HABÍA pensado escribir un artículo stricto sensu, a modo de apoyo para el dibujo, con mis reflexiones sobre la terrible tragedia acaecida la semana pasada en París. Pero como se ha estado hablando tanto del asunto durante todos estos días —muchas de las veces para decir auténticas majaderías—, y como la mayoría de tales opiniones son fácilmente rastreables en la red, mejor lo dejo para otra ocasión y les invito a que las busquen. En cualquier caso lean, comparen, saquen sus propias conclusiones y obren en consecuencia. Yo lo he hecho y sí tengo clara una cosa (que ya dije en la anterior entrada): esto es una lucha sin cuartel y nos va en ella la supervivencia y la conservación de nuestros derechos y libertades, ganados con tanto esfuerzo a lo largo de siglos de lucha por las generaciones que nos han precedido. Eso no puede ni debe perderse porque una pandilla de fanáticos —incluso aunque lleguen a formar ya ejército (como parece que empieza a ser el denominado Estado Islámico)— lo haya decidido en nombre de un dios que se han fabricado a la medida de sus estrechas y enfermizas mentes (dios que, por cierto, ni siquiera es el de todos los musulmanes del mundo, al parecer).
Así pues, vaya esto por delante y ya veremos luego si sale el mencionado artículo...
Así pues, vaya esto por delante y ya veremos luego si sale el mencionado artículo...
allah no es nada grande. Grande es mi GLANDE.
ResponderEliminarHombre, pues me alegro mucho por ello, amigo Anónimo. Aunque imagino que más contenta aún estará tu chica (o tu chico, que hoy día las cosas ya no están tan claras como antes...).
ResponderEliminarUn saludete.