martes, 19 de noviembre de 2013

¿ME HABRÉ CONVERTIDO EN UN FRIQUI A MI EDAD? SOBRE "MERCHANDISING" DE TINTÍN



TODOS aquellos que visitan el blog con cierta asiduidad saben, a estas alturas, que servidor es un tintinófilo de toda la vida. Lector empedernido de las historias del repipi reportero belga desde la más tierna infancia/adolescencia; conocedor de la trayectoria vital y artística de su creador Hergé (gracias a los trabajos de Sadoul, Peeters, Castillo, Farr, Goddin y otros teóricos); coleccionista de los viejos (y hoy cotizadísimos) álbumes con lomo de tela que, por mi edad y desgraciadamente, sólo llegué a conocer de refilón); observador interesado de todo lo relacionado con Hergé-Tintín-Moulinsart (incluidas noticias sobre asuntos legales y judiciales); seguidor de las novedades editoriales que se producen en torno al mundo "hergeiano" (libros, películas, estudios, blogs, etc.)... En fin, Serafín, ya saben ustedes: un verdadero tintinófilo, aunque sin llegar a límites que rocen lo patológico, pues creo que la desmesura nunca ha formado parte de mi carácter, y soy, por naturaleza, muy poco dado a los excesos típicos del fan neurótico, puntilloso y descontrolado.

Pero existe un ámbito del universo tintinesco que aún no había explorado, a pesar de haber fijado mi atención en él desde hace bastante tiempo. Me refiero a todo lo que tiene que ver con el merchandising surgido alrededor de los personajes de la serie, y en torno al cual se han realizado verdaderas obras de arte, a juzgar por lo que he podido ir viendo en diferentes lugares y épocas: maquetas a escala del galeón El Unicornio, del cohete de la aventura en la Luna, del mini-submarino escualo inventado por Tornasol que aparece en El tesoro de Rackham el Rojo, etc. Sí recuerdo que, desde hace años, al ver las figuritas, dioramas, pines, maquetas y otros productos que se han ido comercializando a lo largo del tiempo y al socaire de Tintín pensaba para mí: "algún día he de hacerme con unas cuantas figuritas de éstas, pues son bien majas". Pero nunca me decidí a dar el paso y comprar algo, fundamentalmente porque no sabía dónde podría llegar a poner lo comprado.



Sin embargo, hace unos días se dio una buena oportunidad para agenciarme un lote interesante de figuras y decidí no dejar pasar la ocasión. Son representaciones de los personajes principales (Tintín, Haddock, Tornasol, Milú) y de algunos otros importantes secundarios (Rackham, Hernández y Fernández). Hay, además, dos dioramas (uno de El secreto del Unicornio y otro de El tesoro de Rackham el Rojo) y un par de maquetas de coches de los muchos que aparecen en la serie: el taxi a cuyo pescante se sube Tintín durante la persecución de Tintín en América y el jeep que aparece en Tintín en el país del oro negro. La mayoría de las piezas (incluidos los dioramas) están fabricadas por Moulinsart y son las mejores (tanto por acabado, como por fidelidad a los modelos originales). Pero también tengo un pequeño lote de seis o siete figuritas realizadas con motivo de la película dirigida por Spielberg. Son todas bastante humildes y pequeñas; no piensen que estamos hablando de esos preciosos figurones de resina que venden por 300 o 400 euros la pieza. No, no... PVC y tamaños modestitos (8-10 cms.). Pero son bastante bonitas, creo yo, y tienen un acabado muy potable, como podrán ver enseguida.



En resumen: publico algunas imágenes de las mismas, para disfrute de los tintinófilos que visitan el blog con cierta regularidad y también para aquellos otros que, no haciéndolo habitualmente, puedan llegar ahora atraídos por el título de la entrada. Espero que les gusten, ¡mil rayos!




















7 comentarios :

  1. dios, menudo lote! Yo también tengo algunas (las de El Loto Azul y El Tibet, entre otras) y la verdad que son muy bonitas, a buen tamaño, resistentes y... baratas! Porque sí, las figuras esmaltadas de las tiendas oficiales de Tintin son imposibles de caras.

    Supongo que ya estás al corriente del nuevo libro de Peeters...

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  2. ¿Te refieres a Hergé, hijo de Tintín, verdad? Tengo noticias de su aparición y contenido, aunque aún no está en los anaqueles de mi biblioteca... Pero caerá, no lo dudes... Son más de quinientas cincuenta páginas sobre el tema...

    Un saludete.

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  3. Qué envidia me das. Siempre he querido tener algunas figuras de Tintín, especialmente el cohete espacial o alguno de los automóviles.
    No consigo ahorrar para estas compras. Siempre me lo gasto antes en libros y cómics.

    Por cierto. Hablas de libros teóricos sobre Tintín y Hergé. ¿Podrías recomendarme alguno que consideres muy interesante? He visto a veces libros en cuestión pero nunca me he decidido por uno o por otro.

    Un abrazo.

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    1. Hola Jesús, ¿qué tal?

      En cuanto al merchandising te diré que todo es ponerse, la verdad. Estas figuritas, humildes pero bien hechas, tampoco son tan caras y resultan fáciles de conseguir (al menos de momento, hasta que se agote el stock).

      Por lo que respecta a los libros, si no has leído nada hasta el momento y quieres profundizar, yo te recomendaría que empezaras por dos títulos ya clásicos: Conversaciones con Hergé, de Numa Sadoul (hecho a base de entrevistas realizadas al dibujante belga en los años 70 y muy útil para conocer, de primera mano, sus opiniones sobre todo tipo de cuestiones --especialmente las historietísticas--, aunque con un enfoque algo hagiográfico) y Tintín y el mundo de Hergé, de Benoît Peeters, donde se ofrece una perspectiva global sobre el autor y su obra que sigue siendo muy válida e interesante (es preferible, no obstante, la edición original francesa, de 1983, pues esta traducción española se hizo a partir de una versión reducida de la anterior, publicada en 1988: aquí, como siempre, eligiendo lo mejor...).

      Más modernos, completos y monumentales son los tres volúmenes de Philippe Goddin, El arte de Hergé, creador de Tintín, que componen una obra bastante exhaustiva, erudita y llena de datos (y eso que es una versión reducida, respecto de la original francesa). Sin embargo, el modo en que se expone todo este material --de manera diacrónica y mezclando lo relativo a la creación de los álbumes con la vida personal de Hergé-- convirtió mi lectura en algo farragoso y un poco aburrido. No obstante, se trata de un trabajo bastante sólido y, sobre todo, repleto de datos sobre Hergé y su obra.

      A mí, personalmente, me gustaron bastante más dos libros firmados por Michael Farr: Las aventuras de Hergé, creador de Tintín y Tintín. El sueño y la realidad. El primero es una biografía de Hergé (bastante completa) y en el segundo se ofrece un análisis muy detallado del proceso de creación de los álbumes de Tintín, mostrándonos el sistema de trabajo del artista belga y la solidez documental que atesora cada álbum. De modo que ambos se complementan a la perfección y dan una visión de conjunto bastante completa. Es cierto que Farr no resulta demasiado novedoso en los datos que ofrece --sobre todo tratándose de la vida de Hergé--, pero esto no debería ser un hándicap para alguien que no sepa demasiado sobre el artista belga.

      Precisamente para cubrir este hueco parece que ha llegado el nuevo libro de Peeters del que hablábamos arriba Jolan y yo (que ya he comprado pero no he leído aún, pues acaba de publicarse), donde el famoso guionista y colaborador de Schuiten profundiza como nunca se había hecho hasta ahora en la vida de Hergé, abordando todas las facetas de la misma y enfrentándose, incluso, a aquellos aspectos más discutidos y discutibles de la misma.

      Al margen de estas obras citadas, que son las más completas y competentes sobre el tema --entre otras razones porque sus autores han tenido acceso a los fondos documentales que custodia la sociedad Moulinsart, o porque pudieron hablar personalmente con Hergé (como ocurrió con Sadoul o Peeters)-- hay otros estudios secundarios, pero también valiosos, a los que merece la pena acercarse. Por su carácter biográfico, creo que podría interesarte el libro de Fernando Castillo, Tintín. Una vida del siglo XX (que es una ampliación de su anterior El siglo de Tintín. Biografía). En él, se realiza un original e interesante planteamiento del tema, destacando la permanente actualidad de la obra de Hergé y su modernidad, que quedan demostradas al utilizar como hilo conductor de la narración todos los álbumes de Tintín para explicar la historia del siglo XX.

      Bueno, espero haberte sido de ayuda.

      Un saludete.

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    2. Gracias, Alberich.
      Me has dado una extraordinaria información al respecto de lo dicho.

      El primer libro de Peeters lo tengo desde hace años. Lo he leído y consultado muchas veces y me parece muy interesante.
      Los tres tomos de Goddin los tengo reservados desde hace bastante tiempo en la librería Taj Mahal, en espera de poder comprarlos (no sé cómo me aguantan, mis queridos libreros. Puedes imaginarte que no son los únicos libros y cómics que me tienen reservados in situ).
      En cuanto a los tomos de Farr, los conocía vagamente. Tus recomendaciones son suficientes para que intente adquirirlos. Y posiblemente también haga lo propio con el libro de Castillo.

      Un abrazo.

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  4. Como viene que ni pintado y aunque no se sus puntos de compra tintinófila habitual, les recomiendo la tienda que yo visito y que está especializada en el personaje y su universo, en especial el merchandising, de forma oficial desde hace años en el centro de Madrid:

    http://www.thecomicco.com/

    Una librería elegante y exquisita con serigrafías orginales de Vidas de Papel, exposiciones, y toda la novedad al instante. Y no, no me llevo comisión ;-)

    Saludos en paralelo

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    1. Bueno, pues dicho queda. Gracias por la recomendación y el comentario.

      Lástima que no tengan página web propia en la que poder ver todo su catálogo y contenido.

      Un saludo.

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