miércoles, 5 de octubre de 2011

DINO BATTAGLIA: EN EL ANIVERSARIO DE SU MUERTE



LLEGO tarde, pero llego al fin y al cabo. Y como lo que importa es la intención, me pongo manos a la obra con esta entrada-homenaje. Ayer, día 4 de octubre, hizo 28 años que el gran maestro veneciano falleció, prematuramente, en la ciudad de Milán. Desde entonces, su obra no ha dejado de ser admirada en todo el mundo. Además de las editoriales italianas —que, por razones obvias, no dejan de publicar a Battaglia—, hay que hacer una mención muy especial a Éditions Mosquito, que desde Francia está realizando una gran labor para que el legado artístico de este enorme artista no caiga en el olvido.

En nuestro país, por el contrario, estamos como si no hubiera existido. Lo último que se publicó de Battaglia entre nosotros fue el volumen Totentanz, recopilación de adaptaciones de relatos de Poe y de Hoffmann, principalmente, que Astiberri presentó en una bonita edición (tapa dura, buen tamaño, magnífico papel), aparecida en el año 2005. Desde entonces, nasti monasti. En fin, Serafín. Lo de siempre.

Como en este Nibelheim sentimos auténtica debilidad por el autor italiano, hemos querido aprovechar incluso una ocasión tan luctuosa como ésta para hacerle nuestro particular homenaje gráfico. Que lo disfruten.

* * *

1º) Ilustraciones para La isla del tesoro, adaptación realizada por Gian Luigi Bonelli, que ya tuvimos ocasión de analizar aquí con bastante detalle. En nuestra opinion, un trabajo primerizo del joven Battaglia.




2º) Planchas de El Kid, historieta guionizada por Gian Luigi Bonelli que apareció publicada en la editorial de este último, Audace.




3º) El Capitán Caribe, realizadas a principios de los años 50 para la Argentina. El guión estaba a cargo de Alberto Ongaro*.




4º) Planchas de I Bersaglieri di Crimea, aparecidas, respectivamente, en los números 1 y 7 de la revista Il Vittorioso, del año 1957.



5º) Las dos primeras páginas de la historia titulada Il Corsaro del Mediterraneo, relato largo y de amplios vuelos que empezó a publicarse en el número 26 de la revista Il Vittorioso, año 1958.



6º) Las cuatro primeras planchas de la estupenda Il piccolo Re, tal como aparecieron publicadas en la revista Gaceta Junior (nº 1 y 2). La historia se publicó originalmente, también por capítulos, en el Corriere dei Piccoli (nº 11-21 y 23-38), a partir de 1961.




7º) Cuatro muestras de la horripilante reedición (con remontaje de viñetas incluido) que la Editorial Rollán realizó en 1973 de Il piccolo Re, en su colección "Drago".

 


8º) Dos planchas originales** de Topo Gigio, precioso trabajo infantil y en estilo humorístico que Battaglia realizó, a partir de 1961, para el Corriere dei Piccoli. Recientemente ha conocido una estupenda reedición en Italia, que recomiendo encarecidamente a todos los admiradores del dibujante veneciano.



9º) Dos ejemplos de I cinque della Selena, historieta de ciencia-ficción —una temática muy infrecuente en la obra de Battaglia— que apareció publicada por capítulos en el Corriere dei Piccoli, en 1965.



10º) Las dos primeras páginas de Cinque su Marte, relato que Battaglia publicó seriado en el Corriere dei Piccoli (nº 7-23) en el año 1967 (arriba), y que en nuestro país apareció en los números 14-23 de Gaceta Junior (abajo del todo), con un horrible coloreado en bitono. Como acabamos de señalar en el epígrafe anterior, no es la ciencia-ficción (o la ficción científica) el terreno que más frecuentó el dibujante veneciano. En esta deliciosa "fantasía bufa" —que el propio autor describió con un simpático neologismo y que plasmó gráficamente con su peculiar estilo humorístico—, Battaglia se mueve a caballo entre los estilemas propios del género folletinesco y un universo tecnológico decimonónico que trae a la memoria las novelas de autores como Julio Verne, o H. G. Wells, aunque la acción aparece ambientada en un principio de siglo XX que le viene como anillo al dedo al disparatado relato. Una preciosidad.




11º) Las cuatro primeras planchas de la celebérrima adaptación de Moby Dick, que Battaglia publicó integramente en el número 3 de la revista Sgt. Kirk, el año 1967. Con ella se inició la etapa más fructífera, conocida e innovadora del dibujante veneciano, y aquélla por la que iba a obtener mayor reputación artística.

 


12º) Las dos primeras páginas de Re Peste, adaptación de un relato de Poe que apareció publicada en el número 12 de Linus, de 1968. Aquí fueron editadas en el número 48 de la revista Totem y, más recientemente, en el volumen Totentanz, de Astiberri.



13º) Panchas primera y tercera de Olimpia, adaptación del relato homónimo de E. T. A. Hoffmann, que Battaglia realizó para la revista Linus, y que fue publicado en el número 5 del año 1970. En nuestro país estas páginas aparecieron en el número 40 de Totem, y han sido reeditadas recientemente dentro del volumen Totentanz, de Astiberri.



14º) Planchas primera y segunda de Totentanz, relato con guión del propio matrimonio Battaglia, que apareció publicado en el número 4 de la revista Linus, en el año 1970. En nuestro país la pudimos ver incluida en el número 38 de la revista Totem, y luego ha sido reeditada de nuevo dentro del volumen, ya citado, de Astiberri, dando título al mismo como historia principal.


15º) Páginas primera, cuarta, quinta y décimosegunda de Il Golem, relato con guión del matrimonio Battaglia, inspirado en la novela homónima de Gustav Meyrink y en el poema El Golem, de Jorge Luis Borges. Apareció publicado en el número 5 de la revista Linus, del año 1971 y podemos afirmar que se trata de una de las obras paradigmáticas del dibujante veneciano; uno de sus trabajos que más ha dado que hablar y en donde mejor se aprecian sus cualidades técnicas y artísticas, así como sus fuentes de inspiración. En este caso, se trata del cine fantástico alemán de entreguerras, cuya influencia aparece aquí de manera omnipresente, a través de esas arquitecturas expresionistas —que ya estaban en los decorados de la mítica película dirigida por Carl Boese y Paul Wegener (Der Golem, 1919)—, así como en una cuidada ambientación, muy atmosférica, en la que las luces y el juego de tonalidades grises juega un papel expresivo de primer orden. Una verdadera obra maestra, que ningún buen aficionado debe desconocer, pues el arte de Battaglia brilló aquí en toda su excelsitud. En nuestro país, la historia fue publicada en el número 44 de la revista Totem y, recientemente, reeditada dentro del volumen Totentanz, de Astiberri.



16º) Las tres primeras planchas originales pertenecen a la adaptación que Battaglia hizo de la novela El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, aparecida en el número 1 de la revista Linus, del año 1974. Se trata de uno de los más populares y alabados trabajos del dibujante veneciano. En una historia de tan sólo 15 páginas, Battaglia ha sido capaz de resumir el largo relato original de Stevenson y de captar, con mano maestra, toda la atmósfera —entre irreal, onírica y terrorífica— que el autor de Edimburgo imprimió a su genial alucinación novelada. El uso expresivo de la rotulación —tan importante en Battaglia— alcanza aquí cotas verdaderamente encomiables y contribuye a hacer mucho más creíble lo que el artista pone ante nuestros ojos. La última imagen corresponde a una plancha de la adaptación del Cuento de Navidad (Il cantico di Natale), de Charles Dickens, que Battaglia publicó en el Messagero dei Ragazzi del año 1978.




17º) Dos planchas originales de la historia Due amici, adaptación del relato homónimo de Maupassant que fue publicada en el número 8 de Linus, en 1976. Es otra de las obras maestras de Battaglia y en España tuvimos ocasión de verla editada a principios de los 80, merced a Nueva Frontera, dentro del monográfico titulado Los cuentos de Maupassant. Pero desde entonces...



18º) Página de presentación y tres planchas más de Till Eulenspiegel, adaptación de la novela homónima de Charles de Coster, donde se narran las peripecias y andanzas del bribón del mismo nombre, que ha pasado a ser una especie de héroe nacional en los Países Bajos. El relato de de Coster estaba basado en leyendas medievales y el guión para Battaglia fue realizado por Piero Zanotto, siendo publicado en Il Giornalino, en el año 1976. Un trabajo muy bello que en España tuvimos la fortuna de ver publicado gracias a Nueva Frontera (a cuya edición pertenecen las páginas que les presento). Pero desde entonces —y hablo ya de 1979— nada de nada. No hemos vuelto a oler las hermosas planchas de esta obra. Y es algo que debería evitarse cuanto antes, pues merecen mucho la pena, aunque haría falta una edición cuidada, capaz de resaltar todos los valores gráficos de la labor realizada por Battaglia, así como los delicados colores aplicados por su mujer.

 


19º) Tres planchas originales de La Signorina Fifì, adaptación de un relato de Maupassant publicada en el número 9 de la revista Linus, en 1977. Apareció incluida en el monográfico Los cuentos de Maupassant, editado por Nueva Frontera.

 


20º) Plancha de presentación del relato Un colpo di Stato, adaptación del relato homónimo de Maupassant, que apareció publicado en el número 3 de la revista Linus, del año 1977. He puesto las dos imágenes para que pueda apreciarse las diferencias abismales que hay entre el original (izquierda) y su reproducción en la edición española de Nueva Frontera (derecha). No sólo ha cambiado la rotulación del título —que es maravillosa en el original de Battaglia y horrible en la muestra impresa—, sino que se han perdido en el proceso de reproducción todas las sutilezas y los suaves sfumature que el artista veneciano aplicó en su plancha original.



21º) Planchas de L'uomo della Legione, álbum que Battaglia dibujó para la colección Un uomo un'avventura, de Bonelli Editore. En la entrada-homenaje que hemos dedicado hace poco al editor —recientemente fallecido— algo decimos a propósito de dicha colección y sobre las circunstancias personales que llevaron a Battaglia a colaborar en ella, en contra de sus inclinaciones artísticas (que solían estar enfocadas hacia historias de extensión más breve). En nuestro país el álbum fue publicado por Grijalbo/Dargaud, junto con otros títulos de la misma colección, pero desde aquellos años...


22º) Planchas de L'uomo di New England, realizada para la misma colección y en idénticas circunstancias que las del epígrafe anterior. Una historia de colonias, prófugos, tahúres, cazadores e indios alla Hugo Pratt, cuyo guión fue realizado por el propio Battaglia (como El hombre de la legión) y que ofrece una perspectiva muy aventurera e infrecuente de quien fue maestro de lo "gótico" y lo literario en los fumetti. La historia se desarrolla en las colonias de Norteamérica, en medio de guerras entre indios y blancos por el predominio del territorio y cuadra mucho más con el espíritu y los gustos de su amigo Hugo Pratt (en cuyos indios parece haberse "inspirado" Battaglia). Pero hay que reconocerle a este último que realiza un grandísimo y muy bello trabajo. En España conseguimos conocer estas bellas planchas gracias al esfuerzo y la labor de Nueva Frontera. Pero desde aquella época no se ha vuelto a reeditar por estos lares.

 


23º) Planchas correspondientes al último episodio de la serie L'Ispettore Coke, que Battaglia realizó a petición de Sergio Bonelli. Puesto que a lo largo de su trayectoria profesional no había creado ningún personaje fijo —aquellos que dibujó al principio de su carrera (como El Kid, Pecos Bill o Mark Fury) no eran suyos—, en 1982 el amigo Bonelli le pidió (y aconsejó) que creara uno para ser publicado dentro de las series de su editorial. La propuesta venía justificada porque en aquella época habían desaparecido (o sufrido un parón) aquellas revistas más autorales (Linus, Corto Maltese) en las que Battaglia venía colaborando desde hacía años y no se daban las facilidades de otra época para publicar el tipo de historia corta que el artista veneciano solía utilizar. Surgió así la idea de crear a este personaje, melancólico y solitario, que llevaba a cabo sus pesquisas en la Inglaterra de principios del siglo XX. Es el último trabajo que realizó Battaglia, y en la imagen con que cerramos esta homenaje puede verse la plancha que el genial artista veneciano dejó inconclusa cuando le sorprendió la cruel Parca. Me habría encantado saber cómo hubiera continuado Battaglia esta misteriosa historia titulada El monstruo del Támesis. Según mis amigos de CHT: «Esta última página nos parece tener el aire de una curiosa y extraña despedida». Sirva pues, por tanto, como colofón también para mi entrada.


FINIS.

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* Quiero dar las gracias a José Massaroli, en uno de cuyos blogs obtuve las valiosas imágenes de El Capitán Caribe, historieta que aprecio mucho y tras la que voy desde hace tiempo.
** La mayoría de las imágenes de originales pertenecen a mi colección digital particular, y fueron obtenidas durante mi visita (el pasado mes de enero) a la exposición que la ciudad italiana de Reggio Emilia dedicó a Battaglia (evento del que, por cierto, aún tengo pendiente la redacción de una crónica: mea culpa!).

10 comentarios :

  1. Muchas gracias por esto; de niño leí mucho de Battaglia. Este post es un importante trabajo de recuperación de su memoria.

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  2. En las dos primeras muestras todavía no, pero a partir del Capitán Caribe ya se puede reconocer claramente el trazo de Dino. Uno de los grandes del 9º Arte.

    Saludos.

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  3. De nada ERNESTO. Me alegro de que te haya gustado la entrada. Battaglia se merece eso y más, claro está, aunque aquí sólo hacemos lo que está en nuestras manos: mantener fresca su memoria. Lo demás depende de los editores (publicación de sus obras) y de los gestores culturales (exposiciones, coloquios, etc.).

    Un saludo cordial y vuelve por el Nibelheim cuando quieras.

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  4. No te creas MO. Si te fijas bien, verás que ya en esas muestras de L'isola del tesoro hay estilemas muy característicos de Battaglia. Fíjate, por ejemplo, en los rasgos de Jim Hawkins y comprobarás que existe un gran parecido con otros jóvenes que el maestro veneciano dibujó (la forma redondeada de la cara, los ojitos pequeños, su nariz respingona, etc.). Y lo mismo podríamos decir del modo en que ha resuelto la corteza de los árboles (con esas rayas tipo esgrafiado).

    En el caso de El Kid, la identificación resulta, si cabe, todavía más complicada, pues el trabajo está hecho con pincel, durante la época en que Battaglia --como casi todos los fumetistas de su época y generación-- era un dibujante a macchia e imitaba a Milton Caniff. Sin embargo, hay en los rostros, en las actitudes de los personajes ciertos rasgos que nos recuerdan otros trabajos posteriores y más identificables.

    Pero vamos, en términos generales tienes razón. Sólo un análisis muy detallado y un conocimiento profundo del estilo nos permitiría saber --sin conocer antes esas dos obras-- que se trata de Battaglia. Y es que su estilo, por aquellos tempranos años, estaba todavía por perfilarse.

    Un abrazo y hasta tu próxima visita.

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  5. Por un lado me siento encantado de ver esta suculenta entrada y estas bellísimas imágenes del maestro Battaglia, pero por otro me corroe la envidia al conocer tu fondo digital y tu tebeoteca, donde habitán verdaderas maravillas que no tengo y juro por los dioses he de conseguir.

    Un abrazo

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  6. Querido Alberich:
    Que magnífica entrada sobre el veneciano inmortal.
    Por cierto con algunas paginillas muy poco vistas.
    Un abrazo (pero sin apretar...)

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  7. Hola Jesús, bienvenido de nuevo.

    Battaglia es maravilloso, desde luego; como maravilloso y emocionante es buscar su obra editada a través de los procelosos mares de Internet e ir consiguiendo (cuando se puede) cosas que no se han visto nunca por estos lares. Eso sí, a cambio de pagar un buen dinerito, pues la comunicación con Italia no es tan fluida --en este sentido-- como con Francia, y los gastos de envío suelen ser más elevados. No obstante, merece la pena.

    Con todo, lo más costoso es hacerse con ese fondo digital, porque al material propiamente dicho hay que añadir el costo de los viajes a las exposiciones para buscarlo. Y todo ello para que luego me salgan las fotos tan mal como me salen. ¡Pero mira que soy manta con las cámaras! ¡¡Incluso las digitales!! Pero bueno, menos da una piedra...

    Otro abrazo para ti (pero sin apretar demasiado, que nos quedamos sin aire).

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  8. ¡Hombre CHARLES! ¡Hacía tiempo ya!

    Me alegra (y satisface) que la entrada haya superado con éxito el filtro de tu nivel de exigencia (que sé es bien alto, tratándose del maestro veneciano).

    Te aseguro (y ya lo sabrás) que cada vez es más difícil sorprender al personal. Pero no dejamos de intentarlo... Je, je, je...

    Otro abrazo (ya sabes cómo).

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  9. Un post maravilloso de uno de los más grandes. Muchas gracias.

    Saludos.

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  10. Gracias a ti, TRISTÁN, por pasarte a comentar.

    Un saludo.

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