EL pasado 8 de noviembre falleció, a la edad de 89 años, este célebre cartoonist norteamericano, autor de la serie The Family Circus, que comenzó su andadura en 1960 y que no ha dejado de publicarse desde entonces (aunque hace tiempo sea el hijo de Bill, Jeff, el responsable de la tira).
Keane se inició bien joven en los cómics de prensa, debutando con una tira cómica titulada Silly Philly, que apareció publicada en el Philadelphia Bulletin entre 1947 y 1961. Pero no iba a ser hasta mediados de los años 50 cuando nuestro autor comenzó a trabajar en la prensa sindicada (King Features Syndicate), publicando la primera serie que habría de darle verdadera fama: Channel Chuckles. Se trataba de una historia con personajes y situaciones relacionados con la televisión como objeto de ocio y consumo —en el momento en que está iniciaba su boom— que, pese a ser menos relevante que su título estrella, gozó de gran popularidad en EE.UU, pues estuvo publicándose entre 1954 y 1977 en más de 200 periódicos y le valió a su autor la concesión, en 1976, de un Special Features Award, otorgado por la National Cartoonists Society (de la que, por cierto, Keane fue presidente durante 1981-1983). En este último bienio, nuestro autor publicó también una nueva serie en colaboración con su hijo Jeff, Eggheads.
Keane se inició bien joven en los cómics de prensa, debutando con una tira cómica titulada Silly Philly, que apareció publicada en el Philadelphia Bulletin entre 1947 y 1961. Pero no iba a ser hasta mediados de los años 50 cuando nuestro autor comenzó a trabajar en la prensa sindicada (King Features Syndicate), publicando la primera serie que habría de darle verdadera fama: Channel Chuckles. Se trataba de una historia con personajes y situaciones relacionados con la televisión como objeto de ocio y consumo —en el momento en que está iniciaba su boom— que, pese a ser menos relevante que su título estrella, gozó de gran popularidad en EE.UU, pues estuvo publicándose entre 1954 y 1977 en más de 200 periódicos y le valió a su autor la concesión, en 1976, de un Special Features Award, otorgado por la National Cartoonists Society (de la que, por cierto, Keane fue presidente durante 1981-1983). En este último bienio, nuestro autor publicó también una nueva serie en colaboración con su hijo Jeff, Eggheads.
A lo largo de su dilatada trayectoria profesional Keane fue depositario de diversos galardones y menciones, entre los que se cuenta el prestigioso y célebre Premio Reuben, que le fue otorgado en 1982 como mejor cartoonist de ese año.
The Family Circus es una serie que gira en torno a las vicisitudes de una típica familia americana, integrada por seis miembros: Bil (padre), Thelma (madre) y sus cuatro hijos (Billy, Dolly, Jeffy, and P.J = Peter John). En definitiva: el característico slice of life, del que no faltan ejemplos ilustres a lo largo y ancho de la historia de los cómics de prensa (Gasoline Alley, Bringing Up Father, etc.). Si hubiera que destacar algún elemento argumental o estilístico en la misma estos serían la importancia otorgada por Keane a la religión —cuya imaginería y temas aparecen utilizados a menudo como ingrediente en los guiones— y el uso de algún recurso gráfico muy peculiar, como el de encerrar dentro de un círculo la acción de la tira, o el empleo de unas líneas punteadas y gruesas con que se marca a veces la trayectoria en la marcha de los personajes cuando van de un lado a otro. Por lo demás, el estilo de Keane se mueve dentro de los parámetros clásicos de un dibujo humorístico amable y limpio, sin estilemas especiales o destacables.
Según datos proporcionados por King Features Syndicate, la serie de Keane ha sido la más distribuida en toda la historia del sindicato, habiendo llegado a aparecer en 1.500 periódicos. Por otro lado, se han llegado a vender hasta 13 millones de copias con recopilaciones de la tira en formato de libro, lo cual habla de un producto realmente popular y exitoso.
Bil, Thelma y sus cuatro retoños aún seguirán con sus peripecias y aventuras. Pero, desgraciadamente, éstas ya no podrán ser leídas y degustadas por quien fuera su creador.
Sit tibi terra leuis!
No hay comentarios :
Publicar un comentario