lunes, 24 de junio de 2013

HOMENAJEANDO A WAGNER EN EL AÑO DE SU BICENTENARIO... Y ALGUNAS COSAS MÁS




UNA vez más, como ya hemos hecho en alguna otra ocasión para festejar a los grandes maestros del Arte —así con Battaglia y luego con Toppi—, mi hermano Mime y yo recogemos los bártulos y salimos de este Nibelheim para hacer un nuevo viaje. En esta ocasión marchamos a la ciudad de Milán, con el objeto de festejar con toda pompa y circunstancia —es decir, como se merece— a nuestro creador y padre, el gran compositor Richard Wagner. Lo haremos tal como corresponde y le gustaría a un compositor como él: presenciando a lo largo de toda la semana que viene el segundo de los dos ciclos de la Tetralogía que ha programado el Teatro alla Scala. Un interesante reparto, en el que me gustaría destacar la participación del bajo alemán René Pape, que se pondrá en la piel del verdadero protagonista del Anillo: el dios contrariado y vencido Wotan (¡que es como decir mi enemigo!). Un rol que el intérprete germano ha incorporado a su repertorio no hace demasiado tiempo, y en el que un servidor tenía muchísimas ganas de oírlo en teatro. Ya veremos qué tal. Al frente de las huestes escalígeras, el maestro argentino Daniel Barenboim (que, en principio, debería ser toda una garantía en este tipo de repertorio, en el que está considerado un especialista). Ya les contaré a mi vuelta, pues intentaré hacer las preceptivas crónicas de las cuatro óperas que componen el ciclo.



No hace falta decir que en este mismo viaje está incluido nuestro particular homenaje a Giuseppe Verdi (del que también se celebra el bicentenario, pues nació el mismo año que Wagner). En este caso de manera tácita, bien es verdad —pues nuestra visita a la capital lombarda no va a coincidir con la programación de ninguna de las óperas compuestas por el maestro de Les Roncole—, pero resulta evidentísimo que su presencia de espíritu estará junto a nosotros durante toda la semana que permanezcamos allí, pues fueron Milán, precisamente, y su famoso teatro los lugares que más gloria le proporcionaron al genio italiano. Además, y como ya hicimos la primera vez que Mime y yo visitamos esta ciudad, prometemos volver otra vez a su tumba, que se encuentra en un panteón donde sus restos reposan junto a los de las dos mujeres con quienes compartió su productiva vida: Margherita Barezzi y Giuseppina Streponi. De todas formas aún hay tiempo suficiente para hacer algún homenaje más específico y personal a Verdi, puesto que nació en octubre (mientras que Wagner lo hizo en mayo). Se irá viendo sobre la marcha...



A nuestro regreso seguiremos ofreciéndoles nuevas y suculentas entradas, relativas al mundo del dibujo y de la Música. Tenemos preparados algunos artículos muy interesantes, entre los cuales nos gustaría destacar (para ir abriéndoles el apetito y la curiosidad) uno sobre el segundo libro que mas se ha vendido en la caseta de la Unión de Editoriales Universitarias Españolas durante la última (y recién concluida) Feria del Libro de Madrid; otro sobre ese primer libro del novedoso proyecto editorial llamado Graphiclassic, del que ya les ha anunciado algo en la entrada anterior; un artículo más en el que daremos noticia de algunos originales muy valiosos de Antonio Hernández Palacios, cuyo análisis técnico y estudio someteremos al juicio de todos ustedes, nuestros visitantes; algún artículo sobre los comienzos del Battaglia que todos conocemos y admiramos... Y todo ello sazonado, de vez en cuando, con algunos dibujillos más que tenemos en cartera y que esperamos encuentren (por lo menos) divertidos.

En fin, Serafín... Como pueden ver, hay material suficiente para hacer las delicias de aquellos que prefieran permanecer atentos a lo que se cuece en este Nibelheim, en lugar de partir a una playa polvorienta y calurosa cualquiera, con el objeto de tumbarse a la bartola y dejar que el inmisericorde Febo les tueste la barriga. Ustedes sabrán lo que prefieren hacer...

Un saludete y hasta la vuelta...

3 comentarios :

  1. Espero tus artículos sobre las representaciones wagnerianas. Yo también soy fan del genio alemán.
    Daniel Barenboim es, en efecto, especialista en el compositor. Lo ví en una filmación que existe de Tristan e Isolde, inolvidable. Y tiene grabaciones de las óperas.
    luchino

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