MENOS mal que he podido terminar la reseña prometida sobre el volumen primero del nuevo coleccionable de Prince Valiant (PV) que ha sacado Planeta DeAgostini (PdA). ¡¡Creía que no la acabaría nunca!! ¡¡Un poco más y me junto con la salida a la calle de los dos tomos siguientes! ¡Por Wotan (que es como decir por mi enemigo)! ¡Si es que estoy más liado que la trenza de un germano con la cabeza sin lavar! En fin, Serafín. La verdad es que la cosa ha terminado convirtiéndose, por una u otra razón, en un verdadero análisis del color en la serie (quizá al dejarme llevar por los comentarios que los visitantes han ido publicando en la última entrada que dediqué al tema). Pero bueno, una cuestión interesantísima, en cualquier caso.
Lo cierto es que desde hace más de una semana tengo el dichoso volumen de la nueva edición "planetoide" (que, en adelante, también llamaré Planeta 2011). Lo he leído con detenimiento, lo he visto y revisto, lo he olido repetidas veces —¡ah, ese aroma a tinta de todo libro recién salido de imprenta!—, lo he tocado y ahora me propongo realizar un análisis del mismo, comparándolo con las otras dos ediciones más recientes. Hablo, por supuesto, de la de Manuel Caldas y de la norteamericana de Fantagraphics (aunque mencionaremos, también, alguna otra).
Para ser justos, quizá debería haberlo cotejado únicamente con esta última —puesto que estamos hablando de dos ediciones en color (la de Caldas, ya saben, es en glorioso blanco, negro y grises)—. Pero como el portugués hace las cosas de manera fetén, pues su trabajo siempre es referencial por muchos aspectos. En este sentido, nunca me cansaré de repetir que si tanto Fantagraphics como Planeta hubieran tomado como base la línea y el negro de la edición "caldiana" todos habríamos ganado considerablemente. Pero bueno, vamos ya a lo que importa.
1º) TAMAÑO
Comencemos por lo que más llama la atención del nuevo coleccionable: me refiero claro está, a su tamaño, que es considerablemente más pequeño que el de las ediciones de Fantagraphics (la mayor) y de Caldas. Ya sabíamos, ciertamente, que la de Bocola —reproducida por Planeta— es más reducida que sus hermanas norteamericana y luso-española, pero ¡no vean ustedes cómo cambia la idea que uno se hace de las cosas cuando se tiene el volumen delante y entre las manos! Por otro lado, no se trata única y exclusivamente de la dimensión total del libro, sino de lo que mide la mancha; esto es, del tamaño al que se ha reproducido la parte dibujada por Foster. He aquí lo verdaderamente importante. En este sentido, y aunque los libros de Fantagraphics son los mayores por tamaño general (36 x 26,5), sin embargo es la edición de Caldas —cuyo libro mide 35 x 26,8— la que se lleva el gato al agua y ofrece una reproducción mayor de las viñetas, pues los márgenes empleados son menores que en el caso de la norteamericana: así, frente a los 30,5 x 23,5 cm. de mancha en Fantagraphics, tenemos los 33 x 25 cm. de Caldas. En cuanto a Planeta —cuyo libro mide 32 x 23,5 cm.—, ha optado —ignoro si en el caso de Bocola ocurre igual (aunque a juzgar por algunas imágenes que pueden rastrearse por la red parece que sí)— por utilizar unos márgenes algo más amplios que reducen la posibilidad de aumentar el tamaño de la plancha. De ahí resulta una reproducción de las viñetas bastante reducida respecto de las dos ediciones anteriores: 26,5 x 20 cm. (o 29 x 19 cm., para el caso de aquellas planchas —de la 1 a la 17— basadas en reproducciones de periódicos que introdujeron añadidos en las partes superiores e inferiores de las viñetas, tal como muestra Caldas en el volumen primero —p. XII—, al hablar de la plancha primera).
Voy a resumir un poco lo dicho hasta ahora utilizando un cuadro comparativo, pues la explicación quizá haya quedado algo liosa:
A pesar de todo, a pesar de este menor tamaño, la edición de PdA se ve francamente bien y puede leerse cómodamente. Hay, por tanto, una gran diferencia (a mejor) con respecto de la última edición en color que teníamos en España: esto es, la propia (y tan criticable) que sacara la misma Planeta en el año 2006. Primer punto positivo, por tanto, para la nueva.
2º) MANEJABILIDAD
Es una consecuencia directamente relacionada con la cuestión del tamaño. Casi todos los aficionados desearíamos que las ediciones de Prince Valiant fueran más grandes de lo que han sido por regla general. ¿Pero se han parado a pensar ustedes en lo incómodo que resultaría manejar un libro rígido del tamaño estándar de los viejos periódicos norteamericanos en donde aparecía publicada la serie fosteriana? Es decir, un volumen de 54x40 cm., con 104 páginas —algunos, incluso, proponen que debería reunirse en cada uno de ellos el material de cuatro años—, en tapa dura y con un papel de buena calidad que, sin duda, tocaríamos con sumo cuidado para no arrugarlo, ni ocasionarle dobleces. Un coñazo, vamos. Por no hablar del precio que dicha edición alcanzaría. Sería de todo, menos económica.
Es evidente que todas esas características no se le pueden exigir a Planeta, por la sencilla razón de que su propuesta editorial con este último coleccionable va dirigida a un público generalista. Y éste no sólo rechazaría, casi con toda seguridad, el encarecimiento consiguiente, sino que cabe la posibilidad de que el lector que se acerque por vez primera a la obra de Foster viera incluso incómodo un formato excesivamente grande e inmanejable, pues su objetivo no es admirar embelesado las planchas, sino leer la historia. En resumen: creo que la presente edición "planetoide" está bastante bien y puede cumplir, con creces, las expectativas de todos sus potenciales compradores (incluso la de los más forofos). Quizá los volúmenes podrían haber sido un poquitín más grandes —hasta llegar al tamaño de Fantagraphics o de Caldas, que siguen siendo manejables—, pero debemos reconocer que son muy aceptables por tamaño, precio y manejabilidad.
3º) COLOR Y LÍNEA
El problema del color en las planchas de Prince Valiant ha sido analizado brillantemente y con la suficiente atención por mis amigos de Cómic, Historietas, Tebeos, en el número extra y monográfico que dedicaron a la serie (pp. 65-89). Asimismo pueden ver un completo artículo en su blog del mismo nombre, pinchando en el siguiente enlace. Y también hallarán suficientes datos sobre el tema en el capítulo 3º (pp. 67ss.) del libro de Manuel Caldas, Foster y Val. Los trabajos y los días del creador de "Prince Valiant". A pesar de todo, me gustaría decir algunas cosas al respecto, especialmente después del interesante y largo debate que se ha originado en la anterior entrada que dediqué al nuevo coleccionable de PdA.
Para empezar, creo que existe un elemento indiscutible del que partir en cualquier discusión sobre el tema: ninguna de las ediciones en color más recientes ahora mismo de Prince Valiant —Zenda, Splitter, Bocola, Fantagraphics y Planeta 2011 (que sigue a la tercera)— puede considerarse como definitiva. En este sentido, ni aún la mejor de todas ellas (Fantagraphics) ha logrado satisfacer por completo a los aficionados y seguidores de la serie. Se podrá arguir que esto es así porque dichos aficionados son unos tiquismiquis, unos pirados y unos maniáticos, que se fijan en menudencias y se ofenden por tonterías. Es posible, pero lo cierto es que ninguna de tales ediciones ofrece el color adecuado, según la información que proporcionan las pruebas de color (color proofs) conservadas en la Universidad de Syracuse, bien porque utilizan como única base las páginas dominicales de los periódicos —tal es el caso de Zenda y Bocola (esta última, además, ha suavizado demasiado los colores)—, bien porque pese a haber empleado las citadas pruebas —como ha ocurrido con la última edición de Fantagraphics—, se ha hecho a partir de unos escaneados muy defectuosos (realizados por la Universidad, y no por la editorial), en los que la línea aparece bastante desvaída y los colores demasiado subidos de tono (posiblemente por no haber tenido en cuenta que el papel en el que se iba a imprimir tiene unas cualidades distintas al de los periódicos de la época de Foster). Al menos esto es lo que podemos decir de los tres volúmenes publicados hasta la fecha. Ya veremos qué ocurre en los siguientes.
Todas estas cuestiones, la complejidad técnica implícita en la tarea de restauración, las elucubraciones de lo más variopintas que pueden leerse en la red hacen que el tema del color en Prince Valiant acabe despertando —como bien sabemos los muy aficionados— todo tipo de pasiones y visceralidades. Las posturas van desde quienes proponen una reconstrucción completa del color —partiendo, en ocasiones, de planteamientos bastante discutibles—, hasta quienes se conforman con la simple reimpresión de las páginas de los viejos periódicos en que apareció publicada la saga de Foster sin una sola corrección. Hay también quienes consideran que basta con editar la serie en blanco y negro, puesto que así habría sido, casi con total seguridad, como la concibió su creador (aunque se viera obligado por la coyuntura del momento a publicarla en un color bastante malo). Y por último están quienes no dicen nada al respecto. En fin, Serafín: opiniones de todos los gustos, como pueden ver.
1º) La edición tiene que ser en color, antes que en blanco y negro, puesto que así fue realizada la serie original. Se podrá arguir que Foster estaba obligado a ello por los condicionantes de la época. De acuerdo. Es muy posible que fuera así. Pero lo cierto es que pensó sus planchas para que numerosos detalles de las mismas —especialmente en los paisajes, los cielos y los fondos— quedaran acabados con el propio color. Así pues, es un elemento que, nos guste o no, está ahí y forma parte de la tradición histórica de la serie. De manera que en cualquier lectura o recuperación "filológica" que se quiera hacer de ella debe ser tomado en cuenta y considerado como una realidad a la que no se debería renunciar. Ello no es óbice, desde luego, para que existan ediciones como la de Caldas (sólo en blanco, negro y grises). Es otra manera de contemplar la obra y, en todo caso, el punto de partida ineludible para obtener la línea y el negro de lo que sería una edición en color definitiva.
2º) Me parecen inaceptables aquellas propuestas restauradoras que van más allá del intento de recuperar, con mayor o menor fidelidad, los colores originales, tal como se reprodujeron en la época. Al hablar así pienso, evidentemente, en el caso de Adolfo García, a quien Planeta DeAgostini le hizo una verdadera jugarreta, arruinando su versión en color de PV y mostrando el grado de chapucería al que puede llegar una gran editorial cuando se lo propone. Inadmisible, ciertamente. Pero incluso viendo las páginas que García pone como muestra de lo que él habría querido que saliera publicado (y algunas son buenas), su propuesta sigue sin convencerme. Va demasiado lejos —y no lo digo sólo porque haya reconocido que estaba dispuesto a retocar dibujo si hiciera falta (como afirmó burlándose de quienes apuntaron esa posibilidad), o porque se permita reinterpretar un color que, con sus defectos y carencias, fue el que aprobó Foster—, sino porque la filosofía con la que ha abordado su labor es errónea, a mi entender. He aquí —y cito literalmente— lo que desea hacer García con su restauración:
A PV no hay que darle ningún color moderno. ¿Quiénes somos nosotros —¿quién es Adolfo García?— para llevar a cabo esa actualización "modernizadora"? PV es un clásico, y se tiene que tomar (o dejar) tal y como fue hecho. Es decir, aceptarlo con sus bondades y sus limitaciones. En todo caso, lo que hoy día hay que hacer con la saga fosteriana es publicarla intentando obtener un color lo más aproximado posible al que se ve en los periódicos (pues siempre será el más cercano a lo aprobado originalmente por Foster), pero nunca enmendarle la plana al autor haciendo propuestas actualizadoras (por muy basadas que estén en los colores originales).
En las tres imágenes siguientes pueden ver un ejemplo del exceso restaurador de García. En primer lugar he puesto una plancha de la última edición de Fantagraphics (sacada de la preview proporcionada por la editorial como promoción y bien subida de colores, como ya he señalado). A continuación, la misma plancha en su versión "actualizadora" de García y, por último, una imagen del original en blanco y negro (sin trama), tal como se ha conservado.
Al examinar con detalle la página restaurada por García y compararla con las otras dos debemos preguntarnos: ¿de dónde han salido esos bancos de niebla flotante, los cielos de Photoshop que no existen en la página escaneada de las color proof, o los cambios de colores que pueden verse? Y, por último, ¿cómo es que aparecen elementos que ni siquiera están en el original dibujado por Foster —me refiero, concretamente, al número de plancha y a la fecha completa de ésta, que podemos ver en la parte inferior de la antepenúltima viñeta—, y otros han sido cambiados de lugar (como es el caso de la firma del artista en la última viñeta)? Por no hablar de otros elementos, como la organización de los textos y la traducción (que parece bastante libre).
En fin, Serafin. Se podrá argumentar —y de hecho lo hacen quienes se muestran partidarios de ese tipo de "actualización"— que el color original de Prince Valiant es irrecuperable. Bueno, esto quizá sea así para el caso puntual de algunas planchas —se habla de 17—, pero ¿qué ocurre con aquellas otras de las que se han conservado las color proofs en Syracuse? Pruebas que, por cierto, procedían del propio archivo particular de Foster, que fue quien las donó. ¿Dirían esos novatores que no guardan el color que el padre de la serie había aprobado (de acuerdo, ciertamente, que con las técnicas y las limitaciones de la época)?
3º) Pues bien, pese a las dificultades existentes —y aquí ya paso a otra de las condiciones ineludibles que yo exigiría de una edición considerada "definitiva"—, yo sí creo que podríamos llegar a una especie de entente cordiale —bueno, más que nosotros, lectores y aficionados, los editores y especialistas—, merced a la cual se consiguiera una edición muy cercana a la original. Para ello haría falta recopilar la mayor cantidad de páginas de periódico con las dominicales de PV, cotejarlas, seleccionar las mejores y más homogéneas de entre ellas y terminar comparándolas con las pruebas de color —aprobadas por Foster, no lo olvidemos—, para ver si ha habido variaciones en las tonalidades y si es necesario retocar la intensidad del color presente en dichas páginas o en las propias pruebas de color (pues hay algunas de ellas que están muy subidas de tono). El resultado obtenido quizá le seguiría pareciendo "anticuado" a una buena parte de lectores —pues, de hecho, ahí permanecerían los colores más o menos planos del huecograbado, así como las tramas que tanto molestan a algunos—, ¿pero no es cierto que, en ese caso, estaríamos ante algo muy cercano a lo que se hizo originalmente, en época de Foster? Yo creo, desde luego, que sí. Claro, que quizá sea porque me siento más partidario de la conservación, que de la revolución propugnada por Adolfo García.
4º) Para apreciar como se debe esta gran creación de Foster —con un color lo más cercano al original y sin que haya necesidad de eliminar algunos elementos como las tramas— hace falta un tamaño de edición grande, pero tampoco excesivo. El de Caldas, por ejemplo, no estaría nada mal, pues supera (en mancha) al de Fantagraphics y, a pesar de todo, sigue siendo cómodo y manejable. Algo aún más grande, al estilo de la edición de Splitter —no digamos ya el caso de Manuscripts Press, o el de la gigantesca Camelot Edition de Bocola (portafolio), hechas al tamaño original de los periódicos de la época—, resultaría más incómodo de utilizar, por las razones ya expuestas en el epígrafe sobre "manejabilidad", incluso para los más forofos de la serie. ¡Reconózcanmelo!
Siempre he creído que esas tonalidades más apagadas eran las propias de los viejos cómics de prensa, y derivaban de un proceso de envejecimiento y descomposición de los colores originales, debidos al tiempo y a la mala calidad de los papeles empleados. Por otra parte, el visionado del único material relativo a las planchas que conserva un coloreado personal de Foster —me refiero, claro está, a las guías de color (color guides)— parecía abundar en dicha idea. Estas color guides eran las fotocopias que el genial artista coloreaba con acuarelas y entregaba al fotograbador como referencia para realizar las pruebas de color compuesto de que ya hemos hablado (las color proofs), y que eran las utilizadas para realizar las tiradas definitivas. A pesar del mal estado de conservación de tales "guías de color" —consecuencia directa de la mala calidad de su papel (se pueden ver dos ejemplos en el extra de CHT, p. 77, además del que pongo yo a continuación)— comprobamos que Foster parecía preferir una gama de tonalidades suave y un tipo de color matizado, capaz de realzar las ya suficientes cualidades intrínsecas del dibujo, aunque al entrar en juego la fotomecánica y las técnicas de impresión de la época, el resultado pudiera ser algo distinto al ideado por el dibujante en un principio (que, en todo caso, daba el visto bueno al resultado final).
Esa es la idea que uno saca al ver estas imágenes. Pero en conversaciones con Manuel Caldas, éste me ha explicado que la realidad podría ser bien diferente. Para empezar, y en su opinión, nada autoriza a pensar que Foster prefiriera colores suaves como los que aparecen en las color guides. Cree el portugués que esas tonalidades apagadas responderían únicamente al hecho de que el dibujante apenas empleaba tiempo en realizarlas, dando sólo pequeños toques que sirvieran como indicación al fotograbador. Y lo mismo cabría decir de los ejemplos que conservamos de viñetas coloreadas que dedicaba y entregaba a admiradores: la intención de Foster era atender dichas peticiones, pero sin perder demasiado tiempo con ese trabajo, de modo que le bastaba con dar algunas pinceladas ligeras y suaves, sin llegar a un gran acabado. Por el contrario, continúa afirmando Caldas, cuando examinamos dibujos que Foster realizó y coloreó para ser imprimidos en offset —una técnica que sí permitía la reproducción de originales coloreados directamente—, entonces vemos que el artista empleó tonos mucho más fuertes e intensos. Es decir (y cito literalmente a Caldas en uno de sus correos): «Se ve claramente que el color es tal y cual como salió de los pinceles de Foster (o sea, que no fue "construido" como el de los periódicos)». Esto se echa de ver, por ejemplo, en las portadas que el dibujante realizó para las adaptaciones literarias de su saga, publicadas por Hastings Press, y en algunas otras ilustraciones conservadas, tal como la que pongo a continuación (que el bueno de Caldas utilizó hace un par de años para felicitar a sus 300 fieles por Navidad).
Debo confesarles que, en realidad y pese a las sólidas y argumentadas razones del editor portugués, no termino de estar convencido del todo en lo que se refiere al proceso de envejecimiento de los colores y al hecho de que, por fuerza, estos tenían que cambiar su intensidad al imprimirlos sobre un papel de peor calidad que aquél otro en el que se reproducían las pruebas de color (generalmente muy blanco y de buena calidad). En este sentido, y con el objeto de agotar todas las vías de conocimiento posible —aunque Caldas considera que esto es ir demasiado lejos (y así me lo dejó dicho en otro correo electrónico)—, no me parece descabellado que se llevara a cabo un estudio de los materiales, similar al que propuso Álvaro Pons en su blog La cárcel de papel, a través del cual se pudiera simular —según él, que es físico especialista en colorimetría, existen elementos para ello— el proceso de envejecimiento, para llegar a deducir cuáles pudieron ser los colores originales (tanto en los periódicos como en las pruebas de color, que también han sufrido una degradación con el paso del tiempo). Imagino, además, que realizar este estudio sobre las dominicales de los periódicos, para aclarar si se producía en ellas una suavización del color —respecto de las pruebas de color— merced a la peor calidad del papel (pulp) para el huecograbado, tampoco sería demasiado dificultoso. Es posible, incluso, que ya existan investigaciones en este sentido. Otra cosa es que se llevaran a cabo alguna vez en nuestro país.
En fin, Serafín. Pero mientras esta posibilidad llega —téngase en cuenta que estamos hablando de algo que casi parece ciencia ficción, y que ninguna editorial asumiría posiblemente nunca—, el mejor modo de recuperar Prince Valiant con su antiguo esplendor pasa por el camino que ya he señalado antes: utilizar las pruebas de color conservadas en Syracuse y trabajar con ellas para combinarlas con los mejores ejemplares de las dominicales de periódicos conservadas.
Muchos aficionados consideran innecesario este aditamento de las tramas por varias razones. Primero por el hecho de que era una limitación de la época, como ya he señalado, y hoy día todos los colores pueden obtenerse con facilidad, sin necesidad de utilizarlas. Segundo, porque piensan que su empleo da como resultado unos tonos sucios o manchados, faltos de pureza y brillantez. En tercer lugar, porque estorban a la nitidez de la línea negra (que sí es bien precisa en los originales). Hay que recordar, a este respecto, que Foster no aplicaba él mismo la trama sobre sus planchas originales, al contrario de lo que hicieron otros autores como Alex Raymond (en Rip Kirby, por ejemplo). Todo ello lleva a pensar a los detractores de este recurso gráfico que el tramado es un apéndice añadido, en el que no tenía participación la mano de Foster y que, por tanto, podría ser eliminado sin problema. Entre quienes defienden dicha postura se encuentra el citado Adolfo García —cuyas restauraciones se ofrecen sin trama—, así como mis amigos de CHT, con los que suelo estar casi siempre en sintonía, pues entre ellos y un servidor hay bastante afinidad de gustos y pareceres en esto de la historieta (debe de ser por cuestiones de la edad). Sin embargo, no estoy muy seguro de que en este caso también pudiera seguirles. No sé, no sé...
Y es que en esta última cuestión —la de suprimir las tramas, digo— no tengo una idea bien formada del todo, ya que se trata de un tema de gran complejidad técnica y directamente relacionado con el trabajo sobre el material (cosa en la que, verdaderamente, carezco por completo de experiencia). De modo que, si por un lado pienso que la trama y las "limitaciones" que ésta impone deberían ser tomadas en cuenta en cualquier buena restauración que se llevara a cabo —pues al tratarse de un elemento que se encuentra en la edición original tendría que conservarse, aunque reduciendo en lo posible sus efectos negativos (por ejemplo, con una nítida base de negro, suavizando un poco los colores y ofreciendo una edición de buen tamaño, de manera que fuera visible tanto la línea como la trama)—, por otro, sin embargo, me dejo seducir un tanto por los efectos "pictóricos" que se obtienen al eliminar la trama y pienso que quizá podria resultar interesante una edición restaurada, en la que ésta hubiera sido suprimida con ciertas garantías. Vean, como ejemplo de lo que digo, una de las propuestas que, sobre este particular, hicieron mis amigos de CHT en su extra dedicado al Príncipe Valiente:
Como pueden comprobar, sobre un original proporcionado por Caldas (arriba) y utilizando (centro) el color de la edición francesa de Zenda —que figura entre las primeras de mi preferencia para el color—, los muchachos de CHT proponen esa interesante, mesurada y bonita restauración sin tramas (abajo). ¿Qué opinan ustedes? El resultado no está mal, desde luego, pero debe tenerse en cuenta que se ha hecho sobre un dibujo original y sin tramar. En otros casos más complicados hay que andarse con cuidado a la hora de suprimir el tramado, pues junto a los puntitos que lo forman podemos "llevarnos", sin querer, algo más de lo deseado. Al hablar de esta cuestión, Manuel Caldas me indicó que no siempre es posible hacerlo con éxito. Y cito literalmente de otro correo electrónico:
Se trata de dos viñetas extraídas de la plancha 231 (del 4 de abril de 1943). A la izquierda están las viñetas con trama, procedentes de la edición de Caldas. En el centro, las mismas viñetas, pero con la trama suprimida por García. Finalmente, a la derecha, tenemos su versión coloreada y también sin trama. Un análisis detallado y en profundidad de las dos series de viñetas nos revela detalles muy significativos. Observándolas con atención, lo primero que se aprecia y llama la atención es que en las viñetas retocadas por García se ha perdido nitidez y parte de los detalles que sí hay en las de Caldas. Empecemos por la tira superior.
Si la recorremos, de izquierda a derecha y de arriba a abajo, analizando con detalle a cada uno de los personajes, veremos lo siguiente: 1º) Los tramados que representan los destellos de la antorcha que está fuera del encuadre iluminando la escena han quedado simplificados en las dos últimas viñetas. Como consecuencia de ello, hay un menor efecto de transición entre la zona iluminada y la oscura. Cerca del foco de luz se han perdido líneas y, a medida que nos alejamos de éste, el apelmazamiento de las mismas crea manchas de negro, en lugar de tramado; 2º) A las sutiles tramas del brazo levantado del personaje que sujeta la antorcha les ha ocurrido lo mismo. También ha desaparecido el pequeño pliegue en la parte superior y delantera de la capucha de este mismo personaje; 3º) El personaje que apunta con el dedo ha perdido detalle en las líneas que perfilan su rostro (especialmente a la altura de la barba, que estaba hecha con trama y ha sido suprimida, llevándose el resto de líneas). Otro tanto ocurre con la suave trama que une las dos sombras producidas por el bícep y el tríceps: en la versión restaurada por García dicha trama se ha convertido en una mancha negra. Y lo mismo podemos decir del sombreado que producen las arrugas de su túnica en la parte delantera (especialmente la más grande de todas, que es un simple manchón). 4º) Si nos fijamos ahora en el personaje de la derecha que está delante del que sujeta la antorcha, comprobaremos que todos los sutiles tramados dibujados por Foster para crear el efecto de claroscuros en su cabello han desaparecido en la "restauración" de García y se han convertido en una simple masa negra. Y algo similar ocurre con los sombreados de su túnica, que parecen haber sido rehechos por completo, ante la imposibilidad de discernir con claridad qué parte era línea y cuál trama (pues se trata de una zona muy oscurecida por esta última); 5º) Cuando pasamos al desaseado personaje de la izquierda (el que tiene cara de triste), vemos que García no ha podido evitar la pérdida de precisión en las finas líneas que simulan el brillo del pelo, así como en los diferentes tramados que realizó Foster en el pómulo, el esternocleidomastoideo y el bíceps del personaje. Incluso se han eliminado las pequeñas marquitas que se ven en el bigote y la barba emulando el vello, seguramente pensando en sustituirlas luego con el color (cosa que, sin embargo, no ha hecho García, de manera que el personaje, por arte de su birlibirloqueña versión, pasa de estar sucio y sin afeitar a quedar perfectamente rasurado). Como en el proceso de "restauración", además, ha desaparecido la fina línea que va bordeando su tabique nasal, la expresión final de dicho personaje es bastante distinta a la que había dibujado Foster. Y así, de parecer un patibulario, pasa a tener cara de tonto; 6º) Al personaje calvo y narigudo de la derecha se le han apelmazado los pelos de la barba y el bigote, así como todas las sutiles líneas que dibujan sus formas redondeadas: pómulos, mejilla, parte occipital de la cabeza, cuello y área del músculo trapecio...). Además, le han surgido, como por ensalmo, tres rayas en toda la cocorota que no aparecen en el original fosteriano; 7º) Por último, el personaje de primer plano ha experimentado esta misma falta de nitidez en la línea y los tramados, ha visto redibujadas algunas arrugas de su chaleco y ha perdido parte de la línea del cuello de la camisa.
Algo idéntico ocurre con la tira inferior, aunque aquí, al tratarse de un soberbio primerísimo plano y ser el tramado de un tamaño más grande, la nitidez perdida es menor. Pero los problemas detectados anteriormente también los encontramos ahora. Basta fijarse, por ejemplo, en la falta de sutileza de la trama que recrea los brillos en el flequillo de Val (sobre todo, en esas tres gruesas líneas que García ha trazado —justo sobre el ojo izquierdo del personaje— para sustituir las finas y delicadas que había dibujado Foster). Y algo parecido ocurre en su bucle izquierdo, donde se ha reducido esa parte de brillo y se ha perdido nitidez en el tramado (convirtiéndose éste en una mancha negra).
En fin, que no sé. No lo tengo nada claro, la verdad. Esta cuestión de la trama es, para mí, casi tan peliaguda como la del color propiamente dicho. Más complicada aún, si cabe, pues si bien es cierto que la presencia y la utilidad del color no la niega nadie —aunque haya aficionados que aseguren preferir una versión en blanco y negro de Prince Valiant—, en el caso de las tramas no es, ni mucho menos, así. Pero tengo para mí que lo más correcto, que la lectura más "filológica", que lo más fiel a la obra original consistiría en editarla con las tramas incluidas, pues fue con ellas como apareció publicada la serie en los periódicos de la época. Sobre todo, si los efectos de quitarlas son tan deformantes como los que acabo de señalar hace un instante.
En cuanto a la nueva edición de PdA poco más hay que decir a este respecto. Insisto en lo que ya señalé días atrás en entradas precedentes: es un color suave y apagado pero muy aceptable. Desde luego, si lo comparamos con las anteriores ediciones españolas existentes —incluida la de la propia Planeta del año 2006— indudablemente se ha dado un paso adelante. E imagino que se irá ganando en calidad a medida que avance la colección y vayamos llegando a las planchas de las que se han conservado mejores copias en los periódicos, y en donde ya aparece afianzado el formato básico que Foster adoptaría en adelante (con pequeñas variaciones) para narrar las andanzas de su personaje: tres tiras de tres viñetas cada una. Sin embargo, y al contrario de lo que Planeta dice en su publicidad, no podemos considerar en absoluto que se trate de una edición definitiva: hemos ganado mucho —pues está bien lejos de lo hecho con anterioridad—, pero nada de "definitiva". Que nadie se lleve a engaño, ni se rasgue las vestiduras. Se trata de promoción y publicidad, nada más. De todas formas hay que esperar a ver cómo evoluciona el coleccionable y cómo se trata el asunto del color en los próximos volúmenes. En este sentido, las semanas que están por venir resultarán decisivas para ver si hay continuidad.
Como adelanto, a continuación pongo un par de ejemplos (sacados de la edición de Bocola) de planchas de Prince Valiant que están por venir. Así podrán hacerse ustedes una idea de por dónde deberían de ir los tiros y tener una referencia para verificar, en los dos nuevos tomos que ya están a punto de salir, si PdA va a ser fiel a la fuente de la que bebe su propia edición
Desde este punto de vista, cualquier otra edición que se compare con la de Caldas —que además tiene un buen tamaño— saldrá perdiendo. Y eso es lo que le ocurre, efectivamente, al nuevo coleccionable de PdA (y a la edición de Bocola que le sirve de base): no tienen nada que hacer con el negro y la línea de la anterior. Pero aunque la cosa no sea como para tirar cohetes, ambas están bien reproducidas y ofrecen una calidad más que aceptable, sobre todo si las comparamos con las ediciones que hemos conocido antes en España (recuerdo, ahora mismo, por ejemplo, la realizada por B. O. a finales de los años 70, cuya calidad era realmente ínfima). En este sentido, como el color además está menos saturado que en la edición de Fantagraphics, pues la línea negra aparece menos empastada que allí, aunque el tamaño sea bastante más pequeño que la edición del portugués. En resumen: impresión bastante positiva, aunque PdA 2011 queda a mucha distancia de la nitidez ofrecida por Caldas en sus volúmenes en blanco, negro y grises.
Lo cierto es que desde hace más de una semana tengo el dichoso volumen de la nueva edición "planetoide" (que, en adelante, también llamaré Planeta 2011). Lo he leído con detenimiento, lo he visto y revisto, lo he olido repetidas veces —¡ah, ese aroma a tinta de todo libro recién salido de imprenta!—, lo he tocado y ahora me propongo realizar un análisis del mismo, comparándolo con las otras dos ediciones más recientes. Hablo, por supuesto, de la de Manuel Caldas y de la norteamericana de Fantagraphics (aunque mencionaremos, también, alguna otra).
Para ser justos, quizá debería haberlo cotejado únicamente con esta última —puesto que estamos hablando de dos ediciones en color (la de Caldas, ya saben, es en glorioso blanco, negro y grises)—. Pero como el portugués hace las cosas de manera fetén, pues su trabajo siempre es referencial por muchos aspectos. En este sentido, nunca me cansaré de repetir que si tanto Fantagraphics como Planeta hubieran tomado como base la línea y el negro de la edición "caldiana" todos habríamos ganado considerablemente. Pero bueno, vamos ya a lo que importa.
1º) TAMAÑO
Comencemos por lo que más llama la atención del nuevo coleccionable: me refiero claro está, a su tamaño, que es considerablemente más pequeño que el de las ediciones de Fantagraphics (la mayor) y de Caldas. Ya sabíamos, ciertamente, que la de Bocola —reproducida por Planeta— es más reducida que sus hermanas norteamericana y luso-española, pero ¡no vean ustedes cómo cambia la idea que uno se hace de las cosas cuando se tiene el volumen delante y entre las manos! Por otro lado, no se trata única y exclusivamente de la dimensión total del libro, sino de lo que mide la mancha; esto es, del tamaño al que se ha reproducido la parte dibujada por Foster. He aquí lo verdaderamente importante. En este sentido, y aunque los libros de Fantagraphics son los mayores por tamaño general (36 x 26,5), sin embargo es la edición de Caldas —cuyo libro mide 35 x 26,8— la que se lleva el gato al agua y ofrece una reproducción mayor de las viñetas, pues los márgenes empleados son menores que en el caso de la norteamericana: así, frente a los 30,5 x 23,5 cm. de mancha en Fantagraphics, tenemos los 33 x 25 cm. de Caldas. En cuanto a Planeta —cuyo libro mide 32 x 23,5 cm.—, ha optado —ignoro si en el caso de Bocola ocurre igual (aunque a juzgar por algunas imágenes que pueden rastrearse por la red parece que sí)— por utilizar unos márgenes algo más amplios que reducen la posibilidad de aumentar el tamaño de la plancha. De ahí resulta una reproducción de las viñetas bastante reducida respecto de las dos ediciones anteriores: 26,5 x 20 cm. (o 29 x 19 cm., para el caso de aquellas planchas —de la 1 a la 17— basadas en reproducciones de periódicos que introdujeron añadidos en las partes superiores e inferiores de las viñetas, tal como muestra Caldas en el volumen primero —p. XII—, al hablar de la plancha primera).
Comparativa de tamaños (escala 1:10) entre las portadas de Fantagraphics, Caldas y Planeta 2011
Voy a resumir un poco lo dicho hasta ahora utilizando un cuadro comparativo, pues la explicación quizá haya quedado algo liosa:
A pesar de todo, a pesar de este menor tamaño, la edición de PdA se ve francamente bien y puede leerse cómodamente. Hay, por tanto, una gran diferencia (a mejor) con respecto de la última edición en color que teníamos en España: esto es, la propia (y tan criticable) que sacara la misma Planeta en el año 2006. Primer punto positivo, por tanto, para la nueva.
2º) MANEJABILIDAD
Es una consecuencia directamente relacionada con la cuestión del tamaño. Casi todos los aficionados desearíamos que las ediciones de Prince Valiant fueran más grandes de lo que han sido por regla general. ¿Pero se han parado a pensar ustedes en lo incómodo que resultaría manejar un libro rígido del tamaño estándar de los viejos periódicos norteamericanos en donde aparecía publicada la serie fosteriana? Es decir, un volumen de 54x40 cm., con 104 páginas —algunos, incluso, proponen que debería reunirse en cada uno de ellos el material de cuatro años—, en tapa dura y con un papel de buena calidad que, sin duda, tocaríamos con sumo cuidado para no arrugarlo, ni ocasionarle dobleces. Un coñazo, vamos. Por no hablar del precio que dicha edición alcanzaría. Sería de todo, menos económica.
Achim Dressler, editor de Bocola, ante una de las enormes páginas dominicales de periódico norteamericano.
Una preciosidad, pero de incomodísimo manejo en caso de no querer arrugarla (© Fritz Jörn)
Es evidente que todas esas características no se le pueden exigir a Planeta, por la sencilla razón de que su propuesta editorial con este último coleccionable va dirigida a un público generalista. Y éste no sólo rechazaría, casi con toda seguridad, el encarecimiento consiguiente, sino que cabe la posibilidad de que el lector que se acerque por vez primera a la obra de Foster viera incluso incómodo un formato excesivamente grande e inmanejable, pues su objetivo no es admirar embelesado las planchas, sino leer la historia. En resumen: creo que la presente edición "planetoide" está bastante bien y puede cumplir, con creces, las expectativas de todos sus potenciales compradores (incluso la de los más forofos). Quizá los volúmenes podrían haber sido un poquitín más grandes —hasta llegar al tamaño de Fantagraphics o de Caldas, que siguen siendo manejables—, pero debemos reconocer que son muy aceptables por tamaño, precio y manejabilidad.
3º) COLOR Y LÍNEA
El problema del color en las planchas de Prince Valiant ha sido analizado brillantemente y con la suficiente atención por mis amigos de Cómic, Historietas, Tebeos, en el número extra y monográfico que dedicaron a la serie (pp. 65-89). Asimismo pueden ver un completo artículo en su blog del mismo nombre, pinchando en el siguiente enlace. Y también hallarán suficientes datos sobre el tema en el capítulo 3º (pp. 67ss.) del libro de Manuel Caldas, Foster y Val. Los trabajos y los días del creador de "Prince Valiant". A pesar de todo, me gustaría decir algunas cosas al respecto, especialmente después del interesante y largo debate que se ha originado en la anterior entrada que dediqué al nuevo coleccionable de PdA.
Portadas de las ediciones de Zenda, Splitter, Bocola y Fantagraphics
Para empezar, creo que existe un elemento indiscutible del que partir en cualquier discusión sobre el tema: ninguna de las ediciones en color más recientes ahora mismo de Prince Valiant —Zenda, Splitter, Bocola, Fantagraphics y Planeta 2011 (que sigue a la tercera)— puede considerarse como definitiva. En este sentido, ni aún la mejor de todas ellas (Fantagraphics) ha logrado satisfacer por completo a los aficionados y seguidores de la serie. Se podrá arguir que esto es así porque dichos aficionados son unos tiquismiquis, unos pirados y unos maniáticos, que se fijan en menudencias y se ofenden por tonterías. Es posible, pero lo cierto es que ninguna de tales ediciones ofrece el color adecuado, según la información que proporcionan las pruebas de color (color proofs) conservadas en la Universidad de Syracuse, bien porque utilizan como única base las páginas dominicales de los periódicos —tal es el caso de Zenda y Bocola (esta última, además, ha suavizado demasiado los colores)—, bien porque pese a haber empleado las citadas pruebas —como ha ocurrido con la última edición de Fantagraphics—, se ha hecho a partir de unos escaneados muy defectuosos (realizados por la Universidad, y no por la editorial), en los que la línea aparece bastante desvaída y los colores demasiado subidos de tono (posiblemente por no haber tenido en cuenta que el papel en el que se iba a imprimir tiene unas cualidades distintas al de los periódicos de la época de Foster). Al menos esto es lo que podemos decir de los tres volúmenes publicados hasta la fecha. Ya veremos qué ocurre en los siguientes.
La plancha 199 (del 12 de enero de 1940) en la edición de Fantagraphics
Todas estas cuestiones, la complejidad técnica implícita en la tarea de restauración, las elucubraciones de lo más variopintas que pueden leerse en la red hacen que el tema del color en Prince Valiant acabe despertando —como bien sabemos los muy aficionados— todo tipo de pasiones y visceralidades. Las posturas van desde quienes proponen una reconstrucción completa del color —partiendo, en ocasiones, de planteamientos bastante discutibles—, hasta quienes se conforman con la simple reimpresión de las páginas de los viejos periódicos en que apareció publicada la saga de Foster sin una sola corrección. Hay también quienes consideran que basta con editar la serie en blanco y negro, puesto que así habría sido, casi con total seguridad, como la concibió su creador (aunque se viera obligado por la coyuntura del momento a publicarla en un color bastante malo). Y por último están quienes no dicen nada al respecto. En fin, Serafín: opiniones de todos los gustos, como pueden ver.
Condiciones irrenunciables para un buen color de PV
Yo también tengo la mía, por supuesto, aunque quizá no esté tan prefijada como la de otros aficionados y expertos. Es decir, soy relativamente flexible en esta cuestión del color y me dejaría guiar por el criterio de un buen editor (pongan aquí, por favor, el nombre de Manuel Caldas, pues me ha demostrado —en numerosas conversaciones privadas sobre éste y otros temas— que hace las cosas no sólo con pasión, amor y entrega, sino también con argumentos y sentido común). Ahora bien, ello no significa que no tenga mis propias ideas al respecto. Y además hay unas cuantas de ellas que considero irrenunciables para tomar en serio cualquier edición de Prince Valiant que se tenga por "definitiva". Son las siguientes:1º) La edición tiene que ser en color, antes que en blanco y negro, puesto que así fue realizada la serie original. Se podrá arguir que Foster estaba obligado a ello por los condicionantes de la época. De acuerdo. Es muy posible que fuera así. Pero lo cierto es que pensó sus planchas para que numerosos detalles de las mismas —especialmente en los paisajes, los cielos y los fondos— quedaran acabados con el propio color. Así pues, es un elemento que, nos guste o no, está ahí y forma parte de la tradición histórica de la serie. De manera que en cualquier lectura o recuperación "filológica" que se quiera hacer de ella debe ser tomado en cuenta y considerado como una realidad a la que no se debería renunciar. Ello no es óbice, desde luego, para que existan ediciones como la de Caldas (sólo en blanco, negro y grises). Es otra manera de contemplar la obra y, en todo caso, el punto de partida ineludible para obtener la línea y el negro de lo que sería una edición en color definitiva.
2º) Me parecen inaceptables aquellas propuestas restauradoras que van más allá del intento de recuperar, con mayor o menor fidelidad, los colores originales, tal como se reprodujeron en la época. Al hablar así pienso, evidentemente, en el caso de Adolfo García, a quien Planeta DeAgostini le hizo una verdadera jugarreta, arruinando su versión en color de PV y mostrando el grado de chapucería al que puede llegar una gran editorial cuando se lo propone. Inadmisible, ciertamente. Pero incluso viendo las páginas que García pone como muestra de lo que él habría querido que saliera publicado (y algunas son buenas), su propuesta sigue sin convencerme. Va demasiado lejos —y no lo digo sólo porque haya reconocido que estaba dispuesto a retocar dibujo si hiciera falta (como afirmó burlándose de quienes apuntaron esa posibilidad), o porque se permita reinterpretar un color que, con sus defectos y carencias, fue el que aprobó Foster—, sino porque la filosofía con la que ha abordado su labor es errónea, a mi entender. He aquí —y cito literalmente— lo que desea hacer García con su restauración:
«El dibujo y la historia [de PV] no ha envejecido lo más mínimo, es tan bueno como hace 70 años, pero el color si, considero que aplicarlo de nuevo con una paleta de colores más extensa, con más riqueza de matices, con fidelidad a la realidad de las cosas, un color actual, que contente a los puntillosos de siempre, (cosa complicada), y que interese a nuevos lectores. Esa es mi idea de como actualizar la serie, ya que en realidad se trata de eso».La negrita, evidentemente, es mía, y está ahí para señalar lo más grave de todo el párrafo. O sea, que García no desea "restaurar" Prince Valiant, sino "actualizarlo". Pues bien, a servidor le interesa más lo que hizo y pensó Foster, antes que las propuestas renovadoras de mi compatriota. ¿Qué le vamos a hacer? ¿Pero cómo que "actualizar" la serie? ¿Es eso lo que tiene que hacer un "restaurador"? Porque yo pensaba que su tarea consistía en conservar lo existente y, seleccionando entre lo mejor que hay, ofrecer al público la versión más cercana posible a lo que se publicó en su momento. No hace falta que nadie "rejuvenezca" Prince Valiant. En todo caso, a quienes afirman que Foster habría estado satisfecho con esta restauración tan "renovadora" de García se les puede responder que nadie puede saber ya (por desgracia) cuál sería su opinión. Ni siquiera el propio García, claro. Y, por tanto, habrá que limitarse a recuperar lo mejor de aquello que ha llegado hasta nosotros.
A PV no hay que darle ningún color moderno. ¿Quiénes somos nosotros —¿quién es Adolfo García?— para llevar a cabo esa actualización "modernizadora"? PV es un clásico, y se tiene que tomar (o dejar) tal y como fue hecho. Es decir, aceptarlo con sus bondades y sus limitaciones. En todo caso, lo que hoy día hay que hacer con la saga fosteriana es publicarla intentando obtener un color lo más aproximado posible al que se ve en los periódicos (pues siempre será el más cercano a lo aprobado originalmente por Foster), pero nunca enmendarle la plana al autor haciendo propuestas actualizadoras (por muy basadas que estén en los colores originales).
En las tres imágenes siguientes pueden ver un ejemplo del exceso restaurador de García. En primer lugar he puesto una plancha de la última edición de Fantagraphics (sacada de la preview proporcionada por la editorial como promoción y bien subida de colores, como ya he señalado). A continuación, la misma plancha en su versión "actualizadora" de García y, por último, una imagen del original en blanco y negro (sin trama), tal como se ha conservado.
Al examinar con detalle la página restaurada por García y compararla con las otras dos debemos preguntarnos: ¿de dónde han salido esos bancos de niebla flotante, los cielos de Photoshop que no existen en la página escaneada de las color proof, o los cambios de colores que pueden verse? Y, por último, ¿cómo es que aparecen elementos que ni siquiera están en el original dibujado por Foster —me refiero, concretamente, al número de plancha y a la fecha completa de ésta, que podemos ver en la parte inferior de la antepenúltima viñeta—, y otros han sido cambiados de lugar (como es el caso de la firma del artista en la última viñeta)? Por no hablar de otros elementos, como la organización de los textos y la traducción (que parece bastante libre).
En fin, Serafin. Se podrá argumentar —y de hecho lo hacen quienes se muestran partidarios de ese tipo de "actualización"— que el color original de Prince Valiant es irrecuperable. Bueno, esto quizá sea así para el caso puntual de algunas planchas —se habla de 17—, pero ¿qué ocurre con aquellas otras de las que se han conservado las color proofs en Syracuse? Pruebas que, por cierto, procedían del propio archivo particular de Foster, que fue quien las donó. ¿Dirían esos novatores que no guardan el color que el padre de la serie había aprobado (de acuerdo, ciertamente, que con las técnicas y las limitaciones de la época)?
Color proof de la plancha 1768 (27-12-1970), una de las últimas realizadas por Foster.
Éste debería ser el material base sobre el que "restaurar" los colores de Prince Valiant
3º) Pues bien, pese a las dificultades existentes —y aquí ya paso a otra de las condiciones ineludibles que yo exigiría de una edición considerada "definitiva"—, yo sí creo que podríamos llegar a una especie de entente cordiale —bueno, más que nosotros, lectores y aficionados, los editores y especialistas—, merced a la cual se consiguiera una edición muy cercana a la original. Para ello haría falta recopilar la mayor cantidad de páginas de periódico con las dominicales de PV, cotejarlas, seleccionar las mejores y más homogéneas de entre ellas y terminar comparándolas con las pruebas de color —aprobadas por Foster, no lo olvidemos—, para ver si ha habido variaciones en las tonalidades y si es necesario retocar la intensidad del color presente en dichas páginas o en las propias pruebas de color (pues hay algunas de ellas que están muy subidas de tono). El resultado obtenido quizá le seguiría pareciendo "anticuado" a una buena parte de lectores —pues, de hecho, ahí permanecerían los colores más o menos planos del huecograbado, así como las tramas que tanto molestan a algunos—, ¿pero no es cierto que, en ese caso, estaríamos ante algo muy cercano a lo que se hizo originalmente, en época de Foster? Yo creo, desde luego, que sí. Claro, que quizá sea porque me siento más partidario de la conservación, que de la revolución propugnada por Adolfo García.
Dos pruebas de color más, en las que se pueden ver las líneas horizontales que, a media altura, atraviesan
cada uno de los ejemplares, como resultado de haber doblado la cartulina por la mitad para su manejo o envío
cada uno de los ejemplares, como resultado de haber doblado la cartulina por la mitad para su manejo o envío
4º) Para apreciar como se debe esta gran creación de Foster —con un color lo más cercano al original y sin que haya necesidad de eliminar algunos elementos como las tramas— hace falta un tamaño de edición grande, pero tampoco excesivo. El de Caldas, por ejemplo, no estaría nada mal, pues supera (en mancha) al de Fantagraphics y, a pesar de todo, sigue siendo cómodo y manejable. Algo aún más grande, al estilo de la edición de Splitter —no digamos ya el caso de Manuscripts Press, o el de la gigantesca Camelot Edition de Bocola (portafolio), hechas al tamaño original de los periódicos de la época—, resultaría más incómodo de utilizar, por las razones ya expuestas en el epígrafe sobre "manejabilidad", incluso para los más forofos de la serie. ¡Reconózcanmelo!
La edición de Bocola en su versión tamaño tabloide (libro) y periódico (Camelot Edition) (© Fritz Jörn)
¿Colores suaves? ¿Colores fuertes?
Ya dije en su momento, y esta impresión ha quedado confirmada en otros foros y en los sucesivos comentarios que han ido dejando en el blog mis amables visitantes, que los colores del nuevo coleccionable de PdA son apagados y de tonalidades suaves. Seguro que hay quien ve en esta peculiaridad un problema, pero a mí no me disgustan. Es verdad que en este primer volumen se les ha quedado la mano un poco corta, y algunas páginas se nos muestran tan desvaídas que casi parecen no tener color. Pero aun a riesgo de que me llamen "zoquete" por ello, les confieso que prefiero este tipo de tonalidades suaves y difuminadas a las demasiado intensas y vívidas de Fantagraphics (cuyos tres volúmenes presentan, como ya he dicho antes, unos tonos en exceso saturados, especialmente los amarillos y los rojos). Aunque, pese a todo, reconozco que en ninguno de los dos casos estamos ante el color adecuado.
Planchas primera y segunda en PdA 2011
Las mismas planchas en la edición "subida" de color de Fantagraphics
Siempre he creído que esas tonalidades más apagadas eran las propias de los viejos cómics de prensa, y derivaban de un proceso de envejecimiento y descomposición de los colores originales, debidos al tiempo y a la mala calidad de los papeles empleados. Por otra parte, el visionado del único material relativo a las planchas que conserva un coloreado personal de Foster —me refiero, claro está, a las guías de color (color guides)— parecía abundar en dicha idea. Estas color guides eran las fotocopias que el genial artista coloreaba con acuarelas y entregaba al fotograbador como referencia para realizar las pruebas de color compuesto de que ya hemos hablado (las color proofs), y que eran las utilizadas para realizar las tiradas definitivas. A pesar del mal estado de conservación de tales "guías de color" —consecuencia directa de la mala calidad de su papel (se pueden ver dos ejemplos en el extra de CHT, p. 77, además del que pongo yo a continuación)— comprobamos que Foster parecía preferir una gama de tonalidades suave y un tipo de color matizado, capaz de realzar las ya suficientes cualidades intrínsecas del dibujo, aunque al entrar en juego la fotomecánica y las técnicas de impresión de la época, el resultado pudiera ser algo distinto al ideado por el dibujante en un principio (que, en todo caso, daba el visto bueno al resultado final).
Color guide realizada por Foster (o por un colorista encargado por él) con las
indicaciones de los códigos de color para el fotograbador escritas a mano
Esa es la idea que uno saca al ver estas imágenes. Pero en conversaciones con Manuel Caldas, éste me ha explicado que la realidad podría ser bien diferente. Para empezar, y en su opinión, nada autoriza a pensar que Foster prefiriera colores suaves como los que aparecen en las color guides. Cree el portugués que esas tonalidades apagadas responderían únicamente al hecho de que el dibujante apenas empleaba tiempo en realizarlas, dando sólo pequeños toques que sirvieran como indicación al fotograbador. Y lo mismo cabría decir de los ejemplos que conservamos de viñetas coloreadas que dedicaba y entregaba a admiradores: la intención de Foster era atender dichas peticiones, pero sin perder demasiado tiempo con ese trabajo, de modo que le bastaba con dar algunas pinceladas ligeras y suaves, sin llegar a un gran acabado. Por el contrario, continúa afirmando Caldas, cuando examinamos dibujos que Foster realizó y coloreó para ser imprimidos en offset —una técnica que sí permitía la reproducción de originales coloreados directamente—, entonces vemos que el artista empleó tonos mucho más fuertes e intensos. Es decir (y cito literalmente a Caldas en uno de sus correos): «Se ve claramente que el color es tal y cual como salió de los pinceles de Foster (o sea, que no fue "construido" como el de los periódicos)». Esto se echa de ver, por ejemplo, en las portadas que el dibujante realizó para las adaptaciones literarias de su saga, publicadas por Hastings Press, y en algunas otras ilustraciones conservadas, tal como la que pongo a continuación (que el bueno de Caldas utilizó hace un par de años para felicitar a sus 300 fieles por Navidad).
Ilustración navideña impresa en offset y reproduciendo, según Caldas, el color dado por Foster
Debo confesarles que, en realidad y pese a las sólidas y argumentadas razones del editor portugués, no termino de estar convencido del todo en lo que se refiere al proceso de envejecimiento de los colores y al hecho de que, por fuerza, estos tenían que cambiar su intensidad al imprimirlos sobre un papel de peor calidad que aquél otro en el que se reproducían las pruebas de color (generalmente muy blanco y de buena calidad). En este sentido, y con el objeto de agotar todas las vías de conocimiento posible —aunque Caldas considera que esto es ir demasiado lejos (y así me lo dejó dicho en otro correo electrónico)—, no me parece descabellado que se llevara a cabo un estudio de los materiales, similar al que propuso Álvaro Pons en su blog La cárcel de papel, a través del cual se pudiera simular —según él, que es físico especialista en colorimetría, existen elementos para ello— el proceso de envejecimiento, para llegar a deducir cuáles pudieron ser los colores originales (tanto en los periódicos como en las pruebas de color, que también han sufrido una degradación con el paso del tiempo). Imagino, además, que realizar este estudio sobre las dominicales de los periódicos, para aclarar si se producía en ellas una suavización del color —respecto de las pruebas de color— merced a la peor calidad del papel (pulp) para el huecograbado, tampoco sería demasiado dificultoso. Es posible, incluso, que ya existan investigaciones en este sentido. Otra cosa es que se llevaran a cabo alguna vez en nuestro país.
El encantador color de las dominicales de los periódicos:
¿simple consecuencia del envejecimiento o resultado del proceso de impresión?
En fin, Serafín. Pero mientras esta posibilidad llega —téngase en cuenta que estamos hablando de algo que casi parece ciencia ficción, y que ninguna editorial asumiría posiblemente nunca—, el mejor modo de recuperar Prince Valiant con su antiguo esplendor pasa por el camino que ya he señalado antes: utilizar las pruebas de color conservadas en Syracuse y trabajar con ellas para combinarlas con los mejores ejemplares de las dominicales de periódicos conservadas.
Otra dominical de periódico junto a un ejemplar de la edición alemana de Splitter Verlag. Aprecien la diferencia
de tamaño (y consideren que la de Splitter es una de las ediciones de mayor dimensión: 37,7 x 30 cm.)
El problema (peliagudo) de las tramas
Hay otra cuestión importante, relacionada con el color en Prince Valiant, a la que ya me he referido antes con brevedad. Se trata de las tramas. Éstas se hallan presentes absolutamente en todas las pruebas de negro y línea que se tiraron a partir de los originales de Foster, pues su presencia respondía a la necesidad de proporcionar mayor volumen y riqueza a los dibujos originales —con vistas a la publicación, en solo blanco y negro, que algunos periódicos hacían de la serie—, y por el hecho de que en cuatricromía —que era la técnica empleada en el huecograbado— algunos colores se obtenían a base de mezclarlos con dicha trama (es el caso del marrón, derivado del gris de la trama, del magenta y del amarillo). Así pues, se trataba de una limitación —¿una más?— impuesta por las condiciones técnicas de la época.
Original (arriba) y copia con trama (en un montaje de mis amigos de CHT)
Muchos aficionados consideran innecesario este aditamento de las tramas por varias razones. Primero por el hecho de que era una limitación de la época, como ya he señalado, y hoy día todos los colores pueden obtenerse con facilidad, sin necesidad de utilizarlas. Segundo, porque piensan que su empleo da como resultado unos tonos sucios o manchados, faltos de pureza y brillantez. En tercer lugar, porque estorban a la nitidez de la línea negra (que sí es bien precisa en los originales). Hay que recordar, a este respecto, que Foster no aplicaba él mismo la trama sobre sus planchas originales, al contrario de lo que hicieron otros autores como Alex Raymond (en Rip Kirby, por ejemplo). Todo ello lleva a pensar a los detractores de este recurso gráfico que el tramado es un apéndice añadido, en el que no tenía participación la mano de Foster y que, por tanto, podría ser eliminado sin problema. Entre quienes defienden dicha postura se encuentra el citado Adolfo García —cuyas restauraciones se ofrecen sin trama—, así como mis amigos de CHT, con los que suelo estar casi siempre en sintonía, pues entre ellos y un servidor hay bastante afinidad de gustos y pareceres en esto de la historieta (debe de ser por cuestiones de la edad). Sin embargo, no estoy muy seguro de que en este caso también pudiera seguirles. No sé, no sé...
La trama y el gris en PV: ¡ahora los ves, ahora no los ves! (gentileza, otra vez, de CHT)
Y es que en esta última cuestión —la de suprimir las tramas, digo— no tengo una idea bien formada del todo, ya que se trata de un tema de gran complejidad técnica y directamente relacionado con el trabajo sobre el material (cosa en la que, verdaderamente, carezco por completo de experiencia). De modo que, si por un lado pienso que la trama y las "limitaciones" que ésta impone deberían ser tomadas en cuenta en cualquier buena restauración que se llevara a cabo —pues al tratarse de un elemento que se encuentra en la edición original tendría que conservarse, aunque reduciendo en lo posible sus efectos negativos (por ejemplo, con una nítida base de negro, suavizando un poco los colores y ofreciendo una edición de buen tamaño, de manera que fuera visible tanto la línea como la trama)—, por otro, sin embargo, me dejo seducir un tanto por los efectos "pictóricos" que se obtienen al eliminar la trama y pienso que quizá podria resultar interesante una edición restaurada, en la que ésta hubiera sido suprimida con ciertas garantías. Vean, como ejemplo de lo que digo, una de las propuestas que, sobre este particular, hicieron mis amigos de CHT en su extra dedicado al Príncipe Valiente:
Como pueden comprobar, sobre un original proporcionado por Caldas (arriba) y utilizando (centro) el color de la edición francesa de Zenda —que figura entre las primeras de mi preferencia para el color—, los muchachos de CHT proponen esa interesante, mesurada y bonita restauración sin tramas (abajo). ¿Qué opinan ustedes? El resultado no está mal, desde luego, pero debe tenerse en cuenta que se ha hecho sobre un dibujo original y sin tramar. En otros casos más complicados hay que andarse con cuidado a la hora de suprimir el tramado, pues junto a los puntitos que lo forman podemos "llevarnos", sin querer, algo más de lo deseado. Al hablar de esta cuestión, Manuel Caldas me indicó que no siempre es posible hacerlo con éxito. Y cito literalmente de otro correo electrónico:
«Con las tramas de puntitos más pequeños eso [quitar la trama] es fácilmente posible, pero con las tramas de puntos grandes, muchas en que ellos casi se tocan, es imposible hacerlo sin afectar seriamente la línea [...]. La solución de borrar unas tramas y dejar otras no hará con que, inevitablemente, en una visión global de la plancha, los colores resulten con un tono diferente del original. Yo defiendo que la forma correcta, la ABSOLUTAMENTE correcta, de restaurar el color no es recolorear pero simplemente escanear cuidadosamente las pruebas en color que existen y corregir los defectos de impresión que, como se ve en la edición de Fantas, tienen (sí, los tienen: por exemplo, en la plancha 57, en el vestido de Morgan el verde tiene manchas, un defecto que se encuentra en otras zonas de color; y en muchas planchas algunos colores se sobreponen a las líneas, un efecto que no era lo pretendido)».A continuación muestro un par de ejemplos, en los que puede comprobarse que la eliminación de las tramas se ha llevado, también, una parte de la línea y ha supuesto el abigarramiento de ciertos detalles del dibujo, así como el empastado, la pérdida de nitidez en la línea y el apelmazamiento de los sutiles tramados realizados por Foster con su pincel. Siento haber elegido para ello el material restaurado por Adolfo García —no querría dar, en absoluto, la sensación de que tengo algo contra este dibujante y colorista (nada más lejos de mi intención, la verdad)—, pero es que es el único que he podido conseguir, gracias a su blog, donde ha hecho públicas estas imágenes que ahora utilizo (y por lo cual le doy las gracias).
Se trata de dos viñetas extraídas de la plancha 231 (del 4 de abril de 1943). A la izquierda están las viñetas con trama, procedentes de la edición de Caldas. En el centro, las mismas viñetas, pero con la trama suprimida por García. Finalmente, a la derecha, tenemos su versión coloreada y también sin trama. Un análisis detallado y en profundidad de las dos series de viñetas nos revela detalles muy significativos. Observándolas con atención, lo primero que se aprecia y llama la atención es que en las viñetas retocadas por García se ha perdido nitidez y parte de los detalles que sí hay en las de Caldas. Empecemos por la tira superior.
(Ampliar la imagen para ir comparando con las explicaciones que se dan a continuación, en el texto)
Si la recorremos, de izquierda a derecha y de arriba a abajo, analizando con detalle a cada uno de los personajes, veremos lo siguiente: 1º) Los tramados que representan los destellos de la antorcha que está fuera del encuadre iluminando la escena han quedado simplificados en las dos últimas viñetas. Como consecuencia de ello, hay un menor efecto de transición entre la zona iluminada y la oscura. Cerca del foco de luz se han perdido líneas y, a medida que nos alejamos de éste, el apelmazamiento de las mismas crea manchas de negro, en lugar de tramado; 2º) A las sutiles tramas del brazo levantado del personaje que sujeta la antorcha les ha ocurrido lo mismo. También ha desaparecido el pequeño pliegue en la parte superior y delantera de la capucha de este mismo personaje; 3º) El personaje que apunta con el dedo ha perdido detalle en las líneas que perfilan su rostro (especialmente a la altura de la barba, que estaba hecha con trama y ha sido suprimida, llevándose el resto de líneas). Otro tanto ocurre con la suave trama que une las dos sombras producidas por el bícep y el tríceps: en la versión restaurada por García dicha trama se ha convertido en una mancha negra. Y lo mismo podemos decir del sombreado que producen las arrugas de su túnica en la parte delantera (especialmente la más grande de todas, que es un simple manchón). 4º) Si nos fijamos ahora en el personaje de la derecha que está delante del que sujeta la antorcha, comprobaremos que todos los sutiles tramados dibujados por Foster para crear el efecto de claroscuros en su cabello han desaparecido en la "restauración" de García y se han convertido en una simple masa negra. Y algo similar ocurre con los sombreados de su túnica, que parecen haber sido rehechos por completo, ante la imposibilidad de discernir con claridad qué parte era línea y cuál trama (pues se trata de una zona muy oscurecida por esta última); 5º) Cuando pasamos al desaseado personaje de la izquierda (el que tiene cara de triste), vemos que García no ha podido evitar la pérdida de precisión en las finas líneas que simulan el brillo del pelo, así como en los diferentes tramados que realizó Foster en el pómulo, el esternocleidomastoideo y el bíceps del personaje. Incluso se han eliminado las pequeñas marquitas que se ven en el bigote y la barba emulando el vello, seguramente pensando en sustituirlas luego con el color (cosa que, sin embargo, no ha hecho García, de manera que el personaje, por arte de su birlibirloqueña versión, pasa de estar sucio y sin afeitar a quedar perfectamente rasurado). Como en el proceso de "restauración", además, ha desaparecido la fina línea que va bordeando su tabique nasal, la expresión final de dicho personaje es bastante distinta a la que había dibujado Foster. Y así, de parecer un patibulario, pasa a tener cara de tonto; 6º) Al personaje calvo y narigudo de la derecha se le han apelmazado los pelos de la barba y el bigote, así como todas las sutiles líneas que dibujan sus formas redondeadas: pómulos, mejilla, parte occipital de la cabeza, cuello y área del músculo trapecio...). Además, le han surgido, como por ensalmo, tres rayas en toda la cocorota que no aparecen en el original fosteriano; 7º) Por último, el personaje de primer plano ha experimentado esta misma falta de nitidez en la línea y los tramados, ha visto redibujadas algunas arrugas de su chaleco y ha perdido parte de la línea del cuello de la camisa.
(Ampliar la imagen para ir comparando con las explicaciones que se dan a continuación, en el texto)
Algo idéntico ocurre con la tira inferior, aunque aquí, al tratarse de un soberbio primerísimo plano y ser el tramado de un tamaño más grande, la nitidez perdida es menor. Pero los problemas detectados anteriormente también los encontramos ahora. Basta fijarse, por ejemplo, en la falta de sutileza de la trama que recrea los brillos en el flequillo de Val (sobre todo, en esas tres gruesas líneas que García ha trazado —justo sobre el ojo izquierdo del personaje— para sustituir las finas y delicadas que había dibujado Foster). Y algo parecido ocurre en su bucle izquierdo, donde se ha reducido esa parte de brillo y se ha perdido nitidez en el tramado (convirtiéndose éste en una mancha negra).
Una de las páginas del extra de CHT, donde se explicaba el proceso de color en Prince Valiant,
que ahora puede verse también en el blog del mismo nombre
En fin, que no sé. No lo tengo nada claro, la verdad. Esta cuestión de la trama es, para mí, casi tan peliaguda como la del color propiamente dicho. Más complicada aún, si cabe, pues si bien es cierto que la presencia y la utilidad del color no la niega nadie —aunque haya aficionados que aseguren preferir una versión en blanco y negro de Prince Valiant—, en el caso de las tramas no es, ni mucho menos, así. Pero tengo para mí que lo más correcto, que la lectura más "filológica", que lo más fiel a la obra original consistiría en editarla con las tramas incluidas, pues fue con ellas como apareció publicada la serie en los periódicos de la época. Sobre todo, si los efectos de quitarlas son tan deformantes como los que acabo de señalar hace un instante.
Conclusiones sobre el color
Basándonos en todo lo dicho hasta el momento, pienso que la mejor edición de Prince Valiant
será aquella que empiece por respetar, ante todo, la integridad de la
línea y la intensidad del negro (pues son los únicos elementos que, con
toda seguridad, fueron realizados por Harold Foster). En cuanto al
color, el objetivo a alcanzar creo yo que se encontraría a medio camino
entre las ediciones de Zenda o Splitter y la norteamericana de
Fantagraphics, pero siempre que se evitaran los defectos que aparecen en
las dos primeras —falta de nitidez en la línea, transparencia del
reverso en ciertas páginas, amarilleamiento de algunas de las planchas
escaneadas, etc.— y retocando la segunda para reducir la intensidad de
los tonos y corregir ciertos errores que aparecen ya en las pruebas de
color originales, y que en la edición norteamericana se han dejado sin
modificar. El tantas veces mencionado Caldas pone un ejemplo concreto de
este último problema: el vestido verde que Morgan Le Fey lleva puesto
en la plancha 57 presenta una serie de manchas que no se han corregido.
Otros fallos pueden leerse aquí.
Un par de planchas (dominicales 553 y 590, de 14-09-1947 y 30-05-1948) tomadas del que es
considerado mejor volumen por color de la edición de Zenda (procedentes del blog de Mariano Bayona)
Dos ejemplos del color, menos cálido pero igualmente destacable, que ofrece
la edición de Splitter (procedentes del blog de Mariano Bayona)
En cuanto a la nueva edición de PdA poco más hay que decir a este respecto. Insisto en lo que ya señalé días atrás en entradas precedentes: es un color suave y apagado pero muy aceptable. Desde luego, si lo comparamos con las anteriores ediciones españolas existentes —incluida la de la propia Planeta del año 2006— indudablemente se ha dado un paso adelante. E imagino que se irá ganando en calidad a medida que avance la colección y vayamos llegando a las planchas de las que se han conservado mejores copias en los periódicos, y en donde ya aparece afianzado el formato básico que Foster adoptaría en adelante (con pequeñas variaciones) para narrar las andanzas de su personaje: tres tiras de tres viñetas cada una. Sin embargo, y al contrario de lo que Planeta dice en su publicidad, no podemos considerar en absoluto que se trate de una edición definitiva: hemos ganado mucho —pues está bien lejos de lo hecho con anterioridad—, pero nada de "definitiva". Que nadie se lleve a engaño, ni se rasgue las vestiduras. Se trata de promoción y publicidad, nada más. De todas formas hay que esperar a ver cómo evoluciona el coleccionable y cómo se trata el asunto del color en los próximos volúmenes. En este sentido, las semanas que están por venir resultarán decisivas para ver si hay continuidad.
Como adelanto, a continuación pongo un par de ejemplos (sacados de la edición de Bocola) de planchas de Prince Valiant que están por venir. Así podrán hacerse ustedes una idea de por dónde deberían de ir los tiros y tener una referencia para verificar, en los dos nuevos tomos que ya están a punto de salir, si PdA va a ser fiel a la fuente de la que bebe su propia edición
Dominicales 53 (12-02-1938) y 86 (2-10-1938) (procedentes del blog de Mariano Bayona)
El negro y la línea
Parece innegable, y hay cierta unanimidad al respecto en todos los foros, que el trabajo llevado a cabo por Manuel Caldas en su edición ha puesto el listón de la restauración de Prince Valiant en el punto más alto de lo que se puede hacer en blanco y negro con esta obra. Si exceptuamos la posibilidad —contemplada por algunos, pese a las dificultades— de recuperar sólo la línea sin tramas, es innegable que nadie superará en muchos años (si es que lo hace) el resultado obtenido por el portugués, quien nos ha dado una base de trabajo insustituible sobre la que partir en las futuras ediciones en color.
Viñeta 5 de la plancha 213 (9 de marzo de 1941) y un detalle de la misma donde se ve
la calidad de la línea en la restauración de Caldas (pulsar sobre la imagen para ampliar)
Desde este punto de vista, cualquier otra edición que se compare con la de Caldas —que además tiene un buen tamaño— saldrá perdiendo. Y eso es lo que le ocurre, efectivamente, al nuevo coleccionable de PdA (y a la edición de Bocola que le sirve de base): no tienen nada que hacer con el negro y la línea de la anterior. Pero aunque la cosa no sea como para tirar cohetes, ambas están bien reproducidas y ofrecen una calidad más que aceptable, sobre todo si las comparamos con las ediciones que hemos conocido antes en España (recuerdo, ahora mismo, por ejemplo, la realizada por B. O. a finales de los años 70, cuya calidad era realmente ínfima). En este sentido, como el color además está menos saturado que en la edición de Fantagraphics, pues la línea negra aparece menos empastada que allí, aunque el tamaño sea bastante más pequeño que la edición del portugués. En resumen: impresión bastante positiva, aunque PdA 2011 queda a mucha distancia de la nitidez ofrecida por Caldas en sus volúmenes en blanco, negro y grises.
Los originales de Harold Foster, una verdadera obra de arte que quita el hipo (por tamaño y belleza)
4º) TRADUCCIÓN Y ROTULACIÓN
Es ésta una cuestión importante que, por regla general, no suele tomarse en consideración. Sin embargo, y como ya tuve ocasión de señalar en una entrada anterior, la traducción elegida para PV ha de procurar reproducir ese tono poético y épico que Harold Foster imprimió a sus guiones, y que es rasgo característico de esta serie. ¿Lo ha conseguido el traductor del coleccionable de PdA? En mi opinión, no al mismo nivel que Rafael Marín para Manuel Caldas. De modo que frente a expresiones como "espada cantarina" —que aún no ha hecho acto de presencia en el volumen publicado—, o palabras que suenan demasiado modernas —como ese "guapito" que la temible bruja Horrit le suelta al joven Val en la nueva edición de Planeta al predecirle su futuro— me inclino por la traducción de Marín, que ha optado por la perifrástica y más poética expresión de "espada que canta" —para el primer caso— y por traducir literalmente el "pretty boy" del original inglés por "niño bonito" (aunque "niñato" tampoco habría estado mal, pues tal es el sentido despectivo que quiere darle Horrit a esa expresión). Hay luego otros términos que no me gustan, por lo rebuscado (el técnico "marjal", en lugar del más poético y genérico "pantano"; el de "pallaza", en vez de "cabaña"; el de "bálsamo", por el más sencillo y habitual de "savia"), o porque no cuadran con los usos y costumbres de la época (por ejemplo ese tratamiento de "usted", que puede leerse en la viñeta 4 de la plancha 33), y en los cuales Marín vuelve a estar más acertado, en mi modesta opinión. Pero vamos, todo esto —y algunos otros detalles que pueden expurgarse aquí y acullá— no empece, en absoluto, el valor intrínseco de la nueva edición.
En cuanto a la rotulación, sin llegar a la excelencia de la imitación de los caracteres originales que encontramos en la edición de Caldas, hay que decir que en el coleccionable de PdA también se ha respetado este detalle. De modo que, a diferencia de otras ocasiones anteriores, se intenta reproducir los tipos alargados y elegantes que aparecen en las planchas originales, respetando, además, el uso de las cursivas cuando aparecen los diálogos. El único "pero" que se le podría poner a los textos es el de su un tanto desmañada distribución en las cartelas, quedando algunas partes de éstas en blanco, al no haberse colocado aquellos de manera centrada. Pero son menudencias en el conjunto.
5º) ALGUNOS DETALLES CONCRETOS
Al contrario que en la edición de Caldas, la de PdA ha reproducido las primeras diecisiete planchas de la saga —imagino que en esto también es fiel a Bocola— utilizando las páginas retocadas (y remontadas) que aparecieron en todos los periódicos, alargando por arriba y por abajo las viñetas, respecto de las originales (en el caso de Fantagraphics hay algunas retocadas y otras no). Con ello se da lugar a planchas más verticales que las dibujadas originalmente por Foster. Por regla general se trata de pequeños retoques que amplían suelos o cielos y que, en el peor de los casos, añaden elementos a los personajes para alargar un brazo, una pierna, un escudo, etc. Una de las peores consecuencias de esta práctica quizá se encuentre en las planchas 12 y 13. En la primera de ellas se ha utilizado una versión completamente retocada, en la que se modificaron las nueve primeras viñetas para igualar sus proporciones, rompiendo el contraste compositivo que Foster hizo con la viñeta quinta, central y más grande que las restantes. Ese efecto, buscado por el autor, se ha conservado en la plancha siguiente, pero como las viñetas están todas retocadas, pues la diferencia de tamaño entre la número 7 y las demás queda reducido y el contraste es menor.
También podríamos destacar entre los defectos la supresión de las sinópsis al comienzo de cada plancha, circunstancia que ha obligado a redistribuir textos y, por ende, a modificarlos en su posición y distribución dentro de las cartelas respecto de los originales (como puede verse, por ejemplo, en las viñetas 1ª y 2ª de la plancha octava, por citar sólo un caso).
Y ahora una cosa positiva más: el volumen ofrece una artículo introductorio y una serie de apéndices al final. No estaría nada mal que ambos elementos se mantuvieran hasta el final del coleccionable, tal como ocurrió con los breves artículos que encabezaban los antañones fascículos de Ediciones B, que una vez unidos terminaban constituyendo un material de estudio sobre la serie de gran interés. Esperemos que así sea.
6º) CONCLUSIÓN
En resumen: ¿qué aporta (si es que lo hace) esta nueva edición de PdA, presentada al mundo como "definitiva"?
En primer lugar, creo que mejora considerablemente las ya existentes en nuestro país y es, por tanto, un paso adelante (aunque pequeñito) en la historia editorial de esta serie imprescindible del Noveno Arte. Por tamaño —y si comparamos sólo ediciones en color—, es mayor que las de Burulán, Ediciones B y Planeta 2006. En cuanto al color, y a la espera de los próximos volúmenes, es indudable que la edición de Bocola —en la que ésta se basa— supera también a las ediciones anteriores ya citadas, por mayor calidad y más homogeneidad. En el caso de Planeta 2006 no sólo es superior a los tres primeros volúmenes —que arruinaron la restauración propuesta por Adolfo García (dando lugar a una de las mayores chapuzas de nuestra historia editorial reciente)—, sino a los sucesivos (donde se tomó como base la anterior edición —bastante mala también— de Fantagraphics). Estoy de acuerdo con quienes piensan que un solo año de material por volumen es poco, pero se trata de un imponderable seguramente debido al carácter de "coleccionable" que se le ha dado a esta nueva edición, y al hecho de concederse la editorial el mayor margen de maniobra posible a la hora de ir consiguiendo el material necesario para publicar (téngase presente que PdA tiene pensado llegar hasta las últimas planchas realizadas en este mismo año 2011, cosa que nunca se había visto por estos lares, y que irá tomando decisiones según se venda el coleccionable). En cualquier caso, y pese al reproche que se pueda hacer, la delgadez de cada volumen tampoco es algo que estorbe al buen desenvolvimiento de la colección. Por otro lado, si es cierto que ésta consigue llegar a su fin, muy pocas veces se habrá dado la circunstancia —desde luego en nuestro país nunca antes— de tener unidas (y completas) en una sola colección las tres etapas de los sucesivos artistas (Foster, Cullen-Murphy y Gianni) que han tenido a su cargo la famosa serie, aparecida, por vez primera, en 1937. Es decir: una acumulación de material, historia y aventuras que reunirá la producción realizada durante setenta y cinco años, en la que puede ser considerada la mayor novela-río de toda la historia del Noveno Arte. ¡Que se dice pronto! ¿Habrían pensado ustedes, hace veinte o treinta años, en disponer de todo ese material en estas condiciones? Pues reflexionen al respecto...
Creo, sinceramente, que Planeta no estaba pensando en ninguno de nosotros —esto es, me refiero a los muy aficionados que solemos participar en foros y debates interneteros sobre tebeos— cuando decidió sacar su nuevo coleccionable al mercado (entre otras razones porque, en tal caso, la empresa nunca habría salido adelante, ya que cada uno de nosotros tenemos nuestras manías y gustos al respecto). El cliente potencial del mismo se halla en ese lector medio que nunca se ha enfrentado a las páginas de Prince Valiant, o que lo ha hecho de manera bastante superficial. Y, desde este punto de vista —que no debe olvidarse nunca—, reconozco que la nueva edición de PdA cumple sobradamente con los estándares de calidad mínima que pediría cualquier consumidor medianamente exigente. Incluso para quienes somos aficionados y tenemos más de una edición de este genial tebeo, el trabajo de Planeta es más que prometedor. Habrá que ver, no obstante, cómo evoluciona el coleccionable y, sobre todo, si finalmente llega a su conclusión, pues 75 volúmenes son mucha tela que cortar. En todo caso: ¡que Wotan reparta suertes!
Yo, esto... menuda MARAVILLA de entrada. Le sigo desde hace poco y sus contenidos me tienen asombrado. Esto es cojonudo, preciso, detallista... un primor. ¡Enhorabuena por la entrada!
ResponderEliminarMuchas felicidades por la entrada, un trabajo asombroso. Me has despejado muchas dudas sobre esta edición.
ResponderEliminarImpresionante entrada. Menudo análisis que has echo.
ResponderEliminarHola JOSÉ, buenos días.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tu expresivo comentario (te ruego que también me tutees). Me llena de satisfacción y orgullo leer esa opinión de un aficionado, divulgador y especialista cuyas opiniones he seguido siempre con gran interés en diversos blogs (te lo digo completamente en serio), y con el que he coincidido en más de una ocasión (a propósito de la "novela gráfica", en tu debate con Campbell, en la cuestión de la demanda Familiares Kirby/Marvel, etc.).
Muchas gracias de nuevo y un abrazo.
Por cierto: gracias también por tu amable reseña en un sitio referencial como es Zona Negativa.
Me alegra, amigos de Cómics Barcelona, que la reseña os haya servido de ayuda. La verdad es que la escribí pensando, sobre todo, en aclarar mis propias ideas (y en ordenar un poco la información que he ido reuniendo durante este tiempo, a través de mis conversaciones con el bueno de Manuel Caldas, siempre solícito con quien le consulta). Pero también es cierto que si la he publicado es porque, en el fondo --y a todo el que publica le ocurre lo mismo, aunque lo niegue--, también quería dar a conocer mi opinión y ayudar a quien le pudiera interesar.
ResponderEliminarUn abrazo y encantado de teneros como visitantes en mi humilde espelunca.
Muchas gracias, RUTH. Me alegro de que te haya satisfecho el trabajo realizado.
ResponderEliminarEspero que te sea útil.
Un beso virtual (si me lo permites).
¡Salud, amigo Leónidas!
ResponderEliminarEspero que esa interjección tenga un sentido positivo y que la entrada te haya parecido interesante.
Un saludo cordial.
Menuda entrada nos brindas, amigo Alberich. Quiero felicitarte por este magnífico artículo, en el que la precisión y la profundidad se dan la mano.
ResponderEliminarLos trabajos de nuestros amigos de CHT y el tuyo propio me han ayudado a entender algunos de los aspectos del cómic más hermoso de la historia.
Ignaro, como soy, de estos lindes, he aprendido mucho en la lectura de esta entrada y he degustado los razonamientos que embellecen las imágenes oportunas.
Para gustos están los colores, podría decirse como resumen de cualquier debate. Sin embargo...
Yo siempre me quedaré con la voluntad del autor, sea cual fuere. Guste o no guste. Me reconforta saber que su deseo se ha hecho realidad. Es, a mi modo de ver, lo que menos podemos hacer por recordar su maravilloso legado.
Lo demás, no es desechable, desde luego, pero me resulta en cierta manera secundario.
Un abrazo y muchas gracias por este formidable texto.
Hola JESÚS, casi nos chocamos (tú sales, yo entro).
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tu comentario (como siempre cortés, amabilísimo, constructivo y generoso). Como ya le he dicho antes a otros visitantes, me alegro mucho de que te haya servido de ayuda.
Otro abrazo para ti.
¡¡¡WARNING, WARNING!!!
ResponderEliminarPor cierto, amigos, ya están en la calle los DOS NUEVOS VOLÚMENES del coleccionable.
¡Atentos los interesados y a hacerse con ellos, pues nos darán una idea más precisa aún de por dónde puede ir la cosa...!
Ufff, que perfeccionismo de entrada. Impresionante en todos los detalles.
ResponderEliminarPara gusto colores, a mi personalmente no me gustan las tramas y me encantaría un Adolfo García bastante mas suavizado, vamos que lo ficharía enseguida para el nuevo y genuino Trueno Color (que por cierto esta semana ha salido en nº5).
Otro detalle para mi muy importante de este coleccionable que me estoy haciendo es la impresión: a diferencia de los coleccionables anteriores de Trueno y Jabato, esta vez los tomos vienen cosidos, cosa que hay que agradecer a este precio.
Un abrazo.
Otra cosa, me encantaría tener es un diario original americano que se publique el PV ¿Se distribuye en España? ¿Hay forma de conseguirlo?
ResponderEliminarEs por tenerlo y comparar las páginas una vez tengamos la colección completa. Gracias.
Otro abrazo.
El análisis es impresionante. Me he pasado la primera hora de la mañana disfrutándolo y la última recomendándolo.
ResponderEliminarPor cierto, que el original de la cueva, y su correspondiente guía de color cuelgan en mi casa, y me ha resultado curioso verlos tanto aquí como en CHT. Esa si que es la mejor "edición" del Príncipe Valiente...
:-D
¿Qué dice ese Pablo? ¿Que tiene el original de la cueva? ¿El original original?
ResponderEliminarHombre, lo de "ese Pablo" queda feo. Y sí, el original-original.
ResponderEliminarLos tomos 2 y 3 en los quioscos y una novedad aun mejor aquí:
ResponderEliminarhttp://www.bloguedelos300.blogspot.com/
Hola ANDRESVINAROS, ¿qué tal?
ResponderEliminarEfectivamente: para gustos los colores (y nunca mejor dicho, hablando de este tema); pero para PV, mejor los que conservan el rastro de la huella de Foster que los aplicados ex profeso para actualizar una obra que ya debería haber sido considerada "Patrimonio de la Humanidad".
Del Capitán Trueno, querido amigo, no puedo hablarte. En eso el especialista en Jesús Duce, que ha pasado por aquí al mediodía.
De todas formas conviene tener bien presente algo: una cosa es lo que más nos gusta a cada uno de nosotros (en este sentido te reconozco que García tiene páginas coloreadas que son buenas, ya lo he dicho en la entrada), y otra bien distinta, lo que "canónicamente" debe hacerse para "recuperar" esta obra creada por Foster (y por nadie más que él). Ahí es donde ya no coincidimos.
En cuanto a lo de los diarios norteamericanos, ignoro cuál es tu ciudad, pero si no es demasiado pequeña tampoco veo imposible que pudieras conseguir algún diario de aquellas latitudes. Agénciate antes, claro, la lista de los que publican PV, porque si no... De todas formas, si no es necesario que se trate de un periódico actual, en Internet es fácil conseguir ejemplares de las viejas dominicales a precios bastante aceptables.
Un abrazo.
¡Enhorabuena, PABLO, por el tesoro que cuelga de las paredes de tu casa!
ResponderEliminarDesde luego es cierto eso de que sólo en esas troceadas (y vapuleadas) planchas originales reside la "auténtica" edición de PV.
Un saludo y gracias por tu comentario.
JUAN FERNÁNDEZ dijo...
ResponderEliminar"Los tomos 2 y 3 en los quioscos...".
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En efecto. Les he echado una ojeada somera y están bastante, pero bastante bien. Tal como me suponía, a medida que la serie avanzara iba a ir mejorando la reproducción. Una edición bonita, sí señor (lástima que PdA se lanzara a la piscina en 2006, naufragara y terminara estropeándole la jugada a nuestro buen Caldas.
La noticia procedente de El blog de los 300 es magnífica (como ya he dejado escrito allí).
Un saludo y gracias por pasarte.
Excepcional y trabajada entrada. Enhorabuena. Tu detallado análisis me ha ayudado a reflexionar sobre la conveniencia de comprarme esta colección. Tengo la de Ediciones B y sin duda, ésta es superior en todos los sentidos (mejor reproducción, tamaño, etc.)pero a la la hora de decidirme pueden imponerse otros factores personales. ¿Qué hago con la de Ediciones B si compro ésta?La tengo encuadernada en bonitos tomos de imprenta (por cierto en la sección de correos de un ejemplar sale una carta de Manuel Caldas alabando la edición y preguntando cómo suscribirse)Por lo que veo el nivel de exigencia con respecto a esta obra aumenta con los años, puesto que tras Ediciones B ha habido varias ediciones que mejoraban a la citada editorial. También pesa en mi decision el asunto pecunario. Serían 32 euros al mes que restar a mi presupuesto mensual para cómics. Si ya me dejo en la tienda especializada sin poder comprar bastantes novedades actualmente, en el caso de decidirme serían muchas más las que me perdería. Y por último...¿quién me dice a mí que dentro de unos años, 5,10 ó 15 no saldrá una edición todavía mejor que ésta, con mayor tamaño, con la restauración de Caldas y el color de Siracusa?
ResponderEliminarNo sé,no sé...soy un mar de dudas.
Mi enhorabuena por tan extraordinaria entrada. Gracias.
ResponderEliminar"¿quién me dice a mí que dentro de unos años, 5,10 ó 15 no saldrá una edición todavía mejor que ésta, con mayor tamaño?"
ResponderEliminarClaro que saldrá. Yo espero que sí. Una edición Taschen/Caldas
Esto de subir el listón no está nada bien. No señor. Ya te arrepentirás, por Wotan (¿se dice asi?) y por Wolfdrala.
ResponderEliminarRespecto del contenido, totalmente de acuerdo. Si en algún momento he defendido posturas diferentes ha sido porque son tan respetables o mas que las mas puristas. Y lo volveré a hacer. Cada vez que se tacha algo de incorrecto se me vienen a la cabeza mil argumentos a favor de eso. Y el trabajo de un profesional merece al menos respeto, tanto como a Caldas, o quizas mas, por ser capaz de mantener su postura contra viento y marea. Caldas no necesita que lo defiendan.
Pues me alegro que la edición de Planeta esté basada en la de Bocola (De la cual soy un ferviente seguidor).
ResponderEliminarAtentos a los siguientes números, sólo hace mejorar.
Keops
Hola, amigo CORSARIO, gracias por tus amables palabras.
ResponderEliminarVamos a ver, ciertamente estás hecho un "mar de dudas", pero creo que nadie podría aclarártelas del todo, pues casi todo lo que planteas es una disyuntiva que sólo tú podrás solucionar. No obstante, voy a decirte lo que "yo" pienso (y confío en que te ayude):
a) Yo, desde luego, no veo problema en que tengas dos ediciones completas de PV (y te lo dice alguien que, frente a lo que pudiera parecer, no es completista de nada). De todas formas, si tienes problemas de espacio (que es bastante habitual) o simplemente quieres quedarte con sólo una edición, pon la de B a la venta. Seguro que alguien la compra. Si no lo consigues, siempre tienes la posibilidad de regalársela a un familiar querido o a un amigo, o de donarla a una biblioteca (con lo que le harás un gran servicio a la comunidad). Esto último te lo digo en serio, pues yo mismo lo hago de vez en cuando.
b) Evidentemente, y como tú bien dices mencionando a Caldas, nuestro nivel de exigencia aumenta con el paso del tiempo (y el de las editoriales también). Por eso invitaba yo en la entrada a los más exigentes con el nuevo coleccionable para que reflexionaran y juzgaran friamente si habrían soñado, hace 20 o 30 años, con tener entre las manos una edición como la que ahora ofrece PdA. Lo cual no quiere decir, por supuesto, que las cosas puedan mejorarse.
c) En cuanto al tema de las pelas, es tan personal que ahí nadie puede darte un consejo. En mi caso concreto —y no querría pasar por presuntuoso, de verdad— esos 32 euros tampoco son excesivos dentro del presupuesto medio que me gasto al mes, y me merece la pena emplearlos en esta reedición, antes que en novedades que no me llaman demasiado (también es verdad que tampoco me interesa tanto de lo que se publica nuevo). Pero "ca uno es ca uno", y tendrás que ver qué te conviene más: dejarte aún más novedades en el estante de la tienda, o hacerte con el nuevo coleccionable. Tú decides.
d) En cuanto a la parte final de tu mensaje, el amigo RUBÉN B. ya ha contestado por mí hace un buen rato. No dudes que, de aquí a que doblemos el gorro y pasemos a mejor vida, casi con toda seguridad, saldrán más ediciones de PV. Incluso es posible que PdA lo publique aún una o dos veces más (je, je, je…). Es un clásico vivo y pujante que nunca dejará de reeditarse. Pero si eso ocurre, lo cierto es que tú ya habrás disfrutado durante todos esos años de tu edición "integral" de Planeta 2011 en color (si es que decides comprarla).
Una opción que tienes —y a lo mejor ya la has considerado— es hacerte sólo con el material de Cullen-Murphy y Gianni (si es que el coleccionable llega hasta el fin), dejando de lado la "etapa Foster" a la espera de que salga otra edición mejor (lo cual no sería difícil con tal de que alguien se lo propusiera). Entretanto, puedes ir tirando con la vieja edición de B y con el glorioso blanco, negro y gris de Manuel Caldas). Pero eso es otra decisión que, como las anteriores, tienes que tomar tú, claro.
En fin, no puedo decirte más.
Yo, desde luego, creo que la completaré (si PdA la mantiene hasta el fin, o no surge un imponderable de fuerza mayor que me impida hacerlo).
Un abrazo, Guerrero.
Gracias a ti, PACO.
ResponderEliminarPor cierto: muy bonita la entrada que dedicaste en noviembre de 2009 a José Sanchís, con esa entrevista realizada en 1995. La encontré y consulté después de redactar mi entrada-homenaje por su fallecimiento. En cualquier caso gracias.
Un saludo cordial y vuelve cuando quieras (pues estás en tu cueva).
Hombre EMILIO, te echaba de menos...
ResponderEliminarTú puedes defender aquí absolutamente todo lo que desees (faltaría más). Y tan respetables son unas opiniones como las otras (siempre y cuando se mantengan las formas). Por eso le decía yo al amigo Anónimo que hablaba de "herejía" que tampoco era para tanto la cosa. Esto es un debate amigable sobre tebeos y la cosa no debería pasar de ahí, desde luego.
Partiendo de esa realidad —que yo, como responsable de este blog, me encargaré de asegurarte (a ti y a quien lo necesite)— debo decir que en el debate sobre la restauración de Adolfo García no creo que se haya puesto en duda su profesionalidad como colorista y restaurador (no entro aquí en la faceta de dibujante, que también la hay). Yo, desde luego, no lo he hecho. Es más, considero que incluso he reconocido lo que él pretendía hacer y cómo le arruinaron su labor en PdA. Pero eso no empece para criticar la postura que defiende en lo relativo a PV. Y aquí no se puede ser equidistante o "relativista". Quiero decir: o está mal —según los cánones de lo que debe ser una restauración—, o está bien. Se me dirá (con toda lógica): ¿y qué está bien en una restauración? Bueno, pues desde luego yo no creo que sean correctos aquellos aspectos de su propuesta que he analizado en mi entrada. Esa es mi argumentación (con pruebas). Los demás que planteen las suyas, también desde las pruebas (y no sólo desde el gusto personal). Pero vamos: en cualquier caso, nunca enfadarse por cuestiones así. ¡Faltaría más!
Dices que Caldas no necesita que le defiendan. Hombre, el amigo JCR señaló en los comentarios de mi anterior entrada sobre el nuevo coleccionable de PV que también hay quien le critica. Y estoy seguro de que es así. Pero vamos, tienes razón: en términos generales la labor de Caldas es bastante alabada en la red por la mayoría de los aficionados. ¿Y nos hemos parado a preguntarnos por qué? ¿Alguien puede pensar que sea, sencillamente, porque cae bien a cuatro chalados? Yo, personalmente, que admiro bastante su actividad como editor, ni siquiera le conozco personalmente... ¿No será, quizá, porque hay una mayoría de gente que reconoce su labor y acepta los presupuestos en que se apoya, mientras que, por el contrario, ve criticable la de García porque considera que éste va más allá de lo aceptable?
Y termino contestando el principio de tu mensaje: en cuanto a lo del listón, amigo mío, la próxima vez haré lo que buenamente pueda. Aunque siguiendo la sabia estela del maestro Foster —quien aconsejaba alternar la trepidante aventura con los hechos cotidianos—, es posible que la próxima entrada del blog verse sobre un asunto operístico. Así voy alternando el ritmo, controlando la tensión y creando cierta incertidumbre en el personal. Je, je, je…
Un abrazo (pero, ya sabes, sin apretar demasiado que luego nos quedamos sin aire).
Hola KEOPS, encantado de saludarte.
ResponderEliminarTú que conoces bien la edición de Bocola --yo sólo he visto material a través de la red-- ¿puedes confirmarnos que PdA la está siguiendo fielmente? ¿O no estás comprando el nuevo coleccionable?
En cuanto a la última parte de tu mensaje, ya habrás visto que dejé escrito algo parecido. Y es que, en efecto, los volúmenes 2º y 3º aparecidos ayer mismo son bastante mejores que el 1º (como era de imaginar, por numerosas razones). De manera que se va confirmando, poco a poco, la buena impresión del principio. Ya veremos cómo evoluciona...
Un saludo cordial y vuelve cuando quieras por mi humilde cueva.
Hola Alberich
ResponderEliminarFelicidades por el increible post, estoy pero que muy de acuerdo contigo.
La verdad es que no sigo la de Planeta sólo la de Bocola, aunque estuve apunto de hacerme con algún tomo de Splitter.
Es que ya hace casi 20 años que vivo en Alemania (mi mujer es alemana) y el alemán a estas alturas no supone ninguna dificultad.
Como mucha otra gente tengo la de ediciones B (Hasta que el maestro deja de dibujar)que mezcla planchas decentes con otras horrorosas, aún asi lo peor de lo peor es el poquet de ases que le dedicó Bruguera a nuestro principe :-(
También quisiera romper una lanza a favor de la etapa Murphy-Foster que yo conocía poco pero que, salvando las distancias, me está encandilando.
Un saludo para todos
Keops
Cualquier labor creativa merece todos mis respetos, tal es asi que si no me gusta, antes que decirlo prefiero no tratarlo. Quien no ha realizado un trabajo creativo no sabe la de horas que puede tener detras ni el cariño que se la ha podido echar sin que se note. Solamente por el echo de ser capaz de someterse a la crítica de todos merece aun mayor respeto. De ahí que en mi blog hace ya tiempo decidí no subir nada que no me guste, como una opción personal. Por eso, cuando el debate empezaba a acalorarse salté como salté. Se puede decir lo mismo sin molestar, y en eso, Alberich, eres un experto.
ResponderEliminarSolo añadir que en arquitectura este tema lleva siglos de debate sin resolverse, no creo que lo vayamos a conseguir ahora, pero tampoco está mal que la historieta se incorpore a el.
Caldas ha seguido una linea de rigor envidiable, de ahí mi comentario, se defiende solo. Pero para decir que Caldas es cojonudo no hace falta decir que otro no lo es, y no me refiero a la entrada, sino a los comentarios.
ResponderEliminarAhora me explico, amigo KEOPS, esa insistencia con la edición de Bocola, publicada en la difícil lengua de Goethe.
ResponderEliminarEn fin, servidor se maneja para leer en varios idiomas y, desde luego, el alemán no está entre las que mejor domino... Je, je, je... Pero en tus circunstancias personales se comprende perfectamente la elección.
La edición de Bocola es preciosa, por presentación, y el contenido está francamente bien. Quizá hayan suavizado demasiado los colores, pero está muy bien. En este sentido, debemos reconocer que la base utilizada por PdA no está nada mal.
Aunque al llegar a este punto yo siempre digo lo mismo: ¡lástima que PdA no uniera sus fuerzas con Caldas y Fantagraphics para darnos la que, posiblemente, hubiera podido ser una edición de quitarse el sombrero! ¿Definitiva? Bueno, quizá no porque a lo mejor no la habían sacado al tamaño adecuado, pero casi, casi...
Ahora bien, de nada vale llorar sobre la leche derramada.
Otro saludo para ti.
Hola de nuevo
ResponderEliminarLa verdad que en mis más de 30 años de coleccionismo de tebeos (No, no soy un anciano sólo empece de muy joven :3)) es la primera vez que colecciono algo que no sea en castellano.
Me cansé de esperar una edición decente en castellano. Tengo los dos primeros de Manuel Caldas y a pesar de que los considero muy muy buenos soy de esos maniaticos, je je, que creen que el PV debería ser a color.
Despues de considerar varias opciones (Carlsen, Splintter - Esta tiene tomos buenísimos, otros no tanto y no es completa)pues me quedé con Bocola y, no sé igual es que no he visto ediciones a color correctas, cada vez que me compro un nuevo tomo se me cae la baba.
Pus nada no te/os doy mas la tabarra. Gracias por este foro
Un saludo
Keops
Querido EMILIO,
ResponderEliminarMe parece respetabilísima tu posición (como no podía ser de otro modo). Pero ten en cuenta que desde esa perspectiva acabas con cualquier labor de crítica (tan necesaria en el Arte como en cualquier otra actividad). Por otro lado, hacer crítica no significa, necesariamente, ofender o faltar el respeto al criticado (bien es verdad que siempre que se cumplan una serie de normas). Desde este punto de vista, yo no veo problema en hablar también de lo que no nos gusta y ponerlo en solfa (siempre que sea desde el respeto, claro). Pero vamos, que también entiendo tu postura.
En cuanto a lo del "acaloramiento", la verdad es que no he tenido la impresión, en ningún momento, de que te mostraras agresivo en tus comentarios. Mi llamada de atención "en general" fue para que las cosas no fueran a más. Pero no lo hice por ti, sino más bien tras el comentario del temperamental Anónimo que habló de "herejes", para referirse a quienes defendían a García. Una exageración a todas luces que, como ya se pudo ver, quise minimizar con esa pequeña chanza sobre el significado de "herejía", según el Código de Derecho Canónico. En fin, Serafín. Pero quizá no logré mi objetivo y la cosa no quedó todo lo claro que yo habría deseado...
Un abrazo (pero ya sabes cómo...).
Amigo KEOPS, pues sabe que estás en la mejor posición posible para poder completar la edición de Caldas (pues tienes justo los dos volúmenes que ya están agotados).
ResponderEliminarEs verdad que Splitter tiene tomos muy buenos. La pena, como tú dices, es que no sea completa y, en segundo lugar, que es bastante jaleosas (con todas esas series que ofrece: rosa, azul, en alemán, en inglés...) ¡Bufff!
Por cierto: no das la tabarra, hombre (pues para eso están abiertos los comentarios).
Un saludo desde el Nibelheim ¿a Alemania?
Estimado Alberich
ResponderEliminarMuchas gracias.
Es difícil, en cualquier país, encontrar gente que comparta mis inquietudes.
En cuanto a la pequeña polémica con Emilio, Voltaire dijo "No comparto tu opinión,pero lucharía hasta mi último aliento para que puedas expresarla libremente"
Por cierto Wotan u Odín, como le llamaron más tarde los vikingos, y toda su mitologia tiene su origen en Alemania :-)
Un saludo desde Walhalla
Keops
Creo que, como me pasa muchas veces, soy demasiado escueto, tiendo a dar por supuestas muchas cosas. En arquitectura este debate llega a ser apasionante y hay ejemplos grandiosos de las dos opciones. Por eso, y por el motivo que expresa Voltaire mucho mejor que yo, salté a defender a Adolfo García. Su posición no la comparto, pero hay grandísimos arquitectos que han hecho de esa posición una forma muy acertada de intervenir sobre el patimonio histórico. Arne Jacobsen es uno de ellos. Buscaba el contraste nuevo/antiguo deliberadamente. Una intervención sobre el patrimonio tiene que notarse, distinguirse lo nuevo de lo antiguo. La postura mantenida por Adolfo García es coherente con este posicionamiento intelectual, aunque su materializacion pueda escandalizar a alguno. Pero quiero aclarar que comparto al 100% el articulo de Alberich, es mas casi comparto al 100% los diferentes artículos que sobre comics ha ido subiendo, que ya es dificil.
ResponderEliminar"Es difícil, en cualquier país, encontrar gente que comparta mis inquietudes"
ResponderEliminarAbsolutamente cierto, internet ha hecho por el comic muchísimo, sobre todo en ese aspecto, el unir gente con una afición/pasión muy especifica que de otra forma se hubiera quedado en nada. Desde el 2006 llevo por estos lares y no termino de encontrar cosas nuevas.
"ten en cuenta que desde esa perspectiva acabas con cualquier labor de crítica"
ResponderEliminarCierto, solamente es un posicionamiento personal a la hora de acometer mi blog, pero no tiene por que ser extensible a otros, siempre que la crítica se haga desde el maximo respeto, como es costumbre en este blog.
Hola Emilio
ResponderEliminarNormalmente yo soy bastante purista. La obra se debe modificar lo menos posible, es hija de su tiempo y circunstancias. Lo de la arquitectura yo lo conozco en la restauración de edificios históricos y reconozco que me siento dividido, por una parte la divisa no toques nada y por otra parte ver el edificio restaurado y observarlo como era originalmente..........
Que difícil decisión.
Saludos
Keops
En esa decisión es donde radica el interés de la cuestión, y la fortuna o no del resultado final. No se si lo comentaba por aqui, sobre El Partenón, cima de la arquitectura mundial. Se podría reconstruir, pues estuvo en pie hasta no hace mucho. Fue víctima de una explosión al ser usado por los turcos como polvorín. La decisión tomada ha sido dejarlo tal cual. Me parece correcta. Pero hay ejemplos, desafortunados por cierto, en los que se decidió levantar el edificio de nuevo, exactamente igual a como fue en la época griega.
ResponderEliminarSin embargo este tipo de decisiones tienen que ser mas valientes cuando se trata de edificios de menor talla artística y en los que se pretende recuperarlos para otro uso. Ahí es donde está la dificultad de la decisión. Hasta donde está uno legitimado para tocar la obra de otro.
ResponderEliminarUn tem apasionante.
Querido Alberich:
ResponderEliminarMAGNIFICAT!!!!
Paso a resumir mi opinión, porque nos podríamoos alargar mucho.
Para un aficionado de perfil medio la edición de Planeta puede valer (pues es mejor que las anteriores en color publicadas en castellano).
Para un aficionado exigente le recomiendo la de Fantagraphics (que no es excesivamente cara).
Para un aficionado interesado en el dibujo y en las 'calidades artísticas', a la segunda es imprescindible añadir la de Caldas.
En estos momentos la cosa está así, por lo menos en mi parecer.
En cuanto a la trama, se puede quitar (por lo menos en lo realizado por Caldas), y en cuanto a la interpretación del color original de Foster hacia el acuarelado, se puede hacer, pero requiere un trabajo que dudo mucho ningun editor estaría dispuesto a realizar, aunque nunca se sabe.
Un abrazo de Charles Caum.
Muy buenas a todos:
ResponderEliminarEs la primera vez que posteo aquí y es para felicitarte, Alberich, por el fantástico análisis que has realizado. Y eso que con el tema del color siempre acabo perdido debido a mi ignorancia ante el tema y a mi daltonismo atenuado que sufro. Me ha parecido tan interesante, que al final le he dado una oportunidad al coleccionable y me he comprado las 2 entregas que han publicado.
Siempre fui reacio a esta obra, quizá porque lo poco que leí lo hice siendo muy, muy joven, seguramente casi un niño, y la forma de narrar, sin bocadillos de diálogo se me antojaba aburrida y farragosa. Ahora que ya soy talludito, espero que mi visión sobre ese aspecto haya cambiado y poder disfrutar de esta obra de la que todo el mundo habla maravillas. Desde luego, ver esas fotos con las planchas originales, con ese gran tamaño, debe de ser una auténtica delicia.
Al hilo del tema de los bocadillos, y por mera curiosidad, me gustaría saber si Foster mantuvo durante toda la obra las cajas de texto, sin ningún bocadillo directo de diálogo.
Finalmente, me gustaría que alguien comentara algo sobre el precio, si le parece que está bien, alto, bajo, con respecto a esta misma obra y a otras ediciones que se han publicado o que están en ello.
Muchas gracias y un saludo.
Me permitiréis, amigos míos, que empezando por el final pase a contestar a NACHOF, pues es nuevo aquí y ha sido muy amable en su primera intervención.
ResponderEliminarMuchas gracias, NACHOF, por tus laudatorias palabras. Me alegro, sinceramente, de que mi análisis haya servido para orientarte (siquiera un poco). No obstante, creo que no hay nada mejor que juzgar las cosas por uno mismo, y como en este caso la oportunidad no sale demasiado cara (sólo 10,98 euros), pues estoy seguro de que no te arrepentirás de haber comprado los tres volúmenes aparecidos hasta el momento. Así podrás saber si mi reseña es correcta y, sobre todo, si la nueva edición coleccionable de PdA merece la pena.
Ignoro si te servirá para algo todo lo que hemos escrito hasta el momento sobre PV, o si la lectura directa de la obra hará mella en tu espíritu. En cualquier caso, no dudes que te vas a enfrentar a una de las principales obras del Noveno Arte (por belleza, extensión, poesía, caracterización de personajes, etc.). Pero, si al final, resulta que la cosa no te gusta, siempre habrás pasado un buen rato con su lectura y charlando de tebeos con otros aficionados.
En cuanto a los bocadillos, el único que aparece en toda la obra lo hace, tímida y solitariamente, en la plancha nº 16 (viñeta 7ª). Se trata de un pequeño baloom —bastante esmirriado, por cierto— con una breve frase del caballero ladrón Sir Negarth. Yo, al menos, no recuerdo ahora mismo otros ejemplos. Ni en PV, ni en ninguna de las otras historietas que Foster dibujó (Tarzán, Medieval Castle, The Song of Bernadette). ¿Y a qué se debe su presencia aislada? ¿Intento de experimentación de Foster? ¿Despiste a la hora de poner la correspondiente cartela (habiéndose añadido el bocadillo luego, por parte de los técnicos de KFS)? ¿Simple falta de espacio para poner una cartela (que solía ocupar más espacio)? Pues la verdad es que no lo sé. Lo único cierto es que se trata de una peculiaridad, pues la solución adoptada por Foster para narrar las andanzas de su joven príncipe fue —acertadamente, en mi opinión— la de adoptar las cartelas como único vehículo narrativo. Y ello tiene sentido. No olvidemos que su historia es una saga y, como tal, Foster utilizó un guión muy literaturizado e imbuido por el ritmo y la prosodia característicos de estas narraciones. Y, por ello, le va mucho mejor el texto "literario" metido en cartelas, que no el dialogístico o dialógico de los bocadillos. Así pues, más que de una limitación, o de un arcaísmo —como a veces se ha dicho—, se trata de un recurso (muy eficaz) buscado voluntariamente por Foster.
Y termino con lo del precio del nuevo coleccionable. Dejando claro que cualquier opinión al respecto es muy personal —pues lo que a uno le puede parecer caro, a otro la resultará asequible e incluso barato—, yo creo que está equilibrado con respecto al producto que se ofrece. Quiero decir: tenemos un libro grande, en color, con papel muy aceptable, bien impreso y con buena encuadernación. ¿Qué debería haberse pedido por él (según está el mercado)? Yo, desde luego, habría preferido que lo hubieran sacado por 6 o 7 euros, pero como no he podido decidir al respecto… En cualquier caso, insisto, aunque no podemos decir que sea regalado, sí es bastante asequible.
Por otro lado, si comparamos este precio de coleccionable con el de otras ediciones, evidentemente PdA gana de calle (e, insisto, por un producto que no está nada mal; sobre todo para quien accede a él por vez primera).
Un saludo cordial y vuelve cuando quieras.
Muchas gracias, EMILIO.
ResponderEliminarSólo eso.
Yo, amigos míos, en cuanto a restauraciones soy partidario de intervenir lo menos posible (o de que tal intervención se note cuanto menos, mejor). En el ejemplo que ha puesto Emilio sobre el Partenón yo optaría por dejar las piezas originales como están y hacer una reconstrucción exacta del edificio aparte, para que la gente tuviera una imagen de cómo fue (con policromados y todo).
ResponderEliminarAhora bien: no se puede generalizar, y es posible que cada obra requiera una intervención concreta (aunque, para mí, siempre partiendo de ese principio). Por esa razón --y volviendo al mundo del tebeo y de Prince Valiant-- no soy partidario de la opción Adolfo García, y sí de la que propugna Caldas, quien asegura (y le vuelvo a citar literalmente, como ya hice en la entrada):
«Yo defiendo —y en eso estoy completamente de acuerdo con él— que la forma correcta, la ABSOLUTAMENTE correcta, de restaurar el color no es recolorear pero [sic] simplemente escanear cuidadosamente las pruebas en color que existen y corregir los defectos de impresión que, como se ve en la edición de Fantas [sic], tienen».
Con tramas y todo —añado yo—, puesto que también forman parte de la obra, tal como fue publicada originalmente.
¡Hombre CHARLES, también te echaba de menos!
ResponderEliminarDe acuerdo en todo lo que dices, menos en lo de las tramas. Después de hablar con Caldas —que, como ya has visto en la entrada no es partidario de recolorear ni de quitar las tramas—, la verdad es que yo no tengo claro que el resultado fuera el apetecible. Pero ya digo que no puedo hablar del tema por experiencia propia, sino sólo por lo que veo.
Otro abrazo para ti.
Por cierto: como supuso, acertada y sagazmente, EMILIO en un comentario anterior, el apéndice con ilustraciones que aparece al final del primer volumen se debió poner, en efecto, para redondear el numero de páginas de ese volumen (puesto que la serie no comenzó a publicarse a principios del año 1937, sino el 13 de febrero). Había que llenar, pues, el vacío correspondiente a esas seis dominicales que no existen --en realidad "sabáticas", pues PV empezó a publicarse en sábado-- con algo, de modo que hubiera un número de páginas equivalentes a las de un año completo. Y se eligieron esas ilustraciones. Por ello, ni el segundo, ni el tercer volumen incluyen dicho apéndice. Y es una lástima.
ResponderEliminarHola
ResponderEliminarA mi personalmente me gusta mas el color (de los tomos 1937 y 1938)de Pda que el de la la edicion norteamericana.
Un saludo.
Pues mira, ANÓNIMO de las 19:47:
ResponderEliminarDebo decirte que coincido contigo (como has podido ver por la entrada). Los tonos de la edición de Fantagraphics están demasiado subidos. Pero no olvidemos, sin embargo, que son los que deberían tomarse como referencia para hacer esa famosa y comentada edición "definitiva". Bueno, a la entrada me remito sobre la cuestión de tonos más suaves o menos suaves...
Un saludo.
Hay otro bocadillo en la página 117
ResponderEliminarEfectivamente, EDUARDO. No me acordaba de él. Pero es muy extraño, pues no está cerrado y además incluye no sólo el diálogo, sino también la parte del guión correspondiente al narrador (lo cual choca de lleno con la lógica habitual). Se puede ver una imagen bien detallada en el libro de Caldas (Foster y Val, p. 81). Y seguramente nuestro amigo Pablo --quien dijo que poseía el original de dicha plancha--, si vuelve a visitarnos podría confirmarnos su presencia.
ResponderEliminarEn fin. Yo no sé, la verdad, si esos elementos fueron realizados por el propio Foster, o añadidos a posteriori en KFS, o por otras manos posteriores, porque tienen un aspecto tan improvisado y son tan irregulares y extraños, están tan mal acabados, que no me cuadran con el perfeccionismo del creador de la saga...
Gracias por la aportación Eduardo.
Un saludo.
Hola Alberich
ResponderEliminarEl oríginal que yo tengo es el mismo con el que han hecho el análisis del color los amigos de CHT. Este: http://cafurl.com?i=17507
Pero ahí no aparece ningún bocadillo.
Aclarado queda, amigo PABLO. Efectivamente, en ese original que tienes (y a cuya imagen nos remites) no es donde está el bocadillo al que se refirió Eduardo.
ResponderEliminarÉste aparece en la viñeta segunda de la plancha de cierre (nº 117) de uno de los episodios más famosos de la saga: el de la Cueva del tiempo. Y como dijiste que en tu original aparecía precisamente una "cueva" --y además se da la circunstancia de que tanto los amigos de CHT, como yo mismo también analizamos el color de la tira central de dicha plancha--, pues di por supuesto que la que tú tenías era esa misma. Pero ahora todo queda aclarado.
Gracias de nuevo.
¡Ufff! No sé si lo he explicado bien... Y es que a veces soy tan despistado...
Querido Alberich:
ResponderEliminarHoy tengo un poquito más de tiempo y puedo extenderme en mi opinión sobre 'restauración' y 'restauraciones'.
En primer lugar, de la obra de Foster queda lo que queda y eso es incuestionable. A partir de ahí podemos hablar.
Quedan los originales que quedan, unido a las verciones amarilleadas de las dominicales (que por cierto no son todas iguales) y sería extraordinario tener una buena edición que publicara a buen tamaño lo que se hizo, tanto en color como sin color y demás aditamentos.
Pero eso no va a ser un trabajo sencillo y posiblemente requiera la creación de una Fundación mundial que intentara salvar, resguardar y reproducir digitalmente lo salvable del patrimonio de Foster (ultimamente se perdieron en un incendio en USA cerca de treinta originales). La KFS no creo que esté por la labor...
En cuanto a lo que seria una edición basándose en el color de las páginas dominicales, convenientemente restauradas y con los problemas del envejecimiento del papel solventados (como dice el amigo Caldas) es factible (aunque no fácil) y creo saber de lo que hablo, por lo menos hasta donde ha llegado nuestro querido editor. No me voy a extender sobre el tema del punto y demás cuestiones adláteres, por ser especializadas y poco interesantes para la mayor parte de la gente.
Se podría realizar un mágnifico libro aportando imagenes de originales, impresiones de dominicales y restauración efectuada. Una bonita idea que brindo al que pueda hacerla y tenga tiempo para ello.
En relación a Fantagraphics (que por cierto ha tomado algunas páginas de Bocola), es lamentable que se les haya 'colado' la página 213, en la que se trasparenta la contrapágina dominical. Pero en lineas generales es una buena edición, que va mejorando tomo a tomo.
Otra cuestión es las adaptaciones individualizadas de color o la realizada por Adolfo Garcia. Yo particularmente no coincido con ellas, pero no es por cuestiones puristas, sino porque no terminan de convencerme del todo (lo que no quiere decir que esten mal).
Y dejo para el final un tema a debate, que es sobre si Foster con otros medios hubiera hecho un color distintos. No creo que pueda saberse a ciencia cierta, pero desde luego lo que yo he defendido en alguna ocasión no tiene nada que ver con rebajar los colores (que es lo que hace Bocola), sino con hacer una versión de lo que Foster autorizó, manteniendo la tónica general del color, pero naturalizandolos convenientemente.
Incluso el mismo Foster decía en alguna entrevista que la adaptación al color habia ido bajando en calidad con el tiempo. Los elementos que se requieren como referentes para ello son las muestras de portadas de los librod del P.V. que Foster nos dejó (pusimos una muy bonita con los humos hace tiempo), algunos trabajos suyos de ilustración, mucha paciencia, un gusto exquisito y mimético, a lo que habría que añadir unos medios que no creo que fueran fáciles de obtener (aunque siempre hay millonarios rusos con el deseo de obtener cosas casi imposibles).
Discutir sobre esto sin versiones concretas sobre el papel es un poco absurdo y, desde luego, dista mucho de trasformar un rojo escarlata en uno anaranjado, pretendiendo que eso es un acuarelado o una versión mejorada.
Recibe un abrazo de un impenitente seguidor de tu blog.
La verdad, CHARLES, es que la idea de una fundación o un instituto internacional que se encargara de conservar, restaurar y publicar en condiciones no sólo la obra de Foster, sino todo el material de tebeos clásicos es una idea estupenda. ¿No existe ya algo así en este ajetreado mundo? En todo caso, sería el único modo de conseguir, al menos, una coordinación de esfuerzos en pro de esa preservación. Otra cosa es que se pudieran editar sus teóricos resultados (pues ya sabemos que ahí hacen falta las editoriales y éstas, por regla general, suelen pensar en términos de beneficios económicos). Pero bueno, la existencia de dicho organismo ya sería un punto muy positivo. Por cierto: ahora que habéis paralizado la revista CHT-papel, ¿por qué no os poneís a organizar dicho organismo? Je, je, je... Es una broma, claro.
ResponderEliminarYo estoy convencido de que si Foster hubiera vivido hoy habría hecho algo seguramente bien distinto a lo que realizó en su momento (y no sólo a nivel de color, sino también en el dibujo). ¡¡Con la cantidad de posibilidades que existen hoy en día!! Pero el problema es que no vive, y nadie --absolutamente nadie-- puede saber (siquiera suponer) qué le habría gustado y qué habría hecho. Por eso, ciertas propuestas "restauradoras" me parece que van más allá de lo que aconseja la prudencia.
Lo que, en mi modesta opinión, debe hacerse para obtener una edición lo más cercana a la original --con todas sus limitaciones (que también forman parte de la esencia de la obra)-- ya lo he dicho en la entrada. A ello remito, pues.
En fin, que sigue habiendo mucha tela que cortar en todo lo relativo a PV.
¿Y lo bien que nos lo pasamos hablando de ello? ¿Será verdad que somos unos "friquis"?
Otro abrazo para ti (impenitente).
Todo viene a cuento de que todos tenemos gustos diferentes (Y un pequeño editor dentro je je).
ResponderEliminarA mí personalmente me gustaría tener de PV todas las ediciones posibles. Maldito dinero.....
Keops
Espectacular entrada, sí señor.
ResponderEliminarJo, cómo trabajáis en el Nibeljeim ese. Yo quiero!
Hola MANUEL.
ResponderEliminarY tú que lo digas... Je, je, je... ¡No veas cómo tengo a mis nibelungos! ¡Curran como idem para mantener esto a toda máquina...! Y más les vale, ¿eh? Porque están atados bien cortito. ¡¡Pero qué malísimo soy!! ¡¡Muaaaaahhhhhaaaaahhhhh!!
Por cierto: muy "juanramonesca" esa interpretación de Nibelheim... (o unamunesca, que también a don Miguel le daba por tirar de las "j", aunque con más mesura que al de Moguer).
Gracias por tu visita (y un honor, "maehtro").
Estimado Alberich: no solo quiero felicitarle por la calidad de las entradas de su bitácora, sino también por esa exquisita amabilidad, rara en estos tiempos, que usted muestra al contestar a todos los que pasan por aquí.
ResponderEliminarYo completé la anterior edición de Planeta y no voy poder hacer lo mismo con esta por problemas de espacio (aunque vendiera, regalara o donara la anterior, no me cabría). Me conformaré con llegar hasta el tomo 6 (con lo que tendré una alternativa a los tres primeros tomos de la edición anterior). De todas formas, tengo que decir que esta edición es muy buena y absolutamente recomendable. Los que llevamos algunas décadas siguiendo la serie (Buru Lan, B, Planeta, Panini, ...) debemos coincidir, creo, en esto.
Gracias por todo.
Saludos cordiales.
Amigo CARLOS R., bienvenido y muchas gracias por esa felicitación, que haces extensiva al conjunto del blog (por cierto, te ruego que me tutees también).
ResponderEliminarMe alegra mucho que te guste el "tonillo" que le voy dando. Ten en cuenta que todavía está en rodaje, pese al tiempo que lleva abierto. Y es que encontrar un hueco en la red, con la cantidad de blogs y bitácoras que hay, no es tarea fácil.
Lo de las respuestas me parece una cuestión de cortesía: salvo para los maleducados o groseros --afortunadamente este blog es tan desconocido que de esos hay pocos (lo mismo que trolls)--, creo que mi obligación es responder a todo el que comenta, puesto que el hacerlo significa haber leído la entrada (y los comentarios), pararse a pensar qué decir y ponerse a escribir. Es decir, existe una voluntad de intercambiar información, y lo mínimo que yo puedo hacer es contestar a sus intervenciones (cosa en la que no escatimó esfuerzos, como podrás ver). Hombre, si este sitio fuera como otros famosos de la blogosfera, pues seguramente me sería imposible responder a todos los comentarios. Pero como no es el caso... De momento, je, je, je...
Respecto del nuevo coleccionable de PV, tu opción es una más, desde luego, y comprendo las razones para no completarla. El tema del espacio termina convirtiéndose en una cosa bastante seria (dímelo a mí, también). Pero es lástima que uno deje pasar la mejor ocasión que ha existido hasta la fecha en nuestro país de tener esta saga en color y con cierta calidad. Pero, en fin... Cada uno tiene sus problemas y preferencias.
En todo caso, vuelve por aquí cuando quieras, amigo.
Un saludo cordial.
!@#€$%&¡
ResponderEliminarCaro ALBERICH, me has pillado en plena vorágine del Festival donostiarra y no puedo extenderme ni un adarme (veré de hacerlo cuando pase la orgía cinéfaga, que no cinéfila precisamente) sobre elparticular.
Me he comprado la primera entrega de los extraterrestres (de los del el Planeta de Agostini, copirrái Tip). La pregunta, fruto de las dudas hamletianas: ¿Vas a hacer la colección? A lo mejor ya lo has dicho, pero te repito lo de la vorágine, que tengo que prepararme para ir a ver otra pelí, después de las dos que llevo.
Un afectuoso zarpazo.
Hola LINDO, ¿qué tal?
ResponderEliminarPregunta quasi existencialista la tuya. ¡¡Bufff!! ¿Que si voy a hacer todo el coleccionable?
Bueno, para empezar he de confesarte que he sido siempre un coleccionista bastante malo y muy inconstante. No olvidemos, por otro lado, que esta edición se compone, nada menos, que de ¡¡¡75 volúmenes!!! Ambos son elementos de partida ciertamente negativos. No obstante, a mí me gustaría llegar hasta el final, pues el material de Cullen Murphy y de Gianni, aunque no sea tan interesante como el de Foster, es más desconocido para mí y creo que merece la pena tenerlo todo también. De hecho, ese carácter exhaustivo y "completista" es una de las mayores bazas que tiene la colección (y no creo que volvamos a verlo por estos lares en mucho tiempo). En fin, Serafín... Mi intención, en todo caso, es ir dejándome llevar un poco por las circunstancias, aunque con voluntad de completarla. Pero ya veremos.
Un abrazo.
Pues a mi me sucede algo parecido. Creo que voy a comprarla, pero condicionado a vender la anterior, la de Ed. B. (puede que malvender). Pero soy inconstante. Desde luego, no creo que llegue a Cullen Murphy, pero con los nº 2 y 3 delante, es una gran edición y una gran tentación.
ResponderEliminarYo creo que lo mejor es, como digo en el comentario anterior, dejarse llevar y comprar hasta donde alcancen las fuerzas (y el dinero, y la falta de espacio...).
ResponderEliminarla edición de Planeta - Bocola es formidable y cada vez irá a mejor, ya vereis...
ResponderEliminarOjalá en un futuro no muy lejano pueda sacar Caldas su PV en color y agran formato.
www.asleiturasdopedro.blogspot.com
Pinchar en Manuel caldas y vereis la entrevista que le han hecho al portugués, con fotos y todo.
En el tomo correspondiente a 1942 de PdA salen dos o tres páginas con intolerables defectos de línea, error de Bocola o de PdA?? Creo que esto no acabará bien.
ResponderEliminarHola KASTOR.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario y disculpa por el retraso en mi respuesta.
Tu información sobre la entrevista de Caldas me dio la idea para diseñar una especie de "Tabón de anuncios del Nibelheim" donde poder colgar todas las noticias y datos interesantes que algunos de vosotros ponéis en vuestros comentarios. A ver si lo estudio con detenimiento.
Gracias de nuevo por tu intervención y vuelve cuando quieras.
Efectivamente, amigo ANÓNIMO de las 12:57 fue una de las primeras cosas que vi y tampoco me gustó nada de nada.
ResponderEliminarNo podría decirte si el defecto es de la edición original de Bocola, pue no tengo el libro, pero te aseguro que estaré muy atento a lo que vaya ocurriendo en el futuro. Y, vamos, lo tengo clarísimo: si los fallos siguen apareciendo, pues se acabó la nueva edición de PdA. Reconozco que sería una pena, eso sí, y creo que debemos dar un margen de confianza, pero ya digo: si los errores se repiten, pues ¡listo...!
Un saludo y sabe que estás en tu cueva.
Perdonad mi ignorancia, pero ¿Que son los defectos de línea y en que página están?
ResponderEliminarGracias.
Son errores que saltan a primera vista, sucede en las planchas 275,276 y 277, en donde la línea negra practicamente ha desaparecido o está tan desvaída que el dibujo aparece incompleto. Según un comentario en CHT alguien que tiene o conoce la edición alemana, esos fallos también están presentes allí, pero que a partir del tomo 10 alemán ( a partir del tomo 9 de PdA) la calidad mejora espectacularmente en cuanto a línea. Veremos.
ResponderEliminarLas lineas de las planchas 275, 276 y 277 en la version de Ediciones B (phantagraphics)están mas claras aunque los colores son peores.
ResponderEliminar¿Cómo es que en la plancha 257, última viñeta, falta la cabeza de un perro , tanto en la versión de Planeta (Bocola)como en la de Ediciones B (Phantagraphics), y sí está en la de Manuel Caldas ?
He encontrado que la encuadernación de Planeta no es muy esmerada. Pues en algun volumen los hilos de cosido están flojos y en otros la tapa delantera y la trasera no coinciden, y a veces en el interior algunas planchas quedan a diferente nivel (izquierda y derecha).
Saludos.
La cabeza del perro fue censura en su epoca y no se publicó en los periódicos. Caldas la encontró en una foto de la plancha original que estubo a la venta en Ebay hace unos años. En la edición de Fantagraphics también aparece la cabeza
ResponderEliminarPRUEBA DE VIDA:
ResponderEliminarLa edición de Bocola en sus primeros cinco tomos tiene algunas "pocas planchas" que quizás no sean todo lo deseable que nos gustarían que fuese. Pero eso no desmerece el trabajo hecho de restauración por el editor alemán.
En la edición alemana, al principio de los tomos en los créditos se dan los nombres de los que han hecho posible la rstauración digital y remasterización de las planchas de periodico antiguas.
Y con fecha de 1947 (tomo 6 de Bocola) la remasterización y restauración digital de los tomos cambian de manos, y eso se notará y bastante, en los sucesivos tomos que vayan saliendo.
Y Pda. no tiene la culpa de esas pocas planchas que aparecen con algo de falta de nitidez o empastadas (son muy pocas) como por ejemplo la plancha 337, que saldrá esta semana a la venta. Planeta saca lo que le dan, pero hasta la fecha no esta mal, es más, os diré que hasta la edición de planeta está siendo más limpia que la alemana. Y lo mejor está por venir...
CÉSAR, todos esos defectos que señalas pienso que son taras puntuales. Ve al quiosco donde compraste el volumen defectuoso y dile que te lo cambien. Yo también me he encontrado con esos fallos (y algunos otros: golpes por una mala manipulación, por ejemplo) y está claro que no los paso por alto. Le digo al quiosquero que me deje examinar bien los ejemplares que tiene, para escoger el mejor de entre ellos, y santas pascuas. Eso sí, como vienen retractilados pues no puedo examinarlos por dentro, pero ahí ya no se puede hacer nada hasta que uno está en casa. De todas formas, si el libro estuviera defectuoso estoy convencido de que no habría problema alguno para devolverlo y cambiarlo.
ResponderEliminarEn cuanto a lo de la famosa cabeza de perro censurada, veo que ya te lo ha explicado perfectamente el amigo LEÓNIDAS. En las nuevas ediciones esta censura ha desaparecido (Caldas, nueva edición de Fantagraphics). E incluso en esta última nos han ahorrado la ñoña versión (políticamente correcta) que suavizaba el salvaje humorismo de Val. En este sentido, es famosa la modificación que sufrió el texto en el episodio que se desarrolla en la plancha 50, cuando Val asesina --así, literalmente-- a uno de sus enemigos, dejándolo caer al vacío. Por desgracia, en la edición de Caldas aparece la versión light. En la de Planeta 2011, sin embargo, aunque no se respeta toda la crueldad refinada del diálogo de Val en la viñeta sexta, hay que decir que el traductor sí la ha sugerido, en buena medida, en la viñeta siguiente (la séptima), al dejar bien claro que el sicario cae al vacío porque Val le suelta. En el caso de Bocola no sé cómo se habrá traducido el texto. ¿Alguien que tenga el volumen podria aclarárnoslo?
Muchas gracias, ANÓNIMO de las 00:44, por la completa información que nos has dado sobre la edición de Bocola. Tus palabras nos dan ánimo (eso creo) y confirman que nos hallamos ante la mejor edición en color realizada, hasta ahora, en nuestro país. En todo caso, son buenas noticias.
ResponderEliminarGracias again.
Gracias por las aclaraciones, Leónidas, Anónimo y Alberich.
ResponderEliminarGran detalle el del señor Manuel Caldas con lo de la foto de la viñeta del perro, no me lo imagino por parte de otro editor.
A ver como viene el tomo de 1943.
Examinaré bien el tomo en el quiosco (por fuera).
En la versión de Ediciones B, a partir de la plancha 317 (3-7-43) hay un cambio a un color muy diferente de las anteriores planchas, con algunas que están bien y otras con manchas oscuras. En la plancha 749 (17/6/51) vuelven a cambiar hasta la 1116. En la 1117 (7-6-58) vuelve a cambiar con difetentes altibajos hasta la plancha 1788 y después sigue con pequeños cambios hasta la 2908.
¿A qué se deben tantos tipos de coloreados ?
¿ En la versión de Bocola hay cambios de coloreado o mantiene siempre los mismos tonos y colores ?
Saludos.
La edición de Príncipe Valiente de Ediciones B, las planchas 749 a 1116, pertenen a reproducciones de periódicos antiguos. Para mí es lo mejor de aquella edición de Val, aunque estubiera muy deteriorado el color y la línea negra...
ResponderEliminar>> La versión de Bocola mantiene los mismos tonos y colores en toda la edición.
A veces la nitidez de una plancha depende mucho del impresor de turno...y sobre esto cito un caso: Buru-Lan editó PV en 1972. Muhas páginas de esa obra salieron muy empastadas en negro tendentes a la mancha. Pues bien, diez años después, la misma editorial , edito uno o dos tomos de 44 páginas en cartoné, con mejor papel e impresión. La sorpresa fué que utilizando Buru-Lan los mismos fotolitos del 72, ahora las planchas editadas salian con gran nitidez y con la línea negra bien definida.
Con esto llego a la conclusión que muchas veces los defectos que vemos en las planchas son debido a los impresores...
Como bien dice Alberich, esos fallos deben de ser puntuales, pues en mi tomo las líneas negras de esas tres páginas están impecables.
ResponderEliminarPor lo que respecta a los golpes, me tendré que aguantar al tener la reserva garantizada y venir a mi nombre. Eso sí, si viene muy golpeado pienso devolverlo y pedir uno nuevo.
No sé si estas colecciones se distribuyen completas en las grandes ciudades, pero en pequeñas ciudades, como la mía, a partir de la 7ª u 8º entrega desaparece del mercado. Por eso que me he apuntado a la reserva garantizada y no me extrañaría que al cabo de un año solo editen los que están reservados y sean difíciles de encontrar, como pasa ahora mismo con la colección de Jabato de Planeta.
Saludos.
Gracias de nuevo.
ResponderEliminarMuy bien el tomo 7 (1943). Observo que a partir de la plancha 330 cambia el tamaño de la página y la plancha 337 no la veo empastada como comentaba Anónimo (4/10 00:44). Como también dijo Anónimo, se mantienen los colores (no cambian como en Ediciones B).
ANDRESVINAROS: en el quiosco de mi barrio (Barcelona), de los numeros 6 (1942) y 7 (1943) el quiosquero ya solo tenia 3 ejemplares para escoger, reservados para las 3 personas que hemos hecho la reserva garantizada.
A partir del numero 8 ya llegan con el nombre, pero me ha dicho el del quiosco que si no está bien el ejemplar lo devuelve y pide otro como ocurre con las suscripciones.
En la edición de Bocola la plancha 337 sale muy emborronada en negro (por lo menos en el tomo que yo adquirí hace ya tiempo)
ResponderEliminarMe alegro que en la edición de Planeta salga bien. Esto demuestra que muchos fallos son por culpa de las rotativas de impresión y no del restaurador de la obra. Y planeta se está esmerando en que su edición en español nos llegue con la máxima nitidez posible y esto es de agradecer.
Otra cosa sería que más adelante hiciera una edición limitada con mejor papel y a gran formato...
Veo, queridos amigos visitantes, que estáis más o menos contentos con la nueva edición 2011 de PdA. Algún fallo de vez en cuando --que, tal como hemos visto, muchas veces se deben al impresor (imponderable difícil de evitar-- y ciertos desperfectos producidos por el transporte de los libros. Pero todo va, al parecer, viento en popa.
ResponderEliminarEso está bien. A ver si todo sigue así y el nuevo coleccionable concluye felizmente. Confiemos, pues, en que la cosa siga adelante...
Quizá convendría hacer un alto en el camino y publicar algunas reflexiones sobre los volúmenes publicados hasta la fecha. ¡Pero es que voy tan mal de tiempo...! Las entradas se me acumulan y no hay forma de sacarlas todas adelante...
Si la próxima semana nos llega la edición de PV de Fantagraphics, el tomo 4 (así viene en amazon) se dará la feliz coincidencia que tendremos para cotejar esos dos años publicados 1943-1944 con el tomo de esta semana de Pda y con el de la semana que viene, que son los mismos años que la edición americana de "fantas"
ResponderEliminarY si el editor portugués saca el próximo més el tomo correspondiente a los años 1949-1950, entonces podremos también cotejarlo con los mismos tomos de la edición de Bocola que saldran a la par con los de Manuel Caldas.
Que siga la aventura...
Después de echar cuentas, me temo que la edición de Planeta se va a "zampar" a la de Bocola antes de que esta llegue a publicar el tomo 18, último de la etapa completa de Foster, y que previsiblemente saldrá en julio de 2012. A ver que se saca de la manga Planeta para los últimos años de Foster si no puede tirar de la edición de Bocola.
ResponderEliminarHuy que miedo me da este último comentario, ¿hay alguien que se está haciendo la colección de Bocola y que nos pueda cerciorar tal noticia?
ResponderEliminar¿A ver si a partir de tal número Planeta coge el color de la Edición Histórica? por poner un ejemplo.
Como bien se decía dias anteriores el color de Bocola va mejorando y se nota, también desde la placa 330 el tamaño interior de las viñetas es mas grande al desaparecer la cabecera y haber menos espacio en blanco por abajo, cosa que se agradece.
Puede que Planeta decida cancelar la colección antes de llegar al volumen 18. Los puristas agradecen
ResponderEliminarToni Torvila
ResponderEliminarEs curioso pero tanto en la web de Bocola como en Amazon.de el último libro que aparece de la etapa Foster es el 16 correspondiente a 1967-68, sin embargo ya están disponibles con nueva numeración desde el 1 la etapa Murphy con los tres primeros tomos editados, el tercero de ellos correspomdiente a 1975-76.
Lo cual, a falta del libro 17, que puede que esté editado y aparezca visible, tenemos garantizada la etapa Foster por parte de PdA,ya que el 18 es en realidad el 1 de la etapa Foster-Murphy (1971-72)
"tenemos garantizada la etapa Foster"
ResponderEliminarQue pena
¿Qué pena por? ¿Podrías aclararlo, amigo C. A. S.? ¿Acaso no quieres que salga adelante el coleccionable de PdA? ¿Tienes algún motivo concreto para ello? ¿Podemos conocerlo, si no te importa?
ResponderEliminar...el que Bocola no tenga editado el tomo 17 de PV en Alemania no le resta credibilidad a su publicación en Planeta -España. Sencillamente, las planchas pueden estar restauradas, a falta de publicarlas en su fecha.
ResponderEliminarLo que si creo que sería una buena noticia es que al terminar esta edición de Bocola, el editor alemán llegara a un acuerdo bipartito con Manuel Caldas, y le diera color a las planchas en byn restauradas por el luso. Y que esa fuese la "genuina edición CAMELOT" a formato de periódico. O que las editen en formato digital...y cada cual en casa las vea en el formato que más le plazca...
Ya se pueden visualizar las primeras planchas de el tomo 4 de Fantagraphics en la página web de dicha editorial y son estupendas...
Eso sería estupendo, amigo KASTOR, pero el problema es que KFS/Biplano no le concede los derechos a Caldas para que pueda editar PV en español (ellos prefieren trabajar con editoriales grandes). Por otro lado, y aun en el supuesto de que tales derechos los detentara Bocola y aceptara colaborar con el bueno del portugués, ¿en qué idioma iba a publicar la editorial alemana esa edición? ¿En español? Lo veo difícil (por mucha capacidad de convicción que tuviera el luso). Para hacer lo que tú dices, sería necesario que fuera la propia Bocola quien pidiera esos derechos de edición en español, cosa que no tiene mucho sentido. Sólo si se diera tal caso de colaboración absolutamente desinteresada entre la editorial alemana y el luso tendríamos lo que tú quieres.
ResponderEliminarEn fin, Serafín. Es una lástima, pero parece que ese deseo que tú manifiestas --y que muchos otros mantenemos oculto en nuestro corazón-- no llegará a realizarse (al menos de momento).
Por favor, amigos de Val, necesito vuestra opinión en cuanto al tomo 7 - 1943 publicado la semana pasada.
ResponderEliminarEn mi tomo, en lo que es la mancha de página ,todos los espacios dedicados a los textos me vienen en gris, y no en blanco como debería de ser, es más, en ninguna plancha del tomo, le ha sido aplicado el color blanco.
¿Os pasa lo mismo a vosotros?
Agradecería vuestra opinión en este tema.
Es cierto Kastor, tanto en los espacios del texto como en el resto de las viñetas, el blanco ha sido sustituido por el gris, a veces mas oscuro y otras mas claro, que podría pasar por blanco.
ResponderEliminarNo se a que puede ser debido, a ver si alguien sabe el motivo.
El motivo me da que se trata de una nueva chapuza de Planeta, y punto. Y eso que sólo vamos por el tomo 7. Miedo me da. Yo me he suscrito por correo y sólo he recibido los cuatro primeros, pero en cuanto vea esta chapuza que contáis, reclamación al canto. Y si no hay solución, finiquito la suscripción. Si os interesa, el teléfono de suscripciones es el 902114544.
ResponderEliminarPues yo ni siquiera había abierto hasta el momento mi ejemplar, pero tras la observación de KASTOR he comprobado que le ocurre lo mismo: ni un solo blanco en todo el volumen. Se trata, por ende, de una característica de la edición, pues tres casos ya son demasiada casualidad. Mas para poder profundizar un poco en la causa que explique esta peculiaridad parece evidente que necesitamos la ayuda de un "bocolita" (= dícese de los coleccionistas de la edición alemana de Bocola). ¿También allí el tono blanco del papel ha sido sustituido por esas tonalidades grises?
ResponderEliminarBueno... Estas son las cosas que podrían llevarme a decidir no completar la colección (y bien que lo sentiría, por cierto). Pero será mejor no precipitarse y profundizar un poco en el problema.
Mira por dónde, no hay mal que por bien no venga. C. A. S. seguro que está contento (al menos alguien sale ganando).
ResponderEliminar...en la edición alemana de Bocola el tomo 4 corespondiente al 7 y 8 de Pda, salen todos los colores, incluido el blanco, y los textos, estan puestos en espacios en blanco.
ResponderEliminarPero no vale achacar de chapuza a Planeta. En todo caso esto es un error craso de la empresa de impresión. Por supuesto, sí culpo a Pda por no abrir los libros cuando los recibe y verificar su estado. Llamemos al servicio de atención al cliente y demos las quejas. Es nuestro derecho...pero no destrocemos una iniciativa en la que todos vamos a salir beneficiados.
Planeta tendra sus fallos, algunas veces, achacable a ellos y otras no. Pero no olvidemos los precios invatibles que tiene, por ejemplo el tomo 2 de theodore Poussin -el integral- sale de precio a 18.95 euros.
Gracias por tu aclaración, amigo ANÓNIMO de las 23:46, sobre la edición de Bocola. El dato es muy interesante y despeja, en buena medida, los negros nubarrones que empezaban a extenderse por aquí (conste que yo creo que PdA también se merece ese margen de confianza que muchos le niegan, y así lo he defendido más de una vez, empezando por este mismo coleccionable).
ResponderEliminarUn saludo cordial y vuelve cuando lo desees.
Es Planeta quien me ha vendido el libro, y es Planeta a quien hay que exigirle responsabilidades. Si toda la tirada de este número ha salido defectuosa, a reimprimir o a la mierda la iniciativa. El margen de confianza habrá que dárselo cuando me entere de que van a corregir este error, no de que no se volverá a repetir.
ResponderEliminarReclamad, reclamad. Puede que asi Planeta pare aun antes de completar la etapa Foster
ResponderEliminarANÓNIMO de las 9:41 escribió:
ResponderEliminar"El margen de confianza habrá que dárselo cuando me entere de que van a corregir este error".
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No hombre, hay que dárselo ahora, hasta ver qué hace (pues en caso contrario no sería ni margen, ni denotaría confianza). Pero luego, si la decisión tomada no nos satisface, pues entonces que cada cual adopte las medidas que considere oportunas. Yo, desde luego, creo que sé lo que haré.
En todo caso, y como decía el amigo ANÓNIMO que escribió ayer, a las 23:46, yo creo que el personal debería empezar a reclamar (al menos para que quede constancia). Yo ya lo he hecho, por cierto, y os invito a actuar de igual modo.
Un saludo.
...gracias amigos por vuestros comentarios. Ahora ya sé que esto es un fallo puntual, que quizás no se repita, si todos llamamos al servicio de atención al cliente y damos la correspondiente queja.
ResponderEliminarDe todas formas el tomo 7 -1943 no queda emborronado y se puede leer y visionar perfectamente, eso sí, dando la impresión de páginas antiguas de periodico, pero nada más...
>> C.A.S. = comprate el coleccionable y alegrate la vida hombre, que sólo son cuatro días.
No, no es fallo de las imprentas. Os explico.
ResponderEliminarEl lomo del tomo si tiene "blancos" por ejemplo el semental rojo del traje de Val tiene el circulo en "blanco".
Las páginas de introducción con el título: El Neomediaveo" desde la página cinco hasta la nueve, contiene siete viñetas con sus blancos correspondientes. Si fuera error de impresión nada hubiera salido en blanco.
Además la sundays 345, la viñeta última donde Val llega vestido de trovador al castillo de su padre, en el tomo 1 salió esa misma viñeta, en publicidad, cómo página publicable y salió allí con sus "blancos" (o el cuadernillo promocional)
El error es de post producción.No del impresor. Planeta debería de cambiar esta tirada.
Toni Torvila
ResponderEliminarEstoy suscrito a la colección desde hace muy poco, así que ese ejemplar defectuoso no lo recibiré junto a los tres siguientes hasta principios de noviembre por lo menos, así que no puedo constatar ese defecto y si me tocará a mi en caso de que se trate solo de un defecto en parte de la edición,(antes el suscriptor recibía el producto antes que el kiosko y ahora tengo que esperar mientras lo veo expuesto, esto de por si ya molesta)En el folleto de suscripción dice en un recuadro azul "Garantía Planeta de Agostini" donde indica la calidad de los ejemplares de esta colección. Así que si el fallo es en toda la edición,deberán reimprimir ese tomo para colmar a quien reclame. Si no lo hacen, podríamos llamar a esto de estafa, ya llevamos dos fallos junto con el tomo anterior donde salen tres páginas con fallos de línea (alguien dijo que en Bocola también está el defecto, en contradicción de otro amigo que dijo que su ejemplar está nítido y bien)En todo caso reclamar, reclamar y reclamar, pues nos lo venden como algo "definitivo".
En cuanto a lo que expone C.A.S., no se si es que maneja información privilegiada, pero en el folleto dice que se garantiza la colección y no se subirá el precio a suscriptores mientras dure su publicación. Eso de por sí ya es un contrato. Es como si me pongo a coleccionar el barquito en piezas por entregas, y cuando ya solo me faltan el último mástil y el último cañón van y lo cancelan. Eso sería estafa que daría lugar al reembolso de todo lo pagado.
Estas grandes editoriales cuando lanzan un coleccionable ya han hecho un estudio de mercado previamente, lo que ocurre es que la tirada se adecúa a la demanda real, ganan dinero con los primeros ejemplares, pero después muchos lo abandonan, las previsiones sobre las suscripciones y reservas en kiosko les permiten controlar unos mínimos rentables. Aprovechan también las tiradas para, con diferentes tapas, hacer ediciones especiales para comercializar por otros canales. No olvidemos que el mercado hispanoamericano, con sus filiales en esos paises,demandan buena parte de la edición para su distribución allí. Vamos, que Planeta no vive de incertidumbres, sabe cuan rentable o no va a ser su producto,por eso más que directores de arte, tienen en nómina una legión de expertos en marcadotecnia.
ResponderEliminarHola.
ResponderEliminarAcabo de abrir el volumen 8 (1944) y ocurre lo mismo. Diferentes tonos de gris, para el espacio del texto, figuras, fondos, mar, etc.
¿No será algo buscado expresamente para resaltar la mancha sobre el fondo completamente blanco de la página?
Quizá seria una cuestion que tendria que responder el Sr. Carlos Palomar, editor del proyecto o algun otro responsable de la colección.
Saludos.
Los editores de Pda "ni estan ni se les espera".
ResponderEliminar¿Pero nos creiamos que esta edicion seria la definitiva?.Pero como van a matar a la gallina de los huevos de oro.Los editores se rien de los "fanaticos" que compramos este titulo.Dentro de poco saldra otra edicion con otro color y luego otra con el tamaño mayor y los editores haciendo una y otra vez caja.D.Manuel Caldas hace una labor de restauracion titanica y necesaria para abordar otra nueva edicion a color y mayor tamaño,ojala cuente con la situacion y los medios necesarios.
Un saludo.
...."D.Manuel Caldas hace una labor de restauracion titanica y necesaria para abordar otra nueva edicion a color y mayor tamaño,ojala cuente con la situacion y los medios necesarios"...
ResponderEliminarPues a qué espera, que la saque ya y nos de esperanzas...
Yo creo que, al igual que Cesar, lo han hecho para resaltar el dibujo de los márgenes blancos, pero vamos, de ahí a decir que están defectuosos... Ahora bien, creo que ha sido una decisión errónea del editor y que no ha gustado. Habrá que decírselo que no ha gustado.
ResponderEliminarDe momento no he tenido ocasión de ver esos grises que se comenta. Pero no se empezó así, entonces no veo por qué nos vienen ahora con estas, habrá que ver si se continua por esta tendencia o si nos preparan nuevas sorpresitas. Esto es un desastre, señores.
ResponderEliminarBueno, en vista del desaguisado, ya veo que tendré que seguir comprando los tomos de Fantagrafics en el amazon, aunque esperaré a que esten disponibles en la nueva web española a medida que se publiquen nuevos tomos por aquello de los gastos de envío.
ResponderEliminarQué decepcionante está siendo esto de PdA, no se pude sufrir de esta manera, semana tras semana, y encima pagar por ello.
¡300!¿dónde estais?
Me cuesta trabajo pensar --como se ha dicho en algunos comentarios-- que la cuestión de los tonos grises que aparecen sustituyendo al blanco del papel sea una decisión técnica de PdA, encaminada a diferenciar partes de la plancha. Si la edición de referencia es la de Bocola, y si ésta --como se ha dicho en un comentario anterior-- tiene blancos donde debe haber blancos, entonces no se entiende muy bien por qué PdA debería realizar ese cambio. Tengo para mí, y lo siento muy de veras, que es una nueva chapuza de nuestro coloso editorial. Quizá haya que hacer un análisis de los tomos publicados hasta el momento y publicarlo, a modo de balance. No sé...
ResponderEliminarLo que más me jode es que aún no hayan respondido a la reclamación que les envié hace días, a través de su página web. Seguiré esperando un tiempo pero me temo que...
Una lástima, la verdad (aunque imagino que más de uno ya habrá quedado bastante satisfecho)...
Reclamad, reclamad. Puede que asi Planeta pare aun antes de completar la etapa Foster. Y el camino quedará libre para otros
ResponderEliminarVisitad la web de Bocola y en los tomos de la colección alemana, en cada tomo, te dejan ver una plancha de ese volumen. Pinchar en los tomos 4 y 5 (que son los 7- al 10 de Pda) y hay se tiene que ver si esas planchas salen con grises o no, de esta forma se sabrá donde está la rata...
ResponderEliminarPues si no me falla la vista, mirando la web de Bocola, hasta el tomo 10 de Bocola no vuelven los blancos en los textos. Yo adivino ver también en bocola desde el tomo 4 un gris clarito bajo los textos.
ResponderEliminarComo dice ANDRESVINAROS se ven los grises en la edicion de bocola, desde el volumen 4 al 10. Volumen 4 y 5 mas subidos, del volumen 6 al 10 es un gris mas claro. Se ve claramente comparando la viñeta con los margenes.
ResponderEliminar...en la edición de Bocola el papel utilizado en sus tomos es idéntico o parecido al de la edición americana de fantagraphics. No es un papel completamente blanco, es tirando a ahuesado.
ResponderEliminar¿Alguien que haya escrito a PdA para dar parte de los defectos de edición --esos grises en lugar de los blancos preceptivos-- ha recibido contestación o aclaraciones del gigante editor?
ResponderEliminarNo, no han respondido, y mira que sería fácil decir: Es lo que nos ha dado Bocola.
ResponderEliminarDe todos modos, aún con todo, sigo y seguiré comprando esta colección. Tengo la de Ediciones B (hace ya más de veinte años, como pasa el tiempo); he vuelto a cotejar estos números y la diferencia es abrumadora: Manchas absolutamente negras que ahora vemos que son dibujos perfectos y perfectamente visibles; en la edición actual la definición de línea y reproducción del detalle es muchísimo mejor...
Por no hablar de los colores, que muchas veces parece que se aplicaban casi al tuntún.
Todo es superable, pero el salto de calidad entre aquella edición y ésta es enorme, no es una pequeña mejoría.
Y en todo caso, no quiero esperar otros veinte años o los que sean hasta que alguien haga la edición cuasiperfecta, que incluso quizá no llegue nunca.
Gracias, amigo ANÓNIMO de las 10:25 por tu respuesta. Te confesaré en voz bajita, para que nadie pueda reprocharnos nada, que yo también estoy dispuesto a transigir con esa falta de educación y buenos modos de que hace gala PdA. Y es que, coincido contigo (y así lo dejé escrito en la entrada) en la idea de que nunca hemos tenido una edición en color como ésta de PV por nuestro país, de modo que sería lástima desaprovechar la ocasión por una pataleta. Confiemos, en todo caso, para que no se repitan (al menos en exceso) hechos como el que dio lugar a la reclamación.
ResponderEliminarEn fin, Serafín...
Anonimo del PV cabalga de nuevo del 4-11-11 23:56.:
ResponderEliminarRealmente es un misterio lo de los colores de PV de planeta.
Tienes razón, salen labios de color rojo fuerte, pero no siempre y con diferencias dentro de una misma plancha y lo mismo digo de los mofletes.
A parte de eso, los colores en este último tomo (11-1947),por cierto 1948 ?? ¿no sale la semana que viene?,me parecen muy pálidos, tan palidos que se ven a cuadritos o rayas, supongo que será por eso que dicen de la saturación del color. Si no mira por ejemplo la plancha 543 de 1947, tienes palidez, cuadritos y labios con carmín.
En fin todo el tomo parece descolorido pero los labios siguen estando ahí.
Supongo que no hay termino medio, o palidez y cuadritos. O colores mas vivos y super labios y mofletes.
Acuerdate de la edición anterior de planeta y los coloretes de PV.
Supongo que labios y mofletes ya tenían colores chillones en origen por los gustos de la época.
Que alguien aporte mas información, please.
5 de noviembre de 2011 11:10
Todas las muestras de planchas de Bocola de su página web se ven exactamente igual que las de planeta en cuanto a color, en cuanto a mas claro o mas oscuro, puede que un poco mas claro las de bocola, pero de eso no te puedes fiar ni de la pantalla ni de la impresora.
ResponderEliminarQueridos amigos visitantes:
ResponderEliminarIntentaré daros mi opinión en cuanto tenga en mis manos los dos últimos volúmenes de que habláis (los de 1947 y 1948).
Lo cierto es que, por un misterioso motivo que no llego a entender, el quiosco en el que estoy comprando el coleccionable (el de El Corte Inglés de Nuevos Ministerios, ¡¡¡en Madrid!!!) no ha recibido esta semana pasado ningún ejemplar de PV. Y eso que estamos hablando de ¡¡¡¡Madrid!!!! Para que luego digan... De modo que, como no tengo ninguno de esos ejemplares de que habláis, pues no puedo opinar.
Lo único cierto --como bien señala el Anónimo que ha intervenido antes que yo (¿por qué no os ponéis un nick para identificaros mejor?)-- es que la reproducción planetoide parece seguir fielmente la edición de Bocola. Al menos en el tema de los famosos grises que han sustituido a los blancos en cartelas y otras zonas.
Un saludo a todos.
eclamad, reclamad. Puede que asi Planeta pare aun antes de completar la etapa Foster. Y el camino quedará libre para otros
ResponderEliminar¿Y tú crees, ALFREDO BARRÍO, que PdA va a dejar de publicar el coleccionable (o a suspenderlo) porque nosotros reclamemos? Pero si no ha contestado siquiera a las preguntas que se le hicieron por el tema de los grises sustituyendo a los blancos...
ResponderEliminar¿Por qué ese insano deseo de que termine arruinándose el coleccionable "planetoide"? ¿Acaso un público más generalista, al margen de nosotros —los aficionados a PV—, no tiene derecho también a disfrutar de este gran clásico del Noveno Arte, a través de una edición accesible y bastante decente (pese a los fallos), sin necesidad de que alcance los niveles de perfección y purismo que exigimos unos pocos? Porque todos sabemos que una edición "perfecta" (o casi) —al estilo de la que propondría Caldas si consiguiera los derechos de publicación— tendría un público muy, muy reducido. ¿Por qué, entonces, negar la "difusión" de esta obra maestra a cuanta más gente mejor? En fin, Serafín. Espíritu cainita será esto... Digo yo.
Por cierto (y hablando de Caldas): si con lo del "camino libre para otros" te refieres a él, te diré que aunque PdA suspendiera su coleccionable ahora, nuestro bendito portugués posiblemente no conseguiría los derechos para editar PV en color, puesto que es muy difícil que Biplano/KFS se los ceda a un editor pequeño como él. Y es que ellos quieren, según me confesó el propio Caldas en su momento y tal como ya dejé dicho en la entrada que dediqué al tema, a editores grandes y "poderosos", aunque respeten menos a sus compradores (como es el caso de PdA) y hagan peores ediciones.
De todas formas, como ya sabemos todos, afortunadamente siguen existiendo fórmulas para ver en el mercado el PV de Caldas (editor pertinaz donde los haya, gracias a Dios). Las diversas triquiñuelas que nuestro portugués ha utilizado para ello lo demuestran: primero distribución por correo; ahora edición realizada desde Uruguay. Así pues, no parece una condición sine qua non que PdA suspenda su coleccionable —privando de ello a un buen número de potenciales compradores que pueden aficionarse al gran clásico de Foster—, para seguir disfrutando de los primorosos trabajos con que nos regala Caldas. Nuestro benemérito luso podría obtener los derechos para editar en color el personaje fuera de España, pero haciendo volúmenes en español para venderlos aquí (más o menos como ha ocurrido hasta hace poco con su edición en blanco y negro, y como pasa ahora con la jugada “uruguaya”). El problema de la distribución seguiría siendo un engorro, ciertamente, pero… Por otro lado, estaremos de acuerdo en reconocer que Manuel es un editor con un público muy concreto y reducido, pues las obras que publica —merced a su excelencia y calidad— nunca serán mayoritarias. Aunque ojalá ocurriera lo contrario.
En fin, Serafín: ¡nada es perfecto en este mundo! Salvo Ava Gardner, claro.
Se veía venir:
ResponderEliminar"¿Donde está la mayoría de los 300 ?
Estimado miembro de los 300 :
Han pasado ya 3 semanas desde la publicación del 7º volumen de PV en blanco y negro. Si usted ha comprado ya su ejemplar a la editorial La Imprenta de Uruguay (http://pv-la-imprenta.co.nr/ ), enhorabuena y muchas gracias, y no necesita seguir leyendo este mensaje.
Si usted es de los que aún no lo han comprado pero está en situación económica de poder hacerlo, entonces hágalo cuanto antes, para que pueda comprobarse si es una realidad o no que MÁS DE LA MITAD de los 300 han desaparecido para parte incierta y ya no se puede contar con ellos.
Si usted es de los que aún no lo han comprado porque no tiene condiciones económicas para hacerlo... entonces, bueno, lo lamento mucha. Pero mejores días vendrán y podrá entonces comprar su ejemplar, porque muchísimos años se pasarán hasta que la tirada de 600 ejemplares agote. Puede que no haya volumen 8º debido a la dispersión de los imprescindibles 300, pero por lo menos el 7º está garantizado y disponible."
¿había 300 para el Número 6?
ResponderEliminar¿Como hemos pasado a menos de 150 en el número 7?
Es increible...
Buenas, Alfredo. Tengo una colección del Principe Valiente del 1937 al 2011 de Planeta en estado impecable. Urge venderlo por pertenecer a mi difunto marido fallecido hace un año y todo me recuerda a él. Por favor si conoces a alguien que pueda estar interesado, envío fotos. Vivo cerca de Barcelona. Agradecida y siento la intromisión.
ResponderEliminarhá comentários que esta edição virá a ser publicada no Brasil. Será q corrigiram os erros ?
ResponderEliminarresta rezar.
Forte Abraço
Pedro