¿QUIEREN que les haga una confesión personal? ¡¡Qué extraño se me hace ver el nombre de Jean Giraud junto a la palabra "obituario" en la sección de etiquetas de la entrada que dediqué a raíz de su fallecimiento!! ¿¡Fallecimiento!? ¡Qué raro utilizar una palabra de resonancias tan siniestras para referirme a ese gran artista irrepetible que fue Gir! Por no hablarles de la entrada propiamente dicha, que cada vez que entro en el blog me trae una enorme cantidad de recuerdos, relacionados con las maravillosas horas de entretenimiento, goce y diversión que el bueno de Giraud —unas veces en solitario, otras bien acompañado por el inefable Charlier— me proporcionó en el pasado.
Da un poco de repelús, la verdad, pensar que no volveremos a verle, nunca más, por el Salón del Cómic de Barcelona... Que ya jamás acudirá a la FNAC de Callao para presentarse ante los admiradores y firmar ejemplares de su próxima nueva obra (que ya no podrá ser)... Que no se prestará a grabar nuevos vídeos con sus declaraciones, ni podrá conceder más entrevistas en las que contestar gustoso y simpático al avezado reportero (o reportera) de turno...
Apenas han pasado cuarenta y ocho horas desde que se fue para siempre, pero la verdad es que se le echa bastante de menos, ¡qué carajo!
Sí, señor, se le echa de menos...
Da un poco de repelús, la verdad, pensar que no volveremos a verle, nunca más, por el Salón del Cómic de Barcelona... Que ya jamás acudirá a la FNAC de Callao para presentarse ante los admiradores y firmar ejemplares de su próxima nueva obra (que ya no podrá ser)... Que no se prestará a grabar nuevos vídeos con sus declaraciones, ni podrá conceder más entrevistas en las que contestar gustoso y simpático al avezado reportero (o reportera) de turno...
Apenas han pasado cuarenta y ocho horas desde que se fue para siempre, pero la verdad es que se le echa bastante de menos, ¡qué carajo!
Sí, señor, se le echa de menos...
Sí se le echa de menos… se echa de menos la impaciencia de cuándo volverá a publicar un nuevo Blueberry, dando otra lección a todos sus emuladores… se echa de menos con qué nos sorprenderá Moebius…
ResponderEliminarSe le echa de menos. Pero el tiempo todo lo cura y le tendremos con nosotros cada vez que le volvamos a leer.
Un abrazo
Pero no es lo mismo, Horacio, no es lo mismo... Aunque tienes razón: el tiempo todo lo cura...
ResponderEliminarTe devuelvo el abrazo (pero ya sabes cómo).