¿O es que nunca estamos del todo satisfechos? Y verán, lo pregunto porque leyendo una entrevista realizada a Sergio Toppi que he encontrado navegando por la red, me topo con la siguiente respuesta del maestro italiano:
¿De verdad cree Toppi que la actividad a la que ha dedicado toda su vida no está suficientemente considerada en Italia? ¿Quizá piensa que él mismo está minusvalorado por dedicarse a dibujar "tebeos" o fumetti?
En caso afirmativo, ¿cómo se explica la reciente y cuidada edición de gran parte de su obra que, en doce volúmenes, han realizado en el país transalpino los responsables de las revistas Il giornalino y Famiglia cristiana, en colaboración con el Museo del Fumetto de Lucca? Una soberbia edición, puedo confirmarlo, que se ha puesto a la venta en los quioscos, ha sido publicitada de manera amplia y generosa, y de la que se han hecho eco muy diversos medios de comunicación. Ignoro si las ventas habrán ido bien o mal, pero puedo asegurar que una iniciativa de esas características no podría ser llevada a cabo en cualquier país. Y pienso, sin ir más lejos, en nuestra España.
No sé... A mí, francamente, me resulta difícil creer que en un país donde se hacen ediciones como ésta que les comento —con una clara ambición artística e intelectual, partiendo de premisas estéticas muy acentuadas y presentando la obra de Toppi como algo más que simples "tebeítos"— la historieta esté minusvalorada como objeto artístico. Pero bueno... Tampoco desearía yo, por nada del mundo, enmendarle la plana a un maestro tan experimentado y curtido como es el septuagenario milanés.
Y es que, si Toppi ve mal la situación del tebeo en Italia, ¿qué podría decir, entonces, de lo que ocurre en nuestra piel de toro? ¿Qué pensaría nuestro admirado maestro si fuera dibujante español y no italiano? Mamma mia! La verdad es que siempre se puede estar peor...
Y ustedes, queridos lectores, ¿qué opinión tienen de esta cuestión? ¿Consideran, como Toppi, que la historieta es un arte minusvalorado en Italia? Y en caso afirmativo, ¿por quién? ¿Por el público y las autoridades? ¿Sólo por el primero? ¿Por las segundas? ¿Por ninguno de los dos? ¿Creen que no es así en ningún caso? ¿Consideran que se puede menospreciar "culturalmente" una actividad artística y, al mismo tiempo, estimarla como simple fuente de entretenimiento? ¿Son compatibles ambas cosas? ¿No lo son? Díganme algo, por favor...
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* La foto de cabecera con Toppi ante el escaparate de la Gallerie Maghen es de Didier Pasamonik, fue tomada en 2007 y puede verse aquí.
1) La entrevista está realizada en Francia, en 2007.
(2) «Culturellement, l'attitude des Français vis-à-vis de la bande dessinée est très différente de celle que nous connaissons en Italie. Lorsque je me suis rendu à Angoulême, j'ai réalisé à quel point la bande dessinée était importante ici. Les Italiens, au contraire, ont toujours considéré la bande dessinée comme quelque chose d'inférieur. Le mot même de "fumetto" qui désigne la bande dessinée en italien et qui signifie "petit nuage" pour évoquer le phylactère, est un diminutif. Tout est dit».
«Culturalmente, la actitud de los franceses respecto del tebeo es muy diferente de la que nosotros conocemos en Italia. Cuando he ido a Angulema, he podido comprobar hasta qué punto son importantes aquí (1) los tebeos. Los italianos, por el contrario, siempre han considerado la historieta como una cosa inferior. La palabra misma de fumetto, que designa a la historieta en italiano y que significa "pequeña nube" para evocar la filacteria, es un diminutivo. Eso lo dice todo».
¿De verdad cree Toppi que la actividad a la que ha dedicado toda su vida no está suficientemente considerada en Italia? ¿Quizá piensa que él mismo está minusvalorado por dedicarse a dibujar "tebeos" o fumetti?
En caso afirmativo, ¿cómo se explica la reciente y cuidada edición de gran parte de su obra que, en doce volúmenes, han realizado en el país transalpino los responsables de las revistas Il giornalino y Famiglia cristiana, en colaboración con el Museo del Fumetto de Lucca? Una soberbia edición, puedo confirmarlo, que se ha puesto a la venta en los quioscos, ha sido publicitada de manera amplia y generosa, y de la que se han hecho eco muy diversos medios de comunicación. Ignoro si las ventas habrán ido bien o mal, pero puedo asegurar que una iniciativa de esas características no podría ser llevada a cabo en cualquier país. Y pienso, sin ir más lejos, en nuestra España.
No sé... A mí, francamente, me resulta difícil creer que en un país donde se hacen ediciones como ésta que les comento —con una clara ambición artística e intelectual, partiendo de premisas estéticas muy acentuadas y presentando la obra de Toppi como algo más que simples "tebeítos"— la historieta esté minusvalorada como objeto artístico. Pero bueno... Tampoco desearía yo, por nada del mundo, enmendarle la plana a un maestro tan experimentado y curtido como es el septuagenario milanés.
Y es que, si Toppi ve mal la situación del tebeo en Italia, ¿qué podría decir, entonces, de lo que ocurre en nuestra piel de toro? ¿Qué pensaría nuestro admirado maestro si fuera dibujante español y no italiano? Mamma mia! La verdad es que siempre se puede estar peor...
Y ustedes, queridos lectores, ¿qué opinión tienen de esta cuestión? ¿Consideran, como Toppi, que la historieta es un arte minusvalorado en Italia? Y en caso afirmativo, ¿por quién? ¿Por el público y las autoridades? ¿Sólo por el primero? ¿Por las segundas? ¿Por ninguno de los dos? ¿Creen que no es así en ningún caso? ¿Consideran que se puede menospreciar "culturalmente" una actividad artística y, al mismo tiempo, estimarla como simple fuente de entretenimiento? ¿Son compatibles ambas cosas? ¿No lo son? Díganme algo, por favor...
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* La foto de cabecera con Toppi ante el escaparate de la Gallerie Maghen es de Didier Pasamonik, fue tomada en 2007 y puede verse aquí.
1) La entrevista está realizada en Francia, en 2007.
(2) «Culturellement, l'attitude des Français vis-à-vis de la bande dessinée est très différente de celle que nous connaissons en Italie. Lorsque je me suis rendu à Angoulême, j'ai réalisé à quel point la bande dessinée était importante ici. Les Italiens, au contraire, ont toujours considéré la bande dessinée comme quelque chose d'inférieur. Le mot même de "fumetto" qui désigne la bande dessinée en italien et qui signifie "petit nuage" pour évoquer le phylactère, est un diminutif. Tout est dit».
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