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jueves, 5 de junio de 2014

"HUMOR SIDERAL", POR SEGURA


COMO todos ustedes sabrán —y si no lo saben, aquí estoy yo para decírselo—, la revista Futuro fue un semanario, de corta pero interesante trayectoria, publicado por Ediciones Clíper a lo largo del año 1957. Una de las más destacables publicaciones periódicas de nuestro país, tanto por el planteamiento editorial, como por el material que ofrecía a sus lectores. Según podemos leer en la imprescindible Tebeosfera, la mayoría de las series incluidas en sus páginas procedían de Gran Bretaña e Italia, habiendo sido importadas a través de agencia (en su caso mayoritariamente Zardoya). Todas ellas eran de carácter realista y ofrecían un nivel de calidad medio bastante elevado, sobre todo si lo comparamos con lo que mayoritariamente se hacía por entonces en el país, donde el género de ciencia ficción (o fantacientífico en general) brillaba casi por su ausencia, con una representación raquítica que se reducía, poco más o menos, a Red Dixon, Diego Valor, algún título específico publicado por Toray y poco más (preferidos del público, lo que explica, en buena medida, el escaso éxito de Futuro y su breve existencia). Junto a las series foráneas, la revista dio cabida también a otras autóctonas, tanto en estilo realista (Amenaza a la Tierra, Capitán Astro, Jim Futuro) como humorístico (Barrilete y Larguiracio, pioneros del espacio, dibujada por Raf).

Portada del número 1 de Futuro, publicación que venía acreditada con el evocador subtítulo de
Revista de las rutas del espacio (imagen tomada del blog Viñetas de Joan Navarro,
editor que en el año 2012 publicó una selección de contenidos de la revista
en una edición facsimilar que reproducía la portada del número 13)


Pero al margen de las historietas propiamente dichas, Futuro incluía entre sus páginas otras secciones en las que se ofrecían resúmenes de películas de ciencia ficción, artículos de carácter más científico, humorismo gráfico, etc. Y es precisamente de esta última de las secciones —y, más en concreto del trabajo realizado por uno de los dos dibujantes que se responsabilizaron de ella durante el breve período de tiempo en que la publicación se mantuvo en los quioscos—, de la que deseo hablarles ahora para reivindicarla.

Se titulaba Humor sideral, ocupaba una sola página y estaba localizada al final de la revista. Al frente de la misma estuvieron dos jóvenes artistas: Roberto Segura y Tunet Vila (que también tuvo en Futuro alguna que otra participación en estilo realista). El primero se ocupó de ella en ocho de los primeros nueve números —posiblemente hasta que firmó el contrato en exclusiva con Bruguera, que data de febrero-marzo de 1957—, pasando Tunet Vila a hacer los chistes a partir del siguiente y manteniéndose casi hasta el cierre de la publicación (aunque precisamente en el número 20 y último ya no se incluyó ninguna sección de humorismo gráfico, como había pasado en el número 6). Pero lo que ahora me interesa es centrarme en el primero de los dos autores, porque echando el otro día una ojeada a los ejemplares de Futuro comprobé que todos los chistes que dibujó Segura para esta revista son muy buenos. Aún están llenos de encanto, conservan su frescura y siguen siendo tan válidos hoy día como cuando se realizaron (y eso que, por entonces, el horizonte de lo que se consideraba ciencia ficción lo pusieron tanto Segura como Vila en los años que vivimos actualmente: del dos mil para adelante. ¡Ya ven ustedes lo que son las cosas...!). Algunos, en definitiva, nos arrancan una sonrisa abierta que camina hacia la risotada.

Portada del número 9 de Futuro, último en que Segura publicó sus chistes


Una cosa que no deja de sorprenderme cada vez que me enfrento a trabajos como éste es el enorme talento que todos aquellos artistas desplegaron a la hora de hacer humor y la pasmosa naturalidad con que se movían en diferentes registros, mostrándose tan cómodos y eficaces en la mayoría de los casos y pasando de un formato al otro sin el menor problema: autores como Cifré, Conti, Peñarroya, Vázquez, Escobar o el propio Segura lo mismo te montaban una historieta que te hacían una portada (nuestro hombre fue excepcional portadista) o una página de chistes iguales de eficaces y divertidas. Y es que por debajo de la supuesta sencillez de sus propuestas se escondía un enorme talento y mucho camino recorrido en la profesión. Es decir, sabían por dónde se andaban...

Roberto Segura (1927-2008) en tres etapas distintas de su vida


Aunque el estilo de Segura ya es reconocible en estos chistes de que les hablo —por la época en que los hizo el autor ya tenía una modesta trayectoria profesional—, sin embargo aún muestra ciertos rasgos de primitivismo —de ese "vazquismo" que los responsables de Bruguera quería imponer a todos sus colaboradores—, apareciendo relativamente alejado de lo que haría a partir de los años sesenta en sus series más famosas (Rigoberto Picaporte, Los señores de Alcorcón y el holgazán de Pepón, La alegre pandilla, La Panda) y en otras de menor calado (Pepe Barrena, Los Muchamarcha's). A partir de esos momentos el grafismo se hace algo más personal y esquemático, abandonando las formas claramente redondeadas de esta primera etapa y su detallista acabado —del que es muestra un modo de entintar que hace uso de líneas muy precisas y nítidas, en las que se juega mucho con el contraste grueso-fino en el trazo— y optando por estilemas algo más realistas y modernizantes (en los que incluso aparece el tramado) y donde el autor despliega un trazo más vivo, estilizado, vigoroso y espontáneo (hasta el punto de parecer incluso algo desmañado), tanto en la construcción de ambientes como (sobre todo) en la caracterización y representación de los personajes.




Varios ejemplos en los que se aprecia la evolución estilística que experimentó Segura. Del dibujo
redondeado de sus comienzos (las dos primeras tiras) se pasa a otro que se fue haciendo
progresivamente más expresionista, espontáneo y sintético


A mí, personalmente, me gusta más el trabajo de Segura que el de Tunet Vila. Y no sólo por el dibujo, sino también por el enfoque de los chistes, por su planteamiento e incluso por las ideas de los que parten. Segura fue el primero en encargarse de la sección y da la sensación de que Tunet le sigue un poco, de que toma como base las ideas motrices que su antecesor había planteado por vez primera, haciendo que la sección con él parezca un tanto reiterativa. No obstante hay algunas diferencias que personalizan el trabajo de ambos autores. Así, por ejemplo, la acción en los chistes de Segura se ciñe bastante más a la lógica de la temática elegida, mientras que en los de Tunet Vila el humor es más esperpéntico y surrealista. Ambos, en todo caso, se muestran como grandes profesionales en este trabajo.

La primera página de chistes dibujados por Tunet Vila para Futuro (nº 10)


En fin, Serafín. Y ya no hablo más. Les dejo con las páginas de chistes que dibujó Roberto Segura para Futuro. Una muestra del humorismo gráfico que se hacía en las revistas españolas de la época.

Mundo Futuro nº 1


Mundo Futuro nº 2


Mundo Futuro nº 3


Mundo Futuro nº 4


Mundo Futuro nº 5


Mundo Futuro nº 7


Mundo Futuro nº 8


Mundo Futuro nº 9