ESTUPENDA la nota-obituario que se ha publicado en Forum Clásico sobre el fallecimiento del gran barítono berlinés. Impresionante y completísima, tanto por los datos biográficos proporcionados, como por las detalladas referencias discográficas de una carrera plagada de grabaciones y éxitos. Por ello, no me he podido resistir a transcribirla íntegra a continuación, ya que en un blog cuyo propietario está tan interesado en el canto, no podía faltar la referencia a uno de los intérpretes líricos más célebres de todo el siglo XX. Comprobará, quien no lo sepa, que el mundo de la música ha perdido no sólo un gran barítono, sino también un notable teórico —pues Fischer-Dieskau escribió mucho y bien sobre el arte que tanto amó— y un destacado pedagogo, como lo demuestra la nómina de actuales cantantes que se formaron bajo su atenta mirada. Vaya, pues, en su honor este homenaje que he tomado "prestado" de otros. Por una vez, creo que los dioses me lo perdonarán. A propósito: todo el texto que no es mío —la mayoría, en esta ocasión— va puesto en azul.
Su primer recital público, en Berlín en 1943, fue interrumpido por un bombardeo de la Royal Air Force británica. Ese mismo año, acabados sus estudios de secundaria y después de un semestre en el Conservatorio de Berlín, fue llamado a filas, incorporándose a la Wehrmacht. Fue apresado por los estadounidenses en el Norte de Italia en 1945 y pasó dos años como prisionero de guerra.
Y para concluir como se merece nuestro homenaje, les dejo que disfruten con el arte de Fischer-Dieskau. He traido hasta el Nibelheim tres vídeos en los que el artista despliega sus conocidos medios expresivos y canoros (que el especialista Arturo Reverter resume de manera clarificadora en este artículo): lirismo asombroso de timbre, ductilidad, extraordinario legato, inteligentes sfumature que contribuyen a crear una línea de canto variada, dinámica y muy expresiva, recogimiento, sutileza, elegancia, respeto absoluto por las acotaciones dinámicas de las partituras, etc.
En el primer vídeo le oímos interpretando Ständchen (Serenata), del ciclo Schwanengesang (El canto del cisne), de Schubert. Le acompaña al piano su admirado Gerald Moore y es una grabación registrada en Londres, en octubre de 1951. Fíjense, ante todo, en el suavísimo canto de Dieskau, en su recogimiento y en la nostalgia con que "dice" el texto. Elementos, todos, que acentúan magníficamente la belleza de esta composición.
El segundo vídeo es, también, el de una interpretación mítica: corresponde a la misma sesión de grabación que el anterior y en él Fischer-Dieskau y Moore nos ofrecen una soberbia lectura de la celebérrima canción Erlkönig, obra maestra de Schubert basada en un poema de Goethe que gozó de gran estima entre los músicos del Romanticismo. Observen cómo despliega aquí el barítono todos sus recursos expresivos para recrear las voces de los cuatro personajes que intervienen en la pieza: la aséptica y expositiva del narrador, la del rey de los elfos que da título a la composición (y que se deja oír como un sibilino, escurridizo y acariciante susurro), la aterrorizada del niño al que este espíritu quiere raptar y la poderosa, viril pero un tanto inconsciente del padre incauto que equivoca el sentimiento de terror de su hijo. Fischer-Dieskau, como pueden comprobar, expande o apiana su voz según la necesidad de cada momento, logrando establecer una diferenciación neta entre las cuatro líneas de canto. Asimismo va incrementando la intensidad vocal —sobre todo en las partes correspondientes al niño— a medida que el terror de éste aumenta al ver, cada vez más cerca de él, al rey de los elfos. Por último, observen de qué manera tan sobrecogedora, lapidaria y desesperanzada cierra la pieza dejando casi escapar de su boca la palabra Tod (muerte), como si de la propia expiración del personaje se tratara. En definitiva: la soberbia interpretación que se merece esta extraordinaria pieza de Schubert. Una composición que, a pesar de su brevedad, encierra un potencial dramático indudable, y a la que hace tiempo tengo pensado dedicar una entrada para analizar las diferentes y numerosas versiones musicales que se han basado en este famoso poema del genial Goethe.
El último vídeo corresponde a su famosa lectura del bufón Rigoletto en la versión de la ópera homónima de Verdi, que grabó con Rafael Kubelik. Es cierto, como se ha señalado más de una vez, que las características vocales del berlinés estaban en las antípodas de lo que requería el compositor de Busetto a la mayoría de sus partes baritonales y de lo que conviene a la particella del personaje para darle todos los matices que éste necesita: mayor morbidezza, riqueza de armónicos, caudal generoso y sonoro, clara italianità, etc. Pero, a pesar de todo, los recursos expresivos que despliega Fischer-Dieskau, así como el gusto y el respeto a la partitura con los que canta —bien lejos de los excesos melodramáticos de muchos otros intérpretes, que suelen afear sus lecturas con gemidos, golpes de glotis o repetidos sollozos— hacen que su versión pueda ser considerada canónica y hermosa con todo merecimiento.
Sit tibi terra levis.
Considerado como uno de los más grandes intérpretes de lieder, Dietrich Fischer-Dieskau ha muerto el pasado viernes 18 de mayo en su casa de Berg, junto al lago Starberg, en Baviera, a los 86 años, según ha comunicado su esposa Júlia Várady.
Fischer-Dieskau ha sido una de las voces más admiradas por sus cálidos matices y cualidades tonales. Trabajo en su dilatada carrera un amplísimo repertorio de más de 3.000 obras, de los más destacados compositores, con una gran colección de grabaciones discográficas.
Un jovencísimo Fischer-Dieskau, al comienzo de su carrera (1948)
Fischer-Dieskau nació en el barrio berlinés de Zehlendorf. Comenzó a cantar de niño, recibiendo clases de piano a partir de los nueve años, y de canto, desde los dieciséis. En 1942 siguió sus estudios vocales con Hermann Weissenborn, en la Hochschule für Musik de Berlín, quien vio en él un artista de voz e inteligencia poco comunes.
Fischer-Dieskau nació en el barrio berlinés de Zehlendorf. Comenzó a cantar de niño, recibiendo clases de piano a partir de los nueve años, y de canto, desde los dieciséis. En 1942 siguió sus estudios vocales con Hermann Weissenborn, en la Hochschule für Musik de Berlín, quien vio en él un artista de voz e inteligencia poco comunes.
Su primer recital público, en Berlín en 1943, fue interrumpido por un bombardeo de la Royal Air Force británica. Ese mismo año, acabados sus estudios de secundaria y después de un semestre en el Conservatorio de Berlín, fue llamado a filas, incorporándose a la Wehrmacht. Fue apresado por los estadounidenses en el Norte de Italia en 1945 y pasó dos años como prisionero de guerra.
En 1947, regresó a Alemania, donde comenzó su carrera profesional cantando el Réquiem alemán de Brahms sin haber ensayado, pues fue el sustituto de último momento para un cantante que se encontraba indispuesto. En otoño de ese mismo año tuvo su primer recital de lieder en Leipzig, y pronto dio su exitoso primer concierto en el Titania-Palast de Berlín.
En el otoño de 1948, Fischer-Dieskau fue contratado como el principal barítono lírico en la Ópera estatal de Berlín, debutando como Posa en la ópera Don Carlo de Verdi, bajo la dirección de Ferenc Fricsay. Posteriormente, apareció como invitado en las óperas de Viena y Múnich. Después de 1949 realizó una gira de conciertos por Inglaterra, los Países Bajos, Suiza, Francia e Italia. Apareció regularmente en el Festival de Bayreuth entre 1954 y 1961 y en el Festival de Salzburgo
desde 1956 hasta principios de la década de 1970.
Con Wieland Wagner en Bayreuth
Como cantante de ópera, actuó principalmente en Berlín y en la Ópera estatal de Baviera en Munich. También actuó como invitado de la Ópera estatal de Viena, en la Royal Opera House londinense, donde debutó en 1965 con el papel de Mandryka en Arabella, de Richard Strauss; en la Ópera estatal de Hamburgo, en Japón, y en el King's Theatre de Edimburgo durante el Festival. Su primera gira de conciertos en los Estados Unidos fue en el año 1953.
Ha sido uno de los más grandes intérpretes de lieder de todos los tiempos. Su primera grabación se produjo en 1949: Vier ernste Gesänge (Cuatro cantos serios), op. 121 de Brahms. Uno de sus primeros discos fue un recital de Hugo Wolf en el que cantó una selección del Italianisches Liederbuch (Libro de canciones italiano).
En 1951, debutó en el Festival de Salzburgo con Lieder eines fahrenden Gesellen (Canciones del Camarada errante), de Mahler, bajo la dirección de Wilhelm Furtwängler. Fischer-Dieskau ha interpretado a Mahler con músicos como Bruno Walter, Leonard Bernstein, Daniel Barenboim y Karl Böhm. Este mismo año grabó dos cantatas de Bach para Archiv Produktion, con el especialista barroco alemán Karl Ristenpart.
En 1951, debutó en el Festival de Salzburgo con Lieder eines fahrenden Gesellen (Canciones del Camarada errante), de Mahler, bajo la dirección de Wilhelm Furtwängler. Fischer-Dieskau ha interpretado a Mahler con músicos como Bruno Walter, Leonard Bernstein, Daniel Barenboim y Karl Böhm. Este mismo año grabó dos cantatas de Bach para Archiv Produktion, con el especialista barroco alemán Karl Ristenpart.
Comenzó entonces su relación artística con el pianista Gerald Moore. A lo largo de veinte años dieron numerosos recitales de lieder, y grabaron infinidad de discos, comenzando, en los estudios EMI de Londres, por La bella molinera. Moore se retiró en 1967, pero salió de su retiro para el proyecto más ambicioso: grabar todos los lieder de Schubert para voz masculina; esta integral finalizó en 1970. Son muy destacadas sus grabaciones de La bella molinera y Winterreise (Viaje de
invierno). Afirmó el propio cantante en una entrevista que «las canciones de Schubert, están llenas de color y posibilidades: giras en torno a ellas y te aproximas al centro, pero nunca lo alcanzas. Schubert proporciona la perfecta unión de texto y música».
Con Gerald Moore, su pianista acompañante favorito
El 20 de febrero de 1967, Fischer-Dieskau, junto a las sopranos Elisabeth Schwarzkopf y Victoria de los Ángeles se reunieron en una gala de despedida a Gerald Moore, con ocasión de su retiro, en el Royal Festival Hall de Londres. De esta jornada queda una grabación antológica de lieder, si bien es famosa por el Duetto buffo di due gatti, atribuido a Rossini, que interpretan a dúo Schwarzkopf y de los Ángeles.
En 1965 da su primer recital acompañado por el pianista Sviatoslav Richter. El pianista austríaco Jörg Demus lo acompañó en sus grabaciones para Deutsche Grammophon (DG) de la década de los años sesenta, incluyendo un destacado Viaje de invierno y el Amor de poeta de Schumann en 1965, que ya había grabado en 1957. En los años setenta y ochenta del siglo XX realizó con Barenboim grabaciones antológicas de lieder de Schumann, Brahms, Wolf y Liszt. Con este músico hizo una gira por Israel, siendo la primera visita a ese país de un solista alemán.
Como el Dr. Schön, en la Lulu de Alban Berg, junto a Evelyn Lear (Ópera de Berlín, 1968)
Fischer-Dieskau interpretó igualmente muchas obras de música contemporánea, incluyendo obras de Othmar Schoeck, Benjamin Britten, Samuel Barber, Hans Werner Henze, Ernst Krenek, Witold Lutosławski, Siegfried Matthus, Winfried Zillig y Gottfried von Einem.
Así, para su primer concierto en Londres, en 1951, eligió A mass of Life (Misa de la vida), de Frederick Delius, dirigido por sir Thomas Beecham.
En 1962 estrenó el War Requiem (Réquiem de Guerra), de Britten, en la catedral de Coventry. Era una manifestación contra cualquier tipo de conflicto bélico, y como símbolo de reconciliación en plena guerra fría, reunió a un barítono alemán, un tenor inglés, (Peter Pears), y una soprano rusa, Galina Vishnévskaya, que no pudo estar en el estreno pero sí en la grabación.
En 1978 estrenó el Lear de Aribert Reimann.
Fischer-Dieskau, conmovedor Lear, con Julia Varady (Cornelia),
en el estreno muniquense de 1978
Fischer-Dieskau se retiró de las salas de conciertos en 1992, optando por despedirse sin una gala final. Dio sus últimos recitales de lieder, en Berlín y Londres, y apareció por última vez como cantante de ópera en la gala de la Ópera de Munich, interpretando a Falstaff.
Una vez retirado, profundizó en una serie de actividades que ya había comenzado con anterioridad. Así, se ha dedicado a la dirección de orquesta, aunque su primera grabación como director, las Sinfonías n.º 5 y n.º 8 de Schubert, fue realizada ya en 1973. Desde 1983 era profesor, en Berlín, y lo ha seguido haciendo, especializándose en la enseñanza de lieder; entre sus alumnos, puede citarse a Matthias Goerne. También se ha dedicado a la pintura y a la escritura de libros. Participó como recitador y narrador en obras de Schumann o Schönberg.
Dirigiendo a la Orquesta Sinfónica de la Radio de Colonia en marzo de 2000
En su vida personal tuvo cuatro esposas. En 1949 se casó con la violonchelista Irmgard Poppen. Tuvieron tres hijos: Mathias (director de escena), Martin (director de orquesta), y Manuel (violonchelista). Irmgard murió en 1963 por complicaciones posteriores al parto de su tercer hijo. Después, Fischer-Dieskau estuvo casado con la actriz Ruth Leuwerik desde 1965 hasta 1967 y con Christina Pugel-Schule desde 1968 hasta 1975. En 1977 se casó con la soprano Julia Varady.
Fischer-Dieskau con su última esposa (Júlia Várady), ahora ya viuda
La carrera discográfica de Fischer-Dieskau ha estado repleta de grabaciones y éxitos. En su repertorio liederístico, sus
interpretaciones se consideran obras de referencia. Ha grabado prácticamente todos los lieder de Schubert, Brahms y Richard Strauss, la mayor parte de las de Mozart, Schumann, Mendelssohn, Liszt y Wolf, y un amplio número de otros compositores, desde Bach hasta Henze.
Fischer Dieskau grabó principalmente para las discográficas EMI, DG y ORFEO.
De sus grabaciones podríamos destacar:
Johann Sebastian Bach:
- Cantatas, con Karl Richter para Polygram.
- Jesús y partes de bajo en las Pasiones con un amplio elenco de directores, como Karajan, Klemperer, Furtwängler o K. Richter. Destaca la grabación de la Pasión según San Mateo, BWV 244, dirigida por Klemperer en 1962. También es de alta calidad la dirigida por K. Richter. Y la Pasión según San Juan, BWV 245, dirigida por K. Forster, con la Sinfónica de Berlín (1959).
Ludwig van Beethoven:
- Fidelio: Destacan tanto la grabación hecha con Bernstein con la Filarmónica de Viena, como la de Fricsay con la Orquesta de la Radiodifusión de Baviera.
- En 1966, en plenitud de sus facultades vocales, grabó canciones de Beethoven: An die ferne Gelibte (A la amada lejana), Op. 98, y lieder (Adelaide; L’amant impaziente; Es war einmal ein König; In questa tomba oscura; Maigesang; Zartliche Liebe), con Demus al piano.
Alban Berg:
- Grabación de excelente calidad e histórica es su Wozzeck dirigido por K. Böhm con el Coro y Orquesta de la Ópera Alemana de Berlín (1964), y su interpretación del doctor Schön en Lulú (versión en dos actos), del mismo director y orquesta.
Johannes Brahms:
- Un Réquiem Alemán, Op. 45. Destaca la grabación que hizo con Rudolf Kempe y la Filarmónica de Berlín (1955), EMI Références; también es clásica la de Otto Klemperer y la Orquesta Philarmonia, para Angel.
- Liebeslieder, (Canciones amorosas) op. 52, y Neue Liebeslieder (Nuevas canciones amorosas), op. 65 para DG, en grabación destacada, con otros cantantes (Edith Mathis, Brigit Fassbaender y Peter Schreier) y los pianistas Karl Engel y Wolfgang Sawallisch.
- Cuatro cantos serios, op. 121, Lieder, con Jörg Demus, piano, para DG, grabación de finales de los sesenta. Los Vier ernste Gesänge los había grabado ya con anterioridad, en un concierto público de 1958, con G. Moore, álbum para Orfeo.
- Deutsche Volkslieder (Canciones folclóricas alemanas), grabadas junto a E. Schwarzkopf y G. Moore. Esta es una grabación de referencia, pues pocos cantantes pueden igualarse a Schwarzkopf y Fischer-Dieskau en su imaginación musical y profundo entendimiento de los textos que están interpretando.
Benjamin Britten:
Destacan dos grabaciones que hizo con el propio compositor como director:
Destacan dos grabaciones que hizo con el propio compositor como director:
- Songs and proverbs of William Blake (Canciones y proverbios de William Blake), op. 74, ciclo sobre poemas de William Blake que fue compuesto en especial para Fischer-Dieskau, quien aporta una interpretación ideal.
- Réquiem de guerra, Op. 66, grabación histórica de 1963.
Domenico Cimarosa:
- Il matrimonio segreto (El matrimonio secreto), con Barenboim y la Orquesta de Cámara Inglesa, DG. Grabación de 1976, merece la máxima valoración en el guía Penguin de 1993. Interpreta el rol de D. Geronimo.
Claude Debussy.
- De referencia es su grabación de L’enfant prodigue, para Orfeo, con la orquesta de la Radio de Stuttgart y dirigido por Gary Bertini; en esta cantata, interpreta al padre del hijo pródigo.
Antonín Dvořák.
- Destaca la grabación que hizo de su Requiem, op. 89 y seis de las diez Canciones bíblicas, del op. 99, con la Orquesta Filarmónica Checa, para DG.
Gabriel Fauré:
- Requiem op. 48, dirigido por Cluytens para EMI.
Joseph Haydn: oratorios
- Die Schöpfung (La Creación), con Karajan en 1969, que reunió un elenco de solistas extraordinarios. También es clásica la grabación con la Academia de San Martin-in-the-Fields y sir Neville Marriner.
- Die Jahreszeiten (Las estaciones), con la Academia de San Martin-in-the-Fields y sir Neville Marriner.
Hans Werner Henze:
- Elegía para los jóvenes amantes, antiguo registro de la Radio de Berlín (1961), dirigido por el propio autor.
Paul Hindemith:
Grabó los roles titulares de
Grabó los roles titulares de
- Matías el pintor, ópera dirigida por L. Ludwig, fragmentos, 1961, DG.
- Cardillac, con la dirección de Joseph Keilberth, 1968.
Gustav Mahler:
- Das Lied von der Erde, con Leonard Bernstein y la Filarmónica de Nueva York
- Lieder, con Barenboim al piano, para EMI
- Lieder del Camarada errante. De esta obra hay varias versiones, todas ellas excelentes. Versiones con orquesta: dirigido por W. Furtwängler y la Orquesta Philharmonia en 1949; por Rafael Kubelík y la Orquesta sinfónica de la Radio de Baviera en 1970, en plenitud de facultades vocales. Versiones con piano: con Leonard Bernstein.
- 4 Rückert Lieder (Um Mittelnacht; Ich atmet’ einen linden Duft; Blicke mir nicht in die Lieder; Ich bin der Welt). Versión con orquesta, dirigida por K. Böhm y la Filarmónica de Berlín.
- Des Knaben Wunderhorn (El corno mágico de la juventud), con Barenboim al piano, para Sony
Frank Martin:
- Destaca 6 Monologues from Everyman; The Tempest (The temptation of St Anthony de Werner Egk), con la Filarmónica de Berlín y dirigido por Martin, para DG. La guía Penguin de 1991 consideró que era una interpretación clásica de uno de los grandes ciclos de canciones del siglo XX.
Mozart:
- La flauta mágica. Hay tres grabaciones destacadas. En las de Fricsay (1954) y K. Böhm es un chispeante Papageno; en la de Georg Solti, un soberbio narrador.
- Las bodas de Fígaro, con K. Böhm (1968).
- Don Giovanni, con Fricsay y K. Böhm.
- Misa n.º 16 en Do, Misa de la Coronación, K. 317; Vesperae solennes de confessore en Do, K. 339. Grabación de 1977, con la Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera, bajo la dirección de Jochum.
Carl Orff:
- Carmina Burana, Jochum dirige al Coro y Orquesta de la Ópera Alemana de Berlín, para la DG. Es una grabación distinguida, con cantos interpretados por Fischer-Dieskau de forma refinada, pero no en exceso, hasta el punto de que, en la tabernaria canción del Abad (Ego sum abbas), es tan áspero que por un momento resulta irreconocible.
Franz Schubert:
- Deutsche Messe (Misa alemana y oración al Señor), D. 872; Himno al Espíritu Santo, D. 964; Salmo n.º 23, Señor es mi pastor (Gott ist mein Hirt), D. 706; Salmo n.º 92, D. 953; Salve regina. Grabación destacada, con la Capella Bavariae, miembros de la Orquesta Sinfónica y Coro de la radio de Baviera y la dirección de Sawallisch.
- Missa Solemnis y Misas n.º 4 en Do mayor, D. 452, y Mi bemol mayor, con Sawallisch y la orquesta sinfónica de la Radio Bávara, con la dirección de Sawallisch.
- Lieder: Dietrich Fischer-Dieskau grabó, en las décadas de los años 1960 y 1970, la integral de los lieder de Schubert, con G. Moore, para DG. Con Alfred Brendel grabó una serie de lieder oscuros o meditativos, para Philips (Auflörung; Der Einsame; Gesänge de Harfnes...). Las grabaciones con Gerald Moore son siempre excelentes, de referencia, en particular cuando se tata de los tres grandes ciclos de canciones: La bella molinera, Viaje de invierno y El canto del cisne.
- Die Schöne Müllerin (La bella molinera). La grabó varias veces. De referencia, las dos grabaciones con G. Moore: una de 1951-1957, y otra de 1972, ambas son excelentes, la de 1972 es considerada una versión clásica, una de las mejores grabaciones de la historia. En 1968 la grabó con Demus.
- Winterreise (Viaje de invierno), D. 911 (ciclo de canciones). La grabación con G. Moore al piano (1951-1957), para Angel, es de excepcional calidad. Volvió a grabar con él a principios de los setenta, con la voz aún en su plenitud, pero habiendo profundizado el cantante en su conocimiento de este gran ciclo de canciones. También grabó este ciclo con Demus para DG, y con Alfred Brendel. Así mismo, lo grabó también con el pianista argentino Daniel Barenboim a finales de los años ochenta, para DG.
- Schwanengesang (El canto del cisne), colección de lieder. Destacan tres grabaciones, las dos con G. Moore, la de 1951-1957 y la de principios de los sesenta; y la de Brendel.
Robert Schumann:
- Dichterliebe, op. 48 (ciclo de canciones), Liederkreis, op. 39 (ciclo de canciones), y Myrthen Lieder, op. 25 (entre los que se encuentra la famosa canción Widmung, esto es, Devoción), con Christoph Eschenbach al piano, para la DG. Son grabaciones destacadas, de mediados de la década de 1970. Igualmente solventes son las grabaciones de Dichterliebe y Liederkreis con A. Brendel y el Liederkreis, con G. Moore.
- Escenas del Fausto de Goethe, con la Orquesta de Cámara Inglesa y la dirección de Britten. Merece la máxima estimación en la guía Penguin, con su soberbia grabación, vívidas interpretaciones y magnífica música.
Dmitri Shostakóvich:
- Suite sobre versos de Michelangelo Buonarroti y Cuatro versos del Capitán Lebyadkin, con Vladimir Ashkenazy y la Orquesta sinfónica de la Radio de Berlín para Polygram
- Sinfonía n.º 14 con Bernard Haitink y la Orquesta Concertgebouw para Decca
Richard Strauss:
- Elektra, con K. Böhm (1960), interpreta a Orestes.
- Arabella, con J. Keilberth (1963), es una grabación en vivo, en la que interpreta a Mandryka.
- Capriccio, con la Orquesta Philharmonia y la dirección de W. Sawallisch. Es una destacada grabación de 1957-1958. Interpreta a Olivier.
- Canciones: 5 Lieder, Op. 32; Gefunden; Heimkehr; Heimliche Aufforderung; Ich liebe dich; Morgen!; Die Nacht; Nichts; Ruhe, meine Seele!; Schlechtes Wetter; Schlichte Weissen, OP. 21/1-5; Ständchen; Traum durch die Dämmerung; Waldesfahrt; Winternacht, para DG con Sawallisch, en una de las interpretaciones mejores y más bellas del cantante.
Giuseppe Verdi:
- Un ballo in maschera (Un baile de máscaras) (en alemán, con Fritz Busch).
- La Traviata, con Lorin Maazel, de 1968, para Decca, interpreta a Giorgio Germont y al Barón Douphol.
- Falstaf, con Bernstein y la Filarmónica de Viena (1965), CBS.
- Macbeth, con W. Sawallisch (Festival de Salzburgo)
- Rigoletto, con Rafael Kubelik y la Orquesta del Teatro La Scala, para DG. Es grabación de excelente calidad, 1963. Interpreta al rol titular de la obra.
- Don Carlo, con G. Solti dirigiendo, Covent Garden, versión italiana en 5 actos, 1965, para Decca. Interpreta el rol de Rodrigo.
Richard Wagner:
- Der fliegende Höllander (El holandés errante), con Franz Konwitschny, Ópera de Berlín (1960), para EMI.
- Tannhäuser, en el rol de Wolfram, grabó bajo la dirección de J. Keilberth en 1954, grabación en vivo, para Arkadia; y con F. Konwitschny en 1960, para EMI.
- Hay dos grabaciones destacadas de Lohengrin con participación de Fischer-Dieskau. De excepcional calidad es la grabación para Decca, con Plácido Domingo, la Orquesta Filarmónica de Viena y la dirección de Solti (1986), que es, a decir de la guía Penguin de 1993, una de las glorias de la carrera de Solti; en esta grabación Fischer-Dieskau canta el breve pero vital rol de Heraldo. También es destacada la grabación con la orquesta Filarmónica de Viena y la dirección de Kempe, de 1963, en la que Fischer-Dieskau interpreta a Telramund; junto a Christa Ludwig como Ortrud crean un Acto II excepcional. También grabó esta ópera bajo la dirección de E. Jochum, en una representación pública en el Festival de Bayreuth, 1954, Arkadia, en el papel de Heraldo.
- Der Ring des Nibelungen (El Anillo del Nibelungo). De absoluta referencia son las grabaciones de Solti y la Filarmónica de Viena y la de Karajan, con la Filarmónica de Berlín (1967-1970).
- El oro del Rin, con Karajan (1968, DG), en la que crea un Wotan brillante y memorable, viril y expresivo.
- El ocaso de los dioses, con Solti y la Orquesta Filarmónica de Viena (Decca). En esta destacada grabación, Fischer-Dieskau consigue lo que es casi imposible: un Gunther interesante, incluso simpático.
- Fischer-Dieskau ha grabado varias veces el Kurwenal de Tristán e Isolda. De excepcional calidad es la grabación que hizo con la Orquesta Philharmonia y la dirección de Furtwängler en 1952: igualmente grabó en 1981 con Carlos Kleiber como director.
- Los maestros cantores de Nuremberg, con Jochum y la Orquesta de la Ópera estatal de Berlín para DG (1975), interpreta a Hans Sachs.
- Parsifal. Con la Orquesta Filarmónica de Viena y la dirección de Solti (1973), Decca, en el papel de Amfortas.
Hugo Wolf:
- De referencia son sus grabaciones de lieder de Wolf:
- Los Lieder Mörike, con G. Moore, dos grabaciones en conciertos públicos, una de 1957 y otra de 1961.
- Los Lieder Eichendorff, con Sawallisch en un concierto público de 1975.
- A mediados de la década de 1970 grabó una selección de Lieder de Goethe y Mörike con Barenboim al piano.
- Italianisches Liederbuch (1966-1967) y Spaniches Liederbuch, junto a E. Schwarzkopf y G. Moore.
- Como director de orquesta Mahler, Gustav, Das Lied von der Erde.
- Strauss, Richard, Arias de Salomé, Ariadne auf Naxos, Die Liebe der Danae, y Capriccio, con Julia Varady y la Orquesta Sinfónica de Bamberg (Orfeo).
Y para concluir como se merece nuestro homenaje, les dejo que disfruten con el arte de Fischer-Dieskau. He traido hasta el Nibelheim tres vídeos en los que el artista despliega sus conocidos medios expresivos y canoros (que el especialista Arturo Reverter resume de manera clarificadora en este artículo): lirismo asombroso de timbre, ductilidad, extraordinario legato, inteligentes sfumature que contribuyen a crear una línea de canto variada, dinámica y muy expresiva, recogimiento, sutileza, elegancia, respeto absoluto por las acotaciones dinámicas de las partituras, etc.
En el primer vídeo le oímos interpretando Ständchen (Serenata), del ciclo Schwanengesang (El canto del cisne), de Schubert. Le acompaña al piano su admirado Gerald Moore y es una grabación registrada en Londres, en octubre de 1951. Fíjense, ante todo, en el suavísimo canto de Dieskau, en su recogimiento y en la nostalgia con que "dice" el texto. Elementos, todos, que acentúan magníficamente la belleza de esta composición.
El segundo vídeo es, también, el de una interpretación mítica: corresponde a la misma sesión de grabación que el anterior y en él Fischer-Dieskau y Moore nos ofrecen una soberbia lectura de la celebérrima canción Erlkönig, obra maestra de Schubert basada en un poema de Goethe que gozó de gran estima entre los músicos del Romanticismo. Observen cómo despliega aquí el barítono todos sus recursos expresivos para recrear las voces de los cuatro personajes que intervienen en la pieza: la aséptica y expositiva del narrador, la del rey de los elfos que da título a la composición (y que se deja oír como un sibilino, escurridizo y acariciante susurro), la aterrorizada del niño al que este espíritu quiere raptar y la poderosa, viril pero un tanto inconsciente del padre incauto que equivoca el sentimiento de terror de su hijo. Fischer-Dieskau, como pueden comprobar, expande o apiana su voz según la necesidad de cada momento, logrando establecer una diferenciación neta entre las cuatro líneas de canto. Asimismo va incrementando la intensidad vocal —sobre todo en las partes correspondientes al niño— a medida que el terror de éste aumenta al ver, cada vez más cerca de él, al rey de los elfos. Por último, observen de qué manera tan sobrecogedora, lapidaria y desesperanzada cierra la pieza dejando casi escapar de su boca la palabra Tod (muerte), como si de la propia expiración del personaje se tratara. En definitiva: la soberbia interpretación que se merece esta extraordinaria pieza de Schubert. Una composición que, a pesar de su brevedad, encierra un potencial dramático indudable, y a la que hace tiempo tengo pensado dedicar una entrada para analizar las diferentes y numerosas versiones musicales que se han basado en este famoso poema del genial Goethe.
El último vídeo corresponde a su famosa lectura del bufón Rigoletto en la versión de la ópera homónima de Verdi, que grabó con Rafael Kubelik. Es cierto, como se ha señalado más de una vez, que las características vocales del berlinés estaban en las antípodas de lo que requería el compositor de Busetto a la mayoría de sus partes baritonales y de lo que conviene a la particella del personaje para darle todos los matices que éste necesita: mayor morbidezza, riqueza de armónicos, caudal generoso y sonoro, clara italianità, etc. Pero, a pesar de todo, los recursos expresivos que despliega Fischer-Dieskau, así como el gusto y el respeto a la partitura con los que canta —bien lejos de los excesos melodramáticos de muchos otros intérpretes, que suelen afear sus lecturas con gemidos, golpes de glotis o repetidos sollozos— hacen que su versión pueda ser considerada canónica y hermosa con todo merecimiento.
Sit tibi terra levis.
No hay comentarios :
Publicar un comentario