miércoles, 14 de marzo de 2012

UN DESCUBRIMIENTO DE T. B. O



PARECE difícil negar que muchos de los grandes descubrimientos realizados a lo largo de la Historia se han debido, en una buena medida, a la intervención del factor "suerte" y de la casualidad. A la chiripa, vamos: Colón y América, Newton y la gravedad, Burckhardt y Belzoni con los templos de Abu Simbel, Volta y la pila eléctrica, Pavlov y el condicionamiento operante, Carter y la tumba de Tutankamon, Fleming y la penicilina...


Pues bien, algo semejante ha ocurrido en el caso que nos ocupa. Pensábamos todos en España que la palabra "tebeo" con que denominamos los productos de este Noveno Arte que tanto nos interesa procedía de la revista semanal de historietas que, aparecida en 1917, adoptó como cabecera tres letras (TBO) que, leídas a modo de acrónimo, formaban una frase chistosa y llena de ingenio: "Te veo". Una ocurrencia más que añadir, podríamos decir, a "los grandes inventos de TBO".

Sin embargo, gracias a una casualidad parecida a las que he enumerado al principio de la entrada, la antigua secretaria de redacción de la prestigiosa revista de historietas española —Rosa Segura— ha descubierto que el origen de la palabra se encuentra en otra publicación anterior al TBO que tenía idéntico nombre, aunque escrito con diferente grafía: T. B. O. Se trataba de una revista lírica, con libreto de Eduardo Montesinos López y Ángel Torres del Álamo y música del maestro Arturo Lapuerta, que fue estrenada en 1909 y cuyo acción transcurre, precisamente, en la redacción de un periódico imaginario llamado "T.B.O." que está a punto de sacar a la calle su primer número. Segura encontró por azar este documento mientras buscaba información sobre zarzuelas que tuvieran que ver con la mar.

Para leer el texto completo de la revista lírica pulsar aquí


La noticia tiene bastante importancia para la historia del tebeo español, pues viene a demostrarnos tres cosas: 1ª)  que la filiación del término "tebeo" —uno de los que hemos utilizado en nuestro país con más frecuencia para referirnos a las historietas— es más antiguo de lo que pensábamos; 2ª) que el origen de dicho vocablo debe situarse, por tanto, ocho años antes de la fecha generalmente aceptada: es decir, en 1909 y no en 1917, como se venía creyendo hasta el momento (1); y 3ª) que en épocas pasadas el tema de la propiedad intelectual se movía por terrenos bastante resbaladizos y era una cosa, cuando menos, poco tenida en cuenta. De todas formas, el hallazgo no quita protagonismo  ni importancia al TBO de toda la vida, ni empece para seguir considerando que la sinécdoque "tebeo" proviene de la revista de historietas, y no de la de tema lírico.

A modo de conclusión se me ocurre plantear la siguiente duda: ¿tendrá este descubrimiento sus consecuencias legales, ahora que tan regulados están los derechos de propiedad intelectual y cuando existen instituciones que han demostrado, de manera sobrada, su capacidad (y rapacidad) a la hora de exigir el cobro de los mismos?

La propia Rosa ha relatado, con pelos y señales, su descubrimiento en el foro de la T. I. A. y Javier Mesón lo ha resumido en su blog, El coleccionista de tebeos. Yo, por mi parte, siendo consciente de la trascendencia que este descubrimiento encierra, me complazco en ofrecer este breve resumen para quien llegue a leer aquí la noticia, antes de acceder a las sitios de referencia ya citados.

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(1) Ver las diferentes entradas que Tebeosfera ha ido dedicando a la palabra o la revista y, sobre todo, el magnífico artículo de Manuel Barrero sobre el TBO de toda la vida.

3 comentarios :

  1. Bueno... y porque el periodico de la "revista lirica" se llama T.B.O ?
    Misterio,misterio....

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  2. Eso mismo me pregunto yo.

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  3. Bueno, pues en el artículo que Manuel Barrero y Jordi Manzanares dedican a la revista TBO y que aparece incluido en el libro sobre las revistas infantiles españolas que ha publicado la Asociación Cultural Tebeosfera --texto que es una ampliación actualizadora del trabajo al que enlazo arriba-- no se dice nada al respecto. Aunque imagino que ya lo sabréis, os resumo un poco el status quaestionis, por si alguien que nos lee lo ignora.

    Ambos autores señalan que Joaquín Arques --colaborador de TBO y dramaturgo ocasional-- debió de conocer el espectáculo teatral de Montesinos, Torres y Lapuerta y, como tenía intención de crear una publicación infantil con la que se pudieran amortizar los gastos generados por la maquinaria de imprenta que Suárez y Buigas habían hecho en su empresa editorial, pensó que podía ser buena idea poner un nombre que resultara chistoso. De ese modo creó el acrónimo TBO (= Te veo) que resulta de suprimir los puntos a la abreviatura del periódico ficticio imaginado por Montesinos y Torres.

    Ahora bien, ¿de dónde sacaron estos, a su vez, la idea de llamar a su creación T.B.O? Pues no lo sabemos, la verdad. Yo me atrevo a proponer que los autores de la revista lírica quizá tomaron como modelo el nombre del periódico ABC (fundado en 1903), uno de los diarios más prestigiosos de la época, y con cuyo nombre también se estaba proponiendo una especie de juego metalingüistico al lector, pues ya sabemos que en español al hablar del "abc" de las cosas nos estamos refiriendo a lo que es más básico en las mismas. En este caso la idea sería transmitir que lo era el periódico fundado por Luca de Tena, en cuyas páginas uno encontraba todo lo que necesitaba y sin el cual no podía entenderse la realidad española. Pero vamos, que lo mío es sólo una hipótesis, y como tal ha de ser tomada.

    Un saludete.

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