AHORA que ya hemos pasado el Ecuador del discutible (y discutido) coleccionable que Planeta DeAgostini viene dedicando a esa joya del Noveno Arte que es Príncipe Valiente, creo que resulta adecuado y conveniente ofrecer a los lectores interesados unas breves reflexiones a propósito del mismo y de la impresión que ha despertado en quienes lo están siguiendo. Lo digo, más que nada, porque a la demora lógica que toda colección de estas características impone a sus seguidores, se ha venido a añadir el intenso debate que, en torno a dicho título —o, más bien, al formato elegido por PdA para presentarlo—, está teniendo lugar, en diversos lugares de la blogosfera, desde que dicho coleccionable se inició. Uno de ellos ha sido, precisamente, este Nibelheim (que es el de todos ustedes) y por ello creo que viene al caso detenerse un instante, echar una ojeada a lo que se ha venido diciendo y presentárselo a todos ustedes debidamente ordenado, para fijar ideas, conceptos, posiciones y (¿por qué no decirlo?) hasta exageraciones. ¡Que todos sabemos bien cómo favorece PV ese tipo de actitudes! Producto de las pasiones que despierta, sin duda...
Por otro lado, y como a causa del nuevo sistema de comentarios anidados establecido por Blogger ha habido varios amigos visitantes que están teniendo problemas para poder leer con normalidad los comentarios que se han ido añadiendo (a partir del nº 200) a la última entrada que dediqué al coleccionable de PdA, me ha parecido muy conveniente abrir este nuevo portal con el objeto de trasladar aquí la discusión para que ellos puedan seguir con normalidad el debate. Ahora bien, como esta nueva entrada tiene una finalidad esencialmente conclusiva y recopilatoria he pensado también que sería oportuno retomar aquí algunas reflexiones que ya dejé escritas en los comentarios de todas las entradas precedentes que he ido dedicando a la creación fosteriana, para ordenarlos y presentarlos a modo de conclusión y como resumen de mis propias posiciones sobre el tema. Así es que lo único realmente innovador que van a encontrar ustedes ahora será aquello que quieran incorporar con sus propios comentarios. En este sentido, ¡me reconocerán que no se puede hacer un blog más a medida del consumidor!
Vaya por delante, y para empezar, que servidor apenas si ha cambiado su parecer desde que, en el ya lejano mes de julio del pasado año, escribí mis primeras impresiones sobre lo que entonces sólo era un proyecto de coleccionable, materializado en un preview y algunas imágenes (incluido vídeo) publicados aquí y acullá. Lo digo, no con la intención de parecer soberbio, infalible o un "enteraíllo" de tomo y lomo, sino para destacar el hecho de que, personalmente, el producto que PdA ha estado sacando al mercado sólo me ha decepcionado en aspectos muy puntuales, que de ninguna manera pueden empañar las cosas buenas que yo veo en él (a las que ya me refería en mis primeras críticas señaladas). Pero procedamos a enumerar escuetamente las principales de ellas, para tener una visión con la suficiente perspectiva del asunto.
Frente a estos argumentos favorables —se podrían enumerar algunos más, pero tampoco es cuestión de alargar innecesariamente la entrada— estarían aquellos "peros" que una parte significativa de seguidores de Principe Valiente han encontrado en el coleccionable de PdA. Sin embargo, al repasar todas las críticas que se han ido haciendo, uno se percata de que, al final, la mayoría de ellas quedan reducidas a un único reproche fundamental: el de la encuadernación. Hay otros aspectos, no baladíes, que también han sido apuntados en el "debe" de PdA —por ejemplo, la mejorable rotulación empleada, la traducción, los insustanciales artículos con que se abre cada uno de los volúmenes, etc.—, pero insisto en que la principal acusación lanzada contra el coleccionable es el de la mala encuadernación y el diseño de sus cubiertas. Bueno, ésa y también el hecho de que se haya optado por el formato de entregas para quioscos, en lugar de elegir el de libros para ser vendidos en librerías.
Esta último aspecto me hace volver a insistir en la idea de que quienes critican con más vehemencia el coleccionable de PdA pierden de vista lo fundamental de la cuestión: que se trata de eso, de un coleccionable y que se pensó, desde el principio, para ese formato. Se estará de acuerdo o no con la elección hecha por la editorial, vale, pero es la suya. Y a nadie obligaron para que comprara los libros. Además, todos conocíamos a la editorial y el título editado, así es que… A esa lógica, que a mí me parece aplastante, responde la posición que he mantenido hasta el momento. Posición que, como ya he señalado, apenas si ha cambiado desde el comienzo (con excepción de la crítica que se puede hacer por el salto en el orden de publicación de las entregas, claro está, que no me parece justificable). Pero, por lo demás, sigo pensando que este coleccionable y sus características se ajustan bien a los objetivos planteados: popularizar PV, ganar un público que no es el habitual seguidor del personaje, etc.
PdA es una gran editorial y si algo no podemos negarle es que marca sus líneas de actuación, hace sus estudios de mercado y busca el público que considera adecuado para cada uno de sus productos. Por desgracia es a ella —y a otras editoriales grandes similares— a quienes King Feature Syndicate/Biplano siempre ha preferido ceder sus derechos de explotación de personajes como Prince Valiant. Y también ha sido una desgracia que los responsables de PdA hayan decidido que el formato adecuado para su edición del personaje fuera el coleccionable. Así es que poco podemos hacer a ese respecto. Se estará absolutamente en contra de tal decisión —yo, de hecho, también lo estoy, pues hubiera preferido esa edición libresca para vender en librerías de la que se ha hablado—, pero es la que han adoptado quienes legítimamente disfrutan de los derechos de edición del personaje en España. Para mí está claro que, al margen de la rabia y el pataleo, poco más podemos hacer al respecto; bueno sí, algo sí que podemos hacer: en caso de no estar de acuerdo con lo que se nos ofrece, basta con no comprarlo y ya está (como he hecho yo con Jeremiah, por cierto, con todo el dolor de mi corazón). Y es que, ciertamente, puede resultarnos difícil dejar pasar la ocasión de hacernos con algunos de nuestros tebeos favoritos (a mí me pasa con el citado de Jeremiah), pero lo que no veo demasiado coherente es que sigamos comprándolo para criticarlo luego furibundamente, cuando ya sabíamos cómo era (para eso están los volúmenes promocionales que se venden al principio) y nadie nos obligó a comprarlo. En resumen: que resulta inútil pegarse de cabezazos contra las paredes porque no han editado PV como a nosotros nos hubiera gustado y, a la vez, seguir adquiriendo el coleccionable que tantos desvelos nos produce. Además, siempre nos quedará Manuel Caldas…
Una última cuestión: otro aspecto muy negativo que yo destacaría de todo esto es la respuesta que nos dio PdA para justificar el cambio de orden en las entregas del coleccionable. Debo confesaros, en este sentido, que no me pareció ni satisfactoria, ni convincente. Esperaba una argumentación que no se me dio; algo de más enjundia, al margen de los socorridos “problemas técnicos”. Aunque claro, por otro lado empiezo a pensar y me digo que ni siquiera estoy seguro de que la editorial tenga por qué darme más explicaciones —dejando a un lado la respuesta cordial que me proporcionó en su momento— o, al menos, no las que algunos le estamos pidiendo (sobre qué va a hacer, cuáles son sus planes de futuro, etc.), pues quizá entren dentro de su política editorial y no sabemos qué nivel de confidencialidad puedan tener. Pero bueno, eso es otro tema y tampoco deseo abrir otra línea de debate…
Para finalizar esta entrada me gustaría proponerles un juego. Como creo que las palabras y los pensamientos se los lleva el viento, y con el objeto de que ustedes puedan dejar fiel constancia de lo que piensan al respecto, se me ha ocurrido poner en práctica la sugerencia que uno de los amigos participantes en el blog hizo tiempo atrás, a través de un comentario, en el sentido de realizar una encuesta (oficiosa, por supuesto) sobre lo que pensamos del coleccionable "planetoide". ¿Quién sabe? A lo mejor la consulta un editor bienintencionado y decide seguir las indicaciones y anhelos que expresemos en ella. Por intentarlo que no quede... En todo caso, como señalaba el amigo Anónimo citado, se trataría de ser justo y objetivo con las notas puestas en cada pregunta. He intentado realizar una encuesta bastante completa, aunque imagino que no será neutral del todo, pues como ocurre en todo tipo de cuestionarios, ya el mero planteamiento de las preguntas puede traslucir una parte de lo que el encuestador piensa. Ahora bien, lo que sí puedo asegurarles es la sencillez de la misma: basta con marcar dentro de las botones y elegir en una escala del 1 a 10, teniendo en cuenta que (¡obviamente!) 1 es la valoración más baja de cada tema y 10 la máxima. Bueno, pues aquí tienen mi...
El plazo para participar en la encuesta finaliza... finaliza... ¿Hummmm? ¿Cuándo puede finalizar? No lo tengo claro... ¿A principios de septiembre, quizá? ¿O, más bien, coincidiendo con el aniversario de la última plancha publicada en el coleccionable (esto es el 25 de diciembre de 2012)? Humm... No lo sé. Ya se irá viendo... De todas formas, si tienen alguna idea no dejen de comunicármela. Ya saben que soy un nibelungo abierto a sugerencias (realizables, claro). Je, je, je...
¡¡Adiosito!!
Una vez más, la obra de Foster es causa y objeto de que los
aficionados se reúnan y disfruten hablando de ella
Por otro lado, y como a causa del nuevo sistema de comentarios anidados establecido por Blogger ha habido varios amigos visitantes que están teniendo problemas para poder leer con normalidad los comentarios que se han ido añadiendo (a partir del nº 200) a la última entrada que dediqué al coleccionable de PdA, me ha parecido muy conveniente abrir este nuevo portal con el objeto de trasladar aquí la discusión para que ellos puedan seguir con normalidad el debate. Ahora bien, como esta nueva entrada tiene una finalidad esencialmente conclusiva y recopilatoria he pensado también que sería oportuno retomar aquí algunas reflexiones que ya dejé escritas en los comentarios de todas las entradas precedentes que he ido dedicando a la creación fosteriana, para ordenarlos y presentarlos a modo de conclusión y como resumen de mis propias posiciones sobre el tema. Así es que lo único realmente innovador que van a encontrar ustedes ahora será aquello que quieran incorporar con sus propios comentarios. En este sentido, ¡me reconocerán que no se puede hacer un blog más a medida del consumidor!
En este Nibelheim, como bien saben, estamos siempre abiertos a las sugerencias
Vaya por delante, y para empezar, que servidor apenas si ha cambiado su parecer desde que, en el ya lejano mes de julio del pasado año, escribí mis primeras impresiones sobre lo que entonces sólo era un proyecto de coleccionable, materializado en un preview y algunas imágenes (incluido vídeo) publicados aquí y acullá. Lo digo, no con la intención de parecer soberbio, infalible o un "enteraíllo" de tomo y lomo, sino para destacar el hecho de que, personalmente, el producto que PdA ha estado sacando al mercado sólo me ha decepcionado en aspectos muy puntuales, que de ninguna manera pueden empañar las cosas buenas que yo veo en él (a las que ya me refería en mis primeras críticas señaladas). Pero procedamos a enumerar escuetamente las principales de ellas, para tener una visión con la suficiente perspectiva del asunto.
■ Se presenta la totalidad del material publicado hasta 2011. Es decir, todas las planchas realizadas en un período de más de setenta y cinco años (¡se dice pronto!), que va del 13 de febrero de 1937 al 25 de diciembre de 2011. Éste era el plan editorial que Planeta propuso a los clientes desde el principio y, a lo que parece, será el que va a respetarse hasta el final (aunque haya habido algunos cambios en el orden de entrega, no previstos al principio). Por ello, no tiene mucho sentido que se lancen reproches contra la editorial, como se ha hecho, por no tener controlado el futuro de la serie y, menos aún, que se la haga responsable por no editar el material que ya ha empezado a realizar Thomas Yeates, actual dibujante de la tira que se hizo cargo de la misma en abril de este año. Una intención, por cierto, que, como ya señalé en los comentarios y reitero ahora, no conocemos ninguno de nosotros. Quiero decir, ¿sabemos lo que hará PdA al respecto en el futuro? En cualquier caso, me gustaría volver a recordar cuáles fueron los objetivos iniciales del coleccionable. ¿No salió, acaso, para conmemorar el septuagésimo quinto aniversario de la serie? ¿No ha insistido Planeta en que va a cumplir su objetivo (a pesar de los cambios realizados)?
■ La reproducción de las planchas es infinitamente superior a cualquiera de las anteriores ediciones en color que se habían publicado por estos lares. Me atrevería a decir, incluso, que se encuentra entre las mejores ediciones en color realizadas a nivel mundial (si exceptuamos, claro está, la edición de Fantagraphics, que tiene cierto carácter "filológico", por aquello de que ha utilizado el material conservado en la Universidad de Siracusa).
■ El tema de la encuadernación es uno de los que más ampollas y críticas ha levantado, pero lo cierto es que se ha ofrecido un producto editado en tapa dura. Y si bien es verdad que las cubiertas dejan bastante que desear desde el punto de vista estético, no puede negarse que se han realizado pensando en el público generalista al que va dirigida la colección y que servirán, al menos, para facilitar la conservación de la misma.
■ Aunque es cierto que cada uno de los volúmenes no está regalado, ni mucho menos, sin embargo no es menos cierto que tienen un precio bastante asequible. Ya sé que ésta es cuestión muy personal y que, entre otras razones, depende de cada cual, pues lo que a uno le parecerá caro a otro no, pero creo, objetivamente, que 7,99 euros no es un precio elevado por el material ofrecido.
Frente a estos argumentos favorables —se podrían enumerar algunos más, pero tampoco es cuestión de alargar innecesariamente la entrada— estarían aquellos "peros" que una parte significativa de seguidores de Principe Valiente han encontrado en el coleccionable de PdA. Sin embargo, al repasar todas las críticas que se han ido haciendo, uno se percata de que, al final, la mayoría de ellas quedan reducidas a un único reproche fundamental: el de la encuadernación. Hay otros aspectos, no baladíes, que también han sido apuntados en el "debe" de PdA —por ejemplo, la mejorable rotulación empleada, la traducción, los insustanciales artículos con que se abre cada uno de los volúmenes, etc.—, pero insisto en que la principal acusación lanzada contra el coleccionable es el de la mala encuadernación y el diseño de sus cubiertas. Bueno, ésa y también el hecho de que se haya optado por el formato de entregas para quioscos, en lugar de elegir el de libros para ser vendidos en librerías.
Los detractores de la colección, muy enfadados con Planeta, se sienten con las manos atadas
Esta último aspecto me hace volver a insistir en la idea de que quienes critican con más vehemencia el coleccionable de PdA pierden de vista lo fundamental de la cuestión: que se trata de eso, de un coleccionable y que se pensó, desde el principio, para ese formato. Se estará de acuerdo o no con la elección hecha por la editorial, vale, pero es la suya. Y a nadie obligaron para que comprara los libros. Además, todos conocíamos a la editorial y el título editado, así es que… A esa lógica, que a mí me parece aplastante, responde la posición que he mantenido hasta el momento. Posición que, como ya he señalado, apenas si ha cambiado desde el comienzo (con excepción de la crítica que se puede hacer por el salto en el orden de publicación de las entregas, claro está, que no me parece justificable). Pero, por lo demás, sigo pensando que este coleccionable y sus características se ajustan bien a los objetivos planteados: popularizar PV, ganar un público que no es el habitual seguidor del personaje, etc.
En tres ocasiones se ha dignado PdA responder a este humilde nibelungo
(cosa que agradezco sinceramente, todo sea dicho)
PdA es una gran editorial y si algo no podemos negarle es que marca sus líneas de actuación, hace sus estudios de mercado y busca el público que considera adecuado para cada uno de sus productos. Por desgracia es a ella —y a otras editoriales grandes similares— a quienes King Feature Syndicate/Biplano siempre ha preferido ceder sus derechos de explotación de personajes como Prince Valiant. Y también ha sido una desgracia que los responsables de PdA hayan decidido que el formato adecuado para su edición del personaje fuera el coleccionable. Así es que poco podemos hacer a ese respecto. Se estará absolutamente en contra de tal decisión —yo, de hecho, también lo estoy, pues hubiera preferido esa edición libresca para vender en librerías de la que se ha hablado—, pero es la que han adoptado quienes legítimamente disfrutan de los derechos de edición del personaje en España. Para mí está claro que, al margen de la rabia y el pataleo, poco más podemos hacer al respecto; bueno sí, algo sí que podemos hacer: en caso de no estar de acuerdo con lo que se nos ofrece, basta con no comprarlo y ya está (como he hecho yo con Jeremiah, por cierto, con todo el dolor de mi corazón). Y es que, ciertamente, puede resultarnos difícil dejar pasar la ocasión de hacernos con algunos de nuestros tebeos favoritos (a mí me pasa con el citado de Jeremiah), pero lo que no veo demasiado coherente es que sigamos comprándolo para criticarlo luego furibundamente, cuando ya sabíamos cómo era (para eso están los volúmenes promocionales que se venden al principio) y nadie nos obligó a comprarlo. En resumen: que resulta inútil pegarse de cabezazos contra las paredes porque no han editado PV como a nosotros nos hubiera gustado y, a la vez, seguir adquiriendo el coleccionable que tantos desvelos nos produce. Además, siempre nos quedará Manuel Caldas…
Una última cuestión: otro aspecto muy negativo que yo destacaría de todo esto es la respuesta que nos dio PdA para justificar el cambio de orden en las entregas del coleccionable. Debo confesaros, en este sentido, que no me pareció ni satisfactoria, ni convincente. Esperaba una argumentación que no se me dio; algo de más enjundia, al margen de los socorridos “problemas técnicos”. Aunque claro, por otro lado empiezo a pensar y me digo que ni siquiera estoy seguro de que la editorial tenga por qué darme más explicaciones —dejando a un lado la respuesta cordial que me proporcionó en su momento— o, al menos, no las que algunos le estamos pidiendo (sobre qué va a hacer, cuáles son sus planes de futuro, etc.), pues quizá entren dentro de su política editorial y no sabemos qué nivel de confidencialidad puedan tener. Pero bueno, eso es otro tema y tampoco deseo abrir otra línea de debate…
Para finalizar esta entrada me gustaría proponerles un juego. Como creo que las palabras y los pensamientos se los lleva el viento, y con el objeto de que ustedes puedan dejar fiel constancia de lo que piensan al respecto, se me ha ocurrido poner en práctica la sugerencia que uno de los amigos participantes en el blog hizo tiempo atrás, a través de un comentario, en el sentido de realizar una encuesta (oficiosa, por supuesto) sobre lo que pensamos del coleccionable "planetoide". ¿Quién sabe? A lo mejor la consulta un editor bienintencionado y decide seguir las indicaciones y anhelos que expresemos en ella. Por intentarlo que no quede... En todo caso, como señalaba el amigo Anónimo citado, se trataría de ser justo y objetivo con las notas puestas en cada pregunta. He intentado realizar una encuesta bastante completa, aunque imagino que no será neutral del todo, pues como ocurre en todo tipo de cuestionarios, ya el mero planteamiento de las preguntas puede traslucir una parte de lo que el encuestador piensa. Ahora bien, lo que sí puedo asegurarles es la sencillez de la misma: basta con marcar dentro de las botones y elegir en una escala del 1 a 10, teniendo en cuenta que (¡obviamente!) 1 es la valoración más baja de cada tema y 10 la máxima. Bueno, pues aquí tienen mi...
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ENCUESTA SOBRE LOS MÉRITOS Y DEMÉRITOS DEL COLECCIONABLE
DE PdA DEDICADO A PRÍNCIPE VALIENTE
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El plazo para participar en la encuesta finaliza... finaliza... ¿Hummmm? ¿Cuándo puede finalizar? No lo tengo claro... ¿A principios de septiembre, quizá? ¿O, más bien, coincidiendo con el aniversario de la última plancha publicada en el coleccionable (esto es el 25 de diciembre de 2012)? Humm... No lo sé. Ya se irá viendo... De todas formas, si tienen alguna idea no dejen de comunicármela. Ya saben que soy un nibelungo abierto a sugerencias (realizables, claro). Je, je, je...
¡¡Adiosito!!