lunes, 22 de agosto de 2011

CONAN. ESTUDIO DE UN MITO DE LA CULTURA POPULAR



COINCIDIENDO (¿o quizá deberíamos decir "convergiendo"?) con el estreno de la película Conan the Barbarian, del director Marcus Nispel —a la que se ha adelantado algunos días—, la editorial Dolmen acaba de poner sobre las estanterías de novedades un grueso estudio monográfico dedicado al célebre aventurero cimmerio: Conan, la imagen de un mito. De héroe pulp a icono cinematográfico. Salió a la venta el pasado día 8, viene firmado por un especialista en la materia —Manuel Barrero— y promete ofrecer algunas horas de gozosa lectura a los aficionados al personaje.

Servidor —como ya he tenido oportunidad de señalar con anterioridad en este mismo blog— nunca ha sido un fiel seguidor de las andanzas del personaje creado por Robert E. Howard. Pero he de confesar que, tras echar una rápida y somera ojeada al libro de Barrero, no he podido ni sabido resistirme a sus visibles encantos y he terminado adquiriéndolo, convencido de que iba a pasármelo bien. Estoy seguro de que no he de arrepentirme.

Presentación del libro en la página web de Dólmen Editorial

Como "neófito" en esto del universo howardiano no pretendo hacer aquí una reseña crítica. Desde luego no tan enjundiosa como el comentario (un tanto inmisericorde, en mi opinión) que el propio Barrero realizó a raíz de la aparición de otra monografía sobre el personaje, firmada ésta por Francisco Calderón y titulada Conan. Biografía de una leyenda (2004), que fue publicada, casualmente, en la misma editorial y colección que ahora edita este estudio del teórico zamorano, y que gozó del beneplácito de unos responsables editoriales que entonces salieron vapuleados por Barrero —por haber dado el visto bueno al libro de Calderón—, pero que ahora no han dudado en publicar el suyo (lo cual, por otra parte, habla en favor de todos ellos). Pues bien, como iba diciendo: nada más lejos de mi intención, por tanto, que hacer un comentario crítico. Aquí y ahora tan sólo me propongo ofrecer una breve descripción del contenido del libro y dar alguna impresión personal sobre el mismo. ¡Crom me perdone, pero no pretendo nada más!

Imagen de la cubierta y su correspondiente solapa (con el retrato del autor)

Comenzaré destacando un aspecto que me parece fundamental, tratándose del estudio de un personaje cuya trascendencia para el imaginario de la cultura popular occidental es innegable y que tanta influencia ha ejercido sobre otros medios artísticos como el cine, el tebeo y la ilustración. Me refiero, claro está, al apartado gráfico y visual de la edición que me parece sencillamente magnífico y muy cuidado. Todo el libro está repleto de suculentas ilustraciones —casi 450, precisa el propio Barrero en un perfil de Facebook donde ha puesto información relativa a su trabajo—, y si bien es cierto que la práctica totalidad se han reproducido en blanco y negro y a un tamaño bastante reducido, tienen mucho interés porque no son las imágenes trilladas que estamos acostumbrados a ver en los sitios donde se habla de Conan.

El libro está en la tónica general a la que nos tiene acostumbrados Barrero: un trabajo erudito, sólido, bien documentado y lleno de datos, que no es una simple "biografía" del personaje más famoso de la Era Hiboria, sino un completo y exhaustivo ensayo en el que se da un repaso pormenorizado al género de la fantasía heroica y sus protagonistas, señalando influencias, paralelismos y derivaciones de los mismos (generalmente en otros medios como el cine, los vídeojuegos o los tebeos). Pero siempre, con el ojo puesto en Robert E. Howard y su creación más conocida.

Todo este material aparece organizado, sin embargo, de manera un tanto extraña y desconcertante, por desproporcionada, pues nos encontramos con una estructura en la que sólo hay una parte introductoria y otra final o conclusiva, sin ninguna otra intermedia. Así, tras el extenso corpus inicial —formado por una "Presentación", un "Prefacio" y una larguísima "Introducción" (epígrafe bajo el cual se han incluido todos los capítulos con el grueso del material)—, se pasa inmediatamente a la "Conclusión" y a la "Bibliografía", sin que haya entre medias ningún otro apartado o epígrafe. Es decir, que podemos diferenciar dos grandes bloques de material, el primero de los cuales tiene más de 350 páginas, mientras que el segundo tan sólo llega a unas decenas. ¿Estamos, quizá, ante una errata y han olvidado —bien el autor, bien los editores— incluir el título de ese epígrafe "intermedio" en el que debería ir incluido el núcleo del libro? En cualquier caso, se trata de una peculiaridad que me ha extrañado pero que no empece, lo más mínimo, al mérito indudable de esta nueva monografía, realizada por un autor español y que viene a ampliar el corpus teórico existente en torno a una figura tan importante para la cultura popular como la del famoso guerrero cimmerio. Pero sigamos...

El libro se inicia con un primer bloque realmente introductorio en el que Barrero reflexiona (pp. 9-13) sobre el mito del "bárbaro" —sublimado en la figura de Conan— y sobre el género de la "fantasía heroica" (pp. 14-22), recordando sus antecedentes mitológicos y epopéyicos, o la influencia de los relatos épicos, los cantares de gesta y los libros de caballería. En esta segunda parte, además, Barrero propone (pp. 19-21) un esquema tripartito de géneros dentro de la fantasía heroica que, seguramente, terminará siendo discutido —como otros muchos antes— por los especialistas en la materia, pero que contribuye a ir desbrozando el camino.

Ya dentro del amplísimo epígrafe titulado "Introducción", lo que podría haber sido el capítulo primero repasa minuciosamente (pp. 23-35) toda la obra que Robert E. Howard sacó adelante en el corto período de tiempo (1928-1936) que duró su frenética y productiva actividad literaria. Sigue después con el estudio de las fuentes de inspiración del escritor norteamericano (pp. 36-58 y 97-103) y, por último (pp. 59-108), con el de los principales temas de análisis derivados de su obra que más han llamado la atención de especialistas y críticos (xenofobia, machismo, fascismo, religión, magia y ocultismo, visión maniquea del mundo, actitud escapista y nostálgica respecto del pasado pretecnológico, etc.). Por las razones ya indicadas arriba, este capítulo ha sido el más interesante y clarificador para mí, al abrirme los ojos ante una obra que desconocía —tanto en su faceta literaria como en sus derivaciones plásticas posteriores del cómic, la ilustración y otros medios— y mostrarme la riqueza y variedad de las fuentes en que se apoyaba. Hay que destacar, en todo caso, lo meticuloso que llega ser Barrero en sus planteamientos, pues desciende al análisis de aspectos que, en principio, podrían parecer excesivos en un estudio de esta temática —pienso, por ejemplo, en las páginas que dedica a reflexionar sobre aspectos de la psicología de Howard (orientación sexual, religiosidad, etc.)—, pero que encuentran justificada explicación si pensamos que pudieron influir en su forma de ver el mundo y, por consiguiente, sobre su actividad creadora. Por otro lado, las extensas referencias a las lecturas científicas (historia, geografía, antropología, etc.) hechas por el padre de Conan dan una idea aproximada de la meticulosidad —ya que no profundidad— con que se preparó el escritor tejano para abordar su obra literaria. Muy esclarecedor, repito, para una persona que, como yo, desconocía prácticamente todo del autor y sus personajes.

El siguiente gran bloque temático —que voy a denominar capítulo segundo— repasa con detalle y exhaustividad la imagen de Conan que se ha ido perfilando desde el mundo de los artistas plásticos (ilustradores y dibujantes de historieta, principalmente). Barrero recuerda la evolución experimentada por las imágenes de lo fantástico a lo largo de la historia del género, partiendo de las primeras ilustraciones en las novelas y folletines de los siglos XVIII y XIX, hasta llegar a las realizaciones —tan influyentes como poco respetuosas del original espíritu howardiano—, que se han hecho desde el campo de la ilustración y la historieta, en los que destacan los nombres de Roy G. Krenkel, S. Fabian, Frank Frazetta, Barry Winsord-Smith, o John Buscema. Dedica un epígrafe completo (pp. 117-124) al tema de las portadas de cómics y su influencia sobre la iconografía de la fantasía heroica y otro al productivo, fecundo y popular mercado de la ilustración fantástica (pp. 124-142), que dio lugar también a la aparición de productos de bella factura y auténtico lujo. La última parte de este bloque o capítulo (pp. 143-150), la dedica el autor a repasar toda una serie de obras muy bien editadas y magníficamente ilustradas por autores como Gary Gianni, Arthur Suydam o Alex Horley, estos dos últimos herederos del gran Frank Frazetta y todos ellos responsables de haber establecido de manera definitiva —y, en ocasiones, muy acertada—, un canon concreto del héroe howardiano. Por cierto: que en este apartado, Barrero echa de menos el que apenas se hayan publicado en España libros de ilustración sobre esta temática (cosa que sí ha ocurrido en el extranjero). Un déficit más que añadir a los ya existentes en este ámbito de la ilustración y los tebeos.

El tercer y último bloque del libro —el más extenso de todos— lo ha dedicado el autor a estudiar el tema de la fantasía heroica y su tratamiento en el cine. Nos hallamos, en este caso, ante un exhaustivo (y valioso) catálogo de películas del género, en el que se valora cada una de ellas y se pone en relación con las demás. Desde un temprano proyecto que, entre 1934 y 1936, contempló la posibilidad de rodar un film basado en un borrador argumental del propio Howard, hasta la última película de Conan que se ha realizado, pasando por las célebres que protagonizó Arnold Schwarzenegger (a las que dedica gran atención) y algunas versiones porno —¡que para tanto da el tema!—, Barrero analiza una enorme cantidad de títulos. Me ha resultado especialmente interesante el epígrafe que dedica a las películas que actuaron como antecedente del género de fantasía heroica (pp. 158-195), entre las que menciona esa obra maestra, tan admirada por mí, que es Die Nibelungen, de Fritz Lang (1924). Advirtamos, en todo caso, que Barrero insiste —tanto aquí como en otros lugares de su estudio— en que el elemento definidor de la "fantasía heroica" es la presencia de lo preternatural y, por tanto, no podrían ser consideradas como antecesoras de las películas de tal género todas aquellas que, como el peplum, carecieron de dicho elemento. En definitiva: un capítulo muy útil que, como no podía ser de otro modo, concluye con un análisis detallado de la última producción cinematográfica de Conan —la de Marcus Nispel recién estrenada—, sobre la que se cuentan todo tipo de anécdotas relacionadas con la preproducción, la elección de actores, el rodaje, etc.

La obra se cierra con una "Conclusión" (pp. 354-358) y una "Bibliografía" (pp. 359-367) que no me ha parecido demasiado extensa —cosa lógica, quizá, tratándose de un campo al que aún deben hacerse muchas aportaciones teóricas—, en la que adquieren una gran importancia las referencias a páginas webs (pp. 361-367).

Entre las pegas, si hubiera que poner alguna, podríamos citar la presencia de algunas faltas de ortografía y erratas que he visto a vuelapluma. Asimismo, he notado la ausencia de un índice onomástico, que habría facilitado sobremanera el uso de la enorme cantidad de información que maneja Barrero y la búsqueda de personajes, artistas y títulos. Un tamaño algo mayor del libro también habría sido muy de agradecer —sobre todo para admirar, como se merecen, las numerosas ilustraciones que lo inundan— y también podrían haberse corregido ciertos errores de maquetación, derivados de una mala justificación de líneas a causa del editor de textos, que afean el conjunto de algunas páginas. Pero se trata de minucias que no empañan, en absoluto, el valor de esta monografía.

En definitiva: un libro sumamente recomendable, que satisfará tanto al experto como al neófito, pues sin renunciar en ningún momento al dato erudito y a la descripción minuciosa, ofrece al lector menos especializado una buena exposición del tema, presentándolo de manera atractiva y muy clarificadora. No hay que olvidar, por otra parte, que nos hallamos ante una monografía repleta de datos y que será de gran utilidad para cualquier lector que desee ampliar sus conocimientos sobre el tema. Un tema —repito— que no fija su atención sólo en el personaje de Conan, sino que sobrevuela por encima de todo un universo —el de la fantasía épica— al que éste pertenece, y en el que ha terminado convirtiéndose en todo un paradigma. Un mito, en definitiva.

He aquí, para concluir, la ficha bibliográfica completa:

Autor: BARRERO, Manuel
Editorial: Dólmen Editorial
Colección: Pretextos, nº 16
Lugar de edición: Palma de Mallorca?, 2011
Páginas: 368, blanco y negro
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 19,95 €

18 comentarios :

  1. Para entender Conan a mi me fue preciso leerme los 100 primeros numeros, de una tacada, durante un mes de agosto. Solo asi comprendi el valor del trabajo realizado por Roy Thomas y John Buscema (no incluyo a Barry Winsor Smith, porque lo suyo no deja de ser una anecdota si lo comparamos con la produccion de Buscema). Fue entonces cuando supe ver que por encima de unos, a mi apresurado juicio, poco afortunados monstruos habia una idea de conjunto, idea que poco a poco te iba enganchando, hasta tenerte preso y no poder parar de leer hasta la tragica muerte de Belit, novia de Conan, el punto culminante de la serie. Solo entonces me di cuenta de ls condicione de trabajo tan imposibles de cumplir a que era sometido Buscema, y la solvencia con la que soresolvia este tipo de problemas.

    Hay comic mas alla de Caniff. Todo no puede ser Foster y Val. La muerte de Belit es una cima de este arte, solo hace falta el transcurso del tiempo para que el resto de los mortales lo sepan ver asi. Nosotros ya lo sabemos.

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  2. ¡100 números de golpe y en un mes de agosto! ¡Por Wotan (que es como decir por mi enemigo)! Creo que yo no sería capaz... No me llama tanto el personaje como para hacer ese esfuerzo titánico... Pese al acercamiento que estoy realizando. Un poco más dosificado, pues sí... Y, efectivamente, la saga Conan y Belit y algunos otros relatos-eje más (Clavos rojos, La Torre del elefante, Conan el Pícaro...) se han convertido en auténticos clásicos referenciales que todo aficionado debería conocer...

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  3. No me costo ningun esfuerzo. Empece despacio, pero es que empiezas a cogerle el punto, y ya no paras.

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  4. En mi opinion, la mejor edicion del Conan de BWS es la que hizo Planeta en B/N hace ya un tiempo. Era un formato parecido al album, con dos historias cortas tan solo. Hay una plancha mitica, la de Conan entrando sin que nadie lo vea en un palacio.

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  5. "la mejor edicion del Conan de BWS es la que hizo Planeta en B/N hace ya un tiempo. Era un formato parecido al album...".

    ¿Eran unos tomos blancos, con sobrecubiertas que iban decoradas con ilustraciones preciosas de BWS? ¿Eran estos quizá?

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  6. Correcto ¿he hablado bien de Planeta? que nadie se enfade, pero era una buena edicion, aunque fuera en b/n. Buen papel, tapa dura, sobrecubierta, tamaño mayor que el original, ... pero sin color.

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  7. Los entendidos dicen que el mejor episodio fue CLAVOS ROJOS, de BWS. Mejor que todos los demas, incluido Buscema.

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  8. EMILIO dijo...
    "...pero era una buena edicion, aunque fuera en b/n...".

    ---------

    Pues te voy a confesar una cosa (y que los muy puristas me perdonen): personalmente, y dados los colores mecánicos con que nos suelen regalar en casi todos los tebeos de superhéroes y de fantasía heroica (Conan, Kull, Red Sonja, etc.), servidor prefiere muy mucho el blanco y negro para apreciar con mayor detalle los dibujos (sobre todo cuando hablamos de artistas como Buscema o BWS).

    De manera que yo no veo un hándicap que sea en blanco y negro esa edición de que que estamos hablando; antes al contrario, si me apuras. Un ejemplo: en esta etapa de "revisionismo" en que ando metido, acabo de decidirme por leer la saga del origen de Estela Plateada (ya sabes, Stan Lee y John Buscema, quienes saben dicen que es lo mejor del personaje) y me he inclinado por la antigua edición en b/n de Forum, en lugar de por la más reciente (en color) de Panini. ¿Soy un degenerado, acaso?

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  9. EMILIO dijo...
    "Los entendidos dicen que el mejor episodio fue CLAVOS ROJOS, de BWS".

    Sí señor. Y también hablan muy bien de La torre del elefante...

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  10. Hay que leerse inexcusablemente:
    Siver Surfer de Stan Lee y Moebius y una historieta con Galactus y Silver Surfer de Jack Kirby publicada en EPIC.

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  11. ¿De donde has sacado esa edicion en b/n de Silver Surfer? (si puede saberse, si no mil perdones por la indiscreccion)

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  12. Pues de eBay o Todocolección (segunda mano, vamos).

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  13. Alberich, interesante reseña sobre el libro de Barrero que todavía no ha caído.

    Emilio, me parece que valoras en bastante poco el Conan de BWS ya que aparte de su incuestionable calidad gráfica junto a Thomas adapta algunos de los mejores relatos de Howard. No sé si lo conocéis pero el mismo Barrero escribió hace bastantes años un exceñemte ensayo sobre BWS, "La Mirada Infinita", donde tiene una buena parte dedicada a su aportación a Conan.

    Por otro lado, coincido en que la mejor edición del Conan de BWS en España sea precisamente esa de las tapas blancas aunque yo sí creo que lo ideal hubiera sido una edición con el color original pero con la última reedición que están haciendo con un nuevo coloreado perdieron la oportunidad. La mejor edición de "Clavos Rojos" la de un Especial Verano (o Invierno o VAcaciones, que no me acuerdo...) realizada por Comics Forum.

    A ver si me leo el nuevo libro de Barrero que me has picado la curiosidad, hombre....

    Impacientes Saludos.

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  14. Hola PAblo, ¿qué tal?

    Pues en cuanto puedas hazte con un ejemplar y léetelo. Pasarás un rato muy agradable. Quizá tú, si eres seguidor de Conan o de la fantasía heroica y has leído ya cosas del personaje y el género, no quedes tan gratamente sorprendido, pero yo, que nunca he sido un seguidor he aprendido muchas cosas leyendo el libro de Manuel. Un trabajo muy sólido y documentado (como suelen ser todos los del presidente de Tebeosfera...).

    A mí el trabajo de BWS, desde luego, me parece magnífico, muy poético.

    Un abrazo (pero sin apretar demasiado, que nos quedamos sin aire).

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  15. me he explicado mal. precisamente el conan que mas me gusta es el de bws. pero se reduce a 22 numeros de 275 que componen la coleccion. una gota de agua en el oceano buscema.

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  16. Así me parecía a mí, por otras conversaciones que hemos tenido, pero no sabía si decir nada...

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  17. Gracias por tu reseña Alberich. La veo muy correcta y ponderada, acertada en tu aproximación a la estructura, que es ciertamente extraña, y con un crítico comentario inicial que también es oportuno.
    El libro, como pensé que se entendería, está dirigido al cine de este género, pues lo dedicado al cine ocupa más de la mitad del mismo. Pero no quería abordar el estudio del género sin una introducción absolutamente necesaria hoy sobre lo que fue Conan, lo que significaba y lo que fue manipulado del mito hasta llegar a los cómics y al cine. Creí que era muy importante y por eso esa laaaaaaarga introducción.
    En todo, tienes razón.
    Gracias, insisto, por tu perspicacia crítica.

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  18. ¡Hombre Manuel! Es un honor que haya bajado hasta este Nibelheim el autor de una monografía tan entretenida como erudita. Insisto, como ya hago en la reseña, en que he aprendido mucho leyéndola.

    Gracias a ti por pasarte por aquí. Ha sido muy cortés de tu parte.

    Un abrazo.

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