EL pasado día 18 murió Jean Tabary, padre gráfico de Iznogoud, uno de los cascarrabias más entrañables y conocidos de toda la historia de los tebeos. Aunque dibujó otros personajes, este artista francés de origen sueco ha pasado a la posteridad por haber dado forma en el papel al gran visir —traicionero, golpista y conspirador— que surgió de su colaboración con el célebre guionista René Goscinny, autor de otros mitos de la bande dessinée como son Asterix o Lucky Luke.
Iznogoud —cuyo nombre deriva de un juego de palabras (recurso muy típico de los guiones de esta serie) realizado con la expresión inglesa "He's no good" ("él no es bueno")— inició su andadura editorial en enero de 1962, dentro de las páginas de la revista Record, y a través de historias cortas en las que iba a aparecer como personaje secundario de una serie titulada Las aventuras del califa Harún el Pussah (Les aventures du calife Haroum El Poussah). Sin embargo, progresivamente fue ganando importancia, hasta convertirse en el protagonista de la misma.
Tras la muerte de Goscinny —acaecida en 1977— Tabary continuó en solitario con las aventuras del personaje, hasta llegar a 2004, año en que se publicó el último álbum, sumando un total de 27 que fueron realizados entre 1966 y esa última fecha.
El estilo de Tabary, tan peculiar y reconocible, se distingue por el trazo enérgico y expresivo, el perfecto acabado, la facilidad para la caracterización de personajes y la cuidada puesta en escena, dando como resultado un producto de reconocida eficacia plástica y narrativa, que se veía favorecida por los ingeniosos guiones de Goscinny. Con estas caractecterísticas se explica el éxito de que gozó la serie prácticamente desde su inicio.
Es indudable que con la muerte de Tabary se avanza un poco más hacia la extinción definitiva de unas generaciones de dibujantes y guionistas que hicieron de la escuela franco-belga una de las más grandes de toda la historia del tebeo.
En todo caso, allá donde se encuentre nuestro autor confiamos en que halle a su visir convertido, por fin, en califa.
Sit tibi terra leuis!
A continuación, y como homenaje al dibujante fallecido, he creído conveniente traer aquí las páginas correspondientes al primer relato del personaje, utilizando para ello la edición española de Dargaud. La verdad es que no leía nada de Iznogud —recordémoslo ahora así, con el nombre castellanizado— desde hace muchos, muchos años. Más he de reconocer que, pese a lo repetitivo en la estructura de sus historias, éstas siguen siendo bastante divertidas. Espero que las disfruten como yo lo he hecho.
Tabary, durante una sesión de firmas en los años 60
Iznogoud —cuyo nombre deriva de un juego de palabras (recurso muy típico de los guiones de esta serie) realizado con la expresión inglesa "He's no good" ("él no es bueno")— inició su andadura editorial en enero de 1962, dentro de las páginas de la revista Record, y a través de historias cortas en las que iba a aparecer como personaje secundario de una serie titulada Las aventuras del califa Harún el Pussah (Les aventures du calife Haroum El Poussah). Sin embargo, progresivamente fue ganando importancia, hasta convertirse en el protagonista de la misma.
Tabary en una foto más reciente
Tras la muerte de Goscinny —acaecida en 1977— Tabary continuó en solitario con las aventuras del personaje, hasta llegar a 2004, año en que se publicó el último álbum, sumando un total de 27 que fueron realizados entre 1966 y esa última fecha.
Goscinny a finales de los años 50 y, a la derecha, durante una sesión de firmas en época posterior
El estilo de Tabary, tan peculiar y reconocible, se distingue por el trazo enérgico y expresivo, el perfecto acabado, la facilidad para la caracterización de personajes y la cuidada puesta en escena, dando como resultado un producto de reconocida eficacia plástica y narrativa, que se veía favorecida por los ingeniosos guiones de Goscinny. Con estas caractecterísticas se explica el éxito de que gozó la serie prácticamente desde su inicio.
El califa de Iznogoud, que empezó siendo el protagonista de la serie
y tuvo que ceder el liderazgo a su visir
Es indudable que con la muerte de Tabary se avanza un poco más hacia la extinción definitiva de unas generaciones de dibujantes y guionistas que hicieron de la escuela franco-belga una de las más grandes de toda la historia del tebeo.
En todo caso, allá donde se encuentre nuestro autor confiamos en que halle a su visir convertido, por fin, en califa.
Sit tibi terra leuis!
* * *
A continuación, y como homenaje al dibujante fallecido, he creído conveniente traer aquí las páginas correspondientes al primer relato del personaje, utilizando para ello la edición española de Dargaud. La verdad es que no leía nada de Iznogud —recordémoslo ahora así, con el nombre castellanizado— desde hace muchos, muchos años. Más he de reconocer que, pese a lo repetitivo en la estructura de sus historias, éstas siguen siendo bastante divertidas. Espero que las disfruten como yo lo he hecho.
perfecto semblante del artista que te enlazo, vago, por ahorrarme el trabajo de describir a quien tan exactamenta has retratado.
ResponderEliminarUna pena, su obra está asociada fuertemente a mi infancia, como a la de tantos lectores.
Hola Octavio, bienvenido al Nibelheim (que es tu casa).
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario (y, sobre todo, por enlazar al blog).
¡Vaya mesecito que llevamos! Sanchís, Solano, ahora Tabary.
Como ya he dicho en el texto, creo que se está extinguiendo una hornada de dibujantes que hicieron muy grande la historieta. Y comprendo perfectamente lo que dices, pues la mayoría de ellos están asociados a nuestra infancia y adolescencia (alqo que, por fuerza, tiene que dejar huella en nuestra alma y despertar los sentimientos de nostalgia: O tempora, o mores...!).
Un saludo y vuelve cuando quieras.
jeje, no, Alberich, si te tengo en reader, soy asiduo, al menos, ojeador de este blog ;) así que claro que volveré, como suelo hacer :)
ResponderEliminarSobre la extinción, bueno, triste pero biológico. Lo importante es constatar que su obra siga accesible, y en el caso de Tabary, al menos su popular Visir ha tenido una edición completa bastante reciente, algo que no se puede decir de Sanchís o tantos autores olvidados e inencontrables (yo soy de los que promete salir cantando La Macarena por la Gran Vía disfrazado de Fofó si se edita la obra completa de Raf algún día, por ejemplo)
Y por cierto, veo que mi enlace es a blogger, con lo que no consta el blog donde te enlacé. Me permito por tanto añadirlo aquí: http://gentedigital.es/comunidad/comics/2011/08/21/ha-fallecido-tabary-dibujante-de-iznogud/
Octavio, he de confesarte que lo de Raf lo firmaba ahora mismo con las orejas y las manos atadas a la espalda. Uno de mis dibujantes humorísticos favoritos. ¡Hay que ver cómo disfrutaba un servidor sumergiéndose en ese encantador mundo de Bellota Village! ¡Ay, qué tiempos aquellos...!
ResponderEliminarLo dicho, un abrazo (pero sin apretar demasiado, que nos quedamos sin aire).