiones la cuestión podría solucionarse. ¡Qué chasco se habría llevado si hubiera vivido para ver todo lo que se ha concedido desde 1975...!

En fin, Serafín... Cumplir la legalidad vigente, es lo que ha de hacerse. Y esperar a que el país se estabilice económicamente y la situación se tranquilice. Y entonces ya veremos si los independentistas siguen creciendo. La mayoría de la gente lo que quiere es vivir tranquila, en paz y disfrutando de las cosas buenas que tiene la vida. Estar siempre cabreado por un problema de identidad "nacional" no le merece la pena a la mayoría de la gente. De hecho, el problema identitario lo crean los políticos y cuatro fanáticos que sólo viven para ello, creyendo —como decía Albert Boadella— que "en Madrid" todos los días nos levantamos pensando en cómo joder "a Cataluña".

Recuperar las competencias en educación —como ha venido proponiendo UPyD desde su nacimiento—, para evitar que se sigan creando generaciones educadas en el odio a la idea de España,  y esperar a una coyuntura más favorable... Y así hasta que vaya remitiendo este sarpullido que ha sufrido un proceso de agudización por causa de la crisis y de la debilidad subsiguiente en que ésta ha sumergido a España. No olvidemos que los nacionalistas —como las ratas (o los buitres)— siempre están a la zaga, buscando el momento más favorable para lanzar sus dentelladas (o picotazos). El caso de Artur Mas, que retrato en mi chistecillo y se ha producido hace unos días, así lo demuestra. Y entretanto, el que no esté contento, que se tire al monte si tan mal vive en el opresor Estado Español. A ver cuánto tiempo aguanta...

miércoles, 16 de diciembre de 2015

"RAF. EL GENTLEMAN DE BRUGUERA", DE JORDI CANYISSÀ. PRIMER LIBRO MONOGRÁFICO SOBRE EL GRAN AUTOR ESPAÑOL




QUIENES siguen las chorradicas que pergeño en este blog, o quien lee algunos de los comentarios que he ido diseminando por la blogosfera tebeística, o lo escrito en ciertos grupos especializados que pueden encontrarse en la redes sociales, conocerán ya (y sobradamente además) la admiración absoluta que siento por el arte de Joan Rafart y mi preferencia por este autor —junto a Alfonso Figueras—, frente a otros mucho más populares que integraron lo que, con feliz expresión, Terenci Moix denominó en su momento "Escuela de Bruguera" (1). Por ello, no debe resultarles extraño que haya decidido confeccionar una entrada para celebrar, por todo lo alto, la aparición de un libro que ya era de justicia publicar en nuestro país. Me refiero, claro está, a la monografía realizada por Jordi Canyissà en torno a la figura de Rafart y titulada, con absoluto acierto, Raf. El gentleman de Bruguera, en atención a las características formales y estilísticas del autor, así como a su personalidad tan british.



Pero con el objeto de que la entrada resultara algo más novedosa y estimulante —¡lo que no haga yo por mis lectores!— se me ocurrio que, junto a la tradicional referencia bibliográfica propiamente dicha, podria incluir una entrevista realizada al propio autor, en la que éste nos contara una serie de cosillas que todo aficionado seguramente encontrará interesante. Así es que le eché morro al asunto y, ni corto ni perezoso, me puse en contacto con él.

No conozco personalmente a Canyissà, pero hemos tenido la ocasión de coincidir —virtual y emocionalmente— en más de una ocasión dentro de los foros y de cruzar algunas ideas e impresiones sobre Raf, de modo que no quise dejar pasar esa ocasión y la aproveché. Le consulté por mail si tenía inconveniente en hacer la entrevista (dijo que en absoluto) y le envié un cuestionario para contestar, con preguntas que, imagino, ya le habrán planteado infinidad de veces durante las últimas semanas a causa de la promoción de su libro. Y las ha contestado, ¡por Wotan!, con una amplitud, un detalle y una generosidad que le agradezco sincera y profundamente.



No tenía intención de robarle demasiado tiempo a Jordi —que anda liadísimo (me consta) con la promoción de su monografía—, así es que las preguntas planteadas son pocas y la entrevista relativamente breve. Por ello, si desean profundizar mucho más en todo lo que se refiere a este libro no dejen de consultar la amplia entrevista que se le hizo el pasado mes de octubre en el blog El rincón del Taradete.

En fin, Serafín... Confío, en todo caso, que lo publicado aquí también les parezca interesante. ¡A disfrutarlo, repipas!


ENTREVISTA CON JORDI CANYISSÀ,
AUTOR DEL LIBRO



Presentación

Jordi Canyissà (Barcelona, 1972) es licenciado en Derecho y en Periodismo y es autor de historietas humorísticas para Mortadelo Extra, Zipi y Zape Extra y, actualmente, Amaníaco. Ha publicado dos álbumes, Sinvergüenzas ajenas y El ático, y ha colaborado en varios recopilatorios de humor gráfico para Angle Editorial. Como teórico de la historieta ha colaborado en libros como El gran Vázquez (2011), Tebeos. Las revistas infantiles (2014), Jan. El genio humilde (2014), Jot Down 100 Cómics (2014), La bande dessinée historique (2015) y On the Edge of the Panel (2015). En la actualidad escribe sobre cómics en Tebeosfera, Entrecomics y LaVanguardia.com. Raf. El ‘gentleman’ de Bruguera (Amaníaco Ediciones) es su primer libro teórico en solitario, una biografía de más de 400 páginas sobre el dibujante Joan Rafart Roldán (1928-1997).


— ¿Cuál fue tu primer contacto con la obra de RAF? Deduzco que debió producirse en edad infantil —como le ocurrió a la mayoría de los aficionados que ahora andan entre los treinta y tantos y los cincuenta y tantos años de edad— y leyendo los tebeos de Bruguera en que publicaba el barcelonés. ¿Pero recuerdas el momento preciso? ¿Alguna impresión concreta? ¿Alguna sensación? ¿Alguna anécdota especial con ese autor, más que con otros?

Lo descubrí en la revista Mortadelo, a finales de la década de 1970. Junto con Ibáñez y Vázquez era lo que más me interesaba en esa época. Y sí tengo un recuerdo especial, ahora que lo dices, una historieta llamada El caso del pudding navideño, que me impresionó porque vi en ella algo que no estaba en otras historietas de Bruguera: un interés por retratar el paisaje nevado, el frío del invierno, el aroma british de las casas y las calles… Vamos, que era puro estilo Raf; yo aún no era consciente de ello, pero sí lo noté distinto de todo lo demás. Y me gustó.

— ¿Es RAF tu autor favorito de la Escuela Bruguera?

Es difícil quedarme con uno. Ibáñez fue el primero que descubrí; con él aprendí a leer. Y claro, eso marca. Luego vinieron Raf, Vázquez, Segura, Martz-Schmidt, Jan... Y con el tiempo descubrí a los que les precedieron: Cifré, Conti, Jorge, Peñarroya, Nadal, Gin, y el primer Escobar, que para mí es el mejor.

— ¿Qué te atrajo de dicha obra? ¿El aspecto gráfico? ¿El narrativo? ¿Los dos a la vez?

De Raf me atrajo especialmente la frescura de su dibujo y el ingenio compositivo de sus viñetas. Es un autor distinto a los demás, no copia ni mimetiza nada, y es terriblemente moderno y versátil.

— ¿Tu idilio con RAF ha sido continuo, o ha sufrido algún vaivén con el paso del tiempo?

Digamos que mi reconocimiento hacia la obra de Raf ha ido a más. Me explico: le tenía en mucha estima cuando empecé a escribir el libro, pero ahora lo valoro aún más. Cuando ves toda su obra te das cuenta de la evolución que recorre, de los distintos registros que usa, de cómo poco a poco va encontrado un tono y unos mecanismos humorísticos propios para sus guiones. Y me he dado cuenta de lo bueno que era cuando trabajaba en libertad o, simplemente, cuando trabajaba a gusto.

— ¿Cuál es tu personaje favorito, de los muchos que RAF creó? No hace falta decantarse por uno solo, pues comprendo que tal elección resultaría dificilísima. Te rogaría que hicieras algunas observaciones justificando las razones de dicha elección...

Pues sí que es difícil. Para no mencionar a los más previsibles te diré que me gustan mucho algunos de La Risa, como por ejemplo Sherlock Gómez, porque tienen una calidad tal que hubieran podido publicarse perfectamente en las páginas de Pulgarcito de esa época y porque es la primera gran parodia que hace Raf de Sherlock Holmes, mucho antes de Sir Tim O’Theo. También destacaría sus portadas, porque supo convertirlas en marca de estilo, y sus historietas ripiadas. Éstas últimas, nacieron de manera independiente, sin formar una continuidad propiamente dicha, pero luego, Raf las unió a través de la figura de Esopo Latontaine. Para mí, y lo analizo a fondo en el libro, están entre lo mejor de su carrera.

— ¿Y de las diferentes etapas que RAF atravesó como creador, cuál crees que fue la más significativa? Su período de esplendor...

Raf ya era un autor maduro antes de Bruguera, y eso lo convierte en un caso excepcional. Generalmente, un autor madura y mejora con el tiempo, pero él ya arranca con un nivel altísimo. Lo demuestra en series como Cantinflas, Barrilete y Larguiracio, o Conchito Barbarroja. Luego sigue creciendo trabajando para Inglaterra o en su segunda etapa para Bruguera o en Guai!, cuando se explaya con las historietas largas de Mirlowe con un dibujo, un humor y un ritmo narrativo que casa mucho más con su estilo. La década de 1980 es una maravilla en Raf. Y luego está su etapa como Roldán o como Dino, que permite descubrir a un autor distinto.

— ¿Piensas que la posteridad, los editores y el público aficionado han sido justos con RAF? ¿Es menos reconocido de lo que debería, en función de su grandeza como artista?

Raf no ha sido suficientemente reconocido. La prueba es que hoy en día no es posible ir a una librería y comprar un álbum suyo. Y eso no solo ocurre con Raf: tampoco tenemos álbumes disponibles de Jorge, de Nadal, de Cifré, de Conti, del Vázquez de los años 50 o 60… Apenas uno del primer Escobar. Y de Ibáñez no se ha hecho una reedición cronológica y crítica de su obra desde la década de los 50. No hemos cuidado nuestro patrimonio editorial, hemos perdido la memoria histórica de nuestra historieta cuando era más fácil recuperarla porque disponemos de las mejores opciones técnicas para escanear dibujos y de más calidad de impresión que nunca. Los países anglosajones publican ediciones magníficas de las obras de Bud Fisher, Cliff Sterrett, George McManus, Frank King, Elzie Segar… por no citar a los Caniff o McCay. Los países francobelgas hacen cuidadísimas ediciones de Jijé, Peyo, Franquin, Tillieux, Jacobs o Hergé que además resultan ser libros rentables. Y aquí, ¿qué hacemos? Nada.

— ¿Cuándo te decidiste a escribir un libro dedicado a este autor?

Estaba colaborando con la revista teórica U, el Hijo de Urich con artículos sobre cómic francobelga, que es otra de mis pasiones. Escribí sobre Goossens, Blain, Pétillon, Jacobs… y luego les planteé la posibilidad de escribir sobre un autor nacional y les sugerí el nombre de Raf. La idea les gustó, y aunque la revista cerró al cabo de poco, yo ya había empezado a indagar y decidí seguir.

— Creo que ya lo has explicado alguna vez (más de una, de hecho), pero debo preguntártelo: ¿por qué lo de "gentleman" aplicado a Rafart?

Hay varias razones. En general, hablar de un ‘gentleman’ y de Bruguera es una manera de evocar a Sir Tim O’Theo. Pero siendo más estrictos, añadiré que la frase remite a la que usó Bruguera para anunciar el nacimiento de Sir Tim en la portada de la revista Mortadelo: “El ‘gentleman’ del humor”. Yo cambié “humor” por “Bruguera” y lo apliqué a Raf porque él era una persona muy elegante, le gustaba vestir bien y a la moda. Además, el carácter británico le atraía mucho. Vamos, que lo de ‘gentleman’ le encaja por varios motivos. Incluso le encaja por su humor y su estilo, que dentro de Bruguera es distinto al de los demás.

— ¿Cómo surgió la posibilidad de publicarlo en Amaníaco? ¿Fuiste tú quien acudió a la editorial, o ellos quienes se interesaron por tu trabajo?

He colaborado con Amaníaco desde que nació siendo un fanzine, y sigo dibujando ahí cada tres meses una página de un personaje que se llama Eddy Tor. Inicialmente, la idea era publicar este libro en otra editorial, pero al final vimos lo más cómodo para todos era sacarlo con el sello Amaníaco. Con Jordi Coll, el editor, hemos podido trabajar conjuntamente cada detalle del libro: desde la tipografía hasta la maquetación de las imágenes, y estoy muy contento del resultado. Él conoce bien el universo de Bruguera como lo demuestra la magnífica restauración que ha hecho de la serie Pulgarcito, de Jan. Además, Amaníaco entrevistó en su momento a Raf y le propuso incluso editar un álbum suyo; pero la repentina muerte de Raf dejó parado el proyecto. Por eso me parece muy coherente publicar finalmente este libro en Amaníaco Ediciones.

— ¿Puedes explicarnos, con brevedad, en qué consistió el método de trabajo y cuáles fueron las etapas fundamentales del mismo? Pues estamos ante una obra de —permíteme la cursilería— "largo aliento"...

Yo soy periodista y, por lo tanto, he trabajado de la forma que para mí es más natural. Es decir: enfocando este libro como un trabajo periodístico. Eso quiere decir documentarse a fondo, leer y releer mucho la obra de Raf, entrevistar a muchas personas… y finalmente organizar todo este material intentando construir un relato interesante, que no fuera una mera sucesión de anécdotas ni una pesada enumeración de datos. He querido escribir un libro muy ameno, capaz de atrapar al lector pese a contener mucha información. Porque estoy convencido de que la historia de Raf y de los dibujantes de su época es apasionante y merece ser contada.

— ¿Qué ha sido lo más laborioso de este trabajo de años (una decena, al menos, si no estoy equivocado)?

En primer lugar encontrar las obras más dispersas de Raf, especialmente las de principios de la década de 1950, las que se publicaron en Gran Bretaña o las de Chile. En segundo lugar, localizar a los testigos de su vida: he hablado con personas que me evocaron todas las etapas de Raf, desde su época en la Editorial Marco, hasta los tiempos de Ediciones B; desde sus años en la escuela, hasta su paso por los estudios de animación de Javier Mariscal.

— ¿Podrías hacer un breve resumen con el esquema general del contenido del libro, para aquellos aficionados más despistados que no hayan estado al tanto de su publicación? Es decir, ¿qué contiene?

El libro es un recorrido cronológico por la vida de Raf dividido en cuatro grandes etapas que coinciden con cuatro momentos muy importantes y diferenciados entre sí. Cada parte termina con un anexo en donde se reproducen 25 o 30 páginas de historietas pertenecientes a ese periodo. Eso permite disfrutar de las historietas de Raf leyéndolas con tranquilidad, y permite ver su evolución estilística, sus distintos registros... Al final de los cuatro capítulos hay un anexo con un listado cronológico con todas las series de Raf que he conseguido localizar: desde la primera hasta la última. Es un bloque destinado a la consulta puntual más que a ser leído de golpe; una forma de tener datos detallados de una serie para quien quiera saber más.

— ¿Conociste personalmente a RAF? ¿Has trabajado en coordinación con su familia?

Le conocí brevemente cuando le acababan de dar el Gran Premio del Salón del Cómic, en Barcelona. El tiempo de pedir que me firmara un álbum de Mirlowe –con un dibujo de Sir Tim– y de intercambiar algunas palabras. Luego, para el libro, fue esencial la colaboración de la familia. En primer lugar de su viuda, luego de su hija, que apoyaron desde el primer momento el proyecto y respondieron encantadas a mis mil y una preguntas.

— Imagino que para realizar el libro has tenido acceso a los originales del autor (al menos algunos de ellos). ¿Qué podrías decirnos al respecto, desde el punto de vista técnico y estético?

Sí, gracias a su familia pude acceder a ver muchos originales de Raf, de distintas épocas. Algunos, con historietas inéditas que se reproducen en el libro. Impresiona ver el trabajo de Raf sobre sus originales, la calidad de su trazo se aprecia mucho mejor. Pensemos que muchas de las historietas publicadas en Bruguera están mal reproducidas, en muchas aventuras de Sir Tim, por ejemplo, ves que se ha perdido parte de la línea, o que el color se come el dibujo… Los originales permiten hacerse una idea de cómo trabajaba Raf, cómo combinaba pincel, plumilla, bolígrafo, rotulador… Y con qué eficacia coloreaba las portadas o las historietas en donde usaba el color directo, caso de las páginas de La Fragata Capadora.

— ¿Crees que nos encontramos en un buen momento para recuperar la obra de RAF —al menos lo más importante de la misma—, dado el auge que parece estar viviendo la historieta en nuestro país, o piensas que su propuesta artística y su obra no sintonizaría con los gustos de las nuevas generaciones de lectores? ¿En caso afirmativo, qué reeditarías tú, en primer lugar, si tuvieras posibilidad de hacerlo?

Creo que aún existe un público, aunque sea minoritario, para recuperar las obras de Raf. Se podría hacer un volumen con lo que publicó antes de Bruguera, en La Risa o en Pinocho; en el libro hay varias muestras de esas páginas y son soberbias. Luego, por descontado, habría que editar como mínimo una selección de historietas cortas de Sir Tim O’Theo. Y, finalmente, la serie completa de Mirlowe. Eso para empezar…

— Di algo a modo de despedida (si te apetece, claro está). Por ejemplo: ¿cómo le venderías el libro a un posible comprador?

Es un libro que tiene tal cantidad de imagen que puede comprarse aunque sea únicamente por los dibujos de Raf. A falta de álbumes, como decía antes, en este libro hay más de 100 páginas de historieta reproducidas a página completa, para que puedan leerse. Y muchas imágenes inéditas o jamás publicadas en nuestro país de todas las épocas de Raf. Si prescindimos del texto que he escrito, el libro permite entender la trayectoria de Raf fijándose únicamente en los dibujos. Es una biografía ilustrada. Y además, hemos querido reproducir como mínimo una imagen de todas las series y colaboraciones que hemos localizado de Raf. Porque la mejor manera de conocer a Raf es a través de su obra.

Muchas gracias, Jordi, por tus respuestas.

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NOTA: todas las imágenes proceden de los dosiéres de prensa que ha facilitado Amaníaco para promocionar el libro, y pertenecen a sus respectivos propietarios.

(1) Concretamente en Los cómics, arte para el consumo y formas "pop", Barcelona, 1968, reeditado ahora con el título, un tanto grandilocuente y menos irreverente, de Historia social del cómic, Bruguera, Barcelona, 2007 (elegido, no obstante, por el propio Moix, pocos años después de la publicación original; concretamente en 1974).

domingo, 13 de diciembre de 2015

NECROLÓGICAS: LUIS BERMEJO ROJO (1931-2015)



EN la última entrada que publicábamos el pasado día 9 tuvimos la alegría de felicitar a un actor de venerable edad y renombre como Kirk Douglas, que en dicha jornada cumplió 99 años. En esta ocasión, sin embargo, dejamos de lado el Séptimo Arte y volvemos nuestra mirada hacia el Noveno para lamentar, además, la pérdida de un importante artista español: el historietista Luis Bermejo. Y es que ayer pudimos saber, a través del grupo de Facebook Archivo de tebeos y autores españoles y norteamericanos y por mediación de Miguel Quesada hijo —a quien se lo había comunicado su padre, el gran Quesada, amigo y compañero del propio Bermejo, Gago, Ortiz y otros autores de la Escuela Valenciana—, que el artista madrileño falleció esa misma tarde. Una enorme pérdida para el mundo de la historieta.



Luis Bermejo Rojo nació en Madrid, el 12 de agosto de 1931, aunque desde bien pronto su familia marchó a residir a Albacete, donde también vivía uno de los autores de tebeos más importantes y activos de la época: Manuel Gago, creador de famosísimos personajes como El Guerrero del Antifaz, Purk, el hombre de piedra, El espadachín enmascarado, El pequeño luchador y otros muchos. Esta circunstancia, unida a la enorme afición que el joven Luis sentía por el dibujo y la historieta hizo que desde bien temprano entrase a colaborar con Gago, entintando algunos trabajos de éste ya en una fecha tan temprana como 1946. Por tal motivo, en estos primeros inicios el estilo de Bermejo se asemejaba mucho al del gran dibujante vallisoletano, como se echa de ver, por ejemplo, en la serie El rey de mar que, con guiones del inefable Pedro Quesada, realizó para Editorial Valenciana (en una fecha sobre la que los especialistas no se ponen de acuerdo, pero que oscila entre 1948 y 1950/51). Pero tal dependencia iría desapareciendo con el tiempo, a medida que se asentaba como profesional y empezaba a perfilar su propia personalidad artística.


Varias muestras del trabajo de Bermejo en la serie El rey del mar, donde se aprecia la gran influencia
del estilo de Gago en la estilización de los personajes, el dinamismo exacerbado,
las formas redondeadas, la tipología de los personajes, etc.


Un primer paso en esta direción la dio Bermejo con su regreso a Madrid en 1951 para realizar estudios artísticos que reforzaran su talento natural para el dibujo, que había quedado ampliamente demostrado en los años inmediatamente anteriores con las colaboraciones y trabajos ya mencionados. Allí entabló contacto con el grupo de dibujantes e ilustradores que habrían de conformar la que podríamos llamar "Escuela de Madrid", integrada por personalidades como los hermanos Laffond (José y Carlos), Julio Montañés, Celedonio Perellón, José Bielsa, Luis Álvarez Prieto (Luis Vigil), Miguel Zatarain "Zata", Manuel Huete, Roberto González Casarrubio, García Pizarro y otros, destacando enseguida por su claro talento para el dibujo y por la enorme calidad de sus trabajos, que llamaron la atención en la época y se hicieron notar en series tan conocidas como Aventuras del FBI, Roque Brío, Apache y otras (la mayoría de ellas dibujados para la editorial Maga, que había puesto en marcha su antiguo mentor, Manuel Gago).

La conocidísima portada del primer número de la serie Aventuras del FBI


Desde mediados de los años 50 Bermejo empieza a colaborar cada vez más con editores extranjeros —especialmente británicos—, gestionando sus encargos a través de la agencia Bardon Art, que el también dibujante Jordi Macabich había fundado en 1957 junto al británico Barry Coker y que tan importante fue —junto a las Selecciones Ilustradas de Toutain— para dar a conocer el trabajo de nuestros artistas fuera de España. Es una época en la que se dedica a ilustrar multitud de guiones para historietas de todo tipo, desde las románticas hasta las bélicas, pasando por otros muchos géneros que aparecieron en numerosas publicaciones periódicas británicas como Mirabelle, Tarzan Adventures, Comet, Super Detective, Air Ace, Wonder, Diana, Look and Learn, etc.

Colaboración para la revista Cherie (1960)


Durante la década de los 60 continuó la línea de trabajo que había iniciado en la precedente, dando salida a todo tipo de encargos —historieta, publicidad, adaptaciones de clásicos literarios, ilustraciones para cromos y otros productos, etc.— y afianzando un estilo que se caracterizaría por el dominio absoluto de la anatomía, lo enérgico del trazo, el efectivo control de los negros, las sombras y los claroscuros, el dinamismo de los personajes y la hábil composición de página, llegando a la cima de su arte (en mi modesta opinión) a mediados de dicha década, cuando se hizo cargo de la serie Heros the Spartan —creada por el británico Frank Bellamy para la revista Eagle—, donde Bermejo desplegó toda su sabiduría y su experiencia, realizando un trabajo soberbio en planchas de atrevida composición —que seguían la estructura narrativa y visual desarrollada por Bellamy— y color directo aplicado a base de acuarelas.



En este mismo período multiplica su ya frenética actividad y empieza a colaborar con otras agencias, como Creaciones Editoriales (vinculada a Bruguera), Rinaldo d'Ami y Selecciones Ilustradas, que distribuirán sus trabajos en Italia, Holanda y EE.UU. Precisamente por esta razón, Bermejo iba a participar en el famoso desembarco de autores españoles en tierras norteamericanas (lo que David A. Roach vino a llamar la "invasión española"). Y no jugó un papel baladí que digamos en el mismo, pues realizó multitud de historias para las publicaciones de Jim Warren, que luego tuvimos la fortuna de conocer aquí, a través de las versiones españoles que realizara el citado Toutain. En el magnífico artículo de Tebeosfera que he utilizado como base fundamental para redactar esta entrada, se mencionan 17 números de Creepy, 19 de Vampirella, 23 de Eerie, 5 de The Rook y 2 de 1984. Una cifra, ciertamente, muy estimable.



Andaba tan ocupado con los encargos para el extranjero nuestro autor que en la década de los 70 apenas si se publicaron en España trabajos suyos. En esta etapa de madurez creativa colabora en una de las más prestigiosas y longevas series de la historieta italiana —la Storia del West, creada por Gino D'Antonio y Renzo Calegari—, para la que llegaría a dibujar tres episodios: Rio Grande (octubre 1979), A ovest del Pecos (junio 1980) y Croce di fiamma (octubre 1980). Hubo que esperar a los primeros 80, con el auge definitivo del "cómic de autor", para que el nombre de Luis Bermejo empezara a figurar con mayor frecuencia en los índices y créditos de las publicaciones tebeísticas patrias. De ahí su participación en la aventura editorial de la revista Metropol, cabecera especializada en el género negro que pusieron en marcha un conjunto de autores entre los que se encontraban Leopoldo Sánchez, Manfred Sommer, José Ortiz, Antonio Segura, Mariano Hispano y el propio Bermejo, pero que terminó fracasando y dejando inacabadas las series que venían publicándose, incluidas las dos que nuestro artista realizó para la ocasión: Paco Rusque y Primera plana.



A esta década de los 80 —tan fructífera en producción como las anteriores— pertenece otra obra de gran calado, como fue la adaptación historietística de El señor de los anillos, encargada por Toutain en coordinación con Jim Warren, y que apareció publicada entre nosotros por el primero de ellos en tres tomos. Realizada aprovechando el estreno de la película de dibujos animados de Ralph Bakhsi (1979) —en la cual se basa—, se trata de un trabajo muy meritorio, que tuvo una distribución internacional bastante buena y despertó el interés en Bermejo por el género de la fantasía heroica, como lo demuestra el hecho de que su siguiente trabajo fuera  Los ocho anillos de Elibarín, una historia de espada y brujería con guión de Antonio Segura que fue publicado en 1981 y tuvo reducida tirada y escaso reconocimiento. Trabajando para Norma publica en la revista Cimoc la serie Orka (1982) y Diario de arena (1984). Para las revistas de Toutain realiza, además de lo ya señalado, El viaje del Beagle Espacial (que aparece publicado en la cabecera 1984 durante el año 1983) y Alternativa (en el año 1984), ambas con guiones de Víctor Mora.



En lo que restaba de década —pues Bermejo abandonó la historieta al finalizar los 80 para dedicarse por completo a la pintura—, nuestro artista todavía habría de realizar magníficos trabajos, gracias a su elevada profesionalidad y a la libertad creativa que el editor Pedro Tabernero dejaba a todos sus colaboradores (cuestión de la que ya hemos tratado aquí alguna vez, al hablar de Antonio Hernández Palacios y Raf). Para el sevillano realizó Bermejo a partir de 1982 todo tipo de trabajos, entre los que me gustaría destacar el volumen segundo de la Historia de Andalucía —en el que también colaboraron Fernando González y el citado Hernández Palacios, que ilustró el tercero—, un hermoso volumen de gran formato y a medio camino entre el libro y el álbum de cromos titulado Dos leyendas de Bécquer (1984) —en el que Bermejo participó junto a Miguel Calatayud, dando forma gráfica al cuento La cruz del Diablo, del célebre escritor sevillano—, diversas colaboraciones en la magnífica revista Rumbo Sur y un álbum para la colección Relatos del Nuevo Mundo, concretamente el titulado Magallanes y Elcano. El océano sin fin, dedicado a la epopeya que ambos navegantes llevaron a cabo, consiguiendo circunnavegar por vez primera la Tierra.



Destacar, asimismo, su valiosa participación en la recuperación de un clásico del tebeo español: El Capitan Trueno, que llevó a cabo la editorial Planeta DeAgostini en 1987 y para la cual dibujó Bermejo nueve numeros que, según muchos aficionados, se cuentan entre los mejores que se han realizado en las diferentes tentativas de resucitar al personaje.



Una trayectoria artística, como se ve, brillantísima e impecable que, por desgracia, ayer por la tarde quedó súbitamente interrumpida para siempre.


SELECCIÓN DE IMÁGENES

(Continuaré ampliando la entrada con más imágenes, porque creo
que el esfuerzo de búsqueda y selección lo merece)



Puede apreciarse en este trabajo de juventud la enorme influencia que el universo estético y gráfico de Jesús Blasco
ejerció sobre Bermejo (incluida la presencia de un protagonista, Julito, que es la viva imagen de Cuto).
(Imágenes procedentes de una entrada dedicada a nuestro artista en el blog La burbuja de Alejandro)


Impactante plancha de la serie Aventuras del FBI: pura acción y ritmo trepidante, tratados
con un trazo enérgico, dinámico y eficaz. El artista se iba haciendo poco a poco



Más ejemplos del trabajo de Bermejo en Aventuras del FBI


Apache, una de las series más celebradas de Bermejo



Un virtuosístico y eficaz trabajo de ambientación en estas páginas de la historia Diluvio de fuego (War Smoke),
 publicadas en la revista Espía, nº 23 y previamente, en inglés, en Air Ace, #50. La historia completa
puede verse en el blog Tebeos de factura hispana


Magnífico trabajo de Bermejo, en una de sus mejores etapas creativas.
Esta historia se publicó en la revista Boys' World, #39, del año 1963


Dos planchas para Croce di fiamma





miércoles, 9 de diciembre de 2015

¡FELICIDADES, KIRK DOUGLAS!



HOY, 9 de diciembre de 2015, el inconmensurable e irrepetible Issur Danilovich Demsky —más conocido por el nombre artístico de Kirk Douglas— cumple 99 añitos de nada. Este "hijo del trapero" —como él mismo se definió en su autobiografía publicada en 1988— es una de las pocas leyendas aún vivas del Hollywood clásico (junto a Olivia De Haviland y algún otro artista cuyo recuerdo se me pueda escapar).

A lo largo de su extensa trayectoria profesional —que se inició en el lejanísimo 1941, debutando en Broadway, gracias al apoyo de Lauren Bacall, que también comenzaba su carrera— nos permitió disfrutar de su presencia en títulos tan recordados y paradigmáticos como Carta a tres esposas, El ídolo de barro, El gran carnaval, Brigada 21, Cautivos del mal, Veinte mil leguas de viaje submarino, El loco del pelo rojo, Duelo de titanes, Senderos de gloria, Los vikingos, el último tren de Gun Hill, Siete días de mayo, Los héroes de Telemark y tantas otras películas.



Hombre de marcadas convicciones políticas de izquierda —circunstancia, esta última, que fue un hándicap para el desarrollo pleno de su carrera en el Hollywood del Macarthismo—y de fuerte carácter personal, transmitió a sus papeles este último rasgo —ayudado por su peculiar y notable físico—, ofreciéndonos siempre interpretaciones de gran intensidad y absoluta verosimilitud dramática. Personajes, los suyos, muy temperamentales, vitalistas, entregados, intensos, pasionales... Nadie agarraba las cosas —con esa vehemencia y premura— o bebía güisqui —de un solo trago, vertiendo el contenido directamente en el gaznate— como lo hacía Kirk Douglas, cuyas manos —tan expresivas como todo él— parecían tener vida propia y se agarraban a las cosas (¡y a la vida, por lo que se ve!) con especial pasión y fuerza.



Un intérprete que logró salir airoso del encasillamiento al que los grandes estudios habitualmente sometieron a sus hiperestrellas —otro de ellos, por ejemplo, sería su gran amigo Burt Lancaster—, y que con igual solvencia, garra, entrega y credibilidad hizo de profesor (Carta a tres esposas), de ambicioso boxeador (El ídolo de barro), de mítico músico de jazz (El trompetista), de digno militar (Senderos de gloria, Siete días de mayo), de héroe épico (Ulises, Espartaco), de arribista con irresistible encanto (Cautivos del mal), de envidioso pero noble caudillo nórdico (Los vikingos), de atormentado artista (El loco del pelo rojo), de atribulado padre (La furia), de turbador villano (El último de la lista), o de simpático bribón (El día de los tramposos), ofreciendo casi siempre una ambigüedad moral muy característica y presente en casi todos sus personajes. Un actorazo, en definitiva, que, por fortuna, aún sigue entre nosotros.

Lancaster y Douglas haciendo el ganso


Por ello, desde este Nibelheim —donde se le admira no sólo por su prodigiosa carrera, sino también por su venerable edad— le envío un fuerte abrazo y le deseo que cumpla, al menos, otros 99 años más...


¡¡¡HAPPY BIRTHDAY, KIRK...!!!

Con Lana Turner, en Cautivos del mal


Con la bellísima y señorial Eleanor Parker en Brigada 21


Con su amigo y compañero Burt Lancaster en Duelo de titanes


Impresionante caracterización para uno de sus papeles más célebres: Van Gogh en El loco del pelo rojo


Mítico Espartaco


Impresionante como el rey Einar, en Los vikingos


El impactante y digno Coronel Dax de Senderos de gloria (un papel que muchos
le reprochan, pero en el que a mí me parece que está soberbio)


Como curioso Mr. Hyde (seguramente en alguna producción teatral o televisiva)