sábado, 13 de junio de 2015

FRIKADAS: LATITAS GOTTFREDSON



¿ALGUIEN podrá negarme que mis "latitas Gottfredson" —denominadas así por mí, claro está, pues no sé cómo puedan llamarse realmente— son una auténtica preciosidad y una verdadera chulada...? ¿Y sirven para algo, preguntará más de uno? Bueno, pues después de haberme comido los "choco-crunchs" que llevaban dentro, poca utilidad pueden tener, salvo la de alegrarme el espíritu cada vez que las veo en mis anaqueles... ¡¡Mira que dibujaba bien Gottfredson, y hay que ver cuánto me gustan sus dibujos...!!

Gracias a mi queridísima nibelunga, que las vio en el VIPS de Gran Vía-Callao y pensó en mí inmediatamente. Son un regalo suyo... ¡Un besito, amorrrrrr!

3 comentarios :

  1. Hola, Alberich.

    ¿Cómo sigues? Un detalle impagable el de tu nibelunga, sin duda.No recuerdo si fue Jardiel Poncela el que contaba esta anécdota o el que la protagonizó (quizás mi memoria sea peor de lo que fue, y Jardiel no fuera ninguno de los dos). Enseñando a unos turistas americanos los tesoros de cierta catedral española, se sorprendió ante el azoramiento de éstos cuando le preguntaron para qué servía una hermosa fuente de plata engastada con hermosa pedrería. Pensó en decirles que aquello simplemente era bello y que en eso residía toda su utilidad, pero por la inquietud de sus miradas coprendió que esta solución no bastaría, así que respondió: "¡Esto servía para que el señor obispo se lavara las manos!" Los turistas sonrieron satisfechos. ¡Qué mayor utilidad que la de alegrarte el espíritu puede tener algo! Entre mis pocos y más queridos tesoros, más querido para mí quizás que mis originales, está una edición de varias historias de Gottfredson firmada por él y por Carl Barks, que incluye un disco de vinilo con una conversación entre ellos. Veo que Fernando Savater acertó de lleno contigo cuando dijo que el único paraíso es la infancia. ¡Qué maravilla de cajas, ya desposeídas de sus choco-crunchs!

    Un abrazo

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  2. Hola Rafa, ¿Qué tal tú? Ahí ando, cada vez mejor, la verdad. Muchas gracias por tu friqui-comentario (siempre debidamente ilustrado con oportunas anécdotas o citas literarias). Que no digan los detractores de quienes leemos tebeos que no pudimos pasar a otras lecturas por culpa de las "perniciosas" viñetas...

    Un saludete y gracias (como siempre).

    Coda final: por cierto, y ya que hablas de Savater... ¿Leíste esta entrada en su momento...?

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    1. Hola, Alberich.

      Me alegra saber que estás mejor. No leí entonces tu entrada ni el artículo de Savater. Acabo de hacerlo y los dos me han gustado mucho, a pesar de que no estoy de acuerdo con ambos en un detalle, y disentir de alguien que disfruta con La venganza de Ulzana no me resulta fácil. ¿Cómo olvidar a Burt Lancaster fumando su último puro mientras espera la muerte, o al veterano y cínico sargento interpretado por Richard Jaeckel? Para mí Tintin no es un personaje, o una persona, convencional: su extremada curiosidad lo convierte en un rebelde incorregible, en alguien que nunca acepta ni lo aparente ni el lugar común.

      Por lo demás, yo sí creo saber qué es lo que, al menos a mí, me sigue atrayendo de Tintin, y es la capacidad de Hergé como narrador, en mi opinión comparable a la de Will Eisner, Hal Foster, Jack Kirby o Tezuka. En una conferencia le preguntaron a John Buscema, tan crítico con los cómics de superhéroes que él mismo dibujaba, si seguía defendiendo que el cómic no era arte. "Lo que yo hago, desde luego que no"- respondió- "pero sí lo que han hecho Alex Raymond o Jack Kirby". La misma admiración mostraron Foster por la obra de Raymond (vid. la entrevista que se reproduce en el tomo V del Tarzán editado por Planeta) o Giraud/ Moebius por la de Jijé ("lo peor era" -contaba Giraud- " cuando no te salía algo y él te mostraba cómo hacerlo mientras te decía: ¿lo ves? ¡Es fácil!"). Pues bien, a Hergé le preguntó un periodista una vez sobre el posible parecido entre su trabajo y el de Franquin, y ni corto ni perezoso respondió: "¿Cómo puede compararme con Franquin? Franquin es un genio". Por supuesto, mis citas no son exactas en la forma (algunas las leí en su lengua original y hace ya tiempo), pero sí en el fondo. Creo que esta generosidad, este reconocimiento del talento de los demás sólo puede venir de alguien que conoce profundamente los mecanismos del cómic, hasta el punto de que siempre ve los aciertos de los demás al tiempo que sus propios errores; en suma, de alguien que ama de verdad este tipo de arte (y que me perdone John Buscema, todo un artista a su pesar) y desarrolla sus posibilidades todo lo que puede, y pienso sinceramente que Hergé podía y pudo mucho.

      Me ha hecho sonreír la descripción de la minuciosidad con que leías a Hergé: he recordado al leerla la devoción con que Milton Caniff, en su infancia, leía los cómics de los periódicos, asimilando estilos y maneras de narrar, como relata Robert C. Harvey en "Meanwhile".

      Un abrazo y muchas gracias de nuevo por tan grata recomendación

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