LA que podríamos denominar "Biblioteca Toppi" sigue adelante su camino en Ninth Ediciones. Así, desde hace algo más de un mes (concretamente desde el 28 de febrero pasado) el lector interesado ya tiene en los anaqueles de las librerías especializadas el segundo volumen de los dedicados al maestro italiano: Warramunga-M'Felewzi. Un libro que, como el precedente (Myetzko-Ogoniok), incluye otras dos historias que, en este caso, fueron dibujadas por el milanés tras el cambio de milenio y cuando se encontraba en plena y fecunda madurez creativa, estimulado por la "carta blanca" que le concedió el editor francés Michel Jans a través de su editorial Mosquito, de la que ya hemos hablado en este blog largo y tendido en diferentes ocasiones (por ejemplo aquí, aquí y aquí).
Ambos relatos vuelven a tratar un tema muy querido por Toppi, y sobre el cual reflexionó, una y otra vez, a lo largo de su carrera: el encuentro —o deberíamos decir mejor el desencuentro, pues dicho contacto se produce de manera traumática y violenta— entre el hombre moderno y urbano y el hombre que podríamos denominar "primitivo". Lleno de prepotencia tecnológica y moral el primero y depositario, el segundo, de una sabiduría ancestral y espontánea, en la que lo mágico juega un papel fundamental y que casi siempre termina saliendo triunfador en el choque. En ambas historias los finales se dejan abiertos y queda a elección del lector decidir si los "perdedores" lo son por factores reales y tangibles o, por el contrario, a causa de consecuencias derivadas de elementos sobrenaturales.
En Warramunga (una historia corta publicada directamente por Mosquito en 2002) Toppi nos sitúa en la sabana de Australia, mostrándonos a dos malvados y codiciosos asesinos sin escrúpulos que huyen de los representantes de la ley y se topan con un enigmático aborigen que da nombre al relato. Desconocemos su procedencia y su destino (ambos llenos de misterio), pero el personaje jugará un papel "corrector" fundamental al final de la historia, que resulta verdaderamente inesperado y desconcertante para el lector. En este caso la Naturaleza, bien que auxiliada por cierto fenómenos preternaturales, terminará poniendo las cosas en su sitio y restaurando el orden natural previo a la alteración llegada con el hombre blanco. Se trata de un estupendo trabajo en el que lo sobrenatural, lo arcano y lo místico se mezcla con lo cotidiano y actual, dando como resultado esas atmósferas un tanto oníricas tan características en los trabajos guionizados por el propio Toppi. Muy recomendable, además de sorprendente.
En M'Felewzi (aparecida en 1985, dentro del número 9 de la revista Corto Maltese), Toppi nos traslada al misterioso continente africano, uno de sus escenarios favoritos, para mostrarnos los efectos de la crueldad del hombre blanco colonizador en todo su apogeo. De nuevo opone la prepotencia de la civilización occidental —representada aquí por dos bóeres o afrikáneres holandeses— a la sencillez, cordura y lógica aplastante de la vida de los nativos de Sudáfrica. El final, sin embargo —tan impactante como el de la historia anterior, aunque con un toque de ironía mucho más acusado—, nos enseña que en todas partes cuecen habas y que el hombre, cuando tiene la menor oportunidad, no puede evitar ser un deprededor de sus congéneres.
Se confirma en este segundo volumen, como ya señalamos al anunciar la publicación del primero, que la edición procede de la francesa de Mosquito, tal como puede verse en la selección de historias, en el diseño general de los libros y, sobre todo, en el propio copyright, que así lo indica. El tamaño (21 x 29 cm.) es, quizá, algo menor que la original, pero sigue siendo suficiente para que puedan apreciarse a la perfección los dibujos del maestro milanés. Este segundo volumen tiene 64 páginas en blanco y negro y va, como el anterior, encuadernado en cartoné. Esperemos que el precio, asequible sin duda, facilite la venta y la continuidad de esta "colección" con la obra de Toppi por parte de Ninth Ediciones, pues la consideramos imprescindible.
Así sea...
Ambos relatos vuelven a tratar un tema muy querido por Toppi, y sobre el cual reflexionó, una y otra vez, a lo largo de su carrera: el encuentro —o deberíamos decir mejor el desencuentro, pues dicho contacto se produce de manera traumática y violenta— entre el hombre moderno y urbano y el hombre que podríamos denominar "primitivo". Lleno de prepotencia tecnológica y moral el primero y depositario, el segundo, de una sabiduría ancestral y espontánea, en la que lo mágico juega un papel fundamental y que casi siempre termina saliendo triunfador en el choque. En ambas historias los finales se dejan abiertos y queda a elección del lector decidir si los "perdedores" lo son por factores reales y tangibles o, por el contrario, a causa de consecuencias derivadas de elementos sobrenaturales.
En Warramunga (una historia corta publicada directamente por Mosquito en 2002) Toppi nos sitúa en la sabana de Australia, mostrándonos a dos malvados y codiciosos asesinos sin escrúpulos que huyen de los representantes de la ley y se topan con un enigmático aborigen que da nombre al relato. Desconocemos su procedencia y su destino (ambos llenos de misterio), pero el personaje jugará un papel "corrector" fundamental al final de la historia, que resulta verdaderamente inesperado y desconcertante para el lector. En este caso la Naturaleza, bien que auxiliada por cierto fenómenos preternaturales, terminará poniendo las cosas en su sitio y restaurando el orden natural previo a la alteración llegada con el hombre blanco. Se trata de un estupendo trabajo en el que lo sobrenatural, lo arcano y lo místico se mezcla con lo cotidiano y actual, dando como resultado esas atmósferas un tanto oníricas tan características en los trabajos guionizados por el propio Toppi. Muy recomendable, además de sorprendente.
En M'Felewzi (aparecida en 1985, dentro del número 9 de la revista Corto Maltese), Toppi nos traslada al misterioso continente africano, uno de sus escenarios favoritos, para mostrarnos los efectos de la crueldad del hombre blanco colonizador en todo su apogeo. De nuevo opone la prepotencia de la civilización occidental —representada aquí por dos bóeres o afrikáneres holandeses— a la sencillez, cordura y lógica aplastante de la vida de los nativos de Sudáfrica. El final, sin embargo —tan impactante como el de la historia anterior, aunque con un toque de ironía mucho más acusado—, nos enseña que en todas partes cuecen habas y que el hombre, cuando tiene la menor oportunidad, no puede evitar ser un deprededor de sus congéneres.
Se confirma en este segundo volumen, como ya señalamos al anunciar la publicación del primero, que la edición procede de la francesa de Mosquito, tal como puede verse en la selección de historias, en el diseño general de los libros y, sobre todo, en el propio copyright, que así lo indica. El tamaño (21 x 29 cm.) es, quizá, algo menor que la original, pero sigue siendo suficiente para que puedan apreciarse a la perfección los dibujos del maestro milanés. Este segundo volumen tiene 64 páginas en blanco y negro y va, como el anterior, encuadernado en cartoné. Esperemos que el precio, asequible sin duda, facilite la venta y la continuidad de esta "colección" con la obra de Toppi por parte de Ninth Ediciones, pues la consideramos imprescindible.
Así sea...
Muy posiblemente este año, Aleta ediciones, nos de una grata sorpresa publicando un tomo integral conteniendo tres aventuras dibujadas por Sergio Toppi. El hombre de México y dos aventuras más. Previamente este integral ha sido editado en Italia por la editora Bonelli.
ResponderEliminarSaludos.
Seguramente te refieres, Juan, a una edición española del llamado Almanacco dell'Avventura 2014 que editó Bonelli a finales del pasado año (septiembre, creo) como homenaje a Toppi tras su fallecimiento, y en el cual se incluyen los tres relatos que el maestro milanés dibujó para el gigante italiano en los años 70, dentro de la colección Un uomo, un'avventura: El hombre de Méjico (que tú citas), El hombre del Nilo y El Hombre de los pantanos.
ResponderEliminar¡Lástima que estas tres historias ya se publicaran aquí por parte de Nueva Frontera, y que aún sigan siendo relativamente accesibles para los aficionados españoles...! Mejor sería, por ejemplo, que nuestros editores centraran sus esfuerzos en otros títulos que no hemos visto nunca por estos lares (al estilo de lo que está haciendo Ninth), sacando, por ejemplo, el integral de El coleccionista, que Nuevas Fronteras del Arte dejó colgado.
Pero vamos, que la iniciativa está bien y siempre es de agradecer que se publique obra del maestro italiano.
Un saludete.
Por cierto: ya veremos en qué condiciones reproduce Aleta la edición bonelliana. En cuanto al tamaño creo que el libro original es de formato mediano-pequeño, así es que ahí poco puede hacerse. Respecto al precio, ¿será tan ajustado como la edición italiana, que sólo cuesta 6,00 eurillos? Lo dudo, porque hay que traducir y todo eso, pero ya veremos al final cómo queda. Finalmente, y esto es lo más importante, esperemos también que el libro incluya los artículos y estudios que trae la edición original (casi cien páginas escritas). En fin, ya veremos.
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