SI yo les preguntase a ustedes qué saben de Mark O'Polo, seguramente muchos se quedarían atónitos y no sabrían decir a quién me estoy refiriendo. Es posible, incluso —a juzgar por el calambur implícito en dicho nombre—, que algunos pensaran: "Éste tío se está quedando con nosotros". Unos pocos, quizá, estarían en condiciones de precisarme que se trata de una marca comercial sueco-alemana de ropa juvenil que inició su andadura en el año 1967 (aunque su nombre se escriba de otra forma). Pero casi nadie sabría decirme que nos hallamos ante el título de un proyecto de comic strip ideado por el gran dibujante Floyd Gottfredson, a quien todos conocemos por la labor que realizó durante cuarenta y cinco años y medio al frente del Mickey Mouse de Walt Disney.
Y es que, efectivamente, según los pocos datos que pueden encontrarse por la blogosfera e "Internete", parece ser que Gottfredson había pensado sacar adelante dicha tira una vez retirado de la serie que le encomendara Disney, quien le había prometido que iba a ser un encargo temporal, mientras buscaba un sustituto que tomara el relevo a Ub Iwerks, que era el artista creador del célebre ratón y quien se había encargado de sus aventuras en las tiras de prensa hasta el momento de despedirse de la compañía. Pero lo cierto es, como todos sabemos, que Gottfredson no llegó nunca a dar ese paso y estuvo vinculado al personaje insignia de la poderosa compañía Disney durante toda su vida profesional.
Eso no fue obstáculo, sin embargo, para que entretanto fuera recogiendo en cuartillas de papel apuntes e ideas diversas sobre gags, características de personajes y otros datos que pensaba utilizar en esta serie de creación absolutamente personal. A juzgar por los escasos testimonios conservados, y tomando en consideración el nombre del protagonista de la tira —llamado igual que uno de los más famosos viajeros de toda la Historia—, podemos deducir que se trataba de una historia de aventuras protagonizada por un joven resuelto y espabilado. Asimismo, y aunque no se conoce ninguna tira acabada de la serie, tanto los diseños como los apuntes dejan ver que Mark O'Polo presentaba influencias de otras célebres comic strips como el Wash Tubbs de Roy Crane, el Steve Canyon de Milton Caniff, el Popeye de E. C. Segar y el propio Mickey Mouse que Gottfredson tanto ayudó a desarrollar.
Según Joakim Gunnarsson —el aficionado del que he obtenido todos estos datos y que más ha hecho por divulgarlos—, algunos de estos papeles fueron arrojados a la basura tras la muerte de Gottfredson, aunque se salvaron in extremis gracias al cuidado y la buena voluntad de un vecino que, afortunadamente, los conservó para la posteridad. Así pues, merced a él y a gente como el propio Gunnarsson tenemos noticia de esta interesante (y desconocida) creación de Gottfredson, cuya existencia enriquece nuestro conocimiento sobre la actividad creativa y profesional de este gran artista, que siempre ha sido identificado por una sola obra.
Para concluir, y como suelo hacer habitualmente, a continuación les pongo algunas imágenes con apuntes, bocetos y estudios de personajes de la serie. Los dos primeros corresponden a ideas anotadas por Gottfredson. En los siguientes se ve el interés que el artista tenía en perfilar las características físicas de su protagonista (especialmente los ojos). Un testimonio sumamente interesante, en cualquier caso, pues nos permite conocer de primera mano el proceso creativo de un gran historietista y las dudas que siempre suelen rodearlo.
El joven Floyd, a principios de los 30
Y es que, efectivamente, según los pocos datos que pueden encontrarse por la blogosfera e "Internete", parece ser que Gottfredson había pensado sacar adelante dicha tira una vez retirado de la serie que le encomendara Disney, quien le había prometido que iba a ser un encargo temporal, mientras buscaba un sustituto que tomara el relevo a Ub Iwerks, que era el artista creador del célebre ratón y quien se había encargado de sus aventuras en las tiras de prensa hasta el momento de despedirse de la compañía. Pero lo cierto es, como todos sabemos, que Gottfredson no llegó nunca a dar ese paso y estuvo vinculado al personaje insignia de la poderosa compañía Disney durante toda su vida profesional.
Gottfredson (agachado, el primero por la izquierda) y el equipo creativo de la
Compañía Disney en los años 30. Walt y su hermano Roy aparecen en el centro
Eso no fue obstáculo, sin embargo, para que entretanto fuera recogiendo en cuartillas de papel apuntes e ideas diversas sobre gags, características de personajes y otros datos que pensaba utilizar en esta serie de creación absolutamente personal. A juzgar por los escasos testimonios conservados, y tomando en consideración el nombre del protagonista de la tira —llamado igual que uno de los más famosos viajeros de toda la Historia—, podemos deducir que se trataba de una historia de aventuras protagonizada por un joven resuelto y espabilado. Asimismo, y aunque no se conoce ninguna tira acabada de la serie, tanto los diseños como los apuntes dejan ver que Mark O'Polo presentaba influencias de otras célebres comic strips como el Wash Tubbs de Roy Crane, el Steve Canyon de Milton Caniff, el Popeye de E. C. Segar y el propio Mickey Mouse que Gottfredson tanto ayudó a desarrollar.
Según Joakim Gunnarsson —el aficionado del que he obtenido todos estos datos y que más ha hecho por divulgarlos—, algunos de estos papeles fueron arrojados a la basura tras la muerte de Gottfredson, aunque se salvaron in extremis gracias al cuidado y la buena voluntad de un vecino que, afortunadamente, los conservó para la posteridad. Así pues, merced a él y a gente como el propio Gunnarsson tenemos noticia de esta interesante (y desconocida) creación de Gottfredson, cuya existencia enriquece nuestro conocimiento sobre la actividad creativa y profesional de este gran artista, que siempre ha sido identificado por una sola obra.
Para concluir, y como suelo hacer habitualmente, a continuación les pongo algunas imágenes con apuntes, bocetos y estudios de personajes de la serie. Los dos primeros corresponden a ideas anotadas por Gottfredson. En los siguientes se ve el interés que el artista tenía en perfilar las características físicas de su protagonista (especialmente los ojos). Un testimonio sumamente interesante, en cualquier caso, pues nos permite conocer de primera mano el proceso creativo de un gran historietista y las dudas que siempre suelen rodearlo.
Magnífica entrada. Floyd Gottfredson me apasiona, su Mickey Mouse es una Obra Maestra y es una auténtica vergüenza que no exista una versión digna en español.
ResponderEliminarNo conocía este proyecto, increíble que todo eso fuera a la basura, lo que me lleva a pensar: ¿Cuántas de estas pequeñas maravillas habrán ido al cubo de la idem? mejor no pensarlo...
Saludos Pedro. Me alegro de que te haya gustado la entrada. Veo que te llaman la atención los temas poco explorados. Pues muy bien...
ResponderEliminarA mí también me encanta Gottfredson. Es, sin duda y en mi opinión, el mejor dibujante que ha tenido Disney (y mira que los ha habido buenos). Y también creo, como tú, que es una auténtica vergüenza el hecho de que no se le haya editado como se merece en nuestro país. Otro "debe" más que añadir a todos los existentes.
En todo caso, confío en que no haya habido demasiadas maravillas como ésta de Mark O'Polo lanzadas a un cubo de basura.
Un saludete y gracias de nuevo.