domingo, 28 de junio de 2015

"ESPEIN IS DIFERENT", 33: RAJOY Y LOS CAMBIOS DE GOBIERNO



A lo largo de nuestra reciente historia democrática, todos los presidentes de Gobierno han sido muy reticentes a la hora de realizar cambios en sus gabinetes. ¿Desconfianza? ¿Soberbia? ¿Creencia de que, si lo hacen, los demás podían pensar que se trata de un signo de debilidad? No sé, pero es algo comprobado. Rajoy, por supuesto, no iba a ser menos, y eso que más de un ministro de su equipo actual —al margen de Wert, el peor valorado de todos— podría merecer su relevo para intentar limar algunas objeciones que circulan por la calle y que, quizá, desaparecerían con dichas sustituciones.

Pero no: un solo cambio en el Gobierno (el del citado Wert) y diferentes movimientos tácticos en el seno del partido. Lo más destacable, con todo, ha sido la imposibilidad de relevar a María Dolores de Cospedal (quien, al parecer, se ha resistido fuertemente, haciendo que Rajoy tuviera que mover otras fichas: como la de apuntalar la figura de su Jefe de Gabinete, Jorge Moragas, que se va perfilando como hombre fortísimo). Los demás cambios sólo han sido para quedar bien de cara a la galería. Y es que, como el resto de líderes políticos, el Presidente también se ha apuntado a la tontería ésa que soltó Albert Rivera en su momento —sobre la juventud como condición sine qua non para hacer política en la actualidad—, y nos ha metido al telegénico Pablo Casado, al citado Moragas, a Javier Maroto, a Andrea Levy, a Fernando martínez y a Íñigo Méndez (que da una imagen algo más lozana que el achicharrado Wert...). Pero todos sabemos —incluido el propio Rajoy— que se ha tratado sólo de un poquito de maquillaje para ver si es capaz de llegar a las elecciones generales con la menor pérdida de votos...


sábado, 27 de junio de 2015

"ESPEIN IS DIFERENT", 32: (RE)DESCUBIERTA UNA NOVELA INÉDITA DE PÍO BAROJA



ESTUPENDA noticia la que hemos conocido estos días: sale a la luz un manuscrito del escritor donostiarra, conteniendo una novela inédita, que permanecía guardada (aunque no desconocida del todo) entre los papeles del archivo de su casa de Itzea, en Bera de Bidasoa. Escrita no más tarde de 1952 —por tanto, cuatro años antes de la muerte de Baroja—, Los caprichos de la suerte (que así se intitula) vendría a ser el cierre de la trilogía sobre la Guerra Civil (Las Saturnales), que el autor vasco inició con El cantor vagabundo y Miserias de la guerra. Siempre alrededor de un tema por el que mostró una gran preocupación y que él veía desde una óptica de honda amargura y bien alejada de lo que hoy se considera políticamente correcto al tratar de este tema.

El texto —del que ya se tenía noticia hace tiempo, aunque no haya salido a la luz antes— será publicado por Espasa el próximo mes de noviembre y viene a sumarse al ya citado de Miserias de la guerra, que se publicó por vez primera en 2006.

Más información pinchando aquí y aquí.

domingo, 21 de junio de 2015

MINUTOS PUBLICITARIOS: REEDICIÓN INTEGRAL DE "JUSTIN HIRIART", UN TEBEO CLÁSICO DE LOS OCHENTA



GREGORIO Muro Harriet es un guionista, escritor y director de cine  y TV que, durante la década de los 80 del pasado siglo y junto a dibujantes como Francisco Fructuoso, Daniel Redondo, José Manuel Mata o Luis Astrain, desarrolló una interesante y fructífera carrera que daría como resultado la realización de algunas series e historias que tuvieron bastante éxito y difusión, llegando a encontrar un hueco en el mercado francés (paraíso de los historietistas europeos de aquel entonces, y aún de los actuales), donde consiguió colocarlas.



De entre todas ellas, Justin Hiriart es, quizá, la que más éxito y renombre alcanzó, hasta el punto de que uno de los cinco álbumes que constituyen la obra fue nominado en 1988 al Prix Alfred —actualmente conocido como Fauve d'or—, una de las categorías que se conceden en el Festival Internacional de Angoulême desde el año 1976 para recompensar un álbum publicado en francés el año anterior. Realizada junto a Paco Fructuoso —al que tuve el gusto de conocer y tratar con asiduidad durante aquellos años 80 (en mi loca etapa de aspirante a historietista)—, la serie se desplegó a lo largo de cinco álbumes publicados por Glénat (1), de los que sólo llegamos a conocer tres en España, gracias a la editorial donostiarra Ttarttalo (2).



Justin Hiriart es una historia de aventuras muy tradicional, al estilo de la más pura y genuina bande dessinée de las de toda la vida, lo cual es muy de agradecer teniendo en cuenta que, desde hace unos años, a buena parte de los autores les ha dado por contarnos su vida y sus neuras a través de las denominadas "novelas gráficas". Su acción se desarrolla a comienzos del siglo XVII y tiene como protagonistas al capitán de un ballenero de marineros vascos, que da nombre a la serie y va siempre acompañado de su fiel contramaestre, Martín. Gracias a su profesión y a las peculiaridades de la misma, Justin  y sus hombres navegarán por las aguas del Noreste de América, en busca de ballenas, de pieles y de otros productos con los que comerciar, visitando lugares tan pintorescos y evocadores como la desembocadura del río San Lorenzo, la Península del Labrador, el Canadá francés y cruzando su destino con corsarios ingleses, aventureros franceses, tribus de indios hostiles, esquimales, etc., en un entorno donde los paisajes y el mar adquieren una importancia de primer orden.


Pues bien, a través del propio Gregorio he podido saber hace unos días que tiene la intención de volver a reeditar esta obra —ahora sí, de modo completo, añadiendo los dos álbumes que no llegamos a conocer aquí—, a través de una de las vías de financiación más utilizadas en los últimos tiempos (el crowdfunding) y en uno de los formatos más populares de la historieta actual (el integral). Con ese objetivo, Gregorio ha abierto un proyecto en la plataforma Verkami, para el que pide la colaboración de todos los aficionados, a fin de sacar adelante la edición de un lujoso libro integral de 240 páginas a todo color, encuadernado en cartoné y con un tamaño de 22 x 30 cm., en el que se reunirán los cinco álbumes de Justin Hiriart, que fueron publicados en Francia (Glénat) entre 1984 y 1988, y de los que aquí sólo conocimos los tres primeros (como ya he señalado). Una oportunidad única para que los lectores interesados puedan descubrir, al fin, qué nos deparaban los dos libros restantes y cómo concluían las aventuras de esos balleneros vascos que vivieron a principios del siglo XVII. ¿No te pica la curiosidad? Pues si quieres saberlo dirígete al site del proyecto y hazte mecenas invirtiendo en una de las recompensas que Gregorio ha creado para ti.




Coda final: para profundizar en la trayectoria y obra de Harriet y los dibujantes que trabajaron con él aconsejo la lectura del estudio firmado por Juan Manuel Díaz de Guereñu, Habeko Mik (1982-1991): tentativas para un cómic vasco, Astiberri Ediciones, Bilbao, 2004, sobre el que puede leerse la siguiente reseña.

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(1) Ecume du sang (1984), Le voyage maudit (1985), Le secret (1985), Le brûlot (1987) y Le navire de Satan (1988).

(2) Mar de sangre (1983), Viaje maldito (1984) y El secreto (1985).

lunes, 15 de junio de 2015

"ESPEIN IS DIFERENT", 30: POR EL "TWITTER"... MUERE EL PEZ



MENUDA jarana que se ha montado a cuenta de los dicharacheros comentarios que algunos de los colaboradores de la flamante alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, hicieron cuando aún repudiaban el sistema y buscaban echar de él a quienes ellos denominaban "los de la casta"... Especialmente con los desafortunados chistes de Guillermo Zapata, que iba a ser delegado cultural y concejal del Ayuntamiento de Madrid y que sólo podrá ejercer de lo segundo (por obra y gracia de la adorada Manuela...).

Las dos Españas de siempre —las que habían de helarnos el corazón, al decir de Antonio Machado— se han vuelto a levantar ahora para defender una u otra posición: la de quienes creen que todo se puede decir —que en el humor todo vale—, y la de quienes piensan lo contrario. No deja de haber razones a favor en ambos bandos, así como contradicciones poderosas, pues es la ideología la que los mueve en idéntica proporción. Y se manifiestan con la vehemencia y el sectarismo que siempre han demostrado para otras cosas: excusando a los suyos y condenando a los otros a la gehena. Yo, la verdad, no veo tanta diferencia entre unos y otros, aunque sus respectivos acólitos se esfuercen para querernos hacer ver que sí.

En todo caso me alegra sobremanera que a personas como Zapata, Pablo Soto o Jorge García Castaño —todos ellos miembros del gobierno municipal de Carmena y todos pillados con las manos en el twitter— se les haya despertado el sentido de la responsabilidad cívico-política tanto como aseguran y quieran ejercer, con honestidad y sin sectarismo, los cargos para los que han sido elegidos por los ciudadanos. Me alegra mucho, por ejemplo, que Zapata haya reconocido la inconveniencia de su chiste antisemita —ése que sus colegas dicen que ha sido descontextualizado con mala fe (¿por qué, entonces, las excusas?)— y también que pida perdón pública y contritamente a Irene Villa, o a la familia de Marta del Castillo, por haber bromeado con respecto a sus desgraciadas circunstancias.




De igual modo, me satisface sobremanera que Pablo Soto —quien en su momento pensó echar mano del kalashnikov y utilizar otras medidas igual de expeditivas para acabar con las injusticias que, según él, cometía el PP, o que proponía torturar y asesinar a Alberto Ruiz Gallardón (que no es santo de mi devoción, por cierto, pero al que servidor no le tocaría ni un pelo)— haya confesado estar también muy arrepentido, como declaró su jefa de filas en el Ayuntamiento de Madrid, ayer mismo, en la entrevista que le realizó la inquebrantable Ana Pastor.




Y ahora lo que estoy esperando es que también Jorge García Castaño salga a explicar qué ventolera le dio cuando publicó en Twitter —¡ay, madre, qué tendrá el Twitter!— que habría que empalar a Toni Cantó, miembro del único partido político que, hasta el momento y por lo que yo sé, ha hecho cosas de verdad para acabar con la corrupción, castigar a los culpables y mejorar la vida de los ciudadanos. Medallas todas que ahora, al parecer, quieren prenderse en la pechera Ciudadanos y Podemos a la par...



En fin, Serafín... No sé qué tendrá el poder (seguro que no sólo es vértigo), pero lo cierto es que siempre despierta el sentido de responsabilidad en quienes parecían carecer de él. Guillermo Zapata ha bloqueado su cuenta de Twitter (dice que para intentar calmar un poco los levantiscos ánimos durante estos días). En cuanto a Pablo Soto, parece ser que ha dado de baja el blog en el que soltaba algunas de sus lindezas. Unos quemaban papeles meses atrás; otros intentan borrar su rastro digital ahora. El caso es escondernos algo...

Bueno, y a continuación, como siempre, el dibujito en blanco y negro (dos, por el precio de uno). ¡Que no se diga...!



Añadido el 16/06/2015, a las 14:01 horas: el cúmulo de despropósitos y salidas de tono de algunos de los nuevos dirigentes de Podemos salidos tras las últimas elecciones parece que no tiene final, como lo demuestran las informaciones que vienen circulando desde ayer mismo por la red y los medios tradicionales de información, a propósito de Alba López Mendiola, posible sustituta de Guillermo Zapata en el caso de que éste renunciara también a su acta de concejal en el Ayuntamiento de Madrid y autora de una serie de tuits —en una cuenta que, curiosamente, ya ha cancelado— que no tienen desperdicio. Veamos algunos ejemplos recuperados gracias a la caché de Google:



En mi opinión, y a la vista de lo que se está sabiendo, creo que lo peor y más grave de todo lo ocurrido no ha sido lo de los chistes de Zapata (lo suyo denota una línea de pensamiento y una sensibilidad concreta, ciertamente, pero también es verdad que se dijo dentro de cierto contexto). Me parecen mucho más graves los comentarios de Soto, García Castaño y estos últimos de López Mendiola, por el sectarismo fanático que traslucen y la apologia de la violencia a la que llaman. Y, sin embargo, nadie ha insistido tanto en ellos. ¿Estaremos desviándonos de lo que, de verdad, importa?

sábado, 13 de junio de 2015

FRIKADAS: LATITAS GOTTFREDSON



¿ALGUIEN podrá negarme que mis "latitas Gottfredson" —denominadas así por mí, claro está, pues no sé cómo puedan llamarse realmente— son una auténtica preciosidad y una verdadera chulada...? ¿Y sirven para algo, preguntará más de uno? Bueno, pues después de haberme comido los "choco-crunchs" que llevaban dentro, poca utilidad pueden tener, salvo la de alegrarme el espíritu cada vez que las veo en mis anaqueles... ¡¡Mira que dibujaba bien Gottfredson, y hay que ver cuánto me gustan sus dibujos...!!

Gracias a mi queridísima nibelunga, que las vio en el VIPS de Gran Vía-Callao y pensó en mí inmediatamente. Son un regalo suyo... ¡Un besito, amorrrrrr!

jueves, 11 de junio de 2015

NECROLÓGICAS: CHRISTOPHER LEE (1922-2015)



PUES sí. Es cierto. Ha muerto Christopher Lee, uno de los actores más paradigmáticos del cine de terror e icono de quienes nos criamos viendo, en nuestra niñez y adolescencia, las películas de la productora británica Hammer (¡que ahora nos hacen sonreír nostálgicos, pero que entonces nos daban un miedo de cagarse, todo sea dicho!). El óbito ha tenido lugar esta mañana, a las 08:30 h., en el Chelsea and Westminster Hospital de Londres, a consecuencia de una insuficiencia respiratoria que ha terminado complicándose. Lee tenía ya 93 años (los cumplió hace bien poco, el pasado 27 de mayo) y poseía aún una presencia física que, todo sea dicho, seguía siento estupenda a pesar de su edad.



Actor de larga trayectoria y reconocido prestigio —aunque sin llegar a alcanzar el nivel de las primerísimas estrellas cinematográficas de su tiempo—, Christopher Frank Carandini Lee (que tal era su nombre completo) se caracterizó por interpretar extraordinarios "malos" en la ficción. En ese registro dramático siempre será recordado por haber sido el Drácula más señorial de todos los tiempos, un Saruman irrepetible y un siniestro Conde Dooku/Lord Tyranus, además de un extraordinario Kharis en La momia (The Mummy, 1959), una criatura de Frankenstein bien original y otros muchos monstruos y seres anormales, propios del cine de terror que tanto frecuentó, y a los que dio dignidad e hizo creíbles. A mí me siempre me ha gustado mucho, también, en otros papeles donde no mostraba ese lado perverso en el que se le acabaría encasillando. Y pienso, básicamente, en dos de ellos: como un atractivo e imponente Sir Henry de Baskerville, en el clásico de 1959, The Hound of the Baskerville (El perro de los Baskerville, de Terence Fisher), y como un sensacional Mycroft Holmes en esa obra maestra que es The Private Life of Sherlock Holmes (La vida privada de Sherlock Holmes, del genial Billy Wilder, 1970).

Como Mycroft Holmes (junto al Sherlock de Robert Stephens)


Después de unos años como figurante y en pequeños papeles durante finales de la década de los 40, Lee entró en contacto con Hammer Productions, para la que iba a realizar bastantes filmes bien característicos de esta productora: películas de bajo presupuesto y calidad relativa, pero que terminaban siendo verdaderos éxitos de taquilla. Su gran oportunidad llegó cuando el director Terence Fisher le ofreció interpretar el papel de Conde Drácula en la adaptación que la Hammer realizó en 1958 de la novela de Bram Stoker, bajo el aséptico título de Dracula, que fue cambiado por Horror of Dracula en su distribución estadounidense, para evitar confusiones con la versión previa, dirigida por Tod Browning, que había protagonizado Bela Lugosi en 1931. Película mítica donde las haya —y tan poco fiel a la novela original como la ya citada de Browning—, este Drácula (como se tituló en España el filme) fue decisivo para la fructífera relación que se iba a iniciar entre Lee y la Hammer, dando lugar a secuelas del conde vampiro (por ejemplo, Dracula, Prince of Darkness, Terence Fisher, 1965) y  nuevas producciones basadas en otros conocidos personajes del género de terror, como la momia, Dr. Jekyll y Mr. Hyde, etc.

Sencillamente terrorífico... ¿O no?


Tras más de una década de verdadero esplendor profesional, aunque cada vez más encasillado en los papeles que había venido interpretando para la Hammer o en los de otros malvados en general —recordemos, por ejemplo, su impactante Francisco Scaramanga en El hombre de la pistola de oro (The Man with the Golden Gun, Guy Hamilton, 1974), uno de los villanos más recordados de la "saga Bond"—, la carrera de Lee inició un preocupante declive (pese a una actividad ininterrumpida) que sólo se iba a frenar ya en la vejez, cuando en el año 1999 el director neozelandés Peter Jackson decidió incorporarlo al proyecto de la trilogía El señor de los anillos (The Lord of the Ring, 2001-2003), para que diera vida al mago Saruman. Una interpretación excelente que le valió a Lee todo tipo de elogios por parte de la crítica y de los aficionados.



Este gran éxito profesional hizo que Georges Lucas también pensara en él para su nueva trilogía de la franquicia Star Wars, de modo que Lee apareció en la segunda y tercera entrega de la saga (El ataque de los clones, 2002 y La venganza de los Sith, 2005), interpretando en ambas el papel de Conde Dooku, en un guiño evidente de Lucas al mítico personaje de Drácula, que el viejo actor convirtiera en inmortal para el celuloide años atrás.



Dotado de una altura imponente (1,96 m.) y de una voz profunda y bien impostada (también hizo sus pinitos musicales, no sólo al comienzo de su carrera, como puede escucharse aquí) (1), Lee resultaba excelente para los papeles que interpretó. Uno de los recuerdos infantiles que este servidor de ustedes tiene grabado como a fuego en su memoria visual es el del actor aproximándose a la cámara con los ojos inyectados en sangre y la capa negra flotando por el viento, en una famosa escena de Drácula que todos ustedes recordarán, y en la que el personaje aparta violentamente a su "novia" de Jonathan Harker para impedir que le muerda. Aquí está:



Si bien es verdad que Lee no llegó nunca a la categoría de "gran estrella" —al estilo de otros compañeros de profesión coetáneos—, no obstante debemos reconocer su trascendente papel en el género cinematográfico de terror, así como que fue un grandísimo actor, sobrio, elegante y siempre profesional. Muy, muy profesional. Una gran pérdida, ciertamente (sobre todo ahora que, pese a su honorable vejez, había relanzado su carrera de manera admirable y seguro que tenía proyectos en cartera para seguir deleitándonos). En fin, descanse en paz (y que nos espere muuuuuuuchos años alli donde esté).

Sit tibi terra leuis!


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(1) O aquí, donde canta el comienzo del Credo de Iago en el Otello de Verdi, con una afinación y una proyección que ya querrían para sí muchos jóvenes barítonos actuales. De hecho, la familia materna de Lee era de origen italiano (su madre era la condesa Estelle Mari Carandini di Sarzano), y en su juventud se le ofreció una beca para iniciar estudios de canto, posibilidad que él rechazó porque ya quería dedicarse al cine. Sin duda habría sido un gran bajo.

miércoles, 10 de junio de 2015

"ESPEIN IS DIFERENT", 29 : JOSÉ ORTEGA CANO SE HA QUEDADO "TAN A GUSTITO"



EL matador José Ortega Cano —"Hose" para los amigos— acaba de obtener el tercer grado y, a su salida de la cárcel, ha declarado a los medios, con su parsimonia y su misticismo habituales, que tiene presente todos los días en sus oraciones al hombre que murió en el accidente de tráfico que él provocó por ir bebido (de hecho, fue condenado por homicidio imprudente y conducción temeraria). Imaginamos que la viuda de Carlos Parra —que así se llamaba el pobre conductor que perdió su vida en la colisión— habrá quedado más que satisfecha (y consolada) con las piadosas declaraciones del diestro (y siniestro). Tanto que ha pedido que se revoque el tercer grado, pues Ortega Cano sólo ha cumplido un año y pocos días de prisión por su delito. Cosas de nuestro sistema penal...

Si, sí... Ya lo sé... Aquí tienen también el dibujito en blanco y negro...


lunes, 8 de junio de 2015

DE NUEVO SOBRE TINTÍN (SIEMPRE ACTUAL E IMPERECEDERO)



MENUDO sorpresón el que nos ha dado la pasada semana un tribunal de apelación de La Haya en el pleito que la Sociedad Moulinsart —poseedora de los derechos de autor sobre Tintín— mantenía contra un grupo de tintinófilos holandeses... ¡Pura dinamita! Al parecer, la Association Hergé Genootschap —que así se denomina dicho grupo, creado en 1999 e integrado por 680 socios— venía publicando una revista de distribución interna dedicada a su personaje fetiche, en la que aparecían incluidas imágenes del famoso reportero belga creado por Hergé. Pues bien, de acuerdo con su rapaz política de defensa de los derechos de utilización del personaje —y miren ustedes que estamos hablando de una asociación de fans sin ánimo de lucro—, Moulinsart demandó al grupo y le exigió el pago de daños y perjuicios por el empleo de ese material gráfico sin previa solicitud de permiso. Hasta aquí todo como siempre, con esa política tan agresiva que los herederos de Hergé vienen desplegando desde hace unos años.

Pero hete aquí que el abogado de la citada Association presentó ante el juez un documento de 1942 —aportado por un anónimo especialista en la obra de Hergé— que no es sino la copia del contrato que el dibujante belga firmó con Casterman. Y resulta que en él Hergé se muestra conforme con ceder explícitamente los derechos sobre textos y dibujos de todos sus álbumes a dicha editorial. A ello se añadiría el agravante de que Fanny Rodwell —viuda de Hergé y legataria universal de todos sus bienes— nunca llegó a impugnar, anular o negociar la modificación de este contrato, de modo que seguiría en vigor.

Partiendo de estos datos, la corte de La Haya ha concluido que Moulinsart no tiene ningún derecho que reclamar puesto que, en función del documento señalado, no los ostenta desde que Hergé los cedió. Así pues, ajustándonos a la lógica de los datos conocidos —y aunque en Derecho las cosas nunca son tan claras como parecen— nos podríamos preguntar, con toda razón, si acaso los responsables de Moulinsart no habrán iniciado un camino sin retorno que puede acabar costándoles la pérdida de ciertos derechos que, hasta el momento, venían gestionando con su conocido celo. Y a partir de ahí también podríamos concluir si no habría sido mejor dejar un poco de manga ancha, en lugar de ser tan codiciosos y "solícitos" a la hora de velar por la herencia de Hergé. Tanta demanda, tanto tribunal, tanto movimiento de papeles que, al final, han terminado haciendo saltar la liebre. Y por donde menos se esperaba, todo sea dicho...

Lo cierto es que el problema de los derechos de autor y Moulinsart tenía que explotar por algún lado, tarde o temprano. Desde luego nadie pensaba que pudiera hacerlo así —aunque habrá que esperar a saber cuál es el verdadero alcance de la sentencia, porque los abogados de los Rodwell no van a quedarse de brazos cruzados y recurrirán—, pero tenía que terminar produciendo problemas, dado el modo tan tiránico en que se están ejerciendo tales derechos desde hace años y ese deseo (inconfesado pero permanente) de querer convertir en "perpetuos" algo que ha de tener una caducidad. Y ello, por más triquiñuelas legales que los herederos de Hergé vayan inventándose para alargar la posesion de los mismos (como, por ejemplo, la de sacar un nuevo álbum justo antes de que caduquen los 70 años de plazo tras la muerte de Hergé, que se cumplen en 2053), circunstancia sobre la que ya reflexionamos aquí, y que supuestamente abriría un nuevo período de disfrute de los codiciados derechos.

Muchos aficionados (por no decir la mayoría) estarán disfrutando como enanos ante este varapalo judicial y les parecerá de perilla que empiecen a surgir como setas sentencias similares, pues se la tienen jurada al "maridísimo" de Fanny, por su modo rapaz de actuar a la hora de defender la herencia de Hergé. Ahora bien, a quien de verdad se le abre ahora un universo de oportunidades inimaginadas para maniobrar es a Casterman, cuyos responsables ya deben estar frotándose las manos al pensar en el beneficio que puede obtener su editorial si el proceso de demandas sigue adelante y se va reconociendo en otros tribunales esa pèrdida efectiva de Moulinsart respecto de los derechos de reproducción y utilización de imágenes de Tintín. Aunque por otro lado, me imagino que la todopoderosa editorial belga ya tendría controlada tal cuestión desde la muerte de Hergé (o incluso antes), y si nunca ha reclamado nada en concreto es porque no debe ser tan fácil (o porque no tiene derechos en los que apoyarse). En fin, no sé.

En cualquier caso, resulta admirable comprobar cómo Tintín, al igual que otros grandes personajes del Noveno Arte, siempre dará que hablar y permanecerá vivo, por más que se intente prohibir su difusión y acosar a la serie a través de denuncias oportunistas (como las de Mbutu Mondondo, de las que ya hablamos aquí y aquí), o de ridículos manifiestos conspiratorios (como el que en 1984 firmaron algunos dibujantes e intelectuales para evitar que se celebrara una exposición tintinesca en Barcelona, organizada por la "Fundación Miró", porque Tintín resultaba «peligroso para el reconocimiento adulto del noveno arte» y lo consideraban «una obra con destinatarios infantiles y sin el rango estético suficiente»...).

La pelota, en todo caso, ahora mismo está en el tejado de Casterman: ¡que hable, o que calle para siempre! Pero, sobre todo, que respete la voluntad de Hergé y no saque más álbumes del personaje...

Más datos aquí (que ha sido de donde surgió la noticia), aquí, aquí y aquí.

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Añadido el 09/06/2015, a las 13:23 h.: en el siguiente enlace (en francés), el lector interesado encontrará un análisis preciso y bastante atinado del problema. Allí los hechos aparecen más contextualizados y, con ello, se contribuye a aclarar un poco más lo que pueda ocurrir en un futuro próximo. De todo el artículo destacaría el siguiente párrafo (que traduzco), pues en él aparece precisado lo que a partir de ahora, y tras la sentencia de La Haya, puede estar dilucidándose en el tablero de juego de los tribunales: «el problema [se refiere a la situación planteada tras la sentencia] pivota en torno a dos cuestiones: el de la legitimidad de citar una imagen de Tintín —es decir, de publicarla sin pagar derechos—, por una parte, y el de la gestión comercial de estos derechos, por otra».

A continuación añado la imagen con las dos hojas del contrato que, en 1942, Hergé suscribió con Casterman, y que ha sido decisivo para la sentencia contraria a Moulinsart (es una gentileza de Actua Bd, en el artículo que ya he citado antes).



sábado, 6 de junio de 2015

MOMENTOS PUBLICITARIOS: NUEVO LIBRO DE "TEBEOSFERA" (¿Y VAN YA...?)



ESTUPENDA noticia con la que la "Asociación Cultural Tebeosfera" nos obsequia en estos primeros días cuasi estivales, anunciando una nueva publicación, que hará las delicias de todos los aficionados al tebeo, en general, y de los más eruditos en particular: la publicación de un Diccionario terminológico de la historieta, que viene a llenar ese importante hueco de carácter metodológico que aún tenía la disciplina, y en el que los aficionados y especialistas encontrarán un valioso instrumento de trabajo.

En efecto, este libro que sale ahora era necesario como el agua de lluvia en plena sequía, pues no disponíamos de una herramienta o "corpus" técnico y terminológico de tales características para abordar en su conjunto el Noveno Arte desde un punto de vista digamos que científico, al estilo del que poseen otras disciplinas (pintura, arquitectura, literatura), como la cosa más normal del mundo, en cuyas bibliografías es habitual encontrar diccionarios técnicos y glosarios que permiten un correcto acercamiento a las mismas. Existen ciertos trabajos que incluyen datos de este tipo —algunos, incluso, muy específicos (como el reciente Diccionario de onomatopeyas del cómic, firmado por Román Gubern y Luis Gasca)—, pero no son tan sistematicos y completos como parece serlo este libro. Y digo "parece" porque servidor, aún no ha recibido su ejemplar (que espera con auténtica avidez).

Su autor es el ubicuo (y casi omnipotente) Manuel Barrero (¡no sé de dónde diablos saca tiempo este hombre para tanto escribir!) y ello, para quienes solemos leer sus contribuciones teóricas a la materia, ya es toda una garantía de seriedad y de solvencia científica. Además, y aunque juzgo sólo por las pocas imágenes que han estado circulando, tiene un diseño bien bonito y lleno de significado, a la par que sobrio y elegante, con esa maravillosa ilustración de Ed Carey, perteneciente a su serie The Troubles of Dictionary Jaques (sic), que realizó para el McClure Newspaper Syndicate y fue publicada entre los años 1912-1913. Una delicia.



Pero no me extiendo más y añado, a continuación, los datos de presentación que la "Asociación Cultural Tebeosfera" ha hecho públicos para promocionar la publicación (junto con las diferentes ofertas promocionales de las que se puede beneficiar quien decida comprar las publicaciones de ACyT y no sea socio). Son los que siguen:




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Por cierto: aprovecho esta misma entrada para recordar que siguen a la venta, desde las pasadas Navidades, las dos publicaciones anteriores realizadas por ACyT. Con ellas, nuestro fondo de armario historietístico se verá sólida y elegantemente incrementado. Son las siguientes:



FERNÁNDEZ SARASOLA, Ignacio, La legislación sobre la historieta en España, Sevilla, 2014, 254 páginas. Edición rústica. 18 x 12 cm. Precio: 10,5 EUR (+ gastos de envío). Más datos aquí. Un trabajo que, a primera vista puede parecer árido y aburrido pero que, como el reciente Diccionario terminológico que acabamos de promocionar arriba resulta imprescindible para poder desbrozar en condiciones un territorio (el de la legislación sobre el Noveno Arte) que estaba prácticamente inexplorado. Nuevo instrumento de trabajo que demuestra la preocupación de ACyT por dotar a los investigadores y curiosos de ese kit de herramientas básico que aún no teníamos en España y a partir del cual se ha de construir un más sólido edificio sobre la historia de la historieta. Pasito a pasito...



ALCÁZAR, Javier (coord.), Jan, el genio humilde, Sevilla, 2014, 416 páginas. Edición rústica con solapas. 24 x 17 cm. Precio: AGOTADO (en la actualidad no hay ejemplares, así es que escriban, escriban a Tebeosfera solicitando su reedición. O, mejor, háganse socios ACyT y así podrán presionar más a los responsables). Más datos aquí. Bueno, el hecho de que ya no haya existencias demuestra el enorme interés que la persona y obra de Juan José López "Jan" viene despertando entre los aficionados españoles (¿sólo?). Un completísimo y crítico repaso a su trayectoria profesional y vital el que ofrecen varios colaboradores y responsables de Tebeosfera en este estudio imprescindible. Confiamos en que le sigan otros muchos, dedicados a nuestros más grandes autores de tebeos.

Y esto..., y esto..., y esto es todo, amigos (o That's all Folks', que decía Porky en los antiguos dibujos animados).