AMIGOS y conocidos que trabajan como empleados públicos me han pedido un favor: que les ceda algo de espacio en este Nibelheim para difundir un mensaje. Dicen que cualquier plataforma es buena, por humilde que sea, si se logra el objetivo de hacer conocer a la gente lo que está ocurriendo en la Administración española. Yo no he sabido resistirme, y aunque el texto tiene poco que ver con los temas que aquí solemos tratar, me ha parecido lo suficientemente significativo como para darle recorrido. Helo aquí:
Cazar a los empleados públicos es pillar cacho para mi futura empresa de amigotes del ministerio. Muy clarificador.
LA ESTRATEGIA:
1º.- Ponemos a parir a los empleados públicos, para que la opinion pública esté en contra (una larga campaña en los medios de comunicación).
2º.- No se convocan ni ofertas de empleo público, ni de promoción interna para cubrir vacantes (tasa de reposición = cero).
3º.- Alegamos que la "falta de efectivos" hace que la Administración no pueda realizar sus funciones ("No hay dinero").
4º.- Y así ya está. Ya podemos contratar a una empresa privada (amigotes) para que haga el trabajo de los funcionarios.
EL RESULTADO:
HAGAMOS CIRCULAR ESTOS CORREOS PORQUE LOS POLÍTICOS EMPIEZAN A ESTAR... MUY NERVIOSOS; LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS JUEGAN EN SU CONTRA Y EL PUEBLO EMPIEZA A MOVILIZARSE....... ES EL INICIO DE UNA NUEVA REVOLUCIÓN SOCIAL!!!!
- LA REDUCCIÓN DEL DÉFICIT HA DE PASAR PORQUE SE JUZGUE A LOS RESPONSABLES DE ESTE DESAGUISADO.
Y hasta aquí el texto del mensaje que me enviaron. Quiero dejar aclarado, en honor a la verdad, que esta situación denunciada sólo ahora por los sindicatos (el mensaje que me han pasado a mí para publicarlo aquí procede de UGT), viene de lejos y tiene antecedentes, puesto que después de haber consultado el Boletín Oficial del Estado he podido ver que concursos de contratación similares a este que se denuncia aquí vienen produciéndose desde el año 2005 en adelante. Es decir, que fueron promovidos (o autorizados) tanto por gobiernos del PP como del PSOE, que tampoco se encargó de acabar con ellos (y eso que sus dirigentes siempre han manejado de manera muy demagógica este problema).
Ahora bien, dicho esto, deseo manifestar que he sido y soy un defensor acérrimo del sector público —el cual debería ser siempre el encargado principal en la gestión de servicios universales de carácter fundamental (como la Educación, la Sanidad o los transportes públicos), evitando dejarlos en manos del sector privado (que generalmente, y por razones tan obvias como legítimas, buscará por encima de todo el beneficio económico)— y que, por ende, me opongo de manera frontal y enérgica a la ofensiva contra lo "público" que viene produciéndose desde hace unos años. Ofensiva que, por cierto, ha experimentado un recrudecimiento al socaire de la crisis económica y cuya solución no debería pasar por reducir unos servicios que los ciudadanos sostienen con sus impuestos. Es necesario fortalecer lo público (o, al menos, cesar en su debilitamiento) y dejar de arremeter contra los funcionarios porque son ellos, merced a su particular estatuto jurídico —que tanta irritación suele producir en la gente—, los que nos garantizan la prestación de unos servicios profesionales, equitativos y fiables, al margen de banderías políticas o intereses espurios, a los que sí pueden estar sometidos otro tipo de trabajadores que no gozan de la estabilidad y autonomía que tiene el funcionario. ¿O qué queremos? ¿Volver a los antiguos cesantes...?
ESTRATEGIA PRIVATIZADORA
Cazar a los empleados públicos es pillar cacho para mi futura empresa de amigotes del ministerio. Muy clarificador.
LA ESTRATEGIA:
1º.- Ponemos a parir a los empleados públicos, para que la opinion pública esté en contra (una larga campaña en los medios de comunicación).
2º.- No se convocan ni ofertas de empleo público, ni de promoción interna para cubrir vacantes (tasa de reposición = cero).
3º.- Alegamos que la "falta de efectivos" hace que la Administración no pueda realizar sus funciones ("No hay dinero").
4º.- Y así ya está. Ya podemos contratar a una empresa privada (amigotes) para que haga el trabajo de los funcionarios.
EL RESULTADO:
HAGAMOS CIRCULAR ESTOS CORREOS PORQUE LOS POLÍTICOS EMPIEZAN A ESTAR... MUY NERVIOSOS; LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS JUEGAN EN SU CONTRA Y EL PUEBLO EMPIEZA A MOVILIZARSE....... ES EL INICIO DE UNA NUEVA REVOLUCIÓN SOCIAL!!!!
- LA REDUCCIÓN DEL DÉFICIT HA DE PASAR PORQUE SE JUZGUE A LOS RESPONSABLES DE ESTE DESAGUISADO.
Y hasta aquí el texto del mensaje que me enviaron. Quiero dejar aclarado, en honor a la verdad, que esta situación denunciada sólo ahora por los sindicatos (el mensaje que me han pasado a mí para publicarlo aquí procede de UGT), viene de lejos y tiene antecedentes, puesto que después de haber consultado el Boletín Oficial del Estado he podido ver que concursos de contratación similares a este que se denuncia aquí vienen produciéndose desde el año 2005 en adelante. Es decir, que fueron promovidos (o autorizados) tanto por gobiernos del PP como del PSOE, que tampoco se encargó de acabar con ellos (y eso que sus dirigentes siempre han manejado de manera muy demagógica este problema).
Ahora bien, dicho esto, deseo manifestar que he sido y soy un defensor acérrimo del sector público —el cual debería ser siempre el encargado principal en la gestión de servicios universales de carácter fundamental (como la Educación, la Sanidad o los transportes públicos), evitando dejarlos en manos del sector privado (que generalmente, y por razones tan obvias como legítimas, buscará por encima de todo el beneficio económico)— y que, por ende, me opongo de manera frontal y enérgica a la ofensiva contra lo "público" que viene produciéndose desde hace unos años. Ofensiva que, por cierto, ha experimentado un recrudecimiento al socaire de la crisis económica y cuya solución no debería pasar por reducir unos servicios que los ciudadanos sostienen con sus impuestos. Es necesario fortalecer lo público (o, al menos, cesar en su debilitamiento) y dejar de arremeter contra los funcionarios porque son ellos, merced a su particular estatuto jurídico —que tanta irritación suele producir en la gente—, los que nos garantizan la prestación de unos servicios profesionales, equitativos y fiables, al margen de banderías políticas o intereses espurios, a los que sí pueden estar sometidos otro tipo de trabajadores que no gozan de la estabilidad y autonomía que tiene el funcionario. ¿O qué queremos? ¿Volver a los antiguos cesantes...?
¡¡¡Viva el mal, viva el capital!!!
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