sábado, 26 de diciembre de 2015

"ESPEIN IS DIFERENT", 54: ESPAÑA, NACIÓN DE NACIONES




¿ES el referéndum en Cataluña la solución a todos nuestros problemas en aquella revoltosa y desleal comunidad autónoma? Permíteme, querido lector, que lo dude. Que lo dude y mucho. Volvamos nuestra mirada a Quebec y comprobaremos que los independentistas nunca —repito: nunca— se dan por satisfechos. Hagamos lo propio con Escocia, donde a poco de haber votado que no a la secesión, el partido que allí defendía la secesión ya estaba diciendo que el resultado no era definitivo, que no significaba el final del proceso hacia la independencia y que, seguramente, habrá que votar otra vez más adelante. Pues aquí igual, me temo: ¿alguien puede creerse —con la excepción de los seguidores de Podemos y los incautos de buena voluntad (que no hacen más que manosear el mantra de que la democracia es votar (como si sólo fuera eso, o lo principal)— que nuestros independentistas —en este caso los catalanes, pero mañana los vascos, pasado los gallegos— quedarían satisfechos con un referéndum donde saliera "NO" como resultado (y tal es lo que, parece, obtendríamos en caso de que se convocara ahora mismo)? ¿Pero no dijeron Artur Mas y sus socios de desgobierno que las últimas elecciones autonómicas en Cataluña iban a ser consideradas por ellos como plebiscitarias? ¿Y qué ha ocurrido luego? Incluso los miembros de la CUP reconocieron que no había salido una mayoría social suficiente para proclamar la independencia y, sin embargo, Mas y sus socios se han lanzado a un camino sin retorno en pro de una independencia que, saben, resulta imposible, pues ni cuenta con el apoyo social suficiente en la propia Cataluña, ni goza de la simpatía de ningún país europeo y, lo que es más importante, no posee ningún tipo de legitimidad legal. Pero ellos, sin embargo, a lo suyo... Dale con el raca-raca... Pues exactamente eso es lo que ocurriría si se cediera a la trampa y el Gobierno de la nación convocara un referéndum. Sale NO; dentro de dos años de nuevo pidiendo otro referéndum; se vuelve a convocar, vuelve a salir que NO; otros dos años más y a pedir nueva consulta... Y así hasta que salga el SÍ. ¿O cuál sería la otra solución? ¿Un referéndum vinculante con el compromiso de no volver a pedir votar hasta que pasen, por ejemplo, 20 años? ¿50? ¿70?

El referéndum, en mi opinión, no valdría para nada. Es el argumento que seguirán esgrimiendo desde Cataluña, porque allí se sabe que el Estado no puede ceder a dicha petición —¿cómo negárselo luego a los vascos, los gallegos, los aragoneses, los navarros y así hasta caer en la cantonalización del siglo IX?—, y son conscientes de que, esgrimiéndolo de vez en cuando, pueden seguir chantajeando para pedir mejores condiciones económicas y políticas (que es siempre lo que hacen los independentistas a cambio de sus exigencias etnicistas). De hecho, ya se está empezando a insinuar que tras la constitución del nuevo Gobierno que salga de las últimas elecciones generales del 20 de diciembre, éste quizá debería poner sobre la mesa un paquete de mejoras de las condiciones económicas y fiscales de Cataluña. Es decir, más de lo mismo: caer de nuevo en la trampa. En cualquier caso, un agravio comparativo con el resto de regiones de España que no amenazan con el tema de la independencia cada dos por tres. Y es que, como dijo Jon Juaristi en cierta ocasión: los catalanes no es que no quieran ser españoles, es que quieren serlo de primera...

A propósito: Podemos ha alcanzado los 69 diputados que tiene gracias a que suma los votos obtenidos por las formaciones que concurrieron coalicionados con él en Cataluña, Galicia y Valencia. Pero ellos solos, en realidad, únicamente han obtenido 42 escaños (como puede verse aquí). Es decir, sólo dos más que C's, y con un porcentaje menor de votos efectivos, puesto que los consiguió en provincias de comunidades autónomas donde el resultado se beneficia de los efectos de unir la Ley D'Hondt al principio del número de escaños/población por circunscripciones (que, en el caso español, perjudica mucho a los partidos pequeños que se presentan en toda España). Y así, frente a los 3.181.952 votos de Podemos (el 12,67% del total), tenemos los 3.500.446 de C's (el 13,93 %), que supera ampliamente al partido morado por más de 300.000 papeletas. Lo digo para que no se olvide este factor —que justifica, en buena medida, la prisa que los "podemitas" se han dado en exigir como condición sine qua non la celebración de un referéndum en Cataluñay, sobre todo, para recordarle a Pablo Iglesias que no está legitimado para dirigir la política española, como pareció dar a entender en su primer discurso tras las pasadas elecciones.

12 comentarios :

  1. Bueno, Alberich, lo primero, ¡Felices Fiestas!
    Lo segundo, parece que va con las fiestas esto de debatir sobre política. Pues vamos allá. Sin intención alguna de cambiar tu opinión, que me parece que la tienes ya bastante afianzada, pero solo por exponerte mi punto de vista (en el que me da que ya has pensando por lo que dices en la entrada).
    ¿Es el referéndum la solución?
    Pues no lo sé. Pero podría serlo al menos "temporalmente". Vamos, que un referéndum vinculante con el compromiso de votar hasta que no pasen 25 años, me parece lógico y no tan descabellado.
    ¿Que los independentistas nunca va a estar contentos?
    Puede ser también y es bastante probable, pero tendrían menos motivos para andar protestando.
    Lo que pasa es que aquí cuentas una versión del asunto... Otra podría ser esa que alegan en varios medios u otros políticos eso de que el PP con sus políticas y declaraciones ha sido una máquina de hacer independentistas. A mí, de hacer un referendum me gustaría que se hiciera haciendo también una campaña explicando e informando bien por qué merece la pena que Cataluña siga con España. El problema es que la gente vota por motivos emocionales. Y más en este tipo de cosas territoriales. Tú quieres buscarle explicaciones lógicas a estos temas, y no la tienen.

    No vivo en Cataluña, y no sé si el PP influyó mucho en hacer "independentistas" o fue CIU y la televisión catalana o yo qué sé... lo que sí te puedo decir es que no soy nacionalista, ni español, ni catalán.. Para mí, el tema de los nacionalismos, los países y las banderas es algo que...bueno, demasiado largo para discutirlo en un cajetín. Por si te interesa:
    http://safarinocturno.blogspot.com.es/2010/09/identidades.html
    y
    http://safarinocturno.blogspot.com.es/2013/11/schopenhauer-y-el-orgullo-nacional.html

    Por lo demás, no he votado a Podemos, pero a propósito, me parece mucho más grave que haya ganado el PP con todos los casos de corrupción, mala administración, y recortes en políticas sociales que ha ido desarrollando. Pero como esto es una "democracia" y la gente vota con sentido común y cabeza (esto último pretende ser ironía).

    Quédate con las felices fiestas de mi comentario y mejor lo dejamos ahí.
    Un abrazo.

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  2. Hola David, buenos días.

    Lo primero que he de agradecerte es el tono conciliador que utilizas al comienzo de tu mensaje, aunque tampoco era necesario, pues no soy de los que se altera porque le lleven la contraria y además pienso que, civilizadamente, se puede hablar absolutamente de todo (incluso de política y aunque seamos españoles, que no solemos hablar, sino pelearnos y gritar). Pero no será ese el caso aquí, te lo aseguro (al menos por mi parte y estoy seguro que tampoco por la tuya).

    Voy a ir contestando por partes tu largo e interesante comentario, confrontando mis opiniones (que, efectivamente, están bastante afianzadas tratándose de nacionalismos).

    Piensas que un referéndum podría ser la solución provisional --provisional, repito-- a lo que está ocurriendo en Cataluña. Yo estoy convencido de que no. Aunque se hiciera vinculante. Y a las pruebas (en lo de Escocia) me remito. Pero aun aceptando la utilidad coyuntural de la medida --cerrarle la boca durante unos cuantos años a los nacionalistas (si es que tal cosa resulta posible)--, ¿estarías dispuesto a repetir el proceso todas las veces que haga falta en todos los lugares de España que lo pidieran? Porque te aseguro que no iban a ser únicamente los catalanes. Y otra cosa más: ¿convocarías la consulta sólo en Cataluña, o la harías extensiva al resto de España? Porque lo que pueda ocurrir en aquellas regiones --como parte de España-- a mí también me importa (y mucho).

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  3. El PP. El dichoso PP. He de comenzar este párrafo diciendo que nunca he votado al Partido Popular. Y lo digo, no como justificación --ya que no es necesaria tal cosa, pues estamos hablando de un partido perfectamente democrático (por más que muchos quieran demonizarlo y negarle tal condición)--, sino como argumento de autoridad --si se me permite la expresión-- para decir lo siguiente: es mentira que el PP haya sido una fábrica de independentistas. A pesar de sus torpezas y de su aparente firmeza antinacionalista (más relativa que cierta, todo sea dicho). Y pongo un ejemplo: fue con el PP cuando más transferencias se cedieron a Cataluña (curiosamente bajo los gobiernos de Aznar y a través del Pacto del Majestic). Así pues, se trata de un mantra que los oponentes políticos del PP --con los nacionalistas a la cabeza-- han estado esgrimiendo machaconamente para acentuar el supuesto autoritarismo del partido conservador. Pero luego, nada de nada. De hecho, ha habido que esperar a que se produzca un intento de secesión para que Mariano Rajoy y sus chicos tomen alguna medida algo más contundente (lo de acudir al Tribunal Constitucional que, por otro lado, es perfectamente legal, legítimo y nada desproporcionado, por mucho que se quejen los llorones nacionalistas). El embolado territorial en el que ahora mismo nos encontramos proviene de la época del nefando Rodríguez Zapatero a quien se le ocurrió abrir el melón de las reformas estatutarias sin el consenso necesario y que, con el objeto de aislar al PP y demonizarlo ante los españoles, inició una política de fractura social y de alianzas con los nacionalistas-independentistas que, a la postre, se ha terminado mostrando letal para el PSOE como partido de ámbito nacional. ¿Recuerdas el vergonzoso "Pacto del Tinell"? ¿Recuerdas sus declaraciones sobre el Estatuto de Cataluña, diciendo que lo que saliera del Parlament sería aprobado en Madrid sin enmiendas (cuando luego no fue así, porque el Tribunal Constitucional no podía dar luz verde al texto que se había aprobado en Barcelona)? ¿Recuerdas las maniobras que el propio Zapatero, en connivencia con José Montilla, hizo para intentar enmendar lo que había dictaminado el TC? ¿Recuerdas al citado presidente Montilla --un socialista-- encabezando una manifestación pro-independentista que proponía la desobediencia a la sentencia del TC (de la que tuvo que salir escoltado porque los maulets querían lincharlo)? ¿Recuerdas los manejos que llevó a cabo el propio Zapatero con Artur Mas, negociando en secreto lo del Estatuto y pasándose por el arco de triunfo a Pascual Maragall, que era el presidente de la Generalitat por entonces? ¿Recuerdas a Zapatero reconociéndole a Iñaki Gabilondo que había que crear tensión, porque la crispación les favorecía en las elecciones? ¿Te acuerdas de todo eso? Pues todo eso fue, precisamente, lo que proporcionó el combustible con el que ahora está ardiendo el problema secesionista en Cataluña. Y el PP, por aquel entonces, se hallaba en en la oposición, de modo que poco podía hacer para entorpecer el proceso (excepto poner el recurso de inconstitucionalidad del Estatut, para lo que estaba completamente legitimado). En fin, Serafín. Si de algo ha sido culpable el PP es, precisamente, de no haberse mostrado más contundente con los nacionalistas en aquellas ocasiones en que ha hecho falta (y lo mismo digo de UCD y del PSOE, por ser los partidos que han gobernado en España). Como ves, en el tema de los nacionalismos soy jacobino.

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  4. Vayamos al tema de las patrias y las banderas. En esta cuestión nos hallamos con dos componentes fundamentales que intervienen en la ecuación: el sentimental y el jurídico-político. Para mí ambos son importantes, aunque nunca impondría el primero sobre el segundo (que es lo que hacen los nacionalistas, cuya visión del mundo es básicamente etnicista, identitaria, colectivista y territorial. De hecho, siempre hablan como si los territorios tuvieran personalidad propia: "Cataluña cree", "Madrid nos prohíbe", "España nos roba", etc.). A mí lo que me importan son las personas, no los territorios. Los derechos individuales, no los de una etnia o nación. Y es desde esta óptica como me interesa ser español y como me considero tal, pues la actual España está en condiciones de proporcionarme eso que pido como ciudadano. Hay también, desde luego, razones sentimentales e históricas que me llevan a sentirme español y a desear que España siga siendo como es (como la recibimos de nuestros antepasados), pero no es el argumento principal para mi "españolidad". A este respecto, otra falacia que los nacionalistas han ido imponiendo es la de acusar a quien no está de acuerdo con ellos de ser "nacionalistas españoles". Es otra mentira, claro está. Otra mentira que, de tanto repetirla, ha ido calando en algunos. Pero el nacionalismo español --que podría ser el que desarrolló un régimen como el franquista-- ya no existe. Y si queda algo son restos realmente insignificantes, residuos del pasado. En este sentido, y como prueba de lo que digo, no tienes más que ver cómo ha reaccionado el conjunto de la sociedad española al desafío independentista lanzado desde Cataluña: ¿dónde se han visto manifestaciones o espectáculos masivos tan bochornosos como los que los propios independentistas catalanes han organizado en Cataluña, con esas cadenas humanas, los grupos de castellets, los alcaldes catalanes ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña apoyando a Mas como si fuera un mártir... ¿Dónde se ha producido algo semejante en el resto de España como contrarréplica y para apoyar la unidad territorial?

    Y voy terminando: yo tampoco he votado a Podemos, un partido que dice algunas verdades como puños en el ámbito económico y social, pero que se mueve en un terreno muy peligroso y resbaladizo de populismo y demagogia (¡qué gracia eso de la casta, teniendo en cuenta que casi todos sus líderes principales llevaban en política un buen tiempo antes de fundar este nuevo partido!). Por otro lado, su alianza con los pro-independentistas y los pro-etarras (como ha ocurrido, por ejemplo, en Vascongadas y Navarra) es un motivo más que sobrado para que no les dé mi voto nunca. Tampoco es santo de mi devoción lo que sabemos sobre su verdadera ideología; quiero decir: la que venían haciendo pública antes de ver que tenían posibilidades de conseguir tantos escaños y moderasen su discurso, apartando a Monedero. En fin, Serafín... Yo hace años que vengo votando a UPyD. Lo he dicho ya públicamente en más de una ocasión. Y seguiré haciéndolo mientras exista como partido. Tengo la esperanza --cada vez más tenue, también es verdad-- de que logre recuperarse del terrible error que cometieron sus líderes, y que les llevó a dilapidar un crédito político que habían ganado a pulso y con mucho esfuerzo, llevando a cabo una actuación modélica en la oposición, siendo el único partido que, hasta el momento, de verdad ha hecho algo contra la corrupción y abriendo un camino --el de la regeneración democrática y la alternativa al bipartidismo-- que ahora otros (C's, Podemos) se han apropiado y quieren aprovechar.

    Te deseo, también, felices pascuas y un próspero año nuevo.

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  5. Bueno...como esto puede eternizarse, apunto solo un par de cosas.
    Yo tampoco me altero porque me lleves la contraria. Por lo menos en política. Si pasamos a hablar de Beatles, Chaplin, Foster o cosas de ese estilo entonces la cosa sí puede llegar a mayores. Pero como en el tema Foster sé que coincidimos plenamente, pues ni hace falta mencionarlo ;-)

    No recordaba algunas de las cosas que me decías y que enlazas, pero me parece muy bien que te encargues de recordármelas. También yo podría ponerme a recordar otras en diferentes medios o vídeos de youtube, pero ya te digo que la cosa se alargaría y no es plan.
    A una de tus preguntas sí tengo que responder.
    Pues sí. La haría extensiva para esos territorios donde gran parte de la población la exigiera. No veo por qué tengo que pensar en el caso catalán y no en otros donde hubiese también una gran demanda. Así que sí, la extendería a otros territorios. A Euskadi, por ejemplo. Y vivo en Bilbao. Y también me preocupa el tema de lo que pueda pasar como bien apuntas, pero como tú dices "A mí lo que me importan son las personas, no los territorios." Y si van a ser más felices las personas teniendo esa posibilidad de votar o decidir qué tipo de acuerdo territorial quieren con el resto de sus ciudadanos, pues no pasa nada. Si la cuestión es informar a base de bien por qué es mejor una opción que otra y no pensar que plantear un referéndum es el acabóse. Es más. Yo creo que deberían plantearse muchos más referéndums. No sobre temas territoriales, sino sobre un montón de cuestiones. Pienso que la gente bien informada sería la que debería votar, y no delegar en los partidos políticos, pero esto ya es política-ficción y no vamos a entrar.
    Y te aclaro antes de nada que a mí todo el tema de las autonomías o la descentralización estatal puede parecerme hasta exagerada teniendo en cuenta a lo que hemos llegado. Si es verdad aquel comentario de Mitterand cuando le preguntaron que por qué Francia no tenía un sistema de autonomías como el español y que dijo que "Francia no es tan rica y no puede permitírselo" es como para plantearse unas cuantas cosas. Eso de aeropuertos para todas las Comunidades o si estos tienen esto, ¿por qué nosotros no?... Pero el problema no creo que sea tanto el autogobierno más o menos centralizado, sino la especie humana. Sin más.
    Que votabas a UPyD ya lo sé porque lo comentaste en una entrada de tu blog hace no mucho. Que no responda o comente siempre no quiere decir que no te lea.
    Podría extenderme en más cosas de las que comentas y apuntas, pero de verdad que tampoco es que tengas muchas ganas. Creo sinceramente que es mejor y mucho más entretenido hablar de lo bueno que es Arthur Rackham, por ejemplo.

    Feliz y próspero año nuevo también para ti.


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    1. Hola de nuevo, David.

      En un principio introduje la referencia al Estatuto Andaluz para señalar que el PP se había comportado incoherentemente en alguna ocasión con este tema del Estatut catalán, pero decidi quitarlo en el último momento, porque alargaba en exceso mi respuesta (demasiado, de hecho) y, sobre todo, porque pensé que no hacìa falta recordar que un caso no es, ni mucho menos, comparable y parecido al otro. Y que esto es así, lo demuestra el hecho de que en Cataluña tenemos un episodio de rebelión y en Andalucía, sin embargo, se nos está recordando estos días, por activa y por pasiva, que lo de Cataluñá resulta inadmisible. Así es que, me parece, que comparar una situación con otra no tiene demasiado recorrido argumental (salvo que se insista --y lo comparto-- en la idea de que la postura del PP fue ahí incoherente impugnando uno y dejando pasar el otro. Pero imagino que no venían peligro alguno en el caso andaluz, como así ha quedado demostrado).

      Un saludete cordial.

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    2. ¡Por cierto! ¡¡Mira que era bueno (qué digo bueno, buenísimo) Arthur Rakcham...!!

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    3. Es que hay una serie de ilustradores de aquella época que eran tremendos Bauer, Nielsen, Dulac, Tenggren... y podríamos seguir.
      Y por cierto, ya sé que fue Pyle quien influyó en el Prince Valiant de Foster como han comentado en otros sitios, pero yo también creo que estuvo mirando las ilustraciones de Rackham para el Rey Arturo. Y a eso nunca hacen referencia. Sí, vale, las semejanzas con las escenas de Pyle son más "claras" (el estilo es muy diferente), pero no sé, esas de Rackham, como la de "La justa" a mí también me recuerda a Foster.
      Lo que tengo claro es que a mí con Rackham no me pasa como a C.S Lewis. http://safarinocturno.blogspot.com.es/2015/05/sucedaneos.html

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    4. Ni a mí, desde luego...

      C. S. Lewis parece manifestar similares prejuicios contra la historieta que Vicente Molina Foix... Un mal extendido entre ciertos intelectuales...

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  6. Eeeeh...hacia el final...sobra una s. "tampoco es que tenga muchas ganas" (error mío; igual tú si tienes ganas; a mí de verdad que no me apetece).

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  7. Yo siempre creí que el territorio de España pertenecía a todos los españoles y que, por tanto, los que habitaban en una determinada zona no podían apropiársela en exclusiva, idea ésta (la de la CUP o la del PNV) que siempre me ha parecido idéntica a la del centralismo y, por supuesto, propia de la derecha más rancia. Por eso también creía que el destino del territorio de Cataluña debíamos decidirlo entre todos los españoles (es decir, los que vivimos dentro de la unidad política llamada Estado español), con un referéndum en el que pudiéramos votar todos. Se ve que en esto, como en tantas otras cosas, también he andado equivocado. Espero, al menos por coherencia, que si Cataluña llega a ser independiente, los mismos que hoy hablan del derecho de autodeterminación le permitan a Barcelona o a cualquier otra de las provincias catalanas que, si lo piden, puedan celebrar un referéndum para independizarse de Cataluña y formar su propio Estado.

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    1. Yo también he creído siempre eso, pero ellos aseguran que tal cosa sería una trampa; que sólo debe decidir quien vive en Cataluña (no se atreven a decir que únicamente quienes desean ser independientes porque quedaría feo). Vamos, que de nuevo la llamada "Ley del embudo" ("pa ti lo estrecho, pa mí lo ancho"). Por no señalar que, como bien destacas, ello abriría un melón inacabable de "derechos a decidir" --hasta dirimir, incluso, entre comunidades de vecinos--, pues en España somos así, y ya tenemos experiencia al respecto.

      Un saludete y felices pascuas (de nuevo).

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