lunes, 30 de septiembre de 2013

NECROLÓGICAS: ANTONIO BERNAL ROMERO (1924-2013)




COMO ya habrán podido leer en otros blogs y a través de las redes sociales, el pasado fin de semana* sábado 28 de septiembre falleció en Hospitalet de Llobregat, a los 89 años de edad, el dibujante e ilustrador Antonio Bernal Romero, uno de los más importantes y significativos artistas gráficos de nuestro país.

Bernal, que en 1950 comenzó trabajando en publicidad y como profesor de dibujo y Bellas Artes, inició su actividad profesional en 1953, realizando diversos encargos para el suplemento A todo color del diario La Prensa de Barcelona. Allí publicó ilustraciones y un par de series en formato de tira semanal, tituladas Raf McLane (con guiones de Ricardo Acedo) y Sangre en Corea. En esta misma época trabaja para Almanaque del Mar (de Hispano Americana) y la revista Futuro, de Ediciones Clíper, produciendo historietas en las que se percibe con claridad la influencia del estilo vigoroso e impresionista de Frank Robbins, autor al que Bernal admiraba por encima de otros dibujantes norteamericanos de la época, tal como él mismo confesó en más de una ocasión, y según puede leerse en una larga y doble entrevista realizada en 2009, que apareció publicada en el blog El rincón del Taradete (aquí y aquí) y que hemos utilizado como fuente de referencia para esta entrada. En todos estos trabajos Bernal firmaba como Tonio Bernal, rúbrica que cambiaría posteriormente por A. Bernal, Antonio Bernal o simplemente Bernal en sus trabajos como ilustrador, que serían los que le iban a dar más fama.



Tres ejemplos de los primerizos trabajos historietísticos realizados por Bernal. Arriba una plancha publicada
en la revista Futuro. En el centro una de las tiras de Raf Mac. Lane. Abajo una muestra de la serie
Sangre en Corea (ambas publicadas en el suplemento A todo color).
 Las imágenes están tomadas de Tebeosfera


Pero lo más significativo de este primer período profesional sería el inicio de su colaboración con la todopoderosa y omnipresente Bruguera, que se produjo antes de 1955. Aunque comenzó realizando algunos dibujos interiores para las diferentes series de novelas y llegó a publicar series propias de historieta (El Capitán Robles, Vendaval, Luis y Raúl...), su trabajo para el gigante editorial español enseguida se orientaría hacia el portadismo, campo en el que Bernal demostró un talento y una habilidad inigualables —producto de su experiencia en las Bellas Artes—, y por el que sentía una predilección especial. Como él mismo confesaba en la entrevista ya citada:
«me di cuenta que una ilustración me resultaba más cómoda y con menos tiempo de ejecución, que nueve o doce viñetas por página. Decidí probar, y como he dicho, lo que realmente a mí me entusiasmaba era la ilustración [...]. Después del cómic Vendaval no recuerdo que mi trabajo y dedicación en dibujos a pluma y pincel durara algo más. Las portadas del oeste fue lo primero que me aceptaron y, como ya he dicho, me interesaba más la ilustración. Yo, que también pinto, entiendo que pintar un paisaje, una marina, un bodegón e incluso un retrato no lleva un compromiso tan responsable en conjunto, como una buena ilustración, en composición, ambiente, detalle, y tiempo. Se puede ser un buen pintor, pero no por eso eres un buen ilustrador. Hay muchos pintores que menosprecian la ilustración...».

Al comienzo de su actividad como portadista en Bruguera lo que más pintó Bernal fueron cubiertas para las diferentes colecciones de novelas (oeste, romance, ciencia ficción, terror, policíaco) de la editorial: los famosos "bolsilibros". En su mayor parte del oeste, (tema favorito del autor) pero también policíacos y trabajos para otras colecciones como Historias Colección, Bonanza, Rin Tin Tín, Tarzán, Lassie, El Coyote...




Posteriormente, ya en la década de los 70 y principios de los 80, llegarían las colaboraciones que le iban a hacer más célebre, conocido y admirado, realizando soberbias e inolvidables portadas para míticas series de Bruguera que recuperaban material de años anteriores, reeditándolo en color. Surgieron, así, a partir de 1969, sus trabajos para las colecciones de El Capitán Trueno extra color, El Jabato, El Corsario de Hierro, Joyas Literarias Juveniles, Hora T, etc. Para estos celebérrimos títulos —que marcaron la infancia y adolescencia de numerosos chavales españoles— Bernal realizó centenares de portadas de gran calidad técnica e inspirada composición. Y todo ello a un ritmo verdaderamente impresionante pues, como confesó el autor en la entrevista ya citada, era bastante rápido trabajando y lograba terminar una media de tres o cuatro portadas cada semana. Estas condiciones laborales tan exigentes y la necesidad de plazos de entrega cada vez más ajustados (a medida que aumentaban los encargos) terminaron condicionando la técnica de trabajo del autor, quien se vio obligado a dejar de lado su material preferido (el óleo), adoptando la acuarela, la témpera (o gouache) y, sobre todo, el acrílico, por su relativa facilidad a la hora de hacer correcciones y su mayor rapidez en el secado.






Una muestra de genial portadismo en estas series tan célebres


Parte fundamental de la tarea de Bernal consistía en reunir y clasificar la documentación necesaria con el objeto de poder ambientar, adecuada y creíblemente, sus trabajos. Para ello, y según propia confesión, llegó a acumular un importante fichero compuesto por carpetas clasificadas por temas, en las que se acumulaban todo tipo de imágenes, completando su labor en años posteriores con la ayuda inestimable del vídeo y el dvd, cuya imagen congelaba para dibujar las composiciones que le interesaban. Pero dejemos hablar al propio Bernal, porque en la entrevista ya mencionada aporta datos muy interesantes sobre su método de trabajo:
«He de hacer hincapié, para los que os entusiasme el dibujo, que en la actualidad se tienen muchos modelos y oportunidades a vuestro alcance. Basta congelar una imagen del vídeo o DVD y dibujarla. Yo es aún ahora que grabo y pinto o hago apuntes de esa información que nunca tuvimos en nuestros años de Trueno y Jabato... Jamás pudimos aprovecharnos de esa fuente de archivo. Tener 20 o 30 años no fueron suficientes para tener la televisión como elemento de documentación. Ben-Hur, Tarzán, mosqueteros, piratas, animales, Edad Media, vestimentas, armas y otros motivos. Habría sido un descanso ver y poder parar todo aquello digno de aprovechar para una ilustración [...]. Todo ilustrador no tiene otra opción que ser un depredador de imágenes. Cualquier fotografía o documento siempre podrá tener su aplicación en el tema a pintar. Nunca sabes lo que podrás necesitar mañana cuando te pidan un tema de piratas, de animales, de vestimenta, de aviones, o incluso de utensilios del hogar. Las imágenes de cine son muy buenas referencias para documentarse. En carpetas debes ir ordenando lo que tienes. Una plancha, hasta una lámpara pueden sacarte de un apuro. Actualmente yo uso mucho el vídeo para parar imágenes, coger apuntes e incluso hacer fotos de escenas que son necesarias para todo lo que deseo pintar. Hasta tengo una carpeta con posturas de jugadores de fútbol, son útiles».
Imagen tomada de la Asociación de Amigos del Capitán Trueno


La eficacia de Bernal, unida a su gran calidad técnico-artística y a la fiabilidad de sus trabajos hicieron que terminara siendo muy reconocido también en el extranjero. Especialmente afortunada fue su colaboración con la industria editorial alemana, para cuyas publicaciones realizó numerosos trabajos de ilustración en libros y revistas de historieta.



Algunas muestras más del increíble trabajo de Bernal


Al final de su vida nuestro artista volcó casi toda su creatividad (que era mucha y se mantuvo activa hasta el final) en la pintura, que siempre había practicado y por la que sentía especial cariño y predilección. A pesar de todo, nunca dejó de insistir en que resultaba mucho más difícil ser ilustrador que pintor y reprochaba amistosamente a sus amigos pintores el menosprecio que artistas de otras disciplinas sentían hacia la ilustración y el Noveno Arte.

El maestro, ya muy mayor, trabajando en un autorretrato que, si parafraseamos a una corriente literaria
muy en boga durante los últimos años, es pura "metailustración": el artista —pintando a un artista
que, a su vez, está pintando— reflexiona sobre la pintura/ilustración. ¡Genio y figura!


Es indudable que con la muerte de Antonio Bernal desaparece uno de los más importantes, emblemáticos, influyentes y prolíficos ilustradores que ha dado nuestro país. Hasta tal punto es así, que resulta prácticamente imposible imaginar a algún lector mayor de veinticinco o treinta años que no haya tenido alguna vez en sus manos un libro o tebeo con portada ilustrada por él. Otra prueba de la perenne vigencia de su trabajo es el hecho de que en las sucesivas reediciones que se han llevado a cabo de las famosas series del tebeo español ya mencionadas (El Capitán Trueno, El Jabato, etc.) siempre se hayan respetado las portadas que él realizó. En este sentido, no cabe duda de que su estilo inconfundible —límpido y académico, pero eficaz y descriptivo como pocos— no sólo ayudó a vender mejor el producto que anunciaba —una de las principales finalidades del ilustrador—, sino que también estimuló la curiosidad de los lectores, invitándolos a trasponer las portadas de aquellas obras que ilustró para sumergirse en un universo lleno de pasión, misterio, peligro y aventura y marcando para siempre su imaginario y su memoria visual con una fuerte e imperecedera impronta de belleza y calidad. Descanse en paz.

Sit tibi terra leuis...

* * *

Para no sobrecargar la entrada con un exceso de imágenes me he limitado a publicar a continuación algunas muestras de originales que resultan significativos del trabajo realizado por Bernal a lo largo de su dilatada y fecunda trayectoria artística. La mayoría de ellos (especialmente los que pertenecen a El Capitán Trueno, Jabato y El Corsario de Hierro) los ha obtenido en el blog de la Asociación de Amigos del Capitán Trueno (que también puede y debe consultarse para ver más trabajos del ilustrador fallecido). Por otro lado, si desean profundizar algo más en su obra y ver otras imágenes (de las cuales yo he tomado varias), les recomiendo que no dejen de visitar el blog monográfico que Jesús Duce puso en marcha en noviembre del año 2012, y que está dedicado íntegramente a Bernal (pueden acceder a él pinchando en el siguiente enlace). Asimismo es aconsejable que echen una hojeada a todo el material gráfico del autor que se publicó en el blog El rincón del taradete, donde apareció publicada la entrevista que he utilizado como base para esta entrada (lo harán pinchando en este otro enlace y buscando luego en las etiquetas temáticas del blog).
















Adjunto, como curiosidad, una entrevista que le realizó a Bernal el impagable y nunca suficientemente reconocido Manuel Darias, en su sección del Diario de Avisos, el pasado 21 de julio de este año. Quizá sea una de las últimas (si no la postrera) entrevista concedida por el gran artista a un medio. La he encontrado en Tebeosfera y creo que se publicó previamente en Entrecómics.



Una precisión final: la foto que encabeza la entrada es © de El rincón del taradete.
-----------------
* No he visto unanimidad en la fecha. Unas fuentes señalan (y es lo más probable) el día 28 de septiembre, como el del óbito, y otras el 29. Ante la duda...

6 comentarios :

  1. Como siempre, entrada de brillante factura, perfectamente ordenada y documentada.
    Fantásticas palabras, amigo Alberich.

    Las portadas de Antonio Bernal fueron para mí muy importantes. Sus ilustraciones para Trueno Color, Jabato Color, Joyas Literarias Juveniles y alguna colección más marcaron poderosamente mi itinerario tebeístico como símbolos de gran intensidad y emoción. ¡Qué fuerza transmiten todas esas portadas! Se podrá ver, en ocasiones, alguna falla, algún gesto desproporcionado, pero la energía y la magia de sus composiciones son arrolladoras.
    Tuve la suerte de contactar con él en estos últimos años, aunque siempre a través de su hijo Daniel.
    Lástima que no llegué a darle las gracias en persona. Eso me duele.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Jesús.

      Ya lo he dicho en la entrada pero lo repito: la verdad es que no puedo concebir ahora mismo un artista que haya podido influir más en el imaginario de generaciones y generaciones de aficionados a través de su arte...

      De nuevo muchas gracias.

      Eliminar
  2. La publicación: El Genuino y Autentico Trueno Color, que va por el nº 9, lleva incluidas al final del tomo las portadas que Antonio Bernal ilustró para Trueno Color. Además, claro está, de las portadas de los apaisados en su color original.
    A ver si ediciones B reanudara la publicación de los integrales de el Cheriff King, que como todos sabemos, nos dejó tirados en el segundo tomo. Y aquí las portadas son también obra de Antonio Bernal.
    Ediciones B tendría que rendirle un homenaje, sacando un libro con una gran selección de portadas del Gran Maestro.

    ResponderEliminar
  3. Antonio Bernal ha sido uno de los grandes, ilustrador prodigioso, rápido y preciso como su trabajo requería. Crecí con la magia de sus portadas y a lo largo de mi vida estas nunca me abandonaron. Hace unos años conocí al mago de los pinceles y este me honró con su amistad, le guardo gratitud y cariño imperecederos. Que recibas tantas alegrías como las que repartistes en tu paso por la tierra.

    ResponderEliminar
  4. No me había fijado en la letra pequeña acerca del triste día de su muerte. Antonio dejó este mundo el sábado 28 de septiembre por la tarde.

    ResponderEliminar
  5. Muchísimas gracias, amigos, por vuestros amables y cariñosos comentarios (que están completamente justificados por lo que se refiere a Bernal). Y, sobre todo, gracias a ti, Vicente, por confirmarme el dato de la fecha exacta de su fallecimiento (que ya me imaginaba, como puedes ver en la nota que puse, pues fue el que encontré en las fuentes más fiables). En cuanto tenga un momento lo corrijo en el texto principal de la entrada.

    Gracias de nuevo.

    ResponderEliminar