ME entero, a través de las ediciones Le Lombard, de la muerte del historietista belga Albert Weinberg, a la provecta edad de 89 años. Aunque su nombre estaba ligado a personajes muy célebres de la bande dessinée franco belga —Buck Danny, Dan Cooper—, sin embargo, la noticia de su muerte no se ha conocido hasta ahora, pese a haber tenido lugar el pasado 29 de septiembre. Entre los blogs patrios, el único en el que he encontrado una referencia es en el de Mis cómics y más, precisamente especializado en BD.
Weinberg* se inició en el mundo de la historieta a finales de los años 40, actuando como asistente de Victor Hubinon en las series Buck Danny —que, afortunadamente, empezará a ser publicada en nuestro país próximamente—, y Blondin et Cirage, dos títulos que aparecían en la revista Spirou. Por esas mismas fechas participa en la elaboración del álbum Tarawa, atoll sanglant, con guión de Jean-Michel Charlier y entre 1948-1949 termina Joe la Tornade, historia guionizada también por Charlier que había sido abandonada por Hubinon.
Entre 1949 y 1956 Weinberg realizaría numerosas ilustraciones e iba a crear sus dos primeras series de ciencia ficción: Luc Condor y Roc Meteor, que aparecerían publicadas en la revista Héroic-Albums, activa entre 1945 y 1956 y publicada por Esseo. En 1950 nuestro autor incrementó su actividad al empezar su colaboración con el equipo editorial de la revista Tintin, para la que sacaría adelante otras dos series de ciencia ficción: Alain Landier y, sobre todo, Les aventures de Dan Cooper que iba a ser la que más fama le proporcionaría.
El primer episodio apareció en noviembre de 1954 y, desde entonces, Weinberg se volcaría de lleno en dicho título, aportándole todo su esfuerzo y dedicación, pues se encargó tanto de los guiones como del dibujo. Llegó a realizar 41 álbumes —lo que equivale a cerca de 2.000 planchas—, aunque los guiones de tres de ellos (volúmenes 6 a 8) fueron escritos por Charlier. Estos últimos resultaron tan decisorios que contribuyeron a marcar un cambio de tendencia en la serie, estimulando a Weinberg para empezar a cuidar mucho más las puestas en escena y darle un giro a su estilo, que se fue alejando de la influencia gráfica de Edgard-Pierre Jacbos y fue haciéndose cada vez más realista.
Las historias giran en torno al mayor Dan Cooper, un piloto de pruebas de la Royal Canadian Air Force (RCAF) que se ve envuelto en todo tipo de aventuras, siempre estrechamente vinculadas al mundo de la aeronáutica, y a lo largo de las cuales pasará de pilotar aviones y prototipos en los primeros números de la serie, a ser uno de los precursores de la carrera espacial. Hay que decir que Dan Cooper surgió como respuesta al Buck Danny de Hubinon/Charlier y que constituye todo un referente en su género, junto a Tanguy et Laverdure, aparecida en 1961 y con guiones del propio Charlier. El último álbum de Dan Cooper, titulado L'oeil du Tigre, apareció en 1992.
De la eficacia y profesionalidad de Weinberg es testimonio el hecho de que Hergé, no satisfecho con los esbozos de guión para su álbum Objetivo: la Luna, le pidiera asesoramiento. Éste le proporcionó diversas referencias bibliográficas y documentales al padre de Tintín. La petición, hasta cierto punto, era lógica puesto que Weinberg, estimulado por su propio trabajo, se había convertido en todo un experto en cuestiones relacionadas con la aeronáutica. Se sabe que era muy meticuloso y que se documentaba de manera concienzuda, lo cual le hizo visitar bases aéreas y submarinas, así como interesarse por todas las cuestiones relativas a los cuadros de mando de los aviones y los uniformes de los pilotos.
Además de Dan Cooper, Weinberg creó otros personajes. En 1970 la misma revista Tintin que acogía sus aventuras del piloto canadiense comienza la publicación de Vicky, un spin off de esa serie mayor que utilizaba a uno de los personajes de la misma. Tan sólo realizó cuatro historias cortas. Para el diario Le Soir nuestro dibujante creará una serie humorística —Vicomte— y un título de aventuras marinas —Les Aquanautes— del que llegaría a realizar cerca de 300 páginas. Para la revista Pif Weinberg creó, en 1971, el personaje de Knut Andersen y en 1973 una nueva serie de aventuras —Barracuda—, que empezó a publicarse en el semanario alemán Zack, aunque luego pasaría a Super As y finalmente a Tintin.
El estilo de Weinberg pertenece a la más pura tradición de la bande dessinée realista, aunque conservó siempre algunas trazas de rasgos humorísticos. En una primera etapa, como ya he señalado, mostraba influencias de Jacobs, pero a partir de un momento relativamente temprano empezó a distanciarse del modelo, desarrollando unos estilemas tambien muy clásicos y ortodoxos, aunque dotados de mayor soltura y frescor que los del maestro, quien siempre se mostró más rígido.
Como es habitual con estos autores que no están en primerísima línea de la creación historietística, en nuestro país el trabajo de Weinberg apenas es conocido y no se ha editado prácticamente nada. Que yo sepa, de todas las series en las que participó nuestro autor, sólo Dan Cooper ha sido objeto de una atención seria por parte de nuestros editores. No obstante, como puede verse en Tebeosfera, la primera vez que se editó algo de su trabajo fue dentro de los números 17 a 20 de la revista Futuro, de Ediciones Clíper de Barcelona, efímera publicación que sólo se mantuvo activa en los años 1957-1958**. Se trata de unos dibujos destinados a ilustrar una serie de artículos de carácter científico-tecnológico que aparecieron englobados bajo el título genérico de Ciencia y aventura: vistazo al Universo y ¡Más velocidad! Gracias al celo conservador de Joan Navarro —que en su ya citado blog Viñetas tuvo a bien publicar unas valiosas imágenes de esta publicación (dentro de la categoría Clíper-Futuro)— he podido reproducir, al final de esta entrada, algunos de esos dibujos realizados por Weinberg.
La segunda referencia —que sí he podido comprobar personalmente— se refiere al material de Dan Cooper que se publicó en la célebre revista Gaceta Junior. Allí se editaron, a lo largo del año 1969, un par de historias(de las que Tebeosfera sólo cataloga una): Acróbatas del espacio (aparecida en los números 18-38) y Objetivo: piratas en el cielo (en los números 53-59). En 1970, y dentro de la colección Gaceta Junior-Tintín, se editó también la aventura Rumbo a Marte, cuarto título de la serie original.
También se han localizado un par de historias cortas dibujadas por Weinberg e incluidas en dos números de Super Mortadelo. La primera de ellas, titulada El Barón rojo se publicó originalmente en el número de noviembre de 1971 de la revista Tintin Sélection y luego, en España, en el Super Mortadelo número 22). En cuanto a la segunda, titulada Drama en Fort Churchill, apareció por vez primera en el número de febrero de 1970 de Tintint Sélection y, entre nosotros, en el Super Mortadelo número 150. Lo más curioso de todo, es que la primera de estas dos aventuras sólo ha sido incluida muy tardíamente (año 2010) en los integrales de Dan Cooper que Le Lombard lleva publicando desde el año 2000, mientras que de la segunda no existe constancia aún de que, a día de hoy, haya sido reeditada nunca.
Y voy concluyendo: como bien indica la nota de prensa hecha pública por Le Lombard, con Weinberg desaparece uno de «los últimos pilares de la primera generación de creadores de la revista Tintin». Se va, además, un representante bien significativo de esa gloriosa escuela historietística que ha sido la franco-belga. Sirva esta entrada como modesto homenaje a su persona y su obra.
Sit tibi terra leuis!
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* Contra lo que suele ser mi costumbre —realizar entradas algo más personales y que no se limitan a ser meras reseñas telegráficas—, en esta ocasión he seguido muy de cerca el artículo que la Wikipedia dedica al autor (salvo para la parte de la presencia de su obra en nuestro país, obviamente, que allí no se menciona). Ello es así, porque apenas he encontrado referencias amplias y completas en páginas, sites y blogs francófonos. Por ello, he intentado paliar este déficit —si de tal puede hablarse— presentando un apartado gráfico bastante potente.
**El dato de Tebeosfera está incompleto, pues sólo registra colaboraciones de Weinberg en los números 19 y 20 de la revista Futuro, aunque hubo, al menos, dos más —tal como acabamos de citar—, aparecidas en los números 17 y 18. Ampliación introducida el día 16/10/11, a las 21:01: tras ponerme al habla con Manuel Barrero e indicarle esos lugares en que publicó Weinberg, no reseñados en Tebeosfera, veo que los han incluido posteriormente, modificando la ficha original. El fructífero intercambio de correos ha servido, también, para que este incansable estudioso haya localizado, además, otras revistas españolas donde aparecieron publicadas sus páginas. Y como yo las desconocía y no las tengo señaladas en el cuerpo del texto de la entrada, pues las reseño aquí y ahora. En efecto, existe constancia de que se publicaron trabajos de Weinberg también en Super Pulgarcito, 35 y 36, Tío Vivo almanaque para 1974 y Mortadelo Especial 160, además de en los dos Super Mortadelos citados, aunque en Tebeosfera sólo aparece reseñado uno de estos lugares (Super Pulgarcito 36), pues el resto de revistas aún no han sido debidamente catalogadas por sus responsables.
Weinberg* se inició en el mundo de la historieta a finales de los años 40, actuando como asistente de Victor Hubinon en las series Buck Danny —que, afortunadamente, empezará a ser publicada en nuestro país próximamente—, y Blondin et Cirage, dos títulos que aparecían en la revista Spirou. Por esas mismas fechas participa en la elaboración del álbum Tarawa, atoll sanglant, con guión de Jean-Michel Charlier y entre 1948-1949 termina Joe la Tornade, historia guionizada también por Charlier que había sido abandonada por Hubinon.
Plancha de Buck Danny (de la historia Les Japs attaquent), publicada en el nº 477 de Spirou (junio de 1947)
Tres viñetas de Tarawa, de Hubinon y Charlier, en el que participó Weinberg en sus comienzos
(imágenes procedentes del blog de Joan Navarro Viñetas)
Entre 1949 y 1956 Weinberg realizaría numerosas ilustraciones e iba a crear sus dos primeras series de ciencia ficción: Luc Condor y Roc Meteor, que aparecerían publicadas en la revista Héroic-Albums, activa entre 1945 y 1956 y publicada por Esseo. En 1950 nuestro autor incrementó su actividad al empezar su colaboración con el equipo editorial de la revista Tintin, para la que sacaría adelante otras dos series de ciencia ficción: Alain Landier y, sobre todo, Les aventures de Dan Cooper que iba a ser la que más fama le proporcionaría.
El primer episodio apareció en noviembre de 1954 y, desde entonces, Weinberg se volcaría de lleno en dicho título, aportándole todo su esfuerzo y dedicación, pues se encargó tanto de los guiones como del dibujo. Llegó a realizar 41 álbumes —lo que equivale a cerca de 2.000 planchas—, aunque los guiones de tres de ellos (volúmenes 6 a 8) fueron escritos por Charlier. Estos últimos resultaron tan decisorios que contribuyeron a marcar un cambio de tendencia en la serie, estimulando a Weinberg para empezar a cuidar mucho más las puestas en escena y darle un giro a su estilo, que se fue alejando de la influencia gráfica de Edgard-Pierre Jacbos y fue haciéndose cada vez más realista.
Dos planchas del álbum Le triangle bleu (1957), en las que se aprecia con claridad la influencia
del estilo "Jacobs", tanto en el estilo gráfico, como en el montaje de la página,
o en la disposición de esos recargados bocadillos, llenos de texto
del estilo "Jacobs", tanto en el estilo gráfico, como en el montaje de la página,
o en la disposición de esos recargados bocadillos, llenos de texto
Las historias giran en torno al mayor Dan Cooper, un piloto de pruebas de la Royal Canadian Air Force (RCAF) que se ve envuelto en todo tipo de aventuras, siempre estrechamente vinculadas al mundo de la aeronáutica, y a lo largo de las cuales pasará de pilotar aviones y prototipos en los primeros números de la serie, a ser uno de los precursores de la carrera espacial. Hay que decir que Dan Cooper surgió como respuesta al Buck Danny de Hubinon/Charlier y que constituye todo un referente en su género, junto a Tanguy et Laverdure, aparecida en 1961 y con guiones del propio Charlier. El último álbum de Dan Cooper, titulado L'oeil du Tigre, apareció en 1992.
Dos magníficas ilustraciones para las portadas de los álbumes Le canon de l'espace (1980)
y F-111 en péril (1981), pertenecientes a la serie Dan Cooper
y F-111 en péril (1981), pertenecientes a la serie Dan Cooper
De la eficacia y profesionalidad de Weinberg es testimonio el hecho de que Hergé, no satisfecho con los esbozos de guión para su álbum Objetivo: la Luna, le pidiera asesoramiento. Éste le proporcionó diversas referencias bibliográficas y documentales al padre de Tintín. La petición, hasta cierto punto, era lógica puesto que Weinberg, estimulado por su propio trabajo, se había convertido en todo un experto en cuestiones relacionadas con la aeronáutica. Se sabe que era muy meticuloso y que se documentaba de manera concienzuda, lo cual le hizo visitar bases aéreas y submarinas, así como interesarse por todas las cuestiones relativas a los cuadros de mando de los aviones y los uniformes de los pilotos.
El interés de Weinberg por las cuestiones aeronáuticas y espaciales queda claramente de manifiesto
en esta ilustración original, que apareció publicada en el número 21 de la revista Tintin
(como bien se puede leer en las indicaciones manuscritas de la parte inferior)
Además de Dan Cooper, Weinberg creó otros personajes. En 1970 la misma revista Tintin que acogía sus aventuras del piloto canadiense comienza la publicación de Vicky, un spin off de esa serie mayor que utilizaba a uno de los personajes de la misma. Tan sólo realizó cuatro historias cortas. Para el diario Le Soir nuestro dibujante creará una serie humorística —Vicomte— y un título de aventuras marinas —Les Aquanautes— del que llegaría a realizar cerca de 300 páginas. Para la revista Pif Weinberg creó, en 1971, el personaje de Knut Andersen y en 1973 una nueva serie de aventuras —Barracuda—, que empezó a publicarse en el semanario alemán Zack, aunque luego pasaría a Super As y finalmente a Tintin.
Magnífica ilustración de portada para el álbum Barracuda
Ilustración inspirada en la serie Barracuda, protagonizada por arqueólogos submarinistas
que investigan y viven aventuras por todo el mundo
El estilo de Weinberg pertenece a la más pura tradición de la bande dessinée realista, aunque conservó siempre algunas trazas de rasgos humorísticos. En una primera etapa, como ya he señalado, mostraba influencias de Jacobs, pero a partir de un momento relativamente temprano empezó a distanciarse del modelo, desarrollando unos estilemas tambien muy clásicos y ortodoxos, aunque dotados de mayor soltura y frescor que los del maestro, quien siempre se mostró más rígido.
A la izquierda plancha 54 del álbum L'escadrille des Jaguars, con guión de Charlier y publicado en 1964.
A la derecha, plancha 16 del album SOS dans l'espace, de 1971
Planchas 5 y 38 del álbum L'aviatrice sans nome, de 1982. Tanto en los dos ejemplos de arriba,
como en estos dos últimos se aprecia perfectamente la evolución experimentada por el estilo de
Weinberg: un trabajo fresco, ágil y muy suelto, bastante alejado ya de los estilemas de Jacobs
Como es habitual con estos autores que no están en primerísima línea de la creación historietística, en nuestro país el trabajo de Weinberg apenas es conocido y no se ha editado prácticamente nada. Que yo sepa, de todas las series en las que participó nuestro autor, sólo Dan Cooper ha sido objeto de una atención seria por parte de nuestros editores. No obstante, como puede verse en Tebeosfera, la primera vez que se editó algo de su trabajo fue dentro de los números 17 a 20 de la revista Futuro, de Ediciones Clíper de Barcelona, efímera publicación que sólo se mantuvo activa en los años 1957-1958**. Se trata de unos dibujos destinados a ilustrar una serie de artículos de carácter científico-tecnológico que aparecieron englobados bajo el título genérico de Ciencia y aventura: vistazo al Universo y ¡Más velocidad! Gracias al celo conservador de Joan Navarro —que en su ya citado blog Viñetas tuvo a bien publicar unas valiosas imágenes de esta publicación (dentro de la categoría Clíper-Futuro)— he podido reproducir, al final de esta entrada, algunos de esos dibujos realizados por Weinberg.
Portadas de los números 19 y 20 de la revista Futuro, primer lugar
de publicación en España de los trabajos de Weinberg (año 1957)
La segunda referencia —que sí he podido comprobar personalmente— se refiere al material de Dan Cooper que se publicó en la célebre revista Gaceta Junior. Allí se editaron, a lo largo del año 1969, un par de historias
También se han localizado un par de historias cortas dibujadas por Weinberg e incluidas en dos números de Super Mortadelo. La primera de ellas, titulada El Barón rojo se publicó originalmente en el número de noviembre de 1971 de la revista Tintin Sélection y luego, en España, en el Super Mortadelo número 22). En cuanto a la segunda, titulada Drama en Fort Churchill, apareció por vez primera en el número de febrero de 1970 de Tintint Sélection y, entre nosotros, en el Super Mortadelo número 150. Lo más curioso de todo, es que la primera de estas dos aventuras sólo ha sido incluida muy tardíamente (año 2010) en los integrales de Dan Cooper que Le Lombard lleva publicando desde el año 2000, mientras que de la segunda no existe constancia aún de que, a día de hoy, haya sido reeditada nunca.
Y voy concluyendo: como bien indica la nota de prensa hecha pública por Le Lombard, con Weinberg desaparece uno de «los últimos pilares de la primera generación de creadores de la revista Tintin». Se va, además, un representante bien significativo de esa gloriosa escuela historietística que ha sido la franco-belga. Sirva esta entrada como modesto homenaje a su persona y su obra.
Sit tibi terra leuis!
Futuro, número 17
Futuro, número 18
Futuro, número 19
Futuro, número 20
Futuro, número 20
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* Contra lo que suele ser mi costumbre —realizar entradas algo más personales y que no se limitan a ser meras reseñas telegráficas—, en esta ocasión he seguido muy de cerca el artículo que la Wikipedia dedica al autor (salvo para la parte de la presencia de su obra en nuestro país, obviamente, que allí no se menciona). Ello es así, porque apenas he encontrado referencias amplias y completas en páginas, sites y blogs francófonos. Por ello, he intentado paliar este déficit —si de tal puede hablarse— presentando un apartado gráfico bastante potente.
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